Capítulo 10: Mamá
“Si no entendiste nada no lo vamos a discutir, yo lo único que quise es que fuera fácil para ti…”
(Mamá- Pablo Olivares)
Nota: Un dato menor, imagino a Sigyn como Daenerys (Juego de tronos) no veo la serie pero si las fotos o clips del personaje y me encanta como luce.
( Thor )
Thor regresó de Jotunheim un poco irritado, no era el tipo de tareas que disfrutaba hacer, la diplomacia no era lo suyo, Loki tenía más paciencia en esos aspectos y solía relegarle esa tarea, pero hablar con un monarca era algo a lo que debía acostumbrarse a hacer sin intermediarios, lamentablemente aún no conocía a uno que fuera de su agrado, entre Laufey y Frey no había mucho para escoger.
Ni bien estuvo en el palacio supo que algo andaba mal, se sentía en el aire y en cada mirada tímida de las personas que saludaba, todos parecían tener un conocimiento que él no, pero nadie esta apresurado en decírselo. Ese mal presentimiento lo empujó a buscar a Loki antes de presentarse con su padre.
Era cerca del mediodía, su hermano debería estar meditando, pero dando una ronda por esa ala del palacio la encontró ocupada por los sirvientes, que ellos estuvieran aprovechando para limpiar era un claro indicio de que no se encontraba ahí, ni él ni su tío.
Deambulando por el palacio vio a Sigyn, la pequeña rubia dio un brinco al notarlo detrás de ella.
“¡Thor! Has vuelto”
Si fuera otra persona le hubiera respondido con algún sarcasmo por su innecesaria sorpresa, obvio que iba a volver, pero la doncella era tan tímida que su rostro hubiera explotado.
“Sí, ando buscando a Loki, ¿Sabes dónde está?”
Y ahí estaba ese rubor intensificándose en sus pópulos aunque luchara por lucir seria, hombros erguidos, manos enlazadas al frente.
“Está en su alcoba”
Bueno, ese era el último lugar dónde lo hubiera buscado a esa hora, su hermano era muy madrugador y diligente.
“¿Tan tarde?” El recuerdo de su estado febril lo azotó de repente “¿Sigue enfermo?”
“¡No!” Le aseguró ella de inmediato, sobresaltada, como temiendo ser malinterpretada, y luego empezó a removerse en su lugar cómo buscando las palabras para seguir con su respuesta.
“¿Entonces?”
“Él… Está un poco disgustado, no quiere ver a nadie”
Oh no, todas sus alarmas se activaron, ¿Qué pudo hacer Loki en tan poco tiempo? ¿Otra vez estaba castigado?
“¿Qué pasó?”
“Yo… Creo que deberías preguntarle a él”
“Sigyn…” Arrastré su nombre y ella dio otro brinco.
“Tuvo un altercado con… Lady Amora… por favor…” Thor sabía lo que significaba esa última súplica: “Por favor no me hagas hablar”
“Está bien, gracias” Decidió apiadarse de ella, al fin y al cabo tenía razón, necesitaba saberlo de Loki.
Sin perder más el tiempo decidió ir a verlo, en realidad debería reportarse con su padre pero le urgía encontrarse con él y la información que tenía no era demasiado urgente.
“¿Loki?” La puerta estaba destrabada, pero no era como si alguien fuera a animarse a entrar sin permiso, excepto él. La empujó y encontró a su hermano aún en cama, aunque vestido, de verde pero sin sus ornamentos reales, estaba recostado de lado, o más bien acurrucado, y no mostró ninguna reacción al reconocerlo, ni siquiera se movió con intensión de levantarse o prestarle verdadera atención. “Loki” Insistió una vez más, cerró la puerta a su espalda y se acercó.
“Volviste” Susurró, y su voz se le antojó algo vulnerable, quebrada.
“Eres el segundo que se sorprende, ¿Esperaban que esos estúpidos gigantes me asesinaran?”
Loki frunció el ceño, aún más entretenido en mirar su propia mano sobre la almohada que a él.
“Son monstruos Thor, se puede esperar cualquier cosa de ellos”
Fue un comentario sin entusiasmo, aun así sonó algo lúgubre, quizás fuera el Seid de su hermano, no era demasiado diestro haciendo lecturas de energía, pero podía sentir lo pesado que estaba el ambiente.
“Sí, bueno… no repitas eso fuera de ésta habitación, no ayudará a la diplomacia”
Se acercó con cautela hasta que finalmente Loki levantó la mirada, sus ojos le sacudieron las entrañas, no solo por lo que había en ellos, la evidencia de un prolongado llanto, sino por lo que faltaba… ¿Dónde estaba ese brillo pícaro, intenso… que Loki siempre destilaba? Sus esmeraldas lucían apagadas.
Su hermano se desplazó para atrás un poco en el colchón, lo suficiente para permitirle sentarse a su lado, Thor le ofreció su mano y le sorprendió la velocidad con que Loki la aceptó, apretándola fuerte.
