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Los hijos de Odín por MichaelJ2099

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Siento que puedo batirme en duelo con todas las paredes.

Soy fuerte, soy grande, soy el juguete de mi propia vida.

Me desato las muñecas de dolor

libero de vacío mis entrañas

sacudo las grietas de mi sexo

y la inmundicia de mis miedos pierde la batalla sin sentido

que hace rato se libra en el campo agotado de mi corazón.

(N/A: Fragmento "Poema vikingo" BlancaChocolat)

El joven cerró sus ojos al terminar de recitar el poema. Su maestra, una anciana ciega se reverenciaba ante el adolescente. Tomó un viejo bastón y se posó de manera calmada.

-Su pronunciación es impecable mi señor Loki, y ha entendido a la perfección el discurso que inmerso está en el poema.

Suspiró un poco cansada mientras se encaminaba ante la puerta que se abría sin problemas. Loki alcanzó a su maestra y caminó a su lado como muestra de respeto.

-No hay nada más que yo pueda enseñarle mi joven príncipe. Si acaso, animarlo a que –

-¿Lea más libros? Cada vez encuentro más pequeña la colección de mi padre.-Dijo con altanería y orgullo. Aunque no pecaba de mentiroso, la biblioteca de Odín cada vez era más pequeña para Loki, puesto que había leído la mayoría de ellos.

-No, me agrada su ímpetu. En eso es idéntico a su hermano mayor.

Esto último le generó un cierto escozor y a la vez un ligero rubor en el rostro.

-Ambos son audaces e impulsivos. Sin embargo, a diferencia de él. Usted busca de manera flagelante la esencia de las cosas. No dudo en que ha mejorado en demasía con las artes mágicas de su madre.-Comentó la anciana.

El príncipe y su maestra descendieron por las escaleras y a travesaron un pequeño jardín.

-Lo que quería decirle, era que ahora salga al mundo. No podrá jamás entender el verdadero valor de una prosa heroica o amorosa si solo se encierra en las hojas de su libro.

-Pero, ¿no es eso lo que he estado aprendiendo todos estos años?

La anciana rio de manera incrédula, como si fuese un niño.

-Mi príncipe, el conocimiento es vital… Pero la experiencia lo es aún más.

-No entiendo, sin el conocimiento que obtengo no podré sacar el mayor provecho de la experiencia que mencionas.

Los ojos grises y apagados de la mujer le miraron aunque no fuese directamente.

-¿Sabe usted como fue escrita toda la literatura que leímos todos estos años?

Loki negó con la cabeza aunque sabía que ella no podía verlo. La mujer sonrió tiernamente.

-Todo ese conocimiento que ahora está en su cabeza, existió solo después de que sus autores se entregaron a la llama de la vida, al caudal de las infinitas posibilidades, al torrencial mar de las emociones. Ahora es su turno, joven príncipe. Con todo lo que ha aprendido, ahora aprenda a discernir lo racional de lo emocional. Experimente todo aquello que llevo al héroe a la muerte, al amante a los brazos de su amada, a la doncella a la justicia.

El ojiverde la contempló en silencio sintiéndose un tonto, no porque dudase de lo que estudió todos estos años, sino porque parecía regresar a la primera clase, como si la decrepita mujer delante suyo lo tratase como un uno tonto.

-Ahora que tiene todo eso, deséchelo y aprécielo en carne propia.

Y sonrió más tiernamente mientras alcanzaba a acariciar la mano del príncipe. Él no se inmutó pero tampoco parecía desagradarle del todo.

-Hay tantas cosas en este mundo, que no se pueden apreciar en un libro. El amor por ejemplo

Loki rodó los ojos ante el cambio de tema cursi.

-El amor es algo que solo se encuentra como un animal escurridizo en el bosque, no puedes apelar a una ecuación. El amor, es algo que se lleva por dentro y se descubre una y otra vez, no lo puedes encerrar en un solo lugar.

