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Instituto fantasma por phaest

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-¿Por dónde empezamos? -preguntó Keith una vez fuera.

-Empezaremos por aquí abajo -contestó Mark- ¿Qué habéis visto?

-Jennifer y yo -respondió Byron-, estuvimos en el laboratorio.

-¿Observasteis algo extraño?

-Había mesas, estanterías, frascos, alambiques, cosas de laboratorio, la gran mayoría destrozado, también un armario roto, con llave.

-Rachel y yo estuvimos en la sala de música. Los instrumentos estaban oxidados.

-En la secretaria -dijo Phillip-, había muchos armarios llenos de archivadores y papeles por el suelo.

-Lucas y yo estuvimos en una clase normal, no la habían tocado, todo estaba en orden -informó Jeff.

Christian miró a Mark y después fijamente la última puerta, la de la niebla.

-Yo no recuerdo nada -comentó Jason-. Sé que entre en un aula normal con Christian, pero nada más, lo siguiente que recuerdo es que estaba fuera, y Keith me hablaba sobre la biblioteca.

-Puede que esa aula tenga algo -opinó Byron.

“Y tanto” pensó Mark, “le hice el amor a Chris”.

-La última es otro aula -Christian tragó con dificultad-, con algo dentro, no sé lo que es.

-¿Qué quieres decir? -preguntó intrigado Lucas.

La mirada de Christian se perdió en algún punto del pasillo, relatar lo sucedido en aquella aula no era fácil.

-En cuanto entre vi un aula normal, bueno normal no, estaba destrozada, con mesas y sillas tiradas por el suelo, y algunas de ellas literalmente destrozadas. Cuando se cerró la puerta se formó una especie de niebla, no pude moverme y me pareció oír algo, como una respiración, no parecía humana, o eso creo.

-¿Qué era? -preguntó con entusiasmo Keith.

Christian le fulminó con la mirada.

-No me quede a averiguarlo.

-¿Alguien sabe que aula vieron Jack y Theresa? -Quiso saber Mark. Todos negaron con la cabeza-. Está bien, nos dividiremos en cuatro grupos. No creo que encontremos nada en las tres aulas,  ni en la sala de música. Los baños quedan descartados también. Phillip, tú iras con Jeff  al laboratorio, es probable que si utilizaron el libro e hicieron un hechizo, como Christian sospecha, cogieran algunos ingredientes de ahí. Intentar hacer una lista de las cosas que encontréis, sobretodo de lo que está bien, puede que lo necesitemos más adelante.

-De acuerdo.

-Keith con Jason y Edith a secretaria -dijo señalando la puerta-, registrar bien toda la sala, a ver si encontráis algún papel que nos pueda ayudar, algo que nos indique quien pudo utilizar el libro. También nos vendría bien saber cuántos profesores y alumnos había en el instituto, y buscad alguna lista o algo que hable de la fiesta. Christian y Lucas a la sala que vieron Theresa y Jack, registrarla lo mejor que podáis. No sabemos lo que hay, así que si veis algo extraño salid de inmediato. Byron, tú conmigo, iremos al despacho del director. Cuando yo estuve no vi nada, pero es muy posible que se me escapara algo. En cuanto terminéis salid y esperad aquí hasta que nos reunamos todos.

Byron siguió al profesor, los otros entraron cada uno donde les había indicado Mark.

 

-Ve mirando por ahí -le pidió Phillip a Jeff-. Yo buscare algo con lo que escribir.

A Phillip le hubiese gustado ir con Lucas, pero no podía cuestionar la orden del profesor, con lo que estaba pasando, era casi seguro que el registro de aulas no había hecho más que empezar, esperaba poder tener la ocasión de estar con él.

Lucas se veía alicaído, como todos, pero exceptuando a Byron y Jennifer, y un poco a Christian y Mark, el resto no le importaba, solo Lucas.

Miró en la mesa del profesor, buscando un bolígrafo y un papel, mientras Jeff hacía un balance de lo que veía.

-Es extraño -comentó Jeff.

-¿El qué?

-Todo esto -abarcó toda el aula con los brazos-. Joder, estamos hablando de magia, de magia negra seguramente. Lo que pasó aquí solo puede ser negra, la magia blanca no mata a la gente.

