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Discordia por Mischa

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Notas del fanfic:

Ok, sólo diré que está idea me estuvo carcomiendo la mente. Tenía que hacer este episodio piloto si que si. Me gustó ya que tengo entendido que en ningún otro Omegaverse se ha hecho algo igual o al menos no hasta donde se. 

 

Notas del capitulo:

Elliot Wollshlager, 23 años. 

Eileen Casterville, 30 años. 

 

Prefacio



Era una calurosa mañana típica de verano en la Universidad, los estudiantes y docentes buscando el fresco aire de los árboles o la sombra. Las instalaciones son un deleite por el clima en exceso. En el campus de artes camina cierto Omega conocido por la frialdad de su faz, lo despectivo en su trato. Sin embargo, tiene fascinado al departamento de música. Al tocar cualquier instrumento o con su propia voz.. causa magia, el cuerpo del espectador experimenta una gama de emociones coloridas y vivaces. Afrodisiaco para los oídos.

 

Al, es su nombre. La larga cabellera azabache se mueve con gracia, que hermosas ondulaciones. Las largas pestañas arriba hacia abajo, en un seductor pestañeo mientras giró el mentón al escuchar su nombre, teniendo los preciosos y humectados labios con una  ligera abertura entre estos. Que maravillosa vista, que espectaculares y grandes ojos posee, exóticos por el bicolor.

 

—  Al, —quien le llamo, no es otro que el cotizado Alfa del departamento de pintura. Es tan alto a comparación del Omega llamado Al quien mide 1.50, alcanza los dos metros con ocho centímetros.

 

Simon es conocido por ser el Alfa entre Alfas, ya que al nacer de un matrimonio de dos Alfas por ende es un Alfa pura sangre, ejerciendo poder incluso sobre los mismos Alfas de gran categoría. La sangre pura entre la sangre pura. Tiene un cuerpo grande, y una blanca piel a comparación de la canela de Al. El cabello de color miel y de textura china, agarrado en una pequeña coleta. Y unos hipnotizantes ojos marrón.

 

—  salid conmigo. —terminó la oración, y Al guardó silencio durante unos minutos. Donde Simon pudo apreciar la esbelta figura y belleza del doncel.

 

—  Deberás ir al psiquiatra primero, —abrió la mirada de par en par al escuchar esas palabras, nadie a excepción de su familia y mejor amigo sabía de ello. Pero el pudo ver a través de él.— luego ya veremos.

 

— … —por momentos, la idea de desaparecer a Al para proteger su secreto le cruzó la mente, volviendo sombría su mitad en cortos segundos. No obstante, la idea de ser transparente para alguien, le resultó agradable.—  entiendo.. entonces, si dejo mis hábitos ¿considerara salir conmigo?

 

—  .. Sí. —el viento de verano soplo, revoloteando las hojas de los árboles cerca de los dos.

 

Ese encuentro que pareciera inocente, marcaría un tormentoso futuro. ¿Cuál es el costo de amar y ser amado?




Treinta y cuatro años después.

 

Episodio I: El diablo.

 

—  ¿Lo habéis oído? el nuevo gerente de finanzas y contabilidad no será Elliot como todos esperaban, recursos humanos está festejando por lograr enganchar a una promesa. —habla un trío de Betas en el baño, mientras orinan en el toilet.

 

—  Ya sería demasiado que pusieran a Elliot como gerente teniendo en cuenta el poco tiempo que lleva en la corporación. —el sujeto hace una mueca de disgusto al pensar en lo fácil que la tiene Elliot.

 

—  No es imposible, después de todo es el hijo del CEO, me da asco sólo verlo.. —contestó el tercer sujeto realmente molesto por tener que lidiar con el niño de papi.

 

La puerta de la última cabina se abrió, y los tres Betas se quedaron perplejos al notar la presencia del insultado en su venenosa platica, Elliot Wollshlager, hijo menor del presidente corporativo. Muestra indiferencia fingiendo no haber escuchado nada, se limita a lavarse las manos y retirarse.

