Capítulo 13.- Reacciones
Seiya despertó cuando Shun se arriesgó a acercarse lo suficiente para moverlo, inexplicablemente cerbero no lo atacó, el castaño les había dicho que era prudente de su parte conservar sus distancias con el can infernal, que parece fresco y vago pero que ese no era necesariamente el caso, que si ellos osaban tocarlo lo más probable era que perdieran el brazo en el proceso, claro que cuando Saori abandonó el tiemplo, cerbero se acostó junto a Seiya y ahora le servía de almohada
- Te perdiste la película, no que nos sorprenda – dijo el peliverde con una divertida sonrisa
- Diablos… siempre me pasa – Seiya se estiró como gatito y se puso de pie pesadamente
- ¿Ves películas en el Averno? – preguntó Ikky interesado, Seiya se dormía en noche de película en el templo porque usualmente veían películas repetidas, pero en el cine Seiya no se dormía nunca
- Algunas, a Hades no le gustan mucho, prefiere leer los libros y luego critica la película hasta hacerla pedazos, le encontró fallas hasta a la trilogía del señor de los anillos, con eso te digo todo – Seiya amaba las películas de fantasía y le había hecho ver todas sus películas favoritas a su esposo, al inicio las veían y Hades criticaba toda la película, eso irritaba a Seiya a más no poder, luego más bien al ver la irritación del castaño, Hades lo distraía con mimos hasta que olvidara la película y le hiciera el amor, ese era un buen cambio a criterio de Seiya que ya no le reclamaba su falta de amor por el séptimo arte
- ¿Entonces no has visto la última de rápidos y furiosos? – preguntó Ikky con una sonrisa
- Si claro, tres veces – respondió Seiya con todo el sarcasmo del mundo haciendo reír a sus amigos
- Oye, ¿qué tal van tus entrenamientos?, ¿es cierto lo que nos dijo Aioros? – preguntó Hyoga interesado
- ¿Qué les dijo Aioros? – preguntó Seiya
- Qué le vas a mostrar nuevos movimientos y que lo puedes derrotar, ¿en serio crees que puedes derrotar a Aioros?, ¿a Aioros? – preguntó Shyru con todo el escepticismo del mundo
- Uno nunca sabe, oye Shun… ¿una carrerita mañana por las escaleras? – Seiya sonrió muy divertido ante todo esto, Aioros era uno de los caballeros dorados más fuertes, por no decir el más fuerte, era lógico que Shyru estuviera incrédulo a sus capacidades
- Pero por supuesto, rompí tu marca hace semanas – contestó el muchacho de ojos verdes con anticipación
- Me parece genial, pero yo tengo una marca nueva, a ver si la rompes – Seiya codeó a Shun que lo miró indignado, él había entrenado mucho y estaba en excelente forma para lograr romper su marca
- Te voy a hacer polvo
- Ok., ok., polvo…
Los chicos rieron pero ya no se quedaron mucho tiempo más en el templo de sagitario, Aioros se tomó un último café con su discípulo y charlaron de todo un poco, Seiya se sintió en casa una vez más, pero si le hizo falta su muy austero esposo todo el día, por lo que cuando ya se despidió de Aioros y fue hasta su habitación, sonrió emocionado al ver a Hades esperándolo dentro. El mayor caminaba ausentemente acariciando los muebles, abrió un cajón vacío de un pequeño escritorio y dijo:
- Me dijiste que la invitación nos incluía a ambos, así que decidí tomarla
- Me alegro tanto que lo hicieras, te extrañé todo el día – Seiya cerró la puerta y literalmente se lanzó a los brazos de su esposo que lo estrechó contra su pecho y lo besó con pasión, cuando el beso se rompió se abrazaron y Seiya suspiró contento, el vacío que había sentido el día entero se desvaneció al tener en sus brazos a Hades otra vez
- Así que esta es la habitación en donde pasaste buena parte de tu adolescencia, vaya… no pensé que fuera tan… espartana
- ¿Espartana? – preguntó Seiya sin entender la referencia
- Los espartanos eran los guerreros más poderosos de la edad de los héroes, y lo eran porque sus vidas eran sencillas, ellos no tenían pertenencias mientras estaban en entrenamiento, eso les permitía enfocarse en lo que hacían, por eso eran tan fuertes, el mismo concepto veo aquí, tú te dedicabas solamente a entrenar, ¿verdad?
