Sasuke está inquieto aunque se obligué a mostrarse despreocupado, a cualquier momento sale de su habitación para rondear por su casa a la espera del rubio deslumbrante.
Es tal vez la onceava vez que toma agua, sus dedos chocan con el mueble duro haciendo un sonido que va a la par de las manecillas del reloj.
"Perdón por la intromisión" una voz ronca provoca que su cuerpo se tense, se vuelve complicado huir a causa de su la sensación de volver a ver esos ojos azules llenos de vida y sentir la calidez desbordar de su cuerpo. El corazón del moreno late tal cual como una película de terror, en el momento que el asesino se acerca a la víctima.
Pero en cambio a ese momento que se genera, Sasuke no tiene miedo, está sonriendo hasta el punto que sus mejillas duelen.
"Hola" nuevamente la misma voz resuena en el sitio, abriendo paso entre silencio abrumador qué hay. El azabache tiembla levemente pero a los ojos de Naruto estás acciones no son claras.
Sasuke suspira relajando sus músculos y reclamándole a su corazón que se calme. Se gira para encontrarse con el rubio, perdiendo todo el tiempo que se tardo en prepararse para este momento había sido en vano cuando una sonrisa es visible en el rostro del contrario.
Sasuke siente como duele su estómago y piensa qué tal vez está enfermo, ¿Se podría enfermarse de amor?, sus pensamientos le molestaban, era como volver 15 años atrás cuando era un mocoso torpe enamorado y soñador que creía en el color rosa de su mundo.
Baja su cabeza intentando ocultar sus mejillas rojas pero su mente está llena de letras que necesita plasmar. La inspiración que creyó perdida volvía nuevamente a sus memorias frescas y provocando emoción en su encuentro.
Sasuke no puede ser capaz de ver al otro hombre así que camina mirando al suelo hasta llegar a su habitación encerrándose y corriendo al escritorio para relatar el nerviosismo que su cuerpo experimentó. Siendo lo más explícito que podía, intentando lograr lo que años fue olvidando.
Naruto está incómodo claramente, al ser ignorado pero esa reacción fue ya advertida por Gaara quien le explicó que debía de hacer. Cuidar de su escritor favorito en su mente parecía un trabajo emocionante, bien podría lograr que el ojinegro se volvería cercano a él. No planeaba que ese hombre fabuloso que vio por televisión ahora tenía pánico de ser visto.
Suspiro, observando la suciedad que había en el sitio. Vivir de esta manera es denigrante. Pensó antes de buscar los artículos de limpieza que pronto se daría cuenta que no hay.
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Naruto aprende ciertas cosas en las 2 semanas que está ahí. Cuando vio a Sasuke por primera vez lo considero un hombre decente despreocupado en su persona pero ahora se dio cuenta que aquel día había sido del máximo esfuerzo del ojinegro en verse bien. Ya que en estos momentos no despega ni un poco sus ojos del monitor, escribiendo deteniéndose en momentos porque sus dedos ya no puedan más o sus ojos empiezan a arder.
A veces se queda dormido en el encima del teclado y come muy poco. Eso empezó a preocupar a Naruto al quinto día pues Gaara no le había avisado de aquello.
El quinto día, es cuando apenas comienza a acostumbrarse de ayudar a Sasuke, cuando el nombrado dormía y se despertó optó por ayudarlo a ducharse.
Estaba demasiado mareado y perdido para darse cuenta que era sostenido por otros brazos que recuerda con amor.
Naruto se preocupa de la falta de peso de Sasuke, pues bien podría cargarlo sin dificultades por la carencia de peso que le falta, debería ser mucho más complicado sostenerlo, eso piensa pues el rubio supera al ojinegro por unos cuantos centímetros no tan notorios, ambos deben tener un peso similar.
Lo lleva al baño, sentándose en la taza con la delicadeza de darle su espacio.
"Está bien... tú empieza, estaré a fuera" dice, el Uchiha está dormido con los ojos abiertos, eso cree Naruto cuando ve como su cabeza se ladea intentando buscar un sitio para descansar.
El rubio suspira un poco estresado ante la situación de tratar con un hombre que parece un niño. Siente lástima de dejarlo de esa manera a pesar que ya cumplió con sus horas y labores en el sitio, se acerca al moreno ayudándolo a levantarse.
