Capítulo 16.- Cambios
Shun estaba en el patio interno de la casa de Virgo, tenía los ojos cerrados y parecía perdido en concentración porque estaba meditando, Shaka se había ido de misión por lo que el joven aprendiz estaba solo, eso no impedía que cumpla puntualmente con su régimen de entrenamiento diario, pero su paz fue perturbada cuando su novio, ex novio, Shun ya ni sabía lo que Hyoga era, entrara sin anunciarse y sin permiso a su templo
- Pensé que te ibas a quedar hasta más tarde en la cama ahora que Shaka no está, quería hacerte el desayuno – dijo el rubio entrando al patio mirando como Shun se ponía de pie y se sacudía la ropa
- Mi entrenamiento no depende de la ausencia de mi maestro, ¿qué quieres Hyoga? – el tono de Shun no era necesariamente grosero pero si fue bastante seco, eso detuvo al rubio caballero que preguntó:
- ¿Amaneciste de mal lado o qué te pasa Shun?
- No amanecí de mal lado, pero estás interrumpiendo mi concentración, así que… ¿qué quieres Hyoga?
- Quería hacerte el desayuno y hablar contigo, pero se ve que no hay como, es mejor que me vaya y hablamos luego entonces
- No… yo ya no quiero hablar contigo – dijo Shun con un suspiro y arrimándose al árbol
- ¿Cómo que ya no quieres hablar conmigo? – Hyoga se volteó y miró a Shun sin entender
- No… ya me cansé de este interminable tira y afloja, nosotros solo peleamos, no tenemos ningún interés en común y tenemos muchos problemas por las presiones que me pones, esta relación en lugar de traerme paz y alegría me trae solo problemas y dificultades, y ya me cansé, estoy mal genio con todo esto y eso está cambiando mi disposición hacia la vida, no soy yo mismo y eso no me gusta, entonces no… ya no quiero hablar más contigo de esto, no quiero volver contigo otra vez, necesito tiempo y espacio
- Wow… solo te faltó decirme que no soy yo, que eres tú – dijo Hyoga sin poder disimular su rabia
- No eres solo tú, somos los dos, en este punto solo nos vamos a hacer daño si seguimos así, preferiría salvar un poco la amistad que alguna vez nos unió
- Ahora quieres ser mi amigo, te pasas Shun – Hyoga estaba visiblemente molesto, esta no era la primera vez que tenían una conversación parecida, la diferencia era la resolución y la calma con la que hablaba Shun, era bastante claro que esta vez iba en serio
- Ok., no seamos amigos entonces, como tú quieras, pero lo que quiero es poner un punto final a esto, dejemos claro que como pareja hasta aquí llegamos
- Tú no puedes poner un punto final solo porque te da la gana de hacerlo, esta relación es de los dos, no puedes hacer lo que te plazca conmigo
- Realmente si puedo, porque yo ya no quiero volver contigo, y tú no me puedes obligar a nada que yo no quiera hacer, y ese es precisamente el problema, yo no soy una cosa para poseer, yo no soy tuyo, tú no me mandas ni dispones de mí, estoy podrido de tus imposiciones y arrebatos, ya no más – Shun dejó de lado el tono calmado y respondió con vehemencia, esta situación en verdad que lo tenía con los sentimientos a flor de piel
- ¿Me estás botando de tu vida Shun?
- Si… te estoy botando de mi vida aunque las cosas no son tan blanco y negro, hemos tenido problemas por meses, y no solo es el tema del sexo, tenemos problemas por otras cosas que tú no das importancia y yo sí, me he dado cuenta que solo yo le he puesto ganas a esta relación, y ya me cansé, es bastante simple
- ¿Y yo no?, ¿crees que es fácil tolerar al idiota de tu hermano y a tu maestro?, ¿crees que disfruto tus negativas cuando no me quieres dar ni un beso bien dado y no te dejas tocar siquiera?, ¿qué tipo de novio crees que eres?
- Por eso mismo, hasta aquí llegamos, no quiero seguir discutiendo ni ofendiéndonos más, quiero dejar las cosas como están, eso es lo que quiero y espero que respetes mi decisión
- No te preocupes Shun, espero que te des cuenta lo que estás perdiendo
- Lo mismo puedo decirte yo a ti – Hyoga lo miró un par de segundos, apretó los puños y algo más iba a decir, pero lo pensó mejor, simplemente se volteó y se fue por donde vino, Shun respiró profundamente y se dejó caer en el césped, su meditación había sido arruinada por el día
Mu de Aries estaba en su taller y trabajaba en la armadura de Death Mask, en la última misión a la que había sido enviado con Afrodita había tenido algún tipo de encuentro algo rudo porque su armadura tenía magulladuras algo serias, el guardián del tercer templo no le había querido contar al carnero las circunstancias de su batalla y eso lo tenía curioso
- ¿No corres hoy? – preguntó Mu sin levantar la mirada al sentir el cosmo del aprendiz de virgo entrar a su taller
- No, hoy no, no tengo ánimos – respondió el muchacho sentándose en el suelo en medio del taller, Mu tenía banquitos y cosas pero a Shun aparentemente le gustaba el suelo
- No me digas que extrañas a Shaka
- No es eso, son problemas con Hyoga, no quieres oír mis líos – Shun se acostó y puso un brazo sobre su rostro, hasta la luz le molestaba ese día
- Me puedes contar si quieres hacerlo, aunque creo que te sentaría mejor hacer papilla a uno de los muñecos de entrenamiento de Alde
- Quisiera correr con Seiya, lo extraño mucho
- ¿A él sí le quieres contar tus penas?
