John abrió las puertas del bar y tomando asiento en el mismo lugar de siempre junto a la barra, necesitaba algo fuerte que nublara sus deprimentes pensamientos por unas horas, deseaba olvidarse de su pasado por una noche…
-un whisky doble por favor, con mucho hielo -
-enseguida señor -dijo el barman – aquí tiene.
- gracias- dijo John con desgana vaciando instantáneamente el contenido del vaso- otro por favor
- ¿por qué esa cara larga amigo? reconozco esa expresión siempre que la veo, muchos hombres vienen aquí sufriendo de penas de amor -bromeó el empleado pasándole otra copa –
-John sonrió con desgano ante el comentario -algo así…pero es más complicado que eso - dijo mirando su vaso
- ¿ah sí? Siempre me ha interesado lo complicado
- también a mi…al parecer busco a las personas complicadas…-admitió John concentrado en mirar a la gente que pasaba a través de la ventana.
-entonces si le gusta por qué se ve tan afligido.
-no es por la persona…es porque se ha ido…y ya no volverá nunca - dijo John volviendo a beber el licor de un solo trago, sintiendo como le quemaba la garganta al bajar hacia su estómago.
-sabe amigo, cuando lo vi entrar y sentarse aquí quise inmediatamente hacerle una pregunta…
- ¿ah sí? Bueno…que quiere saber dijo John bebiendo la tercera copa, comenzaba a molestarle la intromisión del hombre en sus asuntos, si venía solo a beber era porque no deseaba hablar con nadie.
-¿Afganistán o Irak? -en ese preciso instante John se atragantó comenzando a toser frenéticamente, elevó la mirada hacia el barman, y ahí estaba el, limpiando las copas sucias del local, con expresión despreocupada, Watson se le quedó contemplándolo en shock con la boca abierta de la impresión, se preguntó si sería alguna ilusión producto del alcohol ingerido, pero no había bebido mucho, conocía sus límites y las alucinaciones que había tenido jamás habían sido tan reales como la figura que tenía parada enfrente.
-Sherlock- susurró cuando recuperó la capacidad de habla -de verdad…de verdad eres tu
-hola John dijo el con una sincera sonrisa asomándose en sus labios -como siempre ves, pero no observas-bromeó el detective.
John no pudo aguantar más, una lágrima cayó por su mejilla, apretó los dientes con tanta fuerza que no le habría extrañado que se le rompieran en pedazos, dio un fuerte golpe con ambos puños sobre la barra… - ¡por qué! -exclamó angustiado – ¡Sherlock por qué!
- Déjame explicarte, lamento haberte asustado así, pudo darte un ataque o algo…pero en mi defensa…fue muy divertido- dijo el detective con una carcajada
-Divertido- repitió incrédulo - …dos años Sherlock… ¡dos malditos años! -las lágrimas seguían fluyendo por su rostro.
De pronto el jefe del local le dijo a Sherlock que tenía varias ordenes acumuladas y los clientes comenzaban a impacientarse, a modo de respuesta Sherlock se desprendió del delantal y le dijo sin ninguna pizca de vergüenza – no trabajo aquí
John solo sabía una cosa, necesitaba aire fresco, había comenzado a ahogarse en ese local, se sentía mareado, le faltaba el oxígeno, llegó hasta la intemperie y se arrodilló el mundo a su alrededor le daba vueltas, alguien se había detenido tras él -John es solo un ataque de ansiedad, solo respira…tranquilízate, estarás mejor en unos minutos -esa voz…esa voz que tantas veces había reproducido su mente a la percepción para tranquilizarlo en los momentos críticos donde pensaba en la mejor forma de suicidarse. Y ahora Sherlock estaba frente a él, ayudándolo a ponerse de pie…necesitaba tocarlo, comprobar que no era una ilusión, estiró su mano hasta con la yema de sus dedos rozar sus prominentes pómulos, Sherlock lo observó contrariado, incómodo quizás… John se tranquilizó, era él y era real… finalmente pudo tranquilizarse y hacer un gesto parecido a una sonrisa
-eh ¿John?, vas a seguir manoseando mi cara por mucho tiempo -dijo Sherlock moviendo el rostro hacia atrás. De pronto John recuperó las fuerzas, pudo sostenerse nuevamente por si mismo, el ataque de ansiedad había pasado ahora lo embargaba una ira incontenible …miró nuevamente a Sherlock y se abalanzó sobre él propinando fuertes golpes al aire – maldito seas Sherlock, una palabra…tan solo necesitaba una palabra repetía golpeándolo en el pavimento, Sherlock logró apartarlo no sin antes recibir uno que otro golpe… -ya cálmate John, tranquilo todo tiene una explicación -dijo poniéndose nuevamente de pie y sacudiéndose la suciedad, retomando su postura de presumido.
