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LAS SECRETAS INTENCIONES por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, este lo cambia todo, espero que les guste

Capítulo 8.- Barreras

 

En el Averno, por tres días Seiya intentó transportarse sin éxito, Hades lo guiaba y lo animaba, lo reconfortaba de las secuelas de sus intentos que cada vez eran más tenues, cada vez perdía el conocimiento por menos tiempo, llegó al punto en donde solo se mareaba pero aún no lo conseguía, y siempre era Hades el que lo sostenía, despertaba en sus brazos cada vez y eso dejó de ser incómodo para él, Hades solo lo abrazaba, Seiya tenía la impresión de que al dios le gustaba abrazarlo, le había dicho que le gustaba su cabello, bueno… en fin… al final del cuarto día fue que Seiya pudo transportarse exitosamente hasta la biblioteca, Hades lo recibió con una amplia sonrisa al decir:

- Como alumno eres bastante bueno

- Mi maestro solía decir que mi terquedad es lo que me hacía bueno – respondió Seiya, él estaba complacido consigo mismo, lo había conseguido luego de tanto intentarlo

- Ahora ya puedes ir a contárselo en persona

- ¿Puedo ir a la tierra?

- Me gustaría que los hagas esperar un poco más pero sé que tu corazón arde de deseos de verlos a todos ellos, así que… claro que puedes ir, ese era el trato, ahora ya puedes transportarte entonces puedes ir a donde tu corazón desee, solo recuerda que te espero para cenar, además me gustaría saber cómo están todos en el santuario, aunque lo que más me gustaría saber es si esa niña tonta ha aprendido la lección o no

- Deberías darle una oportunidad a Saori, ella no es tan mala como tú crees que es

- Eso mi niño, lastimosamente es uno de esos puntos en los que estaremos de acuerdo en que estamos en desacuerdo, no la tolero y nada de lo que digas me hará cambiar de opinión

- Está bien, no la toleres, nos vemos en la noche

- No olvides tus promesas esposo mío – Hades se acercó a Seiya y lo besó en la frente, el castaño apretó su mano al decir:

- No lo haré

 

Seiya cerró los ojos y a los pocos segundos desapareció, Hades sintió claramente como su cosmo dejaba el averno y aparecía en la tierra, el dios de los muertos se transportó a la entrada principal en donde su feroz can de tres cabezas estaba, al ver a su amo fue a su encuentro, Hades acarició uno de los hocicos y muy serio le dijo:

- Ve por él, sé discreto si no es necesario que te hagas visible, caso contrario protégelo y tráelo de vuelta, si algo grave pasa avísame inmediatamente… ahora ve… - Hades envió a su infernal can por un portal y suspiró

- ¿Considera prudente mi señor el enviar a cerbero a la tierra?, la última vez que fue devastó varias ciudades enteras – el primer juez del inframundo se acercó a su señor y le hizo esta pregunta con mucho respeto

- Seiya no sabrá que está allí si no hay problemas, si hay problemas agradecerá que esté a su lado

- ¿Y si su alteza no vuelve?

- Volverá Radamantys, esa niña tonta hará todo mi trabajo por mí

- Esperemos que si – dijo el rubio juez, él tenía sus dudas la verdad

- Claro que lo hará, Seiya es en esencia diferente, sus amigos no lo podrán notar pero ella sí, hay que confiar en Atena para que haga algo estúpido – Hades sonrió de lado al decir esto, Radamantys asintió y caminó con su señor por los pedregosos caminos del Averno con dirección al Palacio de Justicia

 

Seiya cerró los ojos y pensó en el santuario, pensó en su maestro, en el gran salón del templo de sagitario, pensó en Aioros y se dejó llevar por el cosmo de oscuridad, nunca se acostumbraría a esa tan sensación tan particular y horrible que le producía el transportarse pero ni modo, era un precio bastante leve de pagar para poder ver a sus amigos, a su maestro y a su diosa.  Cuando abrió los ojos estaba al pie del inicio de las escaleras del santuario, esto era extraño, no era allí que había pensado llegar, bueno… peor es nada, se encogió de hombros y caminó hacia las escaleras pero al intentar pasar no pudo hacerlo, una pared invisible lo detenía

- ¿Seiya?, por todos los dioses no lo puedo creer – el que había hablado era el caballero dorado Mu de Aries, que estaba de pie a lo alto de la escalera, lucía su formidable armadura pero al ver al intruso se sacó el casco y sonrió con sinceridad

- Hola Mu, ¿por qué levantaste el muro de cristal? – Seiya saludó desde abajo y tocó el muro que emitió un suave brillo, eso detuvo al dorado carnero que había bajado las escaleras rápidamente

- ¿No puedes pasar? – preguntó Mu que había llegado ya a la base de la escalera

- No… ¿no es eso obvio?

