Capítulo 14.- Poder…
Seiya sostenía en sus manos una vara de madera larga y sonreía al sol, Aioros estaba botado en el duro piso de piedra del coliseo y estaba tratando de recuperar el aire, aún no podía creer que su aprendiz lo hubiera derribado con tal facilidad
- No se estrese maestro, pero no se confíe tampoco porque tengo nuevos movimientos – dijo Seiya tendiéndole la mano a Aioros que la tomó y se puso ágilmente de pie
- Ya veo tus nuevos movimientos, ¿cortesía de Hades?
- No… cortesía de Thanatos – Seiya tomó de mejor manera su vara y la levantó justo a tiempo para bloquear el ataque de su maestro, todos los caballeros dorados estaban en el borde de la arena mirando asombrados la manera en la que Seiya combatía con su maestro, el castaño siempre fue uno de los caballeros más ágiles y fuertes pero lo que estaban viendo ahora superaba sus expectativas con creces, Seiya tenía movimientos nuevos, bloqueaba absolutamente todos los ataques de Aioros, y la forma en la que lo hacía era lo más impresionante de todo, porque a medida que el combate avanzaba, se notaba que Aioros estaba totalmente concentrado y ponía todo su esfuerzo en la batalla, Seiya no, Seiya también estaba concentrado en la batalla pero al parecer no estaba ni cansado siquiera
Todos los caballeros estaban mirando absortos el singular combate por lo que no se dieron cuenta que no eran los únicos, a lo alto de los graderíos un fornido hombre sonreía al mirar el enfrentamiento, en sus manos materializó una hermosa lanza dorada que resplandecía a la luz del sol y la lanzó a la arena, Seiya estaba de espaldas pero en un rápido movimiento empujó a Aioros quitándolo del camino y saltó para en el aire atrapar la lanza, hizo un giro en el aire y aterrizó en sus pies con una gracia increíble, se vio poderoso al hacerlo. Los caballeros regresaron la mirada y un silencio de muerte cayó al ver a Hefestos de pie y sonriente, Seiya sonrió también y se volteó para ayudar a su maestro a levantarse, en un abrir y cerrar de ojos Hefestos se desapareció y apareció en la arena junto a Seiya al decir:
- Impresionante… aunque no se hubiera visto bien si te atravesaba con la lanza
- Creo que no, que gusto verlo – el castaño se acercó y abrazó familiarmente a Hefestos en un gesto espontáneo, cuando se rompió el abrazo, el dios de la fragua hizo una seña con la cabeza a manera de saludo al resto de los presentes
- El gusto es mío, Atena llamó, va a organizar un almuerzo o algo así, supuestamente Ares, Apolo y Artemisa también vienen, se suponía que tu esposo también debería estar aquí, ¿te envió en su representación?, ¿va a venir Hades? – preguntó Hefestos en tono cordial, Seiya meneó la cabeza al responder:
- No me ha dicho nada pero no creo que venga, yo estoy de visita desde ayer
- Me parece bien que salgas un poco del Averno, aunque deberías llevar a tu esposo al Olimpo también, tal vez allá no se niegue a ir – Hefestos no estaba hablando en un susurro ni mucho menos, su tono de voz era normal pero eso no impidió que Aioros se cohibiera, él a la final estaba cerca
- Que tonto soy… este es mi maestro Aioros, es el santo dorado del templo de Sagitario, Hefestos es un amigo muy querido – Seiya hizo las presentaciones del caso, el dorado guardián no sabía qué decir o cómo actuar, fue Hefestos el que lo miró y le dijo:
- Es un gusto conocerlo, en especial porque ahora entiendo de dónde es que el pequeño Seiya es tan fuerte y hábil en un combate
- Es un gusto conocerlo también – respondió Aioros con mucho respeto, los tres caminaron lentamente hasta el borde de la arena en donde Saori se encontraba en la compañía de los dioses Ares, Apolo y Dionisio, el dorado guardián de Sagitario se retiró discretamente para volver con los otros caballeros que tampoco consideraban prudente quedarse en el coliseo, era siempre poner distancia en los asuntos de los dioses
