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Botín de Guerra por ScorpioG

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Capítulo 2: Lo no tan prohibido

   Vanaheim

  “Es todo por hoy, pueden descansar”

  La clase dio su final y cada vanir tomó sus apuntes y se fue retirando del salón dónde su tio Frey enseñaba historia ese día.

  Thor nunca había estado tan aburrido antes, cuando su padre le comunicó que era hora de que empezara a instruirse con sus hermanos de Vanaheim se había imaginado un escenario completamente distinto, esperaba golpear puños con grandes guerreros, aprender de sus diestros espadachines, observar una batalla entre hechiceros, jamás pensó que pasaría la mayor parte del tiempo con la nariz en los libros, empezaba a pensar que debieron enviarlo a Loki y no a él.

  Pensar en su hermano lo puso melancólico, ya llevaba varios años lejos de Asgard, de su familia y amigos, ni bien se vio cerca de la adolescencia su padre lo padre lo consideró listo para viajar, sabía que su madre no estaba de acuerdo con esa decisión pero ella ya no tenía voto sobre su educación, no necesitaba que se lo dijeran, podía notarlo, de la misma manera que veía que Odín ya no tenía opinión sobre Loki, no sabía qué pensar de todo eso pero los amaba a ambos y confiaba en el criterio de su padre, después de todo también era su rey, pero eso no quitaba que se sintiera de a momentos desolado por la prueba que le había impuesto, aún no entendía que podía aprender en ese reino que no le pudieran enseñar en Asgard.

  Buscó un arból en los jardines del palacio para acomodarse, y dejando su material de estudio en el suelo, sacó de entre la ropa un delicado sobre amarillento, era la última carta que le había mandado Loki, eran pocas las veces que podían escribirse, pero cada vez que alguien partía a Asgard se encargaba de responder y su hermano hacía lo mismo con los que iban a Vanaheim, eso les permitió conservar un poco el contacto todo ese tiempo.

  Con un suspiro comenzó a leerla pese a que ya sabía lo que decía de memoria.

  Querido hermano:

    El que te llegue esta carta en lugar de mi presencia creo que es la respuesta que esperabas, no, nuestro padre no me ha dejado ir a Vanaheim ni siquiera por tu cumpleaños, dijo que nos veremos cuando completes tus estudios y puedas volver, no tengo permitido salir de Asgard aún.

  Hace poco aprendí a fabricar algunas ilusiones, duran poco pero mamá dice que voy bien, solo necesito practicar más, la magia es agotadora pero es un sentimiento de cansancio que me gusta, creo que ahora entiendo a lo que te referías luego de los entrenamientos.

   Fandral te manda saludos, últimamente pasamos mucho tiempo juntos, él ha tomado como suya tu misión de enseñarme cómo usar una espada, aunque dudo que tenga más éxito del que tuviste, quizás algún día descubra un hechizo que me vuelva diestro con las armas o me convierta en ti cuando lo necesite, por ahora me alegra que tengamos soldados tan fuertes, aunque Fandral dice que mi puntería es buena, que solo debo pulirla, pero quizás solo está siendo amable.

  También empecé a presentarme en el consejo, nuestro padre quiere que aprenda cómo se manejan algunas negociaciones, audiencias, también me puso un tutor para que me enseñe la parte administrativa, asique como vez yo también debo pasármela entre libros, aunque ya lo hacía antes.

  Nuevamente lamento no poder estar para tu cumpleaños, nuestros padres te enviaran seguro sus obsequios y yo aprovecharé para mandarte el mío.

  Espero regreses pronto, te extraño.