- En su mayoría sí, yo vivía entrenando, quería ser el mejor de todos y enorgullecer a mi maestro
- Pero no fue siempre así, ¿o sí?
- No… el entrenamiento que tuve de niño fue terrible, fue sumamente duro y más que todo me mantuvieron alejado de mi hermana, cuando regresé lo primero que hice fue buscarla y solo por eso accedí a participar en el torneo que organizó Saori Kido, no sabíamos que ella era Atena, ahí conocí a mis amigos y bueno… las cosas se fueron dando y complicando
- Pero si hubiera sido tu voluntad, no hubieras participado en aquel torneo, ya entiendo
- No, no lo hubiera hecho pero… las cosas están dadas, eso fue lo que nos llevó a las guerras santas, y luego me casé contigo, y ahora estamos aquí, no puedo creer que hayas vuelto por mi – Seiya lo abrazó con fuerza, el pelinegro sonrió y acarició sus cabellos abrazándolo de vuelta
- Si tú no estás a mi lado no puedo dormir
- Tú no duermes
- Si duermo, poco pero duermo desde que lo hago contigo, ahora me hace falta y esa es tu culpa, así que… ¿me ayudarás a conciliar el sueño?
- Será un placer
Seiya se puso en puntillas y besó a Hades en los labios, fue un beso dulce y prolongado, sin prisa alguna, ellos disfrutaban el besarse, el acariciarse como si tuvieran todo el tiempo del mundo, Hades le había dicho que así era, que ellos en verdad tenían todo el tiempo del mundo y que podían tomarse todo el tiempo que desearan, así que mansamente Seiya se dejó recostar en su pequeña cama y abrió las piernas para darle cabida a su amante que se acomodó sobre él llenándolo de besos en el rostro y pecho
- Nunca… lo he hecho… aquí… - dijo Seiya con la respiración entre cortada, Hades le había sacado el buso y estaba entretenido besando su pecho
- ¿Ah sí?, ¿ni siquiera con Saga de Géminis?
- No…
- ¿Lo viste hoy?
- Solo saludamos… él… estuvo… en la… parrillada… cielos Hades… Hades… - el castaño se revolvió en la cama porque su esposo metió una de sus manos en sus pantalones y estaba acariciando descaradamente su miembro
- ¿Y qué te dijo?
- Nada… interesante… ohhh Hades… ahí… así…. Oh…. – Seiya se mordió los labios y se arqueó en la cama, Hades lo estaba atendiendo con la boca, el dios de los muertos era un verdadero maestro en cuestiones de sexo, pero esta noche le estaba poniendo ganas aparentemente porque Seiya se retorcía de placer
- ¿Y tus otros novios? – preguntó Hades subiendo las manos por el pecho de Seiya hasta acariciar sus pezones
- Nada… con nadie… yo soy… solo tuyo… - Seiya cerró los ojos con fuerza porque estaba por venirse, Hades lo seguía agasajando y no se detuvo hasta que el castaño llegó al orgasmo
- Y que no se te olvide… hazme un lugar… eso es…
Hades se acomodó en la pequeña cama y Seiya prácticamente se acostó sobre él, la cama era pequeñita y no avanzaban cómodamente uno junto al otro, esto no pareció molestar a Hades que estaba acariciando la espalda de Seiya y sus cabellos, el castaño se sentía calientito y muy cómodo acurrucado en el pecho de su esposo que respiraba profundamente, como si estuviera dormido
- ¿Cómo te sientes? – preguntó Hades en un susurro
- Me gustaría que la cama fuera más grande, quiero hacer el amor contigo, el entremés estuvo genial pero… quiero el plato fuerte – Seiya escaló un poquito y besó a su esposo en los labios, luego se sentó de mejor manera en sus caderas y empezó a moverse sobre él, pero Hades no estaba para juegos aparentemente porque tomó a Seiya de la cintura y lo detuvo, se incorporó un poquito en la cama y lo miró a los ojos, Seiya quiso besarlo pero Hades no permitió que lo hiciera, el castaño acarició la mejilla de su esposo y preocupado preguntó: - ¿No quieres?
- No es eso, si quiero pero hablemos un poco primero, cuéntame… ¿cómo estuvo todo?
- Ohhh… ok., me recibieron muy bien, mis amigos hicieron una parrillada para mí y bueno, todos los caballeros estuvieron presentes, Death Mask estuvo a punto de disculparse conmigo, si lo conocieras te sorprenderías porque él es sumamente orgulloso, mi maestro se portó genial porque luego de la comida ofreció su templo para que viéramos una película, ahí me quedé dormido y luego llegaste tú, nadie se portó mal conmigo ni nada de eso, todo estuvo normal – explicó Seiya entrelazando sus dedos con los de Hades mientras hablaba
- ¿Y mi sobrina?
- Ella llegó al templo cuando todos mis amigos aún estaban aquí, yo estaba dormido pero su cosmo es muy fuerte y me despertó, la sentí toda… extraña, yo creo que ella se inquieta al verme porque puede sentir mi cosmo, es eso, ¿verdad?
- Si… es eso precisamente, ella siente tu poder y más que eso, ella sabe lo hábil que eres y lo fuerte que puedes llegar a ser, por eso te teme
- Ella no me tiene miedo
- Ella es humana, tiende a temer lo que no entiende, me teme a mí por ende te recela a ti, apuesto que muere por saber los detalles de nuestra vida juntos, de nuestros súbditos, de los jueces, Pandora, los dioses aliados, apostaría lo que no tengo es que esa es una de las razones por las que nos ha abierto las puertas de su morada
- No hemos tenido oportunidad de hablar pero… los chicos ya me hubieran insinuado algo si ella les hubiera encomendado hacerme preguntas específicas, lo que me han preguntado ha sido por su propia curiosidad, nada más – dijo Seiya encogiéndose de hombros
- Ya lo hará, no podrá resistirse, queda a tu criterio lo que quieras revelarle esposo mío
- No te preocupes, yo no le diré nada de nosotros y la verdad nadie me ha preguntado nada específico de ti, yo creo que ellos si te temen – dijo Seiya recordando lo incómodos que sus amigos se habían puesto al solo mencionar a Hades en la conversación
- La curiosidad es natural pero… hay cosas que son solo nuestras, hay parajes en el Averno que solo tú conoces, secretos que solo a ti han sido revelados y me gustaría que eso se mantenga
- No te apures que yo soy discreto
- Lo sé… por eso no me has contado nada a mí de tu vida aquí, ni de tus amigos, o de tus pasados amantes, no te lo estoy reclamando porque el derecho a la privacidad es todo tuyo, solo pido que seas igual de privado a lo que tiene que ver conmigo, hay cosas que no me agradaría que mi sobrina sepa de mi
- ¿Cómo qué? – preguntó Seiya entre interesado y entretenido
- Como que me gusta el vino y lo bebo todo el tiempo, que me gustan los dátiles y las peras en almíbar, que no me gustan los cigarros o cigarrillos, que disfruto del frío más que del calor, que no tengo necesidad de comer o dormir pero disfruto al hacerlo contigo, que solo tú alegras mis días y me haces reír, que te amo y haría lo que fuera por ti, que me gusta tu sonrisa y la manera en la que me miras, que no sabía lo que quería hasta que te tuve a mi lado, cosas que solo tú sabes y que parecería carecen de importancia pero no es así, usualmente yo no tengo puntos débiles pero ahora si tengo uno – Hades acarició significativamente la mejilla de Seiya al decir esto, el muchacho sonrió maravillosamente al preguntar:
- ¿Yo soy tu punto débil?
