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Nadie Dijo Que Seria Facil por DariWin PD

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Notas del capitulo:

Lamento la Tardanza. Nos leemos abajo. Disfruten! :D

Luego de la montaña de regaños que se llevó por parte de sus padres (aunque la única que lo regañaba era su madre) se dispusieron a comer. Puesto que la familia había estado esperando al mayor de los niños Zimmerman para cenar. A Flyn no le sorprendió, él y sus hermanos habían adquirido varias costumbres japonesas al aprender el idioma. Entre ellas el esperar hasta que todos los miembros de la familia estuvieran en la mesa para comer, pedir disculpas cada que se retiraran de un lugar concurrido, inclinar la cabeza en señal de respeto y una que otra cosita más. Estas las habían adheridos a su rutina diaria, sus padres en un principio se mostraron reacios a las costumbres orientales, en especial su padre, pero al final terminaron aceptado las más simples. Como la de esperar a todos para cenar.

-¿Por qué no nos dijiste que salías Flyn?-Volvió a arremeter su madre, ya todos sentados en la mesa.

Flyn suspiro cansado, ya se había disculpado, se había mantenido callado durante todos los quince minutos en que su madre lo regaño y aun así no era suficiente. Y después le preguntaban porque siempre se exigía al máximo para ser el mejor.

-Lo siento mama… -Respondió Flyn en tono cansado con la mirada fija en su plato. Poseía hambre pero tenía un nudo en la boca del estómago. Como cada vez que sus padres lo regañaban- Pero no quería hablar con nadie, estaba…-Medito por un momento las palabras- distraído y quería aclararme un poco leyendo-Miro de soslayo a su madre y esta poseía una mueca de preocupación en su rostro, seguramente recordando lo que paso. Bien, ya había apelado al lado cariñoso que se escondía cada vez que se enojada, ahora venía la parte difícil-Además-Flyn se alzó de hombros, restándole importancia, mientras se llevaba un bocado de comida a la boca- Le dije a Norbert que iría a la biblioteca-Dijo con comida en la boca, hizo una pausa para tragar y al ver que su madre se mantenía en silencio, esperando cuál sería su argumento, continuo- Y estoy completamente seguro él les dijo dónde estaría.

La morena arrugo las cejas molesta- Eso no es excusa, mínimo debías habernos comentado, pudiste habernos dicho. No te lo hubieramos negado.

-Los busque antes de salir-Mintió- pero no los encontré y tenía muchas ganas de leer. Así que decidí irme sin decir nada-Judith abre la boca en ademan de objetar, rápidamente la corta- Y quería irme rápido para regresar a tiempo para la cena. Si seguía buscándolos por toda la casa nunca me iría-Exagero.

Judith deja escapar de sus labios un suspiro de resignación. Flyn sabe que con ese suspiro quiso decir “A la mierda, has lo que quieras” Así que sonrió victorioso, posando su mirada en sus hermanos quienes después de intercambiar una mirada entre sí, sonrieron mirando a su hermano mayor, con las bocas llenas de comida lo cual hacia que sus mejillas se hincharan. Haciendo que se asemejaran a los hámster.

«Simplemente adorable» Pensó Flyn también con la boca llena. Lo que el pelinegro no sabía es que también lucia tan o hasta más adorable que sus hermanos.

-Onii-chan… -llamo el pequeño Eric aun con la boca llena, ganándose una mirada reprobatoria de su padre, por lo que se dispuso a tragar y después bajo la atenta mirada del mencionado hablo- ¿Y después de todo el…-Hizo una pausa, como buscando la palabra adecuada- protocolo que tuviste que hacer para salir sin que nadie te viera-menciono eso último en un susurro, en japonés, para que sus padres no entendieran- al menos pudiste terminar el libro?-Dijo con una sonrisita encantadora, propia de todos los Zimmerman.

Flyn se quedó pensativo unos segundos, además de la repentina pregunta, esta había logrado tomarlo por sorpresa. Dejo de lado el hecho de que sus hermanos lo cacharon cuando intento escabullirse y rememoro lo que ocurrió en la biblioteca, el chico rubio rápidamente invadió sus pensamientos, colmándolo con una extraña sensación, entre agradable y amarga. Dándose cuenta de que ni siquiera pudo terminar de leer, apenas si tomo el libro. No sabe porque, pero sonríe, deja salir una risa exhalada y negando lentamente con la cabeza contesta:

-No- Contesto en español. Miro a su hermano- Me distraje con algo.

-¿Un nuevo ligue?-Pregunto Hannah graciosa y coqueta, como su madre- ¿Tan rápido olvidaste a Sami, Onii-chan?

