Capítulo 3
-¿Esta es tu casa?- después de salir de la reunión, Naruto le pidió a Sasuke que lo llevara a su casa, quería conocer donde vivía y a su familia, además de que lo conocieran; Sasuke menciono que debía seguir trabajando y Naruto (un poco entre burlas) le respondió que prácticamente esa empresa ahora era suya, después de todo entraba a su patrimonio, y como Menma era el heredero y Sasuke su tutor legal….pues…era obvio
-Sí, aquí vivimos
-Es linda- Sasuke se sorprendió, pensó que Naruto diría algo despectivo o fingiría, pero la frase sonó muy honesta
-Gracias- ambos bajaron del auto con Menma aun en los brazos, Naruto le pidió a su conductor que lo esperara, pero también advirtió que se demoraría
-Quiero conocer a tu familia completa ¿Crees que tu hermano y primo puedan venir?
-Los llamare- y sin más abrió la puerta de su casa- Mamá, papá, llegue- Aunque Naruto parecía relajado, la verdad es que estaba que sudaba, estaba por conocer a sus suegros, o bueno, casi suegros, en fin, eso no importaba
-Sasuke hola- saludo su madre desde la cocina, estaba alistando las comidas del siguiente día
-Ven mami, quiero presentarte a alguien- el corazón de Naruto corrió aún más rápido, por su parte Mikoto miro dudosa a su hijo, ¿A quién le iba a presentar? Su hijo nunca llevaba a nadie, cuando fue a la sala, sus ojos se abrieron grande, el parecido era terriblemente
-Sasuke- prácticamente estaba en shock, nunca pensó conocer al que obviamente era el padre de su nieto
-Mami, él es Naruto- comento señalando al rubio que la miraba inseguro con esos ojos tan azules como los de su nieto- Naruto, ella es mi madre, Mikoto- unos segundos después murmuro cerca al oído de su madre- es el padre de Menma- termino Sasuke, como si en verdad tuviera que aclararlo, pensó Mikoto
-Un placer- hablo Naruto, estaba aterrado pero no iba a dejarse ganar por lo nervios, debía dar una buena impresión
-Lo mismo digo- Mikoto se acercó hasta el rubio que cargaba a su nieto y lo examino, le estrecho la mano que le ofrecía y después sonrió- con razón mi hijo cayo tan fácil, eres muy atractivo
-Mamá!!!!!- grito Sasuke, rojo de la vergüenza y Naruto no pudo evitar reírse
-Gracias- comento, feliz de que por lo menos su suegra pareciera recibirlo bien, ahora solo faltaba el resto de la familia
-¿Qué pasa aquí?- y hablando de eso, un hombre de mediana edad iba entrando a la casa, sus ojos se posaron en todos y se mantuvieron en Naruto y por ultimo taladraron a Sasuke
-Papi, te presento a Naruto- el recién llegado se acercó al rubio y estrecho su mano, igual que su esposa, o casi, porque su apretón tuvo más fuerza de la necesaria
-Fugaku Uchiha, un placer- se presentó, casi estrangulando la mano contraria
-Naruto Namikaze, el gusto es mío- ¿De dónde saco el valor para hablar o estrechar la mano del padre de Sasuke con igual fuerza en que estrechaban la suya? Siempre será un misterio para él, lo importante es que parecía que el hombre se relajó después de eso, como si lo estuviera midiendo y por el momento había “pasado” la primera prueba y eso que aún no conocía a los demás
-Ya hable con Itachi y Sai, ambos vienen para acá- conto Sasuke, sentándose a cenar
-¿Les dijiste?- pregunto Mikoto, muy interesada, ya quería encerrarse con su hijo y sobrino a hablar del sexy rubio
-Sí- reconoció Sasuke, adivinando los pensamientos de su madre y lamentando tener que pasar parte de su noche siendo interrogado
-Abi, viste que papá vino- le contaba Menma a Fugaku