- Si… porque aún eres vulnerable, eres humano, maravillosamente humano pero eso tiene sus limitaciones y desventajas, si ella intentara atacarme iría en tu contra primero si sabe lo que siento por ti, la ventaja es que ella no sospecha siquiera la realidad de mis sentimientos, los tuyos, o nuestro matrimonio y me gustaría que las cosas siguieran así
- Está bien, ese es un buen plan, ahora… ¿vamos a seguir hablando o vamos a hacer el amor? – Seiya acarició el pecho de Hades que sonrió y movió sus manos suavemente por las caderas de Seiya y subiendo por sus costados, ayudándolo a acomodarse de mejor manera sobre él, en verdad que la cama era pequeñita
- Me gusta cuando estás arriba – Hades aprovechó para besar a su niño en los labios mientras lo estrechaba de la cintura, Seiya bajó las manos y sonrió al tomar el endurecido miembro de su esposo entre las manos para frotarlo
- Bésame… tú sabes cómo… - dijo Seiya posicionándose de mejor manera sobre Hades que le acarició la espalda y el trasero cuando se movió para luego dejarlo caer lentamente introduciendo la erecta hombría del pelinegro que estaba entretenido besando y mordiendo su cuello
- Mmmm… tan estrecho… tan caliente… - Hades suspiró y sonrió al sentir cómo el cuerpo del castaño lo recibía y envolvía, esto era delicioso, en especial cuando Seiya se impulsó y empezó a mover las caderas en un vaivén enloquecedor…
***
Saori estaba caminando de un lado a otro en su habitación, estaba nerviosa y no lo podía negar, el cosmo de Seiya era mucho más fuerte que antes, lo pudo sentir claramente y Seiya dormía en esos instantes, pero eso no era todo, no… había algo más, algo en el aire, algo más…
- ¿No puede dormir mi señora? – el patriarca Shion pasó por el pasillo y vio la puerta de la habitación de la diosa abierta y las luces encendidas, por eso se aventuró a entrar
- No Shion… ¿no lo sientes? – Saori se llevó una mano al pecho y respiró superficialmente, era como si el aire fuera más pesado de lo normal, la diosa no podía respirar con normalidad
- ¿Qué siente mi señora?
- El aire… es… tóxico… - Saori abrió los ojos al entender lo que pasaba, salió al balcón y su mirada se posó sobre el templo de Sagitario, ¿sería posible?
- ¿El aire? – Shion no entendía nada
- Hades está aquí – dijo la diosa en un susurro
- Él no puede entrar al santuario – respondió Shion con seguridad
- Claro que puede porque fue invitado, Aioros me lo dijo pero yo no creí posible que él subiera personalmente, su mascota infernal está aquí, al igual que su… esposo, dioses… Seiya es su esposo, Hades claro que puede entrar aquí – dijo la diosa con frustración
- Pero no lo podemos saber con seguridad – dijo Shion pero Saori lo miró y luego caminó hasta el espejo que colgaba en una de las paredes de la habitación, era un espejo hermosísimo cuyo marco parecía sumamente antiguo, parecía ser de hierro forjado
- Si lo podemos saber, este espejo es un regalo de Hefestos, realmente no lo uso porque no es saludable ver lo que no deberíamos ver pero… esto es una emergencia
Saori tocó el espejo y cerró los ojos, Shion miró asombrado como el reflejo del espejo se perdió en niebla blanca, y luego formas empezaron a aparecer, Saori al abrir los ojos se llevó una mano a la frente, no podía creer lo que estaba mirando.
