Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Botín de Guerra por ScorpioG

[Reviews - 130]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Botín de Guerra

Capítulo 12: Irresponsables

( Loki )

  “¿Estás enojado?”

  Estaban  paseando por uno de los jardines, tras los saludos formales Thor los había dejado solos, lo cual era un alivio, la situación ya era demasiado incómoda sin necesidad de sus celos.

  “¿No debería estarlo?” Se giró a verlo, Fandral caminaba conservando una respetuosa distancia, como en el pasado, y sus ojos estaban lejos de lucir arrepentidos, él era así, parecía no tomarse nada con seriedad.

  “Loki, no fue mi decisión”

  “Te fuiste sin siquiera despedirte” Se sentó a la orilla de la fuente, era un día radiante, y por mucho que se esforzara por sentirse ofendido, no lo estaba, estaba feliz de verlo de nuevo, pero no pretendía facilitárselo tanto.

  “Odio las despedidas, y tú también, prefería quedarme con el recuerdo de la última vez y ya, es mejor que…”

  No terminó sus palabras, encontrando de repente fascinante el césped debajo de él, Loki arqueó una ceja tratando de ver a donde iban los pensamientos del espadachín, la única despedida que tuvo que padecer fue la de Thor.

  “¿Te preocupaba que llorara?” La idea casi lo hizo reír, él ya no era un niño para reaccionar de esa manera ante algo tan natural.

  “Me preocupaba más tu indiferencia”

  Esa respuesta lo tomó desprevenido, pero tuvo que reconocer que lo conocía demasiado bien.

  “No me es indiferente que te hayas ido, Fandral” Aunque siendo honesto tardo demasiado tiempo en notar su ausencia.

  “Pero no te importa lo suficiente para ponerte triste”

  Loki se permitió sonreír mientras descansaba la barbilla en su mano.

  “¿Esperabas que estuviera deprimido?”

  “No” Y no necesito que dijera más para entender por dónde iba todo eso. Negó con la cabeza, aun encontrando la situación hilarante.

  “No te amo, creo que eso salta a la vista”

  “Lo hace” Y sintió un renovado respeto al verlo recibir esa bofetada con toda la dignidad posible.

  “Pero me importas, eres mi amigo… y un poco más que eso. No me hiciste falta, pero hubiera preferido tenerte”

  “¿Qué tan triste es que me alegre saber eso?”

  “Te respondería… pero olvidarías la parte de la alegría” Palmeó dos veces a su lado, indicándole que tomara asiento, el rubio accedió mientras negaba con un movimiento de cabeza.

  “Eres terrible, los años no te han suavizado, creo que te has vuelto peor”

  Para Loki era bueno saber que alguien lo veía con cierto respeto y no tan inofensivo, pero sabía que era el enamoramiento de su amigo hablando.

  “Y dime ¿Estas de visita o…?”

  “De visita”

  “Oh” Repitió, pero con un tono ligeramente decepcionado. El rubio lució de repente culpable mientras se frotaba la barba.

  “Lo siento, creo que debí comenzar por ahí”

  “¿Cuánto tiempo te quedarás?”

  “Hasta tu cumpleaños, su alteza Frey regresó a Vanaheim por ende… heme aquí”

    Su maestro había partido a su tierra, no le había dado muchos detalles, pero para Loki fue fácil imaginar a que se debía el repentino viaje, en especial por la fecha elegida.

  “Surt va a venir, no pueden dejar los dos juntos el reino” Murmuró, Fandral giró su rostro para prestarle más atención.

  “Asique ya lo sabías”

  “No se trata del secreto mejor guardado, recibí varios presentes suyos de repente, no está siendo precisamente sutil”

  El rubio asintió mientras se miraba las manos, un poco pensativo.

  “Va detrás de ti, en la corte vanir solo se habla de eso últimamente, que van a comprometerse”

  Y esa fue la confirmación para Loki de hasta qué punto su primo estaba jugando con las cartas ganadoras, convencido de que tenía la mejor mano para colocar sobre la mesa, y odiaba admitirlo, pero así era.

  “¿No dirás nada al respecto?”

  “¿Debería?”

  “Pues sí… siento que están planeando tu futuro sin tu consentimiento, el Loki que conozco estaría en medio de una rabieta que no dejaría una sola reliquia intacta en el palacio”

  El Loki que Fandral conocía no era real, era lo que tenía ganas de decirle en ese momento, el que estaba sentado a su lado no era un Aesir, no era hijo de Odín y podía concebir hijos… muchas cosas habían cambiado recientemente y todo lo que Loki daba por sentado estaba en el pasado, lejos de sentirse insultado por la actitud de Surt se sentía patéticamente reconfortado, de que quizás podía aspirar a un futuro… que alguien esperaba algo de él, pese a que fuera un jotun.