 

Está acostumbrado a que hablen mal a sus espaldas, actos que considera naturales debido a su estatus y estilo de vida, cualquiera los envidiaría y lanzaría veneno por simple frustración. Es por eso que los empleados promedio no avanzan; bien dicen mundo pequeño, mente pequeña.

 

Piensa en su aspecto, el cabello platinado peinado hacía atrás con gel, listo. Traje deslumbrante y zapatos brillosos de lo limpios que están, listo. Se peina las pobladas cejas con los dedos, y acomoda la corbata.

 

Elliot es un Alfa de cuerpo grande y musculoso, con 1.88 cm de estatura. Posee una blanquecina piel, como ya dije un físico excepcional que se marca de manera tentadora en el traje, y de facciones masculinas muy bellas. Tiene veintitrés años de edad.

 

Fija los orbes amatista en la pantalla del celular, pensando en cómo será el nuevo encargado de finanzas. Seguramente un hombre de severa actitud o con un temperamento de pocos amigos. Lee el mensaje de su madre, es sobre la cita de compromiso. Le deja en visto, no quiere saber nada de ello, no está interesado en casarse todavía. Prefiere enfocarse en crecer laboralmente y casarse con una persona que considere apta o que realmente ame.

 

Entra a las oficinas, y su corazón se detuvo al ver una agraciada silueta. Largas y esbeltas piernas, un trasero apetecible, cintura ceñida y buenas curvas. No viste tan formal como los demás en oficina. Lleva puesta un pantalón elástico hasta las rodillas que se enmarca de exquisita manera con la parte inferior de su cuerpo. Camiseta blanca de manga larga pegada, y zapatillas de tacón alto. Tiene el saco sostenido en el antebrazo.

 

¿Quién será?

 

Que hermoso largo cabello azabache, con esos chinos tan bonitos. Perlada piel que dan ganas de lamer y morder. Finas facciones, labios simétricos y hermosos ojos adornados con largas pestañas. Exótico color de los orbes, tono marrón del izquierdo y verde del derecho. Y esas cejas pobladas pero perfiladas son perfectas. Todo en el, es perfecto.

 

¿Por qué su corazón palpita de esta manera? ¿será que por fin lo ha encontrado?

 

—  Estos son los registros del último mes —un tipo gordillo se acercó tímido y le entregó el expediente de gastos recientes. Es notable lo nervioso y sonrojado que está.

 

—  Gracias,   —sonrió de manera gentil, estremeciendo el corazón de todos y despertando varios amiguitos de los hombres. Cierran las piernas penosos, y Elliot se ríe de ello mentalmente. Gracias a Dios tiene buena resistencia pero sin lugar a dudas esa sonrisa fue peligrosa.— hmm, ¿necesito a alguien para que me ayude con los informes?

 

Cuestionó, y muchos se ofrecieron, entonces giró la mirada hacia otro lado. Topándose con la figura de Elliot. Le dedico una sonrisa y dijo: —  El joven de por allá.

 

Elliot pudo sentir el repentino cambio de ambiente, recelosos por su suerte. Siempre ha sido, criticado por todo. Hasta por su actuar, podrá ser una persona de pocas expresiones pero en realidad es un amor de persona.

 

Elliot asintió con su serio rostro, aunque por dentro su corazón casi se desboca de la emoción.

 

Eileen Casterville, excelente trabajador que se desarrolla en varios ámbitos administrativos y creativos aunque sólo haya estudiado finanzas/contabilidad y administración de empresas. Cuenta con treinta años de edad, y tiene una gran trayectoria profesional y estudiantil. Graduado de Harvard con calificación limpia, como prácticas y servicio que le dejaron una buena imagen.

 

Todo eso, pese ser Omega.

 

Dieron las doce de la noche, y ambos seguían en la sala de juntas del departamento con varias carpetas sobre la larga mesa. Tienen en un espacio la comida rápida que pidieron ya fría y a medio comer, vaya apetito que tiene el gerente pensó Elliot al ver las cuatro hamburguesas extra grandes convertidas en migajas y una pizza a medio comer en espera de ser devorada por completo. Mientras que el se conformó con una hamburguesa y papas fritas. El refresco de tres litros ya está tibio, que mal sabe.

