Capítulo 4: Confesiones y secretos
Loki
“¡Loki!”
Sabía que era una mala idea, lo sabía, pero ese tipo de conocimiento nunca antes lo había detenido.
El niño volvió a mirar hacia abajo dónde Sigyn gritaba su nombre, odiaba tener niñera, no le gustaba que lo siguieran, que lo vigilaran, como tampoco que lo acusaran con su padre. La rubia era dulce, pero no dejaba de ser su celadora y eso lo irritaba, en especial porque en esos momentos era testigo de su vergüenza.
Asustado se sujetó mejor del tronco, soltando una lágrima cuando la rama crujió, no quería caer de esa altura, ¿Por qué tuvo que treparse al árbol más alto de todo Asgard? Algún día haría que lo talaran en revancha.
“Loki” Siguió llamándolo Sigyn “Tienes que bajar de ahí”
El joven príncipe estuvo tentado de liberar una maldición, si pudiera hacerlo ya estaría en el suelo, pero no había calculado que sería mucho más fácil subir que bajar, no supo lo alto que estaba hasta que llegó a la cima y descubrió que padecía vértigo. Otra lágrima rodó de sus ojos, estaba tentado de empezar a gritar el nombre de su madre pero tenía edad de sentir pena por ello, pese a que aún era un niño.
El sonido de las ramas abajo lo hizo volver a mirar, a tiempo para distinguir una cabellera rubia ascendiendo por el tronco con habilidad.
A Thor solo le tomó unos minutos llegar a su altura, y si Loki no se sintiera tan aliviado de tener compañía lo hubiera echado por entrometido, él y su obsesión con ser un héroe, siempre llegando al rescate.
“¿No puedes bajar?” Le preguntó su hermano, pero no hubo tono de burla, por el contrario lo veía preocupado, Loki imagino que porque seguía llorando.
Sin querer hablar aún sacudió la cabeza, de nuevo la rama crujió y él experimentó una repentina falta de aire, no entendía como Thor podía lucir tan tranquilo.
“No se va a romper” Le explicó su hermano, inclinando un poco el rostro para encontrarle la mirada, ya que Loki estaba cabizbajo “Es gruesa y tu muy liviano”
El rubio permaneció en silencio mirándolo hasta que le extendió una mano.
“Ven, te enseñaré a bajar”
Loki negó de inmediato, no estaba listo para dejar de abrazar el tronco, su corazón latía con fuerza y no dejaba de pensar cuanto dolería semejante caída.
“No puedes quedarte aquí para siempre”
Como no hubo más respuestas Thor permaneció en silencio también, acompañándolo, Sigyn había dejado de gritar asique solo se escuchaba el sonido de las hojas al viento y las ramas que no dejaban de crujir bajo sus cuerpos.
Loki finalmente recuperó el valor y empezó a soltar el árbol, mirando hacia abajo en busca de un camino seguro.
“Cruza a mi rama, iré bajando y tú me seguirás”
El menor no lucía muy seguro y su hermano lo notó.
“Estaré debajo de ti, si te caes te sostendré”
Esa promesa le dio un poco más de tranquilidad y terminó accediendo.
Fue así como los dos príncipes comenzaron el descenso con lentitud y cuidado, el árbol era tan alto que incluso un adulto dudaría en escalarlo, por lo que Loki sabía que era comprensible que fallara, pero no lo hacía sentir mejor.
Cuando tocaron tierra Sigyn lo cargo de inmediato en sus brazos y lo cubrió de besos entre expresiones de alivio. Loki solo gruñía molesto por esas demostraciones de afecto, Thor lo observaba desde el suelo sonriente y el menor se permitió por un segundo sonreírle, por mucho que le molestara ser tan dependiente esa vez de verdad se sentía agradecido de que su hermano llegara al rescate, solo esperaba no volver a necesitarlo.
Esas asquerosas manos se colaron dentro de su ropa, sucias, ásperas y frías, frotando su tórax, presionando sus pezones, las risas de los demás se sumaron, Loki pensó que no eran personas sino bestias, solo eso podía explicar la bajeza de sus actos.