Allí estaban Hades y Seiya en el templo de sagitario, Hades estaba acostado en la cama y al parecer charlaba con Seiya que estaba sentado en sus caderas, ambos estaban ligeros de ropa y jugaban entrelazando sus manos mientras hablaban. Saori los vio charlar, reír, acariciarse, para finalmente besarse con pasión mientras se acababan de desnudar para hacer el amor
- Hades definitivamente está aquí… y hemos perdido a Seiya – Saori lucía destrozada, Shion miraba el espejo y si… habían perdido a Seiya porque lo que estaban mirando en el espejo confirmaba los temores de la diosa, Seiya se había enamorado de Hades, porque lo que estaban presenciando no era violencia, no podría decir si era amor, pero era claro que era placer
- Él es su esposo, esto es mejor que la alternativa, para el muchacho claro está – dijo Shion con pesar, cuando Seiya fue enviado al inframundo era una muy seria posibilidad la de que fuera torturado, encerrado o maltratado de alguna manera, al parecer esa no era la situación, a Hades aparentemente le había complacido su consorte porque lo estaba haciendo suyo y se notaba familiaridad en ello, en la forma como se besaban y acariciaban
- Hades no lo ama, no puede amarlo, lo más probable es que solo lo quiera utilizar en nuestra contra, y Seiya como es de alma pura y nobles sentimientos, crea en su falso amor
- Por su bien, esperemos que se equivoque mi señora – respondió Shion
A la mañana siguiente las escaleras del santuario vieron pasar corriendo a dos muchachos a toda velocidad, esto que antes era muy común ahora fue un acontecimiento, Seiya y Shun corrían y reían mientras bajaban las escaleras, Shun no había mentido en lo que dijo de haber entrenado para romper la marca de Seiya porque le pisaba los talones, pero Seiya tampoco había mentido, ahora se encontraba en el mejor estado físico de su vida
Mu, el caballero dorado de Aries sonrió muy contento al ver llegar a Seiya y Shun a la carrera, el castaño ganó por meros segundos, al llegar alzó sus dos brazos y luego se dejó caer en el duro piso de piedra, Shun llegó y con un suspiro se dejó caer a su lado, Mu siguió martillando el escudo que estaba reparando y no estaba prestando atención a los muchachos que reían despreocupadamente como antes hacían
- Hey… ¿te golpeaste al bajar? – Shun notó que Seiya tenía un morado en su costado, como estaba recostado sobre su espalda y tenía ambos brazos a los lados de su cabeza, su camiseta se había corrido hacia arriba un poquito
- ¿Qué?... ohhh no… no es golpe – Seiya se contorsionó para ver lo que su amigo le señalaba
- ¿No es golpe?, ¿qué es entonces? – Shun le levantó la camiseta y en verdad deseó no haberlo hecho porque vio una clara marca de una mordida en el pezón derecho de su amigo
- No es nada Shun… - contestó Seiya cubriéndose de mejor manera con la prenda, esto era algo bochornoso
- Ohhh… no tenía idea, lo siento… - Shun se puso todo incómodo al entender lo que estaba pasando, Seiya sonrió divertido y dijo:
- ¿No me digas que Hyoga no te deja moretones de vez en cuando?, ¿Cómo van las cosas con él por cierto?, ayer no los vi tan románticos que digamos
- Estamos medios… peleados no es la palabra, no sé lo que estamos – dijo Shun suspirando profundamente
- Ok., la última vez que los vi ustedes se estaban comiendo a besos en el salón del templo principal cuando la boda se canceló, ¿qué pasó luego? – preguntó Seiya interesado
- Tú sabes que mi relación con Hyoga es compleja, él es todo frío y si quieres que te sea brutalmente sincero, él dice que me ama pero yo… nunca he estado seguro, desde hace tiempo me presiona por lo del sexo, y por eso hemos terminado muchas veces, muchas… muchas veces… - Shun se recostó de ladito para poder ver a Seiya que lo miraba con el ceño fruncido
- ¿Entonces no te has acostado con el patito helado? – preguntó Seiya sorprendido
- No… y si quieres que te siga siendo brutalmente sincero, no me acuesto con él porque no tienes una idea de cómo me insiste con eso, a veces tengo la impresión de que solo quiere llevarme a la cama, porque no me presta atención a nada, nunca sabe lo que leo, las series que veo, lo que pienso de las cosas, le vale un rábano como me sienta, yo le hablo y él me ignora, solo me pone atención cuando quiere sexo y eso me tiene podrido, un tiempo se racionalizó a raíz de que nos fuimos juntos en una misión, pero no le duró mucho la racionalidad, volvió a insistirme y presionarme, no sabes lo molesto que es eso – contestó Shun y en verdad que su tono era molesto
- Ohhh Shun, que pena que las cosas estén así – Seiya tomó la mano de su amigo y le dio un apretón en señal de simpatía
- Pues sí, Ikky me dice que lo mande a volar y la verdad es que lo he hecho varias veces, pero luego él vuelve, a mí me da pena, volvemos… luego peleamos por las mismas cosas, es una vaina, odio las relaciones – Shun suspiró cansado y escondió el rostro entre sus manos
- No todo es malo Shun, vas a ver qué vas a encontrar a alguien que en verdad te ame y no solo te ponga atención para llevarte a la cama, aunque siempre cabe la posibilidad de que Hyoga se racionalice de una manera más permanente, ¿no?