-Hannah-Regaño su madre.

La morenita se llevó una mano al pecho, fingiendo indignación, para después sonreír y acotar-Solo era curiosidad Mama-Su madre la miro levantado una ceja- ¡De verdad!

-Simplemente dije que me distraje con algo-Se defendió Flyn- no necesariamente tiene que ser una chica.

-Oh pero Hannah nunca menciono una…-Susurro el pequeño rubio, con el vaso de jugo en los labios.

Flyn frunció el ceño, e iba a responder cuando el recuerdo de los tres chicos en la calle le llego.

-Por cierto…-Hablo el pelinegro en japonés, para que solo sus hermanos y el estuvieran en la conversación- ¿Cómo es que se llaman esos videos de homosexuales que ustedes ven?

-YAOI-Respondieron ambos menores emocionados.

El pelinegro sonrió ante la emoción de sus hermanos. El pequeño Eric al ver que se delataron demasiado fáciles,  carraspea y le da un leve codazo a su hermana, esta se calma al comprender la situación, también carraspea.

-A esas historias con temática homo-erótica, se les llama Yaoi Onii-chan -Explica Hannah más calmadamente, aun en japonés- Pero…

-Eso ya lo sabias-La corta el pequeño rubio- Nosotros te lo habías explicado antes- Vio unos segundos a su hermana, para después ambos fijar la vista en su hermano mayor.

-¿Por qué ahora el repentino interés?- Pregunto Hannah- Cuando te lo enseñamos no te gusto en lo más mínimo.

-¿Ese “Yaoi” es en Anime o también aparece en la vida real?-Pregunto Flyn desviando esa última pregunta.

-Am…-Los menores se miraron, pero fue Eric quien hablo- Bueno… eso depende-Su hermano frunció el ceño en señal de que se explicara, el pequeño rubio suspiro para iniciar con la explicación- La gran mayoría de las historias Yaoi son de anime, muchas otras, son de manga o escritas, como por ejemplo las que leemos Hannah y yo.-Dijo eso ultimo con una felicidad evidente.

-Cierto-Hannah asintió a lo dicho por su hermano-Pero algunas otras son en la vida real, hombres que aceptan hacer escenas de ese tipo.

-Ya veo…-Menciono Flyn en tono pensativo, después sonrió con picardía, tomo su vaso, delineando el borde con los dedos- Y… ustedes nunca han visto ese tipo de escenas de la vida real ¿verdad?

-No-Respondió Hannah firmemente.

-Algunas-Dijo Eric como si nada.

Hannah miro a su hermano, con las ganas de matarlo desbordándosele por los poros, Eric al ver la cara de su hermana, solo pudo reír, haciendo enfurecer más a Hannah.

-Tranquila Han-Dijo el mayor, termino el contenido de su vaso, sintiendo el líquido bajar por su garganta, agradeciendo el fresquito que esta le dejo-De echo…-puso el vaso en la mesa, observo a sus hermanos menores- quisiera…

-Niños ¿Pueden dejar de hablar en japonés y terminar de comer, por favor?-Dijo el gran Eric visiblemente frustrado por tanta habladuría en la mesa.

Los menores asintieron, empezando a comer en silencio no sin antes compartir una mirada, el pequeño rubio observo de reojo a su hermano mayor, notando que este ya había terminado su plato y tenía una sonrisa de triunfo en los carnosos labios. El pequeño rubio sonrío, miro a Hannah y con un ligero movimiento de cabeza señalo a Flyn. Hannah lo observo y sonrío. Flyn les guiño un ojo divertido y susurro en japonés:

-Después les digo...

Para luego levantarse, dar gracias por la comida y desaparecer por la mansión, dirigiéndose a su cuarto.

Varios minutos después (lo que pasa al tener una casa tan grande) Flyn llega hasta su habitación, abre la puerta de caoba negra, entra a su refugio de la soledad, cierra la puerta tras de sí.

Camina hasta quedar al frente de su cama y se sienta en el borde de esta, se quita el suéter para dejarlo echado a un lado, se quita el gorro poniéndolo sobre el suéter, se inclina para desatar su zapatos, los retira de sus pies quitándose también los calcetines, posa su pies en la mullida alfombra, le hace cosquillas el contacto, toma sus Nike poniéndose de pie para guardarlos pulcramente en su armario, los calcetines los volvió una bolita para tirarlos al cesto de la ropa sucia.

Encesto sin problemas.

