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Reversión Yoonmin por mochipervertsan

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Notas del capitulo:

denle reviews, por favor

El tigre vio cómo se llevaban al joven omega, el chico se volteó en su dirección y sus ojos se encontraron una vez más. Prometo sacarte de aquí pequeño, se dijo a sí mismo con su vista clavada en el menor.

Todos las demás bestias estaban observando en dirección a la puerta que había sido cerrada, incluido Jackson, el alfa estaba acostado pero sus ojos muy atentos en aquella dirección.

-pobre, esto será un infierno para él – dijo uno

-sí, su olor será su perdición – lo siguió otro

-Ja, es un omega después de todo, sólo una máquina para dar hijos y satisfacer – dijo tajante Choi, Agust no pudo evitar gruñirle, no le gustó lo que dijo

-Choi no te pases, era un niño aún – dijo desinteresado Jackson, Choi dejó escapar una risa burlona que resonó en todo el lugar

-vaya vaya, pero miren quién habló – cambió a su forma humana y agarró los barrotes pegándose a los mismos – hace un momento no parecía importarte para nada

-y no lo hace, lo digo para que cierres tu boca y no termines con la garganta desgarrada por Agust – apuntó con su pulgar hacia la celda del tigre, Choi bufó molesto pero guardó silencio

Ahora todo estaba en silencio, al tigre no le gustaba el rumbo que sus pensamientos estaban tomando y todo por culpa de los comentarios de los demás alfas. Sin notarlo ya estaba dando vueltas dentro del reducido lugar, su cola chocaba contra los barrotes haciendo eco, muchos lo miraron con extrañez, no era normal ver a Agust tan intranquilo

Él siempre era serio, más bien frío, sin expresión. Ni siquiera antes de las numerosas peleas que había tenido se mostraba como estaba en este momento.

El mismo Agust notaba cómo estaba actuando y no le gustaba sentirse bajo estrés ni preocupaciones. Pero como no hacerlo si un niño omega iba a recibir semejante trato y quién sabe si lo estaba sufriendo justo ahora. Su animal interior estaba en su mismo estado

Tenemos que hacer algo, YoonGi

Lo sé, Suga

Entonces hazlo rápido

No molestes y dejame pensar

Su alfa se calló, pensó varias opciones pero primero necesitaba salir de allí y en su forma animal no sería algo posible. Hacía mucho tiempo que no cambiaba, es más ya no lo creía capaz, pasaba demasiado tiempo como tigre y su lado humano lo sentía distante, en parte porque cuando llegó a Inferno le inyectaron una extraña sustancia que era para evitar que se transformaran en humanos y así escapar de las celdas.

A la mayoría de los encerrados cada cierto tiempo le renovaban la droga pero él tuvo la suerte de fingir que ya no podía volver a su forma humana y nunca más le vacunaron. Jackson fue otro con suerte pero aunque podía cambiar no parecía interesado en escapar, tuvo muchas posibilidades pero no aprovechó ninguna. 

No se sentía muy seguro de sí mismo, pero de todas formas necesitaba hacer algo, quería sacar al cachorro de allí, además que no era la primera vez que hacía algo para ayudar a alguien pero si la primera que saldría de ese lugar.

Se sentó lo más cómodo que pudo y se concentró, debía deshacer la conexión con su animal. Suga pareció de acuerdo ya que colaboró fácilmente. Sintió como el pelo que lo cubría iba desapareciendo poco a poco, dejando expuesta su piel. Sus garras cambiaron a manos y piernas, su cara se fue transformando a rasgos mucho menos mutantes hasta dejar a la vista un rostro normal. Lo último en desaparecer fue su cola y las orejas.

Sintió un poco de malestar al intentar incorporarse, tomó con fuerza un barrote y se ayudó a levantarse, al estar de pie sin problemas abrió sus ojos, estos ahora eran de color oscuro, no amarillos brillantes y con el iris definido en un círculo, no como antes que cubría todo el globo ocular. Pasó una mano por su cabeza y efectivamente no había nada que sobresaliera de ella solo unos cuantos cabellos castaños desordenados.

En la puerta de la celda había un candado, no era muy difícil de abrir, solo era necesario presionarlo por ambos extremos y luego apretar el pequeño botón del medio pero para un animal que no tiene dedos no era una tarea muy sencilla.

Muchos pares de ojos se posaron en él, nadie en ese lugar lo había visto en forma humana. Tal vez fuera por su apariencia o que estaba desnudo, lo último no le era muy importante, no tenía por qué cohibirse, además que era de mente abierta no tenía vergüenza de su cuerpo.

Al salir de la celda el pequeño dispositivo que llevaba escondido en su oído comenzó a sonar, mientras buscaba ropa que ponerse para camuflarse e ir en busca del omega respondió la llamada, era Jin. Su cómplice en ese lugar. La última vez que recibió una llamada del mayor fue hace aproximadamente un mes y medio.