‘¿Estás bien?’ Fue lo primero que casi preguntó, pero a su hermano no le gustaban las preguntas estúpidas, por supuesto que no lo estaba, si se encontrara bien no permanecería en la cama… en ese estado.
“¿Quieres decirme qué pasó?”
Loki negó de inmediato y eso solo aumentó su curiosidad.
“Me dijeron que peleaste con Amora” Presionó.
“Thor”
No podía entender qué pudo hacerle la joven que lo pusiera en así ¿Quemó su biblioteca? ¿Y por qué rayos había resucitado su enemistad luego de tanto tiempo de paz?
“¿Estás aquí por qué papá te castigó otra vez?”
No hubo respuesta, pero sintió que presionaba un poco más su mano.
“¿Quieres que hable con él… o con Amora? ¿Qué te hizo?”
“¡Thor!”
“Lo siento”
“Sólo… Cállate”
En otra ocasión se hubiera molestado por la rudeza, pero el estado de Loki aplacaba cualquier posible enojo, quería saber lo que pasaba, pero estaba claro que su hermano no le hablaría de ello y solo lo fastidiaría si seguía insistiendo.
“Está bien ¿Puedo… hacer algo por ti? ¿Has comido siquiera?”
Loki se pegó más a su cuerpo, pasándole un brazo por la cintura.
“¿Te quedarías? Necesito que te quedes”
La solicitud lo tomó por sorpresa, le acarició el corto cabello mientras comprendía lo que acababa de escuchar, los ojos de Loki lo miraban con un anhelo diferente, vagamente le recordó al día que partió a Vanaheim, el sentimiento en ellos era parecido, y también estaban ligeramente vidriosos de tanto llorar.
Tenía responsabilidades, pero aun así no le dio ni un poco de culpa ceder, subió sus piernas a la cama y Loki se deslizó entre ellas para recostarse en su pecho, la espalda de Thor descansó en el espaldar y lo envolvió con sus brazos.
No importaba si solo eran dos días, había extrañado a Loki, los últimos años se había acostumbrado a tenerlo cerca, a que fuera la primer y última persona a la que saludara en el día. Motivado por ese acercamiento tan íntimo le tomó el mentón he intentó guiarlo para un beso, pero al entender sus intenciones los ojos de su hermano lo miraron reprobatoriamente y se soltó, refugiando su cabeza debajo de la barbilla de Thor y quedando sus labios fuera de alcance.
“Necesito a mi hermano”
Thor no supo interpretar esas palabras, pero no hizo preguntas, Loki ya había establecido que no quería hablar, solo compañía y decidió complacerlo, ya habría tiempo para otro tipo de caricias cuando todo se resolviera, lo que fuera que tuviera que resolverse.
Estuvieron gran parte de la tarde así. Loki apenas y se movía para cambiar de posición, y si Thor no hubiera estado tan preocupado por su actitud habría aprovechado para tomar una siesta, en vez de eso se limitó a frotarle la espalda con suavidad y esperar.
El clima fue interrumpido por su madre que entró luego de anunciarse, al tener que autorizarla él comprobó con extrañeza que su hermano también estaba disgustado con ella, eso era algo nuevo.
“Thor, si no fuera por los soldados no sabría que estabas de regreso” Pese a sus palabras no había reproche, por el contrario, le dedicó una de sus dulces sonrisas mientras se acercaba con cautela, Loki la estaba mirando, pero seguía sin decir nada.
“Lo siento madre” Hubiera añadido que tuvo un contratiempo inesperado pero eso ya saltaba a la vista.
“Tengo que hablar con Loki, ¿Nos dejarías un momento a solas?”
Thor no estuvo seguro de qué responder, no quería dejarlo así pero a la vez esperaba que su madre pudiera resolver lo que sea que le estuviera pasando. Loki tomó la decisión por él, lentamente lo soltó y se fue incorporando para sentarse.
“Está bien, iré a ver a papá antes de que mande a buscarme”
Besó las manos de su madre y ella lo besó en las mejillas, luego se dirigió a la puerta, un poco incómodo por marcharse de esa manera, no le gustaba tanta incertidumbre.
Encontró a su padre en su despacho, por la ausencia de ambos el secretario estaba desbordado de trabajo, no necesitaba preguntar, se lo decía la lógica y la mirada cargada de resentimiento que le dedicó, la que no le despertó nada de empatía.
“Lamento la demora” Si su madre sabía ya de su regreso era lógico que Odín también, no le extrañaría que Heimdall lo pusiera sobre aviso aún antes que llegara a Asgard. “Estaba acompañando a Loki” Tanteó el terreno.
Su padre lo miró en silencio unos instantes antes de asentir.