No tenía magia, no tenía suficiente fuerza, pero era inteligente, seguramente más que esos inútiles, tuvo que contener el aliento y pensar con claridad, él no tenía armas, ellos sí.
“Por favor” No le molestó que su voz temblara, necesitaba lucir más vulnerable, sabía el efecto que provocaba en los demás cuando lucía frágil, sumiso, lo notaba en Fandral, sus soldados ¡Hasta su padre se aplacaba si le daba la mirada correcta! La única persona que no caía con ese truco era su madre, aunque con ella no lo necesitaba. “Por favor, no me lastimes” Suplicó sin elevar la voz, apenas fue un susurro, y consiguió la reacción que esperaba, su captor se distrajo de la tarea de desnudarlo para mirarlo interesado, ya lo tenía, solo necesitaba trabajarlo “Haré lo que me pidas…” Sabía que no debía hablar en plural, tenía que hacerlo sentir que estaba en sus manos “Solo… No me lastimes, por favor…”
“¿En serio?” Arrancó la tela que cubría su rostro y Loki pudo ver la sonrisa complacida que ya intuía.
“Yo nunca… Nunca antes… por favor… se gentil” Se odio por esas palabras, pero a la vez se felicitó internamente al ver como el rostro del hombre se llenaba de regocijo, jamás entendería porque a algunos les emocionaba la virginidad de su amante… y él no era ni siquiera eso, más bien era su víctima. “De todas formas tendrás tu venganza…” Insistió.
El hombre de tez morena, ahora que Loki podía verlo mejor, le dibujó la mejilla con su pulgar, llegando a presionarlo contra sus labios, el joven demoró pero entendió que quería que lo chupara. Tuvo que contener una arcada mientras se lo acariciaba suavemente con su lengua, no creyó que esa mirada pudiera tornarse más oscura pero lo hizo.
“Así que vas a cooperar, ¿Eh?” Un intento de risa salió del hombre, incrédula, mientras se inclinaba para atraparle uno de sus pezones y comenzar a chuparlo, Loki ya no tuvo que fingir que temblaba, pero luchó contra el deseó de golpearlo en la cabeza con sus puños “Mi padre decía que las hijas de los reyes en el fondo son todas unas putas” Volvió a reír antes de hincarlo suavemente con los dientes sacándole el quejido, siguió succionando ese botón rosado con entusiasmo pero sus manos estaban tratando de encontrar como desprenderle el pantalón, aún cubierto por la túnica. “¿Qué pasa? ¿Papi no te dejaba follar?” Se burló de él presionándole el trasero, Loki cerró los ojos con fuerza para no perder el valor, solo tenía una oportunidad de salvarse y debía ser antes de que el resto dejara de tocarse y decidiera unirse a la fiesta, con asco imaginó que esperaban que su líder lo reclamara para tomar su turno. “No te preocupes, hoy vas a aprender muchas cosas, tienes todo un grupo de pollas solo para ti”
Loki quería arrancarle a golpes esa sonrisa, ponerle las manos alrededor del cuello, pero debería esperar, necesitaba hacer su jugada, una verdadera distracción, asique sacó algo del repertorio de Sigyn, la había visto hacerlo cientos de veces para llamar la atención de un pretendiente y ella decía que él tenía mejores labios, soltó un suspiro para asegurarse de que lo mirara, y suavemente los remojó, mordisqueándolos mientras miraba los del otro hombre. El efecto fue inmediato, embelesamiento seguido por sorpresa al comprender que deseaba que lo besara… o deseaba que pensara eso.
No tuvo que repetirlo, el hombre asaltó su boca y Loki no presentó resistencia, le dejó disfrutarlo, hasta gimió para él, con sus manos esposadas el acarició sobre la ropa, bajando camino a su entrepierna, pero desviándose para tomar lo que en verdad le interesaba.
El hombre dio un alarido de dolor que sacudió a todos, Loki fue rápido, sabía cómo apuñalar, fue profundo y giró el arma blanca para que la herida no cerrara. La distancia y la sorpresa le dieron la diferencia de tiempo que necesitaba para empujarlo y empezar a correr hacia la oscuridad.