  Loki

  Y mas suspiros llegaron al terminar de leer, le entristecía saber que su pequeña petición había sido negada, pero le animaba seguir recibiendo la correspondencia de su hogar, su madre también le escribía a veces, y amaba sus cartas, pero eran las de Loki las que calentaban su pecho, su hermano menor sabía cómo transportarlo de regreso a su hogar, casi podía oler el palacio en cada palabra, incluso podía escuchar su voz recitando lo que leía. A veces se preguntaba cómo se vería Loki, ya había pasado tanto tiempo ¿Estaría más alto? ¿Cómo luciría su rostro? ¿Lo habría favorecido la adolescencia? Aún recordaba el día que tuvo que partir, su hermano rara vez se acercaba por su cuenta, era introvertido por naturaleza y si Thor se le pegaba demasiado huía o se enfurruñaba, tenía un carácter difícil, pero estaba acostumbrado a eso, lo que no esperaba era ver lágrimas en su rostro por su viaje y ese fuerte abrazo que le dedicó cuando estuvieron en las puertas del palacio, Thor tardó en reaccionar, cuando lo hizo correspondió el gesto y descansó la barbilla sobre el hombro de Loki donde ese suave cabello negro le acarició, todavía tenía impreso en su mente el aroma dulce que el menor desprendía, ya fuera su piel, cabello, algún perfume.

  Con la carta aún en mano y una sonrisa tonta fue que su primo lo encontró.

  “¿Y eso?” Le preguntó éste antes de sentarse a su lado, Surt no llevaba mucho tiempo en el reino, él era algo mayor que Thor y había estado preparándose en Alfheim, después de todo su padre tenía una fuerza alianza con los elfos de luz desde hacía siglos.

  “Es una carta de mi hermano Loki” Le explicó mientras volvía a guardarla en su ropa, receloso de su contenido como si fuera secreto de estado, al fin y al cabo era solo suya, en respuesta el otro joven le dio un asentimiento apoyando su espalda contra la corteza del árbol.

  “Si también es príncipe me extraña que no esté aquí contigo, ¿O aún no tiene edad de viajar?”

  “Loki no es un guerrero” Le explicó mientras imitaba su postura “Él es hechicero, tiene dones curativos, mi madre es quien lo instruye” Le explicó con orgullo, aunque entre los Vanir había hechiceros legendarios la propia reina de Asgard era una vanir, la más poderosa, poco podían enseñarle en ese reino a Loki que Frigga no supiera o dominara.

  “Vaya, un hechicero” Respondió Surt sonando genuinamente fascinado “Es una suerte que lo heredara de la reina, no siempre sucede así y hoy en día los hechiceros escasean, y hace demasiado tiempo que no escucho de un sanador entre ellos, en Vanaheim tenemos solo uno”

  Eso definitivamente Thor no lo sabía, claro que las personas que dominaran la magia no abundaban pero no esperaba que ya fueran un grupo tan reducido, pero si lo pensaba con claridad en realidad en el propio Asgard la única hechicera era su madre, luego había algunas aprendices que conocían rudimentarios básicos, pero nadie destacable como era el caso de Loki que había empezado a manifestar sus dones desde muy pequeño.

“Deberías casarte con él”

 Thor lo miró perplejo

  “¡Somos hermanos!”

  “Precisamente, no alterarían la sangre de la familia” Luego de explicarse el otro joven entendió el problema “Es verdad, en Asgard abolieron los matrimonios entre hermanos, lo había olvidado”

  Thor recién en ese momento se estaba enterando de que eso alguna vez había existido o que siquiera se practicaba en otros reinos, encontró esa información más interesante que escandalosa. Por otro lado Surt era hijo de Frey, hermano de su madre, ¿Su padre le habría dado esas ideas? ¿Lamentaba no haberse casado con su hermana y cederla a tan poderosa hechicera al padre de todo?

  “Bueno, al menos deberías intentar convencer al rey de que no lo case con alguien extranjero, sería una pena que perdieras de tener a un hechicero a tu lado, no abundan esos dones”

  Thor dejó de escucharlo luego de que mencionó la idea del matrimonio de Loki con alguien más, nunca había pensado en ello pero tenía sentido, él sería el futuro rey de Asgard, un segundo príncipe servía más fuera del reino que dentro, para fortalecer alianzas mediante un matrimonio, conociendo a su padre él ya debía tener algo así en mente para el futuro, junto a qué futuro rey o reina sentaría a Loki para sacarle el mayor provecho. De repente la imagen de Loki con en manos de alguien más lo puso de malhumor, su mente viajó a Asgard y trató de imaginar qué estaría haciendo su hermano en esos momentos, con quien estaría… y de ahí en adelante comenzó a molestarle que nombrara a Fandral en sus cartas.

  *****************************************

   Asgard

 “¡Loki!”

