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Amor irresistible. por LynValo

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Su cita marchaba bien, aunque Bucky se repetía mentalmente que no le llamase cita a ese momento, porque en realidad habían invitado a Sam a salir con ellos de forma sólo amistosa, ¿no es así? Lo importante era que estaban pasando tiempo los tres juntos más allá de misiones o el encontrarse entre los pasillos del complejo. Sam parecía estarla pasándola bien, al igual que Natasha y él, así que ese día estaba resultando bueno.

Primeo habían observado a los profesionales en la pista en sus demostraciones, pero ellos también querían participar, por supuesto. Natasha había desaparecido por unos cuantos minutos cuando la volvieron a ver a cierta distancia dentro del terreno considerado como pista para que anduviesen las motocicletas. Ella les hizo un ademán llamándoles y se acercaron. Romanoff hablaba con un hombre, y a su lado estaban tres motocicletas y el equipo de protección.

 

—Nuestro turno — Nat les informó con una sonrisa, repartiéndoles los cascos y señalando cada traje y juego del equipo de protección que había — Vamos a cambiarnos.

—¡Oh sí! — exclamó Sam emocionado, casi como niño ansioso tomó lo que le correspondía y fue corriendo a cambiarse, ellos le siguieron — No tenía idea de que íbamos a poder hacerlo.

—Accedieron rápidamente, vio quiénes somos, así que están seguros de que no somos simples aficionados — Natasha le dijo.

—Genial.

—¿Crees dar una buena competencia, Sam? — Bucky comenzó.

—¿De qué hablas? Sé manejar una motocicleta, las amo.

—Sí, pero Nat y yo las usamos más seguido, mientras que tú te le pasas volando, birdboy.

—Morderás el polvo, Barnes — le aseguró, con una linda mueca que pretendía ser ruda, Bucky sólo soltó una suave risita al igual que Natasha — ¡Vamos!

 

Una vez con el equipo bien puesto y tomando sus lugares en las motocicletas comenzaron la carrera, siendo sólo ellos tres. Claro que al principio iban casi iguales, pero al comenzar las curvas, las mesetas y los saltos que éstas provocaban, él y Natasha comenzaron a tomar ventaja, dejando a Sam un poco atrás. No es que lo hiciera mal, Bucky lo notó, pero era cierto que no tenía la misma experiencia que él y Natasha manejando las motocicletas y conociendo sus trucos. Cuando dejaron a Sam atrás, Bucky ya no pudo verlo, aprovechó una curva para girar y mirarle rápidamente entre toda la tierra que se levantaba a su paso; Sam iba pasando una de las mesetas más pronunciadas, por lo que saltó casi dramáticamente. Sonrió al verle y siguió. Casi parecía que iba a volar. Birdboy, murmuró al recordar ver a Sam volar gracias a sus alas de alta tecnología, el cómo hacía piruetas y cómo combatía usando esa ventaja aérea; seguro requería mucho entrenamiento poder manejar las alas y Sam lo hacía parecer tan natural de él. Como un maldito ángel, pensó y sonrió dentro del casco por su pensamiento cursi. Un ángel amante de la adrenalina, seguro que Sam se estaba divirtiendo en este circuito.

Luego de pasar varias mesetas dobles, aceleró para revasar a Natasha y fastidiarla un poco, aunque todo podría cambiar, el circuito era largo, todavía les faltaba algo por recorrer. Más diversión para ellos. El calor era una molestia, pero la velocidad, las subidas y bajadas junto con los saltos, la adrenalina que eso les provocaba era lo que valía la pena. Un momento divertido con sus corazones latiendo rápidamente, y no sólo porque la estuviese pasando con Natasha y Sam.

Él terminó el circuito primero y les esperó a un costado del camino trazado. Natasha tardó pocos segundos en llegar junto a él. Ambos se quitaron los cascos y respiraron profundamente, tratando de regular su respiración, aunque traían grandes sonrisas en sus rostros. Quería besarla, sentía la adrenalina, un poco de ansiedad, y también porque ella es preciosa, pero le prometieron a Sam que irían como amigos y no quería echarlo a perder. En unos momentos más, Sam también llegó, y cuando se quitó el casco, una enorme sonrisa estaba en su rostro.