“Está bien, necesito que me informes sobre tu viaje”
Con eso supo que verdaderamente algo andaba mal, ¿Su hermano faltaba a todas sus obligaciones y su padre no tenía nada que decir al respecto? ¿Qué diablos pasó en tan poco tiempo? Desde que Frey estaba en el reino Loki se comportaba mucho mejor, o al menos no llegaba su rebeldía a niveles como tratar de salirse a hurtadillas del palacio, quizás porque sabía que su tío no iba a ser tan comprensivo y piadoso, pero ¿Qué cambió?
Quiso preguntar, sin embargo su padre no le daría respuestas y odiaba las indagatorias, si quería decir algo lo decía, no le agradaba que lo cuestionaran.
“Pues… Depende tus expectativas” Corrió una silla y se sentó frente al gran escritorio, dudaba que esa charla fuera breve “Como acordaste, Laufey me recibió en el reino de la manera que la diplomacia obliga”
“Es bueno saber que aún recuerda como ser civilizado”
“No me rodearon de guardias pero imagino que sabían que no había peligro… ¿Qué iba a hacerles? ¿Robar el cofre de nuevo?” Si eso ya no tenían nada de valor para Asgard.
“¿Algo más?”
“La comida es un asco, no es de extrañar que siempre tengan esa cara”
“Sobre el acuerdo”
Thor sonrió.
“Laufey agradece tu amabilidad, y si sueno sarcástico es porque él mismo lo fue, pero no tiene ningún interés en un intercambio cultural ni en seguir recibiendo visitas desde Asgard”
Su padre volvió a asentir, era evidente que esa sería la respuesta.
“¿Es todo?”
“No, Helblindi intervino más tarde, discutieron y el asunto no quedó zanjado”
“¿Cuál fue su postura?” El interés de su padre pareció renovarse.
Thor se rascó barba recordando la inesperada participación de ese príncipe, de dimensiones casi ridículas, y más intimidante que el mismo Laufey.
“Por algún motivo no le pareció mala idea permitir el ingreso de algunos Aesir y hacer alguna visita a Asgard”
“No, es el último hombre que quiero cruzando el Bifrost, si esto llega a algún lado será otro Jotun el que lo haga, no un líder militar”
Y él no podía estar más de acuerdo, seguir adelante con todo eso le parecía una locura, un riesgo innecesario, pero si no lo expresaba era porque no esperaba que el acuerdo diera frutos.
“Pues eso será un problema, porque sus condiciones son que se le permita conocer la corte de Asgard o que, como muestra de buena voluntad, envíes en misión diplomática a tu segundo hijo”
“¿Qué?”
“Lo sé, me costó no reír, apenas estamos abriendo el diálogo de siglos de guerra… y espera que le confiemos nada menos que a Loki, me sorprendió que no pidiera que llevará con él el cofre de los inviernos para verlo”
Pronto se dio cuenta que su padre no encontraba divertida la situación, su rostro se había endurecido y no decía nada.
“El asunto es que… No hubo resolución, así que lo podemos discutir más adelante”
Recién ahí Odín asintió.
“Está bien, no esperaba demasiado, pero has hecho un buen trabajo”
“¿Por no ocasionar una guerra? Ganas no me faltaron, es difícil estar frente a esos sin cerebro y retrógradas…”
“No te expreses de esa manera, ni delante mío ni de nadie”
Thor negó divertido.
“No es como si alguien pensara diferente aquí”
“No lo hagas” Presionó una vez más y Thor decidió tomarlo con seriedad, asintió, no le dio mayor importancia a esa actitud, sabía que como futuro soberano debía ser un poco más imparcial y medir sus palabras, pero cuando se trataba de los Jotun todos en reino compartían un solo sentimiento, dudaba que llegara el día que los vieran de otra forma.
“Cuéntame qué te pareció el reino, fuera de la vida de palacio”
Bueno ahí encontró algo más interesante qué decir, Jotunheim poseía una belleza poco común, no había comodidades, ni viviendas pintorescas, pero eso era lo que encontraba un poco fascinante, cómo sobrevivían a un clima tan hostil, las colinas llenas de nieve, los caminos cubiertos de hielo, las cabañas cada una irrepetible, diferente, levantada por las manos de quién las ocupaba. De los Jotun en general no tenía mucho que agregar, siendo un príncipe Aesir no podía llegar a conocer a ninguno, sus ojos lo vigilaban a cada paso y las miradas que le dedicaban no eran de simpatía, ni siquiera respeto, aunque tampoco temor, él podía concederles eso, no parecían saber lo que era el temor, si un jotun se parara en Asgard muchos Aesir temblarían, los que no fueran soldados, en el Jotunheim eso no parecía ser una opción, era un pueblo bravo por naturaleza y siempre listo para la guerra, más a su favor sobre mantenerlos lo más lejos posible.
Cuando la reunión con su padre terminó la mente de Thor vagó una vez más hacía Loki, y ese pensamiento lo llevó a los aposentos de Amora.
