Capítulo 39: El comienzo del final
–¿Qué más ves Jimin? –Preguntó su padre.
El niño se encontraba sentado mientras intentaba recuperar la visión y la conciencia.
–Veo mucha gente reunida, y hablan de cosas que no entiendo –Dijo con los ojos cerrados, las lágrimas estaban resbalando de sus mejillas –Papá, esto me está dando miedo, ya no quiero hacerlo.
–Tan sólo repite lo que dicen –Exigió el hombre con voz autoritaria –Y prometo que después podrás ir a jugar lo que quieras a casa.
–Dicen algo de dialogar con algunas fuerzas políticas –Sus muñecas y tobillos estaban amarrados a una silla, no podía moverse y con trabajos podía hablar –Algo sobre conseguir la aprobación de ley… algo de una nación –Su padre apretó el puño mientras maquinaba algo dentro de su mente.
Jimin seguía hablando sin comprender lo que estaba diciendo.
…
–Por hoy es suficiente –Soltó su padre mirándolo –Por favor, inyéctale eso al niño para que olvide –Le habló a la figura blanquecina.
El niño mordió sus labios con miedo porque odiaba que le inyectaran ese líquido extraño que lo hacía sentir mareado y con ganas de vomitar. Sabía que después de caer inconsciente a causa, todos sus recuerdos se borrarían. También sabía que estos siempre volvían cuando volvía a ese lugar y eso provocaba que le dieran dolores muy fuertes en la cabeza.
Sintió la aguja entrar a su piel, al líquido recorrer sus venas y a sus lágrimas secas partir sus mejillas. La última figura que vio, fue la de su padre parado frente a él sin quitar la vista de su pequeño cuerpo.
...
–Siempre fui un juguete manipulable para ti, ¿verdad padre? –Habló con ironía mientras entraba a la que era su antigua habitación, con un gesto le indicó al guardia que lo vigilaba que ya podía dejarlo solo, el hombre entonces cerró la puerta de su habitación y Jimin oyó como lo confinaba desde afuera.
Namjoon se había quedado en la habitación contigua que era de su madre.
Así que ambos, ahora estaban encerrados bajo cuatro paredes, sin posibilidad de moverse libremente por la mansión y por ende, sin posibilidad de buscar a sus amigos.
Jimin se sentó en la que había sido su antigua habitación, esta lucía exactamente igual a cómo la había dejado hace unos meses. Incluso el control remoto que había dejado en la mesilla de noche y las cortinas que había cerrado antes de salir.
Su habitación era la misma, pero ni él ni las circunstancias eran las mismas que ese día.
Se sentó en la cama, poniendo los codos en sus rodillas y las manos en su cabello. Sintió como algunas lágrimas caían de sus mejillas por impotencia. Dejó escapar algunos sollozos antes de recostarse en la cama y hacerse un ovillo.
Intentó concentrarse en sus propios pensamientos, utilizando sus poderes para buscar a sus amigos. Los ojos reaccionaron con el color grisáceo característico.
En poco tiempo, dentro de su mente ya se encontraba recorriendo cada lugar de su antigua casa buscando a los miembros. Visitaba la cocina, los numerosos cuartos, los baños, la cancha de tenis, la alberca, en cada lugar revisaba minuciosamente por la presencia de los chicos.
Sin embargo sólo veía guardias por todos lados, y no encontraba rastro de ellos. Pronto su vista comenzó a cansarse y tuvo que parar la búsqueda para recuperarse, miró el reloj de su mesita de noche y se dio cuenta que había estado buscando por 3 horas seguidas.
Se sentó para recuperarse del cansancio y fue al baño, se lavó la cara, se miró al espejo, su rostro lucía tan cansado por la falta de alimento.
Ya había olvidado la cantidad de días que habían pasados amarrados en esa pared, y aunque la gente de su padre los habían alimentado, no era lo suficiente para recuperarse de las heridas. Su padre lo había planeado muy bien, porque ni siquiera podría perder el control en búsqueda de alimento por las inyecciones que se le habían administrado para mantenerlo vigilado.
Miró el moretón que se le había formado en la piel, se estaba curando lentamente por la poca sangre ingerida y por las múltiples dosis que había recibido en ese lugar. Lo tocó y notó que le dolía presionarlo, pero nada fuera del otro mundo, hasta el momento era soportable.
Regresó a su cama para descansar.