- Sí, me hacen falta escuchar todas las burradas que me hubiera dicho para hacerme reír, me hubiera ayudado a insultar a Hyoga, hubiéramos comido chucherías hoy en la noche para quemarlas mañana corriendo, hoy me gustaría bajar a visitarlo
- ¿Y qué te lo impide?
- No me puedo ir si mi maestro no está, si se entera que me fui al Averno le explota la cabeza, independientemente de si el mismísimo patriarca me diera permiso, luego no tengo idea de cómo hacer para bajar, aunque creo que Aioros si se logra comunicar con Seiya, tendría que averiguar eso porque si me gustaría ver a mi amigo – Shun sonó muy triste al decir esto
- ¿Vas a ir al Averno Shun? – Saga entraba al taller de Mu y se sorprendió al escuchar la conversación
- No, me gustaría ir pero no puedo – contestó el muchacho levantando su brazo para ver a Saga que asintió al entender mejor lo que había escuchado
- Que mal, deberías venir con nosotros entonces, nos vamos a ir a escalar Mu y yo – Saga sonrió al decir esto, pero la sonrisa se le fue del rostro cuando Mu alzó la mirada y meneó la cabeza al señalar con la barbilla la armadura en la que estaba trabajando
- El Patriarca dispuso que arregle esto lo antes posible, no puedo ir a escalar hoy amigo, aunque no es mala idea, lleva a Shun, él necesita una que otra distracción, y hay que aprovechar que papá Shaka no está – dijo Mu y señaló a Shun con el martillo cuando dijo esto, Saga arqueó una ceja algo incrédulo pero se acunclilló y movió suavemente a Shun al preguntar:
- ¿Quieres ir a escalar conmigo?, mira que tengo muchos snacks listos, tengo chocolate, whisky, dátiles y papitas, vamos Shun… no me dejes ir solo, mira que según el Patriarca soy un riesgo suicida y me estoy yendo al pico de la muerte, no querrás tener eso en tu consciencia, ¿o sí? – el tono de Saga era divertido, eso hizo sonreír a Shun que asintió y le tendió la mano al mayor que lo ayudó a levantarse
- Ok., ¿cuándo nos vamos?
- En teoría en este momento – Saga señaló la mochila que ya estaba empacada a sus pies, Shun frunció el ceño al decir:
- ¿Me esperas hasta cambiarme de ropa?, ¿qué más necesito para escalar?
- No necesitas nada porque yo le iba a prestar todo mi equipa a Musito, yo tengo toda la comida, yo lo tengo todo, tú en verdad solo cámbiate de ropa y trae una bolsa de dormir, Mu tenía que tener el botiquín, si lo tienes, ¿verdad amigo? – Saga codeó a Mu que asintió y señaló su mochila en la esquina del taller
- Yo tengo todo lo que te dije que iba a tener, en serio solo tienes que cambiarte de ropa Shun, mejor ve rápido mientras yo distraigo a Saga – el lemuriano sonrió y le dio un mazo a Saga que suspiró pero se sacó la chaqueta que estaba puesto, la idea de distracción de Mu era ponerlo a trabajar a él, diablos…
- Ok., no te vayas sin mí – Shun corrió a la salida y se perdió en la luz del día, Saga levantó el peto de la armadura y examinó el hundido al decir:
- Yo creería que este es Radamantys con su Greatest Caution, ¿sabes en lo que Death anda metido?
- No, y la verdad no quiero saber, los líos con mi maestro son legendarios y no quiero verme envuelto en ellos, ya me peleé lo suficiente cuando pasó todo lo que pasó en la primera visita de Seiya, lastimosamente Docko es una muy mala influencia, él no confía en que la paz sea duradera y lo entiendo hasta cierto punto porque a él le tocó vigilar la cascada de Rozan por tantos años
- Docko es un idiota – dijo simplemente Saga encogiéndose de hombros, Mu solo sonrió divertido y ambos caballeros en verdad pasaron entretenidos arreglando la armadura de Death Mask esperando a Shun que llegó sin aliento en menos de veