Botín de Guerra
Capítulo 15: La calma antes de…
( Thor )
Había sido una jornada larga, demasiado larga. Su cuerpo no estaba tan agotado como su mente, simplemente necesitaba apagarla unas horas para poder pensar con claridad.
En los escasamente iluminados pasillos saludó a las valkirias, siempre atentas, siempre vigilantes, a veces Thor se preguntaba si esas mujeres en verdad dormían, comían… o hacían algo diferente a trabajar, pues nunca lucían cansadas, pero luego recordó a su madre diciendo que las mujeres tenían más resistencia, su padre no opinaba lo mismo.
Ingresó primero a su alcoba, por mera pantalla, por la mañana revolvería las colchas un poco para los criados. Luego utilizó el compartimiento que conectaba con la habitación continua.
Todo era oscuridad, solo la claridad de una de las lunas permitía distinguir algo. Loki dormía de lado, prolijamente envuelto en sus colchas, a veces no entendía cómo podía sentir tanto frío.
Empezó a quitarse su camisa y fue cuando el menor lo notó.
“¿Thor?” Por su tono de voz estaba aún adormilado. Probablemente la lógica lo reconocía como el único que podía llegar tan lejos en la alcoba sin anunciarse.
“Sí” Respondió sencillamente al dejar caer sus pantalones.
“Es muy tarde”
Sabía que era tarde porque lo despertó, era imposible que supiera la hora.
“Lo siento, tuve que supervisar a un grupo de novatos”
Loki respondió con un gemido que pretendió ser de entendimiento.
Así habían sido los últimos meses. Luego de la ‘patética demostración de inmadurez’ con Surt, como la llamó su padre, fue castigado con la orden de encargarse de los entrenamientos de nuevos soldados, algunos con poca experiencia, otros, como los ese día, sin ninguna. Una tarea tediosa y extensa para la cual se solían ocupar a algún general o recién graduado, pero no, a Odín de repente le pareció que sus hombres necesitaban conocer mejor al rey que servirán y que el mal ejemplo dado debía ser borrado con muchos ejemplos positivos.
Se deslizó en la cama para alcanzar a Loki y abrazarlo, besó su hombro sobre la tela y el cuello sobre la piel expuesta.
“Te extrañé”
El menor se relajó en sus brazos y giró el rostro para poder besarlo, pero inmediatamente después arrugó el ceño y emitió un quejido de disgusto.
“Báñate”
Otra vez con lo mismo.
“Loki no comiences” Lo abrazó más fuerte, en caso de que tratara de alejarse.
“Thor apestas, date un baño”
“Ya se me pegará tu perfume”
“Thor”
“Loki estoy cansado, sólo quiero dormir”
“Pues puedes dormir sucio en tu cama”
Para ese punto Thor ya sabía que estaba retardando lo inevitable, él era inflexible sobre cuestiones de higiene, vestir o comer. Pues tampoco podía convencerlo de dejar de usar pijamas o consumir un poco de grasas.
Con un gruñido se armó de valor para volver a levantarse.
“Eres un verdadero malcriado a veces ¿Sabes?”
“No olvides la loción”
Salió de ahí antes de que se le agriara el humor. No fue el baño más largo que hubiera tomado, y en cierto punto reconocería que se sentía mucho más cómodo y relajado con la piel y cabello limpios, pero no lo expresaría en voz alta, en vez de eso volvió a hacer el intento de colarse en la cama de Loki, con mayor éxito que la primera vez porque el menor no tardó en acurrucarse contra su pecho.
“¿Mejor?” Le besó la cabeza.
“Mucho”
“¿Por qué eres tú el enojado?”
“¡Estabas manoseando a mi hermano menor!”
“¿En serio? ¿Tú hermano? ¿Así es cómo lo ves?”
Pese a su cansancio, esa noche como muchas le costó un poco conciliar el sueño, sabía que a Loki también, aunque fingiera dormir podía darse cuenta que aún estaba batallando también.
Le fue difícil volver a mirar a Surt sin desear romperle la cara, de repente no importaban los años de amistad, ante sus ojos era el hombre que casi se acostó con Loki, la imagen estaba grabada en su mente, difícilmente lograra borrarla, pero no era el único pensamiento necio que le robaba la paz.
En varias ocasiones su mente empezaba a formular preguntas para las que no tenía respuestas, como ¿A dónde iban con esa relación?
“¿Quieres que eche a Amora?” Le preguntó la misma noche del incidente, ambos descansaban en la misma cama, como todas las noches siguientes, sólo hacían eso, descansar, habían sido demasiadas emociones.
“No” La negativa de Loki lo sorprendió, esperaba que la idea le agradara, él mismo no veía la hora que Surt se marchara en ese entonces. “Simplemente no la quiero cerca de ti”
El trato le pareció bien.
“Thor, no se lo podemos decir a nadie” Estaba seguro que escuchó eso tantas veces ya que perdió la cuenta.
