Capítulo 4: Tentación
El joven se acercó a él y observándolo con esa usual mirada tan seria. Suspiró antes de acariciar su cuello blanquecino frente al chico. Por primera vez Jimin sintió deseos de morder aquella zona tan desprotegida que el joven acariciaba lentamente.
Jimin sentía que sus fuerzas estaban desvanecidas y un mareo muy intenso. Estaba semi-consciente, y sus manos tenían un deseo muy fuerte de tocar esa pálida piel.
Tragó saliva porque sabía que sus sentidos se estaban perdiendo, su respiración se volvió más acelerada mientras miraba los dedos del chico pasearse sobre su piel.
El blanquecino aún vacilaba pero finalmente decidió tomar sus mejillas acercando los labios de Jimin a su cuello. El ahora pelirrojo, simplemente se dejo guiar al camino que el mismo le había ofrecido. Lamió su cuello saboreando cada parte de su piel, sus ojos se encendieron ante el contacto junto con sus sentidos.
Nunca había probado piel tan exquisita en toda su vida. Ni siquiera la de su novia era tan suave y blanquecina como la de aquel chico. En menos de lo que imaginaba ya se encontraba enterrando sus colmillos en aquella piel.
La sangre comenzó a recorrer su boca ofreciéndole una sensación revitalizadora a su cuerpo. Cada gota parecía llenar el vacío que había sentido durante las últimas horas porque era tan fresca y deliciosa, tan caliente y tan exquisita.
Dirigió sus manos a los hombros del chico para atraerlo más cerca de él. Respiró su aroma y saboreó su interior cerrando los ojos. El otro chico soltó un jadeo que inundo su ser, pronto su respiración comenzó a ser entre-cortada y a Jimin lo hacía querer probar más del líquido.
Cuando su cuerpo se sintió satisfecho se despegó del joven. Después llegó la cordura a su cabeza sintiéndose apenado porque sin conocerlo y sin ni siquiera saber su nombre habían tenido un contacto tan intimo. La sed por fin se había colmado volviendo a su anterior yo.
–Ya lo sabía –Pronunció el joven –Simplemente ocurrió antes de lo esperado –Inclinó su cabeza mientras miraba a Jimin sonrojarse por su mirada tan intensa.
Se tocó la herida aún fresca con los dedos y cuando los retiró de ahí, esta ya había desaparecido. Sin embargo sus dedos se mancharon levemente con algunas gotas de sangre que habían alcanzado a impregnarse antes de cerrar la herida. Observó sus dedos con detenimiento antes de metérselos a la boca lamiéndolos de manera lenta mientras lo buscaba con la mirada.
Jimin se sintió intimidado ante su acción y se hizo hacia atrás apretando sus labios. Era la primera vez en su vida que se sentía tan nervioso ante un chico que lo miraba tan profundamente.
El chico se levantó del lugar y ayudó a Jimin hacer lo mismo.
–Sabes –Habló el pálido –Calmé tu sed, así que al menos debería recibir un poco de diversión por ello –Se acercó juguetonamente a Jimin.
Él respondió tragando saliva por sus palabras.
–¿A qué te refieres con diversión? –Preguntó y arrepintiéndose al instante porque el pálido se acercó a él, quedando a escasos centímetros de cercanía.
–Desde que te vi, parecías tan endemoniadamente atractivo –Soltó el pelinegro –Realmente no creí que algún día te tendría así, frente a mí –Confesó mirándolo a los ojos.
Jimin sentía como el nerviosismo se apoderaba de él. Nunca se había sentido atraído hacia alguien de su mismo sexo, ¿aunque igual contaba si era vampiro?
Sin que se diera cuenta, el pálido se acercó a su cuello lamiéndolo con suavidad y haciendo que Jimin se estremeciera ante su toque.
–¿Qué haces? –Preguntó entrecortadamente.
–Yoongi –Pronunció el chico –Me llamo Min Yoongi –Susurró en su oído.
El joven siguió paseándose sobre su cuello mientras lo empujaba lentamente a su cama. Jimin no se había dado cuenta cuando fue empujado sobre ella y el chico ya se encontraba sobre él.
No sabía porque ante Yoongi no podía negarse. Quizás porque él lo había ayudado a calmar sus instintos o porque se sentía bien lo que hacia sobre su cuerpo, así que simplemente dejó que el chico hiciera lo que quisiera sobre él.
–Eres tan obediente –Se lamió los labios.
