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Justo como si fuéramos animales (Shizaya) por PsychoOnion

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-Ahhhh- un gran bostezo salió de la boca de la bestia de Ikebukuro. Sus brazos se estiraron con energía y sus pesados párpados se abrían poco a poco. -¿Mmm? –Se preguntó mientras sus orbes cafés se ubicaban en el “desconocido” lugar donde se encontraba- ¿Dónde estoy?

El sol alumbraba tenuemente la zona y  las altas paredes de los edificios se erguían alrededor de Shizuo. Se podía escuchar el vaporoso sonido de las personas que pasaban por ahí cerca.

Estaba en un callejón.

Un punzante dolor de cabeza hizo que el de traje de barman posara una de sus manos sobre frente. Súbitamente todos los recuerdos de la noche anterior sacudieron la mente del rubio. La voz de Izaya resonaba con mucha claridad en sus oídos y en su piel.

*Ngh, Shi…Shizuo…mgh... *  

Los ojos café de la bestia se abrieron bruscamente en señal de sorpresa.

-No, no, no, no, no, no, no, no- repetía una y otra vez. Su tono de voz rebalsaba de consternación y agitación. – IMPOSIBLE, IMPOSIBLE, IMPOSIBLE.- inició a exclamar al mismo tiempo empuñaba sus rubios cabellos entre sus dedos.

¡¿Qué fue todo eso?! Todas esas repugnantes imágenes cruzando frente a sus ojos. Izaya gimiendo su nombre, consumido por la pasión; el delgado y suave cuerpo de la pulga bajo de él y sus violentos movimientos; el sedoso cabello azabache del desgraciado rozar contra su agarre. Todo eso. TODA ESA MIERDA ERA INSOPORTABLEMENTE NAUSEABUNDA.

Shizuo se paró destempladamente.

-¿Qué mierdas es lo que hice?-susurró con ansiedad. -¡¿QUÉ MIERDA ES LO QUE HICE?!- vociferó con fuerza, causando que la gente que caminaba por los alrededores giraran asustados hacía el callejón de dónde provino semejante grito.

*                         *                          *

-Shizuo-senpai…-dijo Vorona con su tono neutral.

Los tres cobradores caminaban en las concurridas calles de Ikebukuro.

-Shizuo-senpai- repitió la rusa sin ser escuchada.

La bestia estaba más enojado y violento de lo usual. En solamente una hora había destrozado cerca de 12 postes, 4 semáforos, 6 paredes, 1 casa (Sí, leíste bien) y 3 bancas; sin contar la manera increíblemente ruda en la que trataba a los deudores.

-Shizuo… ¿Estas bien?- preguntó un tanto preocupado el de cabello café.

-¡¿AH?! –Gruñó el rubio.- ¡ESTOY BIEN!- clamó con rabia. Ni siquiera él mismo se lo creía.

Tom se quedó mirando fijamente al de traje de barman. –Creo que te caería bien un descanso. Tómate el día libre.- dijo serenamente con ambas manos dentro de sus bolsillos.

La bestia soltó un largo y hondo suspiro- Tienes razón, Tom-san. Estoy muy estresado en estos momentos. Lamento causar tantos problemas.

-Shizuo-senpai. ¿Todo esto es causado por Orihara-san?-indagó la de ojos lila. El comportamiento de su senpai había cambiado desde anoche que se retiró junto con el informante.

La cara del rubio se deformó al momento de escuchar el nombre de esa maldita pulga.

-NO- aclaró con ímpetu. Sus puños temblaban debido a la fuerza que les estaba ejerciendo.

-Su respuesta no me parece verídica.- comentó la chica.

-¿NO ME ESCUCHASTE? ¡DIJE QUE NO!- regañó la bestia rechinando sus dientes. Pese a que la expresión de su cara era aterradoramente hostil, la rusa no se asustó.

-Vorona, déjalo. Él solo necesita descansar.- suspiró el jefe de ellos dos.- Shizuo. Será mejor que te retires ahora, estas demasiado ansioso.

-Sí- asintió con un poco de enojo el susodicho, desviando su mirada tanto de Tom y de su kohai.

