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Lo opuesto al amor por zandaleesol

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Título: Lo opuesto al amor

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Son de propiedad de J.K. Rowling. No percibo ningún beneficio económico.

Pareja: Harry/Draco

Clasificación: R

Advertencia: Esta historia es un AU.



Capítulo 11.


Ron se quedó de piedra ¿Había oído bien? ¿Draco le había propuesto matrimonio a Harry?


-Qué has dicho? ¿Draco Malfoy te propuso matrimonio? -preguntó Ron incrédulo -. ¿Y cuándo fue eso? ¿Hablas en serio?


Harry se arrepintió enseguida de haber dicho aquello, pero no había forma de retractarse.


-Sí, pero fue hace tiempo, no importa.

-Estás loco… el orgulloso y arrogante señor Malfoy te propuso matrimonio y tú dices que no importa ¿Cuándo sucedió? ¿Qué le respondiste?

-Es obvio que le dije que no… y fue en marzo, cuando visité a Hermione.


Ron estaba abrumado.


-Ah, recuerdo que me pareció extraño que regresaras antes de tiempo de aquella visita a Hermione, fue por eso entonces -dijo el pelirrojo y luego agregó -. Eso es asombroso que siendo tan orgulloso dijese que te ama.

-Sí, eso dijo aquella vez, pero ha pasado tiempo y es muy probable que me haya olvidado después de que yo le rechacé.

-Es increíble -repitió Ron sin poder dar crédito.


Se hizo un silencio.


-Pensándolo bien es un poco triste, se enamoró de alguien que le odia.

-Yo no lo odio, Ron.

-Claro que sí.

-No, no me agradaba porque era muy orgulloso y arrogante, pero de ahí a odiarlo…

-Bueno no lo odiabas, pero sí lo detestabas.

-Ron ya basta, esto no es gracioso.

-Yo no he dicho que lo sea, pero no puedo sentir pena por él, después de todo, su intervención con lo del señor Zabini, pues me hizo sufrir.

-Ya te lo dije Ron, él estaba seguro de que no sentías nada por su amigo, tú no eres de los que demuestra lo que siente.

-Pues no es fácil, Harry, yo no soy como tú.

-Ron, no estoy recriminándote, en nuestra situación por supuesto que no es fácil, tal vez si fuésemos adinerados las cosas serían de otro modo.

-Ni en mil años me hubiese imaginado que el señor Malfoy te amara.

-De seguro ya no siente lo mismo, yo le rechacé y ese debió ser un golpe duro a su ego. Además le recriminé que interviniera en lo tuyo con el señor Zabini, pero no me quedé ahí, también le reclamé lo que yo creía era una conducta injusta hacia Adrian Pucey, en esto sí que me equivoqué rotundamente.

-Sí, todos nos equivocamos con Pucey, pero ahora es nuestro cuñado y no hay nada que hacer -reflexionó Ron.

-Y eso se lo debemos a Draco -dijo Harry.

-¿De qué hablas?

-Nada, no me hagas caso.

-Ya comenzaste así que mejor continua, ¿o es que de pronto no confias en mí?

-Claro que confió Ron.

-Entonces cuéntame.

-Draco dio con el paradero de Pucey y Ginny en Londres, pagó la boda, las deudas de juego de Pucey y le compró el puesto en el ejército.

-¿Por qué hizo eso? -preguntó atónito Ron.

-Creo que se sintió responsable por lo sucedido, creyó que si nos hubiese advertido sobre Pucey, hubiésemos puesto a Ginny a resguardo.

-¿En serio? Pues yo no lo considero responsable de eso.

-Yo tampoco, pero de seguro que él si lo creyó y por eso hizo todo aquello.

-De seguro intervino para que la situación de Ginny se arreglase de la mejor forma, porque sabe que actuó mal en relación al señor Zabini y a mí, aunque puede que se deba a ti. A lo mejor aún te ama. Creo que después de todo sí me da pena Draco Malfoy.

-No insistas Ron, no lo hizo porque me ame, solo se sintió responsable por no advertirnos de Pucey.

-No tenía por qué advertirnos nada, el que trajo a Pucey a casa fue Ernie Macmillan.

-Sí, es verdad, pero Draco tiene un sentido del deber muy desarrollado.


