John se palpó los labios con la yema de sus dedos, aun sin poder creer lo lejos que había llegado dejándose guiar por sus impulsos, acababa de besar a Sherlock Holmes…—debo encontrarlo— dijo para sí, corrió hasta la calle con el objetivo de alcanzar a Holmes, no tenía idea como justificaría sus acciones pero no podía dejar las cosas así…afuera del colegio las calles estaban completamente vacías, llamó a Sherlock en repetidas ocasiones a su móvil pero Holmes no atendió…John sintió una gran culpa invadir cada partícula de su ser—¿qué he hecho? —dijo recriminándose, temiendo haber arruinado su singular amistad con Holmes, el ser humano que más le había interesado en su corta vida de estudiante…caminó sin rumbo por las calles, de pronto se dio cuenta que inconscientemente había estado dirigiéndose hacia Baker Street.
Alzó el rostro observando atentamente a cualquier señal de vida en el segundo piso, pero el lugar estaba envuelto en penumbras—no me puedo rendir tan fácil—se dijo, infundiéndose valor para continuar con su búsqueda. Golpeó la puerta principal en repetidas ocasiones hasta que finalmente se encendió una luz en la planta baja, por un instante tuvo la leve esperanza de ver a Sherlock tras la puerta, pero luego se sintió absolutamente descolocado. La Señora Hudson estaba apoyada en el umbral de la puerta con camisón de dormir, tenía una expresión bastante alarmada.
—¿Joven Watson? ¿Qué sucede? ¿ocurrió algo? ¿le sucedió algo a Sherlock? —interrogó alarmada invadiendo a John con sus preguntas.
—em…no, no exactamente, de verdad lamento haberla hecho levantarse a esta hora, fui impertinente—se disculpó atropelladamente sintiéndose absurdo.
—¡oh no te preocupes querido! si viniste aquí debe ser por un motivo importante—dijo ella sonriendo con comprensión.
—bueno yo…Sherlock ¿lo ha visto? —dijo rascándose la cabeza con nerviosismo.
—no, bueno salió esta tarde, iba muy bien vestido, al igual que tu…se veía divino ¿verdad? —dijo guiñándole un ojo con picardía
—él…si, bueno lucía bien. Pero…necesito ubicarlo, ¿puede decirle que vine?
—claro querido, ¿seguro que prefieres quedarte a la intemperie?, puedes pasar, prepararé un poco de café y podemos esperarlo juntos, realmente luces preocupado y está helado afuera
—yo, no quiero importunarla más, se lo agradezco, pero…debo volver a mi hogar. Muchas gracias por todo señora Hudson, que tenga buena noche
—también tu querido…John, déjame darte un pequeño consejo, a veces la gente solo necesita tiempo a solas ¿entiendes? Quizás Sherlock solo necesita pensar, él es muy solitario, si no lo encuentras es sencillamente porque él no desea ser encontrado.
John frunció el gesto algo pensativo, finalmente asintió, ella tenía razón, Sherlock probablemente sabía que lo buscaría luego de…ese beso. Quizás solo deseaba pensar a solas. Se puso a caminar de regreso a su casa, con las manos en los bolsillos, con actitud cabizbaja, aún no comprendía bien por qué había hecho aquello. Realmente había sido una locura…volvió a rozar sus labios y sonrió, a pesar de todo…no se arrepentía de haberlo besado, jamás un beso se había sentido así, esa emoción, las sensaciones hasta ahora desconocidas recorriendo su cuerpo con una simple muestra de afecto, ¿Sherlock lo habría sentido de la misma forma? ¿Le había gustado tanto como a él o solo querría olvidar lo ocurrido? Un repentino sonido lo sacó abruptamente de sus pensamientos, un teléfono de una cabina telefónica estaba sonando…lo observó con cierta curiosidad, pero finalmente siguió su camino, al pasar cerca de la cabina de la calle siguiente el teléfono nuevamente comenzó a sonar, observó a todos lados extrañado. Finalmente decidió restarle importancia, después de todo solo podía ser una casualidad…al continuar su rumbo otra cabina telefónica cercana comenzó a sonar. John se sobresaltó algo molesto y finalmente tomó el aparato dirigiéndose a su lado.
—¿hola?
—Hay una cámara de seguridad en el edificio de su izquierda ¿puede verla? —preguntó una voz grave, neutral…levemente familiar. John dudó mirando a su alrededor con recelo, titubeó unos segundos antes de contestar.
—¿quién es?, ¿quién habla? —inquirió observando a todos lados, repentinamente alarmado.
—¿puede ver la cámara joven Watson?, observe…—el aparato al instante comenzó a moverse hacia el otro extremo—Hay otra cámara en el edificio que está al otro lado, ¿la ve? …y finalmente arriba del edificio a su derecha—John observó extrañado como todas las cámaras que antes lo enfocaban ahora volteaban en direcciones opuestas.
—¿cómo está haciendo esto? —inquirió intentando no sonar sorprendido
—quiero que suba al auto John, podría amenazarlo, pero seguro que su situación ya es bastante clara—de pronto un lujoso auto negro apareció frente a John, de él salió una bella mujer castaña tecleando en su móvil, se detuvo a observarlo solo un instante para luego volver a observar la pantalla de su celular.
—¿John Watson? —dijo sonriendo con seguridad.
—si
—por favor suba al auto
—¿o qué? ¿No puede obligarme o sí? —dijo John haciendo una mueca de disgusto, manteniendo una mirada desafiante. Sin embargo la muchacha le dirigió una mirada burlesca que lo hizo sentirse ridículo.
