tachi no pudo ir a contarles a sus padres lo que había pasado, ni siquiera se vio con su padre ese día en la empresa, no pensó en eso cuando se subió al auto de Obito y pues el hecho de que prácticamente lo hicieron toda la noche le distrajo lo suficiente para no dedicarles ni un pensamiento, fue entonces al otro día cuando llego a trabajar que su padre lo abordo para preguntarle por su ida a la oficina del jefe y su desaparición, no había pensado en nada, de hecho estar entre las piernas de Obito había sido lo único en su mente pero ahora con Fugaku al frente debía reconocer todo lo que le dijeron ayer y lo que eso significaba para él y para su futuro; se encargó de contarle a su padre todo lo que había pasado en esa conversación, Fugaku simplemente asumió que se había ido a su casa a pensar en el tema y pues no lo saco de su error, le confeso que no sabía aun que decisión tomar pero que no quería dejar pasar la ocasión sin dedicarle la mayor cantidad de pensamientos que variaban entre los pro y los contra, al final la conversación simplemente termino en que debía ir en la noche a hablar con toda la familia; así lo hizo, aunque se fue temprano y es que cierto doncel hermoso prometió esperarlo desnudo sobre la cama y la hazaña del día anterior se repitió, ese y todos los días que le siguieron, hasta que llego el viernes y tuvo que ir a despedir a su hermanito que se iba con el idiota rubio para la capital y solo en ese momento una idea descabellada le cruzo por la mente, era ligeramente sospechoso que él y Sai tuvieran la oportunidad de trasladarse a la capital, misma donde todos sabían estaba radicado Naruto, aunque este no le había dicho nada a su hermano, pero nada más había que verlos para saber en qué iba a terminar la cosa, sin embargo cuando volvió a su casa en un fin de semana lleno de placer y comidas a domicilio no pensó mucho en eso, y de todas formas no tenía sentido, porque ¿De donde podía conocer Naruto a Obito y el nuevo jefe de Sai? Era ilógico
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Sai había estado esos días como ido, nunca antes había sido tan puntual en su trabajo, se le podía atribuir a su nuevo cargo, aunque también a su nuevo y sensual jefe, quien lo esperaba con una sonrisa en las mañanas y como eran los únicos en la galería, pues aprovechaban e iban a desayunar juntos, todo normal; el desempeño laboral de Sai no tenía ni una sola queja, era un arduo trabajador y por esa razón también se ganaba todos los días una invitación a almorzar y aunque generalmente iban en grupo, siempre era Gaara quien pagaba, por lo menos su almuerzo, y al finalizar el día se iban los dos hasta la casa de Sai, el primer día lo dejo en la puerta, en el segundo, Shun, la madre de Sai lo había hecho entrar para que cenaran y les contara con más detalle el traslado de la galería a la capital, y desde ese momento simplemente alargan la llegada a casa de Sai, dando paseos por la ciudad para después ir a cenar con los padres del doncel, solo el viernes varió y es que Sai deseaba ir a despedir a su primo Sasuke y claro que Gaara le dio permiso de ir y también le pidió que en algún momento debía presentarle a esa otra parte de su familia; Sai aceptó gustoso, sin notar la sonrisa satisfecha de Gaara, misma que se venía pintando en la expresión de sus padres desde que empezó a llevar a su jefe a casa y es que sin saberlo su padre juraba que en menos de un año ya sería abuelo.
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Sasuke se sentía volar en una nube rosa, recordaba esa sensación del tiempo que compartió con el rubio en el crucero, había atribuido ese sentimiento al hecho de que era un romance furtivo y que sabían que terminado el viaje no se iban a volver a ver, era el idilio perfecto; pero ahora, que sabía que tendría mucho más de Naruto, el sentimiento no solo había vuelto sino que se había intensificado, era algo sin precedentes, ninguno de sus anteriores novios le había hecho sentir como le hizo sentir Naruto hace cuatro años y mucho menos como lo hace ahora, era intenso, simplemente intenso. Su hijo, ese era otro tema, Menma estaba feliz de tener a Naruto con él, la figura paterna que reflejaba su abuelo y tío no se comparaba con tener a su padre a su lado, lo presumía con todos sus amigos del jardín y el vecindario, también con sus profesores y además con los miembros de la familia, Sasuke sabía que Itachi y su padre se sentían desplazados por Naruto, puesto que Menma lo había puesto en un pedestal, aunque claro, Naruto se aprovechó del momento de debilidad de los hombres y con el simple hecho de darle dinero a su hijo para darles regalos a sus “personas más importantes” antes del viaje, se los echo al bolsillo, fue magistral, cuando Menma llego con obsequios para su familia y con tiernas palabras, diciendo que su padre había dicho que lo iban a extrañar y que él quería que no se sintieran tristes, sobra decir que los atravesó con una fecha robada de cupido, incluso a los mismo Sasuke y Naruto.
