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Lo que amamos de ti por xMaiia

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Notas del capitulo:

Wattpad.

El japonés le entregó las llaves de la casa a su hermana para que trasladaran todos los regalos mientras su madre y él se dirigían al hospital con un Victor gritando por las contracciones que comenzaban a dolerle.

- Victor, respira hondo y cuenta hasta diez, después exhalas. -Le recomienda Hiroko, acariciando la suave mano de su yerno, en un intento de calmarlo para que Yuuri no se pusiera más nervioso y llegaran con bien a la sala de urgencias.

- Me duele mucho, Yuri estuvo pateando muy fuerte todo el día y ahora… ¡Auch! ¡Me duele!

- Ya vamos a llegar Vitya, aguanta poco… -Yuuri habló mientras rebasaba a los carros delante de él en la oscura calle, ganándose que varios sonaran su claxon y gritaran groserías.- ¡ESTOY A PUNTO DE SER PADRE, IMBÉCILES!

- ¡QUIERO LLEGAR VIVO AL HOSPITAL, IDIOTA! -Gritó el peliplateado, haciendo reír a su suegra.

No tardaron más de diez minutos cuando el japonés se estacionó en la entrada de urgencias, ayudando, junto a su madre, a bajar a su esposo, entrando rápidamente y gritando por la ayuda de un doctor o alguna enfermera.

En un par de minutos, Victor estaba sentado en una silla de ruedas, gritando por el dolor que las contracciones le causaban. Hiroko tomó del hombro a su hijo, quien ya iba caminando detrás de ellos.

- Dejaste el auto encendido en la puerta, cariño. Estaciónalo en lo que preparan a Victor para el quirófano, no pueden comenzar sin el papá presente. -Le recordó, haciendo que Yuuri se sobresaltara y corriera a la salida.

- El auto, el auto, el auto. Ya se lo han de haber robado. -Dio la vuelta en el pasillo, aliviándose cuando lo encontró justo como lo habían dejado. Subió en él, un poco más tranquilo, estacionándolo en el lugar más cerca que encontró.

Regresó con paso tranquilo, sonriéndole a su madre, quien le señaló el camino que debía seguir para prepararse y que le dejasen entrar a quirófano con su esposo. Un enfermero le dirigió a un cuarto donde le extendieron las barreras quirúrgicas y algunas instrucciones sobre lo que debía y no debía hacer dentro de la sala.

Salieron hacia el quirófano, donde ya estaban los doctores terminando de preparar lo que usarían y su amado omega recostado, quejándose aún.

- ¿Ya van a sacarlo? -Preguntó desesperado, su frente estaba perlada en sudor, su pecho subía y bajaba por los jadeos que salían de su boca.

- Le pondremos la anestesia raquídea primero. -Informó el doctor, antes de, con cuidado, colocarlo de lado e inyectarle la anestesia. El mayor extendió su mano hacia su alfa, buscando de una forma su apoyo.

El japonés se acercó sin dudarlo, besando su mano para después limpiarle un poco el sudor, alejándole los cabellos que se le habían pegado debido al mismo.

Victor cerró los ojos al sentir que el dolor comenzaba a bajar, hasta que dejó de sentirlo por completo. El doctor le volvió a poner en posición normal, colocando después una especie de barrera que no permitía a Victor ver más allá de su pecho, mientras que Yuuri estaba al pendiente de lo que hacían.

El japonés apretaba su mano varias veces, sonriéndole a su omega para tranquilizarlo. Podía oler en sus feromonas el nerviosismo.

- Nuestro cachorro pronto estará con nosotros. -Se agachó y dejó un beso en su frente, mientras los doctores y enfermeros trabajaban duro para llevar a cabo el nacimiento con éxito.

No supieron cuánto tiempo pasó, pero Yuuri volteó a ver el trabajo de los doctores, notando como estaban sacando a su hijo del interior de su esposo, los enfermeros se apresuraron a destapar sus fosas nasales y su garganta, escuchando el potente llanto, haciendo que Victor se inquietara un poco.

- Ya está aquí… -Susurró el peliplateado emocionado, viendo a su esposo. Quería ver a su bebé ya.- ¿Puedo verlo?