Era un plan pobre y con pocas probabilidades de éxito, seguía esposado, y siendo seguido de cerca por todos, no llegaría al palacio sin ser alcanzado, pero aún si fracasaba… podrían decir que presentó pelea, además tenía el puñal con él, si se veía sin más opciones sabía lo que haría, de ninguna manera les permitiría cumplir con su cometido, no presumirían ni siquiera el haberle quitado la vida porque Loki partiría al Valhalla por su cuenta de ser necesario.
Las luces que partieron el cielo le dieron un poco de esperanzas, ese era su hermano, ya sabía lo que pasaba, no cabía duda, y aunque sus perseguidores soltaron varias maldiciones no iban a dejarlo escapar, estaba claro que estaban en una misión suicida.
El problema es que Loki no sabía cómo lo encontraría Thor si él mismo no sabía a donde iba, esperaba que estando lejos de los demás hombres Heimdal ya pudiera verlo.
Unos hombres lo interceptaron y Loki se supo rodeado, definitivamente sabían moverse en la oscuridad, y aunque odiara reconocerlo estaba saboreando la desesperación, no quería morir, pero tampoco se dejaría echar mano por ellos.
“¡Acabó el juego alteza!”
Loki mantenía el arma en alto aunque poco podía coordinar con las muñecas unidas, mientras repasaba rápidamente sus opciones, pero era inteligente, sabía que requería de un milagro o un héroe, sería un buen momento para que Thor se luciera pero últimamente el rubio solo aparecía cuando no lo quería cerca.
Un rugido animal y un ligero temblor bajo sus pies los distrajo, todos miraron en la misma dirección donde los árboles se sacudían, y el primero que entendió lo que pasaba gritó desaforado.
“¡Ghuther!”
Hasta Loki gritó al divisar a la criatura que se abalanzaba sobre ellos, definitivamente era el final.
‘Esto es demasiado’
El Ghuther devoró de un solo bocado a uno de los hombres, el resto comenzó a dispararle con armas que el príncipe nunca antes había visto mientras se alejaban, hasta ahí llegaba su coraje. Tuvo que correr en la misma dirección, sabía que tomar otro camino era arriesgado, si la criatura decidía seguirlo solo a él estaba perdido, por lo visto la noche solo podía empeorar y empeorar, Loki se juró que si sobrevivía a esto sería la última vez que no acudiera a cenar con su familia.
Como su suerte solo parecía ir de mal en peor Loki se torció el tobillo y cayó, todo eso le pareció una broma pesada, en algún lugar del reino alguien debía estarle echando una maldición, era la única explicación que se le ocurría. Ni siquiera pudo ponerse de pie antes de que la criatura lo alcanzara, solo cerró los ojos para no ver el momento en que las mandíbulas se cerraran sobre él, pero ese momento no llegó. Todo se detuvo, una respiración fría agitó sus cabellos y cuando se atrevió a mirar notó que el animal se había detenido y lo miraba de cerca.
Loki pasó saliva con mucho cuidando, no queriendo hacer ningún movimiento brusco, no entendía porque esa bestia se había detenido pero no iba a alentarla a atacarlo. El Ghuther lo olfateo con cuidado entre gruñidos, antes de perder el interés y seguir con su camino tras las demás presas.
‘¿Qué es lo que acaba de pasar?’
No tuvo tiempo de pensar en ello o de agradecer a alguien porque su suerte volvió a cambiar en un segundo cuando fue tomado duramente por el cuello, el líder de sus secuestradores seguía vivo, vivo y furioso.
“Maldito mocoso” Con la mano que tenía libre le enseñó el hacha de mango corto que había conseguido “Ahora Odín deberá unir tus pedazos para velarte”
Loki estaba asustado pero se dio el gusto de mirarlo con altivez y hasta regalarse una sonrisa.
“Es un alivio, por un momento pensé que debería yacer contigo”
“¡¿Te crees gracioso?!” Sacudió el hacha esperando que los ojos del menor se llenaran de terror, sin éxito.
