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Flower Road por Cazadora de Artemisa

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Notas del capitulo:

:P




SeungHyun sentía sus manos temblar un poco, la erección que tenía había quedado completamente flácida ya, y su corazón estaba a mil; en cualquier momento le podría dar un infarto. Había cerrado sus ojos, inhalaba y exhalaba tratando de calmarse, pero era inútil.

-Están esperándote, hyung.- Susurró JiYong, acariciando sus mejillas para sacarlo de su momentáneo trance. 

-No sé qué debo decir.- Dijo bajito, pero se notó claramente un temblor en su voz.

-Podrías comenzar respondiendo lo que te pregunté SeungHyun, y acláranos igual, con permiso de quién lo hicieron.- Reclamó nuevamente su padre, tan severo como nunca lo había escuchado.

SeungHyun no podía decir que tuvo una infancia mala, al contrario, sus padres fueron cariñosos con él, su noona, sus primos -menos DongWook-, toda su familia parecía adorarlo. Tal vez porque pensaban que sería omega... Nunca supo muy bien si hubo alguna razón en específico o si sólo le caía bien a sus parientes. 

Sí, sufrió bullying por su sobrepeso en la escuela, pero JiYong lo defendió la mayoría de las veces, llegando a los golpes con esos niños más grandes, de ser necesario. Y pues, cuando lo cambiaron a un instituto privado en la secundaria, aprendió a simplemente ignorar sus comentarios crueles. Su rostro se fue endureciendo por esos años, y los tipos parecían acojonarse sólo con su mirada. Así que realmente nunca se había metido en problemas, era un niño de mamá, muy mimado y tranquilo; nunca había hecho ni lo más mínimo para molestar a sus padres, y hasta trataba de no ser tan flojo en el estudio.


Por eso es que no estaba muy seguro de cómo enfrentarse a sus papás, siempre había aceptado lo que ellos querían, sin dudarlo ni por un momento. No quería decir que no tuviera la capacidad para negarse, sino que confiaba ciegamente en lo que los mayores le sugerían. 

Estaba seguro de que sólo buscaban lo mejor para él, así que delegaba la gran mayoría de sus decisiones a sus padres.

Durante el último año había sido igual, no había tenido que rendirles cuentas en lo más mínimo, ni tampoco los había retado de ninguna forma. Siempre obediente, siempre sumiso.

Pero ahora era un alfa, el alfa de una pequeña familia que se había formado hace menos de cuarenta y ocho horas, y como el alfa que era, debía hacerse responsable por esta decisión que habían tomado, así como lo hizo con la boda precipitada. 

La gran diferencia de su "enfrentamiento" por la boda express, es que en el fondo todos estaban de acuerdo, tal vez no con el momento, pero no se oponían al acto en sí.


Esto era un rotundo no, al parecer.

-Acompañé a JiYong a hacerse un tatuaje.- Se giró, plantándose en toda su altura, para imponer aunque sea un poco de respeto.- Y lo hizo con el permiso mío. Permiso que no tiene que pedir la verdad, pero que aún así se lo di.- Se estaba cagando de miedo, pero lo disimuló increíblemente, porque su voz había sonado firme y autoritaria.

JiYong se escondió un poco detrás de él. El temor de su omega, despertó en él su instinto protector, así que se sintió más valiente. 

Al menos un poco.

-Ah, muy bonito, ¿y con dinero de quién hicieron eso?- Preguntó irónico su papá.

-Fue un error haberlo cargado a tu tarjeta, lo admito, y apenas me llegue el cheque de este mes, te pagaré por eso.- Consideró seriamente volverse actor, porque ni su instinto de alfa, lograba que no estuviera aterrado por su padre.

-Sabes perfectamente que no lo digo por el dinero.- HyunSoo estaba rojo de la ira, jamás lo había visto así.

La verdad no entendía por qué estaba tan molesto.

-Pues actúas como si lo fuera.- Levantó los hombros indiferente. 

-No te quieras pasar de listo conmigo, muchacho.- Amenazó   el mayor a SeungHyun, que estaba a nada de rezarle a cualquier dios, con tal de que su padre no le diera la arrastrada de su vida.

Choi HyunSoo es coronel de las Fuerzas Armadas de la República de Corea, no estaba muy seguro de qué tan importante era, pero sabe que tiene rango alto. Es un alfa casi de su mismo tamaño y complexión, y su voz no tiene nada que envidiarle a la suya. Además de que le había heredado la misma mirada acojonante, que tantas veces lo salvó en su gordita adolescencia. 

En fin, era imposible para él imponerse ante su papá, porque tenían las mismas armas.

Pero al ir creciendo, notó que su padre -que se fue volviendo más y más serio, no llegaba a amargado, pero tampoco era la felicidad andante- sólo bajaba la guardia  con su dulce mamá. Así que buscó su mirada, para pedirle que lo respaldara; pero al encontrarla, ésta sólo bajó la cabeza de forma sumisa.

Al parecer ni su madre, podría salvarlo de esta situación.

-No es mi intención, papá.- Suspiró, suavizando ligeramente su tono.- Pero ayer fueron muy claros al decirme que a partir de ahora, yo era el responsable por la vida de JiYong, así que les tomé la palabra.- Sintió la frente del menor apoyarse en su espalda.- Además, esto era algo que él ya venía planeando desde hace mucho tiempo...

-Sí, cuando creímos que sería alfa.- Su suegro intervino por primera vez. Parecía menos molesto que el coronel, pero fruncía fuertemente el ceño, algo muy extraño en él.- Y aún así, tratábamos de convencerlo para que no lo hiciera.

-Lo sé.- Suspiró una vez más.- Y tampoco crean que me agrada mucho su tatuaje; pero aunque él ya no sea "mi alfa", no afecta en lo más mínimo mi apoyo a sus decisiones.

-Entiende que es un omega SeungHyun, no es propio que ande haciendo estas barbaridades.- YoungHwan trataba de que convencerlo. 

Su futuro padre político era el alfa más divertido y relajado que había conocido jamás, pero ahora lo estaba intimidando totalmente, aunque SeungHyun era mucho más grande en tamaño.

Pero no podía darse el lujo, de dar un paso atrás.- El único que puede decidir que es lo mejor para su cuerpo, es JiYong. Yo no tengo nada que ver.

-Eres su alfa.- Dijo rotundo su padre.

-Se lo dije a él, y se los reafirmo ahora a ustedes.- Se enderezó aún más, no estaba seguro de qué más podía hacer para imponerse ante los dos hombres que lo enjuiciaban.- Ser su alfa no me hace su carcelero. No soy su maldito dueño, y si él quiere tatuarse toda su carita hermosa, aunque me duela, lo dejaré hacerlo.

-Entiendo que quieras darle su autonomía, SeungHyunnie, y lo apreciamos, pero sabes que él puede ser muy impulsivo. Creímos que tú podrías protegerlo de sí mismo.- Por primera vez en la noche, escuchó a su suegra, que más que molesta, parecía angustiada.

-Estoy aquí mamá.- Habló por fin su prometido, con un tono exageradamente ofendido. 

Pero ni loco había dejado la protección que le brindaba su cuerpo más grande.

-Bueno madre, él siempre ha sido así, y nunca nadie le puso un alto porque iba a ser un alfa.- No quería parecer que les reclamaba, pero pues, así sonaba la verdad.-  Ahora no quieran echarme la culpa por no querer reprimirlo, ya no es un niño, y no es asunto mío qué se pone o no en la piel. Eso no me afecta, y tampoco es que se esté haciendo daño.

-¿Así es cómo piensas cuidar a tu familia en el futuro, SeungHyun?- Su padre dio un paso al frente, acercándose un poco a ellos.

No iba a dejarlo creer que le tenía miedo -aunque sí lo tenía- así sin dudarlo, dio otro paso igual.- No metas a mi familia en esto, papá. Por ahora mi familia es él, y mi principal motivo para vivir es hacerlo feliz. ¿JiYong es feliz tatuándose? ¡Perfecto! Por mí, no hay problema. Es lo más inofensivo del mundo, ¿Quién soy yo para prohibírselo?

-Su alf--

-¡Actúan como si lo hubiera dejado cometer un homicidio! ¡O patear un perrito! ¡O robarle a una viejita! Ya bájenle, es un pinche tatuaje.- Cortó a su padre, antes de que siguera reclamando. No quería perder la compostura, pero ya lo estaban hartando. 

Fue inevitable que se exaltara.

-Sabes que no es por el tatuaje, SeungHyun.- Dijo su suegro apesadumbrado.

-Entonces si no es por eso, ¿Por qué? Ahora no sé de qué chingados hablan, por favor, ¡Ilumínenme!- Apenas el sarcasmo brotó, supo que su padre le iba a romper la boca por hocicón y grosero. 

Quiso salir corriendo o mínimo cerrar los ojos para no ver el cachetadón que le iba a dar el coronel, que por la furia contenida, ya estaba muy rojo. Pero como buen macho, se quedó plantado en su lugar.

-Yo también creo que están exagerando.- La voz rasposa de su abuelo, los hizo girar a todos para verlo. El hombre se había sentado en el sofá de tres plazas, y encendía su puro tranquilamente.- Son adultos, a nada de casarse, y ya están enlazados.- Nadie parecía querer decir algo, el viejo alfa le dio una fuerte calada y expulsó el humo lentamente antes de añadir.- Los agarramos a punto de coger, ¿Y quieren regañarlos porque uno se puso un poco de tinta en el brazo? ¡Por favor! De haber sabido porqué los querían regañar, no los habría dejado entrar a mi casa.

-¡Papá!- Gritó su mamá escandalizada.

-Ahora largo, no voy a perder más mi tiempo con esta tontería. Quiero conocer mejor a mi nuevo nieto, tenemos años sin verte pequeño, ven aquí.- Le hizo señas a su novio con la mano, para que se acercara.

-Ahm.- JiYong por fin se había sentido lo suficientemente seguro para ponerse a su lado. 

El omega tomó su mano para llamar su atención, y se miraron directo a los ojos; parecía preguntarle si era buena idea hacer lo que su abuelo le pedía.

-¿Porqué no los veo saliendo de mi casa?- Preguntó sarcástico una vez más el anciano, dándole otra calada al humeante puro. 

-Con todo respeto, señor Seo--

-No, con todo respeto señor Kwon.- Lo cortó, soltando todo el humo mientras hablaba.- ¿Qué planean hacer? ¿Lavarle el tatuaje? ¿Castigar a mis nietos? ¿Llevarse a JiYongie?- Al ver la mirada en YoungHwan, supo que tal vez planeaba lo último.- Señor Kwon, mi nieto podría llamar a la policía si intentaran alejar a su pareja de su lado, poco les va a importar si están casados o no, los puede acusar de rapto fácilmente. 

-Nosotros no--

-Es más, los llamaré yo.- Interrumpió una vez más a su suegro. Su abuelo no estaba jugando, ya que sacó su teléfono de última generación de su bolsillo.- Les daré una última oportunidad, si se van ahora, no presentaré cargos. 

-Papá.- En este punto, su mamá parecía más avergonzada que nada.

-Tengo sueño y al parecer mis nietos también.- Suavizó su tono.- Mejor hablemos mañana, bueno, sólo eso si ellos quieren. 

Vio a su padre y a su suegro, mirar con rencor al dueño de la casa. Su abuelo también era alfa, así que era mucho más ofensivo para ellos ser echados del hogar de esa manera tan humillante, sin opción a réplica. Kwon YoungHwan tomó su esposa por el brazo, y suave pero firme, la guió hacia la salida, sin dirigirles ni una palabra más. Sus padres hicieron lo mismo a los pocos segundos, sólo que iban separados, al parecer esta discusión no iba a terminar ahí. 

Era extraño para él no despedirse de todos ellos como acostumbraban, con abrazos, besos, palabras bonitas; pero se habría conformado con una mirada...

Ahora se sentía culpable.

-Ya se les pasará, y si no que se jodan.- Su abuelo siguió fumando, sin importarle en lo más mínimo lo que había pasado.

-Cariño.- Su abuela habló por primera vez, reprendiendo a su esposo.

-Por favor, es un tatuaje, creí que estaban pensando en huir del país o que habían aceptado un crédito millonario y les iban a embargar la casa, no sé. Esperaba algo malo, vaya. 

Lo más jóvenes rieron un poco avergonzados. 

-Hola, abue.- Saludó por fin a su abuela.

-Hola cariño.- Le regaló una gran sonrisa.

-Gracias por salvarnos, abuelo.- Añadió, adentrándose un poco más a la sala. 

-Odio a tu padre y sus lecciones de moral.- Levantó los hombros, y siguió fumando.

-Cariño- La viejita volvió a reprimirlo.

-Amo a tu madre, es mi única hija, pero eligió al peor alfa del lugar.

-Era su pareja destinada, cariño.- Señaló su abuela, reprimiendo su risa.

-Pues vaya destino más jodido.

-¡Cariño!- Gritó, pero ya no pudo contener su diversión. 

No quiso reírse, porque no pensaba que su padre fuera un idiota, sólo muy militar a veces, pero aún así se carcajeó. JiYong lo hizo,recargando su rostro en su brazo izquierdo, tratando de ocultar su bella sonrisa.

El ambiente ya estaba mucho más relajado, todo gracias a Seo MinHo, su abuelo era un extraño protector místico.

-SeungHyunnie nos mostró una foto tuya antes de venir, pero la pantalla no te hace justicia. Eres mucho más hermoso en persona JiYongie.- Se dirigió a su prometido, mientras seguía fumando su puro tranquilo.

-No soy muy fotogénico.- Sonrió tímido.

-Qué va, eres precioso como sea.- SeungHyun rodeó su delgada cintura con sus brazos, y se inclinó para besar repetidas veces su mejilla. 

-Hyung...- El omega se puso un poco rojo, y trataba, sin fuerza, de separarse de él.

Los ancianos los miraban enternecidos, qué hermoso era el amor juvenil.

