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REGRESA A MI por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, aqui vemos de mejor manera el desarrollo de nuestra pareja principal, espero que les guste

Capítulo 4.- Dulce… muy dulce…

 

Hyoga miró a Seiya y vio como el color se le fue del rostro, el castaño se volteó y empezó a caminar con prisas por la vereda, ignorando a Hyoga que se quedó de pie mirándolo sin poderlo creer, el peliazul corrió más rápido hasta que lo alcanzó, lo tomó del brazo y lo detuvo

- Suéltame Ikky, ¿¿¿estás loco??? – Seiya se soltó del agarre del peliazul que levantó ambas manos en señal de paz al ver furia en sus ojos

- Claro que lo estoy, ¿quieres detenerte un minuto? – Seiya había vuelto a caminar tratando de dejar a Ikky atrás

- No… no quiero detenerme, una sola cosa te pedí Ikky, solo te pedí una cosa – Seiya hablaba con frustración

- Si, pero no lo puedo hacer, Seiya por todos los dioses detente y habla conmigo – Ikky se sentía frustrado también y volvió a sujetar a Seiya del brazo

- No, no quiero hablar contigo, no quiero verte, ¿qué no lo entiendes?, me duele verte – Seiya casi gritó esto, sus ojos parecían vidriosos, a punto de llorar

- ¿Te duele verme? – Ikky lo soltó y su expresión era de dolor

- Si, déjame en paz, no puedo verte… no puedo con esto… no puedo… – Seiya se volteó y siguió caminando, Ikky se quedó de pie en donde estaba y gritó:

- Si eso es lo que quieres, eso haré – Ikky se volteó y empezó a caminar hacia el otro lado, cruzó la calle pero sus ojos estaban en Seiya que gritó sin regresarlo a ver

- Bien!!! – gritó Seiya sin regresarlo a ver, Ikky estaba por terminar de cruzar la calle pero se arrepintió y volvió sus pasos en dirección a Seiya al decir:

- Eres tan terco, tanto te cuesta darme un par de… - pero Ikky no pudo terminar lo que estaba diciendo, un auto venía por la calle y no pudo frenar a tiempo, el golpe fue feísimo, Ikky se pegó de lleno con el parabrisas del auto, rebotó en el pavimento y quedó tendido en la calle, inconsciente, Seiya escuchó el frenazo y vio como Ikky fue golpeado por el auto, sin pensarlo dos veces corrió hasta el peliazul y se sacó el guante para sentir su pulso, sacó su celular del bolsillo y llamó a la ambulancia del campus, el conductor del auto salió y lucía horrorizado, Ikky sangraba por un golpe en la cabeza

- Ikky… Ikky… abre los ojos, mírame, Ikky… - Seiya estaba golpeando suavemente la mejilla del peliazul que seguía inconsciente en el suelo

- ¿Quién es él? – Hyoga se había acercado y se acunclilló junto al castaño que lucía angustiado y miraba calle abajo esperando ver a la ambulancia llegar

- Es… es mi esposo… 

 

***

La noche era estrellada, en el campus universitario, las estrechas calles y áreas verdes estaban llenas de estudiantes que caminaban disfrutando de la frescura de la noche, por la acera una pareja caminaba tomada de la mano, un muchacho de cabellos azules y uno castaño, el castaño miraba algo distraído a la gente que pasaba y tenía en las manos un vaso grande de refresco de uva, el peliazul sonreía con anticipación, era su aniversario y tenía planificada una sorpresa, ellos ya habían comido algo por ahí en una de las cafeterías del campus y ahora estaban caminando sin rumbo fijo, aparentemente claro está

- ¿A dónde estamos yendo Ikky? – preguntó el castaño cuando su peliazul lo jaló suavemente dirigiéndolo por una de las callejuelas poco iluminadas

- Es una sorpresa

- No no no, me parece excitante y me ha fascinado las veces que hemos hecho el amor en público, pero me niego a hacer nada en un callejón, ahí trazo la línea – se quejó el castaño pero lo hizo con un tono divertido

- ¿En serio crees que te llevaría al callejón solo para eso?