Después de hablar con el mayor y salir del almacén, esperó recostado a la puerta esperando al otro chico que le enviaría Jin para sacarlo, varias veces se planteó de irse y buscar a Jimin pero su conciencia y el respeto hacia su mayor lo detenían en ese lugar

Pasaron unos 20 minutos y comenzaba a exasperarse, su pie daba rítmicos golpes en el suelo hasta que a lo lejos divisó a una persona envuelta en una capucha que le llegaba hasta los tobillos, parecía haber estado huyendo ya que se tambaleaba un poco al acercarse

Cuando el chico estaba frente a él, le indico que se acercara YoonGi dudó unos segundos pero definitivamente debía ser la persona a la que tenía que ayudar, eran casi de la misma estatura pero se agachó un poco hasta quedar más cerca del chico. El encapuchado puso su mano en la boca cerca del oído del mayor y susurró en este un “Jinie es muy guapo”, el alfa lo miró mientras el menor se separaba y comenzaba a jugar con sus manos

 

 

Jimin enredaba sus pequeños dedos con nerviosismo, estaba frente a quien debería sacarlo de allí pero este no parecía reaccionar ante la contraseña que Jin le dijo. Aún con la capa cubriendo su cara elevó la vista por debajo de su flequillo para ver la cara del mayor

-pff…- el alfa comenzó intentó contener una carcajada y al no lograrlo su risa hizo eco en el pasillo asombrando al pequeño omega, quien lo observaba atónito

-l-lo sien-to – sus mejillas se pintaron de rojo – creo que lo equivoqué – se excusó y se volteó dispuesto a irse, tenía tanta vergüenza que se sentía a morir.

Comenzó a caminar pero de un momento a otro ya estaba frente al hombre nuevamente, su mano era apresada con suavidad de la muñeca en la gran mano pálida del otro.

-no estás equivocado – aún reía un poco, no lo podía ver pero sí escuchar – te envió SeokJin, ¿verdad? – el omega asintió sonrojado, su mano aún era sostenida, con la otra acomodó la capa en su cabeza intentando cubrirse de lo rojo que estaba. Sí era Agust después de todo, justo como había imaginado, su muñeca comenzaba a calentarse bajo los dedos del alfa. De un momento a otro fue liberado y se sintió menos tenso e inquieto – entonces te sacaré de aquí 

Jimin solo supo asentir contento, de alguna manera él y su omega sentían que podían confiar en Agust. Sonrió al pensar en salir de allí y volver a ver a su familia y amigos

- bien –de un movimiento suave se quitó la capa que cubría su rostro y el menor pudo ver por primera vez la cara humana de su hyung,su corazón comenzaba a acelerarse y no entendía el por qué, tal vez los nervios de verlo así o la emoción de por fin poder escapar - ¿cómo te llamas? – vio como los ahora, oscuros ojos de Agust lo miraban de arriba abajo, se sintió cohibido, claramente solo él había reconocido al mayor, posiblemente ni se acordaba de él y extrañamente a su omega le dolió eso

-s-soy yo – susurró con algo de duda sintiéndose pequeño y tonto por querer saber si el mayor lo recordaba o no, su lado humano nunca se hubiera atrevido pero tanto la parte elfo como la del lobo querían cerciorarse de la respuesta – A-Agust-Hyung – el mayor lo miraba curioso, se llevó el dedo índice y pulgar al mentón comenzando a masajearlo, después de unos segundos que parecieron interminables, el alfa se acercó al menor, agarró la capucha y la deslizó de su cabeza dejando expuesto el rostro del omega. Sus ojos se abrieron excesivamente y recorrían la cara de Jimin, analizando cada uno de sus rasgos poniendo nuevamente al menor nervioso por recibir la intensa mirada

-Jimin…- dijo bajito sin salir de su sorpresa, sus grandes manos estaban sobre los hombros del omega y al percatarse los alejó como si quemara, él no era tan confianzudo, ¿por qué se comportaba así? En los ojos del menor pudo ver cierto brillo y el indicio de una sonrisa que rapidamente fue reprimida, las pequeñas y regordetas manos alisaron el rubio cabello con algo de nerviosismo, su vista siguió el recorrido de las manos contrarias deleitándose con el tamaño y la linda forma de sus dedos – el mundo si es pequeño, ¿no bonito?

-s-sí – hasta en un monosílabo tartamudeó. Qué patético Jimin, su omega lo reprendió y sus mejillas se encendieron, Chim tenía razón, ¿por qué estaba tan a lo Jungkook? Normalmente era al que no le daba corte hablar con los demás pero justo ahora se parecía a su primo. El mayor pareció notarlo y decidió no hacerlo hablar más

-¿nos vamos? – preguntó y vio al menor asentir sin mirarlo a los ojos

Comenzaron a caminar por los pasillos, no había nadie, la huida resultaría fácil.

