-sí que eres muy tonta como se te ocurre decirle eso- menciono Mirian mientras ayudaba a levantar a Dalia del suelo.
-es que no supe que decirle, cuando vi que ustedes estaban ahí no supe que hacer-
-sabes si la quieres porque no se lo dices-
-porque ella no me quiere, además siempre que yo la molesto ella se enoja y se aleja- Dalia admitía que la quería era la primera vez que sentía amor por alguien pero se sentía tan frustrada al ver que no era correspondida incluso dejo de hablarle a varias señoritas de ahí para solo hablarle a ella pero aun así no lograba nada.
-mmmmm entiendo, bueno el que no arriesga no gana-
-hola Mirian- la mencionada se voltio y no supo que decir delante de ella estaba la chica que le había dado la carta a Dalia.
-Buenos días Rosario-
Dalia se había dado cuenta de la situación tan tensa que se puso en el ambienté ella sabía muy bien que Mirian estaba enamorada de Rosario pero Mirian era muy mujeriega es cierto parresia la señorita más santa de todo el convento pero como dice el dicho caras vemos corazones no sabemos y en este caso así era .
-Dalia es hora de ir a almorzar-
-sí, claro Rosario si quieres adelántate necesito hablar con Mirian-
-claro, está bien- dicho esto Rosario se adelantó y nos dejó solas a Mirian y a mí.
-creo que no soy la única tonta aquí- Dalia la miro seriamente – sabes de antemano que Rosario es mi amiga desde la infancia, te advierto que si le haces algo te las eras con migo-
-pero si ella misma se te declaro ase un momento Adela y yo lo vimos por Dios-
-lo hiso porque tú estabas ahí yo no me había dado cuenta de que Adela estaba ahí por Dios varias se dan cuenta que Rosario te quiere y esto lo hiso solo para intentar darte celos- lo dijo mientras sacaba la carta y se la enseñaba, la carta no traía nada escrito –te daré un consejo si no haces nada al respecto la perderás y sinceramente Rosario ya se cansó de esperarte-.
-está bien, es solo que no sé cómo hablarle- menciono Mirian mientras se sentaba en el suelo y Dalia la imitaba.
-yo por lo menos lo intento, pero tú siempre estas con varias de arriba para abajo y créeme que yo tengo que aguantar los estados de humor de Rosario cuando te ve con varias-.
-lo sé pero te juro que adoro y amo con todo mi corazón a Rosario solo que soy una cobarde por no admitir lo que siento, por no ir y decírselo-
-está más que claro, además te creo en lo que tú dices pero sabes yo que tú me apresuro- Dalia lo menciono mientras se levantaba- bueno, sabes yo si tengo hambre así que te dejo-.
Dicho esto Dalia se retiro
Tanto tiempo ha pasado desde que conocí a Rosario cuando llego Dalia, ellas dos empezaron a estar más tiempo juntas y eso me mataba de los celos ya que yo ya no tenía la atención de Rosario siempre me ignoraba cuando pasaba tiempo con Dalia y era muy frustrante para mí ya que yo no sabía si eran algo o no sé, pero tiempo después averigüe yo sola que eran esas dos y por lo que me entere solo son amigas desde pequeñas y por eso pasaban tanto tiempo juntas.
Con el paso del tiempo me enamore aún mas de ella pero no sabía cómo demostrarlo y por ende siempre intentaba distraerme con varias que se me ponían en frente.
-creo que no es hora de estar atormentadme, are lo imposible por tener una relación con Rosario-. Se levantó y por primera vez se sintió segura de lo que iría a hacer.
Continuara….