-¿Y de qué fue tu tatuaje, pequeño?- Preguntó inocentemente su abuela, cuando por fin lo dejó de atacar.

Eso volvió loco a JiYong, que salió corriendo para sentarse junto a ellos, y mostrarles, a través de los vendajes transparentes, lo que decían y proceder a soltarles el mismo choro que le había contado a él en el local.

Recalcaba mucho que se los había hecho por él.  

Su alfa.


Estuvieron platicando de otras cosas, aún más banales, pero como ya debían ser pasadas de las dos -y sin la excitación que tenía cuando llegaron- el alcohol en sus venas les estaba empezando a pasar factura, ya tenía mucho sueño.

-Te ves cansado, SeungHyunnie, no sé porqué sigues ahí parado.- Comentó su abuela.

Asintió, antes de acercarse y sentarse a lado de su prometido.- Y lo estoy, después de la adrenalina me dio el bajón.

-Deberían irse a dormir. Igual estamos cansados por el viaje, ya no estamos para andar en tren a estas alturas.- La omega mayor, se sobó las rodillas.

-Hubieran venido en avión- Rodeó los hombros con su brazo derecho y besó la marca de su omega.- Tal vez así nos vayamos.

-Tonterías, toda mi vida he viajado en tren, y así lo seguiré haciendo, hasta que me muera.- Afirmó su abuela.

-Sí, nos iremos en tren, hyung, me gusta viajar en tren.- Puso su mano encima del fuerte muslo del alfa, y éste sólo asintió.

-Lo que tú quieras, mi vida.- Se inclinó y besó su sien.

-Bueno, ya mejor nos vamos, mañana será un día pesado, porque créanme, esos van a regresar.- El puro de su abuelo estaba a nada de terminarse, y se levantó, buscando con qué apagarlo.

-Gracias por ayudarnos abuelo, al menos para que tengamos más tiempo para enfrentarlos.- Dijo SeungHyun, cuando el mayor se giró, había un cenicero en el recibidor. 

-No tienes por qué enfrentarlos, muchacho, sea o no de su agrado, ustedes son adultos, y pueden tomar sus decisiones. Ahora, que si te quieren chantajear con dinero, no les hagas caso, yo los ayudaré en lo que necesiten siempre, y más ahora que estarás en Busán, pequeño.- Le guiñó un ojo a su esposo. Éste sonrió, pero también se ruborizó un poco.

Seo MinHo no era precisamente la persona más cariñosa del mundo, pero era amoroso a su manera. SeungHyun lo adoraba, al igual que a su abuela. Siempre se había preguntado por qué sus abuelos dejaron la ciudad, y empezaron a visitarlos a Busán sólo unas veces al año. 

Ahora que veía a su padre y abuelo enfrentándose duramente, se podía hacer una idea del porqué. 

-Como sea, ya hablaremos de eso mañana, vamos cariño.- Su abuela se levantó, y tomó del brazo al alfa más viejo.- Vimos que ya tienen sus cosas en la habitación de aquí al frente, nosotros iremos arriba.

-Oh, no es necesario abue, podemos cambiarnos arriba, para que no tengan que subir las escaleras.- Agregó alegremente su novio.

-No se ofendan chicos, pero esa cama ya está toda apestosa por sus feromonas, mejor se las regalamos--

-¡Cariño!- Regañó la omega a su esposo. 

Ambos jóvenes quisieron que se los tragara la tierra, más porque recordaron la explícita situación, en la que habían sido sorprendidos por casi toda su familia, al llegar a la casa donde se estaban quedando.

-Oh, vamos, no aguantan nada.- Los continuó jodiendo su abuelo.- Tienen suerte, a su edad estaba sufriendo en el ejército y no nos dejaban ni ver omegas. El sexo estaba obviamente fuera de nuestro alcance--

-Abuelo, gracias por la clase de historia, pero no.- Fue mucho para sus oídos, así que lo interrumpió bruscamente.

-Es la verdad.- El anciano se encogió de hombros. 

Su abuela ya no le veía el caso a intervenir, sólo lo empeoraría. 

-Te creemos, pero ya no queremos saber.- Tomó la mano de JiYong, y despidiéndose de su abuelita sólo con la mirada, arrastró al menor hasta su habitación provisional, y cerró la puerta ruidosamente, puso llave.

-No tenías que ser así de grosero con él.- Lo miró feo el enrojecido omega. 

-No sé tú, pero yo ya no quería seguir escuchando a mi abuelo contarnos su vida sexual.

-No nos estaba contando eso.- Su novio trataba de defender lo indefendible.

-Para ahí iba, no te engañes.- Lo interrumpió.

-Eres un exagerado, sólo nos estaba molestando.- Se fue quitando lentamente los vendajes plásticos de sus antebrazos, sin dirigirle la mirada.  

-Traumando querrás decir.

JiYong se empezó a quitar la ropa, no muy seguro de si había tomado alguna pijama de su casa.- Creo que es tierno que quiera ayudarnos, aunque sea un poco vergonzoso.

-Sí, bueno, espero no nos siga ayudando de esa manera. Con que nos de dinero es más que suficiente.- Igualmente comenzó a desvestirse, y se preguntó si sería prudente bañarse.

-Wow.

-¿Qué?- Preguntó, tirando sus camisas sudadas al piso.

-Nada, sólo me sigue impresionando lo bien hecho que estás, amor.- Escaneó de pies a cabeza a su prometido.

SeungHyun se sintió un poco cohibido.- Oye, no me mires así, no soy un filete.

-Claro que lo eres.- Se acercó al alfa, y acarició lentamente su pecho.- Pero mejor te guardo para otro día, hoy ya estoy cansado.

Sintió su pene despertar un poco, sólo para desilusionarse rápidamente, al ver cómo el menor se tiraba semidesnudo sobre la cama, dispuesto a dormir.

Supuso que hoy ya no tendría acción.

Suspiró, y se dirigió a la mochila, para buscar algo que sirviera para dormir. Se dio cuenta de que no tenía nada, así que buscó en el suelo la camiseta que había usado ayer, y notando que no olía tan mal, se la puso; se quedó en bóxers, pues nadie iba a regañarlo por no usar pijama. 

Apagó la luz, antes de acostarse a un lado de su prometido.

Quiso golpearse, porque recordó que no había hecho la cita para el médico, esperaba que el doctor Park no estuviera muy ocupado. Sino, no sabía dónde podría conseguir su certificado de enlace; no quería meterse en un problema con el consejo.

Decidió que no tenía caso torturarse por eso, y se giró para abrazar de costado al omega, que increíblemente, ya estaba roncando suavemente. Sí, no había probabilidad de que hubiera sexo

Ya no.

Se encogió de hombros, y se pegó más al delgado cuerpo, dispuesto a dormir.

No fue voluntario, lo juraba. Pero no podía estar cerca de JiYong, tenerlo entre sus brazos, respirar su hermoso olor, y no tener ganas, así que su pene se puso muy duro.

-Vamos amigo, duérmete, yo también tengo sueño.- Susurró, mientras aspiraba el olor a menta, que se concentraba en la nuca del omega, y se restregó sin querer en su cuerpo, acentuando el movimiento de su pelvis sobre las nalguitas del menor.- Carajo, no entiendo por qué me pones tanto.

-Yo tampoco lo entiendo.

Dio un salto involuntario, al escuchar a JiYong.- Mierda, creí que ya estabas dormido.

-Mi amor, tienes una onda medio necrofílica que ya me está preocupando.- Soltó una risita, y restregó su pequeño trasero en el duro miembro.- Te prende demasiado mi inconsciencia. 

-No mames, no. Es sólo, que me acordé de que hace rato te iba a hacer a nuestro bebé...

El omega soltó una carcajada.- Pero no creo que sea prudente, no con tus abuelos a un lado.

-Oh, pero ellos ya están viejitos, no creo que escuchen hasta allá arriba.- Se acercó más a su prometido, al ver que ya estaba muy despierto.

-No me parecían muy viejitos.- La gran mano, acariciaba su vientre.- Amor, en serio no quiero hacerlo hoy.

-¿Por los abuelos? Hagámoslo calladitos, y--

-No- Lo interrumpió.- Ya te dije que no, y ya.- Tomó la mano que seguía acariciándolo, la llevó hasta su pecho y la abrazó.- Mañana, ya hoy no.

Suspiró una vez más, y sólo dejó un último beso en su nuca.- Como tú digas mi amor.

Era crueldad animal dejarlo así, y más si lo obligaba a dormir de cucharita, con su fierro tan cerca pero a la vez tan lejos de su tierra prometida.

Ojalá no despertara con sus bolas moradas. 


-



Entre sueños, deseó despertar de la misma manera, que lo había hecho el día anterior. O una jaladita, mínimo. Pero no, despertó con el cabello de JiYong directo en su cara, y el sol ya estaba lo suficientemente fuerte como para ser más de las nueve de la mañana, algo así. 

Se desprendió lentamente del cuerpo más pequeño, no quería despertarlo bajo ninguna circunstancia antes de tiempo, eso lo podía poner de pésimo humor, y no era lo que tenía planeado, sobre todo si quería tener un poquito de diversión en la ducha. Cruzaba los dedos para que lo dejara empotrarlo duro contra los azulejos del baño.

O al menos la mamada que le debía. 

Sí, podría parecer patético, pero el no iba a olvidar fácilmente nada que estuviera relacionado con esa boquita maravillosa. Sonrió como un idiota al recordar... Alejó su mente de esos pensamientos, y decidió mejor hacer lo que tenía que hacer.

Buscó su iPhone, y lo encontró completamente descargado, intentó con el de JiYong, pero estaba igual. Tenía que hablar al hospital y hacer la cita lo antes posible. 

Puso a cargar los teléfonos, e hizo una parada al baño antes de salir de la habitación y llamar desde el teléfono fijo de la sala. Ojalá tuviera línea...

-Buenos días, SeungHyunnie- Su abuela lo saludó, y casi le dió un infarto.

-Mierda abue, casi me matas- Se tomaba exageradamente el pecho, tanto tiempo con su novio lo estaba volviendo igual de dramático.

-No seas panchero, ven y dale un beso a tu vieja.- Le extendió lo brazos, y le dio una sonrisa. 

Sin decir más, se acercó a ella e hizo lo que le pidió, si no mal recordaba, la noche anterior no la había saludado apropiadamente. Había estado todo muy raro, y honestamente todo lo recordaba como en tercera persona. 

-Siento que estás más alto.- Le apretó un poco sus mejillas, que apenas lograba alcanzar.

-Abue, nos vimos el viernes, no pude haber crecido mucho en dos días.- Sonrió, revelando sus hoyuelos.

-Claro que sí, aún estás en crecimiento.- Era tan pequeña, que apenas le llegaba a medio pecho, tuvo que inclinarse para besar su cabeza.

-Casi cumplo diecinueve, ya no debería de seguir creciendo

-Mi hermano siguió creciendo hasta a los treinta.- Dijo sonriendo cálidamente, como siempre que recordaba a su fallecido hermano.

-Oh, pero el tío WhanKi es otra onda.- Asintió solemne, él era una de sus mayores inspiraciones artísticas. Básicamente por él, desde muy pequeño, había elegido estudiar arte.

-Te pareces mucho a él.

-Aish, no diga esas cosas, que me las creo- Se separó de ella, un poco sonrojado. Admiraba muchísimo a su tío abuelo, ojalá algún día pudiera ser un artista tan importante como él.

-Sólo digo la verdad.- Dio un bostezo, antes de preguntar.- ¿Qué haces despierto tan temprano, mi amor?

Le contagió el bostezo, y se exaltó al recordar porqué había dejado la comodidad de su cama.- ¡Cierto! Tengo que hacer una cita con el doctor Park, pero estaba descargado mi teléfono.

-La casa tiene años deshabitada cariño, no hay teléfono aquí.

-Me lleva.- Suspiró, tendría que esperar a que cargara un poco su iPhone y llamar desde ahí.

-¿Y tu novio ya se despertó?

-No, aún sigue medio muerto.- Dijo burlón.

La ancianita se rió.- Iré a preparar el desayuno, tu abuelo no ha de tardar.- Se dirigió a la cocina, y la siguió detrás.  

Tenía que tomar agua, ya que tenía la garganta muy seca, producto de la deshidratación alcohólica.- Oh, pero si hay nada en el refri...

-Ayer hicimos compras cuando llegamos al medio día, como no contestaban, supusimos que estaban ocupados o algo, así que los dejamos en paz.- Trató de restarle importancia al hecho de que los habían ignorado todo el día, se sintió un patán, mientras se empinaba la botella de agua helada.- Iba a prepararles la cena, pero no estábamos seguros de si regresarían, así que mejor lo dejamos para otro día, y ya cuando llegaron tus padres todos furiosos, pensamos que habían hecho alguna una tontería.

-Lo siento, no queríamos causar problemas.- Se sentía muy avergonzado, y dejó el envase vacío en la encimera. 

-Lo sé, pero creo que no fue prudente que hayas permitido que JiYongie se tatuara...

-Abue--

Levantó su mano, para que se callara, y la dejara continuar.- No porque tenga algo de malo SeungHyunnie, sino porque tu familia política es religiosa cariño, nosotros somos unos herejes, pero ellos no. No es bien visto en su iglesia...

Buen punto, pero él no sabía mucho de la religión de su omega.- JiYongie es la persona más terca que conozco, y no es como si yo lo hubiera obligado a hacerlo.

-Ya sé, pero sí debiste de hacer que lo pensara mejor.- Insistió.

-Más que pensado lo tiene.- Suspiró frustrado.- Lo que no debí de haber hecho es pagar con la maldita tarjeta, así nos habríamos ido a Busán y para cuando se lo hubieran visto, él ya tendría un bebé en brazos, e impondría respeto.

-Un bebé no iba a cambiar las cosas... creo, pero sí que apruebo eso de haberles dado tiempo.

