Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo opuesto al amor por zandaleesol

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Título: Lo opuesto al amor

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Son de propiedad de J.K. Rowling. No percibo ningún beneficio económico.

Pareja: Harry/Draco

Clasificación: R

Advertencia: Esta historia es un AU.



Capítulo 9.


Harry no pudo dormir, era imposible con semejante preocupación. El viaje a Londres y después de ahí a Hertford sería eterno, pues la carta de Ron había sido escrita tres días atrás, no imaginaba que pudo suceder desde entonces. Naturalmente que esa mañana se levantó con la fatiga reflejada en el rostro, era imposible verse y sentirse bien después de semejante noche. Sin siquiera desayunar se fue directo a comprar un pasaje para Londres.


La calle estaba desierta a esa hora y el moreno caminó con prisa para llegar al sitio donde estacionaban los carruajes de alquiler. Pero antes pondría una carta en el correo, avisándole a Ron de su partida de Wiltshire ese mismo día. Cuando entraba a la oficina del correo se encontró a boca de jarro con Draco. Maldijo su suerte, tanto que deseó estar a solas con el rubio la jornada anterior y resultó imposible, pero ahora que se hallaba en semejante trance, era la última persona a la que desearía ver.


Draco debió notar al instante su turbación, pues arrugó el ceño y le miró con preocupación.


-Harry -susurró el rubio, dejando atrás el tratamiento formal -¿Ha sucedido algo? Pareces muy perturbado.


Harry apenas podía mirar al rubio.


-Debo enviar una carta a Ron para avisarle de mi llegada…

-¿Regresas a Hertford? -interrumpió Draco.

-Sí, debo regresar lo antes posible.

-Pero no entiendo, Smith no dijo que te marcharías tan pronto -dijo el rubio con tono preocupado.

-Es cierto, no estaba en el plan original, pero debo marcharme hoy mismo.

-¿Por qué Harry? ¿Ha sucedido algo?


El tono de Draco era de verdadera preocupación, cosa que asombró al moreno, pero a la vez le produjo cierto regocijo.


-¿Qué ocurre?


Harry titubeó, pero sabía que después de las cosas sucedidas entre Draco y él, bien podía permitirse confiarle un asunto tan delicado.


-Se trata de mi hermana… Ginny

-Si la recuerdo perfectamente, qué le sucede… se encuentra enferma…

-No, no se trata de eso -respondió Harry al instante -, ella estaba en Brighton desde hace unos meses con la familia Macmillan, ella se fugó… con Adrian Pucey.


Draco se quedó como una piedra.


-Es mi culpa, debí evitar que Ginny fuera Brighton. Cuando los Macmillan le pidieron permiso a nuestro padre, debí advertirle, ellos son amigos de Adrian Pucey, era probable un encuentro, pero no imaginé que… si tuve reparos pues los deseché al instante, pensando que Ginny no tenía nada que pudiese atraer a un caza fortunas como Pucey, ella no tiene ni una libra… el único caudal es su honor y ahora no tiene ni eso siquiera.


Draco permanecía en silencio. La reticencia mostrada por Harry con respecto a una posible cercanía de Pucey con su hermana adoptiva, era una prueba de que el moreno había creído en él, después de que le contara la verdad, eso le aliviaba muchísimo.


-Harry, no sé qué decir… es realmente lamentable que tu hermana haya caído en la trampa de Pucey.

-No se casará con ella, eso es definitivo.

-La señorita Weasley es joven y bella…

-¿Y eso de qué servirá cuando esto se sepa? Porque será imposible ocultarlo. Esto será la ruina para todos nosotros-dijo Harry con tono pesaroso, mirando a Draco.


El rubio no contestó y evitó la mirada de Harry.


El moreno de ojos esmeraldas comprendió que ese era el final de todo. Ya no importaba si Draco le había amado o aún sentía algo por él, a partir de ahora no habría posibilidad ni siquiera para un trato amistoso. El rubio haría todo lo posible por alejarse, por poner distancia con una familia desprestigiada y caída en desgracia. De seguro que lord Snape y la señorita Parkinson estarían de acuerdo, especialmente esta última que debía sentir profundo desprecio por Adrian Pucey.