En medio de todo ese ajetreo y tener todo listo para pasar el fin de semana con sus padres junto con Sasuke y su hijo, y ojala el resto de su vida en la capital, Naruto había trabajado sin descanso, aunque siempre tenía tiempo para compartir con su familia, porque eso era lo que representaban Sasuke y Menma para él, por otra parte incluso Sasuke se dio cuenta lo ajetreado que estaba y quiso ayudarlo, Naruto pensó que no sería bueno pero luego lo analizo mejor, Sasuke era muy inteligente y siempre había trabajado en el área gerencial, seguro que podría con eso y con un poco de suerte, sería otra razón más para llevárselo con él a la capital, bendita coincidencia que tuviera entre manos un negocio de seguridad industrial, Sasuke pareció encantado con el tema y se dedicó de lleno a ello, trabajando codo a codo con Naruto, quien tuvo que reconocer (con agrado) que no lo hacía nada mal; los “avances” amorosos entre ellos, realmente no fueron tan significativos, es cierto que se tomaban de las manos y compartían sonrisas y abrazos pero no habían pasado de allí, eso a Naruto le estaba crispando los nervios, sabía que Sasuke iba cauteloso, tenía miedo de que algo saliera mal y eso pudiera al final afectar a Menma pero por todos los cielos, si ellos eran perfectos el uno para el otro, o así era a los ojos de Naruto y hay de quien dijese lo contrario; también podía recordar que prácticamente fue Sasuke quien lo inicio todo hace cuatro años y en virtud de su honor, era su turno de meter las manos al fuego por su relación y su futuro con Sasuke, fue así cuando el jueves antes de despedirse Naruto le arrebato un apasionado beso, el cual para su gran satisfacción fue respondido con igual ímpetu.
El beso, y que beso. Sasuke sentía desbordándose en medio de ese beso, estaban todas las emociones que había tenido guardadas muy dentro suyo y que en ese preciso momento surgieron en medio de un grito de furia para reclamar lo que desde siempre sintió como suyo, porque si, desde hace cuatro años soñaba con la idea de que Naruto era suyo, que el destino los había puesto en ese barco, y era quien lo había hecho voltear la comida sobre él, también quien se encargó de la concepción de Menma y que fuera justamente la empresa donde trabajaba, la que el rubio fuera a visitar; parecía que estaban unidos por aquel mítico hilo rojo del destino y que ambos estaban destinados a estar juntos, simplemente era así y no importaba cuanto luchara, eso no iba a cambiar, aunque sinceramente no quería luchar contra nada, ni contra ese sentimiento, ni contra las palabras de su madre y de Sai y mucho menos contra las miradas, las sonrisas y caricias de Naruto, eso que le decía que era correcto y que estaba bien, que todo simplemente estaría bien.
-Hasta mañana- había susurrado Naruto en medio de un descanso de tan sensual beso
-Hasta mañana- devolvió Sasuke y aunque ya se habían despedido, aún seguían ahí, parados como un par de adolescentes en pleno inicio de noviazgo frente a la puerta sin ganas de separarse porque ya se les estaba cumpliendo la hora de llegada
-Vendré por ustedes mañana temprano- Sasuke solo asintió y volvieron a besarse
-Adiós- y fue él, quien prácticamente lo echo y entro a la casa, o sabía que se lanzaría a sus brazos para seguir besándose como tontos, aunque sabía que la expresión que debía tener en ese momento era precisamente esa. Por su parte Naruto no deseaba irse y la idea de retenerlos a su lado, era cada vez mejor y más atractiva, pero tendría paciencia, había escuchado la historia del hijo rojo del destino y sabía que era su caso con Sasuke, demasiadas coincidencias, así que no importaba cuanto se estirara o enredara el hilo rojo, al final ellos terminarían juntos, lo único que le preocupaba es cuando tiempo tendría que esperar para pedirle a Sasuke que tuvieran otro hijo, ese era un tema importante y tal vez se estaba adelantando….por todos los cielos, ¿A quién quería engañar? Si lo que más deseaba era tener una familia con su azabache y eso obvio incluía tener más hijos, aunque Sasuke aún no lo supiera.