-Debo de empezar a pagar todo en efectivo...- Se tomó el cabello, molesto consigo mismo, por su estúpida negligencia.

-Sólo discúlpate con tus suegros.- Dijo casual.

-Yo no hice nada.- La miró indignado.

-Exacto, debiste al menos, hacer que esperara. 

-Yo no puedo contra JiYong, hago todo lo que él quiera, ¡Me trae como su pendejo!

-Y créeme, así es mejor.- La profunda voz de su abuelo los hizo girar a los dos, estaba en la entrada de la cocina, con su puro ya encendido.- Eso es lo que tu padre no entiende, los mejores matrimonios se viven dejando que los omegas hagan lo que quieran, ellos saben lo que están haciendo, los perdidos somos nosotros.- Le dio una calada más, antes de agregar.- Sé lo que te digo.

-Eso es una vil mentira, siempre te he dicho que dejes de fumar, y parece que fumas el triple.- Le reprochó, su abuela.

Una vez llegó a su lado, soltó el humo, y se inclinó para besar la mejilla de su esposa.- Sólo debes de tomar las riendas sobre tres cosas en tu vida, SeungHyun.- Levantó tres dedos frente a él.- El alcohol.- Bajó el dedo anular.- Los cigarros.- Bajó su dedo medio, dejando el índice levantado.- Y en la cama--

-¡Cállate!- Lo golpeó en el estómago, y él sólo pudo reírse de la cara de dolor que puso su abuelo.- No le digas eso al niño.

-Qué va a ser un niño, ¿Qué no te acuerdas de lo que vimos ayer?- Le dio una calada profunda a su puro, aunque no sabía como lo había hecho, ya que hace un segundo parecía faltarle el aire.

-Bien, debo ir a sacar la cita.- Salió corriendo a su habitación, este hombre le iba a provocar un aneurisma de la vergüenza.

Solo escuchó detrás de él la ronca risa de su abuelo, que parecía haber encontrado su nuevo pasatiempo favorito, sonrojarlo.

Abrió rápidamente la puerta, y sólo porque recordó que su bebé seguía durmiendo, evitó que azotar la puerta. Adoraba a su abuelo, pero últimamente buscaba nuevas maneras de joderlo con su amor, y supuso que estaba dándose un completo banquete con su sufrimiento ahora mismo.

Caminó hasta la mesa de noche, donde estaban los dos dispositivos cargando lentamente. Tomó el suyo, que esperaba que su miserable "trece por ciento" fuera suficiente, al parecer estaba completamente muerta la batería. 

Decidió que no era bueno ir afuera, así que se encerró en el baño, donde no debería de hacer mucho ruido, porque podría perturbar el sueño de su amor.

Buscó entre sus contactos el del consultorio privado, y marcó. Esperó uno, dos, tres timbres, hasta que le contestaron. 

-Hola, buenos días.- Saludó cortésmente.

"Buenos días, llama al consultorio del doctor Park MinSeok, ¿En qué le puedo ayudar?". No reconoció esa voz.

-Hola, necesito una cita lo más pronto posible. Soy Choi SeungHyun, estoy haciendo mi servicio militar en Busán, y acabo de enlazarme. Me dijeron que solicitara un certificado de enlace para mis días de licencia dentro de la policía. ¿El Doctor Park puede hacerlo?

"Claro que sí, está certificado para dar ese documento. Podría darle una cita el miércoles por la tarde". Casi pudo ver la sonrisa falsa de la mujer.

-Si pudiera ser antes, se lo agradecía mucho.- No quería tener que recurrir a sus "influencias", pero si no le dejaban opción tendría que hacerlo.

"El doctor Park está muy ocupado, y esos certificados tardan aquí en el hospital, si quiere mejor vaya a uno público". La mujer sonaba como una maldita, y seguía sin identificar su voz, tal vez era nueva.

-Mire, el doctor Park es mi médico de cabecera, él siempre está disponible--

"El doctor Park no es exclusivo de nadie, y no tendrá tiempo hasta el miércoles". La tipa insistió, groseramente.

-Disculpe señorita, soy Choi SeungHyun.- Suspiró, bien, tendría que usar la vieja confiable.- Soy hijo del coronel Choi HyunSoo, el doctor Park siempre me atiende, sé que si le hablo directamente, él me dará una cita para hoy mismo...

"Pues llámele". Y le colgó.

La maldita vieja le había colgado, a él. Al favorito de Park MinSeok. A ÉL.

-Esto no se va a quedar así.- Estaba apretando su iPhone tan fuerte, que creía que lo rompería.- Vieja culera, uno tratando de no hacer tráfico de influencias, y te tratan así, la voy a--. -Se interrumpió, cuando vio que el mismo número que había marcado, le estaba llamando.- ¿Y ahora?- Contestó inseguro.- ¿Hola?

"SeungHyun, hola, soy MinJi, ¿Me recuerdas? Soy la secretaria del doctor Park, fui a desayunar y dejé a una tarada en mi puesto, lo siento. Me comentaban que necesitabas ver al doctor hoy. Tenemos libre a las doce y media, podría atenderte a esa hora, si te parece bien".

Su sonrisa estaba enorme, claro que la recordaba, y conociendo a MinJi, le iba a poner la arrastrada de su vida, más cuando le dijera que había sido tan grosera con él.- Claro, a mí me parece perfecto, pero esa chica dijo--

"Está pendeja, hoy no tenemos espacio, pero para ti siempre lo hay. También es que está acostumbrada a ser una cretina en su área".

-Gracias MinJi, si pudieras darme la cita para hoy a las doce y media, como me comentaste, te lo agradecería porque sí me urge.

"Claro SeungHyunnie, ¿y los detalles se los diste a esta pendeja?".

Soltó una pequeña risa.- Sí, pero si quieres te los repito.

"No es necesario, haré que la amonesten si olvida decirme algo. Ya con esto está confirmado, SeungHyun, te esperamos aquí".

-Muchas gracias Minji, hasta al rato.- Dijo amablemente.

"Hasta al rato, y discúlpame otra vez". Su voz sonaba realmente apenada.

-No hay problema, adiós noona.- Colgó con una sonrisa de satisfacción. Al menos ya tenía un pendiente menos. 

Ahora sólo necesitaba que su pequeño dragón tuviera un bonito despertar y podría tener su muy necesario sexo mañanero.

Salió lentamente del baño, y vio que su adorado seguía igual de dormido. Miró la hora en su iPhone, y vio que apenas iban a dar las diez de la mañana, tenían tiempo, pero no quería jugársela y llegar tarde. Buscó en su maleta la ropa que usaría ese día. Ahora que lo pensaba, tendría que lavar o comprar más, porque sólo había traído tres cambios de ropa -algo exagerado para su viaje de un día-, y este era su última camiseta limpia, y apenas estaban a Lunes.

Sonrió, después de la consulta llevaría a JiYong con él de compras, sería interesante dejar que él le eligiera la ropa, eso lo pondría feliz seguramente. Sólo esperaba que no lo quisiera vestir de manera muy llamativa o algo así.

Vio al omega removerse un poco, sonrió como un idiota enamorado, y se acercó lentamente a la cama para acostarse a su lado, abrazándolo por la espalda.

-Buenos días, solecito.- Susurró, besando su nuca y acariciando su vientre.

-No me digas así.- Respondió hosco.

Bien, no estaba de buen humor, aparentemente.- ¿Y cómo te digo, mi Sol y estrellas? ¿Luna de mi vida? ¿Amorcito?

El menor soltó una risita.- Mi nombre está bien.- Tomó la mano que estaba en su estómago y la llevó a sus labios, para besar su dorso.

-¿JiYongie, mi bebé precioso?- Preguntó inseguro.

Soltó una carcajada y se giró, para mirarlo a los ojos.- Es muy temprano para tus cursilerías, anciano.

-Nunca es muy temprano para un corazón enamorado.- Besó su nariz, y sonrió, esperando que sus hoyuelos evitaran que lo golpeara por empalagoso.

El omega estaba rojo.- Dios, no puedo contigo.- Se abrazó a su pecho, para que no viera lo avergonzado que estaba. 

Algo imposible, la verdad.

-Vamos a bañarnos, mi amor, necesitamos llegar al hospital antes de las doce, no quiero que nos salten en la lista.- Acarició su espalda y dejó un beso en su cabeza.

-No quiero, quiero quedarme aquí con hyungie todo el día.- Usó esa maldita voz aniñada que lo volvía loco. 

No podía negarse cuando hablaba así.

-Mi amor...- Suspiró derrotado.

-¿Por qué tenemos que ir hoy? Hoy no quiero salir.- Se abrazó más a su pecho, y empezó a acariciar su abdomen bajo la ropa.

-Ya hice la cita, mi vida, tenemos que ir. Me puedo meter en problemas si no mando los documentos a la estación.- A estas alturas, trataba de convencerse a sí mismo, más que al menor. 

-Buuh, aburrido.- Se levantó bruscamente, no había que ser un genio para darse cuenta de que estaba irritado. Le daba la espalda y se había cruzado de brazos.

-Amor, sólo vamos ahí, regresaremos pronto y haremos lo que tú quieras ¿sí? Veamos tus películas románticas en Netflix ¿Va?

-No.- Hizo un puchero.- Si ya me vas a hacer salir, llévame a algún lado, mínimo.

Reprimió una sonrisa burlona.- ¿Quieres acompañarme a comprar ropa? Ahorita voy a usar mi última camiseta, y no tengo ganas de lavar.

Eso hizo que girara y le diera una mirada ilusionada.- ¿En serio? ¿Dejarás que te vista como yo quiera?- Preguntó malicioso.

-Amor.- Tragó duro.- Claro, solo no elijas cosas muy extravagantes.

-¡Hey! No soy extravagante, sólo tengo estilo.

Se sentó en la orilla de la cama, al menos ya no se veía molesto.- Como tú digas, mi amor.

-¡Ya te dije que no me tires a loco!- Se lanzó sobre de el alfa, pero no pudo tirarlo sobre su espalda, así que sólo quedó sentado sobre los muslos del mayor.

-Te ves precioso cuando te enojas.- Le rodeó la cintura con sus fuertes brazos, y recostó su cabeza en el pecho del más delgado.

-No creas que con tus halagos me vas a distraer.-Intentó separarse del alfa, pero no era lo suficientemente fuerte, el otro lo tenía bien agarrado.

-Sólo trato de que me des un poco de amor.- Dejó un beso muy cerca de su pezón izquierdo. 

-¿Ah sí?- Preguntó insinuante, mientras lo abrazaba por los hombros y se acomodaba mejor, para quedar sobre del pene del alfa.- ¿Qué tanto amor quieres?- Susurró.

Soltó un gemido, cuando sintió el trasero restregarse en su miembro, que estaba ya muy despierto, bendita/maldita pubertad.- Mucho, mucho amor.

-Pues para la otra será, porque ya nos tenemos que ir ¿no?-Hizo el intento de separarse, pero SeungHyun no se lo permitió.

-Oh, no cariño, no me vas a hacer lo mismo que ayer.- Lo cargó como si nada y se dirigió al baño.- Nos bañaremos y me darás esa mamada que me quedaste debiendo.

-¡Hyung! Ya no hay tiempo.- Se sujetaba del cuello y reía, por los besos que dejaba el mayor en su clavícula y cuello.

-Claro que sí, sólo desayunamos rápido y nos da tiempo más que suficiente.





-





Jamás se iba a cansar del sexo. 

Bueno,  se cansaba, le dolía incluso, pero valía totalmente la pena. 

Y aunque no era lo más cómodo del mundo, el sexo en la ducha había resultado -otra vez- muy bien, demasiado bien.

Lo inconveniente, es que no habían tomado en cuenta -otra vez- el nudo y ahora estaban en una encrucijada, ¿Deberían bañarse así? ¿O mejor platicaban hasta que se le bajara?

-Eres un genio hyung.- JiYong sonaba irritado, no podía verlo ya que éste le estaba dando la espalda, pero se notaba claramente en su voz.

- Jamás te escuché quejarte mientras me estaba creciendo, eh. No me quieras echar toda la culpa.- Tenía una mano sobre los azulejos de la pared, y la otra rodeaba la cintura del omega. No estaba seguro si a JiYong le gustaría que lo abrazara más, porque en este momento parecía odiarlo mucho.

No quería que se volviera loco de repente, y le estropeara la máquina en un movimiento brusco.

Debía tratar al menor con pinzas, peor que si fuera una bomba atómica.

-Ah, ahora resulta que es mi culpa. Pues que yo sepa, mi pene no está dentro de tu culo.- El rencor era más que palpable.

-No mi amor, no quise decir eso...- Reprimió el suspiro cansado, que sabía lo haría explotar.- Es sólo que se me olvidó, y me encabrona, porque cuando estoy contigo me pongo todo pendejo.- Se apretó un poco más a su espalda, cuando lo sintió relajarse por sus palabras.- Es que no puedo controlarme, mi instinto quiere tanto embarazarte.- Besó su marca, y acarició lentamente su vientre.- Quiero hacerte a nuestro hijo antes de regresar al servicio...

-Pero yo no quiero estar solo, hyung.- Las manos más pequeñas se posaron sobre la suya, en dónde pronto estaría su cachorro.- No quiero que me dejes otra vez.

-Por eso te voy a dejar a nuestro bebé, para que nunca más estés solo...- Susurró, besando suavemente su nuca.

-No hyung, quiero que tengamos a nuestro bebé juntos.- Casi pudo ver el puchero que debía tener en esos momentos.

-Y eso haremos, los veré todas las semanas, y pediré permisos--

-Sabes a lo que me refiero.- Intentó girarse para enfrentarlo, pero el doloroso tirón que sintió en su pene, casi lo hizo gritar.  

-No te muevas, mi amor.- Lo tomó firmemente de la cadera, para que regresara a su anterior posición.

-No me cambies el tema.- Había indignación en su voz.