  Al escuchar el gruñido con el que fue expresado su nombre el joven se puso de pie de un salto, se encontraba en su alcoba leyendo cómodamente un libro, pero esa señal de peligro lo hizo movilizarse de inmediato al cuarto de la reina.

  Su madre no lucía sorprendida de verlo entrar, ella también disfrutaba de una actividad solitaria, practicaba con su arma una dulce melodía, pero sus delicados dedos se alejaron de las cuernas para prestarle atención a su hijo.

  “¿Y ahora qué hiciste?”

  “¡No sé!” En realidad sí sabía, había hecho muchas cosas recientemente, su verdadera duda era de cual de todas acababa de enterarse el padre de todo.

  Los pasos se acercaban, cuando la puerta fue abierta de un golpe Loki hizo gala de toda su velocidad para posicionarse detrás de su madre, ya era un adolescente pero aún solo alcanzaba la estatura de la reina si ésta permanecía sentada.

  Al ver el semblante de su progenitor Loki luchó por comprender por qué hacía lo que hacía si conocía las consecuencias, claro era divertido en su momento, pero sabía que tarde o temprano debería rendir cuantas de ello y ver a Odín enojado era aterrador.

  “¡¿En qué demonios estabas pensando?!”

  “Querido, ¿Qué es lo que pasa?” Frigga apretó la mano que Loki había puesto sobre su hombro para darle algo de apoyo aunque en el fondo sabía que su hijo no era la víctima ahí.

  “¡Hechizó a una de las doncellas para que se rapara la cabeza!”

  Odín no necesitó decir más, Loki se relajó internamente, no era lo más grave que había hecho, temía que supiera el descubrimiento que había hecho recientemente sobre un pasadizo que podía llevarlo fuera de Asgard sin necesitar del Bifrost, si su padre se enteraba no solo acabaría con escolta personal, también lo sellaría antes de que tuviera la posibilidad de explorarlo.

  “¿Lady Amora?” Inquirió Frigga, ella tampoco parecía demasiado preocupada por esa falta, era madre después de todo y bien dicen que si te odia el hijo te odia la madre, y Amora se había ganado el desprecio de Loki con muchas de sus actitudes, si por la reina fuera ya la habría echado de la corte pero a su esposo no le gustaba que favoreciera tanto a Loki, menos en conflictos de originen infantil como el que tenía con la muchacha.

  “Oh, al parecer estas bien informada” Le replicó sarcásticamente, hubiera querido exigirle a su esposa que los dejara a solas pero sabía que era una pérdida de tiempo y no pensaba pelear con ella por algo que en el fondo sabía que era insignificante, su estallido era por el cúmulo de esas pequeñas insignificancias que Loki venía llevando a cabo, inicialmente parecían el resultado de un niño aburrido y caprichoso, incluso llegó a pensar que se trataba de un llamado de atención por la ausencia de Thor, pero el chico seguía creciendo y no parecía entender su posición.

  “Claro que no, pero no me es ajeno que Lady Amora no es precisamente amable con nuestro hijo”

  “¡Eso no es excusa!” Le gritó a ella antes de recordar que el que lo tenía montado en cólera era Loki y arremetió contra él “¡Eres el príncipe de Asgard! Es una vergüenza que te rebajes con esas revanchas infantiles y poco dignas”

  Loki pareció hacerse más pequeño en su lugar mientras lo escuchaba, pero siempre era así y no notaba un cambio luego.

  “Lo siento padre”

  Frigga se giró a verlo preocupada por su tono, pero en Odín ya no surgía ningún efectos, en el pasado hasta había llorado sus disculpas, de nada le servían si ya sabía que volverían a pasar por lo mismo en unos días.

  “¡Con sentirlo no basta!”

  “Cielo…”

  “¡No!” La silenció de inmediato “Loki vas a dirigirte ahora mismo a la alcoba de Thor, estas recluido hasta que ordene lo contrario”

  El joven entendió con horror porqué su padre elegía cambiarlo de aposentos… ¡Thor no leía! Llevaba años fuera, no había nada ahí, Odín interpretó el horror en sus ojos.