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El viernes llego rápido y con eso el viaje a la capital, la despedida con la familia de Sasuke fue cálida y llena de buenos deseos, había limado asperezas con Itachi y Fugaku y fue la fecha en que conoció a los padres de Sai, es decir los tíos de Sasuke, en resumen fue algo agradable. Por otra parte Menma lucia emocionado con la idea de subirse a un avión por primera vez, tuvieron la oportunidad de ver varios aterrizar y despegar antes de ser llamados a abordar, como ellos tenían reservas en primera clase, fueron los últimos en abordar, Menma estaba ansioso, Sasuke sabía que estaba nervioso, así que decidieron que lo sentarían con Sasuke en la ventana y Naruto estaría a su lado, el despegue hizo que Menma se asustara pero con sus dos padres con él, el miedo paso y cuando pudo quitarse el cinturón fue a una silla para él solo y se quedó mirando por la ventana las nubes, de vez en cuando preguntaba cosas como: ¿Podemos comer las nubes? O ¿Los pájaros también van a la capital?, aunque ciertas preguntas más técnicas de ¿Cómo vuela el avión? Y ¿Por qué no podemos abrir la ventana?
Naruto y Sasuke se habían quedado juntos mirando a su hijo emocionado preguntar por todo lo que veía y le causaba curiosidad, en la mañana cuando Naruto había llegado a recogerlos, quien le abrió la puerta fue Fugaku y Menma se había lanzado a sus brazos, feliz de verlo y contento porque era el día del viaje, después había bajado Sasuke y con toda su familia ahí le había dado un poco de pena besarlo, así que un ligero roce de labios fue su saludo del día, pero ahora allí, en el avión, en la parte privada, podían hacer a sus anchas, así que tomo de la mano a Sasuke, quien volteo a mirarlo
-Me dio vergüenza hacerlo frente a tu familia, pero quisiera saber ¿Si está bien que yo…?- dudo-Ya sabes…¿Qué te bese?- murmuro de forma tímida
-No preguntaste nada ayer- respondió jocoso Sasuke
-Quiero hacer las cosas bien- fue su respuesta y Sasuke sonrió complacido
-Si eso quieres, debes besarme- Fue como si la cara de Naruto se hubiese iluminado y su sonrisa se expandió al igual que la de Sasuke, ambos se fundieron en un beso tierno y sencillo, diferente al de ayer- También tienes que seguir haciéndolo- añadió el doncel como quien no quiere la cosa
-Lo hare por el resto de mi vida, si me lo permites- de nuevo una sonrisa tierna e iluminada y más besos, hasta que….
-No, dejen eso- era Menma, parecía que le molestaba no ser el centro de atención de sus padres y como estos no respondieron su última pregunta, se decidió a interrumpir el momento
-Eres un celoso y envidioso- dijo Naruto alzándolo y consintiéndolo. Solo pudieron hablar y jugar un poco cuando el piloto les informo que ya iban a llegar y debían volver a sus asientos, la sonrisa de Naruto vacilo un poco, pero los dedos de Sasuke entrelazándose con los suyos y la sonrisa de Menma le quitaron las dudas, era hora de que sus padres conocieran a su familia.
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Sasuke había esperado una casa grande, de esas que ves por televisión, modernas y espaciosas, pero eso que tenía frente a sus ojos era simplemente ridículo, la “casa”, si es que podía llamársele así, ocupaba alrededor de una cuadra normal, de hecho la reja que pasaron con guardias estaba lo suficientemente lejos de la casa para aun tener que ir en auto, el jardín era enorme y hermoso, a lo lejos pudo ver una piscina, una cancha de algo y zona cubierta al estilo barbacoa, eso era simplemente increíble; al llegar, varias personas, que suponía eran trabajadores de la casa, los recibieron y ayudaron con las maletas, aunque no es que llevaran muchas, después de eso Naruto los guio por la casa, mostrándoles como estaba distribuida, aunque la pregunta que no salía de su mente era ¿Dónde estaban los padres de Naruto?