- ¿Viniste solo Seiya? – preguntó cuidadosamente Mu

- Si… ¿no me vas a dejar pasar?, vine a verlos a todos ustedes, los he extrañado mucho y quería pasar un tiempo con todos, solo tengo hasta la noche que debo regresar – Seiya apenas tocó el muro de cristal que retiró la mano, sentía como que le quemara la piel, Mu miró con detenimiento a Seiya y vio su mirada limpia, su expresión de ansia, le pareció sincero así que bajó el muro de cristal y ambos caballeros de abrazaron, Mu pudo sentir el cosmo que desprendía Seiya, era muy sutil pero inequívoco, era cosmo de oscuridad

- Me agrada verte Seiya, pero explícame cómo es que Hades te dejó salir del Averno

- Ohhh, hicimos un trato, si yo lograba transportarme solo y por mis propios medios podría ir a donde yo quisiera, siempre y cuando regrese a tiempo para la cena, él no quiere subir a la tierra por eso me enseñó a mi cómo hacerlo solo así no necesito niñera, a él no le agrada mucho subir a la tierra, dice que no disfruta de las aglomeraciones y que el olor le molesta – Seiya sonrió cuando dijo esto, Mu rió divertido al darse cuenta que Seiya no había cambiado tan drásticamente como podría esperarse dadas las circunstancias

- Bueno… si eso te permite venir a visitarnos de vez en cuando me parece un trato fantástico, ven… todos se pondrán muy contentos de verte – Mu caminó con Seiya unos pocos pasos antes de que otros caballeros llegaran a lo alto de las escaleras

 

El que no esperó nada y bajó corriendo fue Saga de Géminis, a él no le importó nada y al llegar a Seiya lo abrazó con fuerza, el castaño lo abrazó de vuelta y su corazón se dio un vuelco, el peliazul estaba tal y como lo recordaba, se emocionó al verlo pero también se sintió un poquitín culpable, Hades sabía que él estaba en el santuario y que muy posiblemente vería a Saga, Hades sabía esto y lo había dejado ir de todas maneras, a veces habían cosas en ese parco dios que sorprendían a Seiya pero este no era el momento de pensar en ello, cuando Saga puso a Seiya en el suelo lo quiso besar pero el castaño puso una mano en su pecho para detenerlo, no… no podían hacerlo, si Hades se enteraba… no… ni siquiera podía pensar en eso

- ¿Te escapaste Seiya?, ¿volviste a casa? – preguntó Saga emocionado, no podía creer que estaba abrazando a su niño otra vez

- No Saga, solo vine de visita esta tarde, no me puedo quedar más tiempo – respondió Seiya aclarando la situación

- ¿De visita?, Hades te permitió salir del Averno, no lo puedo creer

- Hades no es tan malo como lo pintan, no le gusta la tierra y por eso él no quiso venir pero no me lo impide a mi, wow… estás bronceado – dijo Seiya mirando detenidamente a su ex amante, que en verdad estaba bronceado

- Es que nuestra diosa me tiene de misión en misión y en la última fui a Italia en donde tuve que trabajar bajo el sol, en cambio tú estás pálido – Saga acarició la mejilla del castaño que no se hizo el quite pero respondió con un suspiro:

- En Guidecca no brilla el sol

- Seiya!!!, por todos los dioses!!! – Shun bajó corriendo las escaleras y se lanzó a su amigo pero ellos no pudieron abrazarse porque una explosión los mandó a todos a volar, Seiya salió despedido por una fuerza descomunal y se golpeó feísimo en uno de los muros de piedra de la entrada del santuario, vio estrellas con los ojos abiertos y se quedó atontado en el suelo unos momentos, cuando se pudo incorporar escuchó voces pero nadie estaba a su lado, los miró y tanto Shun como Saga estaban golpeando el aire, pero no… no era el aire que golpeaban… el muro de cristal había sido levantado una vez más

- ¿Pero qué…?, ¿Qué está pasando? – Seiya lucía confundido, y más confundido se puso al ver a Saori en lo alto de la escalera junto a Shion y a Docko

- ¿A qué has venido?, ¿Qué buscas aquí? – preguntó claramente el patriarca

- Vine a verlos a ustedes, ¿qué rayos les pasa? – Seiya se iba molestando con esta situación

- ¿Por qué?, ¿cuál es tu propósito? – Docko preguntó nuevamente y su tono era algo agresivo

- ¿Mi propósito?, ¿una visita debe tener propósito? – Seiya dio un par de pasos pero fue detenido, era como si una mano gigante lo estuviera sujetando por todo su cuerpo, esto era incómodo y humillante

- Una visita, ¿es esa tu historia? – preguntó Death Mask de Cáncer, él estaba al pie de la escalera y tenía una cara de concentración única, era él el que lo estaba sujetando

- No es una historia, los extrañaba, tontamente pensé que ustedes también me extrañaban a mí, no esperé fiestas de bienvenida pero esto… esto es ridículo, suéltenme – Seiya trató de moverse pero no pudo hacerlo, Saga lo vio forcejear y sin pensarlo mucho atacó a Death Mask, lo derribó y eso hizo que Seiya recuperara la movilidad, justo a tiempo para ver como Shaka atacaba a Saga inmovilizándolo

- No me obligues a dañarte Saga – advirtió el rubio al furioso peliazul que luchaba

- Saga no!!! – Seiya corrió en dirección a ellos pero fue detenido una vez más por Death Mask, Shun se le lanzó a Death pero Shyru lo impidió

- Basta todos!!! – Saori levantó su báculo y todos sus caballeros se detuvieron, Seiya sintió como si alguien aplastara sus pulmones desde adentro y no podía respirar, cayó de rodillas al suelo llevándose una mano al pecho, al ver esto Saori confirmó sus peores temores, el resto de sus caballeros al sentir como su cosmo les llegaba sentían paz, los tranquilizaba, en cambio Seiya reaccionó con violencia al cosmo de luz, él era ahora una criatura de oscuridad, tal como Docko había dicho, Hades era en verdad muy cruel

- Seiya!!!, ¿Qué le pasa? – Shun golpeaba el muro de cristal tratando de llegar a su amigo que se estaba ahogando frente a sus ojos

- Él ya no es Seiya – dijo Saori con mucha tristeza al bajar su báculo

- ¿Qué?, ¿cómo que ya no es Seiya? – Saga tenía las manos en el muro de cristal sintiéndose impotente al no poder acercarse a él

- Su cosmo es de oscuridad, él ya no es el que fue, es una broma cruel de Hades, lo envió aquí para burlar nuestras seguridades e ingresar al santuario, es un lobo vestido de oveja que viene a matarnos a todos, ¿qué no lo ven? – dijo la diosa con dolor

- Eso no es cierto – dijo Saga con total indignación, él había podido abrazar a su niño, era él, claro que era él

- Si lo es, yo lo puedo sentir y ya no es él, es solo un instrumento de Hades, es un cascarón vacío – dijo la muchacha bajando las escaleras, levantó su báculo y Seiya cayó al suelo, sentía como si mil agujas atravesaran su piel, esto era agonía y solo escuchaba gritos, le tomó un tiempo darse cuenta que eran sus propios gritos los que escuchaba

- Déjelo!!!, por favor déjelo!!! – Aioros de Sagitario llegó volando desde su templo y se chocó con violencia contra el muro de cristal, luego se postró a los pies de Atena y rogó, rogó por Seiya, Aioros nunca había hecho algo parecido pero no podía soportar ver a su aprendiz en agonía, la diosa levantó su báculo y Seiya quedó hecho bolita en el polvoriento suelo, su respiración era trabajosa

- Aioros… - Seiya extendió una mano y susurró el nombre de su maestro mientras una lágrima bajaba por su mejilla