—no tienes idea—dijo ella esbozando una sonrisa extraña—será mejor que subas, mientras más rápido lo hagas más rápido terminará todo para ti…si sabes lo que te conviene te aconsejo que cooperes—John bajó la mirada avergonzado, lo pensó unos momentos y enseguida comprendió que no estaba en posición de evadir a quien quiera que lo estuviese vigilando…salir corriendo por las calles no era una opción, seguramente habían más personas encargadas de secuestrarlo.
—¿al menos puedo saber hacia donde me dirijo? —preguntó en voz baja mientras se acomodaba en su asiento en el auto.
—no—dijo ella con una sonrisa autosuficiente sin dejar de teclear en su móvil
—bien
Al bajarse pudo divisar una delgada y esbelta silueta que lo contemplaba con complejo de superioridad. Al aproximarse alguien encendió las luces y finalmente pudo observar a Mycroft Holmes
—¿tu? Digo…¿usted? —dijo sonriendo con incredulidad.
—por fin tenemos el privilegio de volvernos a ver las caras joven Watson—replicó Mycroft—me alegra que esta vez podamos conversar sin el obstáculo de mi hermano menor presente.
—todo esto fue para obligarme a venir hasta aquí—dijo contemplando la enorme fábrica abandonada que se erigía a su alrededor—pudiste llamarme, a mi móvil…
—claro que no, te traje hasta aquí porque quiero que me digas dónde está mi hermano en estos precisos momentos, ya que hoy se supone que irían juntos a un evento social…un…baile.
—si, bueno fuimos juntos, pero…luego él se fue, por su propia cuenta de ahí—dijo encogiéndose de hombros al tiempo en que desviaba la mirada
—vaya…imagino que algo importante debe haber ocurrido para que decidiera marcharse solo ¿no es verdad? —interrogó Mycroft con cinismo
—yo…bueno nada en especial, si tanto quieres saber de él pudiste llamarlo, resulta que el también tiene móvil—contraatacó John sin intimidarse por ese hombre
—vaya, como no se me había ocurrido…ah, pues fue exactamente lo que hice, pero Sherlock ha desaparecido del radar, su móvil apagado, no ha dado señales de vida en el curso de estas últimas horas, tengo gente buscándolo por todo Londres...y considerando que el registro de llamadas de su móvil tiene al menos 6 llamadas perdidas de tu parte y fuiste directamente a Baker Street a preguntar por él… te vuelvo a preguntar ¿Dónde está Sherlock en estos momentos?
—ya te dije que no lo sé. No pasó nada…—evadió John inevitablemente nervioso ante esas acusaciones
—John, déjame decirte que no me caracterizo por una extensa paciencia, y soy alguien que podría hundir tu carrera incluso antes de que este empiece, podría hacerte desaparecer de la faz de la tierra con un movimiento de manos si se me da la gana, podría inculparte de un crimen contra la patria, hacer que te detengan y te den una larguísima condena en una prisión de extrema seguridad. así que te aconsejo que no continúes mintiéndome…a mí no me puedes ocultar nada John Watson.
—Escuche, se que está preocupado por su hermano, yo también lo estoy, realmente no se donde está.
—pero eres la razón por la que él desapareció, tu lo besaste. ¿Te das cuenta de lo que has ocasionado con tu impertinencia? Tu no conoces a Sherlock, hay un motivo por el que mi hermano se mantiene lejos de los acercamientos amorosos, un muy bueno motivo John…Sherlock es inestable emocionalmente, hay escenarios que lo descolocan, que están fuera de su control y tu…acabas de hacer un daño irreparable.
—solo fue un beso—dijo John enfadado, irritado porque Mycroft estuviese enterado de esas confidencias íntimas—además la vida de su hermano no es de incumbencia suya, se que intenta protegerlo y es realmente conmovedor, pero Sherlock no necesita que lo trate como a un bebé. Piénselo ya se ha hecho independiente, y lo que pase entre él y yo no es problema suyo, es la vida personal de Sherlock. Además, yo lo conozco mejor de lo que cree—dijo apretando los puños con coraje, para luego voltearse y retirarse de ahí, no aguantaba un minuto más frente a ese desagradable hombre
—¿ah sí? Vaya, así que puedes deslumbrarme con tu eximio conocimiento de mi propio hermano, crees que él confía en ti ¿verdad? Pues… ¿te ha dicho que se droga? …vaya, por tu expresión veo que no, en el curso del ultimo año Sherlock ha tenido 3 intoxicaciones, ha pasado un par de meses limpio gracias a dios, debido a mis intensos cuidados y el control constante de mi parte, sin embargo ahora vienes tú y arruinas todo, su recuperación y estabilidad.
—¿Sherlock es adicto? Está mintiendo, ese muchacho no consume drogas él…
Mycroft no lo dejó terminar, se acercó a John levantándolo de la camisa, posando sus fría y calculadora mirada en el rubio quien por primera vez se sintió pequeño frente a la imponente presencia del mayor de los Holmes—escúchame mocoso insolente, no permitiré que arruines a mi hermano, no después de todo el trabajo y esfuerzo que he tenido que emplear para sacarlo del agujero en el que estaba metido. Desde que te vi por primera vez supe que eras una amenaza para Sherlock, haciéndote llamar su “amigo” por favor…él no tiene amigos, a mi hermano no le interesas en lo absoluto, así que aléjate de él, te prohíbo que vuelvas a acercarte a Sherlock Holmes, si lo pagarás caro.