-Sí, cielo, la pregunta sería ¿Cuánto tiempo va a quedarse?- Ok, no había superado la primera prueba, pensó Naruto, suspiro tratando de calmarse de ese ataque directo
-Papá, no le digas eso al niño- regaño Sasuke, obviamente molesto por lo dicho por su padre
-Tranquilo Sasuke, tiene motivos para dudar, y ninguno tiene porque preocuparse, mi plan no es alejarme de Menma….ni de Sasuke- dejo implícito mirando con un poco de desafío a Fugaku y luego a Mikoto que le sonreía abiertamente
-¿Y cómo te fue con los de Rasengan?- pregunto Fugaku mirando a su hijo, era obvio el cambio de tema, casi iba a contestar pero el sonido de la puerta los distrajo
-Oh por Dios, eres más sexy de lo que Sasuke nos había dicho- Sai, había llegado justo con Itachi, que le dedicaba a Naruto una mirada igual a la que Fugaku le daba hace unos minutos, el rubio se puso de pie
-Tú debes ser Sai, Sasuke me hablo mucho de ti- sonrió Naruto estrechando la mano de Sai y luego la de Itachi, con quien tuvo un deja vu, igual a como fueron las cosas con Fugaku
-Me extraña que hablaran
-Sai!!!- regaño Sasuke, ¿Es que toda su familia planeaba hacerlo quedar mal? Después del ajetreo de las presentaciones, de nuevo se sentaron a comer
-¿Qué ibas a decir de Rasengan?- volvió a preguntar Fugaku
-Hay si Sasuke, dinos como te fue ¿Aun tienes trabajo?- pregunto Sai interesado pero la risa de Naruto los hizo mirarlo extrañado
-Lo siento- dijo, atragantándose las ganas de reír
-¿Te parece gracioso que mi hermano pueda quedarse sin trabajo?- pregunto molesto Itachi, su padre lo miro con orgullo
-Itachi- regaño Sasuke
-Es verdad, no tiene nada de gracia- apoyo Fugaku
-Papá- ahora fue su turno de ser regañado por Sasuke
-Es que Sasuke no se va a quedar sin trabajo, eso es imposible
-¿Y cómo estas tan seguro?- pregunto Fugaku, Naruto solo sonrió victorioso, no le gustaba alardear de su posición o dinero, pero a veces ayudaba
-Naruto es el dueño de Rasengan- conto Sasuke, desviando la mirada para no observar las obvias expresiones de su familia
-Sasuke!!!- grito Sai- te sacaste la lotería
-Sai!!!- lo regañaron Sasuke y Mikoto, mientras Itachi y Fugaku no salían de su impresión
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-Parece que te fue bien- reconoció Kakashi después de escuchar a Naruto contarle como fue todo con la familia de Sasuke el día anterior, mientras él se había quedado solucionando el tema de la empresa con Tobi, y “comentando” a ciertas personas que quien contrate a Zetzu tendrá sobre si la ira de los Namikaze, lo normal de un día de trabajo
-Eso creo pero no hay que cantar victoria
-Tienes razón, no parecen ser de esas familias interesadas
-Lo sé, necesito algo más
-¿Algo más?
-Sí, solo necesite de un día para saber que me quiero llevar a Sasuke y Menma conmigo
-Eso no será fácil
-Lo sé, por eso debes ayudarme
-¿Cómo?
-Solo puedes vencer a tu enemigo separándolo
-Hablas como tu padre
-¿Me ayudaras?
-Sabes que sí
-Excelente
-¿Qué haremos primero?
-No tengo ni la más remota idea
-Naruto- lo miro entre exasperado y apenado de su situación
-Kakashi- el peli blanco suspiro, podía ver futuro en lo que Naruto pretendía pero los planes malévolos nunca fueron su fuerte, un bombillo se encendió en su mente
-Deberíamos pedirle ayuda a tu abuelo
¿Al viejo pervertido?- pregunto dudoso
-Logro que tu abuela se casara con él- Naruto pareció pensarlo y al final asintió, Kakashi tenía toda la razón, aun para su padre era un misterio como su abuelo consiguió casarse con su abuela -¿Hablaras con tus padres?