“No, gracioso es que pensaras que podrías satisfacerme ¿Siquiera tienes algo en esos pantalones?”
Y esas pudieron ser sus últimas palabras si el rugido de ira de su captor no hubiera sido enmudecido por la luz incandescente que tocó el suelo, seguido por un trueno que anunció la llegada de Thor. Su hermano no vestía armadura, pero tenía mjolnir en su mano que era mucho mejor, lucía tan imponente y furioso que Loki agradeció saber que no era su rival, esos ojos azules estaban despojados de toda la ternura que le era característica.
“¡Entrégamelo ahora mismo!” Demandó señalando al hombre con su poderoso martillo.
El líder se escudó detrás de Loki trabándole el hacha contra el cuello, el joven podía sentir el filo abriendo su piel sin mucha presión, no le costaría nada decapitarlo con ella.
“¿Cuál parte quieres primero? ¿La cabeza, un brazo? ¡Te dejaré elegir!” Lo retó y el menor supo que estaba perdido, ese hombre moriría por venganza, y aunque quisiera vivir esa no era una opción, si se rendía y lo entregaba dudaba que Thor le perdonara la vida, tampoco su padre, por Ygdrasil ¡Hasta él lo querría muerto! No, el tipo estaba regateando con la muerte y pagaría ese tiempo extra con la vida del mismo Loki.
“¡Te perseguiré al mismo infierno si lo lastimas!” Le aseguró Thor, aún más furioso “Déjalo ir y te concederé una muerte rápida”
El hombre comenzó a reír, como si encontrara la sugerencia demasiado graciosa.
“¿Sabes? Tenía otros planes para hoy” Loki había olvidado que su túnica estaba abierta hasta que volvió a sentir esas manos encima suyo “Tienes un hermano atractivo, me hubiera conformado con follarmelo”
“¡Maldito infeliz!” Trató de avanzar pero el otro hombre sujetó con firmeza el arma, recordándole que aún tenía el control.
“Hey, tranquilo, estaba considerando llegar a un acuerdo” Loki ya había perdido la compostura de nuevo, lo sabía por la palidez en la cara de Thor cuando lo miraba, le estaba transmitiendo su angustia, se obligó a observar el suelo para no empeorar la situación. “Quizás no necesite de mucho, podría ponerlo de rodillas aquí mismo…” La mano que tenía libre dejó de acariciar al príncipe para tomarlo con firmeza del cabello, pegando su rostro al suyo de forma lasciva “Y obligarlo a complacerme con esa boca”
Thor estaba tan furioso que temblaba, lo único que lo contenía era el terror de ver esa hoja de metal tan filosa contra el frágil cuello de Loki, un movimiento en falso acabaría con su vida, podría despedazar al tipo luego pero eso no se lo devolvería.
“¡Ten dignidad, deja ir a mi hermano y enfréntame como hombre!”
Sus palabras nuevamente lo hicieron reír.
“Quédate con tu dignidad de guerrero, dios del trueno, yo prefiero morir recordando tu cara de horror al ver cómo me follo a tu hermano y no puedes hacer nada” Su boca mordió el lóbulo de la oreja de Loki, buscando inútilmente que soltara algún quejido “Tal vez hasta disfrutes de la vista ¿Quieres que me corra en su cara? ¿O que lo haga tragar? Definitivamente estará en la lista de las mejores muertes de la historia: “Murió mientras el príncipe de Asgard se la chupaba” Escribirán canciones en mi honor”
“¡Cierra la boca!”
“¡Thor!”
Fue tarde para advertirle, Loki vio con horror cómo su hermano era atravesado por la espalda con una espada, esgrimida por otro de los secuestradores.
“¡No!”
El dios del trueno giró para encestarle un golpe mortal con su martillo al atacante, la segunda distracción que aprovechó el líder, pero para arrojarle su hacha que se le enterró en el pecho.
Las piernas de Loki cedieron del horror y apenas reaccionó cuando la mano que todavía seguía en su nuca lo forzó a inclinar la cabeza dejando su cuello expuesto, donde el hombre enterró sus dientes y succionó con sus labios, dejando una marca.