-No lo hago, sólo quédate así.- Besó su hombro.- Ahora sí, continúa. 

Suspiró frustrado.- Por mucho que me haga ilusión tener un cachorro ahora, no quiero que tú estés encerrado toda la semana y sólo nos veamos unas horas...

-Eso lo debimos pensar antes mi amor, por lo que sabemos, tal vez podrías ya estar esperando...

-No es justo, no quiero estar solo en mi primer embarazo. Quiero que sufras conmigo cuando te haga levantarte por mis antojos a las tres de la mañana.

Con todos los cambios de humor que había notado en el menor, lo más seguro es que su temor de tener un hijo "solo", mientras él estaba en el servicio, fuera una realidad. Tenía que encontrar la manera de calmar al omega, y que se concentrara en otra cosa, al menos por las siguientes horas.

-Sé que no es justo, corazón, pero nos hemos estado precipitando en todo, no me sorprendería que en esto también...- Tomó un tiempo para pensar qué debía decirle.- Pero no te preocupes, primero tenemos que ir con el doctor Park, ¿sí? Deja te froto tu espalda.

Besó su hombro, antes de tomar la esponja y poner jabón líquido en ella, ayudando lentamente al menor a bañarse. Era un poco incómodo, porque no podía alejarse mucho, y definitivamente agacharse era algo doloroso para él. 

Pero después de unos minutos, JiYong se empezó a reír sin razón aparente, o bueno sí, era algo cagado. Las dos veces anteriores que habían cogido en el baño, ya se habían terminado de bañar, cuando un beso había llevado al otro, y pues no habían necesitado hacer más que enjuagarse una vez más antes de salir.

Ahora parecía que jugaban Twister.

-Puedo enjabonarme solo, hyung.- Rió, quitándole la esponja.

-Pero no te muevas muy brusco, o me rompes la máquina.- Tomó el bote de shampoo, y se puso una cantidad generosa, para lavar su cabello. 

-¡Ya te dije que no le digas así!- No podía evitar reírse. 

-Como no hemos encontrado otra forma de decirle, le seguiremos llamando así.

-Deberíamos decirle mini Choi.- Dijo burlón.

-Oye, no es tan mini.- Le dio una mordida en el hombro. Tomó más shampoo, e hizo lo mismo con el menor, masajeando con ternura su cuero cabelludo, mientras este reía suavemente.

El omega cerró por un momento los ojos, disfrutando de la caricia, hasta que por fin habló.- Sí, y como que tu apellido es muy genérico.

-¡Hey!- Reclamó ofendido, deteniendo su acción.

-Eso no me lo puedes negar.- Tranquilamente se inclinó para tallar sus piernas, lo hacía con cuidado porque no quería dañar a la máquina.

-Bueno, pues hazte a la idea de que en unos días, ese ya va a ser tu apellido.- Desde esa posición podía ver a su contorsionista omega, y era muy sensual, sin querer había llevado sus manos a su cadera.

-Sí, ya sé, nuestros cachorros tendrán un apellido tan común.- Suspiró, y procedió a restregar la esponja en las pantorrillas del alfa, sin esfuerzo aparente.

-Eres demasiado flexible, cariño, no quiero sonar muy puerco, pero me está prendiendo mucho eso que estás haciendo.- Soltó un gemido, porque una particularmente grande descarga de semen se dio dentro del menor.

-Hyung...- Susurró, para luego gemir agudo.

-Tú sigue JiYongie, no te detengas.- Acarició su espalda baja.- Fíjate que sería interesante que tuvieras un tatuaje aquí.

-No hyung, ahí van las tramp stamp...- Ya no podía continuar con su labor de limpieza, se concentraba para no dejarse caer por el placer que estaba sintiendo.

SeungHyun se dobló todo lo que pudo para intentar besar la zona que le había mencionado, pero sólo llegó al centro de su columna, donde dejó un beso.- No sé que es eso.- Volvió a besar el mismo lugar, mientras su mano derecha bajaba hasta el miembro del omega, para masturbarlo lentamente.

-Lo que se hace Ted-- ¡Mierda, hyung!- Gritó. SeungHyun empezó a moverse, y su nudo estaba estimulando deliciosamente su próstata. 

-Ajá, continúa, te escucho.- Susurraba ronco, aumentaba poco a poco el ritmo de su pelvis, y el de su mano en el pene de JiYong.

-Hyung.- No podía hablar, solo gemía. En cualquier momento le fallarían sus piernas.

-Te tengo, precioso.- El brazo izquierdo del alfa lo rodeó, antes de que un espasmo le debilitara sus rodillas, y cayera al suelo. Con cuidado de no resbalar, se agachó con el menor en sus brazos.

-Hyung.- Había quedado arrodillado, con el mayor detrás de él.

-Di el nombre de tu alfa, omega.- SeungHyun besó su marca una vez más, y volvió a sus embestidas.

-SeungHyun, yo--

-¿Quieres que te de a nuestro hijo?- Aumentaba sus movimientos pélvicos, y regresó a estimular su pequeño miembro.- ¿Quieres que te lo de ahora mismo?

-Hyung- Ahogó un grito mordiendo el antebrazo del alfa que le rodeaba el cuello, era demasiado el placer que sentía.

Sobre todo cuando sentía una nueva descarga de semen en su interior.

-Mi nombre, omega.- Exigió con voz ronca.

-SeungHyun- No pudo evitarlo, y gimió agudamente, cuando se vino por segunda vez en el día.

-Así, mi amor, llama a tu alfa mientras te embarazo.- Sabía que jugaba con fuego, al traer una y otra vez el potencial embarazo, pero estaba fuera de su control, y más cuando seguían anudados.

Sólo esperaba que JiYong no lo odiara luego.

-

Lograron salir después de estar casi una hora en la ducha, por fin separados. Sus manos y pies estaban arrugados y JiYong se moría de la angustia de que sus tatuajes se fueran a infectar, ya que se le había olvidado por completo que no debía de mojarlos mucho. 

Pero se había cogido tan bien al omega, que no le había reclamado en lo absoluto

-¿Crees que deba de llamar a Delusion?- La ansiedad brotando de su voz, mientras se ponía su ropa interior.

-¿Por qué?- Él ya tenía sus bóxers, y sí, eran los mismos que había usado ayer, porque sólo había traído dos... El otro no era opción, porque seguía manchado de semen.

-Pues porque mojé los tatuajes, y me dijo que no lo hiciera, o al menos no tanto.- Buscaba entre sus camisetas, alguna con mangas lo suficientemente largas para cubrir del sol inminente a sus preciadas tintas.

-Mmm.- Pensaba, mientras se ponía el mismo pantalón, era eso o su uniforme de policía, que por cierto, debía de estar en casa de sus suegros. 

-Lo digo en serio, se me podrían caer los brazos, ¿sabes?- Era inútil, por más que revolvía las prendas, no le iban a que crecer mágicamente las mangas que necesitaba.

-Como tú consideres, cariño, pero no creo que se te caigan los brazos.- Tomó su única camiseta limpia, verde con la silueta blanca de un águila. No se le antojaba usar otra vez su camiseta de manga larga negra, pero no tenía opción, ya que no quería tampoco exponer tanta piel. Buscó con la mirada la dichosa prenda, y la recogió del suelo.

-Oye, ¿puedes prestarme eso?- Preguntó el omega alegre.

-¿Qué cosa, mi amor?- Dijo confundido.

-Eso.- Señaló su camiseta negra.

-¿Esto?- Cuestionó confundido, levantando la susodicha, que estaba en su mano derecha. 

-Sí.- Sin esperar respuesta, se la arrebató, y la llevó directamente a su nariz, inhalando profundamente.

-Mi amor, eso está sucio... La usé ayer, debe estar súper sudada.

-Pues ibas a usarla, y huele bastante bien para mí.- Levantó los hombros, quitándole importancia.  

-Es que ya no tengo otra, y me iba a poner esta encima.- Le mostró la prenda verde.

-Pues yo necesito algo que me cubra del sol, y esta es perfecta, además de que huele a ti.- Le guiñó un ojo, y se puso la camiseta.

SeungHyun suspiró derrotado, pero al ver como le quedaba adorablemente grande, sobre todo de las mangas, se rió.- Como tu quieras, corazón.

Terminaron de vestirse en silencio, el alfa sabía que no tenían precisamente mucho tiempo, pero ya a este punto le daba un poco igual. Había tenido una de sus mejores sesiones de sexo, su omega quería usar su camisa olorosa a él, y casi podía sentir que había dejado encinta a JiYong. 

Al parecer, sería un buen día.

-



Comieron tan rápido que casi se atragantaron, pero entre las bromas de su abuelo, las preguntas incómodas de su abuela, y el boca floja de JiYong, no habían tenido otra opción. Era eso, o caer en estado de inanición más adelante, por saltarse la comida más importante del día.

Afortunadamente habían encontrado un taxi rápido, y el tráfico parecía estar a su favor. Llegaron un poco pasadas de las doce a la recepción, y no pudo sentirse más orgulloso de sí mismo. Era una tontería, pero se sentía bien, por alguna razón.

-Hyung, ¿Ese no es DaeSungie?- El omega preguntó bajito, señalando con su mano libre a un joven que guiaba a una horda de niños por el pasillo del hospital.

-Ah, no sé, no creo, ¿Qué haría él aquí?- Achicó los ojos, para ver mejor, pero era inútil, el susodicho les daba la espalda. 

-Pues vamos a ver, no perdemos nada.- El menor lo arrastró en dirección del presunto chico.

Cierto, no perdían nada, aún tenían tiempo, y su consulta era aquí en la planta baja.

Caminaron un poco más rápido, hasta que el flautista de Hamelin, se giró y se llevaron una sorpresa los tres. 

Sí, era DaeSung.

-¡Hyung! ¡JiYong-hyung!- Saludó el menor, con su característica sonrisa.- ¿Qué hacen aquí?

-No, tú qué haces aquí, ¡Es de día!- El omega trataba de no gritar, pero estaba genuinamente impresionado.

-¡JiYong-hyung! ¡Ya le dije que no soy un vampiro!- Reclamó, pero sin realmente hacerlo. 

DaeSung nunca reclamaba.

-¡No dije eso!

-Pero eso insinuó.- Por fin le dirigió una mirada directamente a él, y sólo ahí se dio cuenta de cuanto había extrañado al cachorro.

-Hola, DaeSungie.- Sonrió, soltando la mano de su pequeño novio, y acercándose para abrazar al más joven.

-¡Hola hyung!- Respondió el gesto, tan entusiasta como siempre.

Pasaban los segundos, y no soltaban ni un poco el abrazo, hasta que sintió algo extraño en su corazón, algo que lo hizo separarse lentamente del chico.

-¿Ya terminaron? ¿O mejor les consigo un puto cuarto, eh?- Sintió otro apretón en su corazón, y se giró bruscamente para ver al omega, que había hablado con mucha saña.

-¿Ocurre algo?- Preguntó el cachorro, confundido.

-No DaeSungie, es sólo que--

-Ah, no, por mí sigan, igual y ya no necesitamos el pinche papel.- El veneno salía al por mayor de la boca de JiYong.

-Amor...- Usó un tono de súplica, debía hacer algo, no tenía ganas de aguantar una escenita.

-¿Me hablas a mí, o a tu otro amor?- Preguntó sarcástico.

DaeSung estaba muy desorientado, y no sabía qué decir.- Hyungs, tengo que irme, estoy sirviendo de voluntario en el hospital, si quieren nos ponemos de acuerdo para ir a comer, mi turno termina a la una.- Les dio una última sonrisa, y les hizo un ademán con la mano, para que lo llamaran. 

Vieron al menor alejarse con sus niños, y suspiró cansado. 

Inocente de él, que pensó que por haberle dado sexo increíble a JiYong, lo salvaría -al menos por resto del día- de su humor volátil. 

Una parte quería mandarlo al carajo, o sea, había hecho absolutamente nada malo. Pero su otra parte, que era la que lo tenía todo pendejo, le decía que no, que debía de ser paciente, y confortar a su omega. 

Inclinando ligeramente la cabeza, se acercó lentamente, hasta quedar enfrente de JiYong. Se agachó un poco, y lo abrazó, escondiendo su rostro en su cuello, dejando un beso directamente en su marca.

Lo relajó en un segundo, fue casi inmediato.

-¿Mejor?- Preguntó suavemente, directo en su oído.

-¿Qué me está pasando, hyung?- Respondió, angustiado, podía detectar arrepentimiento en su voz.

-Eso vamos a averiguar, ven, vamos.- Besó su sien, y tomó delicadamente su mano, entrelazando sus dedos de nuevo.

Caminaron por los pasillos, hasta que llegaron al consultorio del doctor Park. MinJi que estaba en su escritorio tecleando, no les prestó atención.

SeungHyun tosió un poco, pero era en vano, estaba concentrada completamente en lo que sea que estuviera escribiendo.

-Disculpe señorita, tenemos una cita.- Dijo JiYong neutro, estaba completamente calmado ahora, eso era bueno.

-Ah, sí, ¿su nombre?- Preguntó, pero seguía sin dirigirles la mirada.

-Choi SeungHyun.- Respondió, aguantándose la risa, cuando la enfermera por fin levantó la vista y sus ojos se abrieron muy grandes al verlo.

-¡SeungHyun-ah!- Se paró de la silla, y rodeó el escritorio, para acercarse a abrazarlo.

El alfa sabía que no tenía malas intenciones con su muestra de afecto, pero no podía arriesgarse a tener otra escena de celos, así que sólo levantó su mano en un ademán de "no te acerques, porfa". La chica se frenó inmediatamente, y le lanzó una mirada de desconcierto; así que tratando de no verse muy obvio, le hizo una seña con los ojos, para que notara al pequeño a su lado, que tranquilamente lo había tomado posesivamente del brazo.

Ella pareció entenderlo.- Oh, hola, tú debes ser la pareja de SeungHyun-ah, eres lindísimo, ¿Cómo te llamas?