Ninguno de los dos hablaba, el silencio era incómodo, lo único que se escuchaba con claridad eran sus zapatos resonando en el suelo y solamente los de Jimin ya que Agust no llevaba. El omega seguía al mayor, su vista clavada en los talones desnudos del alfa, a veces subía la mirada y veía el cabello oscuro meciéndose a cada paso

Una pregunta cruzó su mente. ¿A dónde irían? Estaban en Daegu y personalmente él no sabía absolutamente nada de allí. En algún momento le tendría que hablar al mayor y para cuando eso llegase esperaba que sus nervios ya hubieran desaparecido.

Ensimismado continuaba su paso hasta que su cara se estrelló contra la espalda alta de Agust, él se había detenido abruptamente en medio de uno de los corredores.

Menta y rocío mañanero

Un olor singular se coló por sus fosas nasales, extraño pero muy agradable y relajante para él, sintió algo parecido a cuando tienes sueño, el cuerpo se adormece y se siente sin fuerzas, como si flotaras. Chim movía la cola mientras rodaba, estaba muy emocionado y contento.

Su cuerpo fue trasladado de lugar con gran rapidez hasta quedar detrás de una pared, para cuando lo notó una mano fría tapaba su boca. Abrió sus ojos, los cuales hasta el momento habían estado cerrados y el cuello de Agust fue lo primero en ver justo en frente. Se removió inquieto y avergonzado por la cercanía, no estaba acostumbrado a que invadieran su espacio personal a menos que fueran sus familiares. El mayor acercó más sus cuerpos y con la mano libre le hizo la señal de silencio con el dedo índice aún con la otra sobre su boca

Debería sentirse amenazado ya que su hyung era un alfa pero ni él ni su omega lo categorizaban como una amenaza. Agust se acercó a su oído a la vez que apoyaba su antebrazo a un costado suyo en la pared

-viene alguien – susurró para que solo ellos lo escucharan pero Jimin tenía todos los sentidos adormecidos por el suave olor a menta, sabía que el alfa le dijo algo porque sintió su aliento en la oreja así que solo asintió y se quedó quieto

Sus manos estaban a cada lado de su cuerpo, en ellas tenía un extraño cosquilleo, quería agarrar algo. Lo primero que sintió fue tela algo dura y rasposa pero eso no le impidió apretarla en sus puños

YoonGi sintió un pequeño jalón de su capa, los hombres habían cambiado de dirección después de recibir algún anuncio por el boqui toqui que llevaban a mano. Dirigió su vista abajo y notó los pequeños dedos enterrados en la tela

Calló en cuenta que su mano cubría la boca y parte de la nariz de Jimin y temió que estuviera ahogándolo, así que la retiró rapidamente pero a pesar de haberlo hecho el menor no le soltó a él. Los ojos de YoonGi fueron ascendiendo desde las manos contrarias, por los brazos cubiertos por la capa, los estrechos hombros hasta quedar en el rostro del omega

Unos ojos curiosos color miel lo miraban detenidamente casi encantados, las mejillas tenían un color rosa suave que las hacían verse más suaves y ni hablar de los esponjosos labios semiabiertos. Por un momento el alfa sintió algo moverse en su interior, su tigre había reaccionado a pesar de estar quieto hasta ahora

Olfateó un poco pero no sintió absolutamente nada, solo fue tu imaginación YoonGi, no lo tomes en serio

-Ji…- su voz se vio interrumpida por un fuerte sonido de alarma y luces rojas llenaban los pasillos, YoonGi se alejó casi con un salto y el menor reaccionó por el movimiento brusco. Jimin sentía su rostro arder, ¿por qué hizo eso? Se quedó totalmente hipnotizado por la esencia mentolada e incluso se aferró al mayor, sus manos todavía cosquilleaban por tacto pero se reprimió, no era el mejor lugar para nada de eso

-hyung – dijo bajo, el castaño lo miró colocándose la capa nuevamente, su mirada no demostraba nada y eso ayudó un poco a Jimin a no sentirse tan penoso pero también lo decepcionó ya que esperaba por lo menos una reacción de Agust, bueno su omega lo esperó - ¿q-qué está pasando?

