Capítulo 4- Recordando Parte 1
-Buenos días señora Riddle, dijo Draco mientras acomodaba a su madre a lado de la mujer, con su silla de ruedas.
-Oh, buen día, Draco, me alegro de que haigas vuelto en verdad, dijo Mcgonal sonriéndole a Draco mientras se sobaba la mano derecha y hacia una mueca por el dolor.
Draco le sonrío y saco de por atrás de la silla de ruedas de su madre, una caja de brownies de chocolate y se la entrego, -Espero y la disfrute, dijo con una sonrisa.
-Gracias, y dime Draco que has hecho
Draco no le contesto, porque al mirar hacia el molino, tuvo un recuerdo de su infancia, por lo que rápidamente dijo, -Disculpen, ahora vuelvo.
Magonal solo asintió y lo vio marcharse y mirando hacia Narcisa, - y dime desde cuando usas silla de ruedas como yo.
-Oh… esto, no fue idea mía fue de él, lo que pasa es que como cojeo un poco decidió llevarme, pero no hagas caso, por cierto, tengo una duda. ¿Sabes quién es él?
-¿Tú no?, dijo asombrada M
- La verdad es que no, dice que soy su madre y que mato a alguien, ¿es cierto?
-bueno pues dicen que mato al hijo del …condado., dijo esto mientras disfrutaba de los brownies que le había dado Draco, no sabía que tenían, pero sentía como su mano derecha ya no le dolía se sentía relajada y feliz. -Pero sabes no creo que sea cierto, dijo alegre mientras terminaba su último brownie.
-Oh, Narcisa no podía creerlo realmente estaba alojando en su casa un asesino.
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Draco miraba al molino dar vueltas; el molino estaba cercas de la escuela, adelante del patio de juegos de la escuela, camino hacia la pared de atrás de la escuela y comenzó a caminar hasta llegar hacia al molino.
--Flash back--
Un niño de cabellos rubios y muy flaco, con ropa desgastada, estaba corriendo a la vez que trata de esconderse de sus compañeros de clases, no quería que Theodoro le atrapase, siempre el y sus amigos lo golpeaban por diversión mientras los otros solo se reían de él.
Llego al molino, trepo a la vez que podía ver todo lo que pasaba a su alrededor, después que llego hasta la cima, se escondió ahí. El molino alcanzaba a tapar a Draco debido a lo delgado que este era, por lo que los niños no alcanzaban a verlo.
Draco veía como sus compañeros discutían porque no lograron encontrarlo, después de un rato, pensó que ya se habían ido todos, pero para su desgracia, no había visto a la niña pelirroja que lo había visto. Hasta que ya estaba por bajarse.
-Por favor Ginebra, no les digas.
La niña no le contesto y se fue corriendo
--Fin del Flash Back--
Harry miro como Draco, miraba hacia el molino, perdido en sus pensamientos. Por lo que no pudo resistirse acercarse hacia él. Le había sentado muy bien el desarrollo quien diría que aquel niño flacucho se volvería tan sexy.
-Hola, me gustaría que aceptaras mi invitación de ir a la celebración que hicimos los chicos por haber ganado el partido, dijo Harry mientras le sonreía.
Draco en cuanto escucho a Harry se había sobresaltado, pero lo había disimulado volteándose hacia donde había escuchado la voz de Harry mientras se pasaba, uno de sus cabellos atrás de la oreja.
-No sé si pueda, a lo mejor tendré mucho trabajo esta noche, además no me gusta relacionarme con los del pueblo.
Harry le sonrió, -Tal vez te gustaría salir conmigo a otro lado.
-No, me odiarían por secuestrar al Capitán de los Leones, ha no espera ya me odian dijo Draco con sarcasmo, a la vez que miraba a Harry con una sonrisa pícara.
Harry se rio, -No acepto un no por respuesta, paso por ti esta noche.