Esa fue la parte desagradable del acuerdo.
No tenía sentido, eventualmente… se sabría.
Cada vez que esos pensamientos llegaban Thor sepultaba todo para más adelante, de la misma manera que Loki renegó de comenzar una relación con él ahora lo hacía de reconocerla, y como con lo primero… eventualmente vería su error.
No obstante la falta de transparencia resultaba inquietante.
Loki suspiró, y abrió los ojos, descartando su sueño fingido.
“No puedo dormir” Confesó con un tono suave, pero que traslucía cierta resignación.
“Tampoco yo” Le sonrió antes de besarlo, con suavidad, recibiendo una tierna respuesta, Loki siempre fue muy receptivo con los besos, le gustaba ser besado con lentitud y demanda.
Lo acercó más a su cuerpo y pensó en hacerle preguntas pero no estaba seguro de querer escuchar las respuestas, en su lugar se aventuró un poco y comenzó a deslizarle los pantalones hacía abajo.
Loki se sobresaltó y lo miró con algo que parecía ser un poco de expectativa, no había temor, molestia, simplemente estaba calculando cuál sería su próximo movimiento, alentado por ello acarició su trasero, suave y firme, tomando uno de sus muslos con la mano, el menor se movió un poco hacía adelante, quizás apenado. No eran las primeras caricias de ese tipo que compartían en esos días, de hecho sus manos venían reclamando cada día más y más, pero esa noche en particular, por algún motivo, todo se sintió mucho más íntimo.
Con cautela separó a Loki, empujándolo para que quedara de espaldas sobre el colchón, las frazadas fueron a parar al suelo, él se encargaría de mantenerlo caliente. Siguió quitándole el pantalón y el menor levantó la cadera para facilitarle la tarea, no había ropa íntima, echó lejos la prenda y comenzó a acariciarle las piernas, temblaba bajo su toque, pero no retrocedía, sus ojos tampoco dejaban de evaluarlo. Palpó sus muslos e intentó subir, pero cuando sus dedos fueron demasiado atrevidos Loki se cerró con fuerza, negándoles esa tentadora entrada.
Estaba bien, era demasiado pronto.
“Tranquilo” Murmuró cuando lo escuchó respirar con fuerza, besó sus párpados, ahora a la vista, su nariz, mientras las caricias se trasladaban a las pantorrillas.
“Thor” Por el tono en que lo dijo era difícil saber si estaba llamándole la atención o suplicando por más.
“¿Quieres que me detenga?”
El menor se mantuvo en silencio unos instantes, solo se escuchaba en la habitación la respiración de los dos, Thor siguió frotándole la piel, casi como con consuelo, finalmente Loki movió la cabeza dando una respuesta negativa, quería que siguiera, estaba nervioso pero dispuesto.
“Relájate” Le pidió mientras le sujetaba la camisa y la empujaba hacia arriba, su hermano colaboró con él, levantando los brazos para ayudarle a quitarla “Eso es” Sonrió satisfecho mientras Loki volvía a recostarse contra el colchón.
Asaltó sus pezones, tan claros como el resto de su piel, besó, succionó hasta que la espalda del menor se volvió un arco y una de sus manos le tomó por la nuca, era difícil saber si para que siguiera o se detuviera, Loki estaba en tal conflicto consigo mismo que resultaba imposible de leerlo la mayoría el tiempo, pero eligió confiar en su instinto, lo estaba disfrutando.
Aún en la oscuridad podía ver que su pene estaba erecto, pegado al vientre, el de Thor hacía rato que se sofocaba dentro de sus pantalones.
Sin dejar en paz esos botones rosados empezó a masajearlo, consiguiendo los primeros quejidos, con sus labios contra la piel del pecho era fácil sentir el pulso acelerado de Loki, su corazón se había vuelto un pajarito desesperado por escapar de su jaula.
Su mano lo masturbaba y pronto la cadera del menor empezó a moverse, al ritmo que le estaba imponiendo, envistiendo con ansiedad, Thor hubiera reído por su desesperación de no ser por el fuego que sentía en su estómago, verlo moverse así hacia que anhelara romper los límites que habían establecido, necesitaba tanto hundirse en su piel, enterrarse por completo una y otra vez hasta estallar… años fantaseando con esa posibilidad.
Volvió a la realidad cuando sintió una caricia suave en su propio vientre, la mano de Loki lo tocaba con timidez, reconocimiento, tratando de abrirse paso hacia sus bóxer sin éxito. Sorprendido al entender lo que quería se despidió con un último pellizco de su blanco pecho para moverse hacia sus labios, permitiéndole, ahora sí, que pudiera alcanzarlo.
Contuvo el aliento cuando se coló en su ropa y tocó su erección, pero se recuperó para volver a besarlo, ambos acariciando al otro, los movimientos de Loki eran torpes pero lo compensaba con su entusiasmo, se trataba de la primera vez después de todo, él ya le enseñaría.
