—¿Sherlock, estás realmente seguro de lo que vamos a hacer? —preguntó John con cara de pocos amigos, mientras se abotonaba el último botón de su camisa roja, intentando verse lo mejor posible para el evento.
—Siempre estoy seguro de lo que hago…—replicó Holmes con actitud indiferente
—me refiero a que…olvídalo—dijo John al fin, tomando su peineta, comenzando con el arduo proceso de peinarse sin pasar a llevar la reciente cicatriz de su nuca.
—no, por favor…plantea tus inquietudes de una vez, si no lo haces ahora se que saldrán en algun momento poco oportuno de la noche.
—bueno, tu odias todo esto, la gente, el baile, la música, el aroma a marihuana en el aire, los estúpidos adolescentes sudorosos y hormonales contaminando el aire que respiras…lo has dicho más veces de las que puedo recordar.
Sherlock sonrió ante el comentario, John lo conocía bastante bien después de todo, se acercó sigilosamente al rubio por la espalda, mientras éste comenzaba a peinar su cabello hacia atrás con algo de ayuda del gel—bueno John…—susurró Sherlock al oído de John, quien vio su delgado rostro a través del reflejo del espejo, observó esos ojos claros que lo miraban con intensidad—a veces es bueno experimentar ¿estás de acuerdo? —dijo Holmes esbozando una tentadora sonrisa ladina
—no hagas esto—advirtió John bajando la mirada.
—no estoy haciendo nada—susurró Sherlock tomando a John de la cintura, manteniendo la cercanía.
—si, claro que lo estás haciendo…estás aquí hablando insinuadoramente, para que haga lo que quieres, como siempre. Deseas que te acompañe a esa fiesta para que puedas ver a ese…chico nuevo—dijo John con amargura, apartando la mano de Sherlock de un golpe
—si no te conociera me atrevería a pensar…por tu tono de voz, la forma en la que frunces los labios y la repentina dilatación en las aletas de tu nariz que estás sufriendo de un repentino ataque de ce…
—¡no te atrevas a decirlo Holmes! —exclamó John enfadado, tomando su chaqueta y digiriéndose a la salida del apartamento, Sherlock sonrió divertido, Watson se veía increíblemente cómico dando esas zancadas malhumoradas sobre el piso de Baker Street “es un enano adorable” dijo para sí, negando con la cabeza—no estoy celoso, es solo que todo esto…la repentina invitación de Stacy, tu aceptando por ambos, no lo sé…el asunto me da desconfianza, pero ya lo hemos discutidos así que vamos de una vez, antes que me arrepienta de tus estúpidos planes
—John solo quiero decir que…voy a la fiesta de Stacy solo por la diversión…—dijo Holmes con actitud exagerada, John no pudo evitar sonreír ante la evidente mentira.
—Sherlock, eso sonó muy poco creíble y lo sabes
—mmm…quizás, pero al menos contigo estos sacrificios son mas tolerables…cuando vas con alguien de confianza.
—¿es tu primera fiesta? —preguntó John con una sonrisa maliciosa
—para todo hay una primera vez—replicó Holmes con actitud solemne, sus miradas se encontraron y John Watson no pudo evitar apretar los labios al pensar en “el otro significado” que podría adquirir aquella frase en una situación más comprometedora, sus mejillas se enrojecieron al instante por lo que decidió voltear el rostro fuera de la atenta mirada del aspirante a detective. Sherlock continuó observándolo disimuladamente durante todo el trayecto en el taxi, intentando deducir que estaría pensando John justo en esos momentos.
—Llegamos—susurró John encogiéndose de hombros frente a la enorme mansión de Stacy. Sherlock no pareció interesado en lo más mínimo por la ostentación del lugar, sus ojos se fijaron por unos segundos en las múltiples cámaras que estaban estratégicamente ubicadas en el lugar.
—a la batalla…—susurró golpeando la puerta, sintiendo al instante el sutil aroma a tabaco, alcohol y marihuana mezclarse en un vaho nauseabundo, decidió ignorarlo, concentrarse en lo verdaderamente importante su objetivo de esa noche “acercarse a Richard Brook y descubrir sus verdaderas intenciones”, había leído atentamente cada archivo proporcionado por Mycroft, y su instinto le decía que algo andaba mal con ese muchacho, recordó su nombre, su mirada desafiante casi burlesca, su actitud vacía y distante, sus gestos absolutamente calculados…mientras más repasaba en su mente los escasos momentos en que había observado a ese muchacho, más se convencía que Brook tenía un interés personal en él, secretamente se sentía vigilado por Brook en la escuela lo cual le causaba cierta incomodidad que era demasiado orgulloso para admitir. Sentía que Richard “lo notaba”, lo observaba a la distancia silenciosamente desde su pupitre al otro extremo del salón o se cruzaba de pronto en uno de los pasillos atestados de estudiantes manteniendo la mirada fija en los ojos de Holmes, eso sin olvidar que Sherlock lo había visto entrar minutos antes que John hiciera ingreso al baño de hombres…una corazonada le decía que Brook estaba involucrado en el incidente con la bomba…era la única posibilidad perfectamente lógica. De pronto volvió a la realidad, observó el irritante rostro de Stacy a menos de un metro que lo miraba con una ceja enarcada haciendo una mueca arrogante mientras se apoyaba en el marco de la puerta.
