Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Coma profundo por Fullbuster

[Reviews - 103]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

¡Pesa! Siempre he creído que las raquetas eran ligeras y puede que las nuevas lo sean, pero estas dos tienen ya sus años. Ambos hermanos deben haber practicado tenis desde hacía mucho tiempo y aunque han ido cambiando las cuerdas de las raquetas puesto que parecen nuevas, no deben querer cambiarlas por un nuevo modelo.


El club al que vamos también parece muy exclusivo, pero aunque todos conocen a Itachi y saludan, él lo devuelve casi por obligación, sonriendo una vez y volviendo a su faceta seria en cuanto pasa de largo.


- ¿No te gusta el club? – pregunto por curiosidad.


- No mucho. Mis padres suelen venir por aquí y viene mucha gente importante, casi todos son socios de mi padre o amigos, compañeros, algunos clientes… para mí sólo son un puñado de niños ricos y mimados que vienen a pasar el rato – intenta sonreír aunque no le sale bien.


- Creía que te gustaba venir a jugar al tenis.


- No me malinterpretes, me gustaba venir… con Sasuke. Él pensaba igual que yo de este lugar, no puedes fiarte de nadie, todos tienen una doble cara aquí, parecen felices cuando en sus vidas las cosas no van bien, todo son apariencias. Sasuke y yo sólo nos centrábamos en venir, jugar un rato, pasarlo bien y marcharnos. Intentábamos interactuar lo menos posible con la gente del lugar.


- Ya veo. Yo creía que… no sé… que Sasuke y tú disfrutaríais quizá en lugares así.


- Odio los lugares así – sonríe – supongo que me he criado en este ambiente pero… no me gusta demasiado. Acepto tener que pasearme por estas zonas pero ya está.


- ¡Itachi!


Ambos nos detenemos ante esos espectaculares jardines para mirar hacia la persona que ha gritado el nombre de “mi cuñado” y ante nosotros, una chica de cabello caoba aparece.


- Cuánto tiempo sin verte por aquí. Me enteré de lo de tu hermano, espero que toda la familia esté bien.


- Estamos bien, gracias – finge, sé que lo hace por la sonrisa tranquilizadora que pone, pero que para mí, sólo es una máscara del dolor que le provocan esas palabras, recordándole una vez más el suceso de su hermanito –. Mei… me pillas en mal momento, íbamos a jugar un rato y tenemos un poco de prisa.


- Me imagino, la fiesta de esta noche – sonríe la mujer – tu padre confirmó la asistencia, espero verte por allí hoy.


¡Tono seductor! Eso es lo que pienso, le ha puesto un tono seductor y ha pasado su dedo por su pecho. La miro extrañado por ese gesto porque es una mujer bastante más mayor que Itachi y él, aunque sonríe por ser cortés, se despide como mejor puede y da la vuelta, colocando su mano en mi espalda para indicarme que sigamos a lo nuestro.


- ¿Qué ha sido eso? – le pregunto al ver que se ha puesto serio.


- Si te lo cuento, quizá no te lo creerías.


- ¿En serio?


- Su marido es…un gran empresario pero ella digamos… que consigue que los negocios de su marido vayan siempre bien.


- No te entiendo.


- Se acuesta con los clientes, Naruto – me explica en voz baja.


- ¿Pone los cuernos a su esposo?


- Shhhh – me silencia – ya te he dicho que aquí todos ocultan sus vidas, todo son apariencias.


- ¿Te la trajinaste?


- ¡Qué bruto eres! – se queja, pero coloca su mano en mi cabello y lo revuelve – no, pero ella intenta llevarme a la cama siempre que me ve.


- Ya veo – suspiro con alivio.


Sólo imaginarme a esa mujer entrada en su edad con Itachi… me revuelve un poco el estómago. Aun así, continuamos caminando hacia el campo de tenis. Puedo verlo al fondo y no hay nadie en ninguna pista. Eso me alegra, porque con lo malo que soy, estoy convencido de que todos se reirían de mí en cuanto me vieran intentar golpear la pelota sin lograrlo. ¡Aún no se lo he dicho a mi cuñado!


