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Cariño, por favor, sé real por Eza-chan

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Notas del capitulo:

Ni Batman ni Superman me pertenecen.

Muchas gracias por todos sus comentarios.

-Kent- Llamó Perry entre dientes (Clark no tenía idea de que su jefe tenía la capacidad de hacer que un casi susurro se escuchara como un grito aterrador).

Clark apartó la vista de la pantalla de su ordenador, solo necesitaba la frase final que concluyera satisfactoriamente su artículo… por desgracia Perry nunca podía esperar.

- ¿Sí? –

-¿Dónde está Lois? – Pero más allá de poner atención a lo que sea que Perry acababa de preguntar, su atención fue robada por el hombre caminando detrás de su jefe, hombre que detonaba seguridad, sabiéndose dueño del lugar (porque lo era… literalmente).

- Eh… ¿qué? -

- ¡Lois, Kent! – Una vez que Bruce dejó de pasear su mirada por el lugar y se concentró en él (Clark Kent y no Superman), le sonrió, en la misma forma incomodante en la que le había sonreído a Superman mientras sugería que tuvieran sexo en público.

- Creo que dijo que iría a hablar con uno de sus informantes, era algo que no podía esperar o algo así- Trató de explicar mientras pretendía que la mirada de Bruce Wayne no lo estaba taladrando.

- Pero si le dije que…- Perry respiró profundo para girarse a sonreírle al Señor Wayne. -Lo siento mucho señor Wayne sé que dije que le presentaría a nuestra escritora estrella, pero al parecer esta allá afuera defendiendo su título. Tendremos que conformarnos con nuestro… otro… escritor estrella- Clark quedó sorprendido, ¿Perry realmente estaba hablando de él?

- Un placer señor Wayne, soy…-

- Clark Kent- Exclamó el hombre respondiendo a la mano que él había ofrecido, al mismo tiempo que se sentía gratamente sorprendido.

- Sabe mi nombre-

- Es que tiene su gafete puesto- Explicó Wayne ilustrando el sitio donde colgaba su nombre con una mano.

Clark iba a fingir que no se había sonrojado.

Se quito el gafete lo más rápido que pudo, al tiempo que Perry parecía querer matarlo 1001 veces.

-Es una broma, lo siento, sí lo conozco, siempre leo sus columnas, sobre todo me gusta cuando habla de Superman, nunca lo idealiza siempre lo hace ver un poco más… mundano-

Nunca nadie le había mencionado a Clark que ese fuera su punto fuerte al escribir sobre su contraparte.

-Muchas gracias, Señor Wayne-

-Kent, como debes saber desde hace unos días empresas Wayne es nuestro dueño ahora-

-Me interesa que periódicos con gente tan capacitada como ustedes que buscan la verdad, puedan seguir funcionando- En ese momento Jimmy decidió aparecer hablándole a Perry por lo bajo.

-Discúlpenme, tengo que atender una llamada-

-Señor Wayne, me alegra que se permitiera volver a Metrópolis y que lo que pasó la última vez que vino no lo amedrentara- Bruce movió suavemente una mano como si con ello alejara el pensamiento que Clark había puesto.

-Si me hubiera intimidado con solo eso no podría seguir llamándome un ciudadano de Gótica y empresas Wayne no sería lo que es hoy- Clark sonrió un poco incómodo. – Además perderme la oportunidad de ser nuevamente atacado y ser salvado por Superman, yo creo que no-

-Así que el señor Wayne desea una… relación con Superman- Ni siquiera se molestó en hacerlo sonar como pregunta.

-Bueno, no es mi meta si te soy sincero, pero si llega a pasar…- Wayne encogió un hombro suavemente.

-Hace unos años existió el rumor de que salía con Batman, ¿no es así? – Bruce sonrió juguetonamente.

-Yo no lo llamaría… salir- Clark ni siquiera se dio cuenta de que había fruncido el ceño.

Él añorando una relación con Batman y este tipo superficial rebajando a su amigo a alivio sexual.

-Así que no es que realmente busque una relación con Batman o Superman solo quiere la relación… física y después alardear de ello- Bruce rio.

-Si así es como quieres verlo-

Perry decidió aparecer en ese momento.

-Kent-Lo llamó, a lo cual Clark agradeció, pues no sabía si, de seguir hablando con el señor Wayne, hubiera sido capaz de controlar su temperamento más tiempo (cosa que, siendo sinceros, no estaba haciendo muy bien). -Necesito que entretengas un momento al señor Wayne-

- ¿Yo? -

- ¿Ves a otro Kent en Metrópolis-

-Pero señor yo… es hora de mi almuerzo-

-Perfecto, llévalo contigo-

-Pero…- Y sin más Perry se apartó de él, caminando en dirección a Wayne.