Con una mueca de cierta indiferencia, Loki la escuchó.

Al final del jardín dos guardias esperaban para escoltar a la mujer castillo afuera donde un carruaje la esperaba para llevarla hasta la puerta de su casa. Loki no compartió más palabras con ella, solo observó su cansado andar y la silueta que se perdía.

-Aunque lamento que su hermano, no pueda disfrutar tanto de lo que usted ama.-Dijo estando ya casi fuera del castillo.

Loki sonrió con malicia y despidió con un gesto a la mujer. Esa poesía que recitó había sido la última. Debido a los grandes avances del joven príncipe, la mujer había dado por terminada su enseñanza. Así que después de 300 años de enseñanza, se retiraba finalmente del castillo.

Suspiró cuando vio las grandes puertas cobrizas cerrarse. Alzó un poco más el cuello de su ropa y se encaminó a sus aposentos. Desde niño había sido un excelente alumno de la mujer que acababa de dejar el palacio. Loki sabía que tenía un poder al momento de la persuasión, en su manera de hablar, en su manera de transmitir lo que quería decir aún sin decirlo explícitamente. Es por ello que la materia de literatura con todas sus ramas, fue una de sus favoritas. Se encaminó con gracia entre los pasillos mientras se sentía un hombre nuevo. La adolescencia hizo en el que su galanura aumentara con creces. Sus ojos cristalinos ahora refulgaban de elocuencia y travesura. Sus gestos incluso en su caminar eran dignos de un caballero de reluciente armadura. Loki daba la impresión de ser la perfecta descripción de un heredero a la corona y él lo sabía.

Mientras se relajaba y disfrutaba del paseo entre los pasillos y jardines hasta su habitación contempló el día. Más relajado, radiante y fresco. Una excelente oportunidad para encerrarse en la iluminada biblioteca. Terminaría aquél libro mágico de las primeras canciones del pueblo Asgardiano. Sin embargo, se detuvo unos instantes cuando escuchó el golpeteo metálico de espadas. Arqueó la ceja y observó la escena:

Thor movía la espada como una rama de alelís. Ligera en sus manos, poderosa ante el choque contra el escudo del rubio Fandral. Loki les contempló, los nuevos amigos de su hermano no eran realmente de todo su agrado pero podía tolerarlos. Alguna que otra vez se vio en la necesidad (bajo órdenes de su padre) de acompañarlos a incontables batallas, Loki era muy independiente en el campo de batalla pero sintió siempre un dejo de rencor al ver al grupo de su hermano encabezado por el príncipe que siempre parecía llevarse la gloria. Aunque Thor siempre corría a su presencia.

-¡Hermano, lo logramos!-Decía feliz con el rostro lleno de polvo y sudor. Loki le sonreía de medio lado y veía como su hermano le regalaba una rebanada de todo el tumulto de gloria que se formaba.

El pelinegro era formidable en batalla, no era necesario tener que llamar la atención para sentirse un gran guerrero. Giró sobre sus talones mientras su capa verde se ondeaba y continuaba su camino.

-¡AH!- Un grito juvenil le hizo girar la cabeza de manera brusca. Su hermano cayó al suelo junto con el estruendo de la espada.

Fandral se arrojó casi sobre él.

-¡Thor, vamos, levántate! ¿En qué estabas pensando cuando te distrajiste de esa manera?

Intentaba hacerlo descubrirse la herida de su brazo izquierdo pero Thor estaba renuente en cubrir el borboteo de sangre con su mano derecha.

Antes de poder seguir moviendo al adolorido rubio llegó Loki en un parpadeo.

-Hazte a un lado Fandral.-Ordenó Loki. Este le tomó la mano que obstruía su herida y con un agarre firme le dio a entender que le mostrase. Sin decir nada y con los ojos sorprendidos de Fandral, Loki contempló la herida en el brazo de su hermano mayor.