 

—Eso fue genial — Sam les dijo, con la emoción en su voz, todavía ni bajaba de la motocicleta — Seguro mañana me dolerán los brazos y el trasero, pero fue genial.

—Lo hiciste muy bien — Bucky reconoció.

—Sí, y puedo asegurarte que la próxima vez lo haré mucho mejor que tú.

—Lo dudo.

—Oh, ya verás — aseguró, luego bajó de la motocicleta.

 

Se quitaron los uniformes y quedaron de nuevo en sus ropas comunes, y Sam continuaba con su sonrisa de satisfacción; perfecto, al menos ya habían logrado hacerlo sonreír al pasar un buen momento los tres juntos. Buck notó en las expresiones de Natasha que estaba pensando lo mismo, o al menos algo similar a él. Tomaron de sus botellas de agua luego del cansancio y el calor. Bucky no pudo evitar que sus ojos se dirigieran justo a los labios de Sam rodeando la boquilla de la botella, para luego mirar su garganta y ver el movimiento al pasar el agua. Natasha tuvo que darle un discreto golpe con uno de sus codos para hacerle reaccionar, y darle una mirada que casi podía leer en ella el recordatorio de “no hay que asustar a Sam”.

 

—¿Y quieren que vayamos a comer al complejo, o buscamos algo fuera? — Nat les preguntó.

—Como ustedes decidan — Bucky se encogió de hombros.

—¿Qué se te antoja, Sam?

 

Sam se decidió por ir a un restaurante de comida japonesa, y ellos estuvieron de acuerdo. Sorprendentemente, al menos para Bucky, Wilson todavía lucía tranquilo y pasarla amenamente, lo que hacía que Bucky no dejara de sonreír. Ahora no estaban peleando, ni parecía que el otro lo estuviera evitando, ni tampoco parecía querer huir o mirarle con miedo cada que Natasha se le acercaba un poco más para abrazarle o colgarse de su brazo y así caminar juntos. Ella seguía dando muestras de su interés de forma sutil, casi inocente, pero estaban ahí. En cambio Bucky ya no sabía cómo proceder, no quería arruinar el momento haciendo enfadar a Sam o algo parecido. Y es que James se consideraba más bruto para hacer sus acercamientos; era directo, casi descarado, y notaba que lo que ellos tenían que hacer y lo que no espantaba a Sam era algo así, sutil.

Las mesitas del restaurante eran cuadradas y pequeñas, exactamente para cuatro personas, así que no quedaban muy lejos uno del otro; dejaron a Sam en medio de ellos. Cuando sus órdenes llegaron todos lo probaron de inmediato, ya que habían pedido platillos diferentes.

 

—Oh, no me imaginé que estría así de bueno — comentó Bucky.

—¿En serio? — preguntó Sam, curioso.

—Sí, ¿quieres probar? — Bucky le ofreció de su sashimi, Wilson asintió.

 

Tomó un trozo del pescado con los palillos, lo pasó por la salsa y luego lo acercó a los labios de Sam, éste le miró con duda sólo por un segundo y luego abrió su boca. Dejó que Bucky lo alimentara, y este pensamiento hizo sonreír bobamente al supersoldado. Miró rápidamente a Natasha y la vio también sonreír, disfrazando su sonrisa tras un bocado. Volvió sus ojos a Sam, mirándole fijamente como si estuviera esperando su reacción ante el platillo, pero en realidad aprovechó sólo para mirarlo así de cerca.

 

—¿Bueno? — le preguntó luego de un momento. Sam le asintió, pues todavía masticaba.

—Rico — Sam opinó cuando ya pudo hablar, además le sonrió — ¿Quieres probar de lo mío? — Oh Dios, sí, es lo que pensó inmediatamente Bucky ante la pregunta de Sam, claro que mal pensándola. Se mordió los labios para ahogar una risa al sentirse como un adolescente cachondo.

—Claro — finalmente aceptó. Sam de buena gana le acercó su plato de ramen y Bucky tuvo que tomar por él mismo una probadita — Me gusta.

—Lo sé, es bueno.

