Me desperté por el fuerte ruido de mi puerta siendo golpeada. Me acerque tropezando y abrí malhumorado. Me sorprendí al sentir unos brazos rodearme con fuerza y quitándome el aire.
-Kookie...- sentí como me susurraba en el oído.
-Tae.- dije soltando el aire que hasta ese entonces había sostenido. Sentí como su respiración bajaba y subía.-Tae, que pasa.- dije preocupado por su estado.
-Lo siento.- dijo abrazándome mas fuerte. Yo no entendía nada así que hice mi mayor esfuerzo por alejarme y así poder verle a la cara. Estaba nervioso y no sabía porque.- Siento haberte hecho llorar...- dijo mirándome arrepentido. Yo me quede estático mirándolo.
-Tu no me has hecho llorar Tae.- dije queriendo sonreír. El mayor era estúpido, que creía que había hecho? acariciarle el cabello? tampoco era tan sensible como para llorar solo por eso. Me animé a abrazarlo, iba a dejar de huir. Necesito a alguien con quien ser yo mismo y si Tae estaba allí era porque le ... preocupaba?- No te preocupes.- susurré. Me abrazo fuertemente después de un rato en el que no sabía si tocarme o no.
-Estas bien Kookie?- pregunto separándose y un poco y mirándome a los ojos. Levanto su mano y me acarició por debajo del ojo derecho, a lo que viene a ser mi mejilla. Nos mirábamos sin decir nada, solo sintiendo aquel sentimiento que estaba apareciendo realmente rápido.
-Estoy bien...- dije bajito solo para que el me escuchara. Estábamos tan cerca que podía sentir su aliento chocar contra mi cara. Quería besarle. Desde el primer momento en el que nos conocimos. Era tan cálido que no podía evitar pensar en como se sentiría estar mas cerca.- Tae...- susurre antes de acercarme y juntar nuestros labios. El me abrazo con mas fuerza que antes y yo agarre su cuello para así acercarlo mas a mi. Lo besé con desespero, necesitaba estar cerca. Revolví el cabello de su nuca y el acariciaba mi espalda. Nos separamos por falta de aire, pero el rápidamente volvió a juntar nuestros labios.
-Kookie...- susurro mientras me levantaba del suelo y yo enrollaba mis piernas en su cintura. A tropezones nos guió hacía el salón en donde cayo en el sillón para sentarme encima de el.
Seguimos besándonos hasta que nuestros labios ardieron, pero aun así no paramos. Sentí como bajaba por mi cuello y comenzaba a chuparlo. Solté un suspiro y cerré los ojos sintiendo el placer recorrer mi cuerpo.
-Quiero besarte...- susurré en su oreja, a lo que el me agarro de la nuca y junto nuestro labios con rapidez. No sabía de donde salía la necesidad de quererlo mas y mas cerca. Aun así no le di importancia, porque solo nos besaríamos. Tae en ningún momento hizo ademan de quitarme la ropa.
-Kookie... me encantan tus labios.- dijo al separarnos por falta de aire. Yo levanté mi mano y le tire el cabello para atrás con suavidad.El cerro los ojos y sonrió. Me acerqué y le di un beso en los labios, después fui hasta su nariz, su mejilla, su oreja y finalmente su cuello. En donde con el fin de dejarle una marca que dure por días, comencé a morder y absorber. Sentí como respiraba con dificultad y me acariciaba el cuello.- Puedes dejarme todas las marcas que quieras.- dijo con la voz ronca. Y así lo hice.
Después de habernos besado por unos minutos mas, le abracé por el cuello y relaje mi cuerpo sobre el suyo. El me abrazo por la cintura y me acarició el cabello.
-No te iras, verdad?- dije suavemente, soltando aquello que tanto temía que pasara.- Te quedaras?
- Siempre.- dijo besándome en la frente.
y fue ahí cuando deje que Tae entrara en mi corazón. Lo apreciaría hasta el día en el que deje de respirar.