-Kwon JiYong.- Vio al omega sonreír un poco.

-Bonito nombre.- Revisó su reloj en su muñeca izquierda.- Faltan unos diez minutos para su cita, el doctor Park les dio espacio antes de sus otros compromisos. Entraba a la una, pero vendrá antes por ti SeungHyun-ah, no debe de tardar, ya sabes que él es muy puntual, los llamaré cuando llegue, tomen asiento.- Habló muy rápido la chica, y les señaló unas sillas detrás de ellos.

-Gracias, señorita.- Volvió a hablar el omega.

-Oh, llámame MinJi, o noona.- Le guiñó un ojo, y regresó a su escritorio.

Hicieron lo que les dijo la enfermera, y rodeó a JiYong por los hombros con su brazo izquierdo, una vez estuvieron sentados lado a lado, besó su mejilla repetidas veces, logrando que el menor riera. Tenía que mantenerlo así, porque sinceramente no sabía que ocurriría en su consulta.

Pasaron los minutos, y ellos simplemente se susurraban tonterías y revisaban sus respectivos teléfonos. Estos últimos días no habían estado muy al pendiente de lo que ocurría en el mundo exterior, pero no les importaba mucho. 

Hasta que JiYong vio algo.

-Hyung, ¿Ya viste lo que subió SeungRi?- Preguntó un poco ofendido.

-¿Qué? Ni siquiera lo sigo...- Respondió indiferente.

-¡Mira!- Casi golpeó su rostro con la pantalla táctil, estaba tan cerca que no podía verlo bien.- ¡El maldito subió una foto besándose con YoungBae!

Tomó lo más delicado que pudo la muñeca del omega, y alejó un poco el aparato, para ver que efectivamente, ahí estaba la presunta foto. No era algo realmente escandaloso, sólo estaban dándose un besito, los dos tenían los ojos cerrados y claramente podía ver como el pequeño SeungRi era el que sostenía lo que -supuso- era el teléfono que había tomado la cursi imagen.

-Se ven tiernos.- Comentó neutral.

-¡Hyung!- Le reclamó muy indignado.

-¿Qué?- Oh no, ahí iban de nuevo.

-¿Cómo que, qué? ¡Están tratando de robarnos nuestro título!- Sonaba tan ofendido, que si no fuera porque conocía  a JiYong, pensaría que era realmente algo imperdonable. 

-¿Qué título? Ni nos hemos inscrito a la universidad...- Intentó bromear, pero él lo miró feo. 

-No te hagas al chistoso.

-¡No lo hago!- Trataba de defenderse, pero era inútil. 

-¡Nos quieren robar el título de power couple!

-¿Powa, qué?

Power couple! ¡Como Beyoncé y Jay-Z! Ya sabes, una pareja poderosa, chida--

-¿No me dijiste que ese pendejo la engañó?- Preguntó, genuinamente confundido.

-¡Ese no es el punto!

-Pues yo no te quiero engañar.- Se cruzó de brazos.

-¡Claro que no! ¡Pero no hablamos de eso!- Dijo exasperado.

-Siempre supe que no estaban enlazados.

-¡Hyung hazme caso!- Lo zarandeó del brazo.

-Tú fuiste el que metió a Beyoncé.

-¡El punto es que quieren ser la mejor pareja de mi prepa!

-Pero ya no estás en la prepa, mi amor.

-¡Pero--!

-Bueno, ¿qué tenemos que hacer para conservar el mentado título?- Preguntó un poco resignado.

-¡Subir una mejor!- Gritó con entusiasmo. 

-Cariño, la foto de tu cumpleaños se me hace mejor que esta, ahí hay amor de verdad, en esta solo veo morros cursis...

JiYong volvió a ver la foto en su celular, y añadió.- Bueno, sí, tienes razón.

-Claro que la tengo, mejor denúncialos a la policía por corrupción de menores y así mantendremos el título eternamente.

JiYong soltó una carcajada.

-Chicos, el doctor llegó, ya pueden pasar.- Les dijo amablemente MinJi.

-Gracias, noona. Vamos.- Se levantó, y ayudó al menor a incorporarse, seguía riendo. No había sido tan gracioso, pero tampoco se iba a quejar, le gustaba su risa.

Entraron al consultorio que era tan familiar para él, y que estaba casi igual a la última vez que estuvo ahí. El doctor Park estaba en su escritorio, tecleando rápidamente, pero les dio una sonrisa apenas cerraron la puerta.

-Hola SeungHyunnie, y tú debes de ser JiYong-ssi, tenía muchos años que no te veía.

-Hola, hyung, sí, él es Kwon JiYong, mi futuro esposo y pareja.

El omega ya había dejado de reír, y ahora se encontraba un poco cohibido, pero aún así hizo una inclinación con la cabeza.

-Pasen, siéntense muchachos.

-Gracias.- Hicieron lo que les dijo, y esperaron a que el médico terminara de escribir en su computadora.

-Bien, señor Kwon, ¿Tiene su expediente?- Preguntó tranquilamente MinSeok. 

-¿Cuál expediente?- Dijo JiYong extrañado. 

-Sí, cuando un omega atraviesa su cambio, el médico de cabecera abre un expediente nuevo, el que tenía antes como cachorro se suele anexar a este nuevo, pero no siempre es necesario.

-Hyung, no sé si mi padre le contó lo que pasó.- Intervino el alfa.

-Increíblemente, no he hablado con él SeungHyunnie, sólo sé que estás solicitando un certificado de enlace, y es fácil, necesito hacerles una prueba de sangre y una pequeña examinación en tu pareja, pero necesito el expediente de ambos. Como este es tu hospital, lo tenemos, pero el de él no.

-Oh, no, es que apenas cambió el sábado...-Comentó SeungHyun inseguro.

El doctor abrió los ojos asombrado.- ¿Y cuándo se enlazaron?

-El sábado...- Susurró, ahora sí un poco apenado, al ver la sorpresa en la cara del mayor.

-Bien, esto es inesperado. 

JiYong lo tomó de la mano, y giró la cabeza para verlo. Miraba directamente al piso, y tenía las mejillas muy sonrojadas.

-¿Hay algún problema con eso?- Preguntó al ver que el médico no continuaba.  

-No, bueno, es poco común. Sabía que era menor que tú, pero no sabía qué tanto, pensé que ya tenía algunos meses desde su primer celo, y-- En fin, no pasa nada.- Se cortó y les dio una sonrisa tranquilizadora.- Podemos abrirte tu expediente aquí, JiYong-ssi, es lo bueno. Así que les tomarán las muestras de sangre, y si todo sale correcto, que yo sé que sí, en unas horas les entregarán la documentación.- Oprimió un botón en su intercomunicador.- MinJi, necesito que vengas a tomar las muestras de sangre, y voy a abrir un expediente nuevo para un omega.- Dijo, sin esperar respuesta, colgó.

-Hyung, ¿qué pasa? Dinos la verdad.- SeungHyun no se tragaba del todo eso de "todo bien, todo chido".

No después de su cara de espanto.

-Nada, en serio. Sólo que es muy raro, y son la primera pareja enlazada en el primer celo que atiendo, en toda mi carrera profesional. -Comenzó a teclear de nuevo en su computadora.- Y me sorprende más que no hayan necesitado las setenta y dos horas mínimas de apareamiento, antes de poder salir a la calle.- Regresó su mirada a ellos, y añadió al verlos tan nerviosos.- Tranquilos, de verdad no pasa nada, sólo me tomaron por sorpresa. Bien, JiYong-ssi, ¿podrías cambiarte? Necesito revisar que está todo correcto con tu cambio.

Sintió la pequeña mano darle un apretón, ahora estaba aún más rojo que hace un momento.

-¿Es necesario, hyung?- Preguntó el alfa, preocupado por la repentina timidez de su novio.

-Claro que sí, lo hice igual contigo, ¿no recuerdas?

-Sí, pero...

-Si gustas puedes esperar afuera.- Sugirió, un poco burlón.

-No.- Respondió rotundo, frunciendo un poco el ceño.

-Mejor, así le darás más seguridad a tu pareja.- MinJi entró, y traía consigo una bata, que le extendió al omega.- JiYong-ssi, puedes cambiarte detrás de la cortina, toma tu tiempo, no te preocupes.

JiYong soltó su mano, y se levantó, tomando la prenda blanca y de tela delgada, para caminar lentamente a dónde le habían indicado.

MinJi lo detuvo de levantarse y seguir al menor, él sería el primero en dar la muestra.- Hyung.- Dijo una vez que perdió de vista a JiYong detrás de la cortina.

-¿Sí?- Había regresado a escribir en su computador.

-¿Es malo que nos hayamos enlazado así? Ahora que lo pienso, desde que lo hicimos, como que todos nos ven raro.

-Como ya les dije, es muy extraño, pero es perfectamente legal y lógico, puesto que son pareja destinada, y no es algo que puedan evitar realmente. No le des más vueltas al asunto, SeungHyunnie, sólo exageré porque ya estoy envejeciendo.- Intentó bromear, para que ya lo dejara por la paz.

Eso por alguna razón no terminaba de calmarlo. 

Sintió a MinJi ponerle una liga que apretó su brazo, y así aparecieran sus venas, para facilitar la extracción de la sangre.

-Entonces, ¿Cuándo comenzó exactamente tu celo, JiYong-ssi?- Preguntó, sin despegar la mirada de la pantalla ni sus manos del teclado.

-Pues, debió empezar como a la una de la mañana.- Respondió suavemente, desde detrás de la cortina.

-¿Del día dieciocho?

-Sí.

-Correcto, ¿Y hasta cuándo se prolongó?

-Es difícil saber.- Sintió que debía ayudar al menor, de cualquier manera. MinJi golpeaba su antebrazo, para resaltar más las venas.

-¿Por qué?- Interrogó Park.

-Bueno, digamos que yo llegué como a las dos... Y nos enlazamos mas o menos a esa hora.- Hizo una mueca, cuando le insertaron aguja.

-No tuve dolor más de una hora, doctor.- Añadió desde su lugar JiYong.

-Y tuvimos relaciones, desde esa hora hasta como a las diez de la mañana, casi ininterrumpidamente...- La enfermera le puso un algodón sobre su herida, una vez sacó la jeringa, y le hizo doblar el brazo, para que con la presión, parara la salida de sangre.

-Eso serían, aproximadamente ocho horas.- Murmuró, y seguía escribiendo.- ¿Recuerdan cuanto duró el primer nudo?

-Pues, unas ¿cinco horas?- Preguntó lo último, como buscando la aprobación del omega.

-Sí, algo así.- Respondió suavemente, saliendo de detrás de la cortina, con esa horrible bata, pero que en él se veía adorable.

-Es demasiado, aún para tratarse del primer nudo.- Murmuró, y luego añadió más fuerte.- Suele durar hasta tres horas, y siendo que JiYong-ssi no está completamente desarrollado, en teoría, no debería de haber durado más de quince minutos, que es el tiempo máximo de expansión del nudo... 

-¿Entonces hay algo malo...?- Preguntó SeungHyun, más temeroso que antes.

-No del todo, puede que seas demasiado viril y aún sin el bulbo, anudaron.

Vio la sonrisa pedante de JiYong, que cuando mencionó la palabra "viril" provocó que se miraran directamente a los ojos, ignorando completamente lo que el médico dijo después de eso.

-Me preocupa más el que tu celo haya sido tan corto.- Continuó MinSeok, tratando de que le prestaran atención nuevamente.

-Me regresa el calor, de vez en cuando.- Comentó el omega.

-Eso es normal, pero el celo, lo que viene siendo el dolor y las ganas incontrolables de copular... No suele durar tan poco. Cuando se interrumpe así de brusco el celo, comúnmente es porque se ha logrado exitosamente la concepción.

Su corazón dio un vuelco, y su mirada se conectó otra vez con la de su prometido.

-...Sin embargo, son muy jóvenes.- Añadió, recalcando sus palabras, para que la pareja escuchara lo que iba a decirles.- Apenas debes estar en la edad de la completa madurez SeungHyun, te lo expliqué cuando viniste a tu análisis el año pasado, y pues, JiYong-ssi tampoco debería ser capaz de quedar en estado, no aún.

-Pero es una posibilidad, ¿no?- Preguntó ilusionado el omega.

-Claro que sí, pero es mínima, ¿has tenido tu menarquia, JiYong-ssi?

-¿Mi qué?- Preguntó confundido.

-Tú primera menstruación, amor.- Explicó, riendo suavemente.

-Claro que no, esperen.- Puso una exagerada cara de horror.- ¿Voy a sangrar, como las mujeres?- Preguntó alarmado.

-El sangrado no es exclusivo de las mujeres, JiYong-ssi, es de omegas... Y de hembras betas fértiles.

-Un momento, ¡Nadie me dijo que iba a sangrar!- Dijo, cada vez más pálido.

SeungHyun quiso que se lo tragara la tierra, es cierto, su novio era pésimo en anatomía, y él, en su obsesión de dejarlo preñado había dejado todo eso de lado. Suspiró.

-¿Lo sabías, SeungHyun?- Preguntó, al verlo tallar cansado el puente de su nariz.

-Claro que sí...- Sacudió su cabello frustrado.- Bueno, no me acordaba, pero ahora que lo menciona...

-¡Me hiciste creer que ya estaba embarazado!- Se lanzó sobre el alfa, para ahorcarlo por haberlo engañado.

-Amor--

-Tranquilícese, señor Kwon.- La voz de MinSeok detuvo al omega, antes de que cumpliera su cometido.- Es normal pensar que estaba embarazado, más porque su celo se interrumpió...-El doctor Park se levantó de su asiento, y le señaló con la mano la mesa de examinación.- Ahora, si me permite, necesito revisar que todo esté en orden JiYong-ssi.