- Hefestos… que gusto que hayas podido venir – dijo la muchacha en tono bastante jovial, siempre era bueno tener al dios de la fragua de su parte, Hefestos podría representar un poderoso aliado como la historia ya lo había comprobado
- Me atrasé y por eso no llegué con los demás, sentí el cosmo elevado de tus guerreros y quise presenciar el combate con mis propios ojos, tenía una idea de lo que podría encontrar pero lo quería ver de primera mano – respondió Hefestos mirando a Seiya a su lado que había hecho una seña de cabeza saludando a los otros dioses
- Hermosa lanza, ¿trabajo tuyo? – preguntó Dionisio al ver el arma en las manos de Seiya, que ante esto extendió las manos en un claro gesto para devolver la lanza a su dueño que sonrió y meneó la cabeza al decir:
- Claro que es trabajo mío pero… se ve bien en tus manos Seiya, espero que le des un buen uso – dijo Hefestos dirigiéndose directamente al castaño que le sonrió al apretar la lanza y decir:
- Es hermosa, vibra en mis manos
- Es que siente tu poder, las armas forjadas por un dios son legendarias, es una deferencia la que Hefestos ha hecho muchacho, me gustaría ver más del combate, lástima que tu oponente se retiró, era bastante bueno – esta vez fue el turno de Ares al hablar y mirar lascivamente a Seiya, esto le sorprendió al castaño, además del tono que el dios de la guerra utilizó
- Cuidado con lo que dices Ares, Seiya podría partirte en dos con la lanza que tiene en las manos, te voy a hacer una espada también, creo que sería interesante ver lo que haces con ella – dijo Hefestos y para sorpresa de todos Seiya sonrió feliz y lo abrazó muy familiarmente una vez más al decir:
- ¿En serio me la puedo quedar?
- Claro, la hice para ti – el Dios de la fragua apretó el hombro de Seiya y le sonrió sinceramente
- Yo creo que deberían continuar con su combate, ve Seiya – dijo Saori dedicándole una sonrisa a su ex caballero que la miró y sin decir nada más se dio la vuelta y volvió al otro extremo de la arena en donde el resto de caballeros estaban
Aioros volvió a saltar al ruedo y la batalla continuó, Seiya le encargó su preciosa lanza a Shun y se volvió a concentrar en la lucha con su maestro, los demás caballeros si estaban cohibidos por la presencia de los dioses que los estaban mirando pero al poco tiempo dejaron eso de lado, el combate estaba buenísimo porque ahora estaban usando espadas de entrenamiento.
El dios del sol estaba interesado en el consorte humano del dios del averno y le estaba haciendo todo tipo de preguntas a la diosa de la tierra, pero ella no estaba siendo muy explícita con sus respuestas, había cosas que ella no sabía y otras tantas que no quería revelar
- Escúchame bien Apolo, no te conviene husmear mucho en los asuntos de Hades, no te intereses por su joven consorte porque Hades es bastante protector con él – dijo Hefestos como quien no quiere la cosa, él había estado en silencio los últimos minutos
- Es verdad, tú lo has tratado, ¿qué tanto lo has tratado? – preguntó Apolo, Hefestos se encogió de hombros al responder
- Lo he visto solo un par de veces cuando he bajado al Inframundo, ustedes también conocen a Hades y saben lo parco que es él, no los he visto interactuar mucho que digamos, Hades es demasiado propio para mi gusto pero Seiya parece cómodo a su alrededor, la verdad el muchacho me parece simpático
- ¿Cómo es Hades con él? – preguntó Saori interesada
- Hades es complejo, siempre lo ha sido pero a mi muy humilde criterio, yo creo que él le ha mostrado su mejor cara al muchacho, enamorándolo en el proceso, me parece que Hades disfruta las atenciones de su esposo, me dijo que lo hace reír
- ¿Entonces es bueno con él?, ¿lo trata bien? – preguntó Saori nuevamente