  “Crecí Fandral” Respondió con seriedad, sintiéndose un poco inquieto, lo que disimuló poniéndose de pie “Se trata del futuro rey de Vanaheim, no se puede tomar una proposición como esa a la ligera”

  “Ni siquiera lo conoces”

  “No es que importe demasiado, los príncipes no se casan por amor”

  El espadachín frunció el ceño, no muy conforme con lo que estaba escuchando.

  “Odín lo hizo”

  “Odín es el rey, y los reyes pueden hacer lo que quieran, los demás debemos aferrarnos a lo que podamos, ¿No?”

 “Loki… ¿Estás bien?” Trató de ponerse de pie pero el hechicero lo detuvo, sosteniéndose de sus hombros para mantenerlo en ese lugar, prefería mirarlo hacia abajo, estaba cansado de ver a todos por encima de él.

 “Quiero dos cosas de ti por mi cumpleaños, ¿Me las concederás?”

 “Por supuesto” Respondió con la seguridad que le respondería al rey pero sus ojos lo escudriñaban en busca de respuestas.

  “La primera es que… me prometas que no me harás ninguna pregunta mientras estés aquí, sin importar lo que pase”

  “Pero ¿Por qué…?”

  “¡Sin preguntas!” Lo tomó del rostro para enfatizarlo mejor, mirándolo a los ojos.

  “Sin preguntas” Repitió, como lo haría alguien inducido por la hipnosis.

  “Bien, la segunda…” Observó fugazmente a su alrededor, no había nadie cerca, solo las valkirias, los pocos nobles que andaban en la zona estaban ocupados en sus propios asuntos, confió salir bien librado.

   Aún con las manos en el rostro ajeno se acercó y lo beso, lo que el rubio estuviera por decir, rompiendo su promesa de no preguntar, murió dentro de la boca de Loki y fue seguido por varios suspiros, las manos de Fandral, por reflejo, lo tomaron de la cintura, y al menor le pareció gracioso la suavidad con que lo sostenía, apenas presionando la tela de su ropa, sin atreverse a tocarlo verdaderamente, lo mismo pasó con el beso, dejó que Loki lo guiara y tomó cuanto le ofreció.

  La experiencia le pareció interesante y menos estresante que los besos que recibía de Thor, aunque gracias a él sabia lo que estaba haciendo.

  Cuando concluyeron ambos estaban agitados, Loki se sintió orgulloso de sí mismo, había anhelado mucho eso en el pasado pero era demasiado tímido para llevarlo a cabo, y estaba claro que Fandral no se tomaría ninguna libertad que no le concediera, fue una frustración constante y le alegraba haberle puesto fin, ya por fin lo sabía, sabía lo que se sentía. Y también sabía que los besos de Thor eran mejores, esa última noción la empujó lo más lejos que pudo en su mente.

  “Oh Loki” Dijo finalmente Fandral cuando recuperó el habla “Por favor dime que hay una tercera cosa”

  Se permitió reír, pero de inmediato se separó, recordando el lugar donde estaban, lo último que quería era comenzar nuevos rumores, mucho menos soportar las preguntas de Thor.

  El resto del día se la pasaron paseando por el palacio, poniéndose al día sobre detalles menores, nada demasiado personal, Fandral le compartió por menores de su vida en Vanaheim, diferencias de vestuario, costumbres, y alguna que otra anécdota graciosa. Evitó hablar de Surt, Loki supuso que no quería predisponerlo antes de que lo conociera y lo respetó por eso.

  Por su parte él le habló de sus lecciones, mintió sobre que aprendió a montar y detalló algunos cambios que se habían realizado respecto al comercio.

  Sí, su parte fue la más aburrida, pero lo que verdaderamente era relevante no pensaba decírselo.

  Al llegar la noche Fandral tuvo que retirarse, Loki hubiera querido invitarlo a cenar pero sabía que los padres el espadachín lo aguardaban ansiosos, ya les había robado demasiado de su atención.

  Cuando regresó a su alcoba ya lo esperaba Thor y curiosamente su cachorro estaba con él, exactamente sobre su regazo.

  “Debo decir de nuevo, es lindo” Comentó mientras lo acariciaba, de todas formas el animal se bajó de un brinco y corrió a recibir a Loki.

  “¿Dónde has estado?” Le reclamó mientras tomaba a su cachorro y lo alzaba “Apenas y le prestaste atención a Fandral, te esperamos toda la tarde” No era del todo cierto, en el fondo sabía que Thor los estaba evitando por sus estúpidos celos.