“¿Se siente bien?” Le preguntó con su frente sudada pegada a la suya.
“… Sí…” Su respuesta fue apenas audible.
“Haré que se sienta aún mejor”
Dedicándole una sonrisa traviesa volvió a deslizarse por su cuerpo, lamió su estómago, ombligo, le hizo una pequeña mordida en la cadera… Hasta de tomar su miembro con la boca.
“¡Thor!”
Miro hacia arriba, Loki sofocado había cubierto sus labios, pero el grito ya había escapado de ellos, era imposible que las Valkirias que vigilaban la entrada no lo escucharan, aunque para él eso no era un problema, ellas no podían repetirlo, ya debían sospecharlo hacia tiempo… y sinceramente no le importaba que lo supieran.
Se contuvo de reír por la expresión fatalista de Loki y volvió a tomarlo, completo, enfundó sus dientes para ser más suave y le permitió moverse con libertad en su boca, ya que estaba tan ansioso por envestir.
“¡Espe… Espera!” Ignoró el primer comando, pero el segundo fue acompañado por un jalón de cabello.
“¿Qué?” Preguntó desencantado.
“Duele”
Tardó en comprender la expresión de incomodidad de Loki, estaba seguro de estar siendo gentil con él.
“Demasiado… sensible”
Eso último arrojó un poco de luz a la situación, observó el pene, tan sonrojado como su dueño y le acarició el glande con suavidad mientras pensaba como resolverlo.
“Ya sé… tú solo…” Lo tomó sus rodillas “Separa bien las piernas” Él mismo las empujó para abrirlas y luego alcanzó una de las almohadas para empujarla debajo de la cadera de Loki, él no sabía lo que hacía, pero decidió cooperar.
“¡¿Qué haces?!” Gritó un poco contenido cuando nuevamente su trasero fue invadido.
“Relájate” repitió “Confía en mi”
Estaba tan tenso que era evidente que no lo hacía, pero al menos dejó de luchar con él. Besó la unión de sus muslos, y se abrió camino hasta su entrada, marcando el camino con su lengua, besó el anhelado orificio y lo sintió contraerse, negarle el acceso, siguió besando, con más pasión y abundante saliva, sus labios hacían presión para mantener las redondas nalgas separadas, su lengua se empujó dentro, luchando contra esa tierna resistencia, uno de sus dedos fue a ayudarle, y aprovechando la humedad se enterró completo.
“¡Thor!”
“No pasa nada, solo…. Disfrútalo” Le frotó los muslos para apaciguarlo mientras continuaba con su penetración, su lengua fue más profundo, entre besos húmedos un segundo dedo se coló y el cuerpo entero de Loki se contrajo, otro gemido se escapó.
“Thor”
“Eso… lo estás haciendo muy bien”
Había miedo, pero podía ver que su miembro rebotaba feliz contra el plano vientre, por experiencias pasadas supo que le faltaba muy poco para acabar, y a él también.
Su boca volvió a reclamarle los genitales, con más suavidad, mientras sus dos dedos embestían con constancias, hacia el fondo, estimulándolo, haciendo que nuevamente ondulara sus caderas en busca de alivio. Thor apretó su propia erección contra el colchón, desesperado por liberación, y ambos se vinieron prácticamente al mismo tiempo, él sobre las sábanas, Loki sobre propio cuerpo.
Y así durmieron, no hubo palabras esa noche, el menor se desplomó exhausto y supo que esta vez no fingía, él demoró un poco más en seguirlo, pero lo hizo en el mismo lugar que estaba, sobre su cálido vientre.
“Thor, no te quiero entre mis piernas” Le había reclamado la primera noche que se acariciaron bajo la ropa y el juego se volvió más atrevido.
“¿Qué?” Había tardado en comprender.
“Eso… no quiero… que me hagas eso” Se le antojó ridículo, estaba seguro que era lo que estaban por hacer con Surt y ellos ya habían estado cerca de llegar a ese punto.
“Entonces… ¿Volvemos a lo mismo? ¿Un beso y buenas noches?” Hubo un tono de alarma en su voz, y por la mirada sorprendida de Loki lo interpretó de inmediato.
“No, no dije eso”
“¿Entonces?”
“Podemos hacer otras cosas sin que tu…. Me hagas eso” Era gracioso que no fuera capaz de decirlo, podía ser tan filoso en otros asuntos, pero todo eso lo apenaba.
“¿Cómo qué?”
“No sé, cosas ¡Tú eres el experto!”
Le hubiera preocupado mas todo de no ser porque prefirió sentirse alagado en vez de insultado, Loki podía ser lindo hasta cuando era un dolor de cabeza.
Por la mañana fue el segundo en despertar, lo hizo reaccionar el movimiento debajo suyo. Su hermano intentaba moverse, aún un poco adormilado lo dejó hacerlo, con algo de pereza se arrastró sobre el colchón y luego lo vio parado junto a la cama, cubriéndose con las sábanas.