Quito la ropa del azabache omitiendo su bóxer que salva la delgada línea que Naruto está cruzando.
Hace minutos, antes de traer a Sasuke ya había preparado el agua con jabones aromatizantes que también al parecer relajan.
Sasuke se hunde en la bañera y Naruto ríe bajo a la mirada tímida que le da el contrarío.
"¿Te gusta? Se supone que relajan, espero que te ayude, necesitas descansar así que no te preocupes" comenta cuando sube sus mangas y pone en su palma el shampoo qué escurre entre ambas y lleva al cabello negro del Uchiha.
Rascando su cuero cabelludo mientras observa como el ojinegro cierra sus ojos a causa de la relajación que siente.
Se siente bien, entre el agua caliente que rodea su piel blanca y el suave tacto de unas manos en su cabeza, al igual que la calidez qué hay en sitio ante la presencia masculina, a pesar de no tocarlo, puede sentirlo.
Sasuke despierta en su cama, con otra ropa suya y con la sensación de haber vuelto a nacer.
Se levanta, mirando a su alrededor y dándose cuenta que aún es la madrugada. Camina fuera de la habitación para dirigirse al comedor. Donde encuentra comida tapada y una nota encima suya.
"Espero que el baño y comer te ayuden a escribir mejor. Lo estás haciendo genial pero no te obligues hasta ese punto:( Duerme y come tu cuerpo lo necesita al igual que tu mente
Fighting!!! :D
-Naruto"
"¿Quién diablos dice Fighting a esta edad y época?" Habla en voz alta sonriendo ante la hoja en sus dedos.
Dios era estúpido sentir su corazón latir a causa de una nota. Pero le gustaba sentirse estúpido por Naruto aunque lo negara.
Después de ese día, Sasuke siempre se da un momento para comer y lo hace junto con el Uzumaki, quien habla demasiado en la comida. Sasuke no dice nada, sólo asiente pero eso no parecer disgustarle al ojiazul que le gusta ver los ojos ajenos brillar cada vez que lo ve.
A veces no hablaban y Sasuke se inquieta hasta que tiembla pero se relaja al levantar su vista y ver una pequeña sonrisa del Uzumaki.
Muchas otras ocasiones existe un silencio cómodo que relaja las angustias del Uchiha.
Tal vez Sasuke duerme minutos cada día pero nunca se pierde ninguna comida de Naruto.
Sasuke ya está por acabar el manuscrito así que está mucho más relajado que otros días, no tanto realmente pues el rubio aún no llega y el azabache no ha podido concentrarse también por lo mismo.
En su mente el Uchiha está en la sala mirando la televisión y para nada espera ver abrir la puerta principal. Se toma su tiempo de descanso que bien se merece pero sus mentiras no duran tanto cuando su teléfono suena y salta casi por agarrarlo.
"¡Hola Sasuke!" Escucha una voz agitada pero igual de alegre que siempre al otro lado de la línea. Sus mejillas arden al ser la primera vez hablando por llamada, está ansioso y piensa las distintas como mejores opciones para responderle "¿Sasuke? ¿Estás ahí? ¿Estás bien?" La voz al otro lado suena preocupada cuestionándole por su estado, el azabache cae en cuenta los minutos que pasaron y responde
"Sí" Sasuke se golpea internamente al no decir una palabra más larga, odia su timidez y los sentimientos vergonzosos que le provocaban el Uzumaki.
"Me alegro..." existe un lapso de silencio en segundos de la llamada "No podré ir hoy, lo siento. Es que la guardería donde está mi hijo tuvieron una junta que no recordaba y pues hoy sale temprano se me dificultará conseguir a alguien que lo cuide—"
"¡Tráelo!" Exclama fuerte y su rostro entero arde en un rojo carmín consiente de sus palabras.
"¡Estupendo, muchas gracias!" Responde Naruto mucho más feliz que antes y Sasuke asiente como si el ojiazul fuera capaz de verlo "Estaré ahí en unos minutos. Adiós" se despide y el moreno cuelga soltando un gran suspiro relajando su respiración y los latidos de su corazón.
"Lo hice bien" se dijo así mismo con una sonrisa enorme que no se había dado cuenta.