- Si, lo trata muy bien, le ha dado su lugar como regente del Averno y se está asegurando que cumpla las expectativas, es un muchacho muy fuerte y Hades lo está haciendo poderoso, solo míralo, su oponente está a punto de rendirse y Seiya ni siquiera luce cansado, en el inframundo él entrena con Hipnos y Thanatos, no tengo que explicarles lo que eso significa – dijo Hefestos señalando a Seiya que sonreía al desarmar a su maestro y tumbarlo en el suelo con un elegante y complicado giro, su estilo de pelea había cambiado, las palabras de Hefestos cobraban sentido, Seiya estaba evolucionando a criterio de Saori, y eso no le gustaba
- Eso no tiene sentido – dijo Ares frunciendo el ceño
- Seiya lleva en su dedo el anillo regente del Averno, su cosmo de oscuridad es fuerte y muy parecido al de Hades – dijo Saori basándose a sus propias apreciaciones
- Lo sé, como Seiya siempre ha sido un guerrero, Hades está asegurándose de que pula sus habilidades, le ha dado acceso a los poderes del inframundo y lo está asimilando todo bastante bien, o por lo menos eso es lo que he visto en mis visitas, la primera vez que bajé al Inframundo, Hades y Seiya estaban volando sobre el tártaro en dragones, controlar a las criaturas del inframundo no es tarea fácil, se rumora que solamente Hades puede controlar completamente a esos seres pero por lo que vi, Seiya también lo puede hacer porque su dragón se mostró protector con él cuando me vio llegar a mí, Seiya al desmontarlo le acarició el hocico y el dragón lo envolvió en un anillo de humo juguetonamente– dijo Hefestos, Saori lo miró con la boca abierta al decir:
- Seiya vino aquí con cerbero, el perro se presentó en una forma reducida pero siempre estuvo junto a él, lo cuidó mientras dormía, lo obedece… tienes razón, Seiya si tiene control sobre las criaturas del Averno, eso no lo había considerado – la joven diosa se mostró preocupada al respecto porque en esos precisos momentos el can guardián de las puertas del inframundo estaba sentado cual estatua junto a Shun al borde de la arena y seguía a Seiya con la mirada, la expresión de la diosa era por demás obvia, Hefestos tomó su mano, la apretó suavemente y le dijo:
- Lo más probable es que el consorte de Hades se aburrió apenas llegó al Averno, como es un guerrero y siempre lo ha sido, le pidió a Hades que lo entrenara, eso es lo natural para él porque siempre ha vivido en este sitio en el que entrenaba todos los días, no saques conclusiones apresuradas porque no creo que haya nada más en ello, Hades siempre fue muy complaciente con Perséfone, siempre cabe la posibilidad de que sea complaciente con su nuevo consorte – Hefestos dijo esto mirando directamente a Saori, pudo ver la creciente preocupación en ella y quiso calmarla, pero no… lo que dijo tuvo el efecto contrario, el ritmo cardíaco de la joven se aceleró de ser posible
- Complaciente y protector, es un muchacho muy atractivo, esa tonalidad de piel… ese joven cuerpo… esa mirada inocente… provoca muchas cosas – dijo Ares con una sonrisa torcida
- No te conviene mirar siquiera al consorte de Hades con ojos de deseo, no querrás una guerra abierta contra el Inframundo – dijo Hefestos muy serio
- Hades no ama a ese muchachito, ¿o sí? – preguntó Ares incrédulo
- No lo sé, pero conociendo a Hades, no vería con buenos ojos que alguien ose tocar lo que es suyo, así que no te busques problemas con él, Hades es preferible tenerlo de aliado, es un enemigo de cuidado especialmente ahora que su consorte es más fuerte, hábil y poderoso a medida que pasan los días
- En eso si tienes un punto, su poder se puede sentir claramente por más que Seiya trate de ocultarlo, yo misma lo he sentido – dijo Saori hablando por experiencia personal, a ella aún le resultaba inverosímil el poder que sentía emanar de Seiya, pero… era real… era real…
