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Justo como si fuéramos animales (Shizaya) por PsychoOnion

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    *                           *                            *

¿Saben qué es lo que más le molestó a la bestia?

Que el informante no recordara que aquella noche, sus asquerosos y suaves labios gimieran “Shizuo” hasta quedarse sin voz.

   

   *                            *                             *

-Tch, pulga maldita… -murmuró con enojo el rubio.

Los carmesí orbes del azabache no perdían de vista a la disgustada bestia.

El viento de la noche soplaba con suavidad y removía ligeramente los cabellos de ambos.

-¡¡Wahh!!- se escuchó un agudo grito desde lejos.

Tanto depredador como presa giraron sus cabezas y vieron a una chica de vestido negro de manga larga mirarlos fijamente con sus mejillas bastante sonrojadas.

-Erika, déjalos en paz.- dijo un bien conocido muchacho alto con boina negra.

-¡Pero Dotachin! ¡Míralos! ¡Están apartados en un callejón, lejos de todos, ELLOS SOLOS!-chillaba con euforia la de ojos marrones.- ¡Definitivamente ahí hay algo!

El informante observó con atención a la muy emocionada chica.

Ella podría ser Ecco-san- dedujo Izaya, después de ver su reacción al verlos juntos a él y a la bestia.

-¡Erika, no todo tiene que ser como en tus mangas yaoi!- dijo Walker mientras movía con energía a la chica de atrás hacia adelante.

-¡Pero el yaoi vive en todas las cosas!-explicaba la chica con determinación.

-¿Yaoi?- repitió Heiwajima con un tono de confusión.

El azabache miró a la bestia de reojo y rio en sus adentros con soberbia.

 

Supongo que este tema tendré que seguirlo en otra ocasión-pensó el de ojos carmesí.- Es imposible continuarlo con todas estas personas presentes.

 

-¡Dotachin!-ronroneó Orihara con un tono infantil. El pelinegro comenzó a caminar hacia el nombrado, el cual lo veía con su típica expresión relajada – Hace tiempo que no te veía. ¿Qué te has hecho?

Kadota e Izaya fueron compañeros en la secundaria Raira. El azabache no tenía muchos amigos, pero si tenía que admitir algo, es que el de chaqueta verdosa azulada era una de las pocas personas con la cual se podría llevar bien sin siquiera proponérselo. (Cosa que jamás haría, porque eso, como ya sabemos, es algo que no le interesa a Orihara Izaya)

-Nada nuevo. – Respondió el de boina negra.- Pero tienes razón, ya llevamos varios días sin hablar. ¿A ti, cómo te va?

-¡Walker, mira! ¡Ahora se acaba de formar un triángulo amoroso! Izaya y Shizuo son los principales en este momento, ¡pero el ex de Izaya acaba de entrar en escena! ¡Izaya no puede olvidar el apasionante pasado que disfrutó con Dotachin, y todas las noches que estuvieron juntos!- clamaba como poseída la de cabello castaño, con un algo perturbado amigo viéndola.

-¿Cómo me va?... Mmmm, pues a m- el azabache no consiguió terminar de hablar porque tuvo que esquivar una sorpresiva máquina expendedora que casi lo aplastaba.

-¡YA ESTOY HARTO!- gruñó con ardor el rubio.- NO QUIERO SEGUIR ESCUCHANDO COSAS COMO YOAU O ESAS MIERDAS- señaló con furia a Erika – ¡LO ÚNICO QUE ME INTERESA ES QUE ESA REPULSIVA PULGA SE MUERA DE UNA PUTA VEZ!-gruñó mientras sus orbes café miraban con desprecio al informante.

-Bueno, adiós.-dijeron en unísono los recién llegados; subiéndose a su querida camioneta.

Y los 4 se fueron así de rápido como llegaron, dejando nuevamente solos al rubio y al pelinegro.

-Mira, pulga maldita. No sé si te estás haciendo el que no recuerdas o qué, y si es así, mejor para mí, y me evitas recordar esa vergüenza descomunal.