  “Creo que él tenía más ganas de verte a ti que a mi”

  “Es tu amigo, no seas ridículo”

  “Lo veré mañana en el entrenamiento, ¿Feliz?” Le dijo como si estuviera ofreciendo hacerle un favor o contentarlo a él, su cinismo lo hizo suspirar.

  “¿Por qué habría de estarlo?” Avanzó y colocó a su mascota sobre la cama. Quedando ambos en un breve silencio.

  “¿Le has puesto nombre?”

  “No”

  “Necesita uno”

  Loki miró al cachorro que ahora perseguía su propia cola e hizo una mueca.

  “Es un animal, no una persona, está bien así”

   En realidad no se le ocurría ninguno que le quedara bien y le parecía un poco tonto darle importancia a algo así, al fin y al cabo… no hablaba ¿Para qué necesitaba un nombre?

  “¿Al menos sabes lo que es?”

  “Mamá dice que podría ser un perro”

  “No hay perros es Asgard”

  “Hubo antes de que volvieras, fue un regalo para mamá, le trajeron dos perros Midgardianos, los terminó regalando y a uno lo extraviaron, quizás tenga algo que ver”

  “Loki, los perros viven aún menos que los humanos”

  “Pero se reproducen” Aunque él mismo veía que ese razonamiento era pobre, el bosque debería estar ya lleno de perros.

  “No tiene importancia” Aceptó Thor, quizás tratando de evitar ponerlo de malhumor “Se ve inofensivo y dócil, come lo que le das… mientras no ataque a nadie cuando crezca no pasará nada”

  Loki ya había considerado esa posibilidad, pues se trataba de un cachorro, que al llegar a su edad adulta se pudiera volver más agresivo, pero si eso pasara sería cuestión de regresarlo a su entorno salvaje o construirle un buen cerco, dudaba que creciera más de media metro.

  “¿Quieres que pida la cena?” Cambió de tema su hermano, recordándole la hora que era.

  “Sí, yo aprovecharé para tomar un baño mientras”

  “Haré lo mismo, entonces comemos en mi alcoba”

   Loki asintió mientras veía a Thor levantarse y marcharse.

  Afortunadamente poseían, además del baño común, uno privado, no tan placentero, pero útil para preservar la intimidad, Loki agradecía que su madre jamás reparara en ese detalle, que él y Thor no compartían la enorme terma instalada en esa ala precisamente para eso, siendo hermanos parecía lo más lógico, era una habitación amplia y perfectamente instalada para el disfrute de los príncipes y sus posibles consortes o concubinas, ambos eran varones después de todo. Pero no se sentía así. Bañarse con Thor sería la manera más rápida de echar todo a perder.

  Llamó a una de las criadas y esta se encargó de prepararle el baño, agua caliente y perfumada, sus jabones y velas aromáticas.

  Cuando estuvo sólo Loki se sumergió en la bañera hasta la barbilla, entre gemidos de placer, adoraba estar sumergido, el cosquilleo que le hacía en la piel cuando el nivel del agua se movía, el aroma a melón que se percibía en el líquido y armonizaba con el resto del ambiente.

  Empezó a frotar su cuerpo con el jabón y fue cuando lo supo. Estaba pasando otra vez.

  Le basto tocar su propio vientre para comenzar a sentirse ansioso. Apretó sus piernas con anticipación, tratando de contener el repentino deseo que se estaba manifestando.

  Estaba en celo de nuevo. Debió imaginarlo, llevaba horas sintiéndose algo extraño, esa repentina necesidad de besar a Fandral, lo mucho que le costó no sentarse en su regazo cuando estaban en la fuente, censurado por la cantidad de ojos que lo verían hacer algo tan íntimo e impropio de su persona.

  Odiaba eso, odiaba lo que le recordaba, lo que era. Se estaba volviendo un animal de instintos, ni siquiera era libre de decidir sobre su propia sexualidad, su herencia biológica lo hacía por él.

  Consideró tocarse, pero lo descartó, demasiado avergonzado de saber que no era su idea, se negaba a ser esclavo de sus deseos carnales, él era más que eso.

  Terminó el baño, dejó ir el agua, apagó las velas y salió, envuelto en su bata de seda, quedando en shock al descubrir a Thor en su alcoba, a Thor con el torso descubierto en su alcoba.

  “Pensé que te habías dormido allá dentro”

  “Y yo que íbamos a comer en tu habitación”

  El mayor le sonrió paseándose por el lugar, muy cómodo con su piel, todo lo contrario de Loki que abrazaba su propio cuerpo como protegiéndose de un frío inexistente, la temperatura en su alcoba era perfecta.