-Lamento mucho lo sucedido -dijo Draco -, deseo de corazón que todo pueda resolverse de la mejor forma posible.


Harry solo asintió y el rubio inclinó la cabeza y se dio la vuelta para marcharse rápidamente.


~**~


Harry ya estaba de regreso en Hertford. La señora Weasley estaba tan abatida que permanecía en cama. Ginny era su única hija, la adoración tanto de ella como de su padre.


Harry permanecía mudo sentado en el sofá de la sala. El padre de los Weasley y los hermanos mayores habían regresado solo un día antes que Harry, completamente abatidos, pues no habían dado con el paradero de Ginny.


-¿Cómo Ginny pudo hacer esta locura? -preguntaba Ron -. No logro entender, ella siempre fue sensata.

-Con un sujeto como Pucey cualquier chica corre peligro de perder la sensatez -respondió Harry recordando a Pansy Parkinson.

-¿A qué te refieres? -quiso saber Ron.

-Me refiero a que un hombre que hace que una chica abandone su casa y su familia, independiente de cómo sean sus circunstancias, no puede ser alguien honorable, en un acto así no hay otra cosa que mala intención.

-Es cierto, y pensar que lo tuvimos sentado en esta misma sala, creyendo que era todo un caballero.


Harry recordó la conversación que tuvo con él esa primera vez que vino a cenar a la casa, hacía varios meses. Le contó sus infortunios sin reparo pese a que ni siquiera le conocía, su único interés era hablar mal de Draco, y él fue tan idiota que le creyó absolutamente todo, cuando en realidad no tenía prueba de nada, solo la palabra de alguien que conocía apenas unos días. Pero estaba predispuesto a creer cualquier cosa mala que le dijesen del rubio, esa era la verdad.


-Quizá de ser menos prejuiciosos, muchas cosas serían diferentes -dijo Harry.

-No te entiendo.

-Adrian Pucey nos agradó por su simpatía y porque fue amable, en cambio a Draco Malfoy lo juzgamos presumido y arrogante, pero estoy seguro que él nunca haría algo como lo que hizo Pucey.

-Eso no lo sabemos, Harry…

-Yo lo sé -interrumpió el moreno -, es cierto que es arrogante y vanidoso, quizá si estuviésemos en su posición lo seriamos también, pero Draco Malfoy no es una mala persona, todo lo contrario, no haría mal a otro deliberadamente.


Ron se quedó bastante sorprendido de que Harry hiciera esa defensa de alguien a quien detestaba tan profundamente.


-Pero tú no pensabas de ese modo hace unos meses, ¿qué te hizo cambiar?

-Ahora sé cosas que antes no.

-¿Qué cosas?


Harry confiaba en Ron, más que nada en el mundo, pero aquel secreto relacionado con la señorita Parkinson y Adrian Pucey no tenía derecho a revelarlo.


-Te parece poco lo que ha hecho Pucey, llevarse a Ginny de ese modo. Si sus intenciones eran nobles porque no vino a casa y pidió su mano como lo haría un hombre de honor.

-Es claro que no lo son, pues no se hubiese fugado de ese modo, dejando su puesto en la milicia.

-Cómo Ginny ha podido ser tan ingenua, es que realmente cree que ese sujeto se casará con ella. Si fuese una chica rica, de seguro lo haría, muchos caza fortunas hacen este tipo de cosas para forzar matrimonios, pero Ginny no tiene dinero. Cuando Pucey se canse de su belleza la dejará a su suerte.

-Ginny está perdida y nosotros también, por eso mamá está enferma, ella sabe lo que vendrá para la familia. La gente nos evitará, nadie querrá relacionarse con nosotros, desde ahora seremos unos parias.


Harry, al oír a Ron, recordó a Draco y la actitud que tuvo cuando supo lo de Ginny, de inmediato quiso poner distancia. Aunque albergara algún sentimiento hacía él, con esto de la fuga todo se arruinaba, no querría que un nombre tan prestigioso como el de los Malfoy, fuese asociado a una familia cuyo honor estaba por el suelo.