- No lo creo… mejor cuéntame cómo te va a ti, ¿me puedes contar? – Shun preguntó más por costumbre que por cualquier otra cosa, Seiya siempre había sido su confidente, su mejor amigo, ellos siempre se habían contado todo, su relación era por demás especial, los mejores amigos de toda la vida
- Bueno… ¿qué te diré?, contarte muchas cosas no debería y no es por ti, es porque las paredes tienen oídos y luego no quiero problemas con Saori… o con Hades, dioses…
- ¿Es el bueno contigo? – preguntó Shun y en verdad sonó preocupado, Seiya sonrió y asintió al decir:
- A su manera… si, si lo es, es un hombre complicado porque es un dios, entonces no necesariamente a él le parece importante lo que a mí sí, tiene una forma de ver las cosas que es aplastantemente diferente a la nuestra, nada lo inmuta, nada lo altera, le parecen entretenidas mis crisis existenciales y sabe exactamente que decir para calmarme, es divertido cuando estamos solos, sabe muchísimas cosas porque es incalculablemente viejo, aunque a él le gusta decir que es experimentado, no viejo, pero lo ha visto todo, lo ha hecho todo, lo ha leído todo, entonces… es interesante la verdad
- ¿Y esos morados?
- Hades me sujeta fuerte mientras hacemos el amor, ¿muy directo? – Seiya sonrió al decir esto, Shun sonrió pícaro y meneó la cabeza
- No cambias Seiya
- No tengo por qué cambiar
- Entonces… ¿el sexo es bueno?
- Lo mejor de mi matrimonio es el sexo Shun, es algo completamente fuera de este mundo, es que no hay palabras para expresarlo – Seiya se acomodó de mejor manera en el piso flexionando la pierna y dejando descansar una mano en su estómago
- ¿No te ha hecho peticiones extrañas?, te lo pregunto por lo que me dijo Saori esa vez, ella me hizo creer que… si te lo conté
- No me ha hecho peticiones extrañas, aunque no creo que me negaría a nada
- ¿Es así de bueno en la cama?
- En la cama, en la bañera, en nuestra laguna secreta, en los campos elíseos… en cualquier parte en realidad… - respondió Seiya con una muy sugestiva sonrisa
- Wow… quien lo hubiera pensado, ¿eres feliz Seiya?
- Podría decir que sí, toda esta situación ha sido compleja pero Hades es genial, tienes que tomar en cuenta que no solo me forzaron a mí a casarme con él, él también fue forzado a casarse conmigo, él tampoco quería casarse pero lo hizo para complacer a su hermano, entonces… me propuso sacar lo mejor de la situación, buscar felicidad en donde no había, tratar de congeniar y disfrutar de nuestra mutua compañía, eso resultó bastante bien y ahora ya pasamos de esa etapa
- ¿Lo amas?
- Si… lo amo, y él me ama a mí, es genial Shun
- ¿Estás seguro amigo?
- Si… y para que veas que no miento, cuando quieras puedes bajar a visitarme, eso me haría muy feliz, se lo pedí a Aioros también – Seiya propuso a Shun que lo miró sorprendido
- ¿Hades va a permitir que bajemos al inframundo?
- No se lo he preguntado pero no hay problema, el Averno es mi hogar también y eso me lo ha recalcado Hades hasta el cansancio, soy su regente lo que me parece lo más extraño del mundo pero de cualquier manera mi invitación se sostiene, ¿bajarías a visitarme Shun? – Seiya codeó a su mejor amigo como siempre hacía, habían muchas cosas que Seiya mantenía y su lenguaje corporal no había cambiado en lo más mínimo, eso a Shun le daba mucha confianza, él si estaba convencido de que Seiya no había cambiado, su mejor amigo seguía siendo él mismo
- Claro amigo… claro que bajaré a visitarte, no sabes cómo te he extrañado – Shun en un impulso abrazó a Seiya con fuerza, el castaño lo abrazó también y se sintió tan bien al hacerlo, su mejor amigo lo miraba con los mismo ojos que antes, no le temía ni tenía reservas con él, eso le dio un sentido de paz único, Seiya no podría superarlo si Shun lo hubiera rechazado, Hades se había equivocado en esto y no esperaba para contárselo…