Pese a que se estaba frotando los ojos, acostumbrándose a la luz que se colaba por la ventana, lo notó, se dio cuenta de esa mirada en los ojos de Loki, antes de que la ocultara al igual que su cuerpo, huyendo al cuarto de baño.
No le gustó lo que vio. Consideró unos minutos si debía irse a su propio cuarto y darle su espacio, pero antes de llegar a un veredicto sus pies ya lo estaban siguiendo, sin nada de ropa.
Loki estaba en la misma posición que lo encontró el día que regresó a Asgard, desnudo, hermoso, glorioso, en el borde la enorme piscina, perdido en sus pensamientos, como lo dibujaría un artista. No obstante al darse cuenta de su presencia la reacción fue por completo diferente, no hubo sonrisas ni alegría, sino una mezcla de asombro seguida por incomodidad, de un brinco se metió al agua, tratando de parecer natural sin conseguirlo, y comenzó a tallar su cuerpo.
“Buenos días” Ese saludo sonaba animado, y casi lo hubiera engañado de no ser por la manera en que sus ojos le huían.
Thor entró al agua y se acercó a él, notando que buscaba retroceder, aun encontrando fascinante su reflejo en movimiento, lo abrazó por detrás y sintió como todo su delgado cuerpo se tensaba y contenía el aliento… le rompió el corazón.
“No hagas eso” Le susurró al oído, apoyando su barbilla en el suave hombro “No huyas de mí, no me temas” Lo acarició por el pecho hasta la cadera, depositando un beso en el grácil cuello “No nos temas”
Loki no dijo nada, pero no se alejó, le dejó seguir besándolo y acunándolo entre sus brazos, no podía ver su rostro, pero Thor sabía que estaba llorando, por cómo su cuerpo se sacudía, asique se dedicó a consolarlo en silencio, frotarle la piel y repetirle una y mil veces cuanto lo amaba, que todo eso valía la pena.
Cuando lo sintió relajarse lo llevó a la orilla, lo sentó en su regazo sobre los escalones y se tomó la libertad de enjabonarlo con cuidado, deslizando el jabón entre sus partes íntimas, brazos, cada centímetro de piel, Loki se quedó ausente, recostado sobre su hombro mientras tarareaba una canción que él no conocía.
En algún momento volvió a murmurarlo.
“Thor, no se lo podemos decir a nadie” Y él solo asintió, para espantar sus demonios.
( Loki )
“Hicieron un buen trabajo, sólo necesitas descansar y estarás como nuevo” Loki usaba su seid sobre el brazo herido de Surt, ya había curado su espalda, dónde lo atravesó con el puñal, lo sanadores fueron los que unieron el hueso y en esos momentos Loki se encargaba de sanar todo desgarro o inflamación debido a la lesión.
“Te diría algo como ‘gracias’ pero siento que tú deberías hacerlo por no arrojarte por una ventana”
Al más joven le sorprendió que dijera eso sin verdadero enojo, en su lugar estaría furioso.
“¿Lo siento?”
“Claro que no lo haces” Murmuró “Me usaste como carnada y a juzgar por eso que veo en tu cuello… tuviste buena pesca”
Loki se acomodó de inmediato el cuello de su túnica maldiciendo mentalmente a Thor por ser tan descuidado.
“Así que…” Se movió para reposar más cómodo en la silla “Tú y Thor”
En otras circunstancias lo hubiera negado, pero dado a que Surt casi moría a causa de ese juego creyó que lo mínimo que le debía era algo de honestidad, y de todas formas lo necesitaba de su lado para que el asunto no trascendiera.
“Algo así…”
“Estás con tu hermano… y él no sabe que en realidad no es tu hermano” Reflexionó su primo en voz alta remarcando en su tono lo ridículo que eso se le antojaba “¿Hay una historia detrás de esto o simplemente tienes algún fetiche raro con lo que ustedes llaman incesto?”
“Surt, te lo suplico nadie puede….”
“Ya, tranquilo” Levantó una mano pidiendo silencio con ese gesto “Antes de venir aquí hice pacto de silencio respecto a tu situación, y soy un hombre de palabra”
“Gracias” Soltó el aire contenido con un gesto de alivio.
“Pero no podrás mantener el secreto por siempre, Odín no pudo”
Loki retorció sus manos pero mantuvo un serio perfil.
“Si todas las partes implicadas guardan silencio, sí” Aunque sabía que era un escenario irreal, no confiaba lo suficiente en Surt, no estaba seguro de que tan bueno fuera su tío guardando secretos, Odín ya había tenido un desliz… y estaba el peor factor de todos: Amora ¿Cuánto tiempo conseguiría esa mujer cerrar la boca? ¿Cuánto tiempo debería dejar pasar antes de desaparecerla para no ser el principal sospechoso?
“De todas formas, otra vez ¿Thor y tú? Eso no tiene futuro, dado tu posición”
También sabía eso, pero había sepultado todo raciocinio cuando accedió a involucrarse momentos atrás.