Un chico está arreglando una de las pistas. Trabaja allí, lo sé por su ropa con el nombre del club en el que estamos. Su cabello es de un rubio brillante, casi como el mío pero mucho más largo. Al principio me parecía una mujer pero al acercarnos, me doy cuenta de que estoy equivocado, es un hombre y está terminando de anudar una de las redes o asegurándose que está bien.


- Vamos a otra pista – sugiere Itachi.


- Pero… la otra está más lejos y ésta ya parece estar arreglada – le insisto.


- Creo que la está arreglando ahora, es mejor ir a otra y no molestarle.


- Pero…


¡Un sonrojo! Eso es lo que Itachi tiene en sus mejillas. ¡Ya puede tratar de ocultármelo al girarse, pero no puede! Lo he visto, está sonrojado y no es por mí, de eso estoy completamente seguro.


- Es Deidara – escucho la voz de Sasuke, a quien no había visto hasta este momento – está coladito por él.


Sasuke sonríe, sentado sobre una piedra mientras nos mira con cierto toque divertido. Él conoce bien a su hermano y sabe sus reacciones.


- Intentará huir de él, le da mucha vergüenza hablar con él. Yo era quien acababa hablando con Deidara y mi hermano… bueno… él a veces desviaba la mirada y otras… lo miraba anonadado.


- ¡Dios!... – casi grito, consiguiendo que Itachi se gire con rapidez hacia mí y me tape la boca.


- ¿Quieres no gritar? – se queja.


- ¡Te gusta! Eres tímido con los chicos… ¡Quién me lo iba a decir con lo seguro que parecías! ¿Quién es?


- Sólo es un trabajador de aquí.


- Pero es guapo. Venga… vayamos a esa pista.


- Mejor no.


- ¿Te va a dar vergüenza ahora? ¿En serio? Venga, quiero conocer al chico que te tiene así.


- He dicho que es mejor que no.


- ¡Eyyyyy! – grito hacia el chico rubio alzando mi mano en plan de saludo.


No puedo evitar sonreír, me encantan esas situaciones y estoy dispuesto a ayudar a mi cuñado en ese tema aunque él no cabe en su vergüenza. ¡Es realmente tímido con los chicos! Nunca me habría imaginado algo así de Itachi y eso me hace querer ayudarle mucho más.


El chico rubio alza la mirada hacia nosotros, dudoso de si nos conoce o más bien… si me ha visto a mí alguna vez para saludarle con tanta efusividad. Parece reconocer a mi acompañante, porque alza el brazo y saluda.


- Venga… vamos – tomo la muñeca de mi cuñado para ir hacia la pista.


Me toca tirar de él. Se resiste a bajar a la pista pero yo insisto una y otra vez, tirando con mayor fuerza. Sasuke nos sigue a cierta distancia con una sonrisa. Hacía meses que no pisaban el club, así que Itachi debe estar completamente embelesado y, a la vez, sumamente nervioso al volver a ver a ese chico. Aunque seguro que se está guardando la emoción que debe estar sintiendo. Esas ganas por ver a la persona que te gusta no se pueden ocultar demasiado tiempo.


- Buenos días – nos saluda Deidara, así le había llamado Sasuke.


- Hola. Soy Naruto, el novio de su hermanito – me anticipo, porque no estoy seguro si la vergüenza de Itachi puede llevarle a intentar hacer creer que yo soy su novio para evitar a ese chico. Itachi parece darse cuenta de cómo acorto sus reacciones. No le dejo escapatoria.


- Deidara – hace una ligera reverencia a modo de saludo – hacía mucho tiempo que no venías por aquí, Itachi.


¡Tiene una sonrisa bonita! Aunque no parece japonés, quizá ha venido de otro país o puede que sus padres sean extranjeros, como pasaba con los míos. No estoy seguro, pero lo que sí sé… es que Itachi está muerto de vergüenza. Se ha quedado mudo.


- Lamento mucho lo de tu hermano, me enteré hace un tiempo por casualidad – le comenta y tengo que darle un codazo para que se centre en él y le mire directamente por primera vez.


- Oh… gracias. Todo estará bien.