El menor le dio una mirada de espanto -olvidando por completo que segundos antes quería matarlo- así que SeungHyun se incorporó igual, para darle el apoyo moral que tanto necesitaba.

-Será sólo un momento, no me especializo en ginecología, así que el examen que haré es completamente básico. Necesito ver si efectivamente han tenido anudamiento y corroborar que la marca está sana... Así sabremos que el enlace está completo, será sólo un segundo.

-Tranquilo.- Se acercó a JiYong, y lo ayudó a subir a la mesa, no lo dejó alejarse, sujetándolo fuertemente de la mano.

El médico levantó unos soportes de metal que no había visto antes, porque estaban casi ocultos, y los señaló con la mirada.- Necesito que pongas tus piernas aquí, JiYong-ssi.

Recordó como hace casi un año, estaba llorando por no haber sido omega, y cómo el doctor se había burlado de él, diciendo que el examen que les hacía a los omegas era muy diferente.

Ahora sabía qué tan diferente era.

-Hyung.- Susurró su novio, apretando más fuerte su mano.

-Sé que es incómodo, cariño, pero tienes que hacerlo...- Besó el dorso de su mano derecha.

Park estaba poniéndose un par de guantes en sus manos, y MinJi revisaba unos utensilios en las gavetas, parecía estarse haciendo la loca, como para no mirarlos a la cara.

-Será un momento, lo prometo.- El doctor se sentó delante de él, esperando a que pusiera los tobillos en los soportes, y quedar completamente expuesto. 

Se sentía igual de angustiado que el pequeño omega. 

Suspirando resignado, JiYong hizo lo que le pidió, y su cara estaba rojísima de la vergüenza. 

-Bien, veamos.- Sin decir más, la enfermera puso una linterna, y el médico procedió a analizar la parte baja del cuerpo de su prometido. No podía ver desde aquí, pero por las muecas de incomodidad del menor, sabía que lo estaba tocando.- Superficialmente se ve correcto, no aprecio ningún tipo de desgarre, algo que puede ser muy común durante el primer nudo. Todo parece normal, ahora, necesito que te relajes, por favor, tengo que examinarte por dentro.- MinJi le puso una especie de gel en los dedos índice y corazón de su mano derecha, y el médico los frotó con su pulgar, supuso que para calentarlo.- Está un poco frío, así que discúlpame por eso.

Sabía que el doctor Park era el correcto para hacer este examen, porque por la cara de angustia y pena, que tenía JiYong, no se creía capaz de soportar que alguien más le provocara esos sentimientos y mucho menos, que lo tocara en una zona tan íntima. Poco le importaba si eran profesionales, nadie tenía derecho, más que él, a tocarlo ahí.

Maldita posesividad de alfa.

-Okay.- Lo vio quitarse tranquilamente los guantes.- Por dentro tampoco noto lesiones ni nada, tu próstata parece igual estar normal. Pero lo que me llama la atención es el bulbo, ya está de un buen tamaño, eso puede decir que tu cuerpo se ha estado desarrollando desde antes del celo...-Notaba la inseguridad en su voz.

-¿Eso qué significa?- Preguntó SeungHyun, no estaba muy seguro de estar entendiendo de lo que hablaba el médico.

-¿Eso tuvo que ver con que durara tanto el anudamiento?- Igual interrogó tímidamente JiYong.

-Mm, no, eso no tiene nada que ver, creo. Ya puedes bajar las piernas, JiYon-sii- El omega hizo lo que le dijo y el médico dejó en su anterior posición los soportes. Se levantó, y se puso otros guantes, que le tendió la enfermera.- Necesito que te incorpores, voy a revisar tu marca.

Ayudó al menor a sentarse, pero no se separó ni un centímetro de su lado. Notó como JiYong tenía la vista clavada en un punto del suelo.

El médico se acercó lo más que pudo, tratando de no invadir demasiado el espacio vital del incómodo omega.

-Está prácticamente cicatrizada, eso es bueno.-Tocaba con delicadeza el área cerca de la marca, examinando detenidamente.- ¿La has remarcado?

-No.- Dijo firmemente.- Sangró mucho al principio, pero creo que mi saliva la detuvo, sólo la he... Besado, y así.- No supo por qué le dio un poco de pena decir eso último.

-Es normal, tranquilo. Así como está, si intentaras reafirmarla, no se infectaría ni nada, ya sanó. Pero a muchos no les gusta morder en el mismo lugar, algo más de estética que de salud. Listo. Ya puedes cambiarte, JiYong-ssi.- Se dirigió a la pequeña estación, donde se quitó una vez más los guantes, y lavó sus manos en el grifo. 

-¿Entonces, hay algo malo con lo que mencionaste...?- Preguntó una vez más SeungHyun, ayudando a bajar a su novio.

-Mm, estamos frente a una situación extraordinaria, pero no es realmente malo. Y pues, eso explicaría porqué tu celo no duró el tiempo promedio.- Suspiró, sentándose nuevamente en su escritorio.- Ayuda a tu pareja, SeungHyunnie, mientras voy adelantando el papeleo del análisis.

El alfa sólo asintió, pero eso último lo había puesto ansioso. Maldita palabrería ambigua. Creando tensión como si fuera una maldita serie de televisión.

-¿Me voy a morir?- JiYong preguntó bajito en un tono asustado, una vez los dos estuvieron detrás de la cortina donde se había quitado la ropa antes.

-Claro que no mi amor, pero tal vez tengamos que hacerte otros análisis.- Lo ayudó a quitarse la bata, y la dobló descuidadamente.

-Me preocupa eso que dijo.- Susurró el omega, abrazándose a su pecho. 

Regresó el gesto y besó su sien.- No te preocupes, todo va a estar bien.- Tomó su rostro entre sus manos, y lo hizo mirarlo a los ojos.- No nos iremos de aquí, hasta que sepamos qué te pasa, ¿okay?

-Okay- Respondió inseguro.

-Bien, ahora ponte tu ropita, no quiero que te resfríes.- Lo besó brevemente en los labios, y buscó con la mirada las dichosas prendas. 

Estaban en un banquillo, así que mucho a su pesar, se separó de él para pasarle la ropa.

Vio al menor vestirse en silencio, pero podía sentir que ya estaba mucho más tranquilo que minutos atrás. Ojalá todo saliera tan bien, tal y como se lo había afirmado al omega.

-Deja, yo te ayudo.- Dijo SeungHyun, cuando lo vio inclinarse para ponerse sus Converse

Lo tomó por los hombros, guiándolo al banquillo, donde lo sentó. Regresó a donde estaban los zapatos, y se arrodilló frente al menor. 

-A ver.- Tomó el pie derecho, y lo puso sobre su muslo izquierdo, pero antes de tomar el calcetín y ponérselo, se quedó admirando sus peculiares dedos.- ¿Te he dicho que tienes pies sexys, JiYongie?- Acariciaba con ternura el dedito gordo.

-Hyung.- Alejó riendo su pie del mayor.

-Es en serio, mi amor, son hermosos.- Lo tomó del tobillo, para regresarlo a su lugar anterior, sobre su pierna.

JiYong sintió como ahora la gran mano acariciaba su talón, e intentaba subir un poco más, hacia su pantorrilla. Se empezó a excitar un poco, por las suaves caricias.

-Oh, no empieces con tus cosas pervertidas, estamos en un maldito consultorio.- Susurró el menor, lo más bajo que pudo, pero tratando de no perder la severidad que quería imprimirle a su demanda.

-Lo sé.- Hizo un puchero, y suspiró resignado, antes de tomar, ahora sí, la calceta y ponerla en su pie.- Pero cuando regresemos a la casa, quisiera darte un masajito en tus pies.

-Hyung, neta que a veces eres demasiado raro.

-Pero así me amas.- Metió su enfundado pie al zapato, y procedió a amarrar su agujetas.

-Pues sí, así te amo, ¿qué le voy a hacer?- Le regaló otra sonrisa, y bajó su pie listo, y subió el otro al mismo lugar, para que repitiera el proceso.

No podía evitar sentir esa fascinación por los pies de JiYong, eran feítos, pero tiernos al mismo tiempo. Estaban un poco más chuecos de lo que recordaba, se preguntó si tenía que ver con el baile. YoungBae le había comentado que esos últimos meses, habían aumentado considerablemente sus sesiones de danza juntos. 

Eso le recordó que tenían que hablar sobre sus planes académicos para el futuro... 

Sintió un beso sobre su nariz, y levantó la vista, para encontrarse con la sonriente cara del omega.

-Gracias, guapo.- Le guiñó un ojo, y se levantó de su asiento.

-De nada, precioso.- Le extendió su mano derecha, para que el omega lo ayudara a incorporarse del suelo.

-Pesas como treinta kilos más que yo, no podré levantarte.- Dijo riendo, pero aún así, tomó la mano más grande, entre las dos suyas.

-Antes igual pesaba treinta kilos más, pero como era omega no te importaba.- Bromeó, aunque era cierto.

El menor lanzó un exagerado gemido, del gran esfuerzo que había hecho al tirar de él. Si no hubiera sido por la mano libre del alfa, que se apoyó en el suelo, tal vez no se habría levantado.

-¿Dónde quedó mi caballero andante, mm, ese que no le importaba mi obesidad mórbida y me cargaba de todos modos?- Le reclamó juguetón, rodeándolo de la cintura, para acercarlo a él.

-Se te acabó cuando me metiste la verga.- Le susurró, antes de soltarse, y dejarlo solo detrás de la cortina.

Soltó una carcajada. Touché.

-¿Listo, chicos?- Les preguntó el médico, que increíblemente seguía escribiendo en su computadora. 

¿Qué tanto hacía, o qué?

Se sentaron frente a su escritorio, y esperaron a que terminara de teclear.

-Bien, ya tengo listo tu expediente JiYong-ssi. Le enviaré a MinJi todo para que les den el certificado de enlace, más tardar a las cuatro de la tarde, porque necesitamos igual los resultados de su prueba de sangre. Esto normalmente nos  toma unos días, pero ya le dije al director que como es un caso especial para la policía, acelerarán el proceso. Sólo necesito unos datos más, como el distrito al que está dirigido y tu oficial directo. 

La enfermera, que casi había olvidado que seguía ahí, se acercó para extraer la muestra de sangre del omega. Mientras él, le dio todos los demás datos que necesitaban para el dichoso documento. No tenía una buena memoria, pero -afortunadamente- habían enviado toda la información que requería a su correo, no recordaba si el Capitán Kim le dijo que se lo enviaría, pero se lo agradecería apenas lo viera. 

Era un poco gruñón, pero al mismo tiempo era un sol.

-Listo MinJi, si me haces el favor, lleva las muestras al área de urgencias, y tráeme los resultados apenas estén; necesito tener los resultados para anexarlos al expediente y a la solicitud, hay que llevarle todo al director Choi antes de que salga de su turno a las cuatro.

-Él siempre se va tres y media...

-Pues con más razón, dile al laboratorista Nam que vas de mi parte, para que no tengamos problemas. 

-Claro. Con permiso.- La enfermera salió del consultorio.

Hubo un silencio un par de minutos, mientras el médico tecleaba apuradamente en su teléfono. JiYong tomó nuevamente su mano, que estaba sobre el reposa brazos, y entrelazó sus dedos, su palma estaba un poco sudada.

-Bien chicos, creo que tienen muchas preguntas, sobre todo tú, JiYong-ssi.

-Sí.- Asintió el menor.

-En realidad, lo del bulbo no debería preocuparnos tanto, si no fuera porque son demasiado jóvenes y SeungHyunnie está en el ejército.

-¿Por qué lo dices, hyung?- El alfa sintió la ansiedad lentamente regresar a su cuerpo. 

-Hace rato les dije que era prácticamente imposible que estuvieras embarazado, JiYong-ssi, principalmente porque esa es la norma y no has presentado tu menarquia. Pero ahora que te examiné, tu bulbo ya estaba muy desarrollado, eso podría ser prueba de que efectivamente ya estás fértil, por eso se detuvo tu celo.

Su pulso se estaba acelerando, y casi pudo sentir que el de JiYong igual.

-Sin embargo, es difícil saberlo con certeza. Si ya se dio la concepción exitosa, aún con un examen de sangre, es muy prematuro para detectarlo. Deberías estar presentando síntomas más evidentes en una o dos semanas más. Además del cambio de humor, ¿Has tenido mareos, náuseas o cansancio?

-No.- Aunque sólo fue una sílaba, notó el temblor en la voz de su novio.

Asintió.- Ya veo, pero no hay que descartarlo aún. Podría dirigirlos con un ginecólogo, para que te hagas un ultrasonido y ver si efectivamente, tus genitales internos ya están completamente desarrollados...

-Sí/No.- Dijeron al mismo tiempo tanto JiYong como él. Abrió los ojos asombrado, al ver que el menor había dado la negativa.

-¿Ocurre algo malo, JiYong-ssi?- Preguntó extrañado el médico.

-No, bueno, no sé. Estoy abrumado. Venía con la idea de que me dijera que sí estaba embarazado, luego que no, y ahora que sí, no sé, tengo miedo de saber que es otra cosa.

-Si no es gestación, tampoco creo que sea algo malo. Posiblemente se debe a que tu cuerpo desarrolló ese órgano más fácilmente.- Tomó aire y continuó.- Mira JiYong-ssi, tu cuerpo está en un gran cambio, recibió de un momento a otro, una gran descarga de hormonas, y es normal estar inestable. Sigo dudando de que sea embarazo, honestamente. Lo vi con SeungHyunnie, que a una semana del cambio, ya había desarrollado una característica secundaria como lo era el nudo, pero dudo mucho que haya sido capaz de embarazar a nadie, sino hasta ahora, que sus espermas deben estar maduros. Lo mismo puede estar pasando contigo.- Les dio una sonrisa tranquilizadora.- Puedes haber desarrollado el bulbo, pero no tu útero, ni los ovarios; en un omega, normalmente toma de dieciocho meses a dos años, para lograr su madurez completa, y tampoco es recomendable embarazarte antes. 