- Aioros no, no lo hagas – advirtió la diosa al darse cuenta de las intenciones del noveno guardián, él quería llegar a Seiya a como dé lugar

- Está herido, necesita ayuda – replicó Aioros con desesperación, un hilo de sangre salía de su boca y su nariz

- Y tiene ayuda – dijo Docko sin salir de su sorpresa cuando un perro inmenso salió detrás de la roca y olió a Seiya para luego gruñir a los habitantes del santuario, el perro tenía una sola cabeza pero Saori sabía que monstruo era aquel, su cosmo de oscuridad era tóxico y su gruñido les llegó al alma a todos los caballeros haciéndoles estremecer

- No lo puedo creer – Afrodita de Piscis miraba al animal y se llevó una mano al pecho al dar un paso hacia atrás, su fuerza era innegable y todos lo podían sentir, el monstruoso can casi nunca salía del Averno, pero sus salidas habían sido siempre regadas de sangre inocente y destrozos de ciudades enteras, ver a Cerbero allí no eran buenas noticias

- Es una trampa, se los aseguro – dijo Docko tomando un escudo de su armadura, listo para el combate que se avecinaba

- No, no es ninguna trampa, es Seiya y está herido, baja este maldito muro Mu – Saga gritó con rabia

- No lo he levantado yo Saga – respondió el dorado carnero con tristeza, había sido su maestro el que lo había hecho, el muro de cristal de Shion era aún más poderoso que el suyo propio

- No!!!, ya no más!!!, ya no más!!! – Seiya se volvió a contorsionar en el suelo, se había intentado mover con la ayuda de cerbero pero Saori se dio cuenta de ello y levantó nuevamente su báculo, Seiya gritaba de dolor y se abrazaba a si mismo

- ¿Por qué no se defiende? – preguntó Death Mask sin entenderlo, si el cosmo de oscuridad en Seiya era tan poderoso como su diosa había dicho, ¿por qué no se defendía o contraatacaba?

- Porque no puede – dijo Shun con horror al darse cuenta de la situación, Seiya seguramente no sabía cómo usar el cosmo de Hades o no tenía acceso a él, el muchacho de ojos verdes recordaba muy bien lo poderoso del cosmo de oscuridad y lo difícil que era controlarlo, Seiya no podía defenderse, no era que no quisiera hacerlo, no podía hacerlo y ahora estaba en agonía, Shun estaba desesperado y golpeó una vez más el muro de cristal

 

Cerbero gruñó para luego ladrar al tomar su forma real, el inmenso can se transformó frente a sus ojos y se paró defensivamente delante de Seiya que trataba de respirar e incorporarse, una de las cabezas de cerbero lo estaba ayudando, la otra gruñía y la otra ladraba

- Seiya!!! – Shun gritaba desesperado, el castaño pudo ponerse de pie con mucho trabajo, su expresión valía más que mil palabras y con incredulidad miró a la diosa que lo miraba estoica

- Déjenos salir, por todos los dioses déjenos ir a ayudarlo!!! – Saga también gritaba desesperado, nunca en su vida había visto a Seiya vulnerable como se mostraba ahora

- ¿Por qué Saori?, ¿por qué? – preguntó el castaño, que se apoyaba en cerbero para mantenerse de pie, tenía una mano en su costado y su camisa se estaba manchando de sangre, la diosa lo miró y algo iba a decir pero el perro gimió lastimeramente y trató de que Seiya no se golpeara mucho al caer al suelo, al castaño le abandonaron todas sus fuerzas, no perdió el conocimiento pero ya no podía más y se dejó caer, Aioros vio como otra lágrima resbaló por su mejilla y no lo pudo evitar, él también lloró al no poder ir a su lado

 

Un trueno irrumpió en el ambiente, rayos iluminaron el cielo cuando densas nubes cubrieron el sol, junto a la pared en donde yacía el castaño, un negro portal se abrió, Hades emergió de él y al mirar a Seiya en el suelo cubierto de tierra y sangre, miró a la diosa con total furia, con mucho cuidado cargó al castaño en brazos, cerbero cruzó el portal primero de vuelta al Averno, Hades se volteó para seguirlo pero al ver el estado lastimero de Seiya cambió de opinión, se detuvo, los miró a todos y dijo en un tono frío como el hielo:

- Lo pagarán con sangre – Hades levantó la mano y rayos empezaron a caer del cielo, los caballeros dorados tomaron posición de ataque al instante, todos listos para defender a su diosa, aunque Saga de Géminis y Aioros de Sagitario se mantuvieron al margen, simplemente miraban como el muro de cristal resplandecía cuando los rayos impactaban en su superficie

- No… - susurró Seiya, levantando la mano tocando suavemente el brazo de Hades

- Se lo merecen – respondió Hades mirando a Seiya que meneó la cabeza y dijo:

- Llévame a casa, sácame de aquí, por favor… por favor… no más violencia, no soy lo que ellos creen… y tú tampoco… ya no más… - el castaño cerró los ojos al perder el conocimiento

 

Hades los miró a todos nuevamente y lentamente bajó la mano, fue muy claro para todos que Hades se estaba conteniendo a pedido de Seiya, Aioros no esperó menos de su aprendiz pero Saori estaba algo impactada cuando repentinamente los rayos cesaron y la pareja cruzó el portal hacia el averno, a su partida el sol volvió a brillar y el ambiente dejó de ser tóxico, los caballeros se relajaron al ver al dios de los muertos partir y el muro de cristal bajó, Saga de géminis corrió hasta donde Seiya había estado y cayó de rodillas al ver su sangre en la tierra, Aioros llegó a él justo a tiempo para tomarlo de un brazo y detenerlo, su cosmo era visible de lo furioso que estaba, su estado era comparable al que tuvo en la batalla de las doce casas

- No Saga… no así…

- No interfieras – susurró el dorado guardián del tercer templo

- Esta no es la forma

- ¿Y cuál es?

- Ven conmigo, necesitas calmarte, ven… - Aioros levantó el vuelo y se llevó a Saga con él, Saori los vio alejarse y suspiró con pesadez, esto se le estaba yendo de las manos…

 

Seiya gimió de dolor, se movió en la cama y se arrepintió de hacerlo, le dolía todo, absolutamente todo el cuerpo pero al recordar las razones de su dolor corporal, le dolió el alma, así que se hizo bolita en la cama y lloró, no lo pudo evitar, Seiya supuso que tenía muchos sentimientos embotellados desde hacía varias semanas y lo que había pasado hoy fue la gota que derramó el vaso.  El castaño saltó en la cama al sentir como le acariciaban el cabello, al abrir los ojos era Hades el que estaba a su lado, el dios estaba sentado en el borde de la cama y lo miraba con una expresión extraña, Seiya estaba usando pijama y su cabello estaba algo húmedo

- ¿Esta vez me bañaste? – preguntó al mayor mirando la pijama que estaba puesto, el hecho de que Hades lo hubiera bañado no le molestó al castaño, ni sus caricias ni su preocupación, a Seiya más bien le agradaban las atenciones de su esposo que siempre lo trataba con suavidad, todo lo contrario a lo que pudo haber pensado de él

- Si, traté tus heridas también, tu ropa estaba sucia y ensangrentada, no podía acostarte en la cama así, necesitas descansar por unos días, estás muy herido – eso dijo Hades y Seiya pudo notar rabia en su voz

- ¿Sabías que esto pasaría? – preguntó Seiya con mucho dolor

- No…

- Pero tú no querías que yo fuera a la tierra, ¿por qué?

- Porque quería que Atena te extrañara y me pidiera bajar a verte, sé que ella no es lo suficientemente inteligente para manejar situaciones delicadas como la nuestra pero no… no sabía que esto pasaría, por lo menos no a este nivel, por eso quise que pudieras llegar solo allí y con eso nos evitaríamos problemas o malos entendidos porque pensé que mi presencia los perturbaría, no quise enviarte con escolta porque eso tampoco hubiera dado una buena impresión ya que hubieran creído que te tengo prisionero, por eso pensé que la mejor manera de que llegaras a verlos era por tus propios medios, pensé que eso no los preocuparía ni los inquietaría pero… me equivoqué…

- No lo entiendo… es que no lo entiendo, ¿por qué me atacaron así? – la voz se le quebró a Seiya y bajó la mirada, no quería que Hades lo viera así, pero el dios lejos de incomodarse o alejarse, tomó la mano del castaño y preguntó:

- ¿Qué fue lo que pasó?, cerbero no estuvo allí desde el inicio

- Yo quería llegar al templo de sagitario, quería ver a mi maestro primero pero no llegué allá, aparecí en la entrada principal del santuario, en donde me encontraste, supongo que me transporté mal o algo

- No… no lo hiciste mal, el santuario de Atena tiene varias seguridades, supongo que por eso no pudiste aparecerte dentro de él

- ¿Por qué?