La joven lo saludo con un poco menos de entusiasmo del acostumbrado y pareció un poco recelosa de verlo ahí, como si fuera la primera vez.
“Bienvenido” Compuso una sonrisa antes de darle un abrazo e invitarlo a pasar.
“Todos son muy dramáticos, solo fueron dos días”
“Es señal de que tu presencia es muy añorada” Thor negó con la cabeza mientras sonreía, ya estaba acostumbrado a esa adulación barata, ya fuera de las doncellas o de los nobles, a veces hasta por parte de sus soldados.
“Amora, escuché que tuviste una pelea con mi hermano”
“¿Qué?” Si no fuera porque confiaba en la honestidad de Sigyn la expresión de total desconcierto lo hubiera convencido.
“¿Qué fue lo que pasó?” Insistió.
“Nada” Negó aun sosteniendo esa expresión de total sorpresa.
“¿Nada? Loki está en su alcoba todavía” Hubiera añadido que parecía depresivo pero supo medir sus palabras, no podía exponerlo de esa manera, su hermano era demasiado orgulloso, aunque tampoco es que no fuera evidente al permanecer encerrado.
“Lo sé, lo sabe todo el palacio”
“Amora, ¿Discutiste con él? Quiero la verdad” Se acercó más para intimidarla con su mirada, ella no pudo sostenérsela y se miró las manos.
“Fue una tontería” Y ahí empezaba a aparecer la verdad “No lo llamaría pelea o discusión”
“¿Y por eso está tan disgustado?” Debía reconocer que él mismo sentía que estaba señalando a la persona equivocada, no tenía sentido que Amora pudiera decir o hacer algo que afectara de esa manera a Loki, pero no sabía a quién más acudir, esperaba que ella se fuera de lengua y le dijera algo que le sirviera, la mujer siempre estaba a la orden del día con los rumores.
“No esta disgustado conmigo” Aseguró “Mira… tuvimos un intercambio de palabras poco amables…” Bonita manera de decir pelea “Porque fui a buscarte a tu alcoba y él me echó, dio a entender que era una cualquiera”
Bueno, eso era una completa sorpresa.
“No tenías nada que hacer en mi habitación”
“Lo sé, solo quería verte, no sabía que habías viajado”
“Esa ala del palacio es solo para los príncipes y consortes, ninguna amante mía tiene permitido ir”
“Lo siento”
Thor suspiró, no le gustaba el rumbo que estaba tomando todo eso, era el problema de mantener cerca a mujeres como Amora, eventualmente querían más atención y cometían ese tipo de equivocaciones.
“¿Y eso fue todo lo que pasó?” La historia seguía sin tener sentido.
“Es todo lo que yo sé, también discutió con el Rey… aunque no debí decir eso” Se retractó de inmediato.
“¿Con mi padre? ¿Sobre qué?”
“No tengo idea, lo juro, corrieron a todos, fue algo privado, pero desde entonces Loki…”
“Su alteza” La corrigió y ella se ruborizó, que le permitiera hablarle con confianza a él era una cosa, no degradaba a sus amantes con formalismos siendo que las veía desnudas, pero no iba a permitirle que se tomara la misma confianza con su hermano.
“Su alteza Loki… Se aisló, es todo lo que sé”
“Está bien, te creo” Y lo hacía, tenía más sentido que eso fuera obra de su padre que de una doncella “Pero ya hablamos de esto antes Amora, no puedes pelear con mi hermano”
“No fue mi intensión, me habló de esa manera y me costó contenerme”
“Pues esfuérzate, no es tu igual, es tu príncipe”
“Pero…”
“Asientes, te disculpas y te alejas, es todo lo que debes hacer, no discutir con él”
“Entiendo”
Thor le sonrió antes de acariciarle la mejilla.
“Me alegra que resolviéramos esto”
Se alejó de esa alcoba, tenía en parte lo que quería saber y necesitaba meditar en ello, algo pasó entre su padre y Loki, lo más probable es que esa información no pudiera sacársela a ninguno, su madre tampoco era una buena opción, solo le quedaba esperar a que lo resolvieran. Pero había otro tema que lo estaba inquietando, la violenta reacción de Loki hacía Amora.
No era un hecho desconocido por nadie que no se llevaban precisamente bien, no estaba seguro de por dónde venía la enemistad, la joven era agradable y dulce, pero con Loki no se mezclaban, sabía que su hermano tenía un carácter difícil, por lo que no la culpaba a ella, pero tras tantos años había llegado a pensar que todo eso era un asunto del pasado, ambos ya no eran niños y tenían mejores ocupaciones que estarse molestando mutuamente. Ese razonamiento fue el que le hizo pensar que no era una mala idea involucrarse con ella, era una mujer atractiva y bien dispuesta, Loki jamás volteaba a mirar dos veces sus aventuras, jamás pareció importarle… y ahora pasaba esto.
