Capítulo 27: Día de lágrimas
Los resultados tan esperados del pelirrojo por fin habían llegado. Jungkook y Jin salieron del laboratorio con los rostros algo serios mientras los demás los esperaban con los rostros preocupados.
Ninguno de los dos podía creerlo todavía y comunicárselos sería doloroso para algunos.
–Jimin, por lo que pude deducir es que tu sangre efectivamente no es la de un mestizo –Le mostró los resultados de su sangre –Pero tampoco son los de un humano o un sangre pura.
Se acomodó los lentes mientras recordaba lo que había leído en los estudios del chico.
Jimin miraba el papel con ansiedad pero no lograba entender nada.
–No quiero decirlo de esta manera pero… –Exhaló con preocupación –Eres una combinación de sangre pura y humana… –Se mordió el labio intentando aclarar sus propias ideas –Pero no es exactamente lo que estas pensando.
Eso dejó confundido a los demás.
–¿Quieres explicarte mejor Jin? –Preguntó Namjoon.
–Lo que hyung quiere decir –Interrumpió el pelimorado –Es que la sangre de Jimin parece la unión de un humano con la sangre pura de alguien de manera no natural.
Los chicos seguían sin comprender la historia.
–La sangre pertenece a alguien que conocemos… –Jin miró hacia el techo porque pronunciarlo era tan doloroso como para los demás escucharlo –La sangre es del padre de Namjoon.
Esto dejó en blanco a los chicos.
La madre de Namjoon se había ido con otra familia cuando él era todavía un bebé, por lo que durante su niñez sólo había tenido a su padre antes de que este desapareciera hace exactamente 21 años sin dejar rastro alguno.
Él había sido la última persona en verlo y por lo mismo, había sido acusado como el culpable de su desaparición. Sin embargo al no encontrar alguna evidencia referente al supuesto crimen, la investigación se dejó de lado por pruebas insuficientes.
La comunidad de vampiros nunca lo miró con buenos ojos, pero al provenir de la familia Kim su destino ya estaba en la mansión Wings por decreto desde su nacimiento. Los chicos nunca lo trataron mal o lo culparon de lo sucedido, lo cual siempre agradeció.
Al principio cuando llegó al lugar, no hablaba ni entablaba conversación con nadie, hasta que Jin por fin logró que se abriera frente a los demás.
–Y justo como lo mencionó Kookie – Su mirada se volvió más sombría –Él de alguna manera despertó ese poder.
Jin estaba preocupado porque sabía muy bien que el tema podía afectar mucho a Namjoon, y los demás chicos sabían de primera los muchos traumas que la desaparición de su padre había causado en él.
–¿Estás insinuando que alguien drenó la sangre del padre de Namjoon para ponerlo en el cuerpo de Jimin? –Preguntó molesto Yoongi.
Namjoon mantuvo la mirada baja en todo momento. Sus sentimientos estaban tan contrariados por la información que prefería callar y escuchar todo. No podía culpar a Park de lo sucedido pero eso no evitaba que le doliera.
–Jin-hyung esta insinuando que al momento de nacer o poco después Jimin ya tenía esa sangre en su cuerpo –Soltó Jungkook.
Taehyung se aferró al tacto de Hoseok. Incluso pensar en aquella historia le parecía demasiado retorcida.
–¿Cómo es eso posible? –Preguntó el de cabellos plateados.
–Eso aún no lo sabemos… –Lo miró aún más preocupado –Pero…
Y su voz fue interrumpida por un pitido.
–Justo en estos momentos –Sonrió Hoseok con sarcasmo.
Era casi de noche, aún el sol no se metía pero los chicos debían salir con el fin de evitar más desastres.
Una llamada entró y el menor se dirigió a contestar.
–Es Jaejoong-hyung, dice que nos ve en el camino –Colgó.
Los demás chicos se pararon aún en shock.
Jimin, por respeto no mencionó nada durante el camino.
–Este lugar –Namjoon frunció el ceño.
El pelirrojo había visitado este lugar algunas cuantas veces, se trataba de la casa del asambleísta Jung. Sin embargo tenía una sensación amarga del lugar, algo importante que había olvidado y no podía recordar exactamente que.