 

—  Lamento haberte hecho quedar, supongo que tenías algo mejor que hacer. —comentó Eileen, haciendo los debidos cálculos en su mente mientras va leyendo desde arriba  la tabla de las últimas adquisiciones. Es una calculadora maestra.

 

— Esto es lo más provechoso que he hecho hoy.. —contestó, bajando la mirada y sonrojado levemente de las mejillas. Eileen le peina las hebras rebeldes en la frente, quitándolas de enmedio.

 

—  Vaya que eres tierno para ser Alfa.

 

“¿¡Qué  diablos  hace  este  niño  cocinando?!” de pronto recordó la golpiza de su padre por encontrarle cocinando de pequeño. El solamente quería hacerle unos pastelillos por el día del padre, terminó llorando mientras era protegido de los golpes por su hermana mayor.

 

Pero tan pronto como esa mala memoria emergió, se esfumó al ver la radiante sonrisa de oreja  a oreja que le dedica Eileen.

 

—  Eso está bien —¿porque tiene que sucumbir su mundo entero si apenas se conocen?

 

Pasaron los días, y después los meses. Con Eileen, es capaz de hacer gestos que antes creía imposibles. Expresarse y no ser la roca fría que solía ser. No le trata como los demás, es diferente. Tres meses bajo el manto de Eileen Casterville fueron suficientes para conocer en carne propia  sentimientos que creía lejanos. Teniendo el atrevimiento de llamarlo destino.

 

Fue un día lluvioso que ambos se quedaron por trabajo extra, que armó el valor para decirlo. “Creo que eres mi destinado”, y con la amabilidad que lo caracteriza Eileen respondió “Eso es imposible.”

 

Elliot no supo exactamente el porqué, pero noto cierto pesar en sus palabras.

 

Tres meses pasaron, llegando a los seis de conocer al gerente Eileen. Siempre se ha preguntado el porqué de su renuncia en la anterior compañía china. Tenía el mando en dirección auxiliar, un buen puesto con un salario jugoso. También en una compañía de modas como director creativo, y así sigue una larga lista de trabajos donde el es quien renuncia. Un nómada que no parece interesado en la jubilación.

 

También se siente aliviado porque parece que Eileen aún no se topa con sus hermanos. Seguramente ellos de igual forma quedarían hechizados bajo los encantos de su jefe.

 

El departamento de finanzas decidió salir a beber, es la primera vez que asiste a evento informal. Bebida tras bebida, carraspea la lengua frustrado por no poder decir nada ante la cercanía que permite Eileen con los demás empleados. Se supone que nada más debe tener ese trato con el. Vaya, ya se le subió el alcohol. Recarga la cabeza sobre la mesa, el mundo da vueltas y pesadez domina su cuerpo. Cayó rendido pensando en la cálida sonrisa de su jefe.

 

“¿Mamá? ¿porque  lloras?” es extraño soñar con viejas memorias, solía escuchar a su madre de la rabia. Y su hermana le llevaba para otro lado, y cuando le preguntaba a ella está simplemente respondía que eran cosas de adultos. Era tan pequeño para entender lo que significa una infidelidad, y una grave como la de tener una casa chica que te hace gran sombra.

 

El Omega que enganchó a su padre, volviendo a su madre una histérica y paranoica.

 

—   N..Ah.. ah.. —el calor va recorriendo cada trazo de su piel perlada por el sudor, se va  estremeciendo en pequeños jadeos calientes. Siente picazón en los pezones, y presión en las muñecas como en los tobillos. Entre abre los ojos, encontrándose con una borrosa figura.

 

— Hey.. —el roce en su piel hace que sus entrañas se contraigan. Duele.. arde al grado de sentir que podría fundirse. Le tocaron con sólo la mano pero causó mucho en el.

 

Parpadea aclarando la vista, y reconoce la figura de Eileen. Reacciona, y se da cuenta que está amarrado y con pinzas en los pezones. ¿Qué mierda está pasando?

 

Traga grueso al notar a su jefe,  le dio miedo al ver que sostiene un látigo para caballos. Y tiene un botón en la otra mano. ¿Porqué..?

 

—  Que bueno que ya estés despierto. —sus palabras.. se sienten diferentes. Aunque sonría, no hay calidez en el habla. Es como si fuera una persona totalmente diferente.