Era la parte que no sabía cómo interpretar, ¿Su hermano había reaccionado de esa manera porque se trataba de Amora? ¿Había desquitado con ella su malhumor?… ¿O estaba celoso? ¿Habría reaccionado de la misma manera de tratarse de otra chica?
La perspectiva de que fueran celos era la más prometedora, odiaría hacerlo sentir de esa manera, pero le tranquilizaría recibir de su parte algo más que indiferencia, la realidad era que en todos esos años no habían avanzado nada. Se dijo que esperaría hasta que Loki le diera alguna señal de que estaba listo para más… pero lo cierto es que a veces pensaba que su hermano no tenía intenciones de dejar ir su virginidad, de hecho lucía muy cómoda con ella, no había miradas indiscretas, caricias, insinuaciones, al principio los besos parecieron el camino… pero ahora lucían más bien como la última parada, porque nunca conducían a nada, era agradables, excitantes, adictivos… pero nuevamente…. No conducían a nada, era como si Loki se conformara con solo eso y no quisiera más…
De ahí que Thor no dejara a sus amantes, si lo hubiera hecho a esa altura habría perdido la cabeza.
Le angustiaba pensar que esa actitud podía ser eterna, ¿Y si Loki nunca maduraba? Había escuchado historias de personas que jamás tenían relaciones sexuales, curiosamente algunos eran hechiceros que consideraban al placer como una distracción. Thor podía verse así mismo a su lado pese a eso, no iban a separarse porque no pudiera consumarlo, amaba a Loki mas allá de la parte física, y si aun así solo le entregara sus labios sabía que era suyo de esa manera, pero esperaba no terminar de una forma tan triste, deseaba mucho más.
( Loki )
Tuvo que dejar entrar a los sirvientes, su habitación era un caos, si no iba a salir más de ella al menos la necesitaba presentable.
Su padre no vino a verlo, y no esperaba que lo hiciera, lo conocía lo suficiente para deducir eso, aunque en las últimas horas hubiera descubierto que en realidad nunca lo conoció en absoluto.
Su madre tardó en aparecer, ella sabía que no sería bienvenida pronto y había sabido mantener bien la distancia. Sigyn no aparecería hasta que supiera que se había calmado, era demasiado temerosa y tendría miedo de que se descargara con ella. Loki sabía que la chica no tenía la culpa de nada, solo obedecía órdenes, pero no se sentía muy razonable en esos momentos por lo que hacía bien en mantener su distancia.
El primero en aparecer sin ser invitado fue Thor, eventualmente regresaría.
Al principio Loki se debatió entre echarlo o recibirlo, no tenía ganas de hablar, pero tampoco quería que se fuera, así que terminó pidiéndolo. Fue en esos momentos, cuando descansaba en sus brazos y Thor quiso besarlo, que lo supo, no solo Odín y Frigga no eran sus padres, Thor no era su hermano.
Por alguna razón no lo había pensado antes. Saberlo le provocó un enorme vacío, se sintió desarraigado, solo, se preguntó vagamente si ese era el motivo de que el dios del trueno se sintiera atraído por él… ¿Se daba cuenta? No había sangre compartida que lo volviera incorrecto, era dos extraños, ni siquiera de la misma raza… Thor no era su hermano.
Sintió que le faltaba el aire, rechazó sus muestras de afecto y se aferró con más fuerza a él, no podía perder eso también, no podía perder a su hermano, era todo lo que tenía, si Thor no lo sabía…. No debía saberlo nunca, nadie tenía que saberlo.
Perdió la noción del tiempo ahí, en ese momento de silencio y quietud, no tenía paz, su interior estaba demasiado agitado, pero estaba lo más cercano a eso que se podía dada las circunstancias, fue ahí cuando su madre decidió aparecer.
Seguía sin querer hablar, pero no podía echarla, no a ella, y sabía que probablemente nunca quisiera hablar del tema, mientras antes se deshiciera de eso sería mejor.
Ya estaban solos cuando se sentaron juntos en la cama, Loki lo prefirió así, no quería tenerla en frente, prefería mirar cualquier otra cosa que lo perturbara menos que esos ojos tristes y avergonzados.
“Perdóname por haberte mentido”
“¿Perdiste un embarazo?” No tenía paciencia para los rodeos, bastantes vueltas le había dado al asunto todas esas horas, no podía haber confabulado todo el palacio y todos vieron a la reina embarazada, que el resultado fuera un Jotun dejaba pocas alternativas.
“Sí” Respondió ella luego de una larga pausa, quizás sorprendida de que llegara a esa conclusión por su cuenta.
“¿Y no había niños Aesir huérfanos? ¿Por qué yo?”
“Porque eres mi hijo”
Loki estuvo por reprocharle que ese argumento no tenía elocuencia, pero ella se anticipó.