  “Preferí hacerlo aquí, tengo un desorden de papeles en cada superficie”

  “Ojalá nos alcanzara para tener alguien que limpiara por nosotros, sería todo tan sencillo” pretendía sonar sarcástico pero la incomodidad le ganó y Thor debió notarlo, porque arqueó una ceja pero no dijo nada, solo siguió sonriendo.

  En la mesa ya estaba dispuesta una bandeja con rebanadas de frutas, muy colorida por la variedad, pan integral y miel de abejas, mientras que en otro plato descansaban una abundante ración de carne asada bien grasienta con papas cocidas y unas pequeñas cazuelas con diversas salsas, además de pan blanco y una botella de vino.

  No hacía falta preguntar para quién era cada plato, Loki era de las personas que apenas y comían, que siempre llevaba una dieta que casi excluía todo lo que era carne, rica en vegetales y cereales, mientras que Thor… bueno, no era buena idea sentarse demasiado cerca cuando comía, podía llegar a confundir el brazo de alguien con parte de su plato. Un cuerpo así debía ser saciado.

  “Debería vestirme primero” Pensó en voz alta, en realidad solían cenar bastante sencillos, apenas usaba su ropa de cama, pero ésta era de dos piezas, con esa delicada seda rozándole la piel en cada movimiento se sentía desnudo y la mirada de Thor no estaba ayudándole.

  “¿Para qué? Tu cabello esta mojado, puedes vestirte luego de cenar”

  Loki asintió, solo para no ser tan evidente con sus pensamientos y se acercó a la mesa, el roce de sus piernas entre ellas mismas le pareció demasiado agradable y casi no quiso detenerse, de repente no estaba tan seguro de no ser tan primitivo como el resto de los jotun.

  Thor estaba aún de pie, destapando la botella de vino, era lo único que ambos compartían, su hermano llenó dos copas y le ofreció una. Loki la aceptó en silencio pero cuando sus dedos se rozaron al tomarla dio un ligero brinquito, uno que definitivamente fue captado por el mayor… lo que levantó la temperatura de su cara, toda su sangre debía estar ahí.

  “¿Estás bien?”

  Asintió de inmediato, negándose a hablar hasta estar seguro de que su voz no lo traicionaría como el resto de su cuerpo.

  Thor lo miraba divertido por su actitud pero lo dejó en paz para beber de su propia copa, con la bestialidad característica porque un poco de vino rodó por sus labios y Loki siguió muy concentrado el viaje de esas gotas por los pectorales de dios del trueno, sus prominentes pectorales, por ese torso perfectamente tallado.

  “Loki”

  Cuando escuchó su nombre se sobresaltó, y al volver a mirar a Thor dudo sobre cuánto tiempo lo estuvo contemplando de esa manera, pero esos ojos azules de repente lucían fascinados por lo que, evidentemente, habían descubierto.

  “Deberíamos comer” Sugirió de golpe, tratando de distraer la atención, comentario que amplió la sonrisa de Thor.

  “Es verdad” Antes de que Loki se moviera el mayor tomó una de las pequeñas y circulares papás, sopló para enfriarla y se la ofreció.

  “No como… esas cosas tan tarde”

  “Deberías” Se lo acercó directo a los labios y los nervios de Loki enloquecieron.

  “No creo que…”

  “Compláceme”

  Resignado y con un entusiasmo que lo avergonzó…. Lo hizo, abrió su boca y lo tomó, sin tener reparos en rosar los dedos de Thor con sus labios, conteniéndose para no chuparlos, de repente se le antojaba hacerlo.

  Cuando se atrevió a verlo a los ojos su estómago se hizo otro nudo, esos ojos azules de repente lucían oscuros y ya no había una sonrisa en su rostro. Todas las alarmas de su cuerpo se activaron.

  “Esta deliciosa, tenías razón, debía…”

  “No tienes idea todo lo que te pierdes por no hacerme caso”

   No le pasó desapercibido el doble sentido en esa oración y de repente deseo estar en la alcoba de Thor, para inventar una excusa rápida y huir, colocando el seguro en la puerta detrás de él.

  Su hermano volvió a concentrarse en la mesa al lado de ellos, pero sin alejarse aún.

  “Mira esas cazuelas, huelen bien, se ven bien, ¿Qué crees que sean?”

   Loki no estaba seguro de que juego era ese, pero ansioso por cambiar de tema le siguió la corriente.

  “Son salsas, para que le pongas a la carne que vas a comer”

  “Es verdad” A continuación Thor untó dos de sus dedos en la salsa blanca, Loki iba a reprenderlo por su total carencia de modales pero contuvo una exclamación cuando el mayor se los pasó por el cuello, hasta dónde lo cubría la bata.

  “¡¿Qué estás haciendo?!”