-Vengan, por aquí está mi habitación- comento feliz, cuando entro Sasuke por poco se va de para atrás, esa habitación tenía los metros cuadrados de su casa! Y no exageraba, era algo impresionante
-¿Aquí dormiremos?- pregunto inmerso en sus pensamientos
-Pues…-Naruto titubeo y Sasuke le clavo la mirado, lo que hizo que enrojeciera, carraspeo y por fin hablo- Yo esperaba…lo que te dije en el avión- tomo aire y pareció calmarse- te dije que quería seguirte besando por el resto de mi vida, y es completamente cierto, yo esperaba, que tal vez aceptaras quedarte conmigo aquí, y darle su propia habitación a Menma
-Oh- fue lo único que salió de los labios de Sasuke, en realidad no se lo esperaba, parecía que iban con pies de plomo en esta parte de “su relación” pero con esta propuesta, definitivamente no iba a ser así, no supo que responder e incluso pensó que no era correcto, después de todo, iba a conocer a los padres de Naruto y hacer eso no daba una buena imagen, por otro lado ya tenían un hijo y era ilógico no pensar que entre ellos ya había pasado algo más que un simple beso, aunque eso fuese hace un año
-Vamos a ver la otra habitación- dijo Naruto desviando la atención a otro tema, Sasuke no había dado su respuesta pero tampoco dio alguna señal de molestia o incomodidad, simplemente fue algo parecido a la sorpresa y un poco de incredulidad-Menma, esta será tu habitación- cuando entraron, Sasuke reconoció que quedarse con la boca abierta, estaba empezando a ser el común denominador, y es que la habitación también era enorme, aunque no tan grande, tenía una amplia cama y como si la hubiesen acondicionado especialmente para un niño de tres años, había una zona de juegos e incluso un escritorio con un mueble para libros y una computadora, todo un sueño de habitación
-Esto es…-inicio Sasuke, Naruto sonrió
-Debes darle las gracias a Kakashi, y bueno, también a su esposo Iruka, entre los dos la prepararon- conto
-En definitiva lo hare- respondió sonriendo y entro a ver mejor la habitación- Naruto ¿Y tus padres?- pregunto sintiéndose ligeramente nervioso
-Ellos tienen su habitación al otro lado de la casa, es para mantener nuestra privacidad- vayamos a verlos
-¿Y ellos ya saben?- pregunto ansioso, Naruto le tomo la mano y le dio un casto beso
-No, pero no te preocupes, te amaran, los amaran- completo mirando a Menma que ya jugaba con varias cosas
-Ven cielo, conoceremos a tus abuelos- el niño les miro confundido y luego pareció recordar que tenía más abuelos aparte de los que conocía, sonrió feliz
-Vamos- y tomando a cada uno de la mano empezaron a caminar, de hecho y para mayor sorpresa de Sasuke tuvieron que caminar bastante, literalmente era al otro extremo de la propiedad y vaya que era grande, cuando por fin Naruto se detuvo frente a una puerta parecía que estaba a punto de un ataque cardiaco, así que apretó su brazo con su mano libre, tratando de darle fortaleza, el rubio le sonrió y toca la puerta
-Adelante- se escuchó la voz de una mujer, Naruto abrió la puerta y entro seguido de Sasuke y Menma. Sasuke se obligó a no abrir la boca como un tonto y quedar como idiota frente a los padres de Naruto, ya llevaba en su mente que la habitación a la que iban sería más grande y no se equivocó, estaban como en una especie de ante sala, en donde por cierto no había nadie, pero por un arco podía ver lo que sería una sala y más allá suponía estaba la habitación
-Con la enfermedad de mi padre, unimos dos habitaciones para recibir visitas- Naruto omitió el hecho de que en realidad Minato no deseaba dejar su habitación nunca y para hacer más ameno su día a día, entre su madre y él habían decidido hacer esa remodelación y pues como dijo, recibir visitas, lo último que necesitaba era que su padre se aislara…más
-Naruto- se volvió a escuchar la voz de la mujer desde dentro de la sala, ellos habían estado parados aun en la entrada-¿Por qué no entras?- pregunto, Naruto afianzo el agarre que tenía sobre Menma y le dio una mirada a Sasuke, este lo único que pudo hacer fue sonreírle y tratar de darle valor, con un gran suspiro empezaron a caminar
-Madre- llamo Naruto cuando hubieron entrado a la sala, Sasuke pudo ver a una hermosa mujer de cabellos rojos y ojos verdes, vestida de elegante forma; inicialmente la mujer había sonreído pero cuando los vio su sonrisa tambaleo- Madre, quiero presentarte a unas personas muy importantes
-Naruto- menciono la mujer poniéndose de pie, su rostro estupefacto
-Madre, ellos son Sasuke Uchiha y Menma- hizo una pausa que pareció cortar el aire- Es mi hijo- la mujer pareció ahogar un grito tapando su boca con ambas manos mientras sus ojos se abrían mucho más, después se recompuso y miro a su hijo
-Naruto Namikaze, explícate ahora- exigió
-Madre yo…- pero fue interrumpido por la mujer
-No, mejor cállate- y dirigiendo su mirada a Sasuke, que sudo frio en su lugar pero que se relajó cuando la mujer sonrió- Hola, soy Kushina Uzumaki, la madre de este niño malagradecido-Naruto hizo un sonido como de resoplido y la mujer lo miro mal, Sasuke no pudo evitarlo y se rio
-Soy Sasuke Uchiha, y este de aquí es mi hijo Menma- se presento
-Nuestro hijo- corrigió Naruto y Sasuke lo miro sonriendo, como pidiendo disculpas, sonrisa que no pasó desapercibida para Kushina que también sonrió
-Pues es un gusto- comento abrazando a Sasuke, que realmente no se esperaba aquello pero que de igual forma devolvió el abrazo- hola hermoso- saludo la mujer al niño
-¿tú eres mi abuela?- pregunto Menma, apretando las manos de sus padres, miro a Sasuke y este solo pudo sonreír mientras asentía
-Sí- respondió Kushina y se sorprendió por el abrazo efusivo que le dio el pequeño, abrazo que obviamente respondió, pasado unos segundos lo soltó y miro a los mayores- vengan, vamos a ver a Minato
-Es mi padre- aclaro Naruto cuando Kushina, que no soltó a Menma, se dirigió a la habitación.