- No sería la primera vez que lo intentaras

- Puede ser, pero no… tú no eres como para callejones, además este es solo el camino a nuestro destino, quiero ver las estrellas contigo, luego quiero hacerte el amor hasta que pidas clemencia, pero primero quiero hacer algo romántico – Ikky jaló a Seiya y lo besó en los labios, ahí fue que el castaño comprendió su destino, ellos estaban a pocos edificios de la torre de Astronomía, y la forma más rápida de llegar era por el callejón en donde estaban

- ¿Hacer el amor no es romántico entonces? – Seiya sonreía todo divertido, a veces Ikky decía muchas cosas solo para hacerle reír

- No, al menos no lo es como quiero hacértelo esta noche – Ikky abrazó con fuerza al castaño, lo arrinconó contra la pared del edificio y le apretó un cachete del trasero mientras le mordía suavemente el labio inferior

- Ok., pero no en el callejón – respondió Seiya apenas los labios de su muy ardiente novio fueron por su cuello

- Ya ya… estrellas primero, sexo después – Ikky tomó la mano de Seiya y caminaron entre besos y risas por la oscuridad, cuando llegaron a la pared lateral del edificio en cuestión, el castaño apretó la mano de su amor al preguntar:

- Por todos los dioses, ¿y cómo vamos a entrar?

- Tú confía en mí, ven… – muy juntitos caminaron rodeando al edificio, Ikky iba probando todas las ventanas hasta que encontró una que estaba sin seguro, el peliazul la abrió y haciendo gala de su agilidad acrobática, como felino trepó el muro y entró sin problemas, ayudó a Seiya a entrar y luego caminaron por el pasillo lleno de aulas vacías

- Camina cerca de mí, eso es, no te vayas a tropezar – Ikky caminaba como si pudiera ver en la oscuridad, Seiya caminaba torpemente porque se estaba tropezando hasta con  sus propios pies, cuando empezaron a subir las escaleras, eso fue épico

- No me gusta esto Ikky, mejor salgamos

- No seas miedoso, ven… - Ikky apretó un poco la mano de Seiya y apuró el paso, al final de la escalera, una pesada puerta metálica bloqueaba su paso, pero Ikky sacó de su bolsillo una horquilla y sin mayores problemas la abrió, Seiya arqueó una ceja y preguntó:

- ¿Talentos escondidos?

- Si… de una juventud desperdiciada, o por lo menos es lo que mi padre suele decir

- Yo creo que lo aprovechaste muy bien – Seiya abrazó a Ikky y lo besó con pasión en los labios, el peliazul lo arrinconó contra la puerta y luego de disfrutar de sus labios, besó su cuello y empezó a abrir los botones de su camisa, pero el castaño entre jadeos dijo:

- No… no aquí…

- Ok., la sorpresa está más adelante

 

Seiya nunca antes había estado en la torre de astronomía, era un cuarto circular inmenso que a su criterio no tenía mayor cosa que llamara la atención, claro que eso fue hasta que Ikky lo llevó a un panel de control, accionó unos botones y cosas y en poco tiempo, en el techo circular se proyectó la imagen de cientos y cientos de estrellas, era lo más hermoso que el castaño había visto en su vida

- ¿Cómo diablos lo hiciste? – Seiya caminó por la habitación y tenía los ojos bien abiertos

- Un amigo mío estudia Astronomía y me ha hablado de este lugar, me indicó cómo hacer para que el telescopio funcione

- Wow… es hermoso Ikky, nunca había visto tantas estrellas juntas

- Eso no es nada, ven acá – Ikky lo llevó al centro de la habitación, se acostó e hizo señas a Seiya para que hiciera lo mismo, el castaño se acostó junto a Ikky en el duro suelo, pero no podía haber estado más cómodo o contento, por mucho tiempo escuchó a Ikky y miró con detenimiento las constelaciones que le fue describiendo, ambos reían y jugaban suavemente entrelazando los dedos de sus manos

- ¿Te estás inventando los nombres de las constelaciones y las historias de cómo fueron llamadas?