—así que el señor Holmes se dignó a venir a mis aposentos…vaya muchachos, no me lo creo…—dijo sonriendo con malicia, observó a John y extendió sus brazos abrazándolo efusivamente—esta noche si que no te escapas de mi…—le susurró al oído, Sherlock se tensó instintivamente cuando vio esa inapropiada muestra de afecto, pero finalmente suspiró avanzando hacia el interior de la estancia, tendría que soportar a esa irritante niñita insinuándosele a John después de todo, se había mentalizado para tolerarlo pero en la práctica era realmente difícil mantener la compostura.
Observó cada detalle, tal como esperaba, prácticamente estaba toda la escuela, muchachos besuqueándose grotescamente en las esquinas de la casa, gente bailando alborotada con la música excesivamente fuerte, por un instante pensó que no soportaría tanto alboroto, la saturación de sonidos se transformaban en un ruido sordo que estaba al borde de paralizar sus tímpanos, y el nauseabundo aroma de drogas que ya conocía bien junto a olores de perfumes baratos, el humo del cigarrillo y alcohol por doquier. “concéntrate” se dijo así mismo, comenzó a avanzar lentamente por la masa de personas a su alrededor identificando a su objetivo.
John vio a Sherlock alejarse y al instante reaccionó—Stacy debo ir a hablar con Sherlock, puedes esperar unos minutos, pero la muchacha hizo caso omiso a sus palabras, jalándolo del brazo hasta llevarlo a una de las salas de estar que estaban vacías—¡oh vamos! ¿Qué hacemos aquí?, la fiesta es por allá, ya te dije Stacy…necesito hablar con Sherlock, es urgente
—acabas de separarte de él y ya quieres estar nuevamente a su lado, a él lo tienes a toda hora…¿por qué no aprovechamos el momento? ahora que estamos solos—dijo la muchacha con una sonrisa traviesa, acercándose a John, acorralándolo contra una de las paredes.
—Stacy no entiendes, el no suele venir a fiestas, de seguro me necesita en estos momentos
—estoy segura de que él puede arreglárselas solo…debe entender que su amigo tiene ciertas necesidades—dijo Stacy mientras rozaba la entrepierna de John—vamos, solo relájate—susurró ella a su oído, John enseguida apartó su mano, y logró recuperar su distancia, lo supo desde un principio, jamás debió acceder a ir a esa fiesta.
—debo irme—fue todo lo que dijo, dirigiéndose hacia la puerta de la sala, “debo encontrar a Sherlock”
—¿de verdad crees que lo que tienes con él terminará bien? —replicó Stacy sosteniendo su muñeca.
—no se a que te refieres—evadió John dándole la espalda, intentando sacudirse el agarre de la chica.
—por favor John, sabes exactamente lo que quiero decir…escucha, solo estás confundido…déjame mostrarte lo que te pierdes, si quisieras dejar tu amistad con fenómenos como Sherlock Holmes y finalmente decidirte a llevar una vida normal…podríamos volver a estar juntos—dijo ella acercándose con una sonrisa—podríamos ser la pareja más popular de la escuela…solo piénsalo.
—Stacy…por favor, no hagas esto
—no puedo evitarlo…sabes lo que siento por ti, tu solo estás confundido…encandilado por ese muchacho, no eres gay John…te conozco, se que te gustan las chicas…se que te gusto…déjame demostrártelo—dijo abrazándolo por la espalda, descendiendo sus manos por el abdomen de John, nuevamente su insinuador avance fue detenido en el acto.
John volteó y la observó con severidad, debía terminar con todo eso de una vez por todas, tenía que se franco con la chica, aunque aquello la lastimara, era lo mejor para ambos—lo nuestro no funcionó Stacy, quieras o no…eso quedó en el pasado, quizás debimos hablar de nuestro quiebre en su debido momento, te habría ayudado a cerrar mejor ese ciclo, eres preciosa, cualquier chico te querría como novia…
—yo te quiero a ti…creo que te amo John—interrumpió ella de improviso tomando a John del rostro con la intención de besarlo, el muchacho se mantuvo firme en su posición, suspiró cansado por la situación, pero se dio ánimos, debía darle a entender a Stacy que lo suyo ya había quedado en el pasado.
—…esto es solo un capricho, una obsesión porque sabes que ya no puedes tenerme, no estoy aquí para consentirte, en este momento soy inaccesible para ti por lo que deseas estar conmigo, pero si volviera a ti estoy seguro que en unos meses serías tu quien terminaría la relación, eso sucedió la última vez, recuerdas que me dejaste porque era “demasiado aburrido para ti” “necesitabas a alguien mejor” “yo no era suficiente”. Escucha Stacy, eres una mujer bellísima, y sinceramente en algún momento yo también estuve interesado en ti, pero eso fue hace mucho y lo que sientes no es amor
—¿cómo estas tan seguro? —inquirió ella con cierto tono de reproche sin poder evitar que sus lágrimas comenzaran a nublar su mirada.