Todos entraron a la habitación, Sasuke admiro por segundos la decoración y los hermosos muebles, pero todo quedó atrás cuando su mirada se cruzó con el hombre, del cual Naruto era la viva imagen, Minato, el padre de Naruto era la versión mayor del rubio, solo que su mirada lucia apagada mientras observaba por la ventana sin voltear a mirar a las personas que habían entrado, a pesar del ruido, estaba en silla de ruedas y un cobertor cubría sus piernas, parecía delgado y sin animo, una imagen que suponía le cortaba el alma a Naruto y Kushina, a pesar de que ambos sonreían; Kushina se acercó con total confianza hasta el hombre y lo tomo del brazo para llamar su atención, mientras Naruto tomaba de la mano a Sasuke y se acercaba al hombre
-Mi amor- lo llamo Kushina con un tono cantarín
-Papá- también lo llamo Naruto, aunque el hombre no volteo la mirada ni por la llamada de ninguno de los dos, ni por ser sujetado del brazo
-Es mi abuelo- pregunto con curiosidad Menma, y fue como mágico la mirada de Minato, que había estado clavada en la ventana, se giró para mirar a todos en la habitación, su mirada los repaso a todos y se clavó un segundo en Sasuke para después pasar a Menma
-Papá- volvió a llamarlo Naruto
-¿Abuelo?- pregunto Minato, aun con la mirada clavada en Manma, pero lo miraba como examinándolo
-Te pareces mucho a mi papá- comento el niño y entonces para sorpresa de todos Minato se rio
-No pequeño, tu padre se parece a mí, así como tú te pareces a él- comento sonriendo, todos los demás sonrieron por la acción, fue tan…liberadora
-Papá, voy a presentarte a Sasuke Uchiha y este enano de acá es Menma- hablo Naruto
-¿Sasuke? ¿El del crucero?- pregunto Minato y Sasuke no supo cómo sentirse, Naruto le había hablado de él a sus padres, eso era ciertamente inesperado
-El mismo, dejen que les cuente- pasaron toda la tarde hablando de cómo había sido el reencuentro, de la vida de Sasuke y Menma, a que se dedicaba y sus respectivas familias, almorzaron en la sala y ya en la noche Menma estaba demasiado cansado-¿Puedes llegar solo a la habitación?- pregunto Naruto a Sasuke, el doncel imagino que el rubio quería hablar a solas con sus padres y no le pareció mal, de hecho pensó que era necesario
-Claro- respondió
-Ok- Sasuke iba a salir pero Naruto lo retuvo un segundo mientras lo besaba-¿Me esperas en la habitación?- Sasuke no pudo evitar sentir un ligero vuelto en el estómago y la cara enrojecer, se sentía como una tonta colegiala que iba a tener sexo por primera vez
-sí- murmuro y con otro sencillo beso, salió de la habitación, mientras Naruto volvió con sus padres
-¡Un hijo!- prácticamente grito su padre y Naruto todo sonrisas se tiro a la cama
-¡Lo sé! No puedo creerlo, aun después de tantos días no puedo creerlo
-¿Por qué no nos habías dicho?- pregunto Kushina
-Quería que lo vieran con sus propios ojos, o tal vez no me creerían, de hecho hubieran vista la cara que puso Kakashi cuando lo vio, ni siquiera me imagino la mía- todos se rieron, pero luego Naruto se puso serio
-¿Qué pasa?- pregunto Minato también tornándose serio
-¿Recuerdan la historia del hilo rojo que me contaban?- pregunto y ambos asintieron- siento que es mi historia con Sasuke- Minato y Kushina sonrieron- Pero él no es una persona interesada, siempre ha trabajado y lleva cuatro años solo con Menma, así que no estoy seguro que tan fácil sea para mí que me acepte
-Lo hará hijo- conforto Minato