-Señor Wayne, voy a necesitar salir unos minutos, pero mientras usted podrá ir a almorzar con el señor Kent, todo claro por parte del Daily Planet, ni siquiera Superman puede salvar el mundo con el estomago vacío, a su regreso hablaremos de los cambios que planea para el periódico-

Y sin más Perry se alejó, dejando a Clark a solas con Bruce Wayne.

“Yei”.

No estaba cómodo, de por sí normalmente no estaba cómodo en su cuerpo, esta vez no estaba cómodo con su ropa, no estaba cómodo con el calor, no estaba cómodo con la cantidad de gente que había en el local y por supuesto no estaba cómodo con la compañía.

El señor Wayne se veía muy interesado, como si cada pequeño adorno en la pared y cada mesera o mesero que pasaban haciendo su trabajo fuera una atracción de circo.

Y Clark lo había intentado, porque Ma y Pa le enseñaron a nunca juzgar por apariencias, él era reportero por todos los cielos, sabía que a veces las noticias se tenían que exagerar para vender, por eso, pese a todo, se permitió suponer que Bruce Wayne no era una mala persona, ser multimillonario no te hace mala persona, tampoco tener sexo con cuantas personas se le crucen enfrente (incluso si Clark no estaba de acuerdo con aquella ideología, no tenía derecho a juzgar, cada quien era libre de vivir su vida como quisiera y buscar la felicidad donde quisiera), pero vaya que el hombre no podía ser más superficial.

- ¿Y que le ha parecido Metrópolis?, Señor Wayne-

- Es una ciudad con mucho potencial por explotar aún-

- Planea seguir haciendo negocios aquí-

- Claro, pero ¿Qué es esto?, ¿una entrevista de la que no se me informó?, Nunca me habían entrevistado en un local como este-

- Por supuesto que no, Señor Wayne, solo quería hacer un tema de conversación-

- Bien, entonces hablemos de usted Señor Kent, ¿es de Metrópolis? –

- No, soy de un pequeño pueblo llamado Villa Chica, en Kansas… ¿Ha estado en Kansas? -

- No, ¿Tiene familia allá? -

- Mis padres-

- ¿A qué se dedican ellos?, ¿También son periodistas? -

- No, tienen una granja, es pequeña, pero les va bien-

- Usted es un alfa ¿no? - Clark no terminaba de entender como habían pasado de hablar de sus padres a su género secundario. Aun así, decidió contestar.

- Sí-

- Y aun no tiene un compañero -

- No –

- Que extraño –

- ¿Por qué? –

- Bueno, un alfa como usted, señor Kent, no debería tener problemas para encontrar un compañero- Claro, el estereotipo del alfa que todo lo puede, lo que le faltaba.

- Tal vez no quiero uno-

- O tal vez ya le hecho el ojo a un compañero en específico, pero no ha cedido-

- Eso no es…-

- Mhm... tal vez la señorita Lane, he escuchado que es una mujer muy atractiva-

- Señor Wayne…-

- No ha cedido a sus…-

- Tal vez solo es que no todos queremos una relación, tal vez no todos buscan relaciones basadas en sexo y utilizan a las personas como juguetes sexuales para después desecharlos, porque hay gente que se preocupa por otras cosas que no son mantener sus acciones, las atención del mundo y tener sexo- Y dicho eso, se puso de pie, caminando directo a la salida, no soportaba a ese sujeto, estaba tan enojado que ya ni siquiera recordaba que era todo lo que había dicho, ¿perdería su trabajo? ¿su vida a manos de Perry?

Y qué si así era, ya no importaba, se sentía tan bien el haberse desahogado.

 

Justo antes de dar vuelta en la esquina, recordó algo trascendental, devastador y humillante… se había ido sin pagar (y sin comer).

No iba a regresar, claro que no.

Al final como perro con la cola entre las patas regresó sobre sus pasos, sintiendo como su rostro se calentaba más y más (¿Vergüenza?, ¿enojo? Más bien, una combinación de ambos).

El Señor Wayne estaba justo donde lo había dejado, terminando el vaso de agua que había pedido previamente y girándose justo cuando él se acercó.

-Señor Kent- Dijo sonriente y sin una pizca de enojo o molestia.

-Me fui sin pagar, lo siento- Wayne, por primera vez en la vida de Clark se vio un poco descolocado para después soltar una sonora carcajada que atrajo la atención de varias personas. Clark quería ser tortuga y esconderse en su caparazón.

-Sí recuerda quien soy ¿verdad? –

-Eso no importa, no debí irme sin pagar- Bruce Wayne lo miró con mucha atención y seriedad, atención que él fingió no notar.

Cuando Clark se permitió alzar la vista de su cartera y centrarse en el rostro del dueño de industrias Wayne, terminó por entender que durante toda su vida no había presenciado una sonrisa sincera por parte de su contraparte hasta ese momento.