- Ya te lo dije, tu cosmo es diferente ahora

- Pero no me siento diferente

- No tienes por qué sentirte diferente, tú eres tú, independientemente de la fuente de poder que uses, ya no tienes el cosmo del santuario porque ya no estás atado a él, ahora estás atado a mí, es lógico que tu cosmo sea distinto, pero eso no cambia quien eres tú, tu esencia, pensamientos o sentimientos, el cosmo solo da poder pero son tus acciones y creencias lo que determina tu personalidad, y eso no ha cambiado contigo, no soy partidario de lobotomías – Hades sonrió ligeramente, quería animar a Seiya pero no lo logró porque el castaño estaba sumamente dolido y triste cuando respondió:

- Saori no lo vio así, ella simplemente me atacó, porque Mu me dijo más o menos lo que me acabas de decir tú, por eso bajó el muro de cristal que había levantado y lo pude saludar, abrazar, a Saga también, pero cuando Shun llegaba corriendo, Shion levantó un nuevo muro de cristal y eso me lanzó contra el muro de piedra

- Ahí fue que cerbero llegó – dijo Hades asintiendo

- ¿Por qué lo enviaste?

- La idea era que estuviera cerca de haber problemas, no tenías por qué sentir su presencia, él no se hubiera acercado si todo hubiera estado bien, él fue quien me llamó, ¿fue Atena la que te atacó?

- Si… fue ella, pero no entiendo por qué lo hizo – Seiya miró a Hades pero luego escondió el rostro, no quería volver a llorar

- Es una niña tonta y paranoica, ¿no te dijo nada?, ¿no te dio ninguna explicación? – preguntó Hades dándole un pañuelo a Seiya, que lo tomó y dijo:

- Les dijo a todos que yo no era yo, que todo era una broma cruel tuya, que iba a entrar como lobo con piel de oveja para matarlos a todos, y no se cuanta estupidez más – la ira también le iba llegando al castaño, es que las razones de Saori le parecieron por demás estúpidas

- ¿Y los caballeros le creyeron? – Hades arqueó una ceja al preguntar esto, él sabía que Saori era una idiota, pero quería darles el beneficio de la duda a los demás caballeros, Seiya lo pensó por un momento antes de responder:

- No… no todos, Saga y Shun golpeaban el muro de cristal queriendo salir, mi maestro… dioses mi maestro llegó volando cuando ella… cuando ella me estaba atacando y le rogó que dejara de hacerlo, mi maestro lloró… lloró al verme caído, él lloró… - Hades limpió una nueva lágrima del rostro de Seiya que no se había dado cuenta que estaba llorando, es que la imagen de su maestro desesperado por él, gritando su nombre y llorando al verlo caído, eso fue… eso fue mucho para Seiya, de solo recordarlo se le encogía el corazón

- Es lógico suponer que lo haría, tú lo quieres mucho así que asumo que los sentimientos son recíprocos, ¿verdad?

- Eso creo… pero no lo entiendo

- ¿Qué?