Ron miró fijamente al moreno.


-¿Harry, lo amas?

-No.

-¿Estás seguro?

-Lo estoy.

-No te creo.

-No tengo motivos para mentirte Ron.

-No digo que estés mintiendo Harry, pero a lo mejor sí lo amas y aun no lo comprendes.


El moreno no quiso mirar al pelirrojo.


-Ya es tarde, hay que dormir -dijo Harry, zanjando de ese modo la conversación.


Sin embargo ninguno de los dos pudo dormirse pronto. En el silencio y oscuridad de la habitación cada cual pensaba en todo lo sucedido en esos últimos días. Ron no podía estar tranquilo sabiendo que Blaise había regresado, porque no comprendía los motivos que tenía el joven para hacerlo.


Harry por su parte no dejaba de pensar en Draco y su intervención en el asunto de Ginny. Tampoco creía que hubiese hecho eso por él, porque le amara. Al final se hizo el propósito de no pensar más en el rubio, él no amaba a Draco, sin embargo, este último pensamiento no pesaba en su corazón con la suficiente convicción. Lo cierto es que le dio miedo la incerteza que de pronto se apoderaba de su espíritu.


~**~


Había una sola razón para haber regresado a Hertford, esa razón se llamaba Ronald Weasley. Ahora que Draco había admitido que se había equivocado con respecto al joven pelirrojo y que éste sí tenía sentimientos profundos por él, no había razón para aplazar más lo que su corazón le ordenaba. Confesaría sus sentimientos al joven y pediría su mano ese mismo día.


~**~


Estaba nublado, el otoño estaba ya cercano y los días amanecían más fríos. La familia Weasley no había alterado su rutina después de saber que el arrendatario de Netherfield Park había regresado. Nadie hizo mucho alarde del acontecimiento por respeto a los sentimientos de Ron, que por mucho que se esforzara en mostrar que no le importaba la presencia del señor Zabini en el condado, era evidente que estaba afectado, pues se mostraba más retraído que de costumbre.


~**~


Era casi mediodía cuando Ron tras haberse enfrascado con un entusiasmo enfermizo en la limpieza el granero decidió tomarse un descanso. Aunque ante su familia aparentaba casi indiferencia por la noticia del regreso del señor Zabini, la verdad es que su cabeza era una vorágine. A veces se lamentaba de que hubiese regresado, otras veces su corazón se emocionaba, pero ciertamente no dejaba de pensar en ello ni un momento. Y en ese proceso le encontró Blaise Zabini que se presentó en la propiedad sin previo aviso.


Ron le vio parado a escasos metros, perfectamente vestido, con ese porte elegante y afable que poseía el moreno. De pronto pareció como si el tiempo se hubiese detenido. Se observaron fijamente por unos segundos, pero enseguida Ron se dio cuenta de que su aspecto no era el más presentable y tuvo deseos de salir corriendo a esconderse.
Sin embargo, Blaise no le dio tiempo de hacerlo. Se acercó sonriente, como si el día anterior hubiese sido la última vez que se habían visto.


-Hola Ronald -saludó Blaise.


Harry observó la escena desde la ventana de la habitación. La curiosidad pudo más que él y no apartó la vista. Vio como Blaise se acercaba al pelirrojo y le hablaba con algo de embarazo, pero Ron permaneció serio y sin moverse por casi un minuto, después asintió lentamente, entonces Blaise sonrió feliz y le tomó una mano, ahora Ron también sonreía. Un segundo más y se estaban besando olvidados del mundo.


Harry sonrió y se apartó de la ventana. Se sentía feliz por Ron, el pobre había sufrido bastante por causa del señor Zabini, pero ahora ya no habría más contratiempos, todo parecía indicar que estarían juntos el resto de sus vidas.


~**~


La algarabía que recorría a todos esa noche era grande y nadie tenía ganas de irse a dormir aún. Apenas media hora antes se había marchado Blaise Zabini que se presentó a la hora de la cena para pedir formalmente la mano de Ron, aunque eso no era necesario pues el muchacho en el mes de marzo había cumplido veinticuatro años, pero Blaise insistió en hacer aquello para no darle oportunidad al pelirrojo de arrepentirse, según dijo en tono de broma.