“Eres legalmente su hermano aquí, es imposible que te tome por consorte, eventualmente se casará y…”
“Surt, ya he pensado en todo eso, lo he pensado años”
“¿Entonces…? ¿Por qué lo haces? No es una decisión prudente”
Loki se cruzó de brazos y aparto la mirada, más fastidiado consigo mismo que con su compañero.
“¿Y quién dijo que yo era prudente?”
Su primo se atrevió a sonreírle.
“Es verdad, eres del tipo que se escapa a mitad de la noche sin escoltas, que desobedece al propio padre todo, el que hace que dos hombres se rompan los huesos por diversión”
“Ya me disculpé por eso”
“No lo hiciste”
Ni pensaba hacerlo, en realidad… no se sentía verdaderamente culpable, todo su sistema intentaba procesar lo que había pasado con Thor luego de esa pelea.
“¿Qué vamos a hacer?” Decidió avanzar hacía lo que seguía en su agenda de preocupaciones “Mi padre espera un compromiso”
“Y lo tendrá”
La respuesta no le sorprendió del todo.
“¿De verdad?” Liberó un poco de ironía en su voz, su primo se encogió de hombros despreocupado.
“Yo sí soy prudente, aunque lo dudes” Se puso de pie y Loki por instinto retrocedió un paso “No sé qué hay entre ustedes dos pero van a terminar, cuando te aburras de esta aventura creo que ya estarás listo para casarte”
El semblante de Loki se endureció al escucharlo, pero no encontró palabras para discutir ese argumento.
“Eres muy joven” Surt le tomó el rostro y él se mantuvo alerta en caso de que decidiera hacer algún movimiento “Puedo esperar”
Aunque la situación era sombría y casi insultante debía reconocer que era el mejor panorama, su parte lógica le recordaba que Surt tenía razón, y que cuando llegara el momento agradecería no haber cerrado esa puerta.
Aunque tampoco estaba listo para que alguien lo hiciera por él.
Surt regresó a su patria luego de los festejos, no hubo anuncios de compromiso, y aunque la duda le carcomía su orgullo no lo dejó ir a interrogar a su padre, desconocía lo que habló con él, lo que habló con su hermano.
¿Odín se habría molestado por la pelea con Thor? No encontraba otra razón coherente para que diera un paso atrás con sus planes, pero así fue.
Loki lejos de sentirse abatido experimentó una repentina, y falsa, paz interior, como hacía mucho que no sentía, la cual fue en aumento cuando al regresar a su habitación por la noche se encontró con Thor.
Esa se volvió la nueva rutina, cada noche cenaban juntos y dormían juntos.
A veces se besaban, otras veces también se acariciaban.
Era agradable, y de a momentos se sentía hasta correcto.
Luego Loki dormía. Y las pesadillas volvían. Ahí estaba de nuevo ese Thor oscuro, con cabello corto y… ¿Ahora le faltaba un ojo? Que no atendía a sus sentimientos ni a la razón, que lo trataba como un objeto, que le reclamaba una traición de la que no daba más información… que sabía toda la verdad.
Cuando no era Thor era su madre, la dulce Frigga, que los encontraba juntos… que descubría la verdad sobre sus hijos y su corazón se rompía en pedazos, la veía llena de decepción y vergüenza.
En esos momentos despertar al lado de su hermano no era ningún consuelo.
Pero Thor había aprendido a alejar a sus demonios, ni siquiera hacía preguntas, solo lo reconfortaba… y pronto se dejaba convencer de que todo estaba bien, de que podía disfrutarlo, de que dejara de luchar contra sus propios deseos e instintos.
Y luego claro, estaba el problema de sus verdaderos instintos, los que venían de la mano de su herencia jotun, había cosas que estaba descubriendo sin la necesidad del dichoso libro, entre ellas que Thor era el responsable directo de su inestable celo.
Era tan sencillo y primitivo como eso, quería aparearse con él, quería reproducirse, su cuerpo anhelaba lo que consideraba natural… y le daba las herramientas para conseguirlo, su enamoramiento por él lo había predispuesto, tenía edad de tener relaciones… y el celo era la manera en que los jotun Portadores atraían al Protector de su interés, de que lo seducían. Por lo visto su organismo no era lo suficiente inteligente para comprender que Thor era inmune… él era Asgardiano, al único que torturaba con esos calores era a él, además no necesitaba seducir a Thor… él siempre estaba bien dispuesto.
Al menos había aprendido una manera de mantenerse controlado, y era bloquear el olor, nuevamente algo básico pero efectivo, cuando Thor acababa de bañarse, con el fuerte perfume de los shampo y lociones que le regaló, no se sentía tan alborotado, su cuerpo parecía no sobre estimularse por la cercanía y eso había reducido mucho el problema, lo último que necesitaba era dar un paso en falso y acabar con un bebe asgardiano de su propio hermano.