- Mi parte y se supone que el diario va a pagar su parte así que…- Terminó diciendo, sin palabras golpeadas ni ira en la voz (como había ideado que lo haría), dinero que Wayne tomó sin agregar nada más.

Una de las jóvenes meseras se acercó con su comida lista para llevar.

- Aquí tienen y aquí está su recibo, que tengan un lindo día, provecho-

- Gracias – Contestó él tomando el almuerzo mientras el señor Wayne se ponía de pie.

Al salir del local, Wayne le sonrió, cuestionándolo.

-Y… ¿a dónde vamos a ir a comer? –

-Eh… podemos sentarnos en el parque, no está muy lejos- A veces la vida era un poco complicada porque no terminaba de recordar si algo era sencillo para Superman o para Clark… - O regresar al Daily Planet o…- Mientras estaba tratando de decidir a dónde llevar al hombre que por el momento no parecía querer matarlo o despedirlo, logró escuchar un carro acercándose a gran velocidad, seguido por la policía.

- ¿Kent? –  Llamó Wayne, pero él escuchó las armas disparando, disparos dirigidos en dirección a ellos.

- ¡Cuidado! – Alcanzó a gritar, lanzándose sobre Wayne escuchando gritos, más disparos, vidrios rotos, para finalmente ver y escuchar el auto chocar una cuadra más enfrente, cuyo intento de escapar corriendo fue detenido por la policía, se giró en todas direcciones en busca de heridos, pero nadie parecía estar en peligro inminente de muerte, Superman no parecía ser necesario por el momento, Clark por otro lado…

-Señor Wayne- Llamó apartándose un poco del hombre para mirarlo a la cara, no esperaba ver el rostro de alguien inconsciente. - ¡Señor Wayne! – Se apartó lo más que pudo sin dejar de proteger al hombre de posibles pisotones y empujones de personas que aun trataban de huir gracias a la histeria colectiva.

Con su visión de rayos-x exploró el cuerpo ajeno en busca de balas o lesiones, sin encontrar más allá de lesiones antiguas, así como un hematoma en formación en la nuca.

Clark lo había noqueado al tratar de protegerlo, estaba tan apresurado que no pudo controlar la fuerza con la que lo empujó al suelo.

¡Dios, pudo haberle fracturado el cráneo!

-Señor Wayne- Llamó de nuevo, mientras comenzaba a levantarlo (ya seguro de que no había fracturas en su columna cervical), no era bueno que siguieran ahí en la banqueta en medio de todo el desastre. -Señor Wayne- Llamó por tercera vez acomodando al hombre entre sus brazos, con un buen agarre en su espalda y piernas, sin siquiera recordar el fingir que suponía un esfuerzo para Clark Kent levantar a alguien con un cuerpo como el del señor Wayne.

El hombre finalmente comenzó a reaccionar, llevando de inmediato una mano a su nuca, soltando un ligero quejido, para obligarse a abrir los ojos, mirándolo a él (luciendo un poco desubicado, probablemente tenía una contusión) y luego a su alrededor.

- Señor Wayne- Exclamó él aliviado de verlo despertar.

- ¿Qué?... ¿D, Ja…?,

- ¿Señor Wayne? – Trató de entender lo que decía el hombre, de verdad que sí.

- ¿Dónde están Dick y Jason?, ¿Dónde están mis…?... Quítate… ¡Quítate!, ¡Suéltame! – Finalmente Clark lo había entendido.

- Señor Wayne, tranquilícese - Y eso justamente tuvo el efecto contrario… obviamente.

Wayne tomó la mano que estaba sosteniendo sus piernas, doblando sorpresivamente uno de sus dedos, si Clark no fuera un kriptoniano, ese dedo definitivamente habría sido fracturado, en varias partes.

- ¡Ah! - Exclamó más por la sorpresa que por el dolor inexistente. -Señor…- Negó con la cabeza varias veces. -Bruce, soy yo Clark Kent, ¿recuerdas?, todo esta bien, Dick y Jason no estaban con nosotros, tienes un golpe en la cabeza, fue mi culpa, perdón, pero tus hijos no están aquí, están en casa…- Clark obviamente no estaba seguro de donde estaban los niños, pero ¿Qué más podía decirle a este hombre aterrado? - Están a salvo –

Y al final logró que Wayne lo mirara a los ojos, luciendo cada vez menos confundido en el tiempo y lugar.

- ¿Quiere que lo baje? – Bruce miró el piso detrás de Clark y asintió suavemente, a lo que el obedeció de inmediato, sin apartarse físicamente, cuidando que el hombre estuviera lo suficientemente estable sobre sus pies.