—porque cuando amas no dudas, acabas de decir “creo que te amo” estás confundida Stacy, espero que en algún momento puedas darte cuenta de tu error y no malgastes esas palabras…eso es especial.
—deja tus discursos diplomáticos John…hablas como si supieras lo que es el amor…—John abrió los ojos con sorpresa, en su mente solo pudo pensar en Sherlock ¿amaba a Sherlock Holmes? ¿Cuántas veces quiso expresarle sus sentimientos sin atreverse a alterar el delicado equilibrio de su ambigua relación?
—tal vez lo sepa…—susurró al fin
—y yo que le había pedido a Brook que distrajera al raro de tu amigo—dijo ella con decepción—supongo que no funcionó el plan después de todo, me siento como una tonta
—espera ¿de qué estás hablando? —inquirió John repentinamente enfadado tomándola por los hombros
—bueno…él estaba realmente interesado en Sherlock…y quizás…le dije que estaba disponible, ¿está soltero no? Le dije que si venía a mi fiesta podía probar suerte con él...sabes que las fiestas son la instancia perfecta para estas cosas.
—¿le ofreciste a Sherlock como si fuera un pedazo de carne? El jamás aceptará algo como eso
—no…pero quizás con el estimulante adecuado…—comentó Stacy con desinterés.
—¿de qué estás hablando?
—bueno Richard dijo que Sherlock en sus cabales jamás le dirigiría la palabra…pero quizás con algún estímulo extra su suerte cambiaría…no lo sé, puede que sea solo una broma John, no te lo tomes así.
—¿Stacy estás hablando de una droga? ¿iban a drogar a Sherlock para que se dejara seducir por Brook? ¿Eso estás diciendo? ¡Contéstame de una vez!
—bueno si lo dices así…suena muy mal, pero…no es tan terrible John
—¿Dónde están?
—John no fue mi intención yo…
—¡responde de una vez!
—le dije que si todo resultaba a su favor podía ocupar una de las habitaciones de arriba…—
—confié en ti…pensé que en el fondo eras una buena persona, pero realmente eres solo una niñita consentida con complejo de grandeza a quien no le interesa el daño que puedan provocar sus caprichos. Jamás te importé, yo solo era tu trofeo y estabas dispuesta a todo con tal de sacar a Sherlock de tu camino, incluso a drogarlo y dejarlo en manos de un maniático enfermo como Brook…esto me causa repulsión— dijo John fulminando a la chica con la mirada, acto seguido Watson corría desde la sala abriéndose paso entre el mar de personas que obstaculizaban el camino hacia el segundo piso, corrió por las escaleras, no sin darse uno que otro tropezón entre los escalones, abrió con prepotencia cada habitación, intentando ignorar las escenitas comprometedoras en las que sorprendía a los demás estudiantes, finalmente en una habitación apartada, la puerta permanecía cerrada por dentro, comenzó a golpear con fuerza, frenéticamente, escuchó un quejido, era la voz de Sherlock desde el interior. No lo pensó dos veces, tomó impulso y abrió de golpe la puerta del dormitorio, vio a Brook tendido sobre Sherlock quien tenía los ojos entrecerrados con actitud perdida
Se abalanzó sobre Brook propinándole un par de golpes—eres un maldito enfermo, ¡qué pretendías imbécil!
—créeme no es lo que piensas—dijo Brook cubriéndose el rostro, mientras saboreaba el hilo de sangre que había quedado en su labio—…solo estaba verificando que respirara—dijo el muchacho observándolo con actitud burlesca, alternando su mirada entre John y Sherlock —tu amigo tiene poco aguante al alcohol ¿eh? Una copa y cae de esa forma…nunca había visto a alguien que…
—¡fuera! ¿crees que soy idiota? Lo drogaste imbécil… ¡no sé qué clase de droga empleaste pero esto es obra tuya!
—vamos John, esa es una acusación muy grave…y sin pruebas, yo que tu…sería más cuidadoso con mis palabras—Brook se detuvo en la puerta y volteó con expresión divertida— ¿Es curioso verdad?, como las personas más fuertes, estoicas y brillantes caen de un solo golpe, se ven tan vulnerables cuando están tendidas en el piso sin poder mover un músculo…al fin y al cabo todos son simples mortales…incluso Sherlock Holmes…y hasta tú…ese día de la explosión, lucías con esa misma expresión…todos se ven iguales…al final.
—Sherlock, ¿Sherlock me escuchas? —preguntó John arrodillándose junto al rizado quien tenía la frente perlada de sudor frío, sus pupilas estaban al extremo dilatadas, no parecía estar escuchándolo—Sherlock, por favor…