Draco solo negó con la cabeza y observo como se marchaba Harry. Se dispuso a caminar hacia su madre, una vez ahí, se despidió de Magonal y se llevó su madre a casa.
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Narcisa se negó entrar a la casa decidió sentarse a fuera a respirar aire fresco y disfrutar del aire, de aquella tarde, haciendo que sus cabellos se movieran.
-Dime, por que no recuerdas que mataste a alguien, ningún asesino olvidaría eso. Dijo sacando unos cigarros de su suéter que traía
Draco suspiro, - No lo sé, es por eso por lo que vine. perdí un hijo, y por eso quiero saber si estoy maldito por ello o no.
-Déjate de estupideces, Eres un asesino, no te hagas el idiota y lo sabes. Grito Narcisa con coraje, mientras agarraba su bastón y trataba de golpear a Draco. -Quiero que te largues de mi casa maldito asesino, Dijo mientras le pegaba a Draco, pero Draco tomo el bastón de su madre.
-Quieres calmarte, no te voy a hacer daño, eres mi madre.
-Si como no, imbécil, Narcisa le escupió a su hijo.
-Siento interrumpir. Dijo una voz tímida. Draco miro hacia la voz y vio que era Ginebra.
-Descuida no interrumpes nada. Dijo Draco mientras se retiraba de su madre y dejaba el bastón a un lado de su madre. – Y bien en que te puedo ayudar, dijo con una sonrisa.
-Pues quiero este vestido, dijo la muchacha enseñándole un recorte de una revista de un vestido.
-Bien, te lo are, pero no será exactamente igual, y por su puesto tendrás que darme algo a cambio.
-Pero… no tengo nada
-Si tienes y eso es información, necesito saber quien fue el que dio testimonio de lo que sucedió esa noche.
-Fue la Maestra, Regina.
-Bien eso es todo, puedes irme ayudando, digo si quieres que termine a tiempo para la fiesta.
Ginebra asintió e hiso todo lo que le pidió Draco. Draco se movía con maestría mientras daba indicaciones y hacia trazos en el papel de trazo, recortaba las partes dibujadas y con alfileres juntaba la tela con el trazo y lo recortaba, después los cocía a máquina, Ginny como le decían los del pueblo ayudaba a Draco cortando la tela, que él le indicaba. Después de varias horas Draco termino su obra, dejando a la vista un hermoso vestido rojo que le quedaba perfecto a Ginny por su color de piel y su cabello, ella se lo agradeció y salió de la casa.
Después de que se fue Ginebra, Draco se arreglo para su cita con Harry, realmente no quería ir, pero era mejor salir de la casa que discutir con su madre. Le dolía tanto que no lo recordara y que sobre todo le tuviera miedo, tenia ganas de abrazarla y de besarla, de decirle lo mucho que la extraño, pero no podía, no quería llorar ni que su madre lo viera en ese estado vulnerable. Y es por esto por lo que, aunque no tenía ganas de salir con nadie, iría con Harry adonde lo llevase, para olvidar un momento su realidad.
Mientras terminaba de arreglarse, Harry toco la puerta, por lo que Narcisa le abrió.
-O vaya que tenemos aquí, un joven muy apuesto en mi casa pasa Harry
Harry le sonrió a Narcisa y le dio un beso en la mano como caballerosidad, -Gracias madam, es usted muy atenta.
Narcisa sonrió y le dio un abrazo a Harry, mientras le daba el abrazo logro sacar una cantinflera negra donde Harry guardaba Tequila, Harry ya sabia lo que haría Narcisa por lo que acepto el abrazo fingiendo que no se daba cuenta que le robaban su tequila.
Draco al salir de la habitación vio la escena y solo negó con la cabeza, por lo que miró, Harry al verlo le sonrío. Narcisa se separó de Harry al sentir la presencia de Draco, debió de imaginarlo, por lo que les sonrió a ambos muchachos.
