Se sentaron en los sillones de siempre y Uruha se dedicó a sacarles con productos de belleza las marcas a los dos en el rostro y brazos. Kai seguía mirando a Aoi con odio, deseoso de volver a hacerle las marcas en cuanto Uruha terminara de borrarlas, lo mismo pensaba Aoi pero estaba más entretenido observando cada delicado movimiento del guitarrista para con el baterista.
- Deja de mimarlo, me toca a mí – comentó mientras le estiraba los brazos, Uruha le sonrió y se le acercó a gatas para seguir su trabajo en él
- Piénsenlo dos veces la próxima vez que les agarre el niño interno, porque no pienso dejar que Uruha los limpie de nuevo – dijo Reita mientras se encendía un cigarrillo
- Mira quien habla – murmuró Uruha mientras limpiaba el rostro de Aoi con una caricia – además aunque no me dejes, lo haré igual – le sacó la lengua
Reita se le acercó amenazadoramente y estuvo apunto de lamerle la lengua cuando Uruha la guardó y Aoi lo empujó violentamente con el brazo
- No seas celoso Aoi, era solo una lamida – se burló Reita mientras se tiraba a Ruki encima con brusquedad, a lo que el vocalista respondió tapándole la boca con ambas manos
- Ni Ruki te quiere cerca Reita – dijo Aoi riéndose y Reita lo miró con odio, sacándose de encima las manos de Ruki y sujetándolas a los costados y robándole un largo beso que el vocalista no evitó ni un segundo, siguiéndole el juego con pasión
- Ya demostraste tu punto Reita, ahora suéltalo, me está dando asco – comentó Aoi sacando la lengua, asqueado
- Tú lo quisiste – sonrió lascivamente
La noche pasó entre risas y alcohol, Ruki y Reita no tomaron casi nada, inconscientemente preveían lo que pasaría más tarde y querían estar seguros de que era decisión de ambos, no del alcohol. Aoi y Uruha tomaron como si fuera el último día de sus vidas y se les notó enseguida ya que pronto estaban uno encima del otro, olvidándose del lugar público, de sus amigos, de todo. Kai se quedó cerca del bajista, ya que había apreciado que apenas si había mojado su garganta un poco con la cerveza que yacía frente a él.
- ¿Hay algún motivo en especial por el que no tomes esta noche? – preguntó casi tímidamente
- Algo me dice que esta noche no tengo que arruinarla con alcohol, Kai, y parece que no soy el único que lo piensa – respondió señalando a Ruki con la cabeza
El vocalista estaba perdido en su mundo, con la mirada vacía observando su propio vaso y jugando con el empañe que se formaba en el vidrio vagamente. Kai se sonrió, conocía esa expresión en Ruki, era cuando su cabeza no daba abasto por la cantidad de pensamientos que la ocupaban.
- Lo está pensando seriamente – murmuró
- Eso es bueno, significa que lo estoy haciendo bien… – miró a los dos guitarristas que ya estaban prontos para irse a un hotel – Uruha es muy buen maestro en estas cosas…
- A mí me sorprende que haya sido Uruha quien te enseñara, tú conoces a Ruki tanto como él lo hace
- Sí, pero Uruha ha estado con él en otro plano, yo no – comentó finalmente, acallando la conversación ya que Ruki se acercó nuevamente a Reita y se le apoyó en el hombro
- Vayamos a tu casa – susurró en su oído
- ¿Seguro? – preguntó Reita acariciándole la cabeza
- Seguro, quiero estar contigo, no aguanto más – gimoteó tomándole la mano y apretándola