 

—  ¿P-Porque..? —no pudo terminar la frase, ya que una fuerte vibración dentro de su recto le hizo contraer el cuerpo entero. Apretando los dientes con fuerza. ¿Qué diablos es esto?

 

—  Que lindo es ver el efecto del vibrador dentro tuyo —comentó, toma asiento en la orilla de la cama apreciando como el Alfa se retuerce de placer.

 

— ¡Gh.. bas..basta.. AH, ngh..! —balbuceo.

 

Eileen le da la espalda, mirando el retrato del mueble debajo del espejo.

 

—  No tengo nada contra tuya, pero me pareciste el sujeto adecuado. Ingenuo, fácil de ganar.. aún si muestras ser todo lo contrario. El objetivo fácil.. —aumenta y baja la velocidad con cero interés en ver las expresiones del chico por el momento, desconecto de vez en vez al recordar el pasado.

 

— ¿Ob..Objetivo fácil..? —muy apenas logró hablar.

 

—  Mi madre es un Omega el cual se enamoró profundamente de un chico con problemas mentales.. pero el chico estaba cambiando por él, quería recuperarse. Sin embargo, recayó.  Y mi madre no tuvo de otra que aceptar el trato que le ofreció el mejor amigo del enfermo chico, entregar su cuerpo a cambio de protegerlo de su ex novio.

 

Mi padre.. es ese chico enfermo. Fue encerrado en un hospital mental que desconozco. Y mi madre se convirtió en el agujero favorito de ese hombre, Owen Wollshlager.

 

—  ¡...! —abrió los ojos de par en par al escuchar el nombre de su padre.

 

—  Mi madre, soportó humillaciones y abusos no sólo por parte del señor Wollshlager, sino también de la familia de éste. Y yo soporte casi lo mismo, cada uno tuvo su propio infierno.. ya que yo soy el hijo del hombre que aún tiene el corazón de mi madre. Mi madre pasó por el dolor de tener que parir hijos del señor Wollshlager.. nos convertimos en la casa pequeña..

 

Y fue gracias a que yo escuche una platica y le conté a mi madre, que le mandaron lejos de mi.. nos separaron. Fui enviado con un tutor, encerrado y vigilado las 24 horas hasta que un día logré huir. ¿Quieres saber qué fue lo que escuche?

 

— Sea.. lo que sea.. n..ah.. y-yo no..

 

— Tu padre planeó todo.

 

“¿Uh?” fue lo pensó, atónito.

 

— Mi padre se estaba curando y fue tu padre quien influenció como víbora ponzoñosa para que mi padre recayera en la insanidad y mi madre se viera sin opciones, obligado aceptar el trato que le ofreció.

 

Fue un caos la noche en que mi madre enfrentó al señor Wollshlager, y como ya sabes.. nos separaron.

 

—  ¿Ha..Haces esto.. por venganza?

 

—  Llámalo como quieras.. —se levanta y gira, mostrando por primera vez un gesto frío, carente de emociones.— yo sólo quiero a mis padres de vuelta, y hacer que tu familia pague por las humillaciones que pasamos. Y tú, me ayudarás a ello.

 

— ¡JAMÁS! —rugió, y Eileen le propinó un latigazo en el abdomen sacándole el aire. La herida arde y palpita.. pero es el dolor es contrarrestado por la vibración.— ¡Ah..ngh..gha..!

 

La mirada que pone Eileen, aterra. Sombría y sin escrúpulos. ¿Es este el verdadero Eileen?

 

—  “Creo que eres mi destinado” habías dicho eso.. Y te contesté que era imposible.. te diré la razón. Es debido a mi genética, que no puedo procrear siendo semilla o el preñado y tampoco tener destinado.

 

¿De qué rayos habla ahora? No lo entiende, es un Omega, debe de poder.. ¿Cuál es el defecto en el?

 

— Mi padre, es un Alfa pura sangre. El ápice supremo en la jerarquía, mis genes absorbieron las cualidades de un Alfa pura sangre pese ser Omega.

 

— ¿Q-Que? —su rostro se muestra consternado.