Se retira la camisa azul oscuro dejando su apiñonado y marcado torso al descubierto, tirándola también al cesto, se retiró el pantalón quedando en bóxer. Mete las manos en los bolsillos de la prenda, buscando su teléfono, arruga el entrecejo al no encontrarlo. Tira la prenda a la cesta mientras se dirige hacia la cama, se inclina y toma su suéter para esculcar en sus bolsillos, se lleva una sorpresa desagradable al darse cuenta de que tampoco está en el suéter, solo sus audífonos y el chicle de fresa.

-Maldición...-Masculla por lo bajo el moreno. Tendrá que comprarse otro.

Piensa en qué lugar pudo haberlo dejado. Lo tenía desde que salió de la casa, estuvo escuchando música cuando llego a la biblioteca, en el ascensor, cuando hablo con la señora Kress e inclusive cuando intentaba leer pero la lamparita del demonio no se lo permitía.

Entonces lo recordó.

El rubio.

Su cercanía.

Su mirada.

Su sonrisa.

Cuando se alejó rápidamente y choco contra el estante. Allí debió de habérsele caído el celular.

Flyn chisto molesto. Por culpa de ese tipejo rarito había perdido su teléfono, la mitad de su alma, junto con los libros.

Se dejó caer en la cama boca abajo, estaba cansado. Miro la hora en el reloj digital de su mesita de noche: Las ocho y cuarenta. Era temprano. No tenía sueño. Se da la vuelta, quedando boca arriba, dejando que su castaña mirada se perdiera en el techo de madera amarillenta, miraba un punto distante mientras era absorto por sus pensamientos.

Rememorando para ver si tenía algo que hacer. No tenía tarea puesto que apenas era la primera semana de un nuevo año escolar, esa semana siempre consistía en la presentación de los profesores junto con la de las materias, presentar a cualquier estudiante nuevo y demás trámites normales.

Era la primera semana y se les ocurría la gran idea de fumigar.

« ¿Porque no lo hicieron durante las vacaciones?»

El ojicastaño suspiro, sería interesante tener un nuevo compañero de clases, un varón, porque había suficientes mujeres en su salón. La gran mayoría de sus compañeros estudiaron con él en la secundaria y casi todos terminaron en la misma universidad. Algunos se inscribieron en otra institución para especializarse mejor en la carrera que escogieron, otros se fueron del país para estudiar en el extranjero. Aunque "afortunadamente" ninguno de los mejores amigos de Flyn se alejaron, de hecho, ya llevaban tres años de estar juntos y más los cinco que duraba la universidad, bueno... Aún faltaba mucho para que se separaran.

Un ruido constante, parecido al rington de un celular saco al pelinegro de su ensimismamiento. Se levantó como un resorte al pensar que podría ser su teléfono pero al ver que el sonido provenía de su ordenador se dejó caer pesadamente en la cama. Era el sonido de una llamada entrante en Skype. No tenía ganas de hablar con nadie. Se quedaría allí, no se molestaría en contestar. Pero el fastidioso sonido no paraba y ya estaba empezando a hartarlo. Estiro el brazo, tomando una almohada, tapándose la cara con ella para mitigar el molesto sonido. Al cabo de unos tres minutos el sonido ceso, Flyn suspiro cansadamente. Se volteó, quedando de lado en la cama, poniendo su castaña mirada en la ventana.

Seguía nevando.

La nevada de hoy no se parecía en nada a la del día anterior.

Ayer la nieve caía como lluvia, una lluvia furiosa que se sincronizaba a los sentimientos de Flyn en ese momento. Furiosa. Frenética. Rabiosa. Los granizos de nieve golpeaban el techo con violencia, casi como si quisieran atravesar la madera reforzada del tejado. Una mezcla de viento y hielo, trabajando juntos para perturbar a aquellos tan tontos como para salir al exterior, congelando todo lo que tocara la tormenta.

Al igual que el estado emocional del pelinegro el día de ayer.

Furioso al sentirse traicionado.

Frenético al sentirse inútil.

Rabioso al sentirse reemplazado.

Una mezcla de sentimientos invadían su cuerpo y no sabía cómo reaccionar ante ello. La tristeza y la furia competían por dominar su corazón, luchando por colmar su estado de ánimo, batallando por solo ser una a quien sentir. Pero ninguna de ellas fue la ganadora, ambas se mesclaron, haciendo que sus ojos chocolate se humedecieran y de ellos cayeran lágrimas de ira. Como cuando el enojo es tanto que se convierte en furioso llanto.

Así era la ventisca de ayer.

En cambio, la de hoy. Era calmada, tranquila, apacible. Cada copo de nieve en vez de estrellarse contra las ventanas, luchando por entrar, obligados por el viento, se mecían en el aire, bailando hasta descender con gracia en las ramas de los árboles, posándose con elegancia en el cristal de la ventana, dejando ver su belleza echa por la naturaleza antes de derretirse.

