Sasuke.
Cuando presentí que el clon estaba cerca de desvanecerse ambos fuimos al punto de encuentro, formando un segundo para que siguiera con la distracción.
Rentamos unos caballos y decidimos explorar un poco las cercanías del bosque. según el cantinero el espíritu de las nueve bestias con cola vivía en el bosque protegiendolos de cualquier amenaza, no pude evitar pensar en el estado de mis guardias sin nos consideraban una amenazas sería lógico que quisieran detenernos.
Aunque aún tenía algunas dudas habíamos obtenido una pista importante, la imagen del rubio pasó por mi mente. El dijo que vivió toda su vida en el bosque e incluso se fue sin temor, cuando era mucho más peligroso ¿acaso él sabrá más sobre esto?
Nunca había oído de un ritual para invocar a los nueve. "supongo que es parte de la maldición" había algo extraño en todo esto, por eso decidimos alargar un poco más la distracción e investigar el bosque.
Repasaba esa frase constantemente en mi cabeza, era tal como había dicho mi hermano, en este reino hay demasiados misterios
Detuve mi caballo
Apenas lo vi lo reconocí, definitivamente era ese maldito. Apenas su mirada se encontró con la mía, me quedo más que claro. Observe cómo se levantaba y se ponía a la defensiva. – Kakashi – sonreía porque en esta ocasión definitivamente no escaparía.
Kak – si – su voz sonó un poco temblorosa, pero no le di importancia.
Sas – Quiero a ese zorro en una bandeja – ante mis palabras, observe como el zorro saltó hacia la copa de los árboles y empezó a correr rumbo a la ciudad.
Kak – Sasuke, permíteme re.. – no lo escuche, hice que mi caballo girara y comenzará a correr detrás de aquel animal, "no te dejaré ir"
Los saltos que daba en los árboles eran tan rápidos y ágiles como la última vez que nos encontramos. Me paré sobre el asiento del caballo y salte a la rama más próxima, comencé a perseguirlo, escuche la voz de mi tutor llamándome pero lo ignore, empecé a saltar de un lado a otro detrás del animal. Me di cuenta que corría rápidamente hacia la orilla del bosque, por lo que pensé que aprovecharía las calles. Sonreí, ese animal me estaba dando una ventaja.
Seguí detrás del, siguiendo sus pasos, cuando sabía que estaba a unos metros de llegar a la aldea, aumente mi velocidad, bloqueando el paso, y el saltando directo a mis brazos "te tengo"
El cuerpo del zorro se dobló, sus colas cubrían parte de su cuerpo y no se distinguía dónde comenzaba y dónde terminaba, se había vuelto una pelota naranja que giraba hacia a mi "eso no te servirá" sonreí, pues ya era mío.
El color del animal se volvió más intenso, y cuando me di cuenta note que una capa de fuego rodeaba su cuerpo, impactó contra mi pecho, siendo un golpe más duro de lo que esperaba, y el fuego impidió que pudiera sujetarlo. Perdí el equilibrio y caí. El cuerpo del animal había rebotado hacia la dirección opuesta, volviendo a su forma normal dándome la espalda.
Di un giro y aterrizar del pie, manteniendo la mirada fija en el zorro, el golpe me había mandado afuera del bosque a la orilla de la aldea. Salte rápidamente en dirección de el, como respuesta salto hacia otra rama, donde en esta ocasión vi cómo el animal perdía el equilibrio, me apresure a saltar y sujetarlo de la cola, cuando me posicione en una de las ramas, el zorro colgaba de mi mano.
Se mecía intentando librarse "te tengo" – es inútil – di un salto y aterrice en la parte baja del bosque, a solo 10m de la salida al pueblo. – Ríndete – comencé a caminar para salir de hay. Sentía el movimiento del zorro intensificando.
Su movimiento me irritaba, así que lo levante y coloque debajo de mi brazo, sujetándolo firmemente, sentí cómo encajaba sus garras a mi costado y en mi brazo intentando liberarse conforme me acercaba a la orilla, notaba que sus movimientos eran más desesperado, una sonrisa se asomaba por mis labios "me pagaras por eso"
El solo recuerdo de lo que sucedió la última vez que nos vimos, hacía hervir mi sangre, nadie se metía con migo y saldría librado (ni siquiera un animal), por fin. Solo unos pasos más y estaría fuera del bosque.
En cuanto puse un pie fuera, el zorro se detuvo por completo. Un calor empezó a inundar mi brazo, pensé que se trataba de sus llamas, pero al mirarlo el zorro estaba estático, un leve temblor me mostraba que estaba vivo.
Sas- ¿acoso le temes a la ciudad? – sonreí con ironía, ese animal hacia cosas que nadie pensaría que fuera capaz, y sin embargo estaba temblando bajo mi brazo. Un paso y el calor aumentó rápidamente, obligándome a libéralo. Sin embargo aunque lo solté el animal no corrió.