- Claro que no, cuando era niño me entró una fase en la que quería ser astronauta y miraba todos los reportajes y esas cosas, le rogué a mi padre por un telescopio por meses, pero no me lo compró hasta que vio que en serio me aprendí las constelaciones y todas esas cosas, ya luego me regaló uno al final del año escolar, en ese verano me dediqué a comprobar por mi mismo las constelaciones y estrellas, me obsesioné con las historias de como fueron nombradas y los que las descubrieron, me interesé en la mitología también, si… era un nerd

- Apuesto a que espiabas a los vecinos también

- Bueno… eso tampoco te lo puedo negar, pero principalmente si miraba las estrellas, mi papá me dijo que un día sería útil que supiera todo ello, lo de las historias y esas cosas, a la final no fui astronauta pero… siempre puedes contar conmigo para matar el aburrimiento en una noche sin luz o internet – Ikky suspiró cuando dijo esto

- ¿Ah si?, ¿entonces has traído aquí a todos tus novios?

- No… por supuesto que no, nunca me gustaron las cosas cursis o románticas, nunca les vi el sentido, claro que eso pensaba hasta que tu entraste en mi vida, ahí nada me parece cursi, y todo tiene sentido si lo hago contigo, te amo Seiya, con todo mi corazón, con todas mis fuerzas y toda mi alma, tú eres la estrella de mi vida y por eso quiero compartir esto contigo, quiero compartirlo todo contigo, quiero entregártelo todo de mí, ponerme en tus manos, solo tengo que advertirte una cosa – Ikky hablaba muy serio cuando dijo todo lo que dijo, eso conmovió a Seiya mucho más que las estrellas

- ¿Qué cosa?

- Soy tuyo, así que ten piedad de mi – Ikky estaba recostado sobre su espalda, Seiya estaba acostado a su lado, había tenido la cabeza acomodada en el pecho de Ikky, pero cuando el peliazul comenzó a hablar, el castaño se había virado hasta quedar recostado de lado, ellos se estaban mirando a los ojos en estos momentos, Seiya acarició la mejilla de Ikky al preguntar:

- ¿Piedad?

- Si, ¿me tratarás con cariño Seiya? – Ikky subió sus brazos y los dejó descansar sobre su cabeza, totalmente a merced de Seiya que lo besó en los labios con pasión, cuando el beso se rompió, el castaño frotó su nariz con la de su novio y dijo:

- Eres un tonto, pero te amo, y así como eres mío, yo soy tuyo, así que la piedad es de dos vías

- Genial…

 

Ikky tomó a Seiya de la cintura y lo besó en los labios con pasión, se incorporó un poquito y entre besos lo recostó sobre su espalda, ahí Seiya ya no opuso resistencia y dejó que su novio le zafara los botones de su camisa, se arqueó cuando las hábiles manos de Ikky acariciaron sus pezones, y en eso estaban cuando la puerta se abrió, la luz de una linterna les dio directamente en los ojos, Seiya quedó totalmente ciego

- ¿Qué creen que hacen aquí? – la voz del guardia del edificio sonaba totalmente fúrica, Ikky se levantó del suelo como resorte y jaló a Seiya que se incorporó con algo de dificultad, pero mansamente se dejó guiar por Ikky que sin regresar a ver nada se dirigió hacia la otra puerta de la sala circular

- Ikky… - Seiya aún no podía ver

- Corre, vamos tu puedes!!! – Seiya corría realmente sin ver a dónde iba mientras sus ojos se volvían a acostumbrar a la oscuridad, corría confiando totalmente en Ikky y por eso al llegar a las escaleras, Ikky lo tomó de la cintura y lo cargó sobre su hombro cual saco de papas, Seiya reía sin poderlo evitar, Ikky bajó las escaleras lo más rápido que pudo, el guardia de seguridad los seguía de cerca, pero los muchachos lograron salir del edificio, luego corrieron por el césped hacia la facultad de arte, Ikky podía ver la luz de la linterna del guardia quedarse atrás, mientras ellos corrían con todas sus fuerzas