  “Ven acá” Ignorándolo lo capturó por la cintura, pegándolo a su cuerpo, comenzando a lamerle el cálido líquido de la piel.

  Loki retorció los dedos de sus pies mientras temblaba, presa del repentino placer que ese simple acto le provocó, la lengua de Thor también era cálida y suave, ese toque lo hacía desear más, que mordiera su piel, que apretara con mayor fuerza, que lo complaciera.

  “Oh, hueles delicioso” Lo escuchó gemir cerca de su oído, chupándole el cuello, luego el lóbulo de su oreja con mucho entusiasmo, la sensación sumada a ese sonido como de chapoteo le provocó un aumento de calor e intensificó la presión en su estómago.

  ‘Está mal’ Le recordaba su mente ‘Es tu hermano, está mal’ pero no quería escucharlo.

  “Thor…” Gimió su nombre y eso fue todo. La vajilla entera acabó en el suelo, toda la comida y la salsa derramada por doquier. “¡¿Qué estás haciendo?!” En respuesta el dios del trueno lo recostó sobre la mesa.

  “Que los sirvientes limpien, no te distraigas”

  Loki estuvo a punto de gritarle que era un idiota, tenían un diván y hasta una maldita cama, nada de eso tenía sentido, pero la noción de lo que estaba por pasar le congeló la lengua.

  Thor estaba entre sus piernas, desnudas a su alrededor, las estaba acariciando con insistencia, Loki no dejaba de ver ese pecho, estaba asustado pero a la vez quería tocarlo, estaba dividido entre la necesidad de luchar para separarse y la de abrazarse a él y rendirse a ese deseo que lo estaba consumiendo.

  Thor le tomó una pierna, por debajo de la rodilla flexionada, y la levantó para acercarla más a su rostro, acariciándole la cara interna del muslo con la mejilla, depositando un beso lleno de adoración ahí.

  “Thor…” No supo qué fue ese ruego ¿Qué se detenga? ¿Qué se apresure? Su hermano le sonrió y se recostó sobre él para besarlo, presionándolo sobre la mesa, apoyando su pelvis en la de Loki, haciéndole saber cuan excitado estaba… y que tan grande era.

  La fricción le hizo soltar un quejido y cerrar los ojos, seguía temblando de placer y necesidad, la manera en que Thor le acariciaba sus piernas en medio del beso solo lo inquietaba más.

  “¿Quieres… tocarme?” Le preguntó de repente, boca contra boca, fue cuando supo que definitivamente estaba siendo muy transparente “Adelante tócame”

  “Thor”

  El rubio le tomó la mano y la empujó entre ambos cuerpos. Loki no podía ver, pero pudo sentir primero la presión que ambos ejercían, la dureza de la tela del pantalón de Thor, el frío cierre… y luego algo duro pero cálido… húmedo… y palpitante. Contuvo el aliento al saber que estaba sujetando el pene de Thor, su enorme pene.

  No sabía qué hacer, pero el mayor lo ayudó, apretando sobre su mano para obligarlo a presionarlo, guiándolo sobre su cuerpo, desde la base hasta esa suave cabeza.

  Loki cerró los ojos y Thor lo besó en los parpados con una ternura y suavidad que contrastaba con lo que estaban haciendo.

  “Tenemos… tenemos que parar” Logró decir, aunque con poca convicción.

  “Tranquilo, relájate, yo te cuidaré”

  “Thor…” Intentó de nuevo, aunque no estaba haciendo demasiada fuerza para liberar su mano, aún confundido por lo que estaba pasando y por la manera en que él mismo se estaba poniendo duro.

  “Oh cariño” Volvió a besarlo, sus manos se reactivaron sobre el cuerpo de Loki y empezó a luchar con el nudo de su bata, ese cambio volvió a preocuparlo.

  “No” Pidió, inseguro por la idea de estar desnudo.

  “Mi hermoso Loki” No lo estaba escuchando, el nudo fue deshecho y de repente ya no hubo nada entre ambos cuerpos, la erección de Loki le rosó el firme abdomen y por instinto levantó la cadera para apretarse más contra él.

  “No puedo…”

  “Tranquilo” Le repitió, su lengua ahora le acariciaba un pezón, Loki comenzó a contorsionarse desesperado por la sensación.

  “Thor, no puedo…”

  Cerró los ojos mortificado cuando la tensión en todo su cuerpo fue demasiada, y luego vino un inmenso alivio…y algo pegajoso se escurría entre ambos.

  “¿Loki?” Thor se escuchaba sorprendido, no sabía cómo se veía, no se atrevía a abrir los ojos, la niebla del sexo había desaparecido y de repente todo volvía a ser claro… acababa de manosearse con su hermano.