Cayó contra el suelo, su pequeño cuerpo se doblaba a un costado, sus ojos azules, estaban cerrados y su rostro estaba fruncido, pensé que era un truco, pero no podía ser el caso habría corrido. al acercar mi mano, su cuerpo estaba ardiendo. El temblor se intensifica en su cuerpo.
Sas- ¿Qué te pasa? – con esfuerzo abrió un poco lo ojos - ¿Qué hago? – vi como sus ojos buscaban los árboles del bosque. Sin un una palabra entendí lo que me pedía. Me quite la capa y la coloque sobre su cuerpo para soportar la tempera (ya que esta era resistente al fuego, por eso no se quemó con el ataque) lo levante y lo metí al bosque.
Lo dejó con suavidad en la hierba. En un principio, el zorro no parecía recuperarse la temperatura seguía elevada, y su mirada se veía llena de dolor. No estoy segura de cuánto tiempo pasó, pero el cuerpo del zorro comenzaba a relajarse. A pesar de la temperatura alta que tenía, parecía que el se estaba recuperando. Poco a poco se levantó con dificultad, sus piernas se doblaban por su peso, pero no cayó.
Sus ojos y los míos se encontraron, - ¿te encuentras mejor? – movió la cabeza en forma afirmativa. Sentí alivio de esta respuesta, un aire que no sabía cuánto tiempo lo había sostenido salió – eres un dobe – cuando abrí los ojos me encontré directo con los azules del animal demasiado cerca. Y lo golpe rápidamente.
Había intentado morderme la nariz, el animal rápidamente se alejo de mi, saltando a la parte superior de uno de los árboles.
Me disponía a saltar de nuevo detrás del, pero me sujetaron del brazo impidiéndole ir a su caza.
Kak – su majestad – le dedique una mirada asesina a mi maestro, a pesar de su mirada de terror no me soltó el brazo. – No debería andar solo – hacía énfasis en cada palabra – recuerde en donde estamos-
Hizo una señal con sus ojos hacia su espalda, al mirar a través de los árboles distinguí las casas más cercanas al bosque, afortunadamente parecía que nadie me había visto.
Kak – permítame recordarle – su mirada era seria - que tan importante es nuestro deber en este lugar – con la mirada volví a buscar al zorro, pero ya no estaba. Tras unos segundos mi sensei me soltó del brazo.
Caminamos hacia los caballos, no sabía en qué momento habían llegado pero definitivamente tenía que centrar mi atención en otra cosa. Quería ir detrás del zorro, pero también sabía que mi deber era lo más importante en este momento. "aunque Kakashi lo pagará por interferir"
Me subí a mi caballo y lo encamine hacia el pueblo, después de todo si me dirigía al bosque no podría garantizar no ir detrás de aquel animal. Además había algo que pasaba por mi mente. El muchacho del bosque.
Si ese zorro andaba cerca, lo más posible es que el rubio también, si ese es el caso, podría aclarar las dudas que me acechaban desde mi llegada aquí.
Naruto.
Me escondí en la parte más alta del árbol, evitando moverme "ese tipo no era normal" observe cómo ese teme se dirigía al centro de la ciudad. Deje salir un largo y prolongado suspiro. Tenía que ser una maldita broma. Acababa de recuperarme de haberlo ayudado, me había tocado estar en la cámara, los sermones de Gaara, Karin me había dado tratamiento y ahora que tenía la oportunidad de relajarme y divertirme, tenía que encontrarme con ese maldito teme, desgraciado. "¿Acaso no merecía un día de tranquilidad?" (Lágrimas salían de sus ojos)
Y si la cosa no podía ser peor, me había sacado del bosque y ahora me duele todo el cuerpo, maldición, ¿acaso ese idiota no sabe de nosotros o que le pasa?, ninguna persona se atrevería a sacarnos del bosque. Me recargue en el tronco un momento, enserio que me dolía.
Mire la ciudad un momento, podía escuchar el sonido de los carruajes, las conversaciones de las personas, el aroma de la comidas que habían preparado. No es que me faltara alimento (después de todo el bosque me daba todo) pero no podía evitar preguntarme a que sabían aquellos platillos que desprendía tan agradable aroma.
Lo único bueno es que ese tipo ya se iba y lo mejor era que yo también. Después de todo vine a buscar historias. Salte a otra rama.
Mientras tanto en otra parte del bosque.
Gaara saltaba en rama en rama, "maldita sea Naruto" pensaba el menor "esta si me la pagas", nunca pensó que tendría que sufrir un tratamiento de Karin cuando no lo necesitaba, a diferencia de Naruto, el no tenia su capacidad de recuperación.