-Apenas puedo creerlo, soy tan feliz que me siento abrumado. Me lo he repetido mil veces en las últimas horas y aun no puedo creerlo, me casaré con Blaise.


Harry sonrió feliz.


-Lo mereces Ron, esto debió suceder mucho antes.

-Sí, pero intervino el señor Malfoy y…

-No lo culpes -cortó Harry -, ya te conté lo que sucedió, en realidad no lo hizo con mala intención.

-Lo sé Harry, pero aun así no puedo evitar sentir un poco de enojo.

-Yo también me enojé mucho cuando supe de su intervención y eso me llevó a ser muy duro cuando confesó que me amaba y pidió mi mano.


Ron dejó por un segundo de pensar en su felicidad y miró a Harry.


-¿Estás seguro de que no sientes nada por el señor Malfoy?

-Lo que yo sienta no importa Ron. Ya oíste al señor Zabini, mañana llegan a Netherfield lord Snape y la señorita Parkinson, también vienen el señor y la señora Nott y el señor Wood.

-Sí, pero no viene la señorita Greengrass.

-La señora Nott ha preferido proteger a su hermana de una situación incómoda, para nadie es un secreto su interés por Draco, la presencia del señor Wood sería desagradable para ella.


~**~


Hasta el momento Draco no había visto a Harry. Recordaba aquel último encuentro en Wiltshire. Se preguntaba si ahora tendría la oportunidad de conquistar al joven de ojos esmeraldas. Se había hecho el propósito de comenzar de nuevo, de que Harry conociera al verdadero Draco y quizá así llegase a amarlo. Desde el rechazo muchas cosas cambiaron en él. Ahora aceptaba que su arrogancia fue imperdonable y se avergonzaba del modo en que había confesado su amor. Pero también tenía la certeza de que si Harry no le hubiese rechazado en aquella oportunidad, ahora no le amaría tanto.


Esa noche todos los Weasley estaban invitados a cenar, se haría formal y publico el compromiso de su amigo Blaise con Ronald.


Blaise no tenía padres y sus amigos más cercanos eran Draco y Theo Nott. Aunque en esta ocasión ellos no eran los únicos habitantes en Netherfield, además estaban lord Snape y Pansy, además de Oliver Wood.


-La familia de tu prometido vale por dos familias completas -apuntó Draco -, ni se notará la carencia por tu lado.


Blaise sonrió mientras terminaba de anudar su corbata.


-Es cierto, seis cuñados y una cuñada que está lejos -dijo Blaise.


Draco pensó que era una suerte que Pucey fuese destinado a Gales, de no ser así, esa noche tendrían que sentarse en la misma mesa con ese cretino, pues ahora formaba parte de la familia Weasley. Y eso se debía a su intervención, pero de no hacerlo, toda esa familia estaría condenada a la vergüenza y su amigo no estaría ahora comprometido con Ron Weasley.


-Si tu madre viviese no estaría de acuerdo con tu elección.

-Por supuesto que no, pero donde quiera que esté no tiene modo de hacérmelo saber, por suerte.


Draco sonrió.


-Sera mejor que bajemos, Ronald y su familia deben estar por llegar.


El rubio asintió. Tenía un nudo en el estómago, habían pasado dos meses desde ese encuentro en Wiltshire. Moría de ganas de ver a Harry otra vez.


~**~


Harry se había rezagado al entrar al salón, mientras Blaise saludaba a cada uno de los Weasley y procedía a presentarlos a sus invitados que aún no conocían como era el caso de lord Snape, la señorita Parkinson y Oliver Wood, el moreno le dirigió una mirada a hurtadillas a Draco. El rubio lucía increíblemente atractivo esa noche, pero además se veía animado y sinceramente feliz. Ya no tenía ese gesto altanero y de permanente tedio que Harry le conoció el año anterior. Pero ya había notado ese cambió cuando se encontraron Wiltshire. De seguro que la presencia de Oliver Wood lo tenía así de animado. Este último pensamiento le provocó un extraño dolor.


Draco hizo un esfuerzo por no dirigir sus ojos sobre Harry, aunque no era fácil, pues el moreno le despertaba las más intensas emociones.


