Ruki se dejó caer pesado en la cama, su pecho subía y bajaba con violencia y respiraba con la boca entreabierta, dejando escapar suspiros de desespero de tanto en tanto. Reita estaba en la sala, tomándose su tiempo para poner su CD favorito y volviendo a su habitación, observó a Ruki por un momento antes de acercarse y apoyarle la mano en el pecho.
- Relájate – le dijo suavemente mientras le besaba la frente
- Para ti es fácil decirlo… – murmuró agitado mientras se sentaba
- No voy a matarte Ruki – se sentó a su lado y lo abrazó - ¿estás realmente seguro que quieres esto?, me rechazas como si lo hicieras contra tu voluntad
Ruki se separó y se quedó viéndolo, Reita no dijo nada más, se tiró en la cama y se quedó de ojos cerrados, esperando, si el vocalista lo quería iría a él, no iba a forzarlo. Estiró su mano hasta la mesa de luz y alcanzó los cigarrillos, encendiendo uno sin dudarlo y soplando el humo molesto. Ruki se percató de cada una de esas acciones y se le acercó lentamente, mirándolo desde arriba, el bajista le entreabrió un ojo.
- ¿Qué pasa?
- ¿No vas a hacer nada? – se desesperó el otro
- Si esperas que te fuerce Ruki tienes la mente muy podrida, dije que te esperaría, eso estoy haciendo
- Estás enfadado
- No – lanzó un sonoro suspiro – sí
- Conmigo
Reita negó con la cabeza, pero Ruki no se vio satisfecho y dio por sentado que el enojo del rubio era para con él.
- Si estuviera enfadado contigo ya te habría echado, pero no lo hice, ¿no te dice nada?
Ruki no respondió, arrodillado en la cama y lejos de él parecía aún más pequeño, el bajista se sintió un pederasta de repente, hasta que recordó la edad de su amigo y apagó el cigarrillo en el cenicero a su lado. Se tiró de costado en la cama, observándolo y tirando de su ropa para que se acercara. El vocalista se acercó lentamente, aún estaba dolido por el enfado de Reita, pero en cuanto éste hubiese besado sus labios, todo dolor desapareció y recordó porqué estaba ahí. Quedaron sentados en la cama, sólo besándose, la música de fondo era inaudible para ambos que por fin podían realizar lo que habían suspendido por tanto, tanto tiempo. Reita rodeó la cintura de Ruki y lo acercó más a su cuerpo, sacándole la camisa a medida que sus besos bajaban del rostro al cuello y volvían a subir delicadamente para generar la justa distracción que el vocalista necesitaba para perder el miedo.
Se libró más rápido de la ropa de lo que creyó y pronto estaba sobre un semidesnudo Ruki que temblaba de arriba abajo mientras lanzaba pequeños gemiditos al aire que Reita acallaba con incontables besos, se detuvo un momento y miró la expresión del vocalista.
- ¿Ves que no es tan terrible? – preguntó sonriendo
- Cierra la boca – exclamó Ruki mientras lo golpeaba con la almohada
- No me provoques Ruki, no he perdido una sola guerra de almohadas desde que te conozco
- Pero aún no logras derrotar a Aoi – se burló Ruki cubriéndose el pecho desnudo con la recién utilizada arma
- No me lo menciones – gimoteó Reita cubriéndose los ojos y haciendo una mueca de dolor, pero enseguida dirigió su mirada nuevamente hacia el vocalista y sonrió de forma maliciosa, quitándole suavemente la almohada de encima y besándole los labios.