- Ella me atacó, Shion, Docko, Death… ellos me atacaron sin siquiera decirme la razón, no me dieron la oportunidad de defenderme, no me dejaron decir nada, ellos solo me atacaron… me atacaron, vieron que yo no me podía defender y me atacaron – a Seiya se le volvió a quebrar la voz, es que no lo podía creer, no podía creer que sus compañeros de armas, sus amigos lo hubieran atacado así, porque fue Shyru el que se interpuso en el camino de Shun que se le iba a lanzar a Death Mask para liberarlo, ¿por qué?, eso es lo que no entendía

- Los humanos son frágiles, entienden lo que quieren entender y temen lo que no entienden

- Puede ser pero… yo era su amigo, yo fui su compañero de armas, yo… yo siempre fui fiel… yo lo di todo por la orden y ellos… ella… principalmente ella, ¿cómo pudo?, ¿cómo pudo? – Seiya no podía articular la pregunta pero era obvio lo que estaba pensando, el castaño se sentía traicionado por la persona que más admiraba, por la persona a la que había seguido ciegamente por años, por la que había sangrado, por la que había dado la vida, y ella… a la primera oportunidad le dio la espalda

- No debes sufrir por ellos, especialmente por mi sobrina, ninguno de ellos merece tus lágrimas o tu amor, no se merecen nada, por eso no entiendo por qué no me dejaste acabar con ellos

- No vale la pena, no quiero otra guerra por esto, además… no eran todos, Shun peleó por mí, Saga, mi maestro… dioses mi maestro… espero que Saori no le haga nada por querer ayudarme, ¿crees que le haga algo?

- No hay que desmerecer la estupidez de esa niña insulsa, pero… si te tranquiliza puedo enviar un espía a la tierra para que lo tenga vigilado, si ella hace algo la neutralizamos, ¿suena bien?

- Si… no quiero que a ninguno de mis amigos les pase algo por mi culpa

- Nada les pasará si yo lo puedo evitar, ¿estás más tranquilo?

- Si… no… no lo logro entender, ¿por qué me atacó así? – Seiya lucía en extremo triste, su expresión podría conmover al más fiero, así que Hades le acarició la mejilla y le dijo:

- Porque no supo valorar lo que eres, porque te ha subestimado, porque cree que mi vida gira alrededor de ella y no puede estar más equivocada, porque es ciega y no ve más allá de lo que quiere ver, porque no ve lo magnífico que eres, aún no se da cuenta lo que ha perdido, aunque debería agradecérselo, su pérdida es mi ganancia – Hades miró a Seiya que lo miró de vuelta y preguntó:

- ¿Cómo puedo ser tu ganancia?

- Estás a mi lado, no al suyo

- Si pero… yo… nuestro matrimonio no es matrimonio, somos dos extraños que se están adaptando a vivir juntos y yo ni siquiera cumplo con mis deberes conyugales como me dijo Shun que Saori le había dicho que era sumamente importante, nuestra relación es… no es lo que debería y yo…

- No te preocupes Seiya, lo que deba ser será – el tono de Hades era tranquilo, esta no era la primera vez que le decía algo de eso

- ¿Y si no es?

- Pues no es, ¿aún no te das cuenta? – Hades levantó el mentón de Seiya y lo miró a los ojos al preguntar esto, el castaño se sintió perdido y preguntó:

- ¿De qué?

- Yo no quiero que cumplas, yo quiero que quieras

 

Seiya miró a Hades y no lo podía creer, iba a responder pero Galatea entró a la habitación con la cena, la pareja cenó casi en silencio, a Seiya le costaba respirar pero Hades había dicho que el médico ya lo había revisado y no tenía nada grave, solo necesitaba reposo, así que Hades lo ayudó a acostarse apropiadamente, y cuando se disponía a salir de la habitación Seiya tomó su mano y le preguntó:

- ¿Puedes quedarte esta noche conmigo?, no quiero estar solo

- Debes descansar pequeño

- Y quiero descansar pero no quiero estar solo, me gusta dormir cuando llueve pero la tormenta está muy fuerte, ¿es mucho pedir que duermas a mi lado?

- No… claro que no – Hades se sacó la túnica quedando desnudo, Seiya no necesariamente dijo nada, Hades ya le había dicho que la ropa para dormir le parecía incómoda, pero él no se iba a sacar la pijama que estaba puesto, simplemente con trabajo se recostó de ladito y se dejó abrazar de Hades que lo sostenía con mucho cuidado y le acarició los cabellos hasta que se durmió

 

Notas finales:

Chan chan chan...

Y ahora que va a pasar?, no se pueden perder los capítulos que vienen, cuéntenme que les ha parecido

Muchas gracias por leer y nos vemos el domingo en el capítulo nuevo, muchas sorpresas tiene esta historia, espero que les guste lo que viene


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