“No espero que lo entiendas, pero estas aquí porque es donde perteneces… Lo supe desde el primer instante que te tuve en mis brazos, que eras mi bebé”
La mano de Frigga buscó la suya y Loki no fue capaz de apartarla.
“Estaba destinado a pasar, por algún motivo Ygdrasil te extravió lejos… pero igual lograste llegar a casa”
“Mamá…”
“Cuando perdí mi embarazo… perdí las ganas de vivir, todo dejó de importarme, nunca me había sentido así… y entonces tu padre te trajo… Y todo volvió a tener sentido, fue como finalmente concebir…”
“¿Y por qué no me dijiste la verdad…? Tuviste siglos para eso”
“Porque no quería que lo supieras” Respondió con un tono de resignación, no pensaba endulzar esa parte “Todos estos años me dije que no quería que sufrieras… Pero la verdad es que no quería tener esta conversación, no quería escucharte dudar de nuestro vínculo… o tal vez que quisieras irte a Jotunheim”
Loki se presionó el puente de la nariz mientras suspiraba, tratando de asimilar toda esa información junta.
“Es el último lugar del universo que quiero conocer”
“No tienes que hacerlo”
Loki apretó su mano, por mucho que lo deseara no podía enojarse con ella, aunque dudaba que un día volviera a confiar plenamente, hasta ese día pensó que entre ellos dos no había verdaderos secretos, nada tan grande como eso.
“Te amo Loki, nunca lo dudes”
Él asintió, aún un poco ausente.
“Y Tu padre…”
“No es mi padre” La interrumpió de inmediato.
“Loki…”
“No quiero hablar de eso” Zanjó el tema y en silencio Frigga lo aceptó.
“Está bien… ¿Qué es lo que quieres hacer?”
Loki tardó un momento en entender a lo que se refería con esa pregunta.
“Borrar todo esto, que nunca hubiera ocurrido”
“Cariño… es nuestro secreto” Que lo expresara de esa manera se le antojó cínico, recientemente ese era el secreto de ella, nunca lo compartió “Nadie lo sabrá a menos que decidas hacerlo público”
“¿Nadie?” Rio “¿Con Amora?”
La reina suspiró.
“Yo me encargaré de ella, no hablará del tema, los únicos que lo saben además de nosotros son su alteza Frey y Sigyn, ninguno de los dos sería indiscreto”
El nombre de su maestro en la lista fue un balde de agua fría.
“¿Thor?” Conocía la respuesta, pero necesita cerciorarse.
“No”
“Que nunca lo sepa”
“No le importaría, te quiere demasiado”
“No quiero que lo sepa” Remarcó otra vez, sonando mas desesperado de lo que quería.
Su madre, no muy convencida, cedió.
“No lo sabrá por nadie además de ti… pero déjame decirte que al menos aprendas de mis errores, los secretos son una mala idea”
Loki estaría de acuerdo con ella si no sintiera tanto rechazo a la idea de que Thor lo supiera un Jotun, un detestable gigante de escarcha, alguien con quien no tenía ningún tipo de parentesco.
Luego de eso permanecieron en silencio. En algún momento Frigga lo había rodeado con un brazo y Loki terminó relajándose lo suficiente para apoyarle la cabeza en el hombro.
“¿Hay… algo más que deba saber?”
“Sí” Por la respuesta inmediata supo que su madre estaba esperando el momento para seguir hablando “Solo que no sé cómo decirlo”
“Solo dilo, ya nada puede tener un peor impacto hoy”
La escuchó suspirar mientras comenzaba a jugar con sus propias manos.
“No eres completamente Jotun, desconocemos tu otra… parte”
Bueno él había llegado a esa conclusión por su cuenta, nunca vio a un Jotun en persona, pero las pinturas dejaban claro que eran enormes… y azules con ojos rojos, él no era ninguna de las dos cosas.
“El tema es que… interiormente eres muy parecido…”
“Mamá… solo dilo”
“Eres fértil”
Tras esa declaración Loki deseó haberla dejado ser más sutil.
“¿Disculpa?”
“En Jotunheim el… género femenino es un poco diferente, no tienen los mismos rasgos que los Aesir… o Midgardianos”
“¿Soy… mujer?” Preguntó horrorizado.
“No exactamente… ¡No hay mujeres jotun!” Exclamó tratando de tranquilizarlo “Son todos… Varones… normalmente los más pequeños y con rasgos más… o… menos severos…. Son los que tienen la capacidad de llevar a los… bebés” Su voz fue bajando de decibeles hasta que fue apenas un susurro.
Loki jamás vio a su madre tan incómoda como en ese momento y él jamás estuvo tan asustado. Por instinto se tocó el vientre.
“Estas diciendo que… Me puedo embarazar… ¡Soy un hombre… los hombre no…!” El resto de las palabras no salieron de su boca, temblaba demasiado para permitirles el escape, en vez de eso se dobló un poco sobre sí mismo. “Si me hubiera acostado con alguien… Todo éste tiempo” A veces odiaba la rapidez que tenía su mente para rellenar los espacios vacíos con basura.