-al parecer – asomó la cabeza por la esquina para ver si alguien se acercaba pero todo estaba limpio – nos descubrieron – el omega dio un respingo, él quería salir de allí no que lo volvieran a encerrar, YoonGi vio la reacción de Jimin y se golpeó mentalmente por no tener tacto para hablar, no debería estar asustando al pobre más de lo que ya está – pero oye… - sus manos acunaron las mejillas contrarias haciendo que le mirara – te prometo sacarte sano y salvo – sus pulgares hicieron espirales en los cachetes regordetes - ¿entiendes Jiminie? – de alguna manera eso salió de sus labios pero estuvo agradecido de que funcionara para calmar al pequeño rubio, quien asintió algo más confiado. Soltó la cara del omega y supervisó que estuvieran desolados los pasillos, luego tomó la muñeca contraria – vamos Jiminie

Con sigilo corrieron por varios corredores, cuidando que no fueran descubiertos por varios betas que pasaron cerca de ellos, YoonGi sabía que tenían que salir antes de que los alfas fueran en su busca, para suerte de ellos los betas no tenían tan sensible el olfato y les sería una ventaja.

Después de correr varios metros pudieron ver la puerta de salida o eso parecía, el omega solo se había dedicado a seguirle el paso, YoonGi estaba preocupado de alguna forma por la actitud que tenía el menor

Ya frente a la puerta la mano de YoonGi intentó zafarse del agarre que había ejercido Jimin pero este lo apretó al ver sus intenciones, el mayor lo miró y esbozó una sonrisa algo temblorosa, sonreir no era lo suyo

-estaremos bien, solo dejame abrir esto y saldremos – dijo suavemente acariciando el dorso de la pequeña mano, algo del brillo en los orbes miel se recobró y YoonGi se sintió más tranquilo

Tras varios intentos logró abrirla o más bien romperla, eso no importaba, lo esencial era escapar y eso lo conseguirían sí o sí.

El alfa tomó la mano del menor y lo guió por la puerta pero una presencia logró erizar la piel del omega, su cuerpo comenzó a temblar y se quedó paralizado, claramente Agust lo sintió y supo inmediatamente qué era, mejor dicho quién era

-Jiminie – tomó su cara nuevamente – necesito que te adelantes – los ojos contrarios demostraban miedo y eso no pasó desapercibido por el alfa – tranquilo, enseguida te alcanzo – Jimin asintió algo dudoso aún – entonces ve…y no voltees no importa qué

-H-Hyung no d-diga eso – no le gustaba como sonaba, parecía una despedida y ya no quería perder a alguien más - ¿nos ve-veremos de nuevo, v-verdad? – una mano acarició su cabeza gentilmente

-por supuesto bonito – cada vez sentía la presencia más cerca – ahora vete – Jimin asintió y atravesó la puerta pero entonces regresó rápidamente  y YoonGi lo miró extrañado

-¿a-antes pue-de decirme su no-nombre? – el mayor sonrió, esta vez genuinamente, el menor le sorprendía, él podía tener miedo pero aun así regresó solo para saber su nombre. El omega lo miraba colorado ya que él no paraba de reír y de seguro el rubio pensaba que se estaba burlando de él - ¿Hyung?

-YoonGi, soy YoonGi – dijo sonriente, Jimin asintió y salió corriendo, el alfa lo siguió con la vista

-lo esperaré fuera YoonGi-Hyung – tras decir eso su silueta desapareció en la oscuridad de la puerta

Por lo menos ahora estaría a salvo. Su mandíbula se contrajo, sentía justo detrás a alguien, su alfa gruñó enfadado.

-vaya, vaya Agust ¿así que ayudando a una presa? – esa voz le revolvió las entrañas a YoonGi

-T.O.P – dijo con desagrado y el ceño fruncido, el mencionado rió

-es un honor que recuerdes a quién te derrotó – la sangre de YoonGi hirvió, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en su forma bestia saltándole encima a su enemigo, quien tampoco perdió oportunidad y se transformó en una pantera negra

-pues tú nunca olvidarás esa cicatriz en tu ojo – aplastó con su pata el diafragma del otro alfa

Así dio inicio a otra de sus muchas peleas, solo que esta vez no sería dentro de un ring, podría matarlo de una vez por todas sin restricciones, por culpa de ese sujeto perdió algo muy importante para todo cambia formas

Si el destino le brindaba esta oportunidad de vengarse la tomaría como fuese. La pantera mostró su dentadura filosa en una sonrisa y en un movimiento estaba sobre el tigre blanco.

 

 

Desde que salió, su omega no paraba de insistirle que regresara a por YoonGi pero él respetaría lo que el mayor le dijo. Se escondió entre unos arbustos de rosas, tomó asiento entre estos y arrancó una rosa con cuidado de no pincharse.

El tiempo pasaba y el alfa no regresaba, ya casi había quitado todos los pétalos por el nerviosismo. Solo quedaban cinco

Por favor, regresa donde YoonGi

Habló Chim temblorosamente, Jimin acordó echarlo a la suerte. Tomó entre sus dedos pétalo a pétalo, hasta que solo quedó uno y con este estaría decidido su siguiente acción, fuera cual fuera.

Tres

Dos

.

.

Uno

Notas finales:

dejen reviews si quieren mas capitulos


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