Ya en la azotea
-Johnny ya sabe que soy gay
-No me digas que él fue el que te...
-¡No! ese fue Blass
-Vaya amigos
-Solo... Ni se te ocurra decirle nada a Johnny de...ya sabes
-Que es el amor de tu vida mua mua mua – Se burlo un poco Liam.
-Escucha tal vez sea un juego para ti, pero esto es muy serio para mí.
-Está bien no le contare nada pero tienes que hacerme cuarto con Bruno
-¡Estás loco!, no necesito más problemas
- Exactamente y por eso vas a hacer todo lo que yo te pida, por cierto sabes algo de una foto de mí y el imbécil de Daniel.
-Ah – La cara de Marcos lo dijo todo.
-Ves ahora tengo motivos para no cumplir mi palabra
-¡Intente llamarte si!, lo intente Liam
-Okey, okey, lo entiendo, necesito que le des un mensaje a Bruno, si no soltare toda la sopa.
-Vaya, pobre Bruno como es que anda con alguien como tú.
-No lo sé, ¿Cómo andaba con ustedes?
-Está bien, ¿qué le tengo que decir?
Definitivamente era el sujeto más desafortunado del planeta , Johnny no lo determinaba, ni siquiera le había esperado para venir a la escuela , sin mencionar las miradas estúpidas de sus compañeros de equipo, ¿Cómo podían Bruno y Liam soportar todo eso como si nada? no quería ni pensar como lo estaría pasando Kevin.
Había estado tratando de evitarlo a toda costa pero seguro se encontrarían en las prácticas.
Esas eran las preocupaciones de Marcos mientras buscaba sus libros cuando Johnny finalmente le hablo.
-No te quiero ver cerca de ese imbécil de nuevo
-¿Kevin? – Cuando Marcos vio la cara de ira de su hermanastro al escuchar ese nombre se arrepintió de haberlo mencionado.
-Ni de él ni de ningún otro tipo ¿Me oyes? – Le sujeto del brazo con fuerza, lo cual realmente resulto bastante molesto.
-No es de tu incumbencia – Susurro
-¿Qué? – Le apretó más Johnny
-¡No te importa!, salgo con quien quiera.
-Sí, pues vamos a ver entonces que dicen nuestros padres- Marcos en serio no lo podía creer.
-Ja, en serio Jhon, me amenazas con acusarme con mi madre –Eso era tan infantil, pensó Marcos, Johnny pareció comprenderlo ya que lo soltó
-Ok, Pero vamos a ver si sigues con esa aptitud cuando todos en la escuela se enteren de los que eres.
-¿Qué?
-Ya me oíste – Eso sí, no se lo espero.
-Tu, ¿serias capaz? – Era imposible Johnny no podía hacerle eso¿ verdad?
-Pruébame hermanito – Azoto Johnny la puerta de su casillero antes de irse.
Era como si estuviera en una clase de pesadilla jamás pensó que Johnny la persona que siempre lo había cuidado, protegido, la persona que más amaba en el mundo lo estuviera amenazando con revelar a toda la escuela que era gay.
-Dios solo déjame despertar – Intento Marcos no llorar
-¿Todo bien? – Le pregunto Bruno antes de entrar a clases.
-Si claro – Fue lo único que se le ocurrió decir, Bruno lo vio con intenciones de decir algo pero parecía a punto de arrepentirse.
-Marcos si necesitas apoyo... Cuentas conmigo – El grandote se vio bastante apenado de decir aquellas palabras lo cual enterneció un poco a Marcos, Bruno era la única persona que le había dicho eso, sintió un terrible sentimiento de culpa en la boca del estómago, tal vez lo que le estaba pasando era parte del Karma.
-Ah, Bruno, este Liam me pidió que te dijera que se vieran 10 minutos antes de la tercera hora, en la parte de atrás debajo del árbol de Cedro – Bruno lo vio con cara de Shock
-¿Liam?
-Si es... - Marcos iba a tratar de explicar un poco la situación pero la mirada que le lanzo Johnny desde su puesto lo hizo sentir mareado – Solo ve- Fue lo que dijo antes de ir a su lugar mientras se preguntaba si iba a ser así de ahora en adelante, hacía años que no se sentía tan vulnerable, no pudo atender a nada de lo que se decía en las clases, solo vio a Bruno pedir permiso para salir a la tercera hora y la verdad sintió una especie de alivio en su corazón.
Para la hora del receso Bruno ya había regresado él incluso estuvo con ellos, era curioso como seguían haciendo cosas de equipo igual que siempre pero las cosas nunca serian iguales, era como una gran pantalla, se sentaban todos los miembros del equipo y empezaban a hablar de estupideces, bueno la mayoría porque lo que era Bruno, Kevin, Johnny y él solo se había sentado allí como cuando sonríes para una gran fotografía.
Blass por otra parte era increíble hablaba, reía y hasta intento involucrar a Bruno en la charla más de una vez, casi sintió pena por él, en realidad estaba rayando en lo patético.
Después de eso siguieron las clases y la hora de la práctica por suerte Kevin no había intentado acercarse a él.
Cuando terminaron Johnny y él fueron los últimos en los vestidores.
-Apúrate, no te voy a esperar para siempre.
-No te pedí que lo hicieras, puedo irme a casa solo
-Claro, ¿eso quisieras no? que te dejara solo para que salieras corriendo a chuparle la polla a ese imbécil.
-¡Cállate! ¡Ya basta!
-¿Por qué?, no es eso lo que estabas haciendo ayer – Escuchar eso fue humillante no pudo soportarlo más hizo algo que jamás había hecho golpeo a Johnny pero eso solo pareció enfurecer más a su hermanastro.
-¡¿Es eso no?!- Le dijo furioso.
-¡Si así fuera que!- Ya estaba harto
-¿Qué? – Por primera vez en mucho tiempo Marcos sintió terror cuando Johnny lo agarro por la barbilla – Bien Marcos, si quieres una polla yo te daré una maldita polla.
-¡¿Qué?! No Johnny ya basta – El chico lo había tumbado y aunque Marcos no era débil pero Johnny era mucho más grande, más fuerte lo suficiente como para someterlo mientras se sentaba sobre su pecho- Maldita perra, esto es lo que te gusta no.
-¡No! – Esto no podía ser, Marcos no sabía exactamente qué era lo que pasaba pero cuando vio a Johnny quitarse la correa del pantalón y escucho como se bajaba el cierre del pantalón, simplemente su mente se quedó en blanco, solo pudo cerrar los ojos lo más fuerte que pudo y quedarse allí, orando y rogando por despertar mientras ríos de lágrimas atravesaban su rostro.
Esperando, no sabía si la muerte o lo que fuera después de unos minutos que le parecieron una eternidad nada paso solo sintió a Johnny liberarlo y salir de los vestuarios, después de un momento fue que empezó a procesar todo lo sucedido y jamás se sintió tan sucio, ¿Por qué?¿Porque? era lo único que se repetía en medio de todo.