“¿Te vas?” Fandral lo visitó antes de partir en su habitación, obligándolo a echar de su cama a Thor a un horario inhumano.
“Sí, su alteza Frey no retornará aún pero creo que es mejor que regrese a Vanaheim y… nuestro rey estuvo de acuerdo”
Loki frunció el ceño, no muy seguro de cómo interpretar todo eso.
“Pues… ¿Voy a extrañarte?” En realidad era un alivio que se fuera, su presencia empezaba a incomodarle, Fandral no decía nada, pero percibía que sabía más que todos en el palacio, quizás más que el mismo Loki, su mirada lo hacía sentir expuesto.
“No, pero gracias” Le dedicó una de sus sonrisas
“Me sorprende que esta vez te despidas”
“Quiero que sepas que me voy” Dijo en tono de broma y Loki luchó por no sonrojarse, la primera vez había tardado en enterarse “Además, no sé si vuelva a tener la posibilidad”
De repente esa despedida se le antojó demasiado definitiva, cuando Fandral se inclinó y lo besó en la mejilla sintió un poco de tristeza, y lo supo… él lo sabía, él no había renunciado cuando regresó, estaba renunciando en ese momento porque no podía competir con Thor… Fandral lo sabía.
“Te amo, cuídate mi pequeño embustero”
Odín no lo citó a su presencia. Quiso buscar información en su madre pero un tiempo a solas bastó para darse cuenta que ella estaba igual de confundida.
Pronto todos parecieron olvidar el asunto de Surt, la pelea con Thor. Casi lo hizo Loki también, había preocupaciones más grandes en su mente, él no podía dejar cabos sin resolver, Por eso fue a la biblioteca del palacio para buscar algo que lo ayudara a comprender mejor todo lo que estaba pasando.
Con su cachorro descansando sobre la mesa y observándolo encontró lo que buscaba y le emocionó saber que no estaba tan alejado, el problema era conseguir cómo ir hasta allá sin las Valkirias.
Consideró fugarse, pero esas mujeres no eran tan básicas como sus antiguos guardias, por otro lado no tenía deseos de saber hasta qué punto se podía jugar con la paciencia de Odín, la idea de que fuera capaz de encerrarlo en un calabozo por rebelde le heló la piel, casi tanto como el pensamiento que tuvo a continuación ‘O en la cámara de los tesoros, como lo que eres, su botín de guerra, una propiedad’ Enojado cerró el libro con tanta fuerza que sobresaltó a su mascota y le otorgó una caricia como disculpa.
Solo le quedaba una opción, odiaba jugar así con él pero… No se le ocurría otra manera.
“¿Un paseo?” Preguntó Thor besando sus hombros, estaban en la cama, había tenido el descaro de esperar hasta que estuviera relajado por el orgasmo antes de proponérselo.
“Sí ¿Qué opinas? Solos tú y yo” Se inventó el tono más soñador que encontró. Por lo visto funcionó, porque recibió un beso acompañado de un gemido afectuoso, Thor estaba desbordando de amor, sospechaba que si le pedía el trono en ese momento se lo daría.
“¿Y a dónde quieres ir?”
“Oh, es una sorpresa, yo te guiaré” Tal como lo esperaba, eso cambió su humor, casi podía oler su estado de alerta en el aire.
“Loki…”
“¡Es dentro de Asgard! Lo juro” Se obligó a reír relajado “Hace mucho que no voy”
“¿Es muy lejos?”
“Medio día a caballo” En realidad no estaba seguro, posiblemente fuera el doble.
“No lo sé… Hemos tenido demasiado tiempo libre con las festividades…. Y apenas completé mi castigo”
“Por favor” Se giró a encararlo, si no lo veía de frente los ojos de cachorro no surgían efecto “Llevo mucho tiempo queriendo ir, Fandral solía llevarme seguido” Por el cambio en la mirada de Thor supo que con eso último había dado el golpe de gracia.
“Veré lo que puedo hacer”
Estaba hecho, si alguien podía convencer a Odín era Thor… o desobedecerlo.
Esa misma semana cargaron los caballos con un poco de provisiones para el supuesto pic- nic romántico que Loki deseaba y un par de mantas, cuando se cruzaron en las caballerizas llevaba puesto el conjunto negro de viaje que tanto le gustaba a Thor, era lo mínimo que podía hacer por él, su hermano le sonrió complacido y lo tomó por la cintura, iba a besarlo, hasta que con un carraspeó le recordó que aún no estaban solos.
Thor disimuló su gesto aprovechando para subirlo al caballo, lo cargaba como si no pesara nada, luego subió al suyo.
“Entonces ¿Esto cuenta como la primer cita afuera?” Le preguntó cuándo ya iban de camino, Loki se permitió sonreír, como si lo que le esperaba cuando llegara a destino fuera placentero.
“¿Es en serio? ¿Eres el heredero al trono de Asgard y tu idea de cortejo es salir a cabalgar?”