  “Oh Loki” El siguiente tono fue de simpatía y casi ternura “Debiste decírmelo… ¿Cómo pudiste aguantar tanto?” Hubiera querido preguntar a lo que se refería pero se sobresaltó al sentir como Thor volvía a acariciarlo, esta vez su mano estaba hurgando entre sus piernas, la sensación era rara, aún estaba demasiado sensible pero descubrió que su cuerpo estaba empezando a entusiasmarse de nuevo, sin embargo recuperó de nuevo la cordura al sentir que las caricias descendían más, y había ahora un dedo presionando contra la piel fruncida de su entrada.

  “¡Thor!” Trató de empujarlo, asustado “¡Basta!” No podía hacerlo retroceder, pesaba demasiado, pero aun así lo intentó.

  “Relájate, seré gentil”

  “¡No quiero que lo hagas!”

  Ignorándolo por completo el mayor le introdujo un dedo y la lucha de Loki se reanimó.

  “¡Déjame!”

  “Shhh” Thor lo presionó, manteniéndolo en su lugar mientras seguía hurgando en su interior “Estás… muy apretado, debes tranquilizarte”

  “¡No quiero!”

  El dedo empezó a patinar gracias a la lubricación natural del cuerpo de un jotun, algo que Loki ya había aprendido por su cuenta, pronto estuvo enterrado hasta el nudillo.

  “Eso es, así” Thor parecía en su mundo, ignoraba por completo sus forcejeos y sin miramientos le introdujo el segundo dedo. Loki echó atrás la cabeza, por el dolor y la sorpresa, su corazón empezó a latir con fuerza y pensó en todo lo que estaba por pasar.

  ‘Va a preñarme, si se viene dentro estando en celo va a preñarme… voy a dar a luz al hijo de mi hermano, va a saber que no soy Aesir, sabrá que… no soy su hermano’

   Las imágenes de la premonición vinieron a él, Thor de repente tenía el pelo corto y no sonreía, pero le hacía lo mismo, lo forzaba a quedarse quieto mientras lo dilataba para él, para poder entrar.

  ‘No eres mi hermano’ Le decía ‘Nunca te dejaré ir’ también, estaba todo ahí, el miedo al embarazo… y el sexo no consensuado.

  No supo en qué momento lo hizo, pero empezó a llorar, no fue un sollozo como en el pasado, no fueron lágrimas únicamente, estuvo seguro que gritó, porque finalmente los dedos de Thor se detuvieron, la presión sobre su cuerpo también, y hubo un fuerte golpeteo en la puerta.

  “¡Príncipe Loki! ¿Está todo bien?” Era la valkiria sin nombre, ambas custodiaban como siempre su puerta.

  Loki empujó a Thor cerrando su bata  y se bajó de la mesa, pisando un vidrio roto al hacerlo.

  “Loki”

  “¡No te acerques!” Le advirtió furioso, mientras se alejaba tratando de no pisar con el pie herido y caminaba hacía la cama.

  “¡Alteza!” Se volvió a escuchar afuera, y supo que si no les respondía entrarían a verificar.

  “¡Estoy bien!”

  Dejó unas pequeñas huellas de sangre y se sentó en el colchón, pasando sus manos por la cara, más preocupado por limpiar sus lágrimas que por la herida que acababa de hacerse.

  “Loki” Volvió a intentar acercarse Thor, con gesto preocupado, el menor no lo miraba, tan enojado como avergonzado por lo que acababa de pasar. “Lo siento, yo…”

  “¡Te dije que pararas!” Le reclamó, todavía temblaba un poco por la impresión.

  Su hermano lucía de repente avergonzado.

  “No podía” Confesó.

  “Si podías” Le reclamó Loki “No querías hacerlo”

  “Pensé que estabas bien” Siguió defendiendo su caso “Que estabas disfrutando… lo hacías”

  “Te dije que pararas, Thor” Repitió, ignorando todo eso “No había nada que pensar, tienes que dejar de pensar por mí, de decidir por mi”

  “Trato de cuidarte”

  “Tratas de poseerme”

  Y para su gran disgusto… Thor no se defendió de esa afirmación, ¿Por qué lo haría? Era la verdad, ambos lo sabían, pero hubiera preferido que al menos mintiera, que se avergonzara por ello. Que lo aceptara lo asustaba aún más, casi podía escucharlo pensar ‘No trato, eres mío’ y la idea lo enfermó.

  “Vete, quiero descansar, se me fue el apetito”

  “Estás herido”

  “Puedo curarme solo, vete”

  “Pero de todas formas hay que desinfectar la herida, Loki, por favor”

  Quiso gritarle que por una vez hiciera lo que le pedía, pero estaba cansado, alterado y necesitaba que se fuera, sabía que no lo haría hasta que lo dejara hacerlo. En los próximos minutos se armó de paciencia mientras su hermano volcaba alcohol sobre su herida y la limpiaba con un pequeño paño limpio, la magia de Loki hizo el resto.