Entre sueños buscaba a los miembros pero no los encontraba, despertó asustado y temblando de miedo. No podía permitir que los chicos fuesen asesinados por su padre, pero tampoco podía permitir que el tratado entre humanos y vampiros se rompiera.
Volvió a levantarse de la cama para darse cuenta que ya había oscurecido, miró el reloj que marcaban las 10:38 P.M.
Se sentía más recuperado, así que esta vez intentó buscarlos con los pensamientos aunque sabía que no duraría mucho por las pocas energías que tenía.
Jin, ¿me escuchas?
Jin, responde.
Jungkook, Taehyung, Hoseok.
Respondan.
¿Alguien me escucha?
…
Miró el reloj nuevamente, habían pasado al menos 30 minutos intentando hablarles pero ninguno respondía. Estaba a punto de rendirse y dejarlo para el día siguiente cuando oyó como una voz débil respondía.
¿Jimin?
¿¡Jin!?
¿Te encuentras bien? ¿dónde estás?
Eso no es importante, ¿dónde se encuentran?
¿Podrías describirme el lugar? ¡Por favor!
No estoy seguro de aguantar mucho tiempo
La voz de Jin sonaba débil, cansada y agotada, y aunque Jimin se sentía de la misma manera, el hecho de oír su voz después de tantos días le animaba. Al menos no resultaba tan doloroso escucharlo como el hecho de ver a Yoongi inconsciente alimentando con su sangre a esos monstruos que su padre utilizaba para controlarlos.
No lo sé Jimin, estamos dentro de
algo que parece una prisión, un
calabozo o algo así.
¿¡Dentro de la mansión!?
Lo último que vi mientras nos trasladaban
a este lugar, fue el jardín de tu casa.
Jimin intentó rememorar el jardín de su casa, sin embargo lo único que le venía a la mente era el cuarto donde Namjoon y él estuvieron encerrados. En ese diminuto lugar, su padre y el de Namjoon se encontraban planeando todo. Y en el mismo cuarto, Yoongi se encontraba inconsciente dentro de ese tubo.
Jimin, estamos amarrados con unas cadenas,
frente a nosotros están 6 aliuds, así que un
movimiento en falso y nos pueden asesinar sin
posibilidad de que nosotros podamos defendernos
Hyung, los rescataré, solo resistan.
Fue lo único que alcanzó a pronunciar antes de caer de espaldas hacia la cama. Su cuerpo comenzaba a resentirse por la cantidad de energía usada, así que ni siquiera tuvo fuerzas para incorporarse nuevamente, pronto el sueño lo venció y cayó dormido al instante.
Los días pasaron.
Tanto Jimin como Namjoon obedecían las órdenes de sus padres. Iban de un lado a otro, vigilando que los ataques se llevaran a cabo y puesto que la mansión Wings había caído. No quedaba nadie que pudiera defender a los humanos que morían inocentemente ante los aliuds.
Jimin y Namjoon elegían entre los humanos que podían ser útiles para ser objeto de experimentación, y a los que se consideraban débiles funcionaban como alimento para esos seres.
El gobierno ya no pudo contener el bloqueo de noticias y los reporteros pronto comenzaron a advertir a la gente sobre aquellos seres que salían en la noche para atacar humanos. Políticamente todo era un caos en el país, y las negociaciones con la zona 43 empezaban a tensarse porque el gobierno los culpaba de los últimos ataques.
Era cuestión de tiempo para que el padre de Jimin asumiera el poder a la presidencia para calmar las tensiones en el país. La gente comenzaba a hacer revueltas en las calles para exigir una mayor seguridad en el país.
Todo era un completo caos.
Sin embargo no todo estaba perdido.
…
¿Lisa podrá hacerlo?
Confío en ella Namjoon, es muy
testaruda así que no se detendrá hasta
que el padre de Jin escuche tu plan.
Si tú crees en ella, entonces yo
también lo hago. ¿Estará bien
después de eso?
Quiere regresar a casa después de
terminar su tarea. Sin embargo me
sorprende cómo se escondió en nuestra
mansión sin que nadie más sospechara.
Ella se escondió el día de la feria.
No me sorprenden sus habilidades
para esconderse.
Jimin había logrado establecer comunicación con el padre de Jin a través de Lisa y aunque en un principio no había querido escucharla por ser humana, al ver que no tenía ninguna otra alternativa termino haciéndolo.
Poco a poco, las cosas comenzaban a tener sentido para ambos lados, así que solamente faltaba el golpe final para ver quién resultaría ganador en esa contienda y Jimin sería testigo de ello.