-Preferiría hacerlo directamente, pero en estas circunstancias no sé cómo hacerlo
-Creo que después de lo de la llamada telefónica, el camino se volvió mucho más fácil- Naruto sonrió, se hundió en sus pensamientos recordando cómo se había quedado bastante tiempo hablando con Sasuke y su familia, después del shock de saber quién era y que contaran como se reencontraron, habían hablado de otros temas menos “espinosos”; para desagrado de Fugaku e Itachi, resulto que Naruto era un tipo interesante, buena persona y se notaba que estaba feliz de la noticia de su paternidad, por otro lado, excepto por el comienzo, el resto de la velada fue muy buena y todos le cayeron muy bien, al final Sai e Itachi se fueron a sus casas, mientras Mikoto y Fugaku se iban a dormir, se quedaron los dos solos, pues ya habían acostado a Menma
-Fue un día muy interesante- inicio Sasuke
-Lo fue, no pensé ni en un millón de años que esto pasara
-Lo sé, también para mí fue una sorpresa- ambos se sonrieron de forma tierna
-Me agrado mucho tu familia
-También les agradaste- conto Sasuke como confidencia
-Escucha, quisiera que tú y Menma fueran conmigo a la capital para que conocieran a mis padres- “y nunca más dejarlos volver” ¿De dónde salió ese pensamiento? Se cuestionó Naruto
-¿A la capital?- Naruto asintió- No lo sé- respondió desviando la mirada
-Sería algo muy importante para mí y para mis padres, si me dejaras explicarte lo que paso después del aeropuerto…
-No, Naruto, ya hablamos de esto…
-Tú lo hablaste y lo decidiste por los dos- ambos se miraron y Sasuke simplemente desvió la mirada
-Naruto, yo…- el sonido de su teléfono lo interrumpió- disculpa- pidió yendo por el y contestando, no reconocía el numero- ¿Hola?
-Solo déjame explicarte- su boca se abrió grande y sus ojos casi se salen de sus cuencas, era Naruto, él le estaba hablando a su teléfono, ese que le dio hace años
-¿Aun tienes mi numero?- pregunto con voz suave, no podía hablar más fuerte o se lo cortaría la voz, lo sabía
-Me lo sé de memoria
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-Ahhhh, eso es lo más tierno que he escuchado en mi vida- grito Sai, estaban desayunando, en la casa de sus tíos, hablando de los sucesos de anoche, los cuales no pudieron hablar por el hecho de que Naruto parecía demasiado a gusto y sin intenciones de irse
-Fue algo…inesperado- Sasuke tenía muchos otros adjetivos, pero no quería exteriorizar lo que ese simple gesto causo en si
-Yo diría que el muchacho vale mucho la pena- comento Mikoto; solo estaban los tres Itachi no había ido y Fugaku estaba ya trabajando, Sai había trabajado el fin de semana así que tenía esos días libres, mientras Mikoto no fue a trabajar para hablar con los chicos, por su parte Sasuke no fue por petición de “su jefe”, aunque supuso que el mensaje de anoche que le daban vacaciones (indefinidas y pagas) tenía mucho que ver con una llamada que recibió Naruto minutos antes.
-Yo diría que vale oro, literalmente- opino Sai
-Deja de hablar de esa forma- regaño Sasuke
-Pero si es cierto, habías dicho que creías que era rico, pero esto se sale de toda proporción
-Pero si él me hubiese tratado un poquito mal, lo mandarías al diablo sin pensar en su dinero
-Doble ventaja para ti, un hombre rico y amoroso
-Y atractivo- incluyo Mikoto
-Muy atractivo, esta de rechupete- Sasuke rodo los ojos, debía tener paciencia al escuchar las innumerables cualidades que su madre y primo veían en Naruto, pero también una sonrisita tonta se colaba en sus labios cada que pensaba en el rubio, sin duda a cada segundo quedaba todavía más fascinado
-Cielo, tu teléfono suena- la voz de su madre lo saco de sus pensamientos, efectivamente el teléfono estaba sonando y como estaba perdido en medio de sus ideas no lo había notado, miro el identificador y su corazón latió
-Es Naruto- tanto Sai como Mikoto exclamaron
-¿Qué haces? Contesta- regaño Sai, Sasuke solo asintió contestando el teléfono
-Hola- saludo
-Hola- saludo Naruto desde el otro lado de la línea, Sasuke no pudo verlo pero su madre y primo vieron la sonrisa tonta que se coló en sus labios-¿Cómo estás?
-Bien, gracias, y tú ¿Cómo estás?
-Bien, estoy algo ocupado con algunas cosas del trabajo pero me preguntaba si podía enviar por ti y Menma para que almorcemos juntos
-¿En serio?- pregunto Sasuke tratando de no sonar emocionado
-Claro que si- Naruto soltó una risita, también estaba ansioso y emocionado
-Está bien ¿A qué hora vienen por nosotros?