-Entonces...- Insistió JiYong, que al parecer no entendía mucho de lo que el doctor le estaba diciendo.

-Entonces, no creo que estés embarazado, ni que haya algo malo con tu cuerpo. Ahora, les repito, si quieren puedo darles una orden de cita y lo comprueban de una vez, o simplemente pueden esperar un par de semanas, y los síntomas, de haberlos, saldrán a la luz.

-¿Y si quedo embarazado en esas semanas y no lo estaba?- Preguntó inseguro.

-Bueno, si puedes embarazarte, ya lo debes de estar. Y si no puedes, un par de semanas no lograrán mágicamente que madures.

-Podríamos tomar anticonceptivos.- Intervino por fin el alfa.

-Les recomiendo que vayan con un médico especializado en fertilidad, como son pareja enlazada, deben hacerse estudios y ver quien es el más apto para tomarlos y qué, los condones no son una buena opción, por el nudo.

JiYong estaba callado.

-Deberíamos ir a hacerle el ultrasonido ya.- Comentó SeungHyun, al ver la cara de indecisión de su omega.

-¿Pueden darme tiempo para pensarlo?- Preguntó el menor, muy inseguro.

-¿Pensar qué, amor? Es mejor saber qué está pasándote, ¿no crees?- Trataba de convencerlo.  

-¿Podemos decirle luego, para lo del ultrasonido?- Ignoró completamente lo que le dijo, y JiYong se dirigió al médico.

-Como gusten, es decisión de ustedes. Yo no me preocuparía, estoy noventa por ciento seguro que no es embarazo.

-¿Y que hay de ese diez por ciento, hyung?- Preguntó irritado el alfa.

-Si ya está embarazado, no hay nada que hacerle ¿no?- Comentó con una sonrisa. 

Pues sí, era obvio.

-Y la cita es fácil de conseguir, no tendrían que esperar mucho.- Dijo MinSeok, antes de recargarse más en su silla.

SeungHyun sentía cosas extrañas en su estómago. JiYong y él habían quedado de salir de toda duda, y parecían irse con más. 

-¿Algo más que quieran preguntarme?- Los animó, al ver que ninguno parecía querer hablar.

-No, creo que es todo.- Dijo el omega, levantándose de su asiento. 

¿Qué carajo? 

JiYong no lo esperó, y haciendo una pequeña reverencia antes, salió del consultorio. 

-Hyung, gracias por todo.- Le extendió su mano al médico, sonriéndole levemente, pero no pudo evitar que su voz sonara molesta.

El doctor le dio un formal apretón.- Claro, no hay problema. MinJi tendrá listo todo por ahí de las cuatro, ¿de acuerdo?

-De acuerdo, y gracias otra vez.- No quería pelear con el menor, así que dejó las cosas como estaban, no es como si pudiera obligarlo a hacerse el estudio.

-SeungHyun-ah, sabes que puedes obligarlo a hacerlo, ¿verdad?- Dijo MinSeok al soltarle la mano.

Apretó la mandíbula. Claro que lo sabía.- Pero no es correcto.

-Tampoco lo es que no tome en cuenta lo que quieres.

-Quiero que el esté tranquilo, y si él se siente así después de todo lo que le dijiste, ni modos.

-Bueno, de todas formas en una semana pueden comenzar los síntomas, ten paciencia.- El beta trató de levantarle el ánimo.

Asintió con la cabeza, y se giró rumbo a la salida.

Claro que necesitaba paciencia. Sobre todo con Kwon JiYong.





-





Se despidió de MinJi con la mano, y vio como gente le lanzaba miradas de odio. Al parecer su cita se había extendido demasiado, y ahora había pacientes esperando por más tiempo de lo habitual.

Buscó con la mirada a su pequeño novio, pero no lo encontró por ningún lugar. Suspiró cansado. Su berrinchudo omega lo volvía loco, y no precisamente de manera sexual.

Tomó su iPhone, y marcó su número. Sonó muchas veces, hasta que lo mandó a buzón. Genial, y ahora lo estaba ignorando.

-Ayúdame, universo, para encontrar a este hombrecito.- Susurró. Era lo más cercano a rezar que sabía hacer.

Caminó por los pasillos, y seguía sin aparecer. Llevaba ya cerca de diez minutos buscando, y su prometido parecía haberse evaporado. Había intentado llamarlo un par de veces más, pero seguía sin responder.

Le estaba comenzando a dar un ataque ansiedad, cuando pensó que debería mejor vocearlo, porque jamás lo encontraría en el edificio de más de diez pisos. Lo mataría por el oso, pero ya vería como le haría para calmarlo. 

Lo tenía más loco el que estuviera desaparecido.

Llegó a la recepción, y cuando estaba a punto de pedir que llamaran por el altavoz a su omega, escuchó una risa muy familiar, que lo hizo escanear en la gente.

Y sí, ahí estaba. Pero no estaba solo, ni triste, ni molesto, no, no, no. Estaba riendo, feliz de la vida, con DaeSung.

Tenía que ser cabrón.

JiYong estaba colgado del brazo de su joven amigo, y hablaba animadamente con él. Su sangre le hirvió, pero no de celos, sino de indignación. 

Se acercó lentamente, y ninguno de los dos, pareció notarlo.

-¡Sí! Te digo, DaeSungie, este hombre es un sueño, lo amo.- La animada voz del Kwon, le hirvió aún más la sangre.

-Siempre hemos sabido que lo amas, hyung.- La alegría de DaeSung, tampoco lo ayudó a calmarse.

-Lo sé, pero es que ahora-- ¡Mi amor! ¡Aquí estás! ¡Te estuvimos buscando, pero no te encontrábamos!- El omega se desprendió del cachorro, y se lanzó para abrazarse a su pecho.

Apretó los puños, más furioso.

-¡Hola hyung! Estábamos a nada de hablarte, quedamos de ir a comer a un lugar aquí cerca.- Dijo el menor sonriendo.

-Sí, hyungie, además de que les llamamos a YoungBae-yah y a SeungRi para que nos acompañen también.- Se puso de puntillas y besó su mandíbula.- Es comida italiana, DaeSungie dice que es deliciosa.

Si JiYong estaba siendo sarcástico, hacía un cruel y excelente trabajo; pero si por otro lado, sólo se le había olvidado lo que había pasado en el consultorio, era más perturbador. Esos cambios de humor lo iban a terminar desquiciando. 

-Tenemos que regresar a las cuatro.- Trató de sonar neutro, pero fue inútil, seguía molesto.

-Lo sé, por eso no nos alejaremos, quería ir a Gangnam, pero mejor hasta después de recoger la licencia, ¿no?- Comentó su plan alegre.

-Sí, supongo.- No lo miraba, no sabía que pasaría si veía esa sonrisa de felicidad.

-Hyung.- Tomó su rostro entre sus pequeñas manos, y lo obligó a mirarlo.

Y sin esperar a que respondiera, se puso nuevamente de puntillas, y lo besó directamente en los labios.

Pero no era como usualmente se besaban en público, superficialmente. 

No.

Prácticamente lo había obligado a abrir su boca, para que pudiera meterle la lengua hasta la garganta. Lo estaba besando como sólo lo hacían en privado, y no supo como reaccionar.

Bueno, sí supo. O al menos su cuerpo.

Rodeó la delgada cintura con ambos brazos, y se inclinó un poco, para aumentar el contacto. Se sentía ofendido, de que JiYong pensara que con esto lo iba a contentar.

Pero lo enfurecía más, porque estaba funcionando.

Levantó un poco del suelo al menor, y éste rodeó su cuello con ambos brazos. Se dieron un par de caricias más con sus lenguas, antes de separarse, con la respiración agitada. JiYong seguía teniendo los ojos cerrados, se veía precioso así, tanto, que SeungHyun no pudo contenerse, y dejó pequeños besos sobre los labios gruesos, que ya estaban un poco rojos por el contacto. Lo besó repetidas veces, hasta que por fin le regresó la mirada.

Como amaba esos hermosos ojos castaños.

-Lo siento.- Susurró el omega, acariciando la nuca del mayor.

Respondió, dándole otro corto beso.

-Necesito tiempo, es todo.- Dijo con el mismo tono.

Asintió sin decir ni una palabra, y lo dejó en el suelo, besando su frente antes de por fin encarar a su joven amigo.

Con el espectáculo que habían armado, se sorprendió de que nadie haya ido a sacarlos por indecentes, había mucha gente mirándolos escandalizados, pero nadie parecía tener el valor de decirles algo. 

Cabe mencionar que DaeSung no era uno de esos chismosos, porque él simplemente estaba rojo de la vergüenza, mirando sus interesantes zapatos negros. 

Sintió la pequeña mano de JiYong tomar la suya, entrelazando sus dedos.

-Vamos.- Lo guió, hasta quedar a un lado del cachorro.- Disculpa por eso, DaeSungie, pero créeme, no ibas a disfrutar tu comida si no hacía eso.- Le guiñó un ojo, y siguieron caminando a la salida, sin esperar que respondiera.

Él no sabía qué decir, pero estaba más relajado. 

Tal vez JiYong había ganado esta batalla, pero no la guerra.  Que ni soñara que esto se iba a quedar así, hablarían de esto apenas llegaran a su casa...

-YoungBae-hyung dice que ya están ahí, hyungs.- Por fin DaeSung había llegado a su lado.

-¿Cómo llegaron tan rápido?- Preguntó el alfa confundido.

-Yo ya les había hablado, hyung. Ustedes no me confirmaron con eso de ir a comer, pero supuse que les gustaría ir.- Respondió su sonriente amigo.- De todos modos, ya tenía tiempo que no veía a ese par.

-Espera, ¿Conoces a SeungRi?- SeungHyun no quería sonar tan confundido, pero no lo pudo evitar.

-Claro, se volvió el nuevo súbdito de tu rey.- Le guiñó un ojo.

-¿Y por qué nunca me lo mencionaste?- Añadió rencoroso.

Caminaban por la acera, siguiendo al menor de ellos, sin estar conscientes de a dónde se dirigían.

-Hyung, ¿De verdad te hubiera gustado saber de un niño irrelevante, a los detalles de lo que hacía tu novio?- Preguntó DaeSung, como si fuera lo más obvio del mundo.

-Pues no... Pero tampoco me contabas mucho de JiYong, eso lo hacía más YoungBae-yah con sus largas cartas.- Le lanzó una mirada de reclamo.

-Al menos lo estuve vigilando...- Dijo sonriente.

Bufó, sarcástico.- Sí, como tú digas...

El omega no había comentado en lo más mínimo, pero cuando lo volteó a ver, le estaba sonriendo como idiota.

-¿Tengo algo en la cara?- Preguntó hosco.

-No.- Ocultó su bella sonrisa detrás del dorso de su mano izquierda .- Sólo que es bonito saber que nunca dejaste de pensar en mí.

-Claro que no dejé de pensar en ti, ¿estás loco? Me moría de angustia todos los días al no poder hablar contigo, ya te lo había dicho.- Ya no estaba molesto del todo, pero seguía habiendo un tono de rencor en su voz.

-Ya sé, pero no deja de ser algo lindo.- Se acercó más a él, y besó su brazo izquierdo.

Bufó.- Como digas.- 

Caminaron unos metros más, hasta que llegaron a un pasillo, y se adentraron en él. Estaba algo oculto, pero había un poco de gente transitando por ahí, al parecer no era el único restaurante, y ya estaba a nada de ser la hora de comer. También se veían cafeterías y otras tiendas medio bohemias. Se detuvieron frente a un bonito local, que tenía un enorme ventanal, y dejaba ver directamente al interior; así que observaron detenidamente, pero no, no había ni rastro del par de nuevos novios.

Decidieron esperarlos afuera, no había mucha gente de todos modos.

-¿Estás listo para comer con un delincuente, DaeSungie?- Comentó el omega casual, pero con un tinte de burla.

Eso los desconcertó a los dos.

-¿Qué delincuente, JiYong-hyung?- Preguntó muy sacado de onda.

-Pues quién más, Dong YoungBae.- Su novio le guiñó un ojo, y le sacó su primera sonrisa sincera desde hace casi una hora.

-¿Por qué le dices delincuente?- El joven Kang seguía sin entender.

-Oh, vamos, no finjas.- Insistía el omega.

-En serio no sé de qué habla, hyung.- Al ver la honesta confusión del menor, lo hizo caer en cuenta.

-Amor, él no tiene redes sociales...

-¡Ah! ¡Es cierto!- Gritó, y se cubrió la cara exageradamente, con la mano que tenía libre.- Espera, ¿Y cómo supiste que nos íbamos a casar?

-Mi mamá...- Respondió suave, bajando la cabeza avergonzado.

-Qué horror que tu mamá esté más activa en internet que tú, Kang.- Su prometido seguía jodiendo al más joven, que continuaba sin levantar la mirada.

-No te sientas mal, DaeSungie, pero deberás esperar para que veas a qué nos referimos.- Le apretó firmemente su hombro izquierdo, tratando de reconfortarlo.

Siguieron platicando casualmente unos minutos más, pero la parejita seguía sin aparecer por ningún lado.

-Tal vez deberíamos entrar, tengo hambre.- Comentó con un puchero su omega, acariciando levemente su estómago.

Sí, ya estaba sintiendo un poco de esa ansiedad, eso quería decir que su novio debía estar hambriento. Era una sensación muy extraña eso del instinto de alfa, pero no lo molestaba en lo absoluto, al contrario, se sentía orgulloso de que su conexión fuera así de fuerte. 

Lástima que no tenía esa -demente- cosa de la telepatía.

-Creo que sí, mejor.- Se quedó con la frase a medio terminar, porque giró la vista hacia la dirección de la que habían venido ellos, y se llevó una sorpresa.

Y qué sorpresa.