Una enfermera se acercó con el bebé, que estaba lleno de sangre y algo hinchado, pero poco le importó a Victor, que besó su frente, haciendo que su llanto se calmara un poco. Yuuri sintió que unas lágrimas bajaron por sus mejillas, la chica se acercó también a él, dejando que también le dejara un pequeño beso, procediendo a alejarse para limpiarlo mientras los doctores terminaban la operación y lo saturaran.

- Nuestro pequeño Yuri… Gracias Victor. -Dijo el japonés, besando los suaves labios del ruso, quien comenzaba a quedarse dormido por el cansancio de todas las emociones del día.

//

El ruso comenzó a abrir los ojos sin saber cuánto tiempo había pasado desde que salió del quirófano, pero escuchó como su amado estaba hablando, dándole la espalda. Escuchaba un ligero llanto que se incrementaba mientras sus ojos se adaptaban a la luz de la habitación.

- Despertarás a mami, bebé… ¿Y si nos calmamos un poco? -El japonés se giró para sentarse en el sofá, notando que el mayor ya estaba despierto.- Oh, Vitya, despertaste. Mira quien despertó, Yuri. -Caminó hacia la camilla, sentándose con cuidado mientras el bebé no dejaba de llorar.

- ¿Nuestro cachorro? -Se sentó con cuidado, incómodo por lo que sentía en la parte baja de su vientre, estirando sus brazos, pidiéndole en silencio a su pareja que se lo pasara, teniendo en segundos el pequeño bultito entre ellos.- Yuuri, es hermoso…

Los dos comenzaron a llorar de la alegría, habían sido unos meses difíciles, pero todo había valido la pena desde el momento en el que lo tuvieron en brazos.

El pequeño Yuri dejó de llorar, estaba envuelto en una mantita azul, su rostro estaba descubierto y parte de su cabeza, dejando ver una finita mata de cabellos rubios.

Escucharon unos pequeños y suaves toques en la puerta y entraron los padres del japonés, llevando con ellos arreglos y globos color azules, con el fin de adornar un poco la habitación y celebrar la llegada del bebé.

- ¿Dónde está mi nieto? -Hiroko se acercó a la pareja, contemplando con una sonrisa al pequeño ser que dormía tranquilamente entre los brazos de su madre.- Es tan hermoso, Victor. Felicidades a los dos, por fin son padres.

- Gracias mamá.

- Sí, es hermoso nuestro bebé. Muchas gracias, suegra. -Los dos tenían el rostro iluminado por la felicidad que sentían, liberando feromonas en el ambiente que, aunque no podían ser percibidas por los presentes, sabían que calmaban a su bebé.

Toshiya se acercó también, contemplando a su nieto con una amplia sonrisa, felicitando también a los dos padres.

- ¿Ya tienen nombre para el pequeño príncipe? -Ambos asintieron, mirándose con una sonrisa.

- Se llamará Yuri. -Contestó el peliplateado.

Los padres del alfa sonrieron, mientras veían con cariño a la familia frente a ellos. Se sentían orgullosos de que su hijo se hubiese encontrado a un omega tan bueno como Victor y se sentían más orgullosos de saber que los dos eran destinados.

- Hijo, iremos a la cafetería del hospital por algo de tomar y algunos snacks. -Dijo Hiroko, separándose un poco de su marido para acercarse de nuevo al bebé, depositando un beso en su frente.

- ¿Necesitan algo? -Los dos negaron, viendo que salían de la habitación, dándoles privacidad de nuevo. Ambos dirigieron su mirada al recién nacido, que bostezaba un poco para continuar durmiendo.

- ¿Puedes cargar al bebé, por favor? Me siento un poco cansado. -El de lentes asintió, tomándolo con muchísima suavidad, tenía miedo de hacerle daño, se veía tan frágil.

- Bienvenido a la familia, Yuri Katsuki-Nikiforov.

Y así fue como el 1 de Marzo se iluminó con tu llegada.

Notas finales:

BABY YURIO YA NACIÓOOO.

A partir del siguiente capítulo es sobre cómo viven la aventura de ser padres primerizos. <3

Espero que les haya gustado el capítulo. Gracias por leer. <3

¡Saludos!


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