-Creo que mi chofer ya debe estar afuera de tu casa- efectivamente Sasuke se asomó por la ventana y vio un auto estacionado enfrente
-¿No esperabas un no?- pregunto riendo
-Tenía fe- ambos rieron y recordaron la última vez que Naruto dijo aquello y un suspiro salió de cada uno
-De acuerdo, voy a alistarme y a Menma y nos veremos en un rato
-Perfecto…y Sasuke- lo llamo antes de que colgara
-¿Si?- pregunto el doncel
-Te estaré esperado- murmuro, en un tono de voz, tierno e incluso sensual, el corazón de Sasuke latió rápido
-Ok- fue lo único que dijo y colgó, mirando el teléfono en su mano
-Tienes una cara de idiota enamorado que no puedes con ella- se burló Sai y Sasuke solo se limitó a mirarlo mal, después les conto la charla, mientras se alistaba y lo ayudaban con Menma
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-Bien, la primera parte del plan esta lista- hablo Kakashi, que estuvo al lado de Naruto en todo momento
-Espero que todo salga bien- reconoció Naruto ansioso
-¿No con confías en tu abuelo?- la mirada de Naruto le dio risa- De acuerdo, pregunta equivocada, el punto es que ya sabemos que es lo que vamos a hacer, empezaremos paso por paso
-Está bien, espero que Obito haga bien su trabajo
-También Gaara
-No, en él sí confió- Kakashi se rio con ganas, hace mucho tiempo no veía a Naruto con esa actitud, tan fresca y propia suya
-¿Le contaras todo?
-Ese es el plan
-Pues buena suerte, espero que todo salga bien y acepte ver a tus padres
-Yo también lo espero
-Igual ya compre sus boletos
-Eres el mejor- le sonrió con sinceridad, entendía lo que Sasuke le había dicho, a veces era muy duro con las personas a su alrededor pero su vida no había sido fácil y era hora de contarle a Sasuke como eran las cosas
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Obito era un doncel especial, o por lo menos eso le decían Rin y Kakashi, había pasado mucha de su vida trabajando para demostrarle a su padre que no era un bueno para nada como su familia pensaba, el problema es que era excelente en su trabajo, tenía un buen puesto y era atractivo, algunos dirían que eso no es un problema, pues bien, en su caso (no sabía los demás) eso significaba que los varones salían corriendo, no podían aceptar a alguien que gane más que tú y mucho menos un doncel tan independiente, aunque a veces pensaba que él mismo se encargaba de alejar a sus parejas, pero bueno, eso no le importaba, él era feliz de esa manera, aunque a veces pensaba que quería encontrar a esa persona que le mostrara un cuento de amor de película cursi y todas esas patrañas, miraba a Kakashi y como era feliz con Iruka y su hijo Konohamaru y también a Rin con Tobi, quería algo así para él pero no sacrificando su estilo de vida, eso no. Bajo del avión, aun confuso de su “nueva asignación de trabajo” no sabía porque era tan importante lograr que un tal Itachi Uchiha se trasladara a trabajar en la capital, pero bueno ese no era su problema, solo debía cumplir con su trabajo, de cualquier forma, él era el mejor en eso y haría lo que fuera para lograr su objetivo, que Itachi Uchiha se cuidara, porque iba tras él.
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Gaara admiraba las pinturas, el arte le apasionaba, debía reconocer que de joven tuvo debilidad por las esculturas, pero la pintura también ocupada un gran trozo de su corazón; recordaba a su madre esculpiendo en barro y arena, era las únicas veces que veía sonreír a su padre, en esos días todo era mucho más sencillo, ahora su madre quería hacer un bol para su nieto, el problema es que era hijo único y a menos que su padre le confesara que tuvo un hijo extramatrimonial, no creía que eso fuera a pasar pronto; suspiro cansado, cuando recibió la llamada de Naruto pidiendo su ayuda para comprar una galería y trasladarla a la capital, prácticamente tomo el primero vuelo para alejarse de sus padres y sus intenciones “paternales”, una pintura en especial llamo su atención, era hermosa, se quedó mirándola embelesado
-Se llama “fiebre de padres”- Gaara volteo de inmediato, no había escuchado a nadie acercarse, cuando se giró quedo embobado mirando al bello doncel que le hablaba
-¿Sí?- pregunto, el chico asintió-¿Cómo lo sabes?
-Sencillo, yo lo pinte- respondió el doncel sonriendo
-Pues tienes mucho talento- reconoció Gaara y vio con alegría el ligero tinte rosa de su interlocutor- soy Gaara- se presentó extendiendo la mano
-Soy Sai- se presentó el joven; vaya, tal vez sus padres no debían esperar tanto como pensaba