–Asambleísta Jung –Soltó el pelirrojo.
–Así es –Completó Namjoon.
Los chicos seguían dudosos sobre entrar a la mansión del político mientras Jimin seguía incómodo por la sensación que le causaba ver esa casa.
Su cabeza le dolía y no podía evitarlo. Punzaba y era demasiado doloroso, se puso de cuclillas por el mareo que sentía pero al parecer nadie se había percatado.
–¡Chicos! –Gritó en un susurro el hermano de Jin.
Todos voltearon y Jimin se levantó en seguida en cuanto lo vio.
–Por acá –Les indicó el mayor de todos.
Los chicos lo siguieron por la parte trasera de la mansión y entraron a la propiedad en silencio. No es escuchaba nada dentro de ella porque seguramente las paredes ahogaban el ruido.
Sin embargo la sensación que tenían los integrantes era mala.
Entraron por la puerta trasera intentando evadir a los guardias de seguridad encontrándose con una escena totalmente desgarradora.
Los chicos corrieron en diferentes direcciones intentando salvar a los pocos residentes exceptuando a Jimin que se encontraba sorprendido.
Este lugar se le hacía conocido por algo…
Es decir, no porque visitara la casa del asambleísta sino porque la nueva remodelación que poseía le traía recuerdos de algo. Su cabeza seguía doliéndole y se encontraba mareado, intentó caminar pero se tambaleó con sus propias piernas.
La gente corría a su lado gritando completamente asustada y Park no parecía reaccionar con nada. Se recargó en una pared intentando caminar hacia en frente pero cayó de rodillas cuando el dolor aumentó.
Gente llorando y corriendo. Escombros por todos lados. Muebles y pinturas destrozadas, fuego por todos lados. Y luego estaba el doctor… a punto de ser asesinado por el aliud.
Jimin abrió los ojos.
Esta era la pesadilla que tanto había tenido los últimos días.
El decorado era exactamente a como lo había soñado y las personas incluso parecían ser las mismas. Y algo no cuadraba porque quizás no se tratara de una pesadilla sino de una premonición.
Sabía el destino que le deparaba al doctor, en su sueño lo había visto miles de veces pero nunca lo había podido evitar.
Se levantó lo más rápido que pudo, viendo como algunos aliuds tomaban presa a algunas personas que caían en el suelo. No podía salvarlos, no en estos momentos.
Sabía que al final del pasillo había un cuarto, sabía que si giraba hacia la izquierda encontraría un cuarto y ahí estaría el doctor luchando contra una de esas cosas.
Deseó mil veces que esto no fuera verdad. Deseó mil y un veces que su sueño fuera simplemente una premonición. Deseo eternamente que esto no sucediera.
Pero todo se quedó en un deseo.
Al entrar vio como Jaejoong era apresado por uno de los aliuds, y no podía liberarse porque él ya se encontraba malherido.
Jimin sólo corrió ante él intentando salvarlo.
–¡No! –Gritó como si eso fuese evitar el destino del doctor.
Y en menos de lo que pensaba, el doctor se había ido.
El aliud aventó una parte de él a la pared y Jimin solo observó traumado como su vida se había ido en un suspiro.
En algún momento perdió la razón. Sintió demasiado odio de si mismo y una sed de venganza contra el ser que le había robado la vida al doctor.
Sus ojos se pusieron de color naranja y él se dejo llevar por sus emociones. Golpeó y destrozó a aquel experimento sin rencor ni pudor. Simplemente le quitó la vida justo como él lo había hecho con Jaejoong.
Cayó de rodillas con las manos aún temblorosas y se las miró llenas de sangre.
En sus manos estaba la culpabilidad de no haber salvado al médico. El había cometido un pecado muy grande y no había manera de perdonarse a sí mismo.
Se agarró la cabeza con las manos, manchándose su cara y gritando de dolor.
Salió con furia y mató a los seres que se le ponían frente a él.
En estos momentos no había nada ni nadie que lo detuviera.