“Esto no ha terminado, alteza” Le juró con una sonrisa llena de maldad mientras se volvía invisible delante de los ojos de Loki.
“¡Thor!” El príncipe no le dedicó un segundo pensamiento, corrió a auxiliar desesperado a su hermano que se desangraba “¡Ayuda por favor!” Gritó mientras se lastimaba las manos tratando de quitarse las esposas, necesitaba urgente sanarlo o moriría, las heridas se veían demasiado profundas. “¡Heimdal! ¡Alguien!”
La voz del portero se manifestó en su mente, informándole con tono solemne que la ayuda estaba cerca y que podía verlo desde que se separó del grupo de rufianes.
‘Era un hechicero’ Pensó con horror, uno que podía burlar la mirada de Heimdal, que sabía cómo sellar la magia y tenía acceso a los elementos necesarios… alguien que conocía el pasaje secreto que Loki había descubierto y seguramente se dirigía a él como salida.
“Thor, hermano” Trataba de tocarlo pero las esposas lo incomodaban, por lo que decidió tratar de frenar la hemorragia con presión. “Voy a curarte, tranquilo”
Hogun fue el primero en arribar, ni bien lo vio Loki le pidió desesperado que lo liberara, pero pronto descubrieron que no podía, solo podía quitarle las esposas quien se las pusiera u otro hechicero, Loki ya sabía eso, pero tenía que intentarlo.
“Resiste amigo” Le pidió el guerrero sin perder la compostura, más llegaron detrás de él y Loki ordenó que lo llevaran al palacio de inmediato, por fortuna, pese a la angustia de todos por la salud del heredero, lo escucharon.
Frigga y Odin los recibieron, pero no hubo tiempo para hacer preguntas, la vida de Thor era la que corría peligro, fue derivado de urgencia a la sala de curación, en el camino la reina le quitó las esposa a Loki y este fue sacudido con la fuerza con que su poder lo llenó de nuevo.
Apartó a todos y empezó a trabajar, lo había hecho muchas veces en el pasado pero nunca a alguien que estimara tanto, las manos le temblaban y su mente estaba agitada, todo eso afectó su desempeño y la manera en que su magia se desenvolvía, pero luego de gritarle a todos que dejaran de hablar y los dejaran solos finalmente pudo cumplir con su cometido. Las heridas fueron cerradas con éxito, estaba fuera de peligro, pero la recuperación llevaría más tiempo, su hermano estaba débil, algo pálido y seguía inconsciente.
El equipo de sanadores ingresó para terminar con el trabajo y limpiar al heredero que seguía cubierto por su propia sangre, Loki se dejó caer agotado en uno de los divanes de la sala de espera, sus manos seguían temblando, tenía los dedos rojos, teñidos aún con la sangre de su propio hermano y del tipo al que había apuñalado, jamás se perdonaría haber fallado en darle muerte, tampoco haberse dejado atrapar así.
Reaccionó cuando su madre le tomó las manos, para que lo mirara, sin importarle el estado en que estaban, Frigga se arrodilló en el suelo para estar a la misma altura, sus ojos llenos de calidez lo sacudieron y casi lloró, casi, no se permitiría una indignidad más ese día.
“¿Cómo esta Fandral?” Rompió el silencio, dándose cuenta que entre la multitud no había visto al espadachín.
“Bien” Eso significaba que estaba vivo, pero el gesto de pena en su madre le hizo entender que su bienestar era únicamente físico, acababan de secuestrar a uno de los príncipes bajo su guardia, nadie querría estar en su lugar, en especial ahora que esa tragedia había concluido con el regreso del heredero al trono al borde de la muerte.
“Lo siento madre”
La expresión de ella cambio a una de sorpresa seguida por espanto.
“¡Hijo, esto no fue tu culpa!”
“Debí ser más cuidadoso”
“Acabas de salvarle la vida a tu hermano”
“¡Yo fui quien lo puso en peligro!” En el fondo su inteligencia le advertía que estaba siendo duro consigo mismo, tantas veces no asumía la responsabilidad de sus actos y decidía hacerlo cuando no le correspondía, pero el shock de ver a Thor bañado en sangre había anulado su razonamiento.
