-Llegué. -dije mientras entraba a la cafetería. Fije mi mirada en un Jin que recién se percato que estaba ahí.- Jiiiiiin...- dije medio gruñendo, el solo me sonrió mientras retroecedia sus pasos a medida que yo iba avanzando.
-Jungkook, lo siento... jejeje- dijo mientras se rascaba su cabellera castaña. Rodeé los ojos y le pegue una colleja en la cabeza.- Ah! vale me lo merezco.- dijo mientras me sonreía y se frota la cabeza.
- Me debes una.- dije para luego irme a dejar mis cosas al vestidor y me ponía el uniforme de trabajo. Al salir vi como el sitio se llenaba poco a poco. Me acerque a unas cuantas mesas que solo pedían café y tarta. La cafetería era conocida por sus pasteles, los cuales eran hechos por Jin.
Cuando todo el mundo tenía su orden, todo se había tranquilizado. Hasta que sentimos el timbre de la puerta abrirse. Fui para atenderle y al ver su radiante sonrisa no pude evitar suspirar con pesadez.
-No puede ser...- dije dejando caer mis brazos a los costados de mi cuerpo.
-Hola Kookie.- dijo V, para venir y abrazarme. Desde cuando había tanta confianza entre ellos como para que el se atreva a tocarlo. Penso en separarlo, pero aun así no hizo ademan de moverse.
-Hola V- dije soltando el aire con pesadez.- Que haces aquí.- dije cuando el se separo y me tenía agarrado de los hombros.
-Vine a tomar una café con tarta hecha por jin Hyung.- dijo sonriente como si fuera obvio, yo quite sus manos de un empujón y le mostré una mesa, pero el quiso sentarse en la barra.
-Que molesto eres.- dije mientras veía como me observaba haciendo el café, el se rió y y apoyo su chaqueta de cuero en la parte de atrás del asiento. Seguramente vino en su moto.
-Hyung! - dijo V contento al ver como se acercaba un Jin bastante sorprendido. No le preste atención y simplemente le puse el café en la barra a V mientras iba a por un trozo de pastel. Cuando volví Jin ya se había ido y V cerraba los ojos al sentir el café en su boca.-Ahhh, esta delicioso Kookie.
-toma tu tarta.- dije ignorando otra vez el hecho de que ese estúpido apodo saliera de su boca.
-Que te pareció el regalo.- dijo degustando un trozo de tarta. Yo limpiaba unas tazas mientras el comía.
-Me gusto, gracias.- al parecer eso pareció sorprenderle, pero lo ignoré.
-Me alegro.- dijo sonriendo de lado.
-Porque la nota?- dije no pudiendo aguantar mas.- Digo, la que me diste con el libro.
-Es porque soy muy sabio.- dijo mientras sonreía juguetón. Yo me aguante una sonrisa.- La verdad es que, sentí que esa frase pegaba contigo. - dijo tomando otro sorbo de su café. Yo lo mire confuso pero antes de que pudiera decir algo, escuche como unos cristales se rompían. Los dos giramos a ver y a una de las chicas de la mesa tres se le había caído una taza. Me acerque allí con escoba en mano para juntar los cristales rotos.
-Lo siento.- dijo la chica cuando llegue.
-No se preocupe.- dije fingiendo una sonrisa. Chica estúpida, esto pasa por estar gritando y riendo a carcajadas mientras intentabas ligar con aquel chico tan feo. Dios, como me gustaría decir esto en voz alta. Pero debía ser amable.
-Déjame ayudarte.- dijo agarrándome del brazo. Yo lo aparte por reflejo .
-No me toques.- grite con asco.Odiaba que la gente me tocara, no me gustaba. Pero me di cuenta que fui un idiota al ver como todos al mi alrededor me observaban, y como Namjoon que estaba a mi lado me decía.
