Byun Baekhyun
Suho abrió la puerta y me empujo adentro. ¿Me había encerrado? Giro el portillo pero no se abre. -¡Suho que haces, abre la puerta!- Puedo escuchar alboroto en uno de los cuartos de baño.
Me alejo de la puerta y camino al ruido.- ¿Hay alguien ahí?- Me sorprendí cuando vi a Chanyeol sentando, respirando con dificultad.- ¿Chan, estas bien?- Un escalofrió recorrió mi espalda cuando sus ojos grises me miraron con tanto deseo.
-Nos volvemos a ver, Baekhyun.-
-No eres Chanyeol.- Me alejo y voy rumbo a la puerta pero, me jala haciéndome entrar en ese reducido espacio.
Su nariz está pegada en mi cuello, su lengua pasa por ahí haciéndome sentir algo acalorado.- ¿Cómo… volviste?-
Me voltea violentamente. Su boca ataca la mía con ansiedad. Doy resistencia, o eso trate de hacer. Extrañe sus besos.- Baekhyun… se mío.- Era un claro y hermoso gris que me reflejaba. Podía ver lo mucho que amaba a Chanyeol.
Me acerco y ataco de nuevo su boca, rodeando mis brazos en su cuello mientras el desabrocha mis pantalones. Sus manos viajaron por mi cuerpo haciéndome gemir con cada toque. Lo deseaba, quería todo de él.
-Esta vez no volveré a desaparecer. Te tomare cuando quiera.- Me encontraba perdido pero escuchaba, incluso cuando tomo mi barbilla y planto su rostro serio.-Eres mío, ¿Lo entiendes?- Asiento.
Me penetra tan desesperadamente. El dolor era fuerte y exquisito- Te amo, Baekhyun.-
-Y yo a ti, Chanyeol.- Podía sentir sus ojos en mi rostro cuando me penetraba. Me sentía una pieza sexual frente a esas perlas grises.-NADIE ME DA ORDENES. QUIERO ESTAR CON ÉL.-
Su voz parecía alterada.- ¿Chanyeol?-
Mordió mi cuello. Mis manos recorrieron su cabello jalándolo, tratando de calmar el dolor y excitación. Solo faltaron unos minutos para que él terminara de venirse dentro de mí.
Esta vez su nudo era grande. Pero, está bien ¿verdad?
Do Kyungsoo
Mi cuerpo estaba cada vez más caliente y un aroma a miel de maple inundaba mi nariz. Necesitaba salir y encontrar ese aroma.
-¿Kyungsoo?- Jongin me sostenía y besaba tratando de calmarme. Me sentía asqueroso a su tacto.
-¡Suéltame!- Quito su agarre de un manotazo e intento abrir la puerta, pero fue más rápido que yo y la cerro.
-Amor, tranquilízate.-
-¿Amor?- Él no era mi amor. Haya afuera estaba mi amor y me necesitaba. Yo también lo necesitaba.
-Debo salir de aquí.- Lo hago aún lado y corro hacia los pasillos. No había nadie.
Sigo el aroma y doy en un baño. Estoy a punto de tocar pero unos brazos me rodean y levantan.
-Vámonos de aquí.-
Mi voz era algo quebrada.- No puedo. Alfa… mi alfa está ahí, él me necesita.-
Jongin torna su rostro a uno serio. Podía ver a mi omega alterado por su alfa.
Dirigió su mirada al baño y a mí.- ¿Él está ahí?- Asiento.- Seré más específico, ¿esta solo?-
Cuando nos callamos pudimos escuchar ruidos obscenos y desagradables para mi gusto. –Eso es un no.- Jongin, a veces era cruel al mostrarme la fría realidad.
Me ladeo poniendo mi mano en la puerta.- Yo soy tú omega, soy yo el que debería de obtener tú nudo.-
-¡NADIE ME DA ORDENES, QUIERO ESTAR CON ÉL!-
-Ya lo escuchaste.-Jongin tomo mi mano y me alejo de ahí.- Nunca más volverás aquí Kyungsoo, de eso me encargo yo.-Asiento entrando al auto.-
Mi celo había llegado. Y en cuanto llego me sentí frustrado, había sido rechazado por mi alfa.
Veo por donde vamos y me doy cuenta que no es a la oficina.- ¿A dónde vamos?-
-No puedo dejar que vayas así al trabajo.- Jongin, estaba enojado.-Yo me are responsable de ti, Kyungsoo. Como siempre lo he hecho.
Él tenía razón. Mi omega ya tenía a alguien.-Si, Jongin.-
Park Chanyeol.
Cuando volví en sí, lo tenía entre mis brazos, respirando en mi oreja.- ¿Estas bien?-
-No… te muevas…- Mi nudo aún no se distendía.
Era una obra de arte, Baekhyun era una maldita obra de arte erótica.
Su cabello mojado, en perlado de sudor. Sus labios hinchados, rojizos, partidos a la mitad por las mordidas que le había brindado.
Me acerco a él y pruebo nuevamente su piel. Sabe tan bien.-…Chan… no te muevas.- Su voz se oye tan bien.
Me muevo nuevamente escuchando un gemido de su parte. Quiero tomarlo una y otra vez hasta poder dejarle claro que no lo quiero lejos.
-Te amo, Baekhyun.- Mi voz salió ronca y deseosa. Ni siquiera escuchar la voz de aquel omega con olor a panqueque me detuvo de amarlo.- Te are mío asta cansarme.-
-Eres… codicioso.-
-Tengo que serlo, de lo contrario volverás a huir de mí.- Mis movimientos se vuelven rudos y certeros haciendo que lagrimas resbalaran por su linda cara.
El clímax había llegado nuevamente. Nuestras frentes se juntaron, finalizando con un beso dulce y lento.
-No importa lo que pase. Baekhyun, quiero estar contigo.-
-¿Estás seguro?- Asiento. Después de todo, esta decisión no solo la tome yo.
-Incluso mi lobo te necesita, ambos te necesitamos.-
Y así fue durante algunos meses en donde sin pensarlo nosotros dos ya no éramos nosotros dos.
-Pero tu dijiste...- Sus ojos brillaban, sus actos eran más calmados. Había un resplandor en él. Quería comérmelo.
-Cuatro meses, ¿enserio no te diste cuenta?- Bueno, usaba ropa muy holgada. Era bastante obvio que no me iba a dar cuenta.
Camina hacia mí, sentándose en mis piernas. Toco su abdomen con algo de miedo.
Mi garganta se cerró y mis ojos se aguaron.- ¿seremos padres?-
-Seremos padres.- no sé cuándo empecé a llorar, antes o después de que él lo hiciera.