–¿Lo soy? –Preguntó casi en un suspiro.
–Lo eres, cariño –Volvió a susurrar.
Esta vez Jimin se estremeció ante su voz y se dejó llevar por la corriente. Yoongi empezó acariciar su cuerpo de manera suave recorriendo desde su pecho hasta el abdomen con dos dedos sin quitar la mirada al pelirrojo.
Ni siquiera se conocían y ya estaban en una situación como esta. ¿Pero por qué se sentía tan bien estar debajo de él? ¿acaso no tenía conciencia? Todavía ni siquiera sabía porque le había pasado esto ni tampoco podía pensar con claridad por culpa de Yoongi.
La respiración del chico se estaba haciendo cada vez más incomprensible ante los toques del blanquecino. Yoongi entonces se sentó sobre él dejando que su parte rozara el abdomen del joven. Se sentía completamente duro y al sentirlo Jimin se mordió los labios cuando lo vio en aquella posición.
Por supuesto que Jimin era heterosexual, siempre lo había sabido pero ese chico le estaba causando sensaciones muy extrañas. Quería indagar hasta donde podría llegar con él, a pesar de que sabía que no era el momento ni la situación perfecta.
Yoongi se quitó la camisa que traía puesto con ambas manos dejando ver su blanca piel brillante a merced del joven. Buscó su mirada mientras metía una mano debajo de la camisa de Jimin acariciándola en círculos subiendo suavemente a sus tetillas.
Acercó sus labios al rostro de Jimin, él cerró sus ojos esperando que el chico lo besara pero este decidió que su cuello era más atractivo. Paseó su lengua sobre el rojizo saboreando cada parte de su piel cuando de repente, lo mordió.
Probó lentamente su marca y cuando el sabor llegó a sus pupilas, notó un sabor bastante peculiar para ser un neófito. Lo miró a los ojos e ignoró intentando disfrutar el momento, observó como su marca había desaparecido producto de su nueva condición
Con su mano bajo a su zona acariciándola y haciendo que el menor se estremeciera con sus toques primero apretando con suavidad para aumentar la fuerza en él. Jimin lanzó un gran suspiro cuando lo apretó levantando sus caderas por instinto, dejando que su cabeza cayera sobre la cama con un gran impulso.
–Eres tan perfecto –Susurró en su oído.
Jimin apretó las cobijas cuando lo oyó hablar con esa voz tan profunda en su cuerpo. Aún seguía con los ojos cerrados y mordiendo sus labios con fuerza sacando un poco de sangre en el proceso.
Los ojos de Yoongi se volvieron rojos cuando percibió el olor del líquido espeso recorrer la boca del pelirrojo. Rápidamente busco sus labios para lamerlos porque el solo sabor de su piel no era suficiente.
Mordió los labios del menor haciendo que más gotas de sangre salieran de él haciendo que su paladar gozara de su sabor. Aumentó el ritmo en su mano sobre el bulto del chico mientras él seguía saboreando la boca del chico.
Yoongi entonces se separó de él para que ambos respirasen, delineó con sus dedos el resto del líquido para después meterlo a su boca mientras cerraba los ojos.
–Tienes una sangre… –Titubeó antes de proseguir –Un tanto peculiar –Lo observó a los ojos.
Después juntaron sus bocas moviéndolas frenéticamente como si se necesitaran desde hace mucho tiempo. Las lenguas chocaban y el sabor a sangre con saliva entraba en sus papilas gustativas con la misma intensidad que su beso.
Desabrochó la camisa de Park sin dejar la boca del contrario y tuvo el pecho del menor al descubierto acarició su cintura, chocando su piel son la suya. Movió sus caderas sobre el menor sintiendo como el paquete de Jimin ya estaba completamente duro. Él menor también lo imitó aferrando sus piernas en el trasero de Yoongi para acercarlo más hacia su centro.
Se miraron a los ojos durante algunos segundos. Una gota de sudor recorrió la mejilla de Yoongi chocando con una del menor. El mayor le sonrió cuando lo vio tan vulnerable ante sus toques, mirando el rostro del pelirrojo de manera atenta.
Jimin comenzó a sentirse intimidado de tanta atención a su persona volviendo apretar sus labios por el nerviosismo que sentía por el chico. Cuando Yoongi sintió que era suficiente admiración por el joven, desabrochó los pantalones del menor cuando fue interrumpido por un ruido proveniente del lobby.
–Mierda… –Pronunció –Ya llegaron.