  “Descansa” Le concedió por fin “Te veré por la mañana”

  “Desayunaré con Fandral e iremos a cabalgar”

  No tenía tales planes, al menos no acordaron nada antes de separarse, pero necesitó decirlo, la necesidad golpearlo donde le doliera, hacerlo sentir incómodo por el mal momento que le hizo pasar. Supo que lo consiguió por el cambio en el semblante de Thor, pero fue sabio al menos para no decirle nada, solo asintió y se retiró en silencio.

  Una vez sólo Loki quiso destruir toda la habitación.

  ¿Cómo pudo pasar eso? ¿Cómo pudieron llegar tan lejos? No dejaba de preguntarse  ‘Estúpido celo, estúpidas hormonas… estúpidos sentimientos’

  Esa noche sintió que tuvo una visión del futuro, pero él se negaba a acabar así, como un juguete de los caprichos de Thor, no importaba cuanto lo amara, su premonición no iba a cumplirse, se aseguraría de eso, se acabó el juego prohibido, las cenas a solas, se acabó Thor. Serían hermanos, como debía ser, su visión no se cumpliría, y el primer paso para eso era romper sus ilusiones con alguien más, y ese alguien ya estaba en el palacio y a su alcance, dolería pero… eventualmente Thor lo superaría, había doncellas de sobra para eso.

  Los siguientes días su hermano no lo presionó tanto, mantuvo una agradable y formal distancia y aceptó su idea de volver a cenar en los salones, no le reprochó su actitud o frialdad. Loki supuso que era la culpa operando, pero a veces no estaba seguro de si Thor era capaz de sentirla en esas situaciones, se inclinaba a pensar que solo trataba de contentarlo, pero de momento esa actitud le servía.

  La cabeza de Loki últimamente daba vueltas respecto al asunto de si ciclo de celo, no sabía cuándo venía, cuánto duraría, e incluso necesitaba saber si afectaba a las personas a su alrededor, si alguien podía sentir las feromonas que liberaba ya que ese era propósito del estado, más específicamente quería saber si afectaban a Thor, aún tenía la esperanza de que se tratara de eso, que su comportamiento inapropiado y posesivo fuera una respuesta biológica como la de Loki, que en verdad no pudiera evitarlo… que en verdad no hubiera tratado de forzarlo.

  Desgraciadamente no había material respecto a los Jotun en la enorme biblioteca del palacio, ni nadie que pudiera asesorarlo en ese aspecto, hasta los conocimientos de su maestro eran muy limitados, los Jotun eran una cultura cerrada, aislada y muy desconfiada, no compartían sus secretos, ni siquiera sexuales, con extranjeros, lo que lo dejaba en una situación complicada.

  Pero esa misma semana recibió una sorpresa.

  “Loki” Thor se apareció a buscarlo en su alcoba, se tensó al verlo entrar pero logró disimularlo a tiempo, el mayor venía comportándose lo suficiente bien para sentirse un poco más tranquilo.

  “¿Qué pasa?” Le preguntó desde el diván en el que se encontraba sentado leyendo uno de sus libros.

  “Olvidé darte esto el otro día” Le acercó un morral de cuero hecho a mano “Es de Jotunheim, te lo envió el príncipe Heiblindi”

  Esa afirmación trajo nuevas preocupaciones a la cabeza de Loki que se puso de pie de inmediato para recibir el paquete.

  “Sinceramente espero que sea un cofre con joyas, no se ve muy apropiado para un regalo a la realeza” Continuó Thor, era fácil adivinar por qué no sintió que era importante entregarlo pronto, ciertamente lucía demasiado humilde.

   “Es un libro” Dijo Loki al desenvolverlo, era un enorme y pesado tomo de tapas gruesas y gastadas, todo marrón, de un cuero similar al morral en el que llegó, y con tinta negra estaba escrito el título, el joven casi lo dejó caer.

  Anatomía general

  ¡Era un libro sobre el cuerpo jotun! ¡Tenía que ser una broma! ¿Por qué le mandaban algo así? ¿Cómo le iba a explicar eso a Thor?

  De repente deseo haberlo abierto solo.

  “¿Es una broma? ¿Por qué necesitarías saber eso?”

  La pregunta de Thor le secó la garganta.

  “Thor puedo…”

  “¿Cocina tradicional?” Leyó Thor “¿Quién querría comer lo que esos gigantes sin paladar comen? ¿Qué clase de regalo es ese?”