-Sí- apoyo Kushina- solo hay que ver como se miran, además sabemos que no lo hubieses traído sino fuera porque es la persona que está en tu corazón
-Lo está- reconoció Naruto con una sonrisa- Es por eso que hice unos ligeros movimientos
-¿Cómo cuáles?- pregunto Minato mirándolo calculador, y fue en ese momento que Naruto les conto su intervención con el tema de Itachi y de Sai y como planeaba que a su suegro le dieran la noticia que ya debía pensionarse
-¡Naruto! ¿Cómo pudiste?- lo regaño Kushina- Eso es bajo- declaro-¿No dirás nada Minato?- pregunto molesta
-Claro- miro a su hijo, tan igual a él y sonrió- Estoy orgulloso de ti, así se lucha por lo que se ama- Naruto se rio y Kushina quedo con la boca abierta
-Claro, este par de… y después dicen que ese niño se parece a mí- refunfuño la mujer, aunque una sonrisa se escapaba de sus labios
-Mami, no te molestes- pidió Naruto y se sentó en la cama- Porque voy a necesitar su ayuda- conto
-¿En qué?- pregunto interesado Minato
-Pues el apoyo de Sasuke siempre han sido sus padres y pues como planeo que a mi suegro “lo pensionen” ya, quisiera que ustedes se hicieran muy buenos amigos de ellos, cuando vengan a conocerlos y los convenzan de que quedarse en la capital es la mejor opción, así estarán cerca de Sasuke, Menma, Itachi y Sai- comento
-Es un buen plan, necesita pulirse pero es bueno, cuenta con nosotros
-No respondas por los dos Minato
-Eso dices ahora, pero con la sola idea de que Sasuke y Menma se vayan sé que saltaras a impedirlo- Kushina bufo molesta pero también sonrió
-¿Crees que a tu suegra le guste jugar canasta?- ambos rubios se rieron, la mujer era tan predecible, todos cortados por la misma tijera, hablaron por horas como hace mucho no lo hacían, hicieron planes malvados y posibles futuros, volvían a sentirse como hace años no lo habían hasta que Naruto fue consciente de la hora
-Diablos, deje a Sasuke solo- comento y casi sale de la habitación- ¿Necesitas ayuda?- le pregunto a su padre y este solo negó
-Alguien puede venir- dijo y Naruto negó
-Tranquilo, solo serán cinco minutos más- entonces entre él y Kushina pasaron a Minato a la cama- Descansen, los amo- Naruto les dio un beso a cada uno y salió de la habitación
-Hace tanto no lo veía tan feliz- comento Kushina acostándose junto a su esposo
-Lo sé, me alegra tanto- Kushina beso a su marido, en esos momentos es cuando sentía que Minato volvía a ser el mismo de antes, y no ese hombre que miraba por la ventana
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-Lo siento Sasuke, me quede hablando con…-Naruto paro lo que estaba diciendo, iba prácticamente corriendo y cuando entro a la habitación no había notado que Sasuke estaba profundamente dormido, sonrió enternecido al verlo así, estaba recostado sobre las cobijas abrazado a la almohada, se notaba que lo espero pero el cansancio le ganó la partida, busco a tientas su pijama y se la puso rápido, después busco una para Sasuke y fue con él-Sasu, cielo, bonito- lo llamo, Sasuke se removió y abrió los ojos
-¿Naruto?- pregunto aun en la bruma del sueño
-Cielo te quedaste dormido- sonrió y le alargo la pijama, casi con masoquismo de no poder tenerlo, le ayudo a cambiarse y se metieron entre las sabanas-Buenas noches- murmuro besándolo en la frente
-Pero, pensé que…- Naruto casi ríe, sino fuera porque estaba muriendo por la abstinencia de tener allí a su lado, y usando su pijama
-Tranquilo, descansa, fue un largo viaje- murmuro y volvió a besarlo, se acomodaron para dormir abrazados y así cayeron rendidos hasta el siguiente día.