Así estaba Flyn hoy.

Calmado.

Apacible.

Tranquilo.


No sabía la razón pero sentía una paz increíble con el mundo. ¿Porque se sentía así? Sus padres seguramente estaban decepcionados de él por lo que hizo, estuvo a punto de romper los lazos con sus tíos y mejores amigos de sus padres, recibió una paliza de su tío, tenía un ojo morado, el labio partido, su ida a la biblioteca resulto un completo desastre, se electrocuto, se golpeó la cabeza, perdió su móvil y por si fuera poco también había roto todo contacto con la chica que amaba.

Todo resulto un completo desastre el día de hoy.

Entonces... ¿Porque se sentía tan tranquilo?

Como si todo lo malo desapareciera.

Una paz increíble con el mundo.

Rememoro lo ocurrido en la mañana. A pesar de todo, no le guardaba rencor a Samantha, no quería y siendo sincero consigo mismo no podía odiarla. La quería demasiado como para hacerlo pero tampoco quería hacerse daño el mismo. Odiar solo perjudica al que odia. Contaminar el alma con sentimientos como odio, venganza, envidia, solo perjudican a quien los posee. Nada bueno nace de desearles el mal a los demás.

Flyn suspiro, se giró viendo el techo nuevamente, se acomodó las manos tras la cabeza. Cerró los ojos.

«Yo no tengo que hacer nada... El karma lo hará por mi»

Se relajó sintiendo esa inusual tranquilidad embriagándole, su respiración se volvió lenta, su corazón bajo sus pulsaciones, sus músculos se relajaron. Todo a su alrededor era paz y tranquilidad... hasta que el jodido rington de Skype se oyó de nuevo en la silenciosa habitación.

«Maldita sea...»

Se levantó con fastidio de la cama, dirigiendo sus pasos al aparato. Miro la pantalla: Video llamada entrante de Black Butterfly. Suspiró. Su prima Luz, no tenía ganas de hablar de con ella. Seguramente su mama había hablado con su tía Raquel y le conto lo que paso y ella ya que es muy chismosa y metiche la escucho. Lo más probable es que lo estuviera llamando para enterarse del chisme desde el protagonista o porque estaba preocupada por él… Flyn dudaba que fuera la segunda.

La insistente melodía lo estaba estresando, se sentó resignado en su cómoda silla de oficina, le dio clic al icono verde. Pocos segundos después una pantalla secundaria se abrió y pudo distinguir a su queridísima prima. Cabello y ojos castaños, pestañas tupidas, piel morenita parecida a la de su madre, cara refinada, cuerpo esbelto. Su prima era una hermosura sin duda.

-Hola Luz-Dijo Flyn sin mucho ánimo apoyando su codo en el escritorio y su cara en su mano, no se molestó en ocultar el descontento de tener que hablar con ella. De tener que hablar con alguien.

-¡Al fin contestas!-Exclamo ella furiosa con acento español-¡He estado llamándote más de dos horas y tu ni señales de vida me dabas! ¡Me estabas preocupando!-Reclamo.

-Lo siento-Dijo sin sentirlo- Es que perdí mi móvil.

-¿Qué?-Su actitud cambio totalmente-¿Cuando?-Pregunto verdaderamente preocupada al ver la cara de su primo. A pesar de verlo a través de una pantalla podía discernir un morado debajo de su ojo. Trago grueso. Sus ojitos castaños siguieron revisando el perfil de Flyn. Vio el labio inferior partido y se mordió el de ella instintivamente, por la rabia.

-Hoy en la tarde-Respondió desanimado, recordar su teléfono perdido le dio un sabor amargo en la boca y recordar la razón o mejor dicho la persona, por la que seguramente lo había perdido le hizo estremecer.

«Tonto rubio»

-¿Donde?-Pregunto Luz intentado no explotar al ver así a su mejor amigo.

-En la biblioteca-Respondió simplemente.

-Mmm...-Murmuro ella a modo de compresión, volvió a fijar sus ojos en los de Flyn, ambos par de orbes castaños se encontraron y el mayor rio. Su risa la desconcertó ¿De qué se reía?

-¿Dije algo gracioso?-Pregunto ella con el ceño fruncido.

-Vamos Luz...-Dijo con aire un poco más animado-Yo sé, que tú sabes, que los dos sabemos, que yo sé, que tú sabes lo que paso-Expreso divertido el trabalenguas, a ella siempre se le dificultaban, le gustaba picarla con eso y apenas vio que ella abría la boca para replicar- y estoy completamente seguro que no te lo dijeron directamente, pedazo de metiche.