  “Unos días de silencio tal vez aclaren esa mente tuya”

  Loki sabía que no le convenía replicar nada, solo salió de la habitación intentando pasar lo más alejado posible del rey, su actitud le pareció ridícula a Odín, jamás le había pegado como para que se encogiera así a su lado, pero reconoció que prefería confirmar que Loki aún le temía.

  Una vez que estuvieron solos el soberano continuó.

  “Anda, dime que soy severo”

  Frigga soltó un suspiro mientras se ponía elegantemente de pie para acercarse, lucía más cansada que molesta.

   “Para nada, no estaba pensando eso” Odín lucía casi derrotado tras el último suspiro asique ella le brindó fuerzas con un cálido beso, dejando que sus brazos colgaran del fuerte cuello “Cuando empezaste a gritar por un momento pensé que ibas a azotarlo” No le extrañaba, por lo visto su hijo pensó lo mismo.

  “Ganas no me faltan, debería subirlo a mi rodilla y nalguearlo frente a toda la corta, quizás pasar por semejante humillación haría que lo pensara dos veces”

  Frigga hizo una mueca, pero no dijo nada, de todas formas ambos sabían que nunca haría algo así, sería tan deshonroso que Loki jamás volvería a mostrar su cara en público, las heridas en el orgullo eran las más difíciles de sanar, precisamente por eso su hijo había atentado contra la apariencia de la joven Amora.

   “Iré a verla, solo me tomará unos instantes y su cabello estará como nuevo”

  “Sabes que no es eso lo que me molesta” Con suavidad se desprendió de ella para ir a sentarse al pie de la cama, ni cuando regresaba de la guerra lucía tan cansado, su esposa le dedicó toda su atención.

  “¿Qué voy a hacer con él? Esto ya no es normal”

  Frigga venía meditando hacía tiempo sobre el mismo problema, solo que ella se lo tomaba con más aplomo, ya había notado la sospechosa conducta de Loki, cada vez que cosas así pasaban lo sentaba e interrogaba, sabía que con ella era sincero, y esa sinceridad compartida era la que le preocupaba… el mismo Loki no sabía explicar sus acciones, aunque también le apenaban de una manera que no reconocería ante nadie más.

  “En realidad creo que si es normal” Empezó con tacto, ganándose una mirada perpleja de su marido.

  “¡Ya no es un niño Frigga!”

  “No me refiero a eso” Lo interrumpió levantando sus manos como buscando apaciguarlo “No lo estoy justificando, solo trato de decir que… hay… facetas incomprensibles que son parte de nuestra naturaleza aunque no las queramos ahí”

  Permanecieron en silencio, ella le daba tiempo de meditar en sus palabras mientras se trasladaba al pasado, recordando al hombre sediento de sangre del que se enamoró, pocos conocían a Odín tanto como ella, ella había visto lo peor del soberano de Asgard, no siempre todo fue justicia y paz, no siempre hubo misericordia, también existieron siglos de ambición y baños de sangre, una sed conquistadora que necesitó de alguien que pudiera darle sosiego, Odín no había cambiado, había sido domado por su reina.

   “¿Estás tratando de decirme que esto es Loki? ¿Qué debo aceptarlo?”

  “No, yo no te acepté Odín, solo te amé… Tú hiciste el resto”

  “Es parte de su naturaleza entonces ¿El caos?”

   “Las travesuras…” Corrigió Frigga, no queriendo darle mayor gravedad a hechos que en realidad no habían sido tan trascendentales “La naturaleza de Loki es rebelde, le cuesta someterse pero lo hace contigo… desquitando su frustración en esas travesuras” Ella lo entendía, era la manera anónima de Loki de cobrarse algunas afrentas y a la vez se trataba de sus ansias de libertad y su curiosidad arrastrándolo hacia terrenos peligrosos.

  “¿Y tú solución es que lo ame?” Odín creía que la disciplina era amor por lo que consideraba que venía amando demasiado a su hijo recientemente.