~**~


Draco se sentía tan responsable por lo sucedido con Ginny Weasley, que en cuanto estuvo de regreso en su mansión tras ese breve encuentro con Harry en el correo y, enterarse de los acontecimientos, no podía quedarse de brazos cruzados. Luego de darle vueltas a la situación decidió actuar. Partiría a Londres ese mismo día y buscaría a Pucey hasta bajo las piedras de ser necesario. No tenía dudas que era ahí donde estaba. Londres era una ciudad más grande, ideal para ocultarse sin llamar la atención y Pucey conocía a gente que podía facilitarle esa tarea. Pero no llevaría a cabo esa misión solo, iba a necesitar la ayuda de Zacharias Smith.


Aunque la mansión estaba llena de gente, serían Severus y Pansy quienes deberían hacerse cargo de los invitados. Draco les explicó brevemente la situación y ante el asombro de lord Snape, por el hecho de que el rubio quisiese intervenir en una situación que no le concernía en lo absoluto, Draco confesó en ese instante que amaba a Harry Potter y puesto que Ginny Weasley era su hermana adoptiva, la situación de desprestigio en la que quedaría obviamente afectaría a todos a sus hermanos. Argumentó también que estando en Hertford solo por orgullo no advirtió a Harry sobre quien era realmente Pucey y ahora se sentía responsable.


Lord Snape estaba muy impactado, pero no más que Pansy. A esas alturas la chica no sentía ningún aprecio por Adrian Pucey y lamentaba muchísimo que aquella inocente muchacha, hubiese caído en sus redes.


-Draco, comprendo perfectamente tu postura, si amas a Harry es completamente lógico que desees proteger la reputación de su hermana -dijo Pansy.

-Estoy muy sorprendido -admitió lord Snape -, en qué momento sucedió aquello.

-Supongo que te refieres a mis sentimientos por Harry -dijo Draco mirando a su padrino.

-Sí, no imaginaba que la relación de ustedes era tan cercana.

-No es cercana Severus, nunca lo fue, apenas nos tratamos cuando estuve con Blaise en Hertford el otoño pasado.

-¿Y cómo puedes afirmar con tanta seguridad que lo amas? -preguntó desconcertado el hombre de ojos negros.

-Harry es muy guapo -dijo Pansy con una sonrisa.

-Pero eso no es suficiente -se escandalizó Severus.

-Parece que no me conocieras Severus. Jamás me enamoraría de alguien solo por su atractivo físico -adujo el rubio -. Amo a Harry por muchas razones que no tengo tiempo de explicar ahora.

-¿Y él lo sabe? -preguntó lord Snape.

-Sí -contestó el rubio.


El hombre de ojos negros intercambió una mirada con Pansy.


-¿Le has hecho una proposición matrimonial? -preguntó lord Snape.

-Disculpa que no te responda Severus, pero eso es privado.

-Soy tu padrino Draco, tengo derecho a saber.


El rubio guardó silencio.


-Este silencio significa que lo has hecho, pero cuándo, no recuerdo ni un momento en que hubiesen estado a solas.


Por supuesto que Draco nunca revelaría que esa propuesta matrimonial la hizo meses atrás y que había sido rechazado.


-Acabas de proponérselo -concluyó Severus -, te has encontrado con él solo un momento atrás.


Lord Snape comenzó a pasearse por la sala.


-¡Cómo has podido ser tan imprudente! Te ha contado lo de su hermana y te ha conmovido su desgracia.

-Severus, jamás le propondría a Harry matrimonio solo por compasión.

-Menos mal.

-Pero eso no quiere decir que no lo haré en un futuro próximo -dijo el rubio.


El hombre mayor detuvo su paseo y miró seriamente al joven Malfoy.


-No tengo nada en contra de Harry Potter, pero la situación de su hermana es deshonrosa, aunque Pucey se casara con ella, el solo hecho de que haya consentido en huir con un hombre sin estar casada… es… una muchacha sin moral -sentenció el hombre mayor.


Pansy que oía la conversación sin intervenir hasta ese momento, no pudo contenerse.


-El único pecado de esa pobre ha sido enamorarse -dijo la chica castaña.