-Sera mejor que vayas a casa por hoy Jungkook.- dijo amablemente. Odiaba eso, cuando me miraban de la forma en la que me estaban mirando todos. Que era pena? miedo? pensaran que estoy loco?. me gire y vi a Jin con una expresión preocupada, por favor que deje de mirarme así. No aguantaba eso, alcé la vista hacía V, que para mi sorpresa no me miraba como todos los demás. El me sonreía. Porque?
-Me llevas a casa?- dije con una voz que sonó un poco desesperada. Me reprendí mentalmente por el temblor de mi voz. El solo asintió para luego tomar de un trago lo que le quedaba de café.
-Adiós hyung, nos vemos luego.- dijo despidiéndose con su mano, a lo que Jin sorprendido nos miraba irnos.
Porque le había pedido a V que me llevara a casa? , no entendía que fue aquel momento de debilidad, solo sabía que necesitaba salir de allí y que aunque podría irme solo, necesitaba estar con alguien. Lo mire subirse a la moto. El no me juzgo ni me miro con pena como hicieron los demás. Siempre tenía una sonrisa amable para dedicarme... y eso por alguna razón me tranquilizaba.
-Vamos Kookies, sube- dijo después de ponerse su casco. Yo le seguí, poniéndome el mio y sentándome detrás de el mientras le agarraba la cintura.
No odiaba tocarlo. Y eso era extraño, porque tenía miedo a que otras personas me tocaran.
Arranco la moto y vi que tomo un camino distinto para ir a mi apartamento. No me importaba, porque me estaba tranquilizando.
-Porque sabes todas las calles?- pregunte rompiendo con aquel silencio que no resultaba incomodo.
-Repartía pizzas hasta hace un año.- dijo orgulloso. Ahora todo tenía sentido.
-Ya veo...- dije dejando de hablar.
-Y tu Kookie? trabajaste en algo mas, antes de la cafetería?- pregunto queriendo seguí con la conversación.
-No.- es mi primer trabajo. Dije no queriendo hablar mas de la cuenta.- El año pasado me gradué, no me dejaban trabajar.- dije bajando la voz.
- Que? graduarte? cuantos años tienes?- dijo confuso.
-19, en dos meses cumpliré 20.- Solté como si nada. El se sorprendió.
-Uau, y ya vives solo?- dijo admirado. Yo solo me atine a contestar que si, no queriendo que me haga mas preguntas. Al parecer el lo entendió ya que dejo de preguntar. Después de un rato sentí como me decía.- Yo tengo 23.
- Aparentas menos.- dije sorprendido. No era viejo, para nada, pero aparentaba de 20 años.
-Jajajaja gracias.- dijo llegando a la puerta de mi edificio. paro la moto y levante con pesadez la cabeza de su espalda. Me quite el casco y me baje de la moto.
-Nos volveremos a ver?- pregunto V, al igual que esta mañana. Yo me lo pensé un rato, no me molestaba estar cerca del mayor.
-Si, supongo.- vi como su sonrisa deslumbraba. Era realmente guapo. Estuvimos un rato en silencio hasta que hablé.- gracias por haberme traído... y siento si te sorprendí en el bar.- vale, tal vez lo último sobraba, pero por alguna razón no quería que me malinterpretara... pero malinterpretar el que? si yo era así...
-No te preocupes Kookie. Fue un placer escoltarte hasta tu casa.- dijo haciendo una reverencia en su moto.- y por lo de la cafetería, no te preocupes. Si no te gusta que te toquen, no te gusta y punto.- dijo sonriendo. Me alivié. Porque alguien me entendía y no me juzgaba.
Me acerque y le di un caramelo de fresa que tenía en el bolsillo. El lo recivio encantado, pero me miro confuso.
-Gracias.- dije sonriendole. El se sonrojo, y abrió sus ojos en desmesura.
-Ya te dije que no me molestaba traerte...-
-No por eso.- dije para luego irme hacía la puerta.- Nos vemos... Tae.- dije bajando la mirada y entrando al edificio. Sentí como la moto de Taehyung arrancaba y se largaba después de un par de minutos.
Ese fue uno de los días mas extraños de su vida.