—Ok, mi plato también está abierto para ustedes — cedió Natasha haciendo una mueca falsa de fastidio, a lo que ellos rieron — Saben que no comparto de mi plato, pero con ustedes puedo hacer una excepción porque se ven tan lindos haciéndolo.

—¿Qué? — Sam hizo un mohín, Natasha le guiñó el ojo y con eso el otro dejó de hacer el puchero y sonrió — Bien, ¿qué tienes ahí?

—Teppanyaki — le dijo a la vez que tomaba un poco con los palillos, y al igual que James, lo acercaba hasta los labios de Sam; también lo recibió gustoso. Wilson cerró un segundo sus ojos dejando salir un leve gemido de deleite, Bucky casi se pierde en ese gesto — ¿Te gustó, cariño? — Natasha le preguntó tan calmada, mirándole con ternura, Sam le asintió al abrir sus ojos de nuevo, luego se giró a él.

—Bucky, pruébalo — le animó, seguidamente se relamió los labios, y James casi sintió su garganta seca, sin embargo se recompuso rápidamente.

—De acuerdo — accedió con una sonrisa. Se inclinó en la mesa para quedar lo más cerca posible de Natasha, intencionalmente una de sus manos con las que se apoyaba la posó sobre una de las de Sam, pero sin ejercer presión, como si sólo pretendiera tomarla. Una mirada tranquila de Natasha le hizo saber que Sam parecía estar bien con ello, así que sólo le sonrió e igual le acercó una porción con los palillos a la boca —. Mmmh, también es muy bueno — le dijo cuando volvió a su lugar, retirando su mano de la de Sam en una caricia suave. Le miró, y lo vio levemente nervioso, pero no se notaba incómodo.

—Fue buena idea venir aquí, Sam — Natasha opinó y siguió disfrutando de su comida.

—Sí… — parecía que se había quedado sin palabras un momento, lo cuál era raro en Wilson.

—Hey, ¿y si pedimos sake? — propuso Bucky, con algo de travesura en su tono.

—Eso me pone borracho muy rápido — murmuró Sam.

—Sólo un poco, ¿o no se animan? — insistió.

—Bueno — Sam accedió encogiéndose de hombros —. ¿Nat?

—Claro — la pelirroja también concordó.

—Perfecto — Bucky hizo una señal para que acercara un mesero.

—Pero si me embriago-

—Nosotros te cuidaremos — dijeron Natasha y Bucky a la vez, sin dejar a Sam terminar su oración. Le hablaron con seguridad, con su expresión seria, así que Sam les asintió y volvió a reflejarse en su rostro algo de timidez.

 

Bucky ordenó sake.

 

******************

 

Cuando volvieron al complejo ya era de noche, habían gastado la tarde en su salida de amigos. Fue un excelente día, al menos para Bucky lo fue, estaba seguro de que para Natasha también, y esperaba que Sam también la haya pasado bien.

Como había dicho, sólo bebieron un poco de sake luego de haber disfrutado su comida. En ese rato hablaron de cualquier cosa, nada realmente importante, sólo algunas anécdotas graciosas de sus momentos juntos en el complejo, o durante los entrenamientos. Nunca antes había disfrutado así la risa sincera de Sam, o el verle tan relajado, compartiendo un momento así con él, con ellos dos. Natasha fue la que bebió menos, Sam dejó de beber sake hasta que sintió que comenzaría a marearse, y Bucky le era realmente difícil embriagarse, así que todos continuaron sobrios.

Llegaron al complejo todavía riendo por tontas anécdotas, ya entrando a los pasillos calmaron sus risas. Bucky no podía borrar su sonrisa. Cuando pasaron por la sala común vieron a Wanda y a Clint ahí, ellos les saludaron.

 

—Hey, ¿dónde estuvieron? — preguntó Clint, casualmente, dejándose caer en uno de los sofás.

—Veremos una película en un rato más, ¿se unen? — les dijo Wanda.

—Claro — Sam fue el primero en acceder — Pero antes iré a darme una ducha, estoy cansado.

—Yo también — dijo Natasha.

—Igual — le siguió Bucky.

—Está bien — Wanda les sonrió — También hay que esperar al resto.