Su madre no intentó hablar, siguió acariciando sus manos, luego sus mejillas, Loki no quería que lo tocara, ese hombre había puesto sus manos en él, se sentía demasiado sucio para ser acariciado por un ser tan noble y puro como lo era su madre, su reina, pero no se atrevió a rechazarla.
Al cabo de una hora anunciaron que llevarían al príncipe a descansar a su alcoba, por los calmantes que le dieran seguiría inconsciente varias horas.
Odín había hecho su aparición para saber sobre la salud de su hijo mayor, su rostro era ilegible para Loki, pero no se acercó a él ni buscó entablar una conversación por miedo a descubrir que estaba molesto o decepcionado, le bastaba con juzgarse él mismo por ese día.
“Quisiera cuidar a mi hermano yo mismo” Anunció a sus padres aún en la sala de espera “Pediré que muden mis cosas al otra ala así estaré más cerca”
A ninguno de los dos pareció sorprenderle esa decisión, su madre se limitó a besarle la frente antes de retirarse, y cuando creyó que su padre lo dejaría ir en silencio éste lo detuvo poniéndole una mano en el hombro.
“Iba a tomar un baño” Se excusó de inmediato, algo nervioso aunque no estaba seguro de porqué.
“Lo harás luego de que te hayan revisado”
Loki se miró así mismo, tratando de entender cuál era la preocupación de su padre, él no tenía heridas visibles, pero pronto en comprendió el problema muy avergonzado.
“No es necesario, estoy bien” Aseguro.
“Es una orden”
El tono en que lo dijo no dejó lugar a replicas, Loki sintió e ingresó a la sala de curación, dándose cuenta recién entonces que desde la vez que se rompió el brazo no había vuelto a ser revisado ahí.
( Thor )
Cuando Thor despertó por un momento pensó que estaba aún en Vanaheim, el dolor en todo su cuerpo le recordó a los duros entrenamientos de los vanir, la cantidad de veces que un arma blanca lo había herido, u otro guerrero dejado fuera de combate tras una brutal paliza. Pero bastó una mirada alrededor para reconocer su habitación.
Estaba prácticamente desnudo, solo cubierto con una delgada sábana hasta la cadera, su cabeza descansaba en una mullida almohada y sentía una agradable caricia en su cabello que le recordó a antiguos amantes, solo que esas eran las manos de Loki.
“¡Loki!” Se sobresaltó, tratando de incorporarse pero su hermano con suavidad lo empujó para que permaneciera acostado “¿Estás bien?”
El menor le dedicó una sonrisa triste mientras le frotaba la frente, quizás asegurándose de que la fiebre hubiera descendido.
“No me hirieron a mi”
Thor cerró los ojos empezando a experimentar un fuerte dolor de cabeza, con eso adivinó las intenciones de Loki con su caricia, lo estaba aliviando.
Se tomó unos momentos para organizar sus pensamientos, sintiendo su pecho hervir de ira al recordar todo lo que había pasado antes de que perdiera el conocimiento.
“¿Cómo escapaste?” Decidió que esa era la pregunta más importante, las intenciones de su agresor las tenía grabadas con fuego en el cerebro.
“Me dejó ir” Esa respuesta lo angustió y Loki se dio cuenta porque se apresuró a explicarse.
“Cuando apareciste te volviste su objetivo, no me buscaba a mí, solo quería vengarse de papá”
Eso no lo dejó tranquilo, se tomaron demasiadas molestias para secuestrar a su hermano como para dejarlo ir así, aunque también eso podía deberse a que el tipo se supo acabado, no llegaría lejos con Loki y debió darlo por muerto a él, pocos conocían el don de su hermano.
“Increíble, fui a salvarte… y tú me salvaste a mi” Aunque le sonrió a su hermano se sentía miserable, le había fallado por completo.