-Todos estamos asustados.

Phillip cogió un lápiz y una libreta del segundo cajón, acercándose a Jeff.

-Lo sé. Y después de lo que hemos vivido aquí es lo más normal. Pero… no es solo eso, es… es tan difícil de explicar, en ocasiones el cielo esta negro, no se ve nada, en otras la luna llena brilla iluminándolo todo, hay ocasiones en que esos cambios van de un segundo a otro -se asomó a una de las ventanas, desde donde podía observar el cuerpo inerte de Jack-. Además está la muerte de Jack, el aula que vio Christian, la de la niebla, y aún no hemos visto nada, esta es solo la primera planta, hay tres en este instituto a parte del gimnasio y el pabellón del comedor y cocina. No tenemos idea de lo que nos espera.

-Es por eso que cuanto antes averigüemos lo que sucede, antes podremos arreglarlo y salir de aquí.

-Eso espero.

 

Se sentó en una de las sillas, mirando hacía la ventana, quería contarle a Lucas lo sucedido con Mark, pero no sabía por dónde empezar.

Lucas le dio la vuelta a la silla al lado de Chris, sentándose y apoyando los brazos en el respaldo, a su amigo le pasaba algo, algo que no tenía que ver con lo ocurrido en el patio.

-¿Tan malo es Chris?

-Es sobre el profesor Degryse.

Explicar lo que pasó en ese aula con Mark, le resultó más fácil de lo que había pensado en un principio. Seguramente porque la otra persona era Lucas, su mejor amigo, su confidente, el único que le conocía incluso mejor que él mismo.

-¿Por qué crees que lo hizo?

-No tengo ni idea, fue todo muy… no sé cómo prematuro, sin más. Aunque estoy seguro de que no lo hizo a conciencia, algo le empujo a ello, a comportarse así.

-¿Y tú?

-¿Yo?

-Te conozco Chris, sé que sientes algo por el profesor Degryse.

-Confundido. Por un lado quería que se detuviese, pero por el otro deseaba que continuase, que me hiciese el amor. Sabía que no estaba bien y luchaba contra ello al tiempo que me entregaba a él.

-¿Has tenido esa sensación en otro lugar fuera de esa aula?

-Sí, aunque no tan fuerte.

-No puedo asegurártelo, pero yo diría que lo provoca este sitio, al menos en lo que al profesor Degryse se refiere.

-Yo también lo he pensado. En la biblioteca, mientras todos estabais congelados yo… -se ruborizó agachando la cabeza-, le besé, aunque no te puedo asegurar si realmente se debe al lugar o a lo que ya siento por él.

-Creo que lo mejor sería que evitaras quedarte a solas con él, sobretodo en esa aula.

-No creo que haya que preocuparse demasiado por ello. Además, Mark hace lo posible para que no pase.

-No es eso lo que me preocupa Chris -dijo Lucas suavemente.

Christian miró a su amigo a los ojos, no necesitaban palabras para entenderse.

 

-No parece haber mucho más de lo que dijiste -comentó Byron observando el despacho.

-Nunca está de más registrarlo de nuevo por si se nos escapa algo.

-No te enfades, Mark, pero hubiese preferido que Chris y Lucas hiciesen pareja contigo y Phillip la primera vez -a la mente del mayor vino la escena del aula-, sobre todo teniendo en cuenta lo que vivió mi hermano en el aula de la niebla. Aunque me temo que habrá más oportunidades, este instituto tiene muchas aulas, y seguramente tendremos que registrarlas todas.

Mark tragó duro no sabía cómo plantearle el problema a Byron. Era su amigo, pero ante todo era el hermano de Christian.

-Hay algo que debo decirte. Algo que pasó antes de entrar a la biblioteca, cuando me viste salir de esa aula -cerró los ojos-. Byron, yo… no sé exactamente lo que ocurrió… Bueno si lo sé pero no sé cómo ni porque -le miró desesperado-. Le hice el amor.

-¿¡Qué!?