 

Ellos devolvieron la sonrisa y continuaron hasta donde estaban las habitaciones, ya en el pasillo se detuvieron frente a la habitación de Sam, que era la primera de la de ellos tres. Sam se giró a sonreírles, parecía que les quería decir algo pero no sabía cómo comenzar, así que Natasha dio un paso más cerca a él y colocó su mano en su hombro.

 

—¿Te divertiste? — Natasha le preguntó, con voz suave.

—Sí, fue un muy buen día — Sam dijo, con una tímida sonrisa — Gracias por invitarme.

—No tienes que agradecer, también la pasamos muy bien, ¿verdad, Bucky?

—Fue excelente, birdy — James le aseguró mientras Sam dejaba escapar un sonido divertido por el apodo modificado — ¿Te gustaría hacerlo de nuevo?

—Oh, yo… — parecía levemente sorprendido —, ya saben, no quiero interferir en sus citas y eso.

—Pero la pasamos bien juntos, ¿no? — insistió Natasha.

—No interfieres en nada, Sam — Bucky le dijo.

—No sé, no me malinterpreten, ustedes me agradan, somos amigos, pero me sentiría algo extraño.

—No queremos que te sientas así — explicó Natasha — Nos gusta estar contigo, también nos agradas.

—Mucho — reafirmó Bucky —. Nosotros sí queremos citas, pero contigo — dejó salir al fin las palabras, procurando ser suave, que Sam viera que eran sinceros. Vio el rostro confundido de Sam pasar a ser sorprendido, incluso abrió ligeramente los labios.

—¿Cómo? — Sam preguntó, con toda la duda y nerviosismo en su voz.

—Citas — enfatizo Bucky — Como las que popularmente son entre dos personas, pero nosotros seríamos tres —. No sabía cómo explicarlo, se sentía bobo, pero no quería que quedara duda de a lo que se refería.

—Estamos hablando de intensiones románticas — aclaró Natasha, notablemente más tranquila.

—Pero… — la expresión de asombro en Sam no cambio, incluso su voz sonaba casi en un susurro.

—¿Quieres que nos sentemos a hablar? — propuso Natasha.

—Sí, porque creo que no les estoy entiendo — Sam accedió, abrió su habitación y los tres entraron. Una vez sentados en el sofá, volvieron a hablar.

—Hoy salimos como amigos, ¿cierto? — Bucky habló. Sam asintió — Natasha y yo queremos seguir saliendo contigo, pero ya no como amigos. Así que queremos pedirte unas citas.

—Y dijeron citas románticas, ¿no es así? — Sam cuestionó, inseguro.

—Sí.

—¿Están bromeando conmigo? — Sam les miró con duda, frunciendo el ceño levemente.

—Por supuesto que no, Sam — aclaró Natasha de inmediato —. Tú en serio nos gustas.

—Pero ustedes son pareja…

—Sé que suena complicado, Sam — continuó Bucky, mirándole directamente — Pero a Natasha y a mí nos gustaría tenerte a nuestro lado. Yo amo a Nat, pero también a ti —. Bien, lo confesó. Miró los ojos de Sam abrirse un poco más.

—Pasa lo mismo conmigo, no sólo quiero a Bucky, sino también a ti — explicó Romanoff —. No queremos tomar alguna ventaja al continuar saliendo contigo como “amigos” sin dejarte claras nuestras intenciones, no sería justo.

—Si nos rechazas está bien, Sam — James le dijo, con voz suave —. Vamos a entenderlo, pero espero que podamos seguir siendo amigos.

—Déjenme ver si lo capté bien — Sam lucía un poco abrumado, mirando entre él y Natasha — Están invitándome a salir para pretenderme románticamente, ustedes dos. ¿Quieren que yo me una a su relación? ¿Una relación de tres?

—Si tú también sientes algo por nosotros — le dijo Natasha — Sé que es seguro que no nos ames de esa manera, pero tomaremos nuestro tiempo si nos aceptas.

—Escuchen — Sam tomó una profunda respiración antes de continuar —, ustedes me gustan, aunque creo que eso ya lo han notado, pero no me esperaba esto. Creo que necesito pensarlo antes de darles una respuesta concreta.