-Bueno que esperan, que se diviertan, dijo mientras escondía la cantinflera por atrás, Draco y Harry solo rieron y se despidieron de ella.
Draco y Harry salieron de la casa. Harry suspiro y miro a Draco no podía negar que antes no le había hecho caso cuando eran niños y se arrepentía de no haberlo apoyado, nunca se metió con Draco pero tampoco lo defendió de la pandilla de Theodoro y hora que se volvían a encontrar no podía dejar de mirarlo, había cambiado muchísimo, no solo su aspecto físico, sino también la forma en que camina, su voz, la manera de morderse el labio cuando se ponía nervioso sin que se dé cuenta, por lo que sonrío.
-Sabes, Desde que llegaste he notado un brillo en la mirada de tu madre, dijo mirando al rubio que lo miro desconcertado, por lo que había dicho.
-¿Como?, si no me recuerda y solo se la pasa gritando y reclamándome cuando se siente intimidada por mí, dijo mirando a Harry.
-No sé, a lo mejor muy en el fondo te recuerda, mira llegamos. Harry miro expectante al rubio y sonrió cuando este se le iluminaron los ojos.
-Vaya es hermoso, dijo mientras observaba el lugar; habían llegado al molino, desde donde estaban podía ver como estaba acomodada una mesa con unas velas, junto con dos platos, un tenedor y un cuchillo, con dos copas acomodadas, mientras que en una esquina estaba otra mesa más pequeña con la comida y el vino, sonrío y negó con la cabeza.
-Muy cliché, dijo Draco mientras miraba a Harry el cual soltó una carcajada, -lose, pero los clichés nunca pasan de moda, dijo guiñándole un ojo mientras le tendía la mano a Draco para ayudarle a subir. Draco negó con la cabeza y la tomo.
Al estar arriba, Draco miro al cielo, la imagen que les daba el lugar era hermoso, las estrellas brillaban esa noche como nunca, antes, Draco nunca había podido mirar las estrellas, en la ciudad no se podían observar como aquí, las estrellas brillaban y las luciérnagas que se asomaban entre el trigo le daba un toque único y especial al lugar.
Harry saco movió la silla haciendo una reverencia, para que Draco se sentara, Draco sonrió y tomo asiento, Harry rodeo la mesa y se sentó enfrente de Draco.
-Espero que te guste, el espagueti con albóndigas es lo único platillo que sé que me queda bien.
-Vaya, quien lo diría, pero no, no te preocupes me encanta el espagueti con albóndigas, Harry sonrío, mientras comenzaba a servirle.
-Me alegro, por cierto, te quiero invitar el próximo sábado a ver una película.
-Lo siento, pero no creo que…
Antes de que terminara la oración, Harry lo interrumpió, -Por cierto, también tu madre está invitada, por lo que ya me dijo que, si irían, así que no puedes negarte.
Draco lo miro asombrado, pero rápidamente borro esa expresión, -Vaya que sería de mí, si saliera contigo…
Draco no termino de decir la frase porque Harry lo interrumpió, - Me alaga que empieces a pensar en un nosotros, dijo Harry alegremente mientras miraba a Draco con una sonrisa coqueta.
Draco se sonrojo, -Yo no insinué nada. Harry se rio un poco, descorcho la botella de vino y le sirvió a Draco para al último servirse.
-Bueno, pues espero que disfrutes de la comida al igual que disfruto tanto de causarte esos adorables sonrojos, dijo riendo Harry.
Draco no podía creer como Harry le coqueteara tan descaradamente por lo que simplemente le gano la risa y comenzó a reírse, -Nunca imagine que tú, me coquetearías algún día.
-Ya vez las cosas cambian.
La noche fue agradable Draco no paraba de reír y de sonrojarse, Harry disfrutaba de la hermosa compañía del rubio, Harry quería al rubio para él, quería protegerlo y estar a su lado siempre, nunca, antes se había enamorado, pero él lo había cautivado desde que lo había vuelto a ver.