El sol estaba brillando en lo alto cuando los contendientes dieron por finalizado el combate, los caballeros dorados estaban impresionados con Seiya, Aioros estaba seguro de que le dolería el cuerpo entero en la mañana y en esos comentarios estaban cuando el cielo se oscureció y truenos pudieron escucharse claramente, varios rayos iluminaron el firmamento, fue un cambio de temperatura bastante brusco que los tomó a todos por sorpresa, a todos a excepción de Seiya que sonrió y miró el borde de la arena, cerbero ya había ido hacia allá y movió la cola contento al ver al dios de los muertos emerger de un portal
Saori, Ares, Apolo y Hefestos también interrumpieron su charla al ver a Hades llegar, el pelinegro si los vio pero no fue hacia ellos, fue directo hasta Seiya que se iba a lanzar a sus brazos al verlo pero lo pensó mejor, a Hades no le agradaban las muestras públicas de afecto, así que optó por tomar su mano y apretarla suavemente al decir:
- No me dijiste que ibas a venir, pero me alegra mucho que lo hicieras, quiero que conozcas a mis amigos
- Si los conozco
- Pero no formalmente – Seiya caminó con Hades hasta donde los caballeros estaban e hizo las presentaciones del caso, todos estaban hasta cierto punto intimidados por la presencia del dios de los muertos, pero Hades fue el rey de la diplomacia y los saludó a todos muy cordialmente, hasta sonrió ligeramente al mirar de cerca a Aioros de Sagitario y decir
- Aioros… es un gusto conocerlo, aunque siento que lo conozco, Seiya habla mucho de usted
- El gusto es mío, nos ha dado una inmensa alegría ver a Seiya, esperamos que esta no sea la única visita que nos haga – contestó el noveno guardián, a lo que Hades contestó:
- Eso no depende de mí, depende de él… ohhhh rayos… - toda la buena vibra que Hades tenía se le fue del pecho cuando vio a Atena acercarse por la arena acompañada de Hefestos, Ares, Apolo y Dionisio
- No me dijiste que ibas a venir Hades, pero que gusto verte – Hefestos sonrió sinceramente al abrazar al austero dios de los muertos, el que para sorpresa de todos correspondió el abrazo
- No lo planifiqué pero… siempre es un buen día para subir a la tierra – el tono irónico de Hades no pasó por desapercibido por los presentes, no fue hiriente pero con Hades nunca se sabía
- Siempre es un buen día para visitar la tierra…, es un gusto tenerte en este Santuario Hades – dijo Saori con una pequeña sonrisa, el pelinegro se acercó a ella y tomó su mano para besarla a manera de saludo
- El gusto es mío – respondió simplemente el dios luego de hacer una seña con la cabeza a Ares, Apolo y Dionisio que correspondieron la seña
- El sol está muy fuerte, será mejor pasar al salón ahora que ya estamos casi todos – la joven diosa señaló el templo en la cima de la colina, Hades lo vio y arqueó una ceja al preguntar:
- ¿Quién falta?
- Julián Solo, él falta – dijo Dionisio con molestia, a él si le había tocado venir temprano mientras que los otros dioses venían a su complacencia
- Si aún no estamos completos, sugiero que nos convoques cuando estemos completos, me gustaría caminar con mi consorte por el Santuario, si no les molesta claro está – propuso Hades pero su tono no dejaba lugar a negociación
- Claro que no, bien puedan… - dijo Saori algo contrariada, Hades hizo una nueva seña con la cabeza y puso la mano en la parte baja de la espalda de Seiya señalándole el otro extremo del coliseo, fue claro para Seiya que su esposo no quería permanecer con los otros dioses de ser necesario
Hades no tenía idea para dónde quería ir, solo era claro para él que quería alejarse de Atena, el solo verla le ponía de mal humor, así que preguntó:
- ¿Cuál era tu sitio favorito cuando vivías aquí?