“No, claro que no” Se rio él “Esperaba follar sobre la hierba, esto es solo para empezar”
“Nada de eso, tenemos mantas” Le siguió el juego, sus caballos iban lo suficiente cerca para que por unos minutos se tomaran de la mano, pudo ser un viaje agradable, si pudiera despejar la mente de todo lo que lo atormentaba.
No obstante disfrutaron bastante el recorrido, cuando llegaron a campo abierto retó a Thor a una carrera, luego se rio de él durante casi una hora por ser mal perdedor, en algún momento le colmó la paciencia porque su hermano lo arrancó de la montura haciéndole dar un alarido y lo sentó sobre sus piernas para besarlo, el lugar era demasiado cómodo, de no ser porque el viaje era largo se hubiera quedado ahí, pero se trataba de mucho peso para el pobre caballo, no era Sleipnir después de todo.
Cerca del atardecer llegaron, junto a la colina había un pequeño lago, nada del otro mundo para contemplar, Loki supuso que debería encontrar algo que destacar de ese lugar para justificarle a Thor que cabalgaran tan lejos para verlo, los lagos cerca del palacio eran mucho más hermosos, pero la suerte estuvo de su parte.
“¿Cómo descubriste esa vieja ascienda?”
Sí, había una ascienda, pequeña, pero completa, construida junto al lago.
“Fue casualidad, solo estaba explorando, como pasó con el paraje a Svartalfheim”
Ahora le tocaba esperar que el lugar estuviera deshabitado o toda su mentira de caería a pedazos, pero fue un riesgo que decidió correr cuando involucró a Thor en su plan.
“¿Y está en buen estado adentro?”
“Descubrámoslo” Sugirió con una sonrisa pícara para enmascarar su nerviosismo mientras empezaban a galopar.
Entró con temor, usando su magia para iluminar, por fortuna el lugar estaba deshabitado, eso saltaba a la vista, nadie viviría entre tanto polvo, además no tenía muebles, salvo un sillón gastado de dos cuerpos y un cajón en la sala, los demás cuartos estaban completamente vacíos.
“Pues es… pintoresco” Por el tono de voz de Thor supo que no le encontraba el sentido a visitar esa pocilga.
“Es mejor que acampar” Se defendió Loki, tomando una de las frazadas para cubrir la mugre del sillón, volviéndolo aceptable “Esta alejado del palacio” Continuó “Nadie puede vernos… ni escucharnos” Añadió con tono sugerente, buscando distraerlo, pero al ver que Thor se fastidiaba supo que hizo algo mal.
“¿A eso venías con Fandral aquí? ¿Para que nadie los ‘Escuchara’?”
Quiso patearse sólo por ese descuido, la mente de su hermano trabajaba rápido cuando se trataba de sus celos.
“¿Qué? Claro que no, venía a explorar, ya te lo dije”
“A una cabaña en medio de la nada”
“¡No! Sabía que había una cabaña porque la vi en uno de los viajes… y me pareció un buen lugar para… tener tiempo a solas, ya sabes… sin temor a que alguien habrá la puerta”
Por la manera en que se suavizó el rostro de Thor supo que dio en el clavo, asique continuó, acercándose para delinear uno de sus pectorales sobre la ropa.
“Odio que las Valkirias escuchen todo, sé que no pueden hablar, pero lo odio, quería sentirme libre por una vez”
“Oh cariño” Thor lo abrazó y besó, Loki se contuvo para no suspirar de alivio “Sé que han sido días difíciles, pero no sabes lo que significa para mí que lo estés intentando”
“Demuéstramelo” Propuso besándole la mandíbula, antes de empujarlo y correr fuera de la cabaña. Era rápido, mucho más rápido que Thor, se coló entre los árboles, y pasó por espacios demasiado pequeños para que su hermano lo siguiera, directo a la laguna.
Para cuando Thor lo alcanzó ya se estaba quitando la última prenda de ropa, apiladas prolijamente sobre un tronco caído, rio al ver su expresión estupefacta y entró al agua.
Su hermano no tardo en seguirlo, alcanzarlo. Esa tarde nadaron, jugaron, se acariciaron, no era ese su motivo para estar ahí pero se permitió disfrutarlo, se permitió olvidarse por unas horas porqué emprendió ese repentino viaje, por qué sumaba una mentira más a tantas que ya le había dicho a Thor.
La oscuridad los obligo a regresar a la cabaña, mientras Loki se colocaba una de las camisas de Thor para cubrirse y se peinaba el cabello, su hermano inició un pequeño fogón para calentarlos, se acurrucaron juntos en el sillón, Loki subió sus largas y desnudas piernas y recostó la cabeza en el regazo del mayor. Habían traído comida, pero ninguno de los dos tuvo ganas de separarse para ir a buscarla, disfrutaron el momento. Loki sintió al cabo de un rato algo duro contra su mejilla y entendió que Thor estaba excitado, posiblemente bastante incómodo teniendo en cuenta que hubo demasiadas caricias, besos y otros estímulos, pero nada concreto. Hacía días que algo más daba vueltas su cabeza, una atrevida fantasía, y esa noche, aislados del mundo, se supo lo suficientemente valiente para intentarlo.
