Durante su reunión, el día se había acabado y la noche se había puesto sobre ellos. Todos se encontraban de camino al lugar que indicaban sus pantallas.
Pasaron por Jaejoong que aún se encontraba realizando preparativos en el hospital después de todo el ajetreo que hubo en la tarde, pero ni con su presencia se habían aligerado las cosas.
Estaban en silencio, porque los chicos no podían aceptar como una niña tan pequeña se quedaba sin familia y como un chico al que admiraban por su gran liderazgo en el distrito iKON se había ido para siempre.
Por otro lado, Jimin aún estaba procesando toda la información recibida hace tan solo unas horas. Demasiadas preguntas pero no parecía el momento para que fueran respondidas.
Por un momento cierra los ojos y entonces ve a una niña llorando en el centro de una gran mansión. Llora mientras se aferra a un peluche viejo en forma de conejo, las paredes tienen fuego y la puerta que se encuentra detrás de ella esta completamente destrozada.
Tiene un vestido rosa que esta sucio de polvo y roto. Su rostro esta cubierto de ceniza mientras sus lágrimas caen incontrolablemente en su pequeña ropa manchándola todavía más de lo que ya estaba.
La niña pequeña abre sus ojos y lo ve directamente, sus ojos son de color verde.
Tengo miedo –Oye que dice la niña sin mover la boca.
Taehyung le había explicado a Jimin que ellos tienen tres clases de colores en sus ojos, los dorados que se muestran cuando están utilizando habilidades sanatorias en alguien, los rojos cuando se están alimentando o usando su fuerza y por último, los verdes cuando se están comunicando con otro vampiro, habilidad que solo algunos poseían, normalmente de sangre pura y de los más antiguos y poderosos linajes.
Despierta alterado y los demás chicos lo voltean a ver.
–Jimin… –Susurró Taehyung en las piernas de Hoseok –Tus ojos…
Los chicos lo observan contrariados. El parpadeó confundido pero sus ojos ya habían vuelto a su color original.
–¿Eran grisáceos por un momento o fui el único que los vio de esa manera? –Preguntó aún confundido.
–No Tae, igual los vi –Su novio lo acarició del brazo.
Jimin tragó saliva cuando vio a Yoongi y a Jungkook fruncir el ceño de manera idéntica.
Evadió su mirada y la fijo en las calles de Seúl. Namjoon manejaba relativamente rápido a comparación de Jin o Yoongi.
Bajaron rápidamente del auto y se dividieron en tres equipos. Namjoon y Jin de un lado, Jungkook, Jaejoong y Hoseok del otro. Como Jimin aún era inexperto, Taehyung y Yoongi se fueron con él.
Llegaron a una zona bastante tétrica. La gente corría alrededor de las calles y esas cosas estaban encima de ellos devorando todo como si fueran animales salvajes. Era increíble creer que esas cosas antes fuesen humanos.
Era difícil llegar a tiempo cuando los aliuds eran tan rápidos con sus propósitos. Los chicos fueron rápidos y atacaron al primero que se encontraron. Jimin había aprendido de Taehyung durante sus últimos días de práctica, aún no era suficiente pero al menos había podido derribar con firmeza a uno sin tambalearse.
Salvo a una mujer que tenía los ojos demasiado abiertos, como si estuviera loca. Ella solo lo miró pasmada sin pronunciar o moverse, simplemente ida. Se distrajo con su mirada haciendo que este ser lo tirara a un lado.
Este se volvió acercar a la mujer y la mordió en el cuello, jaló un gran trozó de piel degustándose con el sabor. El pelirrojo lo miró con asco e intentó reaccionar lo más rápido que podía.
Lo volvió a empujar para aventarlo en el suelo cuando sintió como algo lo elevaba del suelo. Era otro que lo había agarrado de la espalda con todas sus fuerzas, intentó mover sus piernas y brazos pero era inútil.
El otro que había tirado se levantó y con una sonrisa lo miró desafiante al verlo tan indefenso.
–¿Tan pronto te rindes? –Carraspeó con una voz grave.