Luz abrió su boca indignada para después soltar una gran y socarrona carcajada. Tan fuerte, que aturdió a su primo. A pesar de todo, a Flyn le gustaba hablar con ella, era su mejor amiga, siempre se preocupaba por él, a pesar de que no compartían lazos sanguíneos ella y su familia siempre le hicieron sentir parte de ellos. Los quería, más que a nada.

« Al menos yo tengo a mi madre conmigo, capullo» Recuerda las desagradables e hirientes palabras de Samantha « No como la tuya, quien murió por ser una loca maniática que solo pensaba en ella. » Se mordió el labio al recordar lo último y su mirada se ensombreció.   -Flyn.   No puede creer que ella utilizara algo tan personal y delicado contra sí.   -¿Flyn?   Le confió uno de sus más íntimos secretos y ella lo uso en su contra y lo que es peor es que se atrevió a insultar a su difunta madre.   -¡Flyn!   El nombrado espabila y dirigió sus orbes a la pantalla en donde una castaña lo miraba fijamente con una cara de preocupación notable.   -Flyn… ¿estás bien?   -¿He? Ah, si-Respondió distraído- ¿Por qué preguntas?   -Es que te quedaste ido de repente y tenías una mirada tétrica en la cara.   -¿De verdad?-Pregunto para recibir un leve asentimiento por parte de la castaña- Perdón es que… estoy un poco distraído la verdad-Confeso.   -¿Quieres hablar sobre “eso”?-Pregunto Luz haciendo énfasis en el “eso”.   Flyn inspiro profundamente, apoyo ambos codos en el escritorio y sonrió, pero al sentirse tan decaído solo pudo producir una mueca que intento ser una sonrisa.   -La verdad no-Respondió- Pero sé que insistirás tanto que tendré que hacerlo.   -¡Y-Yo nunca haría eso!-Exclamo Luz mintiendo totalmente- Es que… bueno… solo pensé que te sentirías mejor si le decías a alguien lo que ocurrió. A veces es bueno desahogarse Flyn-Dijo mirándolo a los ojos- Aunque entenderé si no quieres decirme.-Provocó.   -No es que no quiera decirte, es que…-Suspiro derrotado- Está bien. Te lo diré.-Luz sonrió triunfante a lo que agrego rápidamente-¡Pero no puedes decirle a nadie!-Exigió.   -¿Por quién me tomas?-Respondió ofendida- Yo ¡jamás! Se lo diría a alguien. ¿Le dije a mis tíos cuando ustedes dos empezaron a “salir”-hizo comillas con los dedos- a pesar de que no estaba de acuerdo?   -No.   -¿Le conté a alguien todas las cochinadas que ustedes dos hacían?   -No.-Respondió divertido.   -¡¿Le conté a alguien cuando te acostaste con ella?!-Medio grito.   -¡No!-Respondió de igual forma pero con un tono divertido.   -¿Entonces porque piensas que le diré a alguien a estas alturas?  

-Solo me aseguraba, solo me aseguraba-Dijo condescendiente. Tomo una gran inspiración y exhalo todo el aire lentamente, llevo sus orbes chocolate hacia los de ella que lo miraba expectante- ¿Lista?-Pregunto a lo que recibió un efusivo asentimiento.- Muy bien, entonces. Comencemos.

 

 

Notas finales:

Bueno, primero que nada, dejenme disculparme por la tardanza, la verdad no sabia muy bien como continuar y me habia quedado sin inpiracion.

Ademas de que ya empece las clases y la verdad no creo poder publicar semanalmente. Probablemente cada dos semanas, o menos, dependiendo de mi inpiracion. Asique rezen porque no este muy atareada y pueda escribir. El cap 15 ya esta en desarrollo, como puedieron ver decidi incluir y explicar un poco mas de la historia de nuestro Flyn puesto que deje muchas incognitas en los primeros cap. La verdad lo hice asi para ir explicandolos conforme avanzada la trama.

¿Que les parecieron los perqueños Eric y Hannah? Tan pequeños y ya son amantes del yaoi, bueno... yo empece mas o menos a su edad... Espera ¿Que edad tienen ellos?

En fin... la verdad estaba escribiendo otras historias puesto que me vino una inspiracion y no pude dejarla pasar.

Proximamente la publicare, se llama Cold Magic y se trata de dos de mis parejas favoritas y sinceramente ignoradas de Marvel.

No digo mas para no hacer spoilers pues esta prohibido y quiero dejarl@s con incognita ;)

Espero que les haya gustado y les salga de lo mas recondito de su corazoncito un Reviews.

Nos Leemos Luego!


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