El rubio estaba consciente que se estaba comportando inmoderadamente impulsivo. A Shizuo nunca le había gustado gritarle a la gente que no se lo merecía. Se tranquilizó y se fue del lugar.

El ondulante humo salía del cigarrillo del de ojos café. Se encontraba sentado fumando bajo la sombra de un árbol.

-Maldita pulga. Todo esto pasa por tu culpa. –dijo el rubio mientras exhalaba una bocanada de humo. Los orbes café observaban con atención el cielo despejado, cuando de repente la bestia escuchó unos pasos acercarse hacía él; giró su cabeza y reconoció inmediatamente la distinguida figura que tenía frente a él.

-Celty- pronunció desganado el hombre.

-[Hola, Shizuo] - Escribió la Dulahallan en su ipod.- [Acabo de terminar un trabajo y te vi sentado. ¿Qué tal estas? Te veo un poco pensativo]

El rubio miró atentamente a la motorista por un largo tiempo sin decir nada. Ella se sentó a la par de él y su casco amarillo giró en dirección a Shizuo.

-[¿Qué tienes? Realmente tiene que ser algo muy preocupante si dudas tanto en contármelo] –le mostró la tableta visiblemente intranquila el hada.

La bestia y la Dulahallan se llevaban increíblemente bien. Siempre que se podía hablaban de cualquier cosa; acerca de lo que les pasaba en el día, las cosas que les preocupaban, las cosas que planeaban hacer el día siguiente, cualquier tontería. Ellos dos eran muy buenos amigos.

-Celty… Yo…Yo creo que cometí el peor error de mi vida.- soltó con abatimiento el rubio.-Cometí lo más asqueroso que jamás hubiera podido imaginar.

-[¡!!¿¿¿¿?????!!! ¡¿Qué pasó?!]

-Yo… -los labios de Shizuo se arrugaron en una mueca de disgusto. –Yo tuve sexo con Izaya. –escupió con dificultad.

La motociclista se quedó estática, inmóvil por un largo lapso.

-¡Dime algo!-inclusive detrás de sus lentes azulados podía verse el ansia en los ojos café del rubio.

Los delicados dedos de la chica comenzaron a teclear con rapidez. – [Lo lamento Shizuo. No sabía qué escribir, y sigo sin saberlo] –le mostró la pantalla al nombrado. – [Necesito que me expliques qué pasó, cómo pasó]

-Tch-chasqueó con inapetencia. – B…Bueno, creo que todo comenzó…

 

*                                     *                                    *

 

El tiempo pasó y Shizuo había terminado de contarle todo a Celty. El viento soplaba  con suavidad y movía las verdes hojas de los árboles.

-[Shizuo… No quiero que te alteres, pero… ¿Qué piensas que pasa en realidad entre Izaya y tú?]- enseñó la Dulahallan en su tableta después de unos segundos de silencio.

-¿Ah? ¿A qué te refieres?-preguntó un tanto confundido el rubio.

El hada dudó un poco en escribir, pero al final se decidió- [Es decir, yo creo que no es normal (por muy borracho que estés) tener sexo con una persona a la que dices aborrecer.]

La bestia arrugó su ceño y frunció sus labios.

-[Basada en todo lo que me has contado, yo siento que entre ustedes dos hay algo más que solo “odio”. No sé qué podría ser… Pero haber hecho eso con Izaya me dice que al parecer los sentimientos de ambos (No solo los tuyos) están un poco confundidos.]

Shizuo se quedó mirando el mensaje de Celty por un largo rato. La frase “Al parecer los sentimientos de ambos están un poco confundidos” inesperadamente llamó demasiado su atención, generando una pequeña nausea en la boca de su estómago.

-Celty…Muchas gracias por escucharme y darme tu opinión- expresó con una palpable gratitud- Pero estoy seguro que yo jamás sentiría otra cosa aparte de odio por esa desgraciada pulga- dijo el rubio.

La Dulahallan hizo un gesto de suspiro de alivio.- [Talvez solo tenías muchas… ya sabes... Jajajaja]

-Tienes razón- soltó un pequeña risa el de traje de barman.-Gracias, Celty. En serio.