-¿Están todos bien por aquí? ¿Necesitan atención médica? – Cuestionó una mujer en sus treintas con uniforme de paramédico.

- Yo estoy bien- Contestó Clark colocando una mano en su pecho para remarcar lo dicho

- Estoy bien- Contestó Bruce sin mucha fuerza en la voz y aun sosteniéndose de Clark con una mano en su hombro, parecía estar un poco mareado.

- No, él no esta bien, creo que tiene una contusión-

- Venga conmigo para revisarlo-

-  Estoy bien- Exclamó Bruce con un poco más de autoridad.

- Señor Wayne, si no va por su propia cuenta lo voy a volver a cargar como una damisela en peligro y yo mismo lo llevaré hasta ahí- Bruce lo miró con el ceño ligeramente fruncido (¿Estaba molesto?, ¿Tenía dolor?, ¿Quién lo sabía?, Clark no).

-  Bien, iré- Y se apartó de él dispuesto a seguir a la paramédico, luciendo aún algo inestable sobre sus pies, por lo que para cuando Clark lo notó ya estaba junto al hombre sujetándole por el brazo, Bruce lucía confundido y un poco aliviado.

- Yo… lo acompaño- El multimillonario no se molestó en dar una respuesta verbal, limitándose a continuar caminando.

-  … tenga esto para el dolor y recuerde si hay movimientos anormales en el cuerpo, si alguien lo nota desorientado de nuevo, si no sabe, donde esta, que día es, quién está con usted y si vomita sin arcada, son signos de alarma y hay que acudir al servicio de urgencias más cercano –

-  Sí, gracias –

- Si no recuerda algo, estoy segura de que su alfa lo hará – Clark que hasta ahora había estado muy cerca de Bruce preguntándose si debía o no ayudarlo a ponerse de pie (por miedo a la reacción del hombre) miró a la paramédico con los ojos bien abiertos.

Bruce le sonrió burlonamente sin negar nada.

- De nuevo, muchas gracias –

Una vez lejos de la paramédico, Clark se permitió olvidar lo de “Su alfa” y cuestionó a Bruce.

- ¿A dónde va? –

- Tengo una reunión con el señor White –

- No – Contestó él a lo que Bruce alzó una ceja.

- ¿No? –

- No, yo le explicaré a mi jefe lo que pasó, es mejor que usted se vaya a descansar –

- Señor Kent, soy perfectamente capaz de…- Y mientras Wayne iniciaba su explicación de porque podía hacer lo que se le viniera en gana, (contusión o no), perdió un poco el equilibrio, generando en Clark la necesidad de estabilizarlo nuevamente por los brazos y eliminando sus deseos de soltarlo en un futuro cercano.

Wayne suspiró murmurando algo por lo bajo que sonaba como una maldición.

-          Bien, me iré a… “descansar”- Exclamó con un tono de descontectó que nunca había escuchado en este hombre, pero estaba seguro de que sí en alguien más, solo que no lograba ubicar quién. - Discúlpeme con el señor White – Clark sonrió aliviado, pero luego el nerviosismo volvió a él al sentir al señor Wayne apartarse de él y comenzar si camino hacia un destino desconocido para él.

- ¿A dónde va? -

- ¿A mi hotel? –

- Oh, ok… lo acompaño –

- ¿Qué?, Kent no sabía que eras tan asertivo – Dijo con tono pícaro, pero con visible poca energía.

-          No, no es…- No, no, su cara no se estaba sonrojando, ¡Había dicho que no! -No quiero que vaya solo, ¿Qué tal si le pasa algo en el camino o…? – Bruce se detuvo de golpe para girarse a mirarlo con un rostro serio (toda aquella acción Clark no entendía porqué le parecía tan familiar, como si la viera muy seguido en su día a día).

- Ok –

- Ok, conseguiré un taxi –

El viaje fue en silencio, uno que Clark ni siquiera podía catalogar si era incomodo o no.

Al llegar al hotel Bruce pagó sin mucha parafernalia, bajando del auto, seguido muy de cerca por Clark, quien atinó a pedirle al taxista que lo esperara.

- ¿Sus hijos están con usted hoy también? –

- No, estoy solo, porque el plan es irme mañana –

- Oh – Bruce no sonrió.

- ¿Vas a subir a mi habitación? – Clark sonrió ligeramente, pues sabía que su contraparte conocía su respuesta.

- No – Wayne le sonrió suavemente.

- Buenas tardes… Clark –

- No olvide los signos de alarma – Bruce no apartó su sonrisa.

- No lo haré –

- Si necesita cualquier cosa… - Y antes de que pudiera terminar Bruce Wayne desapareció en el interior del Hotel.

¿Qué si Clark escuchó la respiración de Bruce Wayne toda la noche para asegurarse de que estuviera bien?… para nada.

Notas finales:

Gracias por leer.


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