Unas vibraciones llamaron mi atención, por lo general el pelirrojo jamás habría prestado gran importancia a esto, sin embargo estas eran como las suyas, saltaba de rama en rama, con gran habilidad y rapidez. Por un momento pensó que se trataba de uno de ellos, pero la descarto rápidamente.
Ninguno de ellos, producía vibraciones tan fuertes al caer contra la madera, era tan tenue que era prácticamente imposible detectar las vibraciones del otro. Salte y escondí mi presencia, segundos después una sombra con una capa negra pasó rápidamente debajo de mí.
En un instante lo perdió de vista, nunca en mi vida había visto a alguien que se moviera con esa rapidez (a excepción de su grupo) todos los sucesos anteriores pasaron por la mente del menor, definitivamente, algo extraño estaba sucediendo.
Palacio
Después de que el azabache recorrió la ciudad en busca del rubio, se sentía fastidiado. A pesar de sus esfuerzos no había dado con él, nadie conocía a nadie con la descripción del rubio. Las calles estaban llenas de personas que corrían de una lada a otro, llevando a cabo las preparaciones de la celebración, esto provocaba que las calles estuvieran repletas volviendo casi imposible trasladarse. Al menos sabían que la búsqueda no había sido una total pérdida de tiempo.
Tras dejar el caballo, nos dirigimos hacia nuestros aposentos.
-su majestad – o al menos eso intentaron. Al mirar se encontraron con Kabuto, que los observaba desde la parte baja de las escaleras – si no es muy atrevido de mi parte ¿me gustaría saber el motivo por el cual no se nos informó de su salida? – Sasuke le dedicó una mirada asesina
Kak – la salida fue por mi petición – el peliblanco sonreía de una forma cortés (a pesar de no verse debido a la máscara) – durante una semana, nos hemos visto confinados a el palacio de su majestad, y pese a su amabilidad, considere que nuestro príncipe necesitaba un poco de aire fresco –
Kab – comprendo – bajo un poco la cabeza- lamento no haberme percatado, pero espero que entiendan que las únicas intenciones de mi líder es garantizar la seguridad de nuestros invitados -La sangre de Sasuke hirvió, pues a pesar de su forma tan educada, podía saber que todo era una mentira.- espero que haya disfrutado su paseo por la ciudad-
Sas – fue muy placentera, el reino es un lugar próspero –
Kab – agradezco sus amables palabras – amplió su sonrisa – les traigo un mensaje de mi señor – después de asentir él prosiguió – como ya sabrá, el festival de nuestro reino está apunto de comenzar -
sas - Lo sé, - dijo algo frío - el festival de Konoha es reconocido, pese a que solo tiene 15 años de existir - El peliblanco asintió.
Kab - mi señor solicita que nos acompañe en este evento –
Ambos lo sabían, el problema radica en que si ambos iban a la casería no podrían investigar por su cuenta. Los guardias que los acompañaban desconocían totalmente la verdadera misión del grupo (por seguridad), por lo que no podían pedirle ayuda y si el peliblanco lo acompañaba no podría investigar el palacio.
Sas- si ese es el caso, iremos - El Uchiha aceptó sin permitir que su maestro dijera nada y retomaron su camino.
Kak – Sasuke, no quiero ser aguafiestas, pero, espero no tener que recordarte que hace una semana fuimos atacados y llevados al bosque –
Sas – no es necesario, pero una casería nos dará libertad total de revisar el bosque sin que nadie sospeche – era un punto a favor del menor, si estaban fuera podrían investigar con total libertad. (Además que tenia cierto asunto, con cierto animalito) Pero... -
Kak – no olvides que en ese momento el castillo tendrá menos seguridad, por lo cual podríamos investigar – no podía negar la posibilidad que le plantó el mayor. El menor sabía que había sido impulsivo, pero no podía negar el hecho de que quería cazar a cierto habitante del bosque
Sas- ya pensaremos en eso – llegaron al cuarto del azabache, y cuando abrió la puerta un arma se aproximo a su rostro. En un movimiento rápido logró evitar que este le provocara alguna herida.
Cuando miro al interior se dio cuenta de que un tipo con una capa negra, lo observaba desde su ventana, con una sonrisa.
-tan ágil como siempre – dijo dedicándole una sonrisa. El peliblanco recuperó el arma (que había quedado clavada en la pared) ingresaron al cuarto y cerró la puerta detrás de, él.
Sas -¿Qué haces aquí? – frunció el ceño, estaba molesto por el visitantes.
-pensé que estarías más feliz de verme – dijo un poco triste – leí que cuando la familia y amigos dejando verse un tiempo –
Sas- déjate de estupidez – dijo quitándose su capa y dejándola en la cama.
-te traigo un mensaje – la mirada de todos se volvió más seria. – es de nuestro padre.- El desconocido se acercó al azabache.