-[Ya sabes que para eso estamos los amigos.] –mostró la chica. – [Me gustaría poder sguir hablando contigo pero ya se me hizo tarde, me tengo que ir. Nos vemos, Shizuo]-se despidió del rubio, subió a su motocicleta y arrancó, haciendo sonar el distintivo sonido de caballo al irse.

Shizuo miró hacia el cielo azul oscuro, ya mucho más calmado. Por alguna razón, hablar con Celty lo relajaba de una manera impresionante.

-Solo tenía muchas ganas de coger- susurró para sí la bestia, tratando de convencerse. – Lo hubiera hecho con cualquiera.

Luna llena brillaba más de lo usual, y la brisa nocturna estaba más fresca que nunca.

-Yo en verdad aborrezco a esa maldita pulga, en este momento podría estrangularlo con todas mis fuerzas y matarlo de una buena vez.

 

*                                      *                                     *

 

-Mmmm-se quejó un delgado chico de cabello azabache que se encontraba acostado una suave y esponjosa cama. –Qué dolor de cabeza más insoportable. –se quejó agarrando su frente con ambas manos. Todo su cuerpo le dolía de una manera increíble; sus brazos, pecho, abdomen, y piernas estaban llenos de unos extraños moretones.

¿Qué mierdas hice ayer?-pensaba el pelinegro. Por más que lo intentara no podía recordar nada de la noche de ayer. – Solo sé que fui a cenar sushi donde Simón…agh- una fuerte punzada hizo que frunciera las cejas y cerrara sus ojos. Después de un momento, el dolor se calmó y el chico observó su cuerpo, que por alguna razón solamente estaba en calzoncillos.

¿Y por qué tengo tantos golpes? –se preguntaba mientras miraba con atención sus pálidos, y ahora heridos, brazos. El informante volvió a cerrar sus orbes carmesí, emitiendo un largo y armonioso suspiro. –Bueno, da igual. Seguramente tuve una violenta pelea con esa estúpida bestia y me dejó inconsciente.

El azabache se estiró, causando una evidente molestia en todo su organismo. Sacó ambas piernas de su cama, pero cuando intentó ponerse de pie, una horrorosa ola de sufrimiento cruzó toda su columna vertebral, haciendo que todo él cayese al suelo. –Aggghhhh- protestó de dolor.

¿Por qué? ¿Por qué me duele tanto el trasero?

Ya más calmado, colocó su mano en su cadera y, pese a las punzadas de dolor que recorrían todos sus sentidos, se levantó.

-Maldito protozoo, probablemente me caí de un lugar muy alto por tratar de escapar de ti y perdí la conciencia.-se quejó el de ojos carmesí.

Izaya tomó su toalla de baño y  entró a la ducha.

-Condenado animal, mi cuello está todo morado, tengo marcados tus repulsivos dedos en él. -rezongó mirándose en el espejo- Debí de darme un fuerte golpe en la cabeza como para no recordar nada… Bueno…

No hay nada que un buen baño no quite.

 

          *                                     *                                  *

 

-Eso es todo por ahora, muchachos. Muchas gracias por todo.- dijo Tom mientras encendía un cigarro. –Han sido tres excelentes semanas; sin clientes difíciles, con bastante trabajo, sin ningún contratiempo.... ¿Saben qué? Hoy ando de buen humor, ¿les parece si los invito a cenar al Russian sushi?

-Me parece una buena idea. –respondió la seria rubia rusa.

-A mí también me parece muy bien. Gracias Tom-san- coincidió el rubio.

La bestia había estado bastante calmado últimamente. En las recientes tres semanas no había visto ni sabido absolutamente nada de la asquerosa pulga; y eso, lo tranquilizaba de sobremanera.

Heiwajima sabía que lo mejor era no ver a esa mierda nunca más.

 

Pero ya saben…

 

Cuando uno cree que al fin está bien, algo viene y le golpea la cara. Y en este caso, ese “algo” es un hediondo y muy conocido olor, seguido por una rajadura en su mejilla provocada por una afilada navaja.

-Shizu-chan~ -canturreó la detestable voz desde lejos. –Hace tiempo no te veo, ¿no me extrañabas?- en su cara cruzaba una cínica sonrisa.

