Kim Jongin
Cuando llegue al hospital los ojos de Kyungsoo me miraron con miedo.
-¿p-por qué e-estas aquí?- Sabía que no iba a recibir un buen recibimiento de su parte.
-¿Qué es lo que hiciste, Kyungsoo?- Mis palabras salieron de una forma que ni yo mismo entendía su dolor.
Empezó a llorar negando con la cabeza.-No lo sé. Quería de vuelta lo mío.-
-¿Lo tuyo?- No comprendía al hombre que tenía en frente de mí.- ¿Enserio crees que es tuyo?
-¡Él es mi alfa!-
-¿Según quién? Porque hasta donde yo he escuchado de esta historia tú eres el que sale sobrando.- Sus ojos se agrandaron dando paso a más lágrimas.
-Esto no debía ser así.-
-Exacto Kyungsoo, esto no debía ser así. Si tú no hubieras robado el acelerador de celo y no hubieras buscado a Chanyeol, ellos no estarían metidos en estos aprietos.
-¿Sabes todo?
-Lo sé todo, porque a pesar de tus malas decisiones y lo mal que te has portado con todos, ellos son buenas personas que te quieren y se preocupan por ti.
-Jongin, Chanyeol quiere hablar contigo.- Kyungsoo volteo a ver al chico que me esperaba en los pasillos cerca de las habitaciones.
-Está bien.- Taemin se alejó.
-No lo hagas, no hables con él.- Sentí su mano temblorosa sobre la mía.
-¿Por qué no debería?- Suelto su agarre y camino hacia él joven que tenía una expresión de odio.- Taemin dijo que querías hablar conmigo.
-Más que hablar quiero pedirte un favor. No te preocupes, será la última vez que conversemos, entenderás que no quiero volver a verlos.- Sus ojos cruzaron a la habitación que estaba en frente de nosotros. Pude notar a un chico débil, alegre; encariñado de su pequeño en brazos. Respire hondo, resignado y asentí.- Taemin me dijo que eres el esposo de Kyungsoo.
-Así es.
-Como tal, deseo que te hagas responsable de él. A mí no me escucha, por más que le dije que no quiero nada y que lo nuestro no tenía futuro se aferra a que me haga cargo de su omega. No puedo y ni lo deseo; tanto mi lobo como yo tomamos esa decisión.
-Entiendo.- Su mirada me lo decía todo. Aborrecía a Kyungsoo.
- Espero que cumplas tu palabra.- Asentí dándole el paso para que fuera con su pareja.
Cuando me acerque nuevamente a Kyungsoo lo vi más ansioso que antes.
-¿Qué te dijo?
-Que te alejara de ellos.- No pensaba endulzarle las palabras, otra vez quería herirlo y demostrarle el mal que había hecho.- Y como tu esposo eso are.
Empezó a llorar negando.- ¡Él es mi alfa!- Una sonrisa retorcida había escapado de mi boca asustándolo.
Los nervios y enojo hicieron hervir mi sangre. Lo tome del brazo y lo acerque a la puerta donde estaban aquellos dos.- Ahí no hay nada que sea tuyo. ¿No lo entiendes? Ellos lucharon y sufrieron para construir lo que tienen ahí. Una familia.
Los ojos de Kyungsoo se agrandaron cuando vio la felicidad que mostraban aquellos dos; cuando vio lo mucho que se amaban. Fue entonces que lo vi soltar respiraciones lastimeras junto con lágrimas que desde que llegue no dejaban de fluir.
-Si tan solo me hubieras dado la oportunidad. Lo que vez ahí era lo que quería darte, Kyungsoo.- me sentía débil, un vil perdedor por lo que iba a decir.- Y aunque no lo creas aun quiero darte eso.
Los ojos de Kyungsoo volvieron a mí con sorpresa.
-A pesar de lo que hiciste, te amo más que a nadie en el mundo.
-…Jongin.-
-Pero necesito saber si tú también quieres lo mismo que yo.-
-No sé si pueda amarte.
-Una vez lo hiciste, y fuiste inmensamente feliz, ¿Qué dices?- Se queda callado viendo el suelo, tratando de parar su llanto. No lo soporto más y empiezo a alejarme.
Do Kyungsoo
Hubo un tiempo en el que sonreía y me quería a mí mismo.
-¿Qué dices?- Fue la pregunta que me hizo Jongin.
Agache la cabeza sin dejar de llorar. Me estaba dando otra oportunidad a pesar de lo mal que lo había tratado; a pesar de lo que había hecho me dio la oportunidad de sentirme amado por alguien más.
Escucho como se aleja. Esa era la oportunidad perfecta para dejarlo ir. Él es un hombre que merece ser feliz, y yo no era la persona que lo haría. Sin embargo...- ¡Jongin!- me acerque y tome su mano asintiendo. No dijo nada, solo apretó mi agarre y me llevo fuera del hospital dejando a los demás atrás.
Desde ahí había descubierto que mi verdadera personalidad no era la gentileza o bondad, y Jongin lo sabía, ya que después de todo lo que había pasado no me volvió a ver como antes.