-No, el amor no puede ser justificación para una locura semejante -respondió Severus.

-Queda claro que nunca has amado Severus -intervino Draco.


El hombre mayor miró impertérrito al joven rubio.


-Piensa lo que quieras Draco, pero desde ahora te advierto que no consentiré un matrimonio entre Harry Potter y tú.

-No me dirás lo que puedo o no puedo hacer, Severus -dijo el rubio -, eres mi padrino y te quiero mucho, pero las decisiones sobre mi vida las tomo yo, y asumiré las consecuencias de tales decisiones.


Lord Snape miró a Draco incrédulo. Siempre admiró la sensatez del muchacho, jamás hubiese imaginado que le vería actuar con semejante irracionalidad. No dijo una palabra más y salió de la sala dando un portazo.


Se hizo un silencio y Pansy se levantó del sofá y se acercó al rubio.


-Draco, ¿estás enamorado de Harry?

-Lo estoy.

-¿Y él te corresponde?


El rubio guardó silencio un momento.


-La verdad no lo sé, quiero pensar que tengo a lo menos una oportunidad con él.

-¿Y cuándo ocurrió eso? Quiero decir cuando te enamoraste.

-Supongo que sucedió poco a poco desde que le conocí en Hertford el año pasado.

-Pero recuerdo que cuando él estuvo en Lacey Park en marzo, parecía que apenas se conocían.

-Sí, es cierto, apenas nos tratamos. Hablamos pocas veces, pero lo cierto es que Harry me gustó desde la primera vez que lo vi -dijo el joven rubio mientras se sentaba en el sofá -. Pero, ya me conoces, no soy de los que muestra sus sentimientos y por otra parte no quería aceptarlo porque le consideraba una elección inapropiada.

-¿Por qué?

-Es huérfano ya lo sabes, no tiene dinero.

-Draco no puedo creer que seas tan superficial.

-Pansy, sabes cómo me educaron, soy orgulloso y tengo un alto concepto de mí mismo, se suponía que no me enamoraría jamás de alguien inferior.

-Pues Harry no me parece inferior, en absoluto. Es inteligente, educado, todo un caballero y además muy atractivo.

-Y por eso me enamoré de él, reconozco todas esas cualidades que has mencionado.

-¿Entonces cómo puedes decir que es inferior?

-Es socialmente inferior, pero no me importa ni un poco, te lo juro.


La chica sonrió por fin.


-¿Y él, sabrá lo que sientes?

-No, no lo imagina siquiera.


Se hizo un silencio.


-Es una pena lo de su hermana -dijo Pansy -, pobre chica realmente la compadezco.

-Yo también, pero tal vez aún se pueda hacer algo por ella.

-Me parece muy difícil.

-Es difícil, pero tengo que intentarlo.


La chica miró desconcertada al rubio.


-¿Tú?

-Sí Pansy, yo. Me siento un poco responsable, debí advertirle a Harry sobre Pucey. Pude hacerlo, pero callé por orgullo y cuando le conté a Harry sobre quien era él, entonces ya era tarde.

-Harry… sabe de lo mío… con…

-Sabe que hubo una chica… pero no sabe que eres tú -mintió Draco.


La muchacha asintió más relajada.


-¿Qué harás? -preguntó luego de un breve silencio.

-Iré con Zacharias a Londres, estoy seguro de que Pucey llevó a Ginny Weasley ahí, es un buen lugar para ocultarse, pero sé que puedo dar con su paradero.

-¿Y qué harás cuando le encuentres?

-Tendrá que reparar el mal que ha causado, casándose con ella.

-¿Y por qué iba a hacerlo? Por otra parte se preguntará por que intervienes en algo que no te concierne en absoluto.

-Eso me tiene sin cuidado, lo conozco bastante como para saber que teclas debo tocar para convencerlo de que se case con Ginny Weasley.

-¿Le ofrecerás dinero?

-Es lo que siempre ha querido, ¿no?

-Y todo eso solo por Harry.

-Si no intervengo, él y toda su familia quedaran hundidos en el lodo y entonces no importará cuanto le ame o que él me corresponda, no podremos estar juntos jamás.



~**~

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).