Ron fue al baño, estaba deseando irse de allí, no tenía ganas de enfrentar ni a Draco ni a Blaise, y tampoco sabía cuanto tiempo iba a poder aguantar las preguntas de Harry, pero no pudo evitar oír una conversación
—... solo te dije que le molestaras, no que te acostaras con él...—escuchó la voz del rubio sorprendido.
Como si una cortina de aire frío cayera dentro de su estómago que lo dejó inmóvil en el sitio, ojalá se hubiera marchado en ese momento.
—Harry me va a matar, y no solo eso ahora me echará la culpa de que le empujé a tus brazos—seguía diciendo Draco.
—No exageres, no fue para tanto—oír a Blaise decir eso, aunque Ron ya lo supiera, escocía.
—¿Solo yo he visto como te mira? Ese tío está loco por ti.
—Creo que exageras—dijo Blaise. Pero en ese momento se calló, la puerta no estaba cerrada y escuchó la madera del suelo crujir, Ron salió de allí a todo lo que sus piernas le dieron.
—Ron—escuchó a Blaise llamarlo, pero ya estaba en la chimenea, la imagen que dejó atrás era algo que iba a recordar, Blaise parecía preocupado, Draco miraba a Harry y Harry le miraba a él.
No quería hablar en ese momento, sus temores de ser obvio no eran fundados, lo era y no quería tener esa conversación, no le hacía falta, ya sabía lo que le iba a decir, tan solo no quería tener que estar allí parado escuchándolo. No tenía fuerza en ese momento para hacer como si le diera igual.
—No te vayas...—pero las llamas verdes no le dejaron oír más a Blaise.
—¿Me puede explicar alguien qué acaba de pasar?—preguntó Harry enfadado.
Blaise miró las llamas apenado, no quería hacerle daño a Ron, y se daba cuenta de que lo que había dicho Draco era cierto.
Pasó su mano por su corto cabello oscuro, y suspiró. No daba explicaciones, de verdad Blaise no daba explicaciones. Pero quería reconfortar al pelirrojo, no sabía cómo, pero sus tristes ojos antes de irse le molestaron demasiado, le gustaban cuando le sonreían, cuando le pedían más, cuando estaban tan cerca que casi no podía verlos.
—Harry, cariño, ellos ya son mayores...—intercedió Draco.
—No, dime que no te has acostado con él, Zabini—dijo tan bajo y tan amenazante Harry que casi estuvo tentado a esconderse tras su amigo. A él no lo hechizaría, ¿verdad?
—Bueno...—dijo mientras retrocedía un par de pasos ante la mirada colérica de Harry. Mierda, daba miedo.
—¿Es que acaso no te has dado cuenta de que Ron es una persona completamente insegura en estos momentos? ¿Es que solo puedes pensar con la polla sin entender las consecuencias que pueden tener tus actos en los demás?
Blaise no sabía qué decir, porque en el fondo, por una vez estaba de acuerdo. Se había dado cuenta de las inseguridades de Ron, se había dejado llevar aún sabiendo que podía acabar así. No había pensado ni por un momento en las consecuencias para el otro, pero es que nunca lo hacía.
—Mierda, voy a ir a hablar con él—dijo dirigiéndose a la chimenea.
Una mano más fuerte de lo que aparentaba le retuvo.
—Un momento, ¿qué piensas decirle?—le preguntó Harry.
—Que lo siento, que no quise hacerle daño, no sé, la verdad—confesó Blaise.
—No quieres nada más con él, ¿no?—preguntó Harry algo más calmado, pero preocupado.
—Bueno... Yo...
Draco había dejado su lado para irse hacia su novio ahora ambos lo miraban sorprendidos.
—¿Quién eres y qué has hecho con mi amigo Blaise Zabini?—dijo incrédulo Draco ganándose un codazo de Harry.
—¿Me estás diciendo que hay probabilidades de que quieras algo más con Ron?—cuestionó Harry.
—Estoy hecho un lío, esto es nuevo para mí—se dejó caer en el sofá que había tras de él y era la verdad no tenía experiencia con las relaciones, él era bueno para un revolcón, realmente bueno, pero no había tenido una relación desde los 18 años y esta no había salido nada bien, era cómico que su ex novia fuera ahora la novia de la ex novia de Ron.
—Bien, primero de todo tienes que saber qué sientes y después irás a hablar con él, en ese orden, ¿entiendes?—le dijo Harry sentándose a su lado.
—Nunca me he acostado con nadie tantas veces seguidas...
—Espera, espera...—dijo Draco de repente. —Acabo de caer, ¿os habéis acostado en nuestra cama?
Los ojos de Draco estaban abiertos de par en par, Blaise solo se rió culpable.
—No, eso sí que no... —dijo Draco espantado— voy a llamar a mi padrino, necesitamos alguna poción purificante, desinfectante, quemar la cama...