SeungRi estaba casi colgado de YoungBae, pero no era eso lo que lo desconcertó. Digo, hace unas noches los había visto besarse, pero no era como esto. El beta tenía acorralado al menor, en una de las paredes del estrecho corredor, y parecían devorarse. Si él había sentido que su muestra de afecto en el hospital había sido inapropiada, esto era escandaloso

Demasiado para la conservadora Corea del Sur.

-¡DONG YOUNGBAE!- Gritó su prometido, soltándose de su agarre, y corriendo -como nunca lo había hecho en su vida- para detener el crimen.- ¡Voy a llamar a la policía!

-Hyung, ¿ellos...?- Los siempre pequeños ojos de su cachorro amigo, estaban abiertos a su máxima capacidad, al igual que su boca. No pudo ni completar lo que quería decir, pero sabía perfectamente a qué se refería.

-Sí, el sábado comenzaron a salir.- Comentó casual.

-Pero--

-Ya sé, es menor. ¿Pero qué le vamos a hacer?- Levantó los hombros, tratando de restarle gravedad al asunto.

-YoungBae-hyung podría ir a la cárcel.- Seguía muy asombrado. 

-No, va a ir a a cárcel, y más rápido de lo que creí.- Suspiró. Debía de reconsiderar qué clase de personas estaban en su círculo de amigos...

-¡Hyung! ¡Tú eres policía, arréstalo!- Escuchó el grito de su amado a lo lejos. SeungRi sostenía su delgado cuerpo, mientras YoungBae hacía gestos, como tratando de calmarlo.

Mierda, necesitaba nuevos amigos.



-



Después de asegurarle a su pequeño que iba a arrestar a YoungBae si lo volvía a ver meterle la lengua al cachorro menor, y la promesa de un enorme plato de pasta, lograron entrar al restaurante, por fin.

El beta tenía un par de rasguños en su mejilla izquierda, y en sus brazos estaba peor. Su novio básicamente había enloquecido, y no estaba realmente seguro de porqué. Entendía que adoraba a SeungRi, pero YoungBae era su hermano, jamás creyó que lo vería atacarlo tan ferozmente, y más para defender la virginidad de un cachorro precoz.

DaeSung estaba como en modo zombie. No había podido terminar más de una frase la última media hora.

Estaban esperando, en un incómodo silencio, a que su orden fuera traída. Se sentaron en una mesa para ocho personas al fondo, lo más alejados de los demás comensales, en caso de que ocurriera un asesinato. JiYong había evitado, rotundamente, que los novios se sentaran juntos. Él los había acomodado, dejando al más joven en una esquina, con él a su lado izquierdo, y luego SeungHyun. DaeSung estaba en la silla frente al alfa, con el beta a su lado derecho. 

En fin, era una puta locura.

-Esto es ridículo, JiYong, estás siendo muy infantil.- Cortó por fin con el silencio el beta herido.

-Pues me pareció ver hace rato que te encanta lo infantil, YoungBae.- Contraatacó el omega.  

Era un poco ridículo, sí, ya que había dejado dos asientos solos a lado de Kang, y al beta lo había dejado frente a una silla vacía. El pequeño SeungRi también tenía a un fantasma que lo acompañara a comer.

-Al menos pudiste dejar que se sentaran frente a frente, amor.- Intervino suavemente el alfa.

-No, ¿Qué tal si lo descuido dos segundos, y ya lo a profanó? No señor, se quedan así.- Se cruzó de brazos, solemne. 

-Hyung, ya hablamos con mis papás, tenemos su permiso...- Susurró inseguro el cachorro Lee.

-Oh, y seguramente a tu bella madre le va a encantar cuando le diga que casi te cogen en la calle.- Se giró para encarar al menor.

-JiYong- Reprimió a su pareja, aunque por dentro se moría de risa.

-Tú no te metas hyung.- Levantó su mano, sin voltearlo a ver.

-Okay mi amor.- Tomó la mano, y la llevó a sus labios, para dejar un besito en su dorso.

-¿Vas a dejar que siga con esta actitud, hyung?- Preguntó YoungBae, cansado.- Ni vamos a disfrutar la comida...

-¿Y qué puedo hacer? Esto te pasa por caliente.- Levantó los hombros, indiferente.- ¿No que mucha iglesia?

-¡Eso mismo digo yo! ¡Tu pastor va a saltar de felicidad cuando sepa las porquerías que haces!- Se giró, para ahora enfrentarse al beta.

-¡Ya calma a tu hembra, hyung!- YoungBae le lanzó una mirada de súplica, que casi le dio lástima. 

Casi.

-¿Y porqué lo haría? Mejor calma tu verga.- Atacó su novio una vez más a su mejor amigo.

-¡Es tu alfa, si quiere te calla el hocico!

Aunque no tenía ese súper poder telepático, supo que el beta estaba en graves problemas por soltar algo así de machista. Decidió que debía intervenir antes de que presenciaran en vivo, una escena de gore.- ¿Qué lo voy a poder callar, YoungBae? Aquí el que manda es él.- Rodeó los delgados hombros con su brazo derecho, y lo acercó más a él, tomando las pequeñas manos entre la suya más grande.- ¿Verdad, mi amor? ¿Quién lleva los pantalones?- Se inclinó mas, y lo besó su mejilla, logrando que sonriera complacido.- Yo no puedo controlarlo, YoungBae-yah, yo sólo le hago el amor.

Eso provocó que todos en la mesa, gritaran horrorizados, por lo cursi y mandilón, que había sonado. JiYong se había soltado un poco de su agarre, y ocultó su rostro avergonzado entre sus antebrazos sobre la mesa. 

Al menos había funcionado.

-Hyung, en serio eres un viejo cursi.- Dijo bajito su prometido, desde su guarida improvisada.

-Pero soy tu viejo cursi.- Dejó un beso sobre su oreja, que estaba rojísima, y se abrazó un poco más a su costado, apoyando su barbilla sobre su hombro izquierdo. Lo había avergonzado más de lo que planeaba, pero su plan fue  improvisado en tres segundos. No lo juzguen.

-Te dije que lo callaras, hyung, no que nos traumaras con sus cochinadas.- Añadió el beta, que también estaba rojo.

-Cochinadas las que le estabas haciendo al cachorro ahí afuera.- Ups, había regresado al tema que ya debían superar.- Además, ya nos vamos a casar, es perfectamente normal tener intimidad.

-¡Hyung es cierto! ¡Tú boda!- SeungRi intervino, antes de que el omega volviera a atacar al Dong. 

Con suerte ese tópico lo distraería lo suficiente.

-Oh, es verdad.- Por fin levantó el rostro de la mesa, y aunque seguía teniendo un ligero rubor, tenía una sonrisa resplandeciente.- ¡Tenemos que planear la boda, hyungie!

-Creí que nuestras madres se encargarían de eso.- Comentó casual.

-¡Pero es nuestra boda, hyung! No podemos dejar que cualquiera meta sus garras.- Hizo un adorable mohín.

-Pues no es cualquiera, mi amor, son nuestras mamás...- Se estiró un poco en su asiento.

-¿Piensan casarse, así en dos días?- Por fin intervino DaeSung.

-Pues no lo sé, porque quiero casarme por la iglesia, pero no sé si nos de tiempo de preparar todo.- Se tomó su barbilla, pensativo. El puchero en sus labios, le indicaba que estaba analizando seriamente lo que había dicho.

Tras decir eso, quedaron en un silencio rotundo. No era un secreto que SeungHyun era nada, creyente; era el más ateo de los ateos, al igual que toda su familia. Y realmente nunca habían hablado sobre si tendrían ceremonia religiosa. 

-Ahm.- Sólo pudo formular el alfa.

-Te agarraron muy feo por los huevos, hyung.- Añadió burlón el beta. Ya ni porque lo había salvado de la muerte al muy cabrón.

-Cállate.- Ahora no parecía tan buena idea hablar de la boda.

-Si quieres, puedo hablar con el pastor Oh, para que bendiga tu ceremonia civil, aunque sea.

-Puede ser, tendríamos que ir a hablar con él y-- Uh, que rico huele.- La voz de JiYong cambió completamente al oler la comida.

En ese momento, la mesera había llegado con su comida, y casi le dieron ganas de abrazarla por lo oportuna que había sido. Claro, lo haría, si eso no significara sellar su sentencia de muerte.

Rápidamente les sirvió sus platos a todos, y asentó la pizza en el centro. Igualmente les entregó sus bebidas, que consistían en dos coca-colas para los menores, y una botella de vino. La chica puso los vasos con hielo frente a los chicos que levantaron las manos, y otras tres copas para los demás.

En ese momento, sintió la mano de JiYong sobre su muslo, y se giró a verlo.

-¿Pasa algo, querido?- Preguntó, al ver su cara de susto.

Le hizo un gesto, para que se acercara a él. Así lo hizo.- Hyung, no puedo tomar vino.

-¿Cómo que--?- Preguntó confundido, pero siguió con la mirada la mano de su omega, que se posó sobre su vientre.- Oh.- Dijo, al darse cuenta de a qué se refería. Bueno, realmente no era un problema, digo, no había querido confirmar su estado, pero supuso que su prometido no iba a arriesgarse ni un poco... 

Aunque la noche anterior habían bebido hasta casi quedar ciegos, pero no se lo iba a recordar.

-¿Puedes pedirme agua?- Preguntó bajando su mirada, apenado.

-Claro.- Antes de que la chica se alejara del todo, logró que lo notara, cuando levantó su mano.- Disculpa, ¿me podrías traer agua?

-¿Mineral está bien?- Preguntó con una sonrisa coqueta.

-Ah, sí, está bien.- Respondió incómodo, al ver la actitud de la mesera.

-Enseguida la traigo.- Le guiñó un ojo, y se retiró, para hacer lo que le pidieron.

-Cielos JiYong-hyung, no sé como aguantas estar con alguien tan guapo como SeungHyun-hyung, parece como si todas las zorras te lo quisieran bajar a la mínima oportunidad.- Dijo burlón SeungRi, que al estar más alejado de la comida, se había levantado, para tomar su porción de pizza.

-Por eso elegiste a YoungBae ¿no? De lo feo que está, nadie te lo zorrea.- Contraatacó el omega. 

-¡Oye!- Gritó indignado el más bajito del grupo.

DaeSung y él se rieron fuerte, por la cara de la pareja. Ya que el cachorro estaba rojo de la vergüenza, y el beta estaba súper ofendido.

-Es la verdad...- JiYong se encogió de hombros, y tomó su tenedor, para comenzar a comer su pasta.

-Deja, bebé, yo lo hago.- Intervino, cuando vio a su novio que iba a comenzar a comer. Le dio un ataque de su instinto alfa, y le quitó suavemente el cubierto de su mano, necesitaba alimentarlo él.

El omega tenía un ligero rubor, pero era opacado completamente por su sonrisa de tonto enamorado, esa que parecía que no desaparecería por nada del mundo.

La mesa se había quedado completamente en silencio, mientras él enrollaba en el tenedor la pasta, tomando un poco más de salsa y llevándolo directamente a la boca de su prometido, que felizmente dejaba entrar la comida.

No le importaba que la pizza se enfriara, o que en realidad  tenía hambre. 

Sólo quería proveer a su omega.

-Hyung, ¿es necesario que hagan esto?- DaeSung fue el único que tuvo el valor de hablar.

-¿A qué te refieres?- SeungHyun se iba a hacer al loco todo el tiempo que fuera necesario. En el fondo, le daba mucha vergüenza, pero simplemente no podía evitarlo, tenía que alimentarlo a como de lugar.

-Sí, es bien pinche incómodo que hagan eso.- Dijo YoungBae, que debería de darle las gracias, ya que porque él estaba complaciendo a JiYong, éste no se había dado cuenta de que el pequeño SeungRi estaba sentado frente al beta, ignorando completamente su negativa a que estuvieran tan cerca en su presencia. 

-Si no quieres verlo, no mires.- Contestó brusco.

La joven mesera, regresó con lo que le habían encargado.- Aquí tiene, señor.- Dijo, apenas asentó la botella cerca del alfa, que ahora era señor

-Gracias.- Respondió, sin siquiera darle una mirada, muy concentrado en su tarea.

-Tengo sed, hyung.- La voz aniñada que lo volvía loco, hizo su aparición, y como si fuera un esclavo, tomó rápidamente la botella, vaciando el agua en la copa del omega. 

Cuando SeungHyun vio la mano de JiYong queriendo tomar la copa, no lo dejó hacerlo, y la tomó él mismo, para llevarla hasta sus carnosos labios. Dejando que bebiera todo lo que quisiera. 

-Jesús, esto es un poco perturbador, en serio.- YoungBae tomó la botella de vino, y la abrió, para llenar su copa.

-Yo creo que es lindo.- Desde su nuevo lugar, SeungRi no debía de ver muy bien la escena, pero se escuchaba ilusionado por alguna razón.

-JiYong-hyung, ¿Porqué no estás tomando vino?- Preguntó DaeSung, tan perspicaz como siempre.

 

No estaba seguro de si sería buena idea decirles ahora...


-Creo que estoy esperando un bebé.- Comentó JiYong casual, con la boca llena.

Los dos cachorros gritaron un "¡¿QUÉ?!", que seguramente lograría que los echaran del local; pero el beta, que estaba dándole un trago a su copa de vino en ese momento, lo escupió todo, bañando a su joven novio con el líquido fermentado. 

-¡YOUNGBAE!- Gritó SeungRi muy molesto, levantándose de su asiento. Murmuraba cosas ininteligibles, con una cara de asco total, tomando muchas servilletas para secar su cara y brazos.

 

Sí, estaban armando tal escándalo, que casi podía escuchar a los dueños, desalojándolos amablemente.

 

Necesitaba nuevos amigos, urgentemente





-

 

 

Notas finales:

Tardé un poco menos xdxd muchas gracias por leer :D 

Espero no sea tan tediosa la parte pseudocientífica xdxd es que la necesito :c 

 

Nos leemos pronto <3 c:


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