  Loki arqueó una ceja pero lo entendió de inmediato. El libro estaba protegido, solo él podía ver su contenido.

  Eso lejos de ser un alivio complicaba aún más todo, quien se lo mandó no solo sabe que es de Jotunheim, también sabe que le interesa mantenerlo en secreto.

  “Nos están compartiendo su cultura” Siguió, fingiendo desencanto por el tema “Su alteza debió pensar que lo veríamos como una muestra de buena voluntad”

  “Pues que la próxima vez manden pieles”

  Su hermano se encogió de hombros y se retiró. Loki espero a estar solo antes de dejarse caer de nuevo en el diván.

  La maldita pesadilla nunca terminaba.

  Su cachorro eligió ese momento para acercarse a pedir su atención y Loki le acarició distraídamente la cabeza.

*****************************************************************************

  “¿Cómo dices que es tu nombre?”

  “Zeros” Respondió el hombre arrodillado a sus pies, de piel pálida y sombríos ojos.

  “Entonces Zeros, tú sabes dónde está el Teseract”

  “¡Sí, señor, se encuentra en Asgard!” Respondió con tono desesperado, su cuerpo lucía varios golpes, los que le proporcionaron los que lo arrastraron a su presencia.  

  “¿Y sabes eso porque…?” Insistió.

  “Tengo un informante”

   El titan asintió pensativo. Asgard era un viaje de ida, con Odín presente extraer la gema resultaba imposible, sin el resto de ellas nunca podría igualar al poder del padre de todo, ni hablar si intervenía el dios del trueno. Pero era bueno confirmar su ubicación.

  “Tu información no me resulta útil, si querías mi atención debiste traerlo contigo”

   “¡Odín también tiene el Eter!” 

  Eso último lo tomó por sorpresa.

  “El Eter lleva desaparecido siglos”

  “Robado es la palabra, a mi gente” Se atrevió a ponerse de pie “Fuimos esclavizados tras perder la guerra y Odín conservó nuestro poder, sin él no somos nada”

  “Asique eres un elfo oscuro” Aunque su apariencia lo delataba era demasiado extraño encontrarse con uno, había tenido sus dudas al verlo.

  “El último libre, y he venido a ti gran Thanos para ofrecerte ambas gemas a cambio de justicia”

  “No las tienes contigo y estas señalando que se encuentran en el lugar más impenetrable del universo”

  “Sé cómo conseguirlas, solo necesitas algo que intercambiar… Odín tiene un segundo hijo y no es muy fuerte…”

  Thanos se rio al escucharlo.

  “Odín no entregaría las gemas ni siquiera por su primogénito” Él mismo no las daría por Gamora.

  “Pero Thor sí, se lo garantizo”

  La conversación que prometía ser una pérdida de tiempo de repente se sentía interesante.

  “Continua”

  “El menor es orgulloso e imprudente, lo mantienen protegido en el reino pero tarde o temprano saldrá… Mi informante dará la señal… y eso será todo”

  “¿Y qué es lo que consigues tú de esto?”

  “Ver a Asgard caer, quiero que no quede un solo soldado vivo, que sus mujeres y jóvenes sean vendidos como esclavos… quiero venganza”

  Era interesante lo rápido que habían evolucionado desde que dijo justicia.

  “Si tus palabras son ciertas, la tendrás”

  “Y quiero al príncipe menor”

  Esa última afirmación volvió a sorprenderlo, pero no le hizo más preguntas, los motivos de ese hombre no le interesaban, eran tan vanos y mundanos, un pequeño precio a pagar en el camino a conseguir el equilibrio en el universo, si quería divertirse con el hijo del padre de todo era su problema, su retorcido problema.

  “Muy bien, si sobrevive a la transacción, es tuyo”

Notas finales:

  Mil perdones. Lejos de ser un bloqueo fue falta de tiempo, normalmente actualizo tipo Lunes porque me quedo escribiendo los Domingo, sino aprovecho éstos es muy difícil que consiga hacerlo entre semanas ya que el problema no es encontrar un tiempo libre… es que se necesita estar relajado para escribir, me toma un buen rato completar un capítulo, pero en éste caso me alegra que la demora me ayudó a resolver una duda que tenía sobre el argumento, éste originalmente iba a ser muy diferente pero me gustó reescribirlo (No fue del todo mi decisión, el original se borró)

  Bien, creo que no tengo nada que aclarar a menos que pregunten XD y sí, tuve que meter a Thanos, como si con el rollo de los Jotun y elfos oscuros no fuera suficiente, encima falta el cameo de los avengers XD

  Es todo, es mi cumpleaños oficialmente 11/10 asique como auto regalo actualicé XD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).