-No es nada, solo un rasguño. – Movió sus manos ágilmente en el aire y colocó su palma sobre la herida. Esta pronto dejó de doler y Thor pudo girar a ver a su hermano.

-Date prisa.-Le susurró.

Los ojos verdes de su hermano se prendieron en curiosidad.

-¿A qué tanta prisa? ¿Quieres seguir luchando? – Preguntó divertido.

De pronto, aún antes de que el conjuro de Loki terminase, Thor se levantó de golpe mientras se erguía exagerando el pecho hacia afuera. Fandral miró a Loki quienes aun se mantenían con una rodilla sobre el suelo. Con la mirada de complices intentaban descifrar que mosca le había picado al mayor de los hermanos.

-¿Thor que tienes? -Preguntó Fandral sin respuesta. Loki notó un leve tono rojo en el rostro de él. Puso su mano sobre su frente pero de manera grosera el ojiazul le quitó la mano.

-Vamos, actúen normales. – Susurró y ellos aún no comprendían a qué se refería. Thor fingía que no sentía dolor alguno, mientras parado en el sitio donde estaba hinchaba el pecho, fruncía el ceño y tensaba los músculos de los brazos.

De pronto los ojos verdes siguieron el punto fijo de los ojos azules. Cual fue su sorpresa cuando vio que al final del jardín donde estaban practicando una jovencita paseaba con una caja de plata en las manos, en ella llevaba utensilios de belleza que eran llevados hacía los aposentos de la reina.

Sin poder creerlo, Loki intercambió miradas entre la niña a lo lejos y la tonta pose de su hermano. Notó los tontos intentos de Thor, sus corpulentos brazos, su mirada seria, el pecho hinchado, la mirada energética. El tiempo había hecho en los hermanos cosas tremendas. El mayor de los hijos de Odín rebosaba de virilidad y vitalidad. Incansable y fuerte, Thor era toda aquella imagen de lo que un guerrero podía ser.

-¿Es en serio?- Preguntó Loki intentando no ver más el cuerpo de su hermano.

-¡SSH!

Y guardó silencio en contra de su voluntad. Giró los ojos y esperó a que la niña se fuese. Para ese momento Fandral ya se había actualizado en la situación y miraba divertido a su amigo.

-Vamos viejo, es una chica de servicio ¿por qué no hablas con ella?-Le decía mientras le golpeaba las costillas levemente, Thor deshizo la tonta pose.

-Claro que no, no sé que decirle.-Tartamudeo.

-Thor no puedes enredarte con una chica como esa.-Se adelantó Loki. Los ojos azules de él lo miraron molesto.

-Tu no eres nadie para decirme en quién puedo fijarme o no. Además yo no he dicho que me guste.- Esto último lo dijo como un secreto.

-¿Cómo es eso? ¿No sabes qué quieres obtener de ella?-Preguntó Fandral más que por curiosidad sino como reclamo.

-Si ni siquiera sabes que quieres de ella. ¿Para qué acabas de montar el teatro de hace un momento?-Preguntó Loki.

-No losé, pensé que le gustaría.

-Pensé, pensé.- Arremedó Fandral. Tomó la espada del príncipe y el dios de las travesuras mientras no paraba de rodar los ojos con los comentarios de su hermano mayor.

-Será mejor que no se pasee por aquí mientras practicamos, no quisiera que me colgaran por matar a un príncipe distraído.-Decía divertido. Loki sin decir nada se alejó para poder proseguir el camino hacía la biblioteca, aunque lo sucedido momentos atrás le dejó en su mente sonando varias frases y cosas que pudo haber dicho en el momento pero calló. Del mismo modo, sin que nadie se diese cuenta, Thor observó a su hermano irse, con la mirada perdida (que era algo raro en él ) y con el andar errático. 

-Vamos Thor ... ¿Thor?

Pero no respondió enseguida, siguió contemplando el camino por donde su hermano menor se había ido. Notó algo en su mirada y no supo qué era, pero sabía que era su culpa.


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