Capítulo 8: Acto prohibido
Entró a su cuarto sintiendo la presencia del pelinegro detrás de él. Sabía que no tenía escapatoria cuando el chico lo tenía de esa manera. Cerró la puerta dejando el seguro abierto, se sentó en la cama esperando a que entrara en cualquier momento.
Yoongi abrió la puerta sonriendo cuando lo vio y se acercó sigilosamente a su lado. La luz de la luna bañaba su blanca piel haciendo que sus ojos negros resaltaran.
–¿Por qué yo? –Preguntó.
–Me gusta tu aroma –Susurró.
–No me conoces, ni yo a ti –Respondió.
–No creo que sea necesario –Acarició su cabello –Además, te lo mencione ¿no es así?
–¿El qué? –Respondió en un suspiro cuando sintió como Yoongi se acercaba a su piel.
–Ya te había observado antes, pero tu no me conocías a mí –Entonces Jimin inconscientemente hizo su cuello a un lado para darle más acceso a Yoongi.
Él acercó su boca y lamió aquella piel, haciendo que el menor se estremeciera.
–Eso es bastante perturbador –Soltó recargando su brazo en la cama.
–¿Y entonces por qué no gritas por ayuda si tanto miedo te doy? –Le preguntó susurrando en su oído.
–No lo sé –El pelirrojo se estremeció cuando sintió su lengua jugueteando en su piel.
–No negarás que también te parezco atractivo –Soltó el mayor.
Jimin acercó su mano aferrándose a la camisa que Yoongi traía.
–Quizás –Mordió sus labios mientras Yoongi lo recostaba en la cama.
El pálido observó su rostro detenidamente.
De nuevo Jimin no podía resistirse ante el joven. Aquella mirada lo hipnotizaba al punto de quedarse inmóvil dejándose guiar por sus caricias.
Yoongi lo mordió en el cuello saboreando parte de su sangre. Los ojos de Jimin se volvieron de color rojo cuando sintió los colmillos encajarse en su piel. Sostuvo los brazos del pelinegro haciendo presión mientras el chico seguía probando cada gota rojiza que caía de su cuerpo.
–Eres tan delicioso –Acarició con sus labios la piel –Aunque... –Cortó lo que iba a decir.
Se dirigió a su boca para compartir un beso. Jimin podía probar en aquellos labios parte de su propia sangre y justo como él lo había dicho no sabía tan mal. Yoongi acarició su cavidad suavemente probando cada parte del chico.
Jimin empezó a sentir algunos espasmos en su cuerpo cuando el pelinegro comenzó a acariciar su parte baja. Apretó nuevamente la camisa de Yoongi rompiéndola en el proceso, el mayor bufó y prefirió aventarla al suelo.
Volvió a probar los labios del pelinegro mientras lo ayudaba a desabrochar su camisa. Yoongi acarició su piel en cada uno de los rincones que podía hacerlo. Se levantó de la cama para bajarle los pantalones al menor y posteriormente bajar los suyos.
Lo jaló de las piernas para atraerlo hacia él y nuevamente se fundieron en un beso.
–Esto no está bien –Negó Jimin separándose de sus labios.
–¿A qué te refieres? –Preguntó extrañado el mayor.
–Ni siquiera nos conocemos –Soltó el pelirrojo mordiéndose los labios –Aún no me acostumbro a mi nueva vida y ni siquiera me atraen los hombres –Volteó su rostro para evitar la mirada del pálido.
–¿De verdad no quieres? –Yoongi preguntó con malicia acariciando la parte baja de Jimin, aún en ropa interior.
–No es cosa de que quiera –Respondió el menor –Es mi moral –Habló decidido.
–A la mierda la moral Jimin –Contestó el mayor –Si quieres algo tómalo, eso déjaselo a los humanos y tu disfruta de las delicias de nuestro mundo –Siguió acariciando con mayor fuerza haciendo que Jimin soltara un gemido.
–¿En serio no quieres? –Alzó una ceja –Estás muy duro y podría dejarte así si quisiera –Amenazó –Pero dudo que puedas dormir después de que te haya puesto así –Se burló.
Jimin tragó saliva, ¿era correcto dejarse llevar por la situación?
Yoongi esperaba por una respuesta, pero al ver que el chico no se decidía se levantó de la cama dejando desilusionado al menor.
–Espera –Soltó Jimin cuando vio que Yoongi buscaba sus pantalones.
El mayor lo miró con una sonrisa.
–Esto se queda aquí, ¿de acuerdo? –Objetó Jimin –Nada de esto sale de la habitación, y que quedé claro que esto es sólo porque me pusiste así.
–Como quieras bebé –Mencionó Yoongi poniéndose otra vez encima suyo.
Nuevamente buscó sus labios para fundirse en uno solo. Tanto Jimin como Yoongi se buscaban con desesperación, puesto que ambos estaban demasiado calientes por haberse estado aguantando las ganas durante todo el día.
Con cuidado, Yoongi bajó la ropa interior de Jimin y acarició su miembro, produciendo pequeños espasmos en el menor.
–¿Te gusta pequeño? –Preguntó el mayor, aunque Jimin ni siquiera podía responder porque estaba demasiado ocupado disfrutando de las sensaciones que la mano de Yoongi le confería.
Después de haberlo estado masturbando un rato, Yoongi soltó su miembro y se bajó su propia ropa interior.
–Te tengo que preparar –Advirtió mientras chupaba uno de sus dedos.
Jimin mordió con nerviosismo, ¿dolería?