Incorporándose, ante la mirada interrogante de Thor, tomó un pañuelo de seda negro que solía llevar con él por si necesitaba envolver un objeto o llevar un libro, en ese momento tendría otra utilidad.
“Quisiera probar algo” Le explicó mientras empezaba a vendarle los ojos, su hermano lucía cada vez más desconcertado pero no renegó con él.
“¿Para qué es la venda?”
“No puedo hacerlo si me estas mirando”
“Loki, no irás a salir de esta habitación…”
“Tranquilo, sabrás muy bien en dónde estoy en todo momento” Le prometió mientras se arrodillaba en el suelo, entre las piernas de Thor.
“¿Loki?”
El mayor no llevaba su camisa, era muy fácil ver como su respiración se estaba agitando, lo besó sobre esos trabajados músculos y procedió a abrirle el pantalón, fue automático, apenas aflojó la presión el pene erecto de Thor se impulsó hacia afuera y él contuvo el aliento… Era la primera vez que lo veía de cerca, la mayor parte del tiempo lo sentía únicamente, con la manera intensa en que su hermano lo observaba le costaba atreverse a recorrerle el cuerpo con su propia mirada, pero ahora que no lo estaba viendo, sentía otro tipo de libertad.
Thor era tan… grande, le dolía pensar que había intentado meter ‘eso’ dentro de su cuerpo, pero a la vez le daba curiosidad, recordaba lo placentero que fue cuando sus dedos lo abrieron, una sensación eléctrica le había recorrido el cuerpo, su estómago tembló… ¿Sería aún más intenso si fuera su enorme pene? Apartó ese pensamiento, era demasiado arriesgado, no podía dejarle hacer eso, pero podía hacer algo más por él.
Con cuidado lo tomó en sus manos, notando complacido como el rubio se inquietaba.
“Relájate” Le pareció una broma divertida poder ser él quien lo dijera ahora, ser quien estuviera en control de la situación. Thor lo dijo nada, solo lucía tenso, expectante.
Cuando se sintió preparado, Loki comenzó a lamer, no estaba seguro de lo que hacía, pero recordaba que eso se había sentido bien al principio cuando su hermano lo hizo, lamió desde la base a la punta, girando su lengua alrededor del glande, y ahí fue cuando intentó meterlo en su boca.
Era demasiado grande.
El primer intento le hizo toser, y sintió luego la mano de Thor acariciando su cabeza reconfortante.
“Ve despacio, puedes hacerlo”
Intentó una vez más, empujó el pene hacia adentro de su boca, sólo la mitad, repitiendo el mismo movimiento, se ayudó con sus manos para complacerlo.
“Eso es bebé… lo haces bien” Eso era tan nuevo como el ‘cariño’ pero no le pareció del todo molesto, Thor usaba apelativos íntimos pero nada podía ser íntimo que estarle haciendo sexo oral, nunca en su vida pensó que haría algo así por alguien ni que lo disfrutaría.
Siguió chupando, besando, la mano de Thor empezó a marcarle el ritmo y pronto estuvo embistiendo en su boca, lo sostenía de la nuca y mantenía firme mientras iba cada vez un poco más profundo.
“Abre más… así” Lo guiaba “Relaja la mandíbula, oh eres muy bueno”
No sabía si era cierto o sólo lo estaba halagando por su esfuerzo, pero al menos era seguro que estaba excitado, no tardó en correrse, cuando estuvo cerca lo soltó y salió de su boca para masturbarse y acabar en el suelo.
Loki no supo si sentirse aliviado de que no lo hiciera tragar o decepcionado, pero estuvo de acuerdo con que fue considerado.
Thor se quitó la venda y lo miró con cariño, acariciando su rostro que ahora descansaba contra sus piernas.
“Ven aquí” Lo levantó y sentó sobre su regazo, mientras lo besaba le buscó el miembro entre las piernas, Loki también estaba excitado “Eres una caja de sorpresas ¿Sabías?” Dijo divertido mientras lo estimulaba para ayudarle a alcanzar su propio orgasmo “Te amo”
“Te amo” Repitió Loki rendido, pronto tan relajado y satisfecho como su pareja.
El resto de la velada fue perfecta, cenaron a la luz del fogón, bebieron, rieron, compartieron historias, todo fue perfecto, hasta que lo que puso en el vaso de Thor hizo efecto y se desplomó inconsciente.
Loki con un suspiro lo alejó un poco del fuego, por su seguridad, y luego lo cubrió hasta el cuello con la manta.
“Lo siento” Lo beso en la frente “Pero necesito respuestas, era la única manera”
Hasta aquí