-Él estaba frente a la puerta de la biblioteca, no se veía nada y entramos en esa aula en busca de cerillas o un mechero. Mientras buscaba en los cajones me fije en él, en lo guapo que era, en que parecía un ángel con la luz de la luna sobre su cuerpo. Cuando quise darme cuenta de lo que sucedía le estaba besando -agachó la mirada-. Sabes que yo nunca haría algo así, no a Chris -elevó sus ojos hasta los de Byron-. Intente detenerme, pero cada vez que me separaba de él y volvía a verle, yo… lo único que deseaba era hacérselo.

Estaba impactado, no sabía que pensar, todo lo que le acababa de contar Mark no entraba en las cosas que alguna vez había imaginado, aunque pesándolo bien tampoco es que le extrañara demasiado. Conocía de sobra el enamoramiento de Chris por el profesor, y desde hacía poco, desde que comenzara toda esa locura, sospechaba que Mark sentía algo por su hermano, aunque él no se hubiese dado cuenta de ello.

Pero si de algo estaba seguro es que Mark nunca le hubiese hecho el amor a su hermanito, no mientras este siguiese siendo su alumno.

-Seguro que hay una explicación.

-Pero cual. No es normal que una persona, sin más, se abalance a por otra. Byron era… como si estuviera desesperado por hacerlo mío, no hubo delicadeza en los besos, ni siquiera pensé en él, en el daño que podría estar haciéndole.

-Sé que en estos momentos no te servirá de nada, Mark, pero estoy seguro que tiene que ver con este lugar.

-Tienes razón, no me sirve, no es motivo para lo que hice.

 

En la sala de profesores no había nada inusual, aun así la registraron, confirmando sus sospechas. Salieron de allí encontrándose con que eran los primeros, cosa que no les extrañó. A los pocos minutos Phillip y Jeff salían del laboratorio.

-Creíamos que tardaríais un poco más -comentó Lucas observando a Phillip-. Nosotros acabamos de salir.

Phillip no pudo contestarle, en esos momentos Mark y Byron salían de dirección.

-Esperaremos a que los demás lleguen para no tener que repetir lo mismo dos veces -dijo Mark mirando hacía la puerta de secretaria.

Los tres salieron casi inmediatamente.

-¿Y bien? -preguntó Mark mirando a Christian, intentando que no se notara las ganas que tenía de tenerlo entre sus brazos.

-Es una sala de profesores -contestó el muchacho-, nada fuera de lo común. No está destrozada por lo que creemos que no entraron ahí cuando pasó lo que fuera que pasó.

-Efectivamente en el laboratorio faltan algunas cosas -continuó Jeff-, había frascos abiertos, rotos. Phillip ha hecho la lista con todos lo que hemos visto.

-En secretaria no hay documentación sobre los profesores y alumnos -informó Keith-, los datos escolares están en un aula al que se refieren como archivador.

-¿Y todos esos papeles tirados por el suelo? -se interesó Phillip.

-Circulares, expedientes abiertos a algún alumno o profesor por algo que habían hecho -respondió Edith-. Pero lo extraño es que en ninguno de ellos hay una fecha, en todos está el nombre del alumno o del profesor y el de la persona que lo abrió, el motivo, el castigo, pero nada de fechas.

-Sí que es extraño -dijo Byron.

-¿Por qué tendrán esa información apartada? -quiso saber Phillip.

-A nosotros también nos ha extrañado -contestó Jason-. Lo normal es tener todos los archivos juntos y en la misma sala, o sea en secretaria.

-¿Habéis encontrado algo sobre la fiesta? -se interesó Byron.

-Un panfleto -Edith estiró la mano enseñando el papel-. Podía asistir todo alumno que lo quisiera. Aunque a partir de las once y media de la noche y hasta las doce, los de primero y segundo debían abandonar la fiesta.

-En dirección no había nada relevante -comunicó Mark-. Tendremos que subir, pero antes nos pasaremos por la biblioteca.

 

-¿Ha habido suerte? -quiso saber Byron sentándose al lado derecho de Jennifer.

El resto lo imitó sentándose alrededor de la mesa. Theresa, sentada al otro lado de la muchacha, tenía unos cuantos libros a su alrededor, sostenía uno junto al pecho con fuerza y tenía los ojos vidriosos.

Jennifer los miró a todos, habían descubierto unas cuantas cosas, por desgracia, ninguna buena.