Observó como Yoongi intentaba meter uno de sus dedos en su entraba.
–Tienes que relajarte o dolerá –Palabras a las cuales Jimin asintió.
Hasta el momento no podía negarse porque realmente disfrutaba todo lo que Yoongi hacía sobre él. Y si él le decía que tenía que relajarse para esto, entonces obedecería porque parecía bastante experimentado para el tema.
Yoongi hizo algunos círculos para intentar dilatar su entrada, primero con un dedo, luego con dos mientras hacía unas tijeras. Al final metió un tercer dedo y aunque Jimin se había sentido extraño durante todo el rato, con el tercer dedo comenzó a sentir una sensación bastante placentera.
Con su mano libre comenzó a masturbar nuevamente el miembro de Jimin, haciendo que este sintiera una nueva carga de emociones. Llegando a sentir placer en dos lugares a la vez y haciendo que sus gemidos no tardaran en llegar.
Después de un rato, el mayor se alejó para preparar su miembro y acercarlo hacia la zona, lo metió lentamente haciendo que Jimin dejara escapar un grito cuando lo sintió completo.
Dolía, dolía como no se lo había imaginado. Algunas lágrimas salieron de sus ojos cuando sintió como el pelinegro entró. Yoongi comenzó una serie de estocadas lentas en su cuerpo esperando que el chico se acostumbrara a la sensación de su cuerpo sin dejar de masturbarlo.
–Yoongi… –Soltó contrariado por las sensaciones, porque por un lado sentía placer en su miembro por la habilidosa mano de Yoongi y por otro lado, sentía un infierno en su entrada.
–Relájate cariño –Respondió sin dejar de acariciar su miembro –Para que puedas acostumbrarte a la sensación.
Pronto el ardor que Jimin sentía comenzó a transformarse en placer. Algo que no había sentido en mucho tiempo o más bien, algo diferente a lo acostumbrado.
Cuando Yoongi entraba podía sentir una especie de presión en aquella zona, un pequeño botón que reaccionaba con cada acogida de su miembro. Empezó a jadear mientras apretaba las cobijas y casi deshaciéndolas.
–Te lo dije bebé –Acarició su muslo con la otra mano.
El chico tenía los ojos cerrados, sentía como las lágrimas se habían secado en su mejilla pero su cuerpo subía de temperatura. Quería sentir más, con lo que Yoongi le estaba ofreciendo no era suficiente por lo que él comenzó a mover sus caderas también.
–Se siente… bien –Susurró.
–Claro, porque soy yo quien lo hace –Sonrió.
Cuando ambos movimientos se encontraban podía sentirse en el cielo. Sentía como las bolas chocaban en su trasero y también sentía como el pelinegro aumentaba el ritmo. Enredó sus piernas en las caderas de Yoongi para que entrara todavía más profundo.
–Quiero sentirte más…
Yoongi soltó su miembro y aumentó el ritmo sosteniéndose de las caderas de Jimin para tomar velocidad. El menor también sentía que estaba a punto de llegar y se comenzó a tocar el miembro llenándose las manos de líquido preseminal.
–Ugh…
El pelinegro quitó inmediatamente las manos para hacerlo él mismo. Jimin echó su cabeza hacia atrás dejando que el mayor se ocupara de todo. Levantó sus cadera para darle más entrada a su miembro y se dejaba disfrutar.
–Tú solo disfruta bebé –Jimin asintió.
Cuando sintió que su cuerpo ya no daba más dejo que su líquido se escurriera en las manos de Yoongi. Miró como el chico se llevó los dedos a la boca para probar parte del líquido mientras buscaba su mirada.
Jimin cubrió su rostro con la zurda por la vergüenza pero Yoongi parecía disfrutar de su sabor con descaro.
–Eres delicioso –Pronunció.
Él también estaba a punto de llegar así que aumentó el ritmo al máximo. Jimin apretó su miembro para estimularlo más hasta que el pelinegro no soportó más expulsando el líquido blanquecino de su interior.
–Park…
Parte de ese líquido se escurrió en el suelo y en la cama. Su trasero había quedado manchado y podía sentir hasta que punto. Jimin bajo su mano derecha para tocar el líquido untándolo por instinto por toda su piel.
–¿Acaso quieres otra ronda? –Preguntó sonriente.
–No es eso –Se enrojeció Jimin evitando su mirada.
Estar tan expuesto ante ser tan hermoso lo ponía de sobremanera. Gracias a Yoongi ahora estaba siguiendo los instintos que había mantenido ocultos por tanto tiempo. Nunca se imaginó que aquel ser sacaría aquello que tanto había guardado.
Yoongi se acercó a sus labios. Lo volvió a probar porque de alguna manera esa boca se había vuelto irresistible.
–Me encantas Park –Se alejó de sus labios.
Jimin jadeaba recuperando la respiración. Yoongi se alejó de él para buscar su ropa y vestirse por completo. El pelirrojo se sentía incomodo de aquella manera frente a él reaccionando de manera precipitada al cubrirse el cuerpo con las cobijas.
–Ya te conozco de pies a cabeza –Se abrochó la camisa –No es necesario que hagas eso.
Jimin evadió su mirada.
–Entonces te veo luego Park –Se dirigió a la puerta –Jimin –Salió.
Cuando vio como el mayor salía del lugar sintió un vacío, porque una parte de él quería que Yoongi se quedara en su habitación para pasar la noche, pero él mismo había pedido discreción y su encuentro como algo meramente casual.