Harry se quedó asombrado de recibir un saludo tan afectuoso de parte de la señorita Parkinson, sabía que le había agradado a la joven, pero no imaginó que tanto. El saludo de lord Snape fue más bien frio y el moreno creyó ver en los ojos del hombre mayor cierta censura, cosa que le extrañó porque la actitud del padrino de Draco en marzo fue completamente diferente. No imaginaba a qué podía deberse el cambio, sería que estaba enterado de lo Ginny.


~**~


La velada fue muy agradable y Blaise estuvo más que feliz de que sus amigos acogieran bien a la familia de su prometido. Draco, como sucedía desde siempre, era su principal apoyo.


Los Weasley en general pudieron notar el cambió que había ocurrido en el rubio amigo de Blaise. Estaban realmente asombrados y lo comentaban entre ellos.


-Oye Harry -llamó Bill al moreno -, qué le sucedió al señor Malfoy que esta tan simpático, casi no lo reconozco. Hasta le he visto sonreír de verdad.


Harry dirigió su mirada hacia el rubio, pero la apartó enseguida.


-Supongo que se siente feliz -respondió el moreno.

-Pensé que estaría en contra de que su amigo eligiese a Ron.

-Su oposición solo se debió a que pensaba que Ron no amaba al señor Zabini.

-¿Y cómo sabes tú eso?

-Solo lo sé -dijo Harry.


Bill lo miró medio suspicaz.


-Sí, ya me he dado cuenta de que sabes muchas cosas Harry.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Creo que sabía que Pucey no era muy decente.

-Sé lo mismo que todos Bill, quizá solo sea un poco más de fijarme en detalles.


Bill asintió no muy convencido de la respuesta del moreno.


Al otro lado del salón Draco miraba a Harry, esperaba que el hermano mayor dejase al moreno solo para él acercarse. La ocasión cayó del cielo, cuando Charlie llamó la atención del hermano mayor y Harry se alejó hacia uno de los ventanales.


El corazón de Harry latió desbocado cuando sintió llegar al joven rubio a su lado.
-¿Cómo has estado Harry?-preguntó Draco.

-Yo… bien ¿y tú?

-Muy bien.


Se hizo un silencio, pues ninguno de los dos jóvenes sabía que más decir, pero fue Draco quien decidió hablar.


-Me enteré de que afortunadamente el problema de tu hermana se solucionó satisfactoriamente -dijo el rubio.


Harry miró al rubio de un modo extraño.


-Sí, así fue -dijo el moreno «gracias a ti» hubiera querido agregar -. Ginny partió con su marido a Gales, la extrañaré, pero la verdad es que soporto a mi cuñado.

-Te comprendo, para variar Pucey actuó de modo miserable -respondió el rubio.

-Sí, los sujetos como él no cambian jamás.


Draco iba a decir algo más, pero fue interrumpido por lord Snape.


-Draco, el señor Wood, necesita hablarte -dijo el padrino del muchacho.


Draco miró al joven que estaba al otro lado del salón. Después miró a Harry.


-Me disculpas Harry.


El moreno inclinó la cabeza y Draco se marchó al otro lado del salón. Lord Snape le siguió con la mirada. Después fijó su vista en Harry otra vez.


-Imagino que toda su familia está muy contenta con la próxima boda.

-Sí, por supuesto, Ron está muy feliz, ama mucho al señor Zabini.

-El señor Zabini es un excelente partido -dijo Lord Snape.

-Si se refiere usted a que es un joven inteligente, de carácter afable y ama sinceramente a mi hermano, sí, es un excelente partido.


El hombre mayor miró fijamente al joven.


-No debemos olvidar el hecho de que es rico.

-Sin ninguna de las cualidades anteriores el que fuese rico no tendría mucha importancia.

-La mayoría pensaría que el que sea rico es lo más importante.

-No me incluyo en esa mayoría, lord Snape.

-Sí, recuerdo que cuando Draco nos presentó en marzo usted expresó opiniones bastante particulares, ¿continúa pensando igual?

-No hay razón alguna para que yo cambie mis convicciones lord Snape.

-Entonces si un joven de alcurnia, con antiguo linaje y muy rico le propusiera matrimonio ¿usted le rechazaría?


~**~

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