“No estamos seguros, el otro día tuviste tu primer… ciclo, quizás antes no eras fértil aún”
El estómago le dolió y se sostuvo con más fuerza, casi liberó una arcada cuando abrió su boca y tuvo que volver a cerrarla.
“¿Ci… Ciclo?” Se atrevió a preguntar cuando pudo modular la voz, la mano de Frigga se paseaba por su espalda arqueada.
“Celo”
“¡Oh, por Surtur! ¿Acaso soy un animal?”
“No, Loki, no digas eso” Quiso abrazarlo de nuevo, pero fue mas rápido y se puso de pie para alejarse.
“Así que soy un gigante enano descolorido y… mujer”
“Loki…”
“¡Pude tener un hijo de Fandral!” Su mente no paraba y su lengua estaba recuperando la rapidez habitual “¡¿Cómo pudieron ocultarme algo así?! Pude estar gestando en éste momento un monstruoso bebé azul con cabello rubio…”
“¡Loki, basta!” Su madre también se paró, aunque gritó se notó que estaba conteniéndose para no llorar “Los Jotun no son monstruos, y si así lo fueran no es lo que eres tú” Pese a que trató de alejarla lo alcanzó igual, tomándolo de los hombros para que la mirara “No eres Jotun, no eres Aesir, eres Loki, mi hijo, un hechicero, un príncipe, un joven con más cerebro que toda la corte junta, culto… sofisticado y elegante como ninguno ¿Un monstruo? ¿Has visto a los saldados comer?” Eso último lo añadió con una pequeña sonrisa y a Loki le costó no rendirse a ella. Liberando un poco el aire aflojó sus hombros. “Mandamos a Fandral a Vanaheim para ganar tiempo… Te lo íbamos a decir, pero mientras no supieras… Cariño, me quitaba el sueño esa posibilidad, lo siento tanto” Le acarició el rostro y Loki sostuvo esa cálida mano.
Al fin tenía una respuesta sobre el paradero de Fandral, no había sido Thor después de todo, le aliviaba saber que sus celos no llegaban tan lejos como para deportar a un amigo y fiel soldado, y en esos momentos no podía enojarse por la separación, si se hubiera quedado quizás lo hubiera invitado a su cama eventualmente y las consecuencias habrían sido terribles.
“Necesito pensar” Resolvió, con la voz un poco quebrada, no había razonamiento que pusiera su corazón en paz, no se trataba de entender sino de sanarlo, de aceptar todo lo que ese conocimiento significaba, y eso lo tenía que hacer solo.
“Tomate todo el tiempo que necesites, cariño… volveremos a hablar cuando estés listo”
( Frigga )
Dejar a Loki solo fue muy difícil, su hijo lucía tan roto, pero no quería imponerle su presencia, él siempre encontró consuelo en sus brazos… pero era la primera vez que ella era la causante de su dolor.
Se retiró aún abrumada por todo. Le tomó por sorpresa que Loki mencionara a Fandral, había estado algo renuente a creer que tuviera sentimientos por el espadachín, pero su hijo mismo acababa de confirmárselo. Una relación de ese tipo, si su esposo la aprobara, sería beneficiosa para ella, Loki permanecería en Asgard, su condición de hechicero no volvería tan extraño que lograra engendrar… podía tener una buena vida ahí. Pero sabía que estaba pensando en sus necesidades, no las de su hijo, si Loki se casaba con Surt sería consorte real en Vanaheim ¿Qué podía ser mejor que eso?
Ella también necesitaba un tiempo a solas para meditar, pero antes tenía que resolver un asunto que no podía ser postergado.
Salió del palacio para ir al edificio aledaño, más específicamente buscando una habitación en particular, la única que estaba custodiada por un soldado de su confianza.
“Su alteza” Frigga correspondió el saludo con un asentimiento y despidió al hombre.
Dentro la esperaba Amora, la mujer estaba sentada en su cama, había una bandeja de comida vacía sobre su pequeña mesa, Sigyn se había encargado de traerle de comer, a Frigga no le hubiera importado que no lo hiciera, pero la joven era demasiado sensible para eso, y además le señaló que la gente empezaría a hablar, en especial los padres de la doncella.
“Majestad” Trató de ponerse de pie pero ella le indicó que se sentara de inmediato, no para que estuviera cómoda, no tenía intenciones de hablarle de igual a igual, y pedirle que se arrodillara le parecía excesivo.
“¿Cómo te enteraste? Y quiero recordarte antes de que hables que mentirle a tu reina se castiga con la muerte”
“Escuché al padre de todo con su alteza Frey”
Sí, imaginó que de esa manera había sido, si su esposo no tuviera ya demasiados problemas se atrevería a reprocharle su imprudencia, el secreto sobrevivió más de 800 años… hasta que Odín decidió incluir a una persona más.