Unas manos recorriendo su rostro lo hicieron despertar, mientras recordaba todo lo sucedido el día anterior y sonreía feliz
-Buenos días
-¿Te desperté?- pregunto Sasuke, tratando de sonar inocente y fallando completamente
-Sí, ¿Cómo vas a compensarlo?- murmuro Naruto abriendo al fin sus ojos y descubriendo a la luz del día lo sensual que lucía Sasuke vestido con su ropa, un tirón al sur de su cuerpo le demostró cuanto
-¿Cómo quieres que te lo compense?- murmuro Sasuke a su vez casi en un ronroneo; Naruto sonrió predador y en un movimiento ágil tumbo al doncel en la cama y se subió sobre él
-Creo que puedo tener una idea a dos- respondió sensual, Sasuke sonrió y elevo el rostro para buscar los labios contrarios, se besaron, las manos buscaron reconocer el cuerpo contrario, explorándolo de nuevo y recordando las pasadas experiencias, era algo grandioso
-Naruto- escucho en la puerta y maldijo a todos los dioses por su suerte, ¿Por qué siempre lo interrumpían cuando estaba con Sasuke?- Naruto- volvieron a llamar
-¿Sí?- respondió sin ganas
-Menma despertó y está un poco ansioso- ambos se miraron y con eso descubrir en la mirada contraria ese pensamiento se alejaron, ambos entendían que el pequeño estaba primero
-Yo iré por él- hablo Naruto y se levantó de la cama, cuando abrió la puerta Iruka estaba allí de pie con Menma de la mano- Hola pequeño ¿Qué pasa?- pregunto hincándose
-No estaban- murmuro el pequeño sujetando fuerte a Kurama, Naruto sonrió
-Si estamos, solo que esa es tu habitación y esta la nuestra, pero puedes venir cuando quieras ¿De acuerdo?- le murmuro abrazándolo y el niño solo asintió, pudo sentir a Sasuke a su lado
-Es la primera vez que duerme en otro sitio que no sea la casa- conto, Naruto se levantó y Menma abrazo a Sasuke
-Gracias Iruka, veo que ya conociste a Menma, ahora quiero que conozcas a Sasuke- Naruto los presento y Sasuke recordó que era quien había acondicionado la habitación de su pequeño, le agradeció y pudo notar como entre el doncel y Naruto había bastante confianza, como si fueran hermanos, lo mismo que con Kakashi
-Naruto- lo llamo Iruka una vez ser terminaron las presentaciones- tus padres quieren que vayan a desayunar con ellos
-Ah bueno, en unos diez minutos vamos a su habitación y…-Iruka lo interrumpió
-No…al comedor- dijo con una sonrisa y Naruto jadeo de sorpresa- lo sé- sonrió Iruka emocionado- tu madre me pidió llamar a los demás, no demoren- y se fue con una sonrisa mientras ellos volvían a la habitación
-¿Es raro desayunar en el comedor?- pregunto Sasuke confundido y Naruto sonrió ampliamente
-Mi padre no baja a la primera planta desde hace casi un año- y lo beso con toda la pasión que tenía guardada, con los sentimientos a flor de piel y con el corazón bombeando como nunca.
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-¿Por qué el abuelo va en esa cosa?- pregunto Menma, cuando llegaban al inicio de la escalera, en donde estaban Kushina y Minato
-Porque está enfermo y debe hacerlo- explico Naruto, mientras iba a ayudar a su padre a acomodar la silla de ruedas, había una especie de plataforma donde cabía la silla, la cual se acomodaba y empezaba a bajar de forma mecánica, dirigida por una palanca desde la silla de ruedas, así Minato podía subir y bajar las escaleras
-¿quieres que te lleve Menma?- pregunto Minato ya acomodado y el niño salto feliz y se dirigió a su abuelo, Minato lo alzo y lo puso en sus piernas mientras dirigía la silla, Menma chillo feliz con un poquito de vértigo cuando la silla se ladeo y empezaron a bajar, al llegar abajo salto de la silla y daba saltitos de emoción
-¿Lo viste?- le preguntaba a Sasuke y Naruto- bajamos en eso- y seguía riendo, haciendo reír a los adultos
-Vamos a desayunar- El desayuno fue distendido, hablaron de cientos de cosas y banalidades del mundo, después Minato quiso ir a mostrarles la casa a sus nuevos invitados y con grandes sonrisas Kushina y Naruto apoyaron la idea, caminaron por la primera planta y luego fueron a recorrer el jardín, y que jardín!, había una cancha de baloncesto y micro futbol y otra de tenis, también estaba la zona de descanso que estaba cubierta para los días de tanto sol, como hoy y a un lado estaba la piscina