—Claro, birdy, tómate el tiempo necesario — Bucky le sonrió suavemente.

—¿Aún te veremos con el resto para la película? — Nat le preguntó.

—Por supuesto — Sam sonrió, más relajado —. Iré en cuanto salga de la ducha.

—Está bien — Natasha le dijo. Antes de ponerse de pie le dejó un dulce beso en la mejilla, Sam sonrió y luego le miró.

—¿Puedo…? — Bucky no terminó su pregunta cuando Sam ya le había asentido, así que con una sonrisa, James se acercó también a besarle la otra mejilla —. Nos vemos en otro rato.

 

Salió junto con Natasha de la habitación, ambos traían todavía sus expresiones ilusionadas ante lo que podría ser. Bucky dio un hondo respiro antes de echarse a caminar a lado de ella, cada uno con su montón pensamientos de lo ocurrido ese día. Al menos Sam dijo que tendría que pensarlo y no los miró espantado ni les gritoneó que eran unos raros. Podría haber una oportunidad.

 

—¿Cómo te sientes? — Natasha le cuestionó.

—Bien, resultó mejor de lo que había pensado — suspiró — ¿Crees que él nos acepte?

—No lo sé — respondió sincera —. Para eso acordamos darle el tiempo que necesite.

 

*******************

 

Sam fue el último en llegar a la sala común para la noche de película, sin embargo fue antes de que ésta comenzara, porque apenas estaban repartiéndose los tazones de popcorn. Bucky le señalo el espacio a lado de él ofreciéndole el asiento y Sam lo aceptó. Al otro costado de Bucky estaba Natasha, ya recargada en su hombro y mirando la película al fin comenzar.

Las luces se apagaron, sólo quedó el reflejo de la pantalla. Bucky tenía un tazón de popcorn en sus piernas, y lo compartió con Sam porque al parecer Natasha no quiso. Todos le prestaron atención a la película, incluso él, sólo desvió su atención cuando sintió un peso posarse en su otro hombro. Al girar su rostro se encontró con que Sam se había quedado dormido recargado en él. Llamo la atención de Natasha para que también lo mirara, ella le sonrió enternecida, haciéndole un ademán para que lo dejara seguir así.

Aún cuando la película terminó y las luces volvieron a encenderse junto con las voces de sus compañeros hablando de cualquier tontería referente a la película, Sam continuó dormido. Natasha se levantó del sofá y bostezó, también estaba cansada, al igual que los otros que poco a poco se fueron retirando tras una rápida despedido. Steve fue el que quedó más tiempo al igual que ellos, miró a Sam dormido y entonces habló.

 

—Yo puedo llevarlo a su habitación — se ofreció Steve, mirando a Sam.

—Yo lo haré — aseguró Bucky —. Sólo, ya sabes, disfrutaba el momento.

—Claro — Steve soltó una tímida risita y comenzó a caminar para salir de ahí — Buenas noches, chicos.

—Buenas noches — ellos respondieron.

 

Bucky hizo los movimientos lo menos brusco que podía para no despertar a Sam, y cuando finalmente lo tomó entre sus brazos y lo alzó, Sam se removió ligeramente, soltando un jadeo adormilado, le tomó por los hombros y entonces abrió sus ojos. Apenas sus miradas chocaron, vio la vergüenza reflejada en el rostro de Wilson, la cual incrementó al voltear y mirara a Natasha ahí. Inmediatamente se soltó del agarre y se puso en pie, lo que Bucky le permitió.

 

—Lo siento, yo… — Sam comenzó con timidez —, me quedé dormido.

—Lo notamos — le dijo Natasha guardando su risa, en cambio sólo sonriéndole.

—Sólo iba a llevarte a tu habitación — aclaró Bucky.

—Sí, gracias — Sam desvió su mirada, lucía apenado —. Bueno, ya puedo ir por mi propio pie. Los veré mañana —. Sonrió y les hizo un ademán, para luego alejarse.

 

 

Notas finales:

Se suponía que sólo serían tres capítulos, pero resultó en cuatro, así que falta un capítulo más :D Espero que les haya gustado, y traeré pronto la actualización.


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