  “Acércate a él, no digo que eso lo resuelva pero Loki tendrá menos tiempo de equivocarse si esta a tu lado aprendiendo la manera correcta de hacer las cosas”

 

  Odín verdaderamente meditó en esas palabras, desde que había entregado la instrucción de Loki en manos de su mujer se desentendió del tema casi por completo, imaginó que sería lo mejor, después de todo debía dedicar todo su esfuerzo en preparar a Thor, al fin y al cabo era quien subiría al trono cuando él cayera en su sueño, pero si quería que Loki fuera un buen aliado necesitaba estar listo para gobernar a su lado.

  Todo eso estuvo dando vueltas por su cabeza las siguientes dos semanas, tras las cuales finalmente decidió que el castigo de Loki había sido completado, mandó que lo trajeran a su presencia pero no en el trono sino la sala de reuniones, había audiencia pública y esa sería la primera de muchas en la que Loki lo acompañaría.

  Cuando el joven príncipe se hizo presente fue recibido con una reverencia correspondiente a su cargo, el chico lo miraba confuso, Fandral, que era su escolta, apoyando suavemente su mano en la espalda baja le indicó que tomara asiento junto a su padre en el lugar que ya habían dispuesto.

  La audiencia siguió como de costumbre y cuando su hijo se recuperó de la sorpresa inicial, cruzó sus piernas, irguió su espalda con elegancia y se dedicó a prestar suma atención a todo lo que pasaba. Inicialmente sería un mero observador, Odín no pensaba darle voz ni voto a un joven sin ningún tipo de experiencia, pero si demostraba ser tan capaz como sus maestros presumían pronto estaría participando como el resto del consejo.

  Cuando hubo finalizado Odín se despidió del resto de la corte, haciéndole una señal a Loki para que lo siguiera.

  Su hijo parecía moverse con cautela, como si fuera un enemigo que temía estar siendo dirigido a una trampa, esa sensación lo incomodó demasiado y le dio fuerza a las declaraciones que le hiciera su esposa días atrás, jamás conseguiría nada de Loki si no se acercaba a él, aunque una parte suya sabía que eso sería insuficiente para calmar un alma tan traviesa.

  Lo dirigió a su estudio, ahí se encontraba ya su secretario quien no se inmutó al escucharlo entrar y siguió con lo que estaba haciendo en su escritorio.

  La sala era amplia y tenía su propia biblioteca, con inmensos ventanales que mostraban la grandeza de Asgard y permitían que la luz dorada se colara en la habitación, en el centro, sobre un escalón, estaba el escritorio del mismo padre de todo, a su derecha, abajo, su secretario personal trabajaba, y a su izquierda había un nuevo puesto, impecable, con tinta, plumas, y una pila de papeles.

  Odín le indicó con un gesto que tomara asiento ahí y Loki obedeció algo titubeante, no muy seguro de entender lo que pasaba.

  “A partir de ahora serás mi segundo secretario”

  La mirada descolocada de Loki hizo que todo eso valiera la pena, a Odín le costó mantener la seriedad, su hijo miró a sus espaldas, como esperando que el otro hombre se encontrara tan asombrado como él pero ni siquiera les estaba prestando atención, solo lucía atareado.

  “Empezarás hoy traduciendo esos informes a la lengua de los Vanir, tienen que estar listo antes de la noche, con exactitud y prolijidad, no me decepciones”

  Loki asintió sintiendo que sus manos temblaban, le hubiera agradecido pero no confiaba en que su voz sonara bien en esos momentos, pero Odín no esperó nada más, simplemente ascendió a su lugar y se sumergió en sus ocupaciones, por lo que Loki hizo lo mismo.

  Tal como esperaba, su hijo terminó el trabajo mucho antes del anochecer, con una caligrafía perfecta, ya conocía desde antes sus actitudes, los maestros que le había asignado no paraban de elogiar su velocidad de aprendizaje, facilidad para hablar otras lenguas, su ingenio, pero era gratificante poder confirmar de primera mano que no se trataban de meras adulaciones.

  Al día siguiente, luego de sus lecciones, Loki fue llamado nuevamente al despacho de su padre, había más trabajo por hacer, y lejos de sentirse agobiado todo eso lo excitó demasiado, la responsabilidad, la confianza, sentirse útil, pasar tiempo con su padre, tiempo que no fuera solo para reprenderlo. Sus planes de investigar el pasaje que había descubierto tuvieron que postergarse, de repente todos los días tenía mucho para hacer y amaba la mirada de orgullo en el rostro del rey cuando era eficiente, no le decía nada pero él lo notaba, y empezaba a importarle demasiado mantener esa aprobación, demasiado para hacer algo que lo molestara con él, sin contar que nuevamente… ya no tenía tiempo, lentamente su vida pareció estar programada desde que se levantaba hasta que se acostaba, estudiar hechicería por las mañanas, trabajar por las tardes, cenar con sus padres.