 

Al llegar a la fuente que estaba en medio de la facultad de arte, Ikky tropezó y rodó por el césped, Seiya que llegaba un poco más atrás, se dejó caer en el césped junto a Ikky, ambos tenían la respiración agitada y no tenían aliento

- ¿Lo perdimos? – preguntó Ikky incorporándose un poco y mirando hacia la dirección en donde podría venir el guardia

- Yo creo que se quedó por Mecánica, no creo que haya corrido más allá de los talleres – respondió Seiya acomodándose un poco mejor de ladito para ver a Ikky que respiraba agitadamente y sonreía

- Lo bueno es que estás en el equipo de atletismo

- Me botaron del equipo, ¿recuerdas? – dijo Seiya con una sonrisa, él era en verdad ágil y rápido, pero tuvo muchos problemas con su entrenador y decidió salir del equipo

- Pero igual corres como gacela

- Eso si… oye… ¿en qué nos quedamos? – el castaño sin perder mucho tiempo se acomodó sobre Ikky sentándose sobre sus caderas y buscando sus labios, las manos del peliazul fueron directamente a sus caderas y subieron acariciando sus costados, Seiya empezó a besar su cuello mientras zafaba los botones de su camisa, Ikky se arqueó en el césped cuando la hábil lengua de su castaño encontró el camino hasta su pezón, abrió los ojos y vio muchas luciérnagas en los arbustos junto a la fuente

- Mira… mira que hermoso… mira… - Ikky señaló a las luciérnagas que brillaban en la oscuridad, Seiya levantó la mirada y sonrió al ver lo que su novio miraba, ese fue un momento mágico que nunca en la vida olvidaría, y en eso estaban cuando escucharon pasos apresurados hacia su dirección, los muchachos se miraron y rápidamente se levantaron y volvieron a correr entre los árboles cercanos a la fuente, se escondieron tras uno especialmente gordito y miraron como el guardia de seguridad de la torre de astronomía llegaba a la fuente, el pobre venía sin aliento y movía su linterna en todas direcciones, Seiya se cubrió la boca para que su risa no se escuche, Ikky lo abrazó y se movieron rodeando el árbol escapando de la luz que los buscaba, y allí se quedaron hasta que el guardia siguió con su camino hacia la siguiente facultad

- Amé tu sorpresa – dijo Seiya que estaba apoyado en el árbol y besaba el cuello de Ikky que lo sujetó de la cadera e hizo que le rodee en cuerpo con las piernas arrinconándolo contra el árbol

- Yo te amo a ti

- Lo se…

 

Y en medio de los árboles la pareja hizo el amor bajo la luz de la luna, Seiya se aferraba del cuerpo de Ikky que se movía con cadencia en su interior, el bosque se llenó de jadeos y gemidos acompasados, este era fácil el mejor sexo de la vida de ambos, pero no era solo eso, ellos se amaban por sobre todo, era un sentimiento que los gobernaba enteros, y se entregaron a la pasión como lo habían hecho tantas veces antes, pero esa noche fue muy especial, esa noche quedó grabada en el alma de ambos, esa noche los marcó de muchas maneras, esa noche Ikky talló sus iniciales en aquel árbol que fue testigo de su amor, esa noche Seiya supo sin lugar a dudas que había encontrado al hombre de su vida, aquel con el que se casaría, al padre de sus hijos, lo había encontrado cuando no lo estuvo buscando, Ikky era… Ikky…

 

Notas finales:

Chan chan chan...

Si ellos tuvieron un inicio tan dulce, ¿qué fue lo que los separó de manera tan violenta?, espero que ya sepan de que película hablo

Muchas gracias por leer y nos vemos en el capítulo nuevo, saludos, bye


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