-Como todos sabéis, hace unos cincuenta años hubo una masacre en este instituto. No se dijo mucho sobre lo que sucedió, solo que unos alumnos, llevados por el alcohol y las drogas, asesinaron a sus compañeros. En parte es cierto, pero soy de la opinión de Chris -dijo mirando al muchacho-, alguien utilizó el libro de magia para su bien.

>En el libro hay varios hechizos marcados, algunos de ellos tienen como fin un comportamiento salvaje, otros son del estilo obediencia.

-¿Obediencia? -repitió Keith.

-Hechizos o pócimas que consiguen que el que la bebe o recibe obedezca en todo al que se lo da o lo lanza -explicó-. Pero me temo que no es esa clase la que utilizaron, no teniendo en cuenta la masacre. Me he centrado en ellos, aunque por lo que hemos descubierto, espero no tardar mucho en dar con el que se usó esa noche.

Todos la miraron intrigados.

-Mientras Jenny ojeaba el libro de magia -continuó Ashley con unos pocos libros frente a ella-, yo me entretuve mirando los otros, los que tenían nombre. Era algo raro, como todos nos dimos cuenta, ya que son muchos los que hay y ninguno es conocido. Cogí uno de los que estaban más cerca y lo leí por encima, era de un chico de veintidós años que había entrado aquí, hace unos dieciséis años -les mostró un libro con el nombre de Henry Jones-. Como libro de terror es muy bueno, como realidad es espeluznante. Describe lo que el muchacho vivió desde que atravesó la puerta hasta que murió. Hemos ido cogiéndolos al azar, antes que nosotros vinieron más grupos.

-¿Cómo puedes estar tan segura de eso? -quiso saber Phillip.

-Los libros bien pueden ser relatos escritos por los chicos que estudiaban aquí -comentó Jason-. Nosotros también tenemos que escribir relatos de vez en cuando.

Theresa extendió la mano con el libro que aferraba tan fuertemente, llevaba por nombre Jack Wolmsey.

-¿Cómo es posible? -le preguntó Keith mirándola-. ¿Están los nuestros?

-No, solo los de los que ya han muerto -contestó Jennifer-, está escrito todo lo que le sucedió aquí. Y creedme, excepto unos pocos como el de Jack, no es nada agradable de leer.

Todos miraron a su alrededor, había muchísimos libros, si querían averiguar algo tendrían que leerlos todos.

-Los más finos son los del primero en morir, y los más gordos los del último -mientras hablaba Rachel fue colocando unos cuantos sobre la mesa, todos tenían diferente grosor-. Solo explica las cosas que esa persona ha vivido dentro del instituto, lo que ha visto, lo que ha hablado y escuchado, lo que ha hecho, todo con todo lujo de detalles -se sonrojó-. Narra cualquier cosa, por insignificante que parezca.

 -¿Qué significa exactamente? -preguntó Edith.

-Todos vimos lo que le pasó a Jack -contestó Theresa con voz apagada-, por lo que eso quedaría reflejado en nuestros libros, si muriéramos, sin embargo solo yo sé lo que ocurrió cuando entramos en la sala de profesores. En el mío, al igual que en el de Jack, se podrá leer lo que vimos, lo que hablamos, sin embargo no aparecerá escrito lo que cada pareja vio en el aula que le tocó.

Mark se tensó en su sitio, en su libro y en el de Chris aparecería escrito lo que sucedió en el aula, y en el suyo además todas esas veces que lo había deseado. No, no tenía que pensar así, ni él ni ninguno de los que se hallaban en la biblioteca iba a morir, por mucho que lo que lo rodeaba dijese lo contrario.

Edith frunció el ceño, si eso era cierto en su libro explicaría que intentó seducir a Mark, pero lo que la molestaba realmente era que si pasaba lo peor y alguien lo leía, sabría que fue rechazada, y eso no estaba dispuesta a que pasase, a nadie le interesaba saber que Mark no había querido tener nada con ella. Aunque tenía tiempo de sobra para hacer cambiar de opinión al profesor. Sabía que tenían que registrar las aulas de arriba, ella haría pareja con Mark y aprovecharía el momento. El profesor no podría resistirse a ella, ya se encargaría de ponerlo lo suficientemente caliente para ello. Además no era tan tonta como para andar por ahí sola sin saber lo que podría ocurrir.

Notas finales:

Gracias por leer.


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