Mamihlapinatapai
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Capítulo 5: 12 años
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– Sasuke, ya voy a salir – anunció Itachi a su hermano que se encontraba tendido en el sofá, mirando la televisión. – vuelvo para cenar.
– Ya… – respondió en modo automático.
Estaba totalmente absorto por la televisión hasta que sintió algo caer sobre él, era una casaca.
– Es de Naruto, está viniendo a recogerla. – dijo el mayor antes de salir.
Sasuke observó el lugar donde su hermano había estado parado y tomó asiento pensativo ¿A dónde iba si no era con Naruto? Siempre pensó que él era su único amigo.
Inconscientemente movió sus dedos palpando con las yemas la textura de la casaca, aún a esa distancia podía sentir el fuerte olor a tabaco que desprendía. La acercó a su nariz, olfateando por curiosidad. No era solo tabaco, había algo más que se mezclaba. Un olor agradable de fondo, pero por lo tenue de su presencia descartaba que se tratase de algún tipo de perfume.
Hundió su rostro en la prenda, inhalando a profundidad, indagando en el aroma.
No había duda ahora, era la esencia de Naruto; el aroma de su cuerpo, su sudor. Ejerció mayor presión contra la prenda, deseoso de sentir más de ella. Aquella fragancia era embriagadora, estaba inundando por completo sus pulmones y despertando sensaciones extrañas en su cuerpo aun inmaduro.
Se separó por unos segundos de la casaca por falta de aire y enseguida sintió la necesidad de volver a tenerla cerca. La restregó contra su rostro, por su cuello, acariciándola con ambas manos; era como si tuviera al rubio a su lado…y quería olerlo más, sentir más.
¿Cómo era posible que un simple pedazo de tela lo agitara de esa manera?
De pronto el sonido del timbre lo sacó de su trance y fue recién cuando abrió la puerta que se percató que algo no andaba bien.
– Hola Sasuke – saludo Naruto, un poco sorprendido de que tuviera la casaca ya lista en sus manos. La cogió de inmediato, pero el menor no la soltó – ¿Cómo has estado? – preguntó tratando de romper el hielo. Lo conocía lo suficiente como para saber, que lo más probablemente, es que quisiera pasar un momento con él.
– Bien.
– Ha pasado un tiempo desde la última vez que vine, la universidad me absorbe demasiado – sonrió al Uchiha, sin embargo él no le devolvió la sonrisa. Ni siquiera lo estaba mirando, su vista estaba fija en la casaca – Hace poco fue tu cumpleaños, siento no haber podido venir. Ahora tienes 12 años, la misma edad que yo cuando nos conocimos.
– Si.
No entendía que le pasaba al menor, solo le daba respuestas breves como si no quiera hablarle, pero tampoco soltaba la casaca y lo dejaba ir. Ya era suficiente. El rubio cogió con mayor firmeza la prenda, acercando su mano al cuerpo de Sasuke y terminando por rozar sus nudillos contra algo duro.
– Uhmp – gruño el Uchiha. Agachó su rostro y apretó con fuerza la casaca.
– L-lo siento – se disculpó el mayor al darse cuenta de la situación.
El rubio sintió ganas de echarse a reír, había estado tapando su erección con la casaca y por eso no la soltaba. Respiró hondo conteniendo la sonrisa para no avergonzar - más- al pequeño Uchiha. Lo observó con ternura y revolvió sus cabellos negros.
– No tienes de que avergonzarte, es algo normal que nos pasa a todos. – Trataba de reconfortarlo, pero Sasuke seguía con la cabeza agachada avergonzado – Hagamos como que esto nunca sucedió y yo nunca estuve aquí ¿te parece bien? – El moreno solo asintió – Bien, entonces yo vuelvo por la casaca otro día. Nos vemos – finalizó antes de emprender su camino.
Normalmente Sasuke se quedaría mirando al rubio hasta que desapareciera del camino, sin embargo en esta ocasión cerró la puerta lo más rápido que pudo y corrió al baño avergonzado.
Si ya de por si era malo que Naruto se enterara de su erección, la había tocado. TO-CA-DO. Y su cuerpo no había tenido la mejor idea de tener un orgasmo en ese preciso instante. Se dejó caer al suelo frio de la habitación.
Ese roce de nudillos, por insulso que pareciera, había sido suficiente para que se viniera e hiciera un desastre de su ropa.
¿Qué estaba sucediendo con su cuerpo?