-Más te vale Sherlock, porque no tienes idea por todo lo que pasé por tu culpa- dijo John intentando calmarse, quería abalanzarse nuevamente contra el para descargar toda la rabia que aún quedaba en él, pero debía calmarse…no podía seguir comportándose así
¿Quieres entrar al bar o quizás ir a Baker Street?
¡No, no quiero ir a ninguna parte!, quiero que me expliques todo aquí y ahora Sherlock
John podrías dejar de ser tan dramático – se quejó Holmes
¿Que no sea dramático?, lo dice el hombre que fingió su muerte por dos años saltando de la azotea de un edificio y ahora regresa triunfal a Londres… -Sherlock comenzó a impacientarse, varias personas se habían volteado a mirarlos discutir, estaban montando una escena en plena calle.
-cállate John no quiero que todos se enteren
-ah ósea que aún es un secreto
-Si, aun es secreto, ¿prometes no decir nada? – Sherlock solo pudo sentir un fuerte dolor en el rostro, John le había propinado un golpe en la nariz.
- ¡Podrías dejar de golpearme! Y hablar como personas civilizadas John, no creí que la soledad te volvería tan salvaje
-Cállate Sherlock…te aseguro que motivos no me faltan para darte tu merecido por traidor y mentiroso…-
- Ya estas quejándote de nuevo -dijo Sherlock con actitud dramática.
-Esperabas que no reaccionara, que te aceptara de vuelta así sin más…eres increíble-
-Ohh tu sí que reaccionas -dijo el detective enarcando las cejas – pienso que estás exagerando John… ¿podemos caminar? Te tranquilizarás un poco más, has acumulado mucha adrenalina… y sin decir más comenzó a avanzar por la calle, John resopló molesto apretó los puños con mucho coraje…y finalmente se decidió a seguir al detective…
- ¿Por qué Sherlock? … ¿por qué me hiciste esto?
- ¡Como que por qué! Moriarty debí ser detenido …ahora había 13 posibilidades…
- ¿Que no entiendes?, no me importa como lo fingiste, ¡te estoy preguntando por qué!
- Ah bueno…eso es lo más difícil de explicar, en realidad fue el plan de Mycroft…
¿fue el plan de tu hermano? -dijo John riendo con incredulidad
- ¿Me vas a dejar continuar o no? … yo en muchas ocasiones quise contactarte, pero…temía que fueras indiscreto-
- Quieres decir que a pesar de todo ese tiempo viviendo juntos, conviviendo y resolviendo casos no confiabas en mi…
- Bueno, es que a veces, como ahora…explotas, eres muy expresivo y…hablas mas de lo que deberías, además sabía que te opondrías al plan, ibas a querer venir conmigo…y esto tenía que hacerlo solo
- Yo no soy tu mascota Sherlock Holmes
- Yo…sé que no lo eres John solo buscaba Protegerte…mantenerte con vida, si para esto tenía que alejarme dos años y desmantelar toda esa red era un sacrificio que valía la pena, sabía que podía sobrevivir si era cuidadoso con mis jugadas, estuve dispuesto a correr el riesgo, John escúchame… Moriarty sabía que tú eras…importante para mí, eras el primero a quie iba a querer eliminar si no fingía mi muerte…era la única forma-
John se mantenía mudo…finalmente dijo… lo siento Sherlock, no puedo…no puedo con esto, son demasiadas cosas, yo toqué fondo pensando que estabas muerto, no tenía ganas de comer, no podía dormir, tenía alucinaciones, te veía caminando en medio de la calle, escuchaba tu voz resonando en mi cabeza, iba a tu tumba cada día Sherlock… intenté suicidarme porque sentía que la vida no valía la pena si tu no estabas en este mundo y todo fue una farsa…¿Quién más sabía?
John eso no es importante…-El doctor Watson lo observaba desafiante- bien, Molly…y algunos de mi red de indigentes, es todo.
John rio con amargura, se detuvo para mirar a Sherlock, intentando contemplar cada detalle de su pálido rostro…Sherlock yo, habría estado dispuesto a todo por ti… podríamos haber sido felices- confesó John cabizbajo- te habría esperado…te juro que te habría esperado - y se acercó a él depositando un breve beso en su mejilla- adiós Sherlock Holmes.
Sherlock retrocedió - ¿de qué me estás hablando? -
John desvió la mirada -de nada Sherlock, de todas formas, ya no importa, llegas tarde…dos años tarde - dijo alejándose
- ¡Espera, dije que lo sentía, pedí perdón! … ¿no es lo que las personas deben hacer en estas situaciones?
Pero John ya se había ido, dejándolo solo y confundido en las solitarias calles de Londres.