- No lo sé… el río supongo yo, solíamos venir al río en las mañanas calurosas de los domingos, era divertido nadar y comer, sin preocupaciones o entrenamientos – contestó Seiya con una sonrisa
- Llévame al río entonces, me gusta nadar contigo – Hades miró de ladito a Seiya que tomó su mano y caminaron más rápido perdiéndose por el camino empedrado
Ares miró escéptico a la pareja que se alejaba, pero luego su atención fue al centro de la arena en donde un nuevo combate estaba tomando lugar, los ánimos se volvieron a encender y por alguna razón el ambiente era sumamente relajado, un muchacho de cabellos azules cortos enfrentaba a otro muchacho de cabellos verdes, los caballeros que estaban en el borde de la arena animaban a los contendientes y todos estallaron en risas cuando el muchacho de cabellos verdes derribó al peliazul
- ¿Y ellos quiénes son? – preguntó interesado Hefestos
- El caballero Ikky de Fénix es el más corpulento de los dos y el caballero Shun de Andrómeda es el más pequeño, son hermanos, por eso es que el combate les parece gracioso a los otros caballeros – explicó Saori ante la cara de confusión de los dioses
- Ohhh si… el caballero Andrómeda, aquel al que Hades rechazó, siempre me pregunté sus razones para hacerlo, es muy hermoso, yo si me lo llevaría a mi lecho – dijo Dionisio y eso le ganó una mirada severa de parte de Saori, a ella le molestaba que los otros dioses hablaran de esa manera de los humanos
- Yo también, tiene un encaje de cara muy hermoso, para ser humano me refiero – acotó Ares mirando a Shun reír al ver a su hermano en el piso
- No me digas Ares que tú también vas a seguir el ejemplo de Hades y planeas desposarte con un humano – dijo Apolo en tono divertido
- Claro que no, los humanos no son para desposarlos, sirven muy bien para entretenimiento y ciertamente ese muchachito estaría bastante bien para que caliente mi lecho, pero de ahí a hacerlo mi consorte… no… nunca entendí las razones por las que Hades accediera a ese trato tan absurdo
- El trato absurdo significa la paz para la tierra – respondió Saori visiblemente molesta
- Exactamente, no entiendo lo que gana Hades con ese matrimonio, su consorte es joven y hermoso pero no lo es más que ese otro muchacho – Ares señaló a Shun que tendió la mano para ayudar a su hermano a incorporarse
- Eso tendríamos que preguntárselo al propio Hades – sugirió Dionisio pero Hefestos meneó la cabeza al decir:
- Yo no voy a exponer mi cuello preguntándole nada a Hades, no tengo motivo de inmiscuirme en sus asuntos
- Haces bien, con Hades nunca se sabe… - Atena levantó la mirada hacia el camino de tierra por el que Hades y Seiya se perdieron, a ella tampoco le cuadraba la relación de Hades y Seiya, ella misma la había forzado pero no había sopesado las consecuencias…
Julián Solo no llegó esa noche, lo que le dio a Hades una excusa para no compartir mucho rato con los dioses, Seiya estuvo a su lado en la cena y la pasó genial charlando con Hefestos, Hades también le estaba prestando mucha más atención a esa plática que a los temas que estaban tratando Atena y Apolo, Dionisio estaba entretenido bebiendo su vino y charlando con Ares por lo que ambos dioses no estaban prestando atención a nada. Luego del último café de la noche, Saori había dispuesto varias habitaciones en el templo principal para que sus invitados pasen la noche, los dioses no necesariamente necesitaban dormir pero si un acaso desearan descansar lo podrían hacer, el que si estaba cansado y se notaba era Seiya, había bostezado algunas veces sin poder ocultarlo, así que casi a la media noche Hades se disculpó con todos y junto a su esposo fueron por los pasillos hasta la habitación asignada a ellos.