“No es verdad” Lo interrumpió Loki girándose para buscar un frasco redondo y blanco, Thor sabía lo que era, algún ungüento para aliviar los dolores. “No estás viendo la imagen completa, yo solo sería un cadáver trozado si no hubieras llegado a tiempo”
“Diablos Loki” Maldijo agonizando ante ese posible escenario “Heimdal no podía verte, nadie vio nada en el palacio…. Casi pierdo la cabeza, papá también”
Por la expresión de su hermano supo que estaba avergonzado, solo pudo pensar que debió ser herido de mucha gravedad para que Loki dejara de lado su orgullo y supo que le convenía aprovechar ese breve momento de mansedumbre y la compasión que su estado le despertaba.
“No vuelvas a alejarte así, si no hubiera ido a buscarte a tu alcoba… quizás aún entonces te creeríamos dormido”
Por la forma en que esos labios se presionaron supo que estaba conteniéndose de decirle algunas cosas o de hacer alguno de sus berrinches sobre independencia, pero se contuvo.
“¿Sigues enojado conmigo?” Quiso saber y se sintió aliviado cuando Loki finalmente le otorgó una sonrisa sincera, justo antes de inclinarse y besarlo suavemente en los labios, el gesto lo dejó congelado, no le había demostrado su afecto de esa manera desde que eran niños.
“Thor… lo único que se es… que casi te mueres, eso pone todo en otra perspectiva, en este momento… ¡Dormiría en tu cama si eso te hace feliz! Sinceramente ya no me importa, se lo obsesivo y controlador que quieras” Finalizó para untar luego sus dedos en el ungüento incoloro y empezar a frotarlo con suavidad en el pecho de Thor.
En otras circunstancias Thor se habría defendido diciendo que no era obsesivo solo responsable y muchas otras cosas, pero su cerebro quedó en blanco por esas caricias, los dedos largos y delgados de Loki lo estaban masajeando con cuidado, mimando sus heridas, estimulando su circulación, y estimulando un área mucho más abajo, si su hermano persistía esas sábanas pronto no podrían ocultarle la erección.
“Esos hombres…” Empezó Loki y Thor decidió concentrarse en los hechos para relajar su cuerpo.
“¿Qué pasó con ellos?”
“El que te atacó escapó” Eso ya lo había deducido “Los demás algunos murieron devorados por el Ghuther, eso dijo Heimdal, aún no he declarado nada y apenas están buscando los restos”
“Quién pensaría que alguna vez les deberíamos un favor a Jotunheim”
Loki pareció a punto de añadir algo más pero luego se quedó pensativo y asintió, Thor lo conocía lo suficiente para saber que se estaba guardando algo, pero también que no se lo iba a decir si preguntaba.
“Esos hombres, no sé de donde eran, pero dijeron que… papá los había destruido, estaban dispuestos a morir para vengarse”
A Thor eso no le sorprendía, si bien la mayoría en Asgard conocía poco sobre el pasado del ‘padre de todo’ en Vanaheim la suerte era otra, había escuchado bastantes historias pintorescas sobre su padre, algunas lo habían escandalizado, otras lo llenaron de admiración, pero decidió no hacerle preguntas ni darle importancia, solo cuando fuera Rey entendería algunas cosas, al menos eso le habían dicho sus mentores, todo lo que le tenía que importar era que Odín unificó a los reinos y trajo una era de paz y prosperidad en Asgard, el resto… era literalmente historia. De todas formas eligió no compartir nada de eso con Loki, si su hermano podía guardar secreto él también podía, no se trataba de una revancha, era otra manera de cuidarlo.
“Nuestro padre fue hombre de guerra, es inevitable que tenga enemigos, él y todos los reyes… por eso hay que ser precavidos”
Loki no tuvo ninguna reacción al escucharlo, siguió pensativo acariciando su pecho y si el mayor no lo conociera tan bien no hubiera notado que estaba apenado.
Esa revelación lo sacudió más que todo lo que habían hablado y empezó a mirarlo con detalle, Loki no lo miraba a él, su atención estaba en sus manos con suma diligencia, definitivamente sentía pena, pena de estarlo tocando, no supo qué hacer con esa emocionante información pero antes de pensarlo le cazó una de sus manos, eso consiguió que Loki lo mirara.
“Cuando dijiste que si quería dormirías conmigo, en esta cama, ¿Ibas en serio?”