- Espero que sí. No tenía tu número ni nada para poder decirte todo esto, así que me alegro de que hayas venido, al menos veo que estás bien – sonríe.


¡Es un encanto! – me dice Sasuke con una sonrisa de niño travieso – mira mi hermano… no sabe qué decirle, ni siquiera puede mirarle.


¡Yo soy aún más perverso que Sasuke! Y estoy decidido a no dejar escapar esa oportunidad a ningún coste. Puede que ahora se muera de la vergüenza, pero luego me lo agradecerá, estoy seguro de ello.


- Eso tiene solución. ¿Quieres su número? – le pregunto, consiguiendo que esta vez los dos se sonrojen a más no poder – podéis quedar a tomar algo, últimamente apenas sale de casa con todo lo de su hermano, seguro le hará bien.


- Bueno… si es para que se distraiga un poco por lo sucedido… - intenta excusarse ese chico, que también parece un poco tímido, aunque menos que Itachi.


Saco mi teléfono y reviso la agenda. Sé que Itachi me dio su número por si tenía alguna emergencia, al fin y al cabo, vivo con ellos, así que era normal tener el número de toda la familia.


- Apunta.


- Naruto – escucho el susurro de Itachi y un ligero codazo.


- Aquí está, dame, te lo apunto.


Tomo su teléfono y lo apunto con rapidez haciendo caso omiso a las quejas de Itachi o sus codazos disimulados. ¡Me lo agradecerá!


- Oye, Dei, puedo llamarte Dei, ¿no? – aunque no le doy tiempo ni a responder - ¿no querrías jugar con nosotros?


¡Rojo como un tomate! Itachi está completamente rojo y no sabe dónde meterse. Ni siquiera puede articular una palabra frente a ese chico y eso me da la oportunidad de continuar haciendo de las mías.


- Verás… es que, no se lo había confesado hasta ahora a mi cuñado pero… nunca he jugado a tenis.


- Pues, la verdad es que no puedo, estoy trabajando ahora mismo.


- ¿Te dedicas a arreglar las pistas?


- Entre otras cosas.


- ¿Y si te pago por darme clases? Sabes jugar, me imagino.


- Sí… sé jugar.


- Genial, él te pagará por enseñarme.


- Naruto – se queja Itachi pero yo miro hacia Sasuke, que no puede parar de reír. Es la primera vez que veo a Sasuke disfrutar tanto desde lo sucedido.


- Vale – acepta Deidara ante la cara de sorpresa de Itachi.


- Genial, vayamos a la pista.


- De verdad que eres único – sonríe Sasuke – has conseguido hasta que jueguen juntos, es más de lo que yo conseguí el último año.


- Creía que Itachi no sabía que te gustaban los chicos… aunque no es cierto del todo ya que lo nuestro es una mentira – susurro hacia Sasuke.


- Me di cuenta hace un tiempo, pero él no ha dicho a nadie que es homosexual, ni siquiera a mí. Supongo que se sorprendió cuando se enteró que “salía contigo”. Podrá entender que no se lo dijese tampoco, eso espero.


Me adelanto, dejando a los dos atrás entrando en la pista. No se atreven a hablarse fluidamente, aunque Deidara lo intenta en algún momento con términos de tenis que dejan a Itachi dubitativo, y no porque no los entienda, sino porque está demasiado rojo y avergonzado hasta para responder. Le da mucha vergüenza hablarle.


- ¿Quieres pista o saque? – pregunta Dei.


- Yo… - intenta articular Itachi – pis…saq…. Saque – dice finalmente.


- Genial, Naruto y yo nos quedamos con esta parte – le señala la parte derecha de la red.


- Va-vale.


- Jamás había visto a mi hermano así – sonríe Sasuke – él, que siempre es tan seguro de sí mismo y tan serio, es increíble lo tímido que es con la persona que le gusta.


- Debe gustarle mucho – le digo a Sasuke – va a ser un partido entretenido creo yo.


- Y que lo digas. Ojalá pudiera grabar eso, iba a recordárselo toda la vida – me comenta Sasuke.


- No te preocupes… mi plan no ha terminado. Ahora tengo el número de ese chico – sonrío con malicia.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).