Yo mataré cucarachas por ti. 💙💙💙
Día 2.
Como la mañana anterior, el despertador sonó muy temprano para Isaka, la suerte era que la noche anterior habían llegado tarde y cansados a casa y no habían mantenido relaciones... Una suerte, pensaba Isaka. Quién lo diría, Isaka Ryuichiro, que a veces tenía que insinuarse de manera bastante descarada delante de su pareja...
Asahina no es que fuera frío. Al contrario, en la cama surgía su verdadera naturaleza, apasionada y... Dominante. Pero siempre anteponía los demás a él mismo, y eso unido a su inexpresividad, a veces hacía que a Ryu se lo llevaran los demonios... O la insoportable calentura.
Bueno, a lo que íbamos. Ryuichiro se alegraba de no haber hecho el amor la noche anterior... Igual debía madrugar y por lo menos podría moverse bien.
Se dio una ducha rápida y empezó a preparar el desayuno. Un desayuno japonés, aún quedaba mucha semana por delante y era posible que Asahina, en su nuevo papel, le pidiese algún capricho.
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El desayuno ya estaba en la mesa, y era hora de sacar a Kaoru de la bañera.
-Ryuichiro, sécame.
Asahina nunca lo reconocería, pero en el fondo le gustaba ser cuidado de aquella manera. Aunque fuese sólo por una semana, le gustaba levantarse un poco más tarde, tener el desayuno preparado... Que Ryuichiro le secara el cabello con una toalla, dándole un suave masaje en la cabeza...
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En Marukawa, las cosas no habían cambiado mucho. Al trabajar juntos, ambos conocían bastante bien el trabajo del otro, les resultó fácil cambiar de roles en ese aspecto. Lo único era que, para terminar de imitar el carácter de Isaka-san, Asahina tenía que pasearse por los diferentes departamentos que conformaban la editorial para "animarles" a su manera. Pero la semana aún era muy larga... Dejarían lo de ir a molestar por los departamentos para más adelante. Ahora, lo importante era trabajar...
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Cuando llegaron a casa, se pusieron ropa cómoda y mientras Isaka preparaba la cena, Asahina pasó al baño y recordó un pequeño incidente ocurrido cuando eran jóvenes...
Flashback:
Hacía poco que Isaka y Asahina habían aceptado sus mutuos sentimientos. Como el heredero aún vivía con sus padres, los encuentros de la parejita eran en el piso de Kaoru. Éste se había mudado a un piso un poco pequeño, pero era acogedor y podía pagarlo, eso era lo más importante.
Isaka acudía allí de vez en cuando. Ese día había sido caluroso, y después de haber hecho el amor tres o cuatro veces, Ryuichiro se dirigió a la ducha, ese apartamento no tenía bañera.
Después de ducharse, estaba a punto de llamar a Asahina para secarlo -y a lo mejor otra ronda- cuando vio algo extraño. Una cucaracha que salía de algún rincón del cuarto de baño.
-¡ASAHINAAAAA!!! -Ese grito era demasiado incluso para él, por lo que Kaoru acudió rápidamente al cuarto de baño, para encontrar a Ryuichiro temblando y muerto de miedo.
-Ryuichiro-sama, ¿qué pasa?
-Una cu... cuca... ¡Una cucaracha!!!
-¿Dónde está?
-No... Lo sé... Asahina... Tengo miedo...
-Tranquilízate, Ryuichiro-sama. Yo mataré cucarachas por ti... -Envolvió a Ryu en una gran toalla y lo llevó en brazos hasta la cama. -Quédate aquí. Voy a matar al insecto.
Asahina se volvió a meter en el cuarto de baño, armado con Ecogel y una escoba, y salió dentro de un rato.
-Ryuichiro-sama... Está muerta. Y he tirado Ecogel por todos los agujeros.
-Asahina... Cuando puedas te cambias de piso.
Y al poco tiempo, Asahina se mudó a otro piso.
Final del flashback.
Pues en eso estaba pensando Asahina, cuando se le ocurrió una genial idea. Nunca se hubiera atrevido a ponerla en práctica, pero considerando las circunstancias en las que se encontraban aquella semana, se decidió.
-¡Ryuichiro! ¡RYUICHIROOO!!!
Ryu ya tenía la cena preparada y se alarmó al oír a Kaoru. Pensó que le había ocurrido algo, que había resbalado en la ducha, vaya usted a saber...
-¡Kaoru! ¿Qué ocurre?
-Una... Una cucaracha... Corriendo por el baño...
-¿Dónde está? ¿La has matado? -A Ryuichiro no le gustaban nada esos insectos, siempre le habían dado una mezcla de miedo y asco. No le hacía nada de gracia tener que matarla, pero enseguida comprendió que Kaoru lo había puesto a prueba.
-No... Tengo miedo... Creo que se escondió debajo del armario del baño.
Ryuichiro ya sabía lo que le esperaba. Acompañó a Kaoru a la cocina, al ser pequeñajo -comparado a Kaoru- no tuvo que llevarlo en brazos, ¡sólo faltaría!
-Kaoru, la cena está lista. Yo me voy al baño a ver si me cargo a la intrusa... -Ryuichiro hizo de tripas corazón y se fue al cuarto de baño. Limpió minuciosamente, inspeccionó todos los desagües, movió el armario para ver lo que se encontraba allí y... Nada. Todo limpio y reluciente. Ni rastro de insectos.
Entonces, Ryuichiro empezó a tener miedo en serio. Volvió a la cocina y dijo:
-Kaoru... No la encontré por ningún lado...
-¿Sabes qué significa eso?
-...
-Tendrás que inspeccionar toda la casa... -Ryuichiro palideció, estuvo a punto de anular la apuesta... Pero su orgullo ganó.
-Está bien. Yo me encargo.
Mientras Kaoru estaba en la habitación, Ryuichiro limpió e inspeccionó detenidamente toda la casa. En cada rincón sospechoso echaba unas gotas de Ecogel, sin descuidar ni un milímetro, tal como habría hecho Kaoru... ¡Kaoru! Se las pagaría pero bien... Tenía que ir a por todas para intentar ganar esa ridícula apuesta y exigir un gran premio... Esos pensamientos lo motivaban a seguir limpiando... Pero sin deshacerse de esa sensación de miedo y asco que parecía invadirlo.
Por fin llegó a la habitación. La casa ya estaba limpia, Kaoru acostado y Ryuichiro a punto de hacerlo. Cuánto le gustaría acercarse a Kaoru y pedirle que lo abrazara toda la noche... Pero su orgullo era más fuerte. ¡Tenía que ganar! Así que se acostó sin más, deseándole buenas noches a su pareja.
-Buenas noches, Kaoru. -Se volvió de espaldas a él.
Estaba cansado, muy cansado. Sin embargo, no podía dormir. La imagen de las cucarachas campando libremente por su casa lo mantenía en vela... De pronto, unos cálidos brazos lo rodearon y una voz suave le susurró al oído:
-Ryuichiro... Todo era una broma. No hay ninguna cucaracha...
-¿Cómo dices?
-Que todo es broma. ¿Recuerdas lo que ocurrió cuando empezamos a salir? -Ryuichiro se quedó pensativo...
¿Será posible? ¡MALDITO KAORU! Hacerme pasar tanto miedo... Por lo menos en mi caso fue verdad. Pero no importa, ¡me las pagará pero bien!
La última palabra que rondó por la cabeza de Isaka Ryuichiro antes de dormirse fue... VENGANZA.