Reencuentro
Con un suspiro se bajó del taxi que le había llevado al restaurante le dio las gracias al conductor y se dirigió a la entrada del lugar, tenía mucho que no visitaba lugares tan costosos, desde antes de la muerte de su mamá, se armó de valor para entrar después de todo probablemente este sería el último día que estaría en este tipo de sitios tan lujosos.
−Buenas noches, soy Naruto Namikaze tengo una reunión con el Presidente de las empresas Taka−. Al decir esta frase todo el tiempo mantuvo una sonrisa forzada que le dio a la hostess del restaurante, no se podía quitar por ningún motivo ese mal presentimiento que tenía en la boca del estómago y más porque no tenía noticias de su padre desde la mañana, esperaba que ya hubiera llegado a casa.
−Claro que si acompáñeme señorito Namikaze, el señor Presidente de Taka, todavía no llega, pero él ya tenía reservado el espacio para que tuvieran una reunión libre de interrupciones, así que sígame por favor.− La señorita le guio por un pasillo que daba a una sala privada donde ya estaba un mesero y la mesa con los cubiertos.− Si gusta sentarse y pedir algo en un momento llega su cita.
En el momento en el que la hostess se fue el malestar que tenía solo se empeoro, sus manos temblaban y su corazón latía muy deprisa ¿Por qué sentía como si algo malo fuera a pasar? Ojala que su padre estuviera bien, era lo único que le preocupaba, ya hace mucho que dejó de importarle su propia seguridad. Había tanto silencio en la habitación que pudo escuchar como una persona se acercaba con paso tranquilo, resistió el impulso de voltear para ver quién era y decidió esperar a que esta persona estuviera delante de él.
Y fue ahí cuando lo vio, que su temblor se calmó y fue remplazado por una sensación mucho peor, como si estuviera a punto de ser fusilado, Sasuke Uchiha no podía ser el Presidente y fundador de Taka debía ser una broma y una de muy mal gusto, algo le decía que esto solo acababa de empeorar. Sasuke se sentó con total elegancia y despreocupación quedando enfrente de Naruto, como amaba ver la cara de desesperación que había puesto el rubio, después de todo, esto no era una reunión social, porque el doncel pagaría todas las humillaciones que le hizo pasar en el pasado.
− ¿Qué pasa Naruto no estás feliz de verme?− Con el tono tan cínico que lo dijo parecía que se estaba burlando del rubio, Sasuke le hizo una seña al mesero para que les sirvieran vino, después alzo la copa como si estuviera brindando como si esta reunión fuera un esperado encuentro entre dos amantes.−Deberías de alegrarte, no todo los días puedes darte el lujo de venir a este tipo de lugares, con eso que tu padre está en la bancarrota.
Naruto no podía creerlo, el pasado vino a darle una cachetada en la cara, si Sasuke era el dueño de Taka todo estaría perdido para él y su padre, porque él sabía que no se comparecería y se vengaría por lo que paso.
−Sasuke si esto es…
−Shh, no digas nada, no te creas tan importante, solo me quiero cobrar una deuda y tú vas a ser el encargado de darme lo que me corresponde.
−Nosotros ya no tenemos nada, por favor te pido una disculpa por lo que te hice en el pasado, perdóname−. La última frase le salió a Naruto con un susurro quebrado, como si fuera a llorar, y Sasuke no pudo evitar sentir una gran satisfacción, estaba esperando tanto por esto, solo con ver los ojos llenos de lágrimas del rubio sentía que todo lo que había hecho para tenerlo en sus manos había valido la pena.
−Pero si todavía no te digo lo que quiero, así que no digas que no tienes nada, porque no es así, tienes algo con lo que me puedes pagar, o si no a tu padre le puede ir muy mal.
−Mi padre no tiene nada que ver con nuestro pasado, por favor déjalo en paz.
−No puedo hacer eso, después de todo es mi garantía−. Sasuke no podía dejar de regodearse, Naruto se veía tan perdido, con su cara pintada de desesperación, la espera para que pagara había valido la pena.
− ¿Tú secuestraste a mi papá?
−No lo “secuestre”, solo tome medidas para que no se escapara.
−Por favor déjalo ir, tu problema es conmigo yo sé que lo que te hice estuvo mal, así que déjalo ir y yo asumiré las consecuencias de mis actos, mi papá no tiene la culpa de lo que paso entre nosotros.
Sasuke todo el tiempo en el que se desarrolló la tensa plática no dejaba de ver a Naruto con gran atención, ya que no había cambiado en nada, seguía igual de hermoso que como lo recordaba, con gran suavidad le tomo con la mano la mejilla izquierda y le empezó a acariciar las marquitas que tenía, al sentir el contacto el rubio se quedó estático sin saber qué hacer, hasta que las siguientes palabras de su futuro verdugo le dejaron sin respiración.
−Tu padre es mi rehén, así que no lo voy a dejar ir hasta que pagues, cada falta y error que tu cometas él lo va a pagar con sangre−. Al escuchar palabras tan crueles Naruto no pudo retener las lágrimas y empezó a llorar. −No llores, las putas no lloran y de ahora en adelante te convertirás en la mía.