  Fue un ciclo que se mantuvo por un buen tiempo, la primera vez que Loki habló en la corte lo hizo como interprete para unos de los embajadores, había estado nervioso por el repentino silencio y el que tantas miradas atentas estuvieran sobre él, pero cuando volvió a tomar asiento y uno de los consejeros tomó la palabra, sintió la pesada mano de su padre sobre la suya, apretándola con cariño, fue un gesto tan pequeño, tan sencillo, y aun así Loki sintió que su corazón se llenaba de dicha. Trató de que nada se reflejara en su rostro, pero al notar la sonrisa boba que Fandral le dedicaba desde su puesto supo que no lo había logrado y sintió que su rostro ardía.

  Por un momento todo en su mundo parecía ir bien, al menos casi todo, pensaba que solo faltaba que Thor regresara para estar en completa paz y equilibrio, no imaginaba que su hermano llegaría a ponerlo todo de cabeza.

 *******************************************************

  La mañana que Thor regresó tomó por sorpresa a su madre en uno de los salones privados, tanto sigilo valió la pena por el alarido de alegría que la reina dejó salir y que tanta risa le provocó.

  Se abrazaron y ella cubrió su rostro de besos mientras algunas lágrimas se le escapaban.

  “¡Hijo mío!”

  “Te eché de menos madre” Le dijo tomando ambas manos para besarlas.

  “No sabía que regresabas”

  “Nadie lo sabía, quería que fuera una sorpresa” En realidad lo sabía Heimdall y por ende el mismo Odín, pero eso estaba fuera de su control.

  “Es la mejor sorpresa que me han dado” Rio acariciándole la cara “Mírate nada más, estas tan alto y gallardo”

  Thor ya era todo un hombre, mucho más alto que su madre y probablemente que el propio Odín, pero lo que más sorprendió a la reina fueron sus fuertes brazos, el entrenamiento fuera debió ser muy severo, ninguno de los guerreros Asgardianos podía competir con su imponente físico.

  “Lo sé” Bromeo su hijo con un poco de arrogancia “¿Dónde está Loki?”

  La reina se separó para secar sus ojos mientras hacia una seña hacia la derecha.

  “En la otra ala, en su alcoba”

  Thor asintió y sin más palabras fue en su búsqueda. Todo lucía igual que años atrás, sus padres no eran aficionados a los grandes cambios, por lo que mientras caminaba por los pasillos lo asaltó la nostalgia, iba rumbo al sector destinado a los hijos del rey, en esa ala solo estaban las habitaciones que le pertenecían a Loki y a él, aunque su hermano en el pasado nunca las había ocupado, siempre permanecía con su madre.

  La habitación de Loki parecía más una biblioteca y su instinto le dijo que era probable que su hermano siguiera ocupando la habitación junto a su madre. Al parecer a él tampoco le gustaban los cambios. No lo encontró en sus aposentos así que fue a los propios sin mayor éxito, recién ahí se le ocurrió que su hermano podría estar en el baño que compartían.

  Al final del pasillo estaba una gran piscina que funcionaba como baño para ambos príncipes, el rey tenía una similar, amplía, pero muy poco profunda, ideal para además de bañarse tener un tiempo de relajación, el agua se filtraba con frecuencia y el sello que poseía se encargaba de mantener el agua siempre a una temperatura caliente y agradable. El ruido de chapoteo le indicó que había dado con su hermano. Quizás debió anunciarse para no asustarlo, pero prefirió sorprenderlo como a su madre, solo que al cruzar las grandes puertas de madera fue él el sorprendido.