Saori también se retiró a su recámara pero deseó no haberlo hecho, desde sus aposentos podía sentir claramente el cosmo del Averno que se iba incrementando, al principio no entendía la razón pero luego lo comprendió todo cuando las bases de la edificación se sacudieron y el templo entero tembló, eso ya lo había sentido antes pero no con tanta fuerza, Hades y Seiya seguramente estaban teniendo sexo, esa era la razón del despliegue de tanto poder, la diosa se dio la vuelta en su cama y respiró profundamente ante la aparente calma que para su pesar no duró mucho, el cosmo del averno se pudo volver a sentir nuevamente…
Atena no fue la única que pudo sentir la conmoción en el templo principal, Hefestos también lo pudo sentir pero eso no le sorprendió, él ya lo había sentido antes en sus visitas a Guidecca, así que tampoco se sorprendió al ver a Hades llegar al salón y servirse una copa de vino
- ¿Sediento? – preguntó Hefestos con una pequeña sonrisa
- Un poco, lastimosamente las habitaciones no fueron acondicionadas con vino – respondió Hades levantando su copa, Hefestos imitó el gesto y ambos bebieron el licor
- Eso no está del todo mal, nos ha dado la oportunidad de encontrarnos en la noche, me gustaría conversar contigo sin tantas orejas curiosas – Hefestos se sentó en uno de los sillones y señaló otro en el que Hades cortésmente se sentó
- Quería agradecerte por la lanza que le obsequiaste a mi consorte, no sabes lo contento que está con ella, me dijo que no puede esperar para probarla en campo abierto, aquí no lo quiere hacer porque quiere evitar accidentes, pero está muy muy contento – dijo Hades a Hefestos que sonrió complacido y respondió:
- Te ofrecí hacerle un arma aunque creo que cometí un error, una espada estaría mejor en sus manos, una espada que refleje la tuya, así como tú deberías hacerle una armadura que refleje la tuya
- Ya la tengo, no se la he dado aún pero ya la tengo, le puse alas, me parecerá que le complacería a mi niño volar, le gusta mucho volar con los dragones – Hades pasaba un dedo ausentemente por el contorno de su copa de vino y hablaba con mirada soñadora, esa expresión Hefestos no la había visto por mucho tiempo en el rostro de Hades, por lo que replicó:
- Vaya… quien hubiera pensado que un muchacho humano podría ganarse tu corazón, pero me alegro por ti porque veo a tu consorte feliz, y a ti también
- ¿Lo ves feliz? – preguntó Hades interesado
- Si… lo veo feliz, el rostro se le iluminó cuando llegaste, yo creo que tu consorte te ama, la pregunta es: ¿tú lo amas?
- Mmmm… no me había puesto a pensar en ello pero… supongo que sí, Seiya es muy dulce y una muy agradable compañía, me gusta verlo sonreír y cuesta muy poco complacerlo, él no pide nada de mí, no exige nada y lo entrega todo, es interesante, su forma de pensar y de ver la vida son algo refrescantes para mí, es humano, su sentido de urgencia, de pérdida, de emoción por las cosas sencillas es aplastante, aún no se da cuenta que a mi lado le espera la vida eterna, por lo que sus emociones lo dominan todo, me gusta tenerlo cerca y verlo feliz, eso me hace feliz a mí, entonces sí… podría decirse que lo amo, se lo he dicho y no he mentido, si lo amo…
- Quien diría que el trato pactado con Atena resultaría tan bien para ti, brindo por eso – Hefestos levantó su copa de vino, Hades lo imitó y vaciaron sus copas
- Yo creo que ella no esperó que resultara bien, ella planificó comprar la paz a un muy bajo precio, por eso me dio a uno de sus caballeros, pero con el tiempo se va a dar cuenta que le va a costar muy caro lo que hizo
- ¿Por qué lo dices?
- Porque su pérdida en mi ganancia, porque Seiya es muy especial y ella ahora se está dando cuenta de su error, por eso está asustada, lo veo en sus ojos
- Ella teme en lo que Seiya se pueda convertir – dijo Hefestos basado en lo que había visto esa mañana
- Seiya no se va a convertir en nada – respondió Hades con un gesto de hastío
- No lo sé… lo estás envistiendo de poder y eso se puede sentir a leguas
- Puede ser, pero Seiya es perfecto para ello porque él no desea poder, él no tiene ambiciones de ningún tipo en lo que se refiere a poder, él no es vano u orgulloso, es competitivo lo que resulta divertido porque quiere vencerme en combate, aún no lo logra y por eso entrena con ahínco, me parecen tiernos sus intentos de vencerme, entonces no… él no desea poder por eso es perfecto para tenerlo, no desea riquezas por eso no ha cambiado al tenerlas ahora, el sigue siendo el muchacho dulce e ingenuo que llegó asustado a Guidecca
- Y por lo que sentí hace rato, estás haciendo un buen trabajo al robarle la ingenuidad y la inocencia, hasta hicieron temblar el templo – Hefestos sonrió al decir esto
- Mi consorte es una joya en la cama, disfruto mucho haciéndole el amor, esto no me había pasado en mucho tiempo, yo no duermo pero me gusta quedarme a su lado en el lecho, disfruto de su calor y de su aroma, me gusta mucho cuando dormido me abraza y me llama por mi nombre – Hades también sonrió a esto
- Tu consorte te ama, tienes que reconocerlo Hades, de haber seguido con el plan original de casarte con Atena, ahora serías muy desgraciado
- La verdad no, yo estaría tranquilo porque ella estaría encerrada en una de las cuevas del tártaro, no hubiera soportado una vida a su lado, ni siquiera tolero su presencia – dijo Hades con desdén
- Y sin embargo subiste a su llamado
- No… no subí a su llamado, Seiya está aquí y no quiero dejarlo solo, la vez anterior que vino lo atacaron y eso no puede ser tolerado nuevamente
- Vaya, el amor tiene sus cosa particulares, tú preocupado por un simple humano
- Él no es un simple humano, es mi consorte, regente del Averno
- No pensaste que las cosas se iban a dar así, ¿o sí? – preguntó Hefestos interesado
- No… Pandora lo sugirió, yo estaba escéptico con todo esto pero… las cosas han resultado mejor de lo que hubiera esperado
- Me alegro por ti, pero hay algo que no entiendo
- ¿Qué no entiendes?
