Capítulo 7: Sangre pura
Los accidentes no eran causados por ellos, al contrario intentaban que no fueran a escalas mayores. Sin embargo era difícil cuando no sabían en donde ni cuando se aparecerían de nuevo aquellas cosas.
Los otros chicos también habían finalizado su trabajo. Subieron a la camioneta para regresar a la mansión Wings. Esta vez el volante lo tomó Yoongi, así que Jin fue a la parte trasera para sentarse a lado de Jungkook.
–Esos humanos… ¿Por qué se veían de esa manera? –Preguntó Jimin.
Él se encontraba sentado a lado de una ventana en un asiento individual. Los miró expectantes hasta que Jin comenzó hablar.
–No lo sabemos… –Explicó –En realidad hace poco que nos enfrentamos a esas cosas.
Jimin se sorprendió ante sus palabras pero siguió escuchando.
–Sabemos que eran humanos porque revisamos sus cuerpos y la sangre aunque sea un tanto diferente, aún tiene rezagos de su origen –Finalizó.
–¿Por qué fue diferente conmigo? –Cuestionó otra vez el pelirrojo.
–Porque fuiste mordido por un sangre pura –Explicó Jungkook.
O algo así, movió los labios el menor aunque solo Jimin lo había notado.
Jin colocó una mano en la pierna del menor mientras lo miraba desafiante. Después le indicó a Namjoon que explicara la situación. Entonces él se inclinó hacia su izquierda buscando el rostro de Jimin quien se encontraba detrás de él.
–Justo como Jungkook dijo, nosotros somos sangre pura así que si eres mordido por alguno de nosotros pero no mueres en el proceso te conviertes en lo que eres actualmente –Jimin tragó saliva –Sin embargo, lo que viste allá afuera no fue provocado por un sangre pura, más bien parecen experimentos fallidos.
–Lo peor es que humanos salen heridos debido a esto –Agregó Hoseok.
Él se encontraba a lado de Jimin separado por un pequeño pasillo. Tenía de la mano a Taehyung quien ya se había dormido en su hombro. Jungkook se puso a mirar la ventana para perderse en sus propios pensamientos. En cambio Yoongi estaba concentrado en el volante por lo que no le dirigía la palabra.
Dentro de Jimin seguía la misma incógnita, ¿por qué él había sido mordido? Estaba seguro que Jungkook sabía algo, puesto que él había sido quién lo había convertido. No obstante, por alguna razón sentía que Jungkook estaba ocultando algo más, y no sólo a él, sino también a los demás miembros.
–Pero tú no eres un sangre pura –Afirmó Jin.
–Me lo imagine –Sonrió Jimin.
–Pero tampoco mestizo… –Susurró Jungkook.
Jimin fingió no escucharlo. Y los demás, ni siquiera le habían prestado atención a sus palabras.
–Esas cosas se vuelven más fuertes –Habló Hoseok.
–Y cada vez aumenta la cantidad –Resopló Nam.
–¿Y cómo saben cuando se aparece alguno? –Indagó.
–Porque nosotros somos los encargados de esta zona, este aparato –Dijo sacándolo –Detecta actividad extraña en la ciudad –Lo observó –Como grandes rastros de sangre humana –Señaló Jin.
–Ustedes… Nosotros –Corrigió –¿También tomaremos sangre humana? –Se mordió el labio.
Definitivamente no estaba en sus planes matar gente sádicamente tan sólo para beber su sangre. Aunque sabía que la última vez sus sentidos estuvieron a punto de perderse por culpa de la sed irresistible.
Sin embargo eso había sido como su instinto animal despertándose, cosa que le dio miedo porque no sabía hasta que punto podía controlarse. Su parte humana repudiaba la idea de matar gente inocente pero sabía perfectamente que sus impulsos irracionales podrían no ser controlados de la manera que él deseaba.
–De eso se encarga el hospital –Explicó Namjoon.
–¿Hospital? –Ladeó su cabeza.
–Dónde te curaron las heridas –Afirmó Hoseok.
Taehyung se removió un poco de su lugar y entonces Hoseok simplemente acarició su mejilla. Palmeó suavemente su pecho para tranquilizarlo, haciendo que el chico no se despertara de su profundo sueño.
Recordó entonces al joven doctor que lo estuvo monitorizando durante su estancia en el lugar. Después relacionó el rostro con el de Jin, lo miró atentamente hasta que el chico entendió su mirada.
–Era mi hermano, Jaejoong –Sonrió.
Jimin asintió y subió los pies al asiento. Recargó su mentón en las rodillas mirando a la ventana. Aún tenía más preguntas pero por hoy había sido suficiente, esperaría a una nueva ocasión para otro interrogatorio.
Llegaron a la mansión bajando todos exhaustos. Miró a la luna que ya estaba en su punto más brillante de la noche. Los chicos estiraban los músculos por haber estado mucho tiempo sentados.
Sintió un suave toque en el hombro volteando al instante, se encontró al pelinegro parado detrás de él. Le sonrió caminando a su lado, de nuevo sintió como Jungkook los miró a ambos con recelo.
Yoongi le regresó la mirada, esta vez el menor cambió su mirada a una más nostálgica. Jimin también lo notó pero no dijo nada, siguió caminando a lado del pelinegro. El chico se adelanto rebasando a los demás y entrar primero a la casa.
–Es un crío –Lo justifico el mayor.
–Vaya que si lo es –Afirmó.
Yoongi agarró su espalda y su piel se erizó cuando sintió los dedos del chico acariciar su cuello. Intentó caminar normal pero era imposible cuando el pelinegro se ponía en ese plan.
–¿Puedo saber por qué demonios haces eso? –Se alejó de él.
Los demás chicos ya habían entrado a la casa dejándolos a los dos solos. No podía distinguir muy bien su rostro porque la luz fuera de la mansión era muy tenue. Los faroles resplandecían alrededor del camino pero no eran tan brillantes como los de la calle.
–Aún me debes mi recompensa Park –Se acercó a su oído susurrándole.
Jimin parpadeó y se mordió los labios como respuesta.
–Deja de provocarme –Se acercó a sus labios.
El pelirrojo se alejó pero Yoongi lo tomó de la cintura. El chico tragó saliva cuando se encontró con los ojos del pelinegro mirándolo tan atentamente.
–¿O no quieres?