 

— Fui llevado a distintos doctores, y todos llegaron a lo mismo. Naturalmente un Alfa y Omega en una parte de su cerebro tienen un hemisferio de más llamado receptor. El cual emite feromonas entre otros síntomas cuando el receptor recibe señales de compatibilidad, el famoso llamado del destino.

 

En todos los estudios, mi receptor está dañado. Lo tengo, claro, pero.. “muerto”. Muerto al igual que mi fertilidad. Es el resultado de una mezcla nociva de genes que yo no pedí, pero se dio. Tu padre se encargó que el asunto se mantuviera en secreto.

 

—  Eileen.. —musito el nombre de su agresor.

 

—  Es gracias a estas cualidades, Elliot.. que te obligare a cooperar con la marca. Yo.. te voy a marcar.

 

La horrible sensación de que el mundo se te cae encima, la está experimentando. Su faz.. refleja verdadero terror. Las lágrimas se acumulan en su desastroso rostro.

 

—  Soy una mala persona.. —saca del bolsillo una ampolleta y se la inyecta. El calor se intensificó tan rápido, haciendo temblar el cuerpo de Elliot.

 

— ¡No! —el no hizo nada malo.

 

Moquiento y sollozante, con la cara roja hasta las orejas por el celo. Sus rizos alborotado hechos un desastre. Eileen se va acercando y quiere correr pero no puede, está atado con sogas gruesas y ásperas. Ejerce la fuerza que puede, al grado de sangrar del agarre.

 

—  ¡ALEJATE! —bramo asustado.

 

Eileen sume la cama y llega hasta él, le jala de los cabellos y voltea el rostro para el otro lado. Elliot quiere forcejear pero tremenda fuerza que tiene Eileen, es anormal.

 

—  Esto no te lo hago porque seas Alfa.. pudo ser un Omega, o utilizar un método diferente con un Beta.. Todo eso me da igual.. no es de mi interés al fin y al cabo que para los negocios el movimiento Omega y Beta es un recurso que sobreexplotar  a su beneficio.. lo que estoy haciendo no me hace diferente de tu padre. Odiame, guardame rencor, desea matarme.. que soy la persona que destrozará tu mundo y el de tu familia..

 

Soy una mierda de persona, que te quede claro eso mi ingenuo Elliot.

 

— ¡P-PARAA! —sentir el aliento contra su nuca le hace llorar desconsoladamente.—  ¡A-AH… —tiene la boca abierta con saliva escurriendo de las comisuras y los ojos pelados. Le ha.. le mordido.—  ¡AHHHH! —gritó tremendo alarido.

 

Eileen separa los dientes de la piel, y ve con claridad la marca que impuso en Elliot. Se ve horrible, los dientes perforaron la piel con todas las ganas  y la sangre escurre por la nuca.

 

Está sudando por el calor del celo.. Se va quitando la camiseta negra de manga larga, desprendiéndose de cada prenda que cubra su desnudez. Se monta encima de Elliot, y roza el culo contra la porción de carne erecta.

 

Le dará un afrodisiaco para  el dolor, coloca la punta y va bajando las caderas lentamente hasta que entró toda. Se hace el cabello aún lado, jadea bastante.

 

—  Se un buen chico.. Elliot. —pronunciaron los labios de la crueldad personificada, porque esta faceta que le mostró a Elliot es solo una pizca de su verdadero yo.  

 

El espécimen anormal con sed de venganza, y el chico que utilizará para destruya a su propia familia. Sabe que Elliot no se la dejará fácil, tiene por seguro que el chico luchará y tratará de fastidiarle los planes.



¿Quién  ganará?

Notas finales:

Elliot Wollshlager, 23 años. Tiene una cara sería y fría pero enrealidad es muy tierno. 

 

Eileen Casterville, 30 años. Este fragmento es un poco de lo hijo de puta que es. Tenía como fin hacer al Omega (aunque este es un espécimen raro) odiado por todos. Y en mi cabecita desarrolle como sería el desarrollo y pienso que si sería odiado. 

 

Por si les quedo duda, los padres de Eileen son Simon y Al del principio.

Espero les haya gustado, bais.


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