El informante frunció su ceño en un gesto indescifrable.

¿Debería de correr y dejar por las buenas esa incómoda situación? ¿Shizu-chan lo seguiría? ¿Lo dejaría irse?

Definitivamente nunca podría predecir las acciones del estúpido protozoo.

 

*                            *       Flashback        *                          *

 

-Condenado animal, mi cuello está todo morado, tengo marcados tus repulsivos dedos en él. -rezongó mirándose en el espejo- Debí de darme un fuerte golpe en la cabeza como para no recordar nada… Bueno…

No hay nada que un buen baño no quite.

El pálido y lastimado chico entró a la ducha. La tibia agua recorría toda su suave piel; bajaba por su negro cabello, su cuello, sus hombros, hasta llegar a sus pies.

Después de unos segundos de haber encendido la regadera, el chico formó una mueca de incomodidad causada por una extraña sensación que comenzaba a bajar de una parte muy peculiar de su cuerpo.

-¿P…Pero qué?-se preguntó asustado Izaya. -¿Qué ...Qué es… - los carmesí ojos del chico se abrieron de par en par y su corazón latía a mil por hora. –No puede ser – susurró aturdido.

Del trasero del azabache salía semen, acompañado con una gran cantidad de sangre.

-No entiendo, no entiendo- se repetía un inusualmente confundido Orihara, apoyándose con ambas manos en la pared de la ducha, mientras el agua seguía cayendo sobre él.

Las marcas en todo mi cuerpo, el dolor monstruoso de mis caderas, el semen y la sangre que salen de mi…de mi ano… -el azabache rechinó sus dientes con fuerza y cerró sus manos en puños. No podía creerlo.

El gran Orihara Izaya había tenido sexo con otro hombre.

El problema no era el hecho de haber tenido sexo con alguien de su mismo sexo, no. El verdadero problema era ¿con quién?

Probablemente ahora tengan fotos mías.

Talvez ya saben dónde vivo.

¿Quién quita que me hicieron decir alguna información valiosa?

El pelinegro estaba estresado. Puso todo su esfuerzo en tratar de recordar algo de la noche anterior, pero nada. Vacío.

-Mierda – escupió irritado. Izaya no estaba nada acostumbrado a no saber algo, a estar desubicado.

De repente, sin pedirlo, un recuerdo, algo borroso, vino a su mente.

Estaba él, sentado en la mesa del Russian Sushi, cuando en ese momento Tom y Vorona entraron al establecimiento junto con un Shizuo muy borracho. La zorra rusa estaba limpiando demasiado melosamente al rubio… La botella de sake que Simon le había llevado.

-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA- comenzó a reír insanamente el pelinegro. –Imposible- musitó- Imposible-repitió. Las blancas mejillas del informante se colorearon de un intenso y brillante color rojo. –Shizuo… Esa bestia y yo…

No, definitivamente no podía creerlo.

Pese a que eso explicaría los salvajes golpes y marcas que tiene por todo el cuerpo, esa situación es prácticamente impensable.

Heiwajima Shizuo y él… No. No se puede.

-Estoy dejándome llevar por mis estúpidas emociones. – Se regañó en voz alta, cerrando perezosamente sus rojos ojos y colocando su mano sobre su frente.

Lastimosamente Orihara se conocía extremadamente bien, y lo último que haría es acostarse con alguien a quien no le sacaría ningún provecho.

-Tengo que aclarar esto.-aclaró con decisión.

 

*                         *         Fin del flashback          *                         *

 

Aunque no lo pareciera, el cuerpo del azabache estaba tenso.

Todo lo que acababa de escuchar salir de la boca de la asquerosa bestia indicaba que sí habían tenido algo aquella noche.

Había tenido sexo con Heiwajima Shizuo.

 

-Di algo, pulga estúpida.- ordenó el rubio, acercándose peligrosamente al informante.