Le dio un gran escalofrío porque se supone que esas cosas no debían hablar. Taehyung no le había mencionado nada de eso… Aunque luego recordó las palabras de Jungkook hace unos días.
–Ese día… –Comenzó hablar –Me enfrenté a un aliud que parecía tener conciencia de lo que hacía.
Entendió que se refería a esto.
–No lo hago –Respondió retador.
El ser hizo una especie de mueca bastante aterradora mientras el otro lo apretaba de las costillas, sintiendo como sus huesos se rompían por la fuerza que había empleado en él.
El aliud se acercó a él lentamente, mientras que el otro no había dejado de presionar.
Cuando oyó un alarido proveniente de la mujer, estos seres se distrajeron cosa que aprovechó Park para patear al que tenía frente suyo en la cara. Poniendo su peso de manera horizontal y haciendo que el otro lo soltara por la confusión.
Cayó en el suelo arrodillado. Su pantalón se desgarró por el impacto y sus manos sangraron cuando tocó el suelo. Se mordió el labio y levantó su rostro, uno de ellos lo abofeteó para aventarlo hacia la izquierda.
Su cabeza golpeó el suelo oyendo un crack cuando lo hizo pero no perdió la conciencia. Miró como se acercaban con velocidad, apenas y le dio tiempo para rodar y evitar el impacto.
Uno de ellos tropezó y aprovechó el momento para correr hacia él, estrellando su cara en el suelo y utilizándolo como impulso para aventarse a la espalda del otro. El que se encontraba atrás de él se recuperó intentando agarrarlo otra vez pero Jimin ya había tomado del cuello al segundo, y dejando caer sus piernas para tocar el suelo.
Ese aliud terminó golpeando al que tenía apresado en el abdomen. Lanzó un alarido que estremeció a Park pero no lo soltaría por nada del mundo. El primer aliud estaba confundido por lo que había pasado, así que Jimin aprovechó para aventar al que tenía al suelo.
Estiró su mano sacando las garras que tanto le había costado aprender a utilizar para enterrárselas en el abdomen. Este intentó golpearlo con una mano pero Jimin fue más rápido y la tomó antes de que siquiera pudiera tocarlo.
La torció mientras que con la otra mano intentaba retorcerla por dentro para causar más estragos en su interior. Sacó su mano sin estupor alguno para después enterrar las garras en sus ojos aventándolo en el suelo.
Se dirigió al otro todavía agarrándose el abdomen por el dolor que sentía y le torció el cuello justo como Jungkook lo hizo la primera vez que lo vio. Con la mirada aún seria, repitió el mismo proceso con el otro.
Miró hacia la mujer pero esta ya había desaparecido. Buscó indicio de sus compañeros y se dio cuenta de que Jungkook estaba siendo casi asesinado por uno de los aliud. Lo tenía apresado del cuello y el rostro del pelimorado estaba blanco de la fuerza que estaba haciendo.
Jimin corrió rápidamente detrás de esa cosa para enterrarle una mano en los ojos y otra en el abdomen, cuando este soltó a Jungkook procedió a torcerle el cuello de un solo jalón sorprendiendo al chico que se encontraba debajo de él.
–¿Qué eres? –Preguntó el chico asustado.
Jimin se extraño de su pregunta.
–Se dice gracias –Bufó antes de retirarse del lugar.
Buscó con la mirada a los demás pero no encontró rastro de ninguno. Comenzó a asustarse porque tenía miedo de imaginar que Yoongi o Taehyung estuvieran en la misma posición de él.
Jungkook lo alcanzó tomándolo del hombro. Lo supo por su olor, porque por alguna extraña razón, su olfato se había mejorado en esta pelea.
–Tus ojos… –Titubeó –Eran de color naranja –Le dijo.
–¿Eh?
Después vio lo impensable.
Yoongi estaba apresado entre dos aliuds. Uno lo tenía mordiendo del cuello y el otro de la pierna. Su corazón tembló al verlo así y se quedo inmóvil, sintiendo como el menor pasaba junto a él con mucha rapidez.