El cuerpo del rubio se tensó por completo. Toda su supuesta calma se fue a la borda.

Sus orbes cafés chocaron con las brillantes esferas carmesí.

-Oye, Shizu-chan~ Aquella vez me trataste increíblemente mal~- el informante se hizo el ofendido, sin quitar ni un segundo su socarrona risa.

NO PUEDE SER, NO PUEDE SER, NO PUEDE SER, NO PUEDE SER-pensaba con desesperación el hombre más fuerte de Ikebukuro. ¡ESTE IMBECIL NO PUEDE TENER LA CABEZA TAN PODRIDA COMO PARA VENIR A DECIR A TODOS LOS VIENTOS LO QUE HICIMOS!

-MALDITO HIJO DE PUTA-gritó el rubio al mismo tiempo que inició a correr hacía el informante.

El azabache lanzó una navaja que dio con éxito en la frente de la bestia, y comenzó su huida.

-Allá van. –Comentó Tom mientras veía como  Shizuo e Izaya se alejaban.- ¿Vamos a ir a cenar, Vorona?

 

*                                      *                                     *

 

-Jajajajaja. Te veo más impulsivo de lo usual, bestia.-se burlaba el de ojos rojo oscuro. -¿Por qué estás tan enojado conmigo?

-¡CALLATEEEEEEE! ¡I-ZA-YAAAAAAAAAA!-aullaba el rubio, lanzando todo lo que tuviera a su paso.- ¡¿POR QUÉ NO TE MUERES DE UNA VEZ?! ¡TE DETESTO MALDITA PULGA!

El informante hizo una mueca indescifrable, su rostro se transformó en uno más serio.

-Shizu-chan. Te repetiré la pregunta. ¿Por qué estás tan enojado conmigo?-investigó el pelinegro sin cambiar de expresión.

La bestia se detuvo repentinamente. Su cara era de desconcierto e ira.

-¡Pulga desgraciada, no te hagas el que no recuerdas! ¡Como puedes ver, no estoy de humor! –gruñó con odio el rubio.

-Shizu-chan, no sé de qué estás hablando- respondió un poco pícaro Izaya, dejando extrañado al rubio.

Parecía como si el informante no recordara nada de lo que hicieron aquella vez.

-I-ZA-YAAA, ¡No juegues conmigo!- regañó muy irritado la bestia.

-¿Crees que te hice algo, Shizu-chan? –Preguntó un divertido Izaya- Déjame decirte algo, aún no he planeado nada en contra tuya. Pero te aseguro que cuando lo haga, te arrepentirás de haberme dejado tantos golpes de la pelea de aquella vez-sonrió victorioso el pelinegro.

Heiwajima Shizuo estaba confundido.

De verdad comenzaba a creer que el mugriento informante no recordaba nada.

-Pulga, ¿de qué pelea hablas?-indagó un tanto enojado el rubio.

-¡JAH! Ahora tú te haces el desentendido. Evoco a tu memoria que yo soy el único que no puede saber de qué pelea está hablando.-respondió fastidioso el azabache.- Seguramente me golpeaste la cabeza con algo, y ahora no recuerdo cómo es que me dejaste tan lastimado.- Izaya emitió un pesado suspiro y concluyó- ¿Pero de qué me sorprendo? Shizu-chan es una bestia estúpida que no recuerda ni qué es lo que comió de desayuno.-sonrió con malicia.

-Tch- los dientes del rubio rechinaban de resentimiento. Shizuo se sentía contrariado con sus propios pensamientos.

El maldito insecto no recordaba nada de lo que hicieron.

Nada.

Nada.

Se suponía que eso aliviaría todo eso que había estado comiendo su conciencia y su alma todos estos días.

Pero no.

 

¿Saben qué es lo que más le molestó a la bestia?

 

Que el informante no recordara que aquella noche, sus asquerosos y suaves labios gimieran “Shizuo” hasta quedarse sin voz.

 

Notas finales:

! ¿Qué les pareció?!/*-*/ Espero que les esté gustando esta historia tanto como a mí me gusta escribirla XD

Ya saben, si tienen algún comentario, crítica constructiva y/o pregunta soy toda ojos xd Y me harían súper feliz leerlos~


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