“Y corriste a comentárselo a mi hijo”
Creyó necesario mencionarlo de esa manera para que supiera que ese conocimiento no cambiaba nada.
“No, fue hace mucho tiempo, el día que su alteza vanir llegó”
Décadas, había aguantado sin hablar más de lo que cualquiera esperaría, al menos de ella.
“¿Y por qué decidiste hablar?”
“Fue un accidente, no sabía que el príncipe no estaba al tanto, fue algo infantil” Añadió con la mirada más inocente y cargada de arrepentimiento que pudo componer “Tuvimos una pequeña discusión y quise que supiera que lo sabía… solo fue eso”
Frigga sabía porque esperó tanto para confrontarla, escucharla solo elevaba su ira y se había prometido no hacer un escena, hacía siglos que no hacía algo así y una niña no iba a sacarla de sus cabales.
“Te creo que no lo sabías, pero Amora… Tú no buscabas ganar una discusión, querías humillar a mi hijo…”
“No, señora…”
“Guarda silencio” La joven obedeció de inmediato “Se cada palabra que pronunciaste, Sigyn me las repitió y no hay persona en todo el palacio en la que confíe más”
El repertorio había sido indignante, la manera en que esa mujer se había atrevido a degradar a Loki por su ascendencia, aún no podía entenderlo, ¿Cuál era el problema que tenía? Su hijo no era dulce como la miel pero era a la única que parecía irritar hasta ese punto.
“¿Qué es lo que buscas Amora? Rivalizas con uno de mis hijos… seduces al otro… Sabes que nunca serás reina, Thor jamás elegiría a una doncella de la corte, buscará alguien de acuerdo a su rango, alguien con quien conseguir un acuerdo en otro reino… o al menos una persona que no conozca a sus soldados tan íntimamente”
Fue su turno de humillarla y ella se ruborizó por el insulto.
“No quiero ser reina” Se atrevió a responder, envalentonada por el ataque.
“No amas a Thor tampoco, te lo preguntaré una vez más ¿Qué es lo que buscas?”
“Eso… no es de la incumbencia de mi reina”
Frigga no supo si enojarse o reír por semejante muestra de insolencia.
“Amora, el único motivo por el que no te he desterrado es por Loki”
La chica la miró confundida por esa afirmación.
“¿Pidió… por mí?”
“Por supuesto que no” La idea de su hijo preocupado por la suerte que corriera esa mujer era impensado, él tenía serias dificultades para perdonar y olvidar. “Pero pese a que no nos importa que ésta verdad se sepa… A Loki sí, me ha pedido completa reserva, expulsarte ahora solo llenaría de preguntas a la corte y cobrarían fuerzas los rumores sobre su salvaje pelea, además el primero que me pediría explicaciones sería Thor”
Odiaba verse atada de manos, pero la verdad es que aunque quisiera no podía deshacerse de ella, no sin complicar a su hijo, Amora hablaría ni bien le pidieran que dejara el palacio, lo que hiciera luego no callaría la verdad, al menos hasta que Loki estuviera dispuesto a aceptarlo… La joven permanecería en la corte.
“Amora te prohíbo repetir lo que sabes desde Thor hasta a tu reflejo, nadie puede saberlo, si te atreves a hablar no tendré piedad de ti, mi esposo piensa primero como Rey, luego como padre ¡Y lo admiro por eso! Pero yo no soy tan grande como él, primero soy madre y si te atreves a lastimar a uno de mis hijos iré por ti”
“No lo haré, alteza” De nada le valían las promesas de una manipuladora, peor aún, una manipuladora asustada, le diría lo que quisiera escuchar, pero si era inteligente haría caso de sus palabras.
“Ahora arréglate, ve a ver a tus padres y asegúrales que todo está bien, solo estabas aquí porque le faltaste el respeto a tu príncipe por lo cual estás muy arrepentida”
“Sí señora”
No estaba segura de haber resulto nada, solo estaba ganando tiempo, pero era todo lo que podía hacer por Loki por el momento.
( Loki )
Cerró su puerta y pasó el resto del día recostado, no tenía ánimos de ver a nadie, de salir, y definitivamente no pensaba ir al despacho de Odín, éste tampoco lo quería ahí pues no lo estaba solicitando, evidentemente podían arreglárselas muy bien sin él.
La información que le diera su madre no dejaba de atormentarlo, la cantidad de posibilidades, todo lo que cambiaba con esa verdad, no sólo no era Aesir, era fértil para llevar un hijo, ¿Eso significaba que el día que se casara… tendría que engendrar? La idea lo altero mucho, de ninguna manera pensaba embarazarse, su esposo debería conseguirse una concubina que lo hiciera por él como los demás.
Meditaba en todo ese mundo de aterradoras posibilidades cuando un recuerdo lo asalto y dejó sin aliento:
En su sueño… temía hacer quedado embarazado de Thor