-Sasuke, cuando tu familia venga tenemos que hacer una parrillada- comento Naruto, acercándose a la enorme parrilla eléctrica que estaba en el sitio
-Esto está divino, ya me imagino a mi padre e Itachi peleando por ser quien cocine
-¿Tu padre y hermano son amantes de la cocina?- pregunto Kushina uniéndose a la conversación
-No, pero es casi una tradición familiar que sean los hombres quienes asen la carne en las parrilladas- conto sonriendo
-Me encanta como suena eso, debemos adquirirlo como propia esa tradición- todos rieron por el comentario
-¡NARUTO!- el grito de Minato los saco de sus pensamientos, luego el sonido de algo que cae a la piscina, todos salieron a correr, el primero en llegar fue Naruto que no lo pensó y se lanzó a la piscina como estaba, llego hasta su padre y recibió a un lloroso Menma, mientras sujetaba a su padre, quien se sostenía nadando con los brazos- Estoy bien, saca al niño- Sasuke ya había llegado y estaba en la orilla con lágrimas en los ojos
-Mi bebe- Naruto lo llevo hasta la orilla y se devolvió por su padre
-Saca la silla hijo- pidió y nado a la orilla, Kushina y Naruto lo miraban asombrado, reuniendo todas sus fuerzas, Minato utilizo sus brazos para salir de la piscina, sonrió cuando pudo sentarse en la orilla
-Lo salvaste, gracias, gracias, gracias- Sasuke lloraba y abrazaba a Menma mientras le hablaba a un sorprendido Minato
-Papá, gracias- fue el turno de Naruto que había sacado la silla y escurría agua por todas partes
-¿Qué paso?- pregunto Iruka que venía llegando con Kakashi, alarmados por los gritos, todos miraron a Minato
-Menma se lanzó a la piscina- conto, Sasuke se separó de su hijo y lo miro
-¿Por qué hiciste algo así?- pregunto furioso, estaba aterrado y no media las palabras y la fuerza a la hora de decirlas
-Sasuke, cálmate- pidió Naruto tomándolo de la cintura- Lo vas a asustar
-Es cierto, debes calmarte, además es casi natural que los niños se lancen a las piscinas- comento Iruka, quien ya Sasuke sabía era profesor de preescolar y por ende sabía de lo que hablaba
-Gracias- volvió a decirle a Minato
-No vuelvas a decir eso, me avergüenzas…-no pudo decir nada más porque Kushina se había lanzado a besarlo intensamente
-Eres un héroe- le murmuro
-Un héroe cachondo- replico Kakashi, todos rieron menor Iruka que lo codea
-Hay niños- lo regaño
-No creo que entienda- hizo un ademán despreocupado, todos volvieron a reír un poco más calmados
-Bueno, ya que estamos en esto, porque no nadan un poco, así Menma no le tomara miedo al agua- propuso Iruka, todos lo miraron extrañados, pero él solo les sonrió
-Es una buena idea- y como si nada Minato empezó a quitarse la ropa- Ven Menma, vamos a la piscina- el niño negó, sujetándose fuerte de Sasuke
-Vamos- pidió Naruto también empezando a quitarse la ropa, ambos rubios quedaron solo en pantalón, igual ya estaban empapados y no era importante, Naruto se lanzó a la piscina y Minato lo siguió
-Ven Menma- el niño estaba asustado pero se separó de Sasuke para mirar a los adultos
-Ve, puedes ir a la piscina siempre que haya alguien mayor adentro ¿De acuerdo?- pregunto Sasuke sonriendo, Menma devolvió la sonrisa y fue con los rubios, en menos de cinco minutos ya estaban chapoteándose agua los unos a los otros
-Iruka ¿Por qué?- pregunto Kushina
-Es un buen ejercicio para Minato- comento como quien no quiere la cosa y los demás sonrieron viendo a esos tres jugar- Traeré a Konohamaru- anuncio Iruka llamando la atención de todos
-Está bien- respondió Naruto- Ven Sasu, entra al agua con nosotros, Sasuke sonrió
- No tengo con que
-Y nosotros estamos en pantalón- respondió Minato como si nada- Ven antes de que llegue la familia- pidió- ¿Kushina?- miro a su esposa
-Pues ya que- dijo mirando a Sasuke- Eso nos ganamos por fijarnos en unos locos- Sasuke se rio y vio como la mujer se desprendía de algunas de sus prendas y se lanzaba al agua, hizo lo propio y se lanzó, era bizarro nadar así, pero era una locura interesante y muy divertida, jugaron con Menma y con Konohamaru cuando llego, también entro Iruka a la piscina y a eso de las once salieron a cambiarse, puesto que los demás integrantes de la familia llegarían pronto.