Su hermano tardó en mostrar alguna reacción pero su rostro se llenó de preguntas y finalmente vio sorpresa… seguida de miedo. Claro que borró todo eso antes de hablar simulando irritación.
“Era un decir, no somos niños”
“Lo sé” Se apresuró a aclarar, Loki trató de recuperar su mano pero Thor aún no quería dejarlo ir.
“Thor…” Intentó empezar una oración, ya no lo miraba a él “Deberías descansar, perdiste mucha sangre”
“¿Piensas que es por eso que te lo digo?”
“¿Decir qué? Solo hablas incoherencias” Y ahí fue su tercer intento de liberarse. Thor sabía en el fondo que todo eso estaba mal pero en esos momentos sentía que no podía recordar porqué, porque estaba mal que necesitara tanto a Loki, esa noche casi lo había perdido.
“Desde que volví…”Decidió sincerarse en un ataque de valentía “Siento como si te viera por primera vez”
La afirmación captó la atención de esas hermosas esmeraldas.
“Tiene sentido… Thor estuvimos años lejos”
“¿Entonces también te pasa? Para ser hermanos… siento que te estas sonrojando por mi desnudez”
Esa afirmación sacudió a Loki y lo miró ofendido.
“Thor, en verdad creo que es hora de que me vaya” Quinto intento.
“Espera”
“Necesitas descansar” Sexto intento.
“Loki… escúchame”
“Thor… En serio” Séptimo, octavo, noveno ¿No iba quedarse quieto?
“Te quiero Loki, siempre te lo he dicho…. Pero ahora también te deseo”
Como pudo el dios del trueno se incorporó, su hermano se había quedado congelado y lo veía como si le hubiera crecido otra cabeza, quiso adelantarse a cualquier pensamiento moral que pudiera tener y lo estrechó en sus brazos, besándolo, nada de roces castos y cariñosos, él devoró su boca con ansias, la profanó con su lengua, absorbió hasta el último aliento y solo lo dejó ir cuando Loki, con su mano, suplicó por aire.
Ni bien lo soltó trastabillo hacia atrás, agitado y nervioso, tratando de comprender, luego lo miró indignado.
“¡Soy tu hermano!” Le recordó, y a Thor le dolió el corazón, pero no retrocedió.
“No me importa”
Loki le dedicó una mirada horrorizada como si hubiera perdido la cabeza y se marchó apresurado.
“¿Te castigaron?” Thor se acercó un poco tímido, Loki estaba solo en el jardín, como siempre leyendo.
“No, Sigyn no me acusó”
“Que suerte” Le sonrió sinceramente aunque su hermano no le correspondió el gesto, Loki era así, tan serio y poco demostrativo, pero el niño ya estaba acostumbrado y no le molestaba, sus amigos siempre se quejaban de que era raro, a Loki no le gustaba nada de lo que a ellos les gustaba, no sabía pelear y lo encontraban demasiado ‘delicado’ pero a Thor todo eso era lo que más le gustaba de Loki, él no era como nadie más en el palacio, había muchos Hogun, Volstaggs, Fandrals, Amoras, pero había un solo Loki, único e irrepetible, y era solo suyo, nadie más era su hermano además de él.
“Papá quiere que lo veamos en la sala de los tesoros, quiere hablarnos de algo” Recordó de repente el verdadero motivo por el cual lo buscaba. Loki lució decepcionado.
“Está bien” Cerró su libro y se puso de pie.
Thor empezó a caminar pero cuando se giró para ver si su hermano lo seguía se sorprendió al notarlo tan cerca y más cuando sus labios tocaron los suyos, fue suave y breve, y de no ser por la mirada apenada de Loki hubiera jurado que lo había imaginado.
“Gracias” Dijo su hermano para justificar ese gesto y apresuró el paso.
Thor lo observó unos segundos antes de recuperarse de la sorpresa y seguirlo, se quedó pensando en todo lo que ese simple gesto significaba: “Gracias por cuidarme, gracias por no delatarme, gracias por bajarme del árbol… ¿Te quiero… Tal vez?”