-¿Qué quieres que te diga, Shizu-chan?- respondió juguetonamente el pelinegro.- No tengo idea de a qué te refieres.

-Al parecer eres más idiota de lo que creía- escupió con sarna Shizuo.-Estoy muy enojado en este instante, no lo empeores.

-¡Ah!- exclamó- Creo saber por qué no te entiendo- dijo Izaya haciéndose el sorprendido.- Lo que pasa es que yo no hablo el mismo idioma que Shizu-chan, ya que Shizu-chan es un simple y  tonto animal que no usa su razonamiento.- sonrió descaradamente.

 La bestia frunció su ceño con notable enfado.

-Tienes razón, pulga despreciable. –Reconoció el rubio- Tú no hablas, tú gimes. -soltó con notable burla.

Los ojos café miraban con intensidad los ojos carmesí, y una notable y extraña tensión se apreciaba en el ambiente.

Izaya sentía como el calor iba subiendo a sus mejillas y como su cuerpo temblaba sutilmente. Eso era algo que no podía permitirse.

Si ambos habían cometido tremenda idiotez y ambos lo sabían, Orihara Izaya no iba a ser quien terminara como el que más disfrutó. Y pese a no recordar ni una pizca de aquella noche, él tenía que responder.

-Yo gimo con todos. No te sientas especial. – proclamó con altanería.

La bestia hizo una mueca de desagrado total.

Sin darse cuenta ambos ya se encontraban a pocos centímetros de distancia del otro.

-Maldita pulga estúpida. Tu trasero aquella noche decía lo contrario.- expuso con rabia y pedantería  el rubio.

-Te confesaré algo, Shizu-chan. Tú- dijo colocando su dedo índice sobre el pecho del de traje de barman. - Tú has sido mi peor experiencia. Eres un asco teniendo sexo.  

La bestia tomó con arranque el rostro del azabache y comenzó a besarlo con energía. Izaya rápidamente enredó sus brazos alrededor del cuello del rubio y sin pensarlo ni un segundo, correspondió con la misma pasión el beso.

Luego de unos largos minutos, ambos se separaron por falta de aire.

-Sé que mañana me sentiré culpable como el infierno, pero no sabes las ganas que tengo de despedazarte justo en este momento. – Sinceró la bestia, con un poco de dificultad para respirar.- No tienes la opción de negarte, solo puedes decidir, ¿dónde te doy duro?

El informante  sentía que su corazón podía salirse en ese instante. Una gran nube de emociones enredadas amenazaban con hacerlo vomitar.

 

Todos estos años, todo este tiempo.

 

Ese jodido rubio oxigenado lo trastornaba. Hacía que le doliera la cabeza.

¿Conseguiría algo bueno al hacer esto? ¿Después de liberar sus nauseabundos deseos, esos repulsivos sentimientos al fin lo dejarían en paz?

La respuesta es “no”.

Orihara Izaya sabía que había una única persona que podía parar esto, pero deplorablemente….

Esa persona moriría en ese preciso instante sino tenía a la bestia sobre él.

-No me importa dónde, solo cógeme.

El rubio sonrió con deleite y excitación.- Con gusto.

-Pero Shizu-chan, una condición…

 

Haz que olvide hasta mi propio nombre.

 

-Que eso te tenga sin cuidado, pulga de mierda. –se acercó al oído del informante, susurrando con sensual soberbia- El único nombre que recordaras será el mío.

 

Una cínica sonrisa se dibujó en los labios del azabache.           

 

-Trato hecho.

Notas finales:

¿Qué tal les pareció? Sé que ahorita se está tornando un poco aburrido, pero creo que era necesario xd

 

Después intentaré que se ponga un tanto más interesante.

 

Ya saben, cualquier duda, crítica constructiva y o comentario, soy toda ojos XDD No saben cuánto me encanta leer sus comentarios.  Me fascina leerlas ;) También gracias a los fantasmitas que siguen mi historia XD

 

Espero leernos pronto /*-*/


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