- Las razones que tuviste para aceptar un matrimonio con Atena, y luego aceptar el cambio que ella propuso, ¿fue solo la petición de Zeus la que influyó en tu decisión?
- Bueno… en gran parte sí, fueron los deseos de Zeus lo que me orillaron a aceptar la propuesta de esa niña tonta, al inicio yo no quería ni oír su propuesta pero… mi hermano me hizo ver algo que en este punto es nuevamente inconsecuente – esto dijo Hades con un dejo de tristeza en su voz
- ¿Qué punto?
- Algo que siempre he querido y nunca he podido tener, mi hermano me dijo que mi matrimonio con Atena tendría varias oportunidades, yo no estaría solo en el Averno, tendría una pareja en la que confiar y con la que formar una familia, hijos Hefestos… yo siempre he querido hijos
- Ohhh… pero ahora…
- Pero ahora eso es inconsecuente porque Seiya no me los puede dar
- Eso es una tristeza
- Si lo es, pero… he pensado mucho en esta situación y la verdad sea dicha, prefiero tener a Seiya como mi pareja aunque eso signifique que no pueda tener los herederos que siempre he deseado, a tener a Atena como pareja con la remota posibilidad de tener hijos con ella, no… no los podría tener nunca, no con ella – Hades frunció el ceño al decir esto y Hefestos suspiró
- Si son hijos lo que quieres, nada te impide tenerlos, solo mira a Zeus, él ha tenido varios amoríos con hermosas mujeres, diosas y ninfas, ha procreado muchísimos hijos que no son necesariamente hijos de Hera
- Lo sé, pero no quiero hijos bastardos, no quiero engendrar hijos solo por el hecho de tenerlos, quiero una familia, eso no es lo mismo
- Pues no… no es lo mismo
- Pero no me compadezcas Hefestos, se cumplió en parte lo que mi hermano quería para mí, ahora tengo una pareja que se preocupa por mí y me ama, así que todo está bien, seremos solos los dos en nuestra pequeña familia, pero eso… está bien…
Hades se levantó y sirvió dos nuevas copas de vino, le dio una a Hefestos y escuchó con interés lo que el dios de la fragua le estaba contando ahora, ciertamente no apreció el hecho de que Apolo mirara a su consorte de manera lasciva, si se alegró del hecho de que todos quisieran saber detalles de su vida y nadie supiera nada en específico, la conversación continuó por un par de horas más, por lo que cuando Hades volvió a su habitación encontró a Seiya profundamente dormido en la cama, así que se desnudó y se acostó a su lado, lo abrazó por la espalda y los cubrió a ambos de mejor manera con las mantas, Seiya no se movió al sentir a su esposo regresar, abrió los ojos pero los volvió a cerrar, él no había estado dormido, es más, pasó gran parte de la noche de pie escondido tras un pilar porque se había despertado en medio de la noche y salió de la habitación a buscar a su esposo y lo escuchó hablar con Hefestos, su corazón saltó de alegría al escuchar a Hades decir que lo amaba, pero se hundió en la desesperación al saber que nunca le podría dar lo que quería, él no podía darle hijos y ni siquiera se le había ocurrido que eso fuera un problema… y eso no lo había dejado dormir la noche entera…