  A varios metros de distancia había un joven de piel muy blanca que contrataba con su negro cabello, le estaba dando la espalda, sentado al borde de la piscina mientras acariciaba su cuerpo con lo que supuso que era jabón. La forma delgada pero firme, su redondeado trasero presionado contra el mármol… esas largas piernas… El joven volteó y Thor pudo apreciar unos delicados y rosados pezones que llamaban a ser pellizcados, y unos jugosos labios que lo volvieron a la realidad al soltar un alarido.

  Loki saltó dentro de la piscina para cubrirse y por su expresión estuvo a punto de empezar a gritarle pero se quedó helado al reconocerlo.

  “¿Thor?”

  El mencionado reaccionó acercándose a la orilla, el agua solo cubría a Loki hasta la cintura y tuvo que esforzarse por no seguir mirándolo de manera indiscreta.

  No dijo nada y Loki pareció empezar a reaccionar.

  “¡Thor!” Se dirigió a la escalinata de la piscina donde pudo tomar una toalla blanca para cubrir un poco su desnudes y se apresuró en abrazar a su hermano.

  El mayor esperaba un gesto como ese hacía tiempo, pero en su mente Loki seguía siendo un niño pequeño y usaba ropa, no esperaba tener en sus brazos a ese hermoso joven… casi desnudo, apenas posó las palmas en su espalda, no muy seguro de dónde apoyarlas con tanta piel expuesta, la única parte cubierta era la última que podía tocar.

  Loki estaba demasiado emocionado para darse cuenta del efecto que estaba provocando, al igual que Frigga besó su rostro con afecto antes de soltarlo.

  “¿Escribes hasta  para comentarme que tienes comezón pero no sobre tu regreso?”

  “Quería sorprenderte” Se encogió de hombros tomándose la libertad de peinar el mojado cabello de Loki hacia atrás, embelesado aún por ese hermoso rostro aniñado, al menos sus ojos eran como los recordaba”

  “¡Y vaya que lo hiciste! Pude arrojarte un hechizo, me diste un buen susto”

  Los ojos de Thor seguían viajando por el cuerpo de Loki y su hermano terminó interpretándolo como incomodidad, ya que así se sintió.

  “Dame un segundo, voy a vestirme” Se excusó alejándose para ir a su alcoba, Thor aún debía llegar ante su padre así que le dio un tiempo a solas mientras.

  Por la noche hubo una cena exclusivamente familiar, toda la corte quería celebrar el regreso del heredero al trono pero la reina madre insistió en que ese día era solamente de ellos, Thor había estado mucho tiempo ausente, ya tendría tiempo de ponerse al corriente con todos los demás.

  Loki apareció luciendo una entallada túnica negro que favorecía muy bien su cintura aunque cubría su cuerpo completo, desde los brazos hasta el cuello, le recordó un poco a la manera recatada de vestir de su madre solo que ella era más festiva en los colores que elegía. Thor llevaba su armadura la cual era su vestimenta habitual últimamente. La cena transcurrió más que nada entre anécdotas familiares y relatos de algunas aventuras del dios del trueno lejos de casa, Loki compartió su alegría en cada historia  y bromeo con él, de esa manera sutil y cínica, como si no llevaran ni un día separados.

  Todo pareció ir normal para Thor hasta que se vio tratando de conciliar el sueño en su vieja alcoba.

  Todo estaba oscuro, el palacio se encontraba en completo silencio, y él permanecía sobre su enorme cama, mirando los dibujos del techo, apenas visibles por la claridad que se colaba desde su balcón. En medio de cansados suspiros fue que escuchó como la puerta que unía su alcoba con la de Loki se abría.  Se incorporó un poco para mirar mejor, a tiempo para ver a su hermano entrar con una vestimenta un poco más ligera, verde, atada por la cintura, esta vez con el cuello descubierto y descalzo.

  “¿Loki?” Lo interrogó confundido, el joven lucía algo tímido pero se fue acercando a él mientras retorcía sus manos en un gesto nervioso.

  “No podía dormir”

  “Ya veo” Sentado en la cama le hizo un poco de lugar y Loki se acomodó a su lado.

  “Estoy contento de que estés aquí” Le confió como si fuera un secreto, no lo estaba mirando a los ojos, su atención estaba en el torso descubierto de Thor y una de las manos del joven viajó y se posó ahí.

  “¿Loki?” Contuvo el aliento cuando comenzó a acariciarlo, yendo desde sus pectorales hasta el hombro.

  “Estaba tan solo sin ti” Thor se tomó la libertad de tomarlo por la cintura, acercándolo un poco más “Te necesitaba” Afirmó con lo que sonaba casi a desesperación.

  “Estoy aquí ahora, no volveré a dejarte” Los ojos de Loki lo miraban de nuevo, lucía tan preocupado, tan vulnerable, que terminó apretándolo más en sus manos y se acercó para besar su rostro pero a último momento reclamó esos labios, con ternura que se fue convirtiendo en un gesto demandante, su hermano no lo rechazó, lejos de eso se colgó de su cuello y abrió más su boca, permitiéndole profanarla con su lengua.

  Todo eso estaba mal, pero a Thor no podía importarle menos.

  “Oh Loki”

  “Hermano” Gimió este haciendo que el mayor perdiera el poco autocontrol y lo subiera a su regazo, empezó a presionarlo contra la erección que escondían sus pantalones, su pene duro empujaba con entusiasmo contra ese cálido cuerpo, mientras sus manos desataban esa túnica, comenzando a desnudarlo, la piel de Loki era tan suave… no podía dejar de acariciarla, su pecho subía y bajaba por la excitación y de nuevo esos pezones que  ahora lucían erectos.

  “Te necesito” Repitió Loki, antes de besar su cuello con hambre.

  “Lo sé”

  “Necesito que me cuides, que me protejas”

  “Siempre voy a protegerte” Le juró, mientras le iba respondiendo lo recostaba en su cama, buscando una posición más cómoda para besar su vientre, subiendo por su ombligo hasta esas protuberancias rosadas, los quejidos de Loki solo lo enloquecían más “Eres mío” Lo reclamó mientras succionaba esa delicada piel.

  “Sí”

  “Dilo, di que eres mío”

  “Thor…”

  “¡Alteza!”

  Con un sobresalto despertó en su cama, sintiéndose muy confundido, en sus brazos no estaba Loki, solo una de sus tantas almohadas, todo era claridad, y a su lado una criada le observaba con respeto.

  “Alteza, ya amaneció, la reina lo espera para desayunar”

  Poco a poco fue invadido por la amarga decepción de comprender que todo había sido solo un sueño, la noche anterior simplemente se había marchado a su alcoba un poco pasado de copas, nada más.

  Le agradeció a la mujer que lo despertara, después de todo él se lo había pedido, y le ordenó que se marchara. Una vez solo se dejó caer de espaldas en el colchón de nuevo, podía haber sido solo un sueño pero la dureza entre sus piernas era bien real.

  “Que locura” Suspiró, un poco sorprendido de que no se sintiera incómodo por haber tenido una fantasía tan enferma, después de todo era Loki… era su hermanito, él no debería tener ese tipo de pensamientos sobre él… no era normal ‘En Asgard, en Vanaheim sí lo sería’ lo tranquilizó su mente mientras trataba de aclarar sus ideas, todo eso era extraño pero a la vez le pareció un poco lógico, él era apasionado, las doncellas Vanir podían dar fé de eso, no veía a Loki en demasiado tiempo y su hermosa apariencia lo había tomado con la guardia baja, al igual que su desnudes, era natural que acabara sintiendo curiosidad, nada de lo que debiera preocuparse, seguramente en cuanto saciara su apetito sexual con alguien más habría dejado todo eso en el pasado.

  Aun así toda esa lógica no hacía nada con el problema que seguía en sus pantalones, por lo que resignado comenzó a acariciarse, eso le ayudaría a liberar estrés, tampoco se sintió culpable por imaginar los labios de Loki ayudándolo… al fin y al cabo solo era una fantasía, nada que pudiera hacerle daño.

 

Notas finales:

Bueno, la verdad me han sorprendido, creo que no esperaba que nadie lo leyera y no estaba del todo segura de que fuera una buena idea, por eso gracias a quienes se tomaron la tarea de comentar el capítulo anterior y espero que este haya sido de su agrado.

 

  Nota1: Alguna maldad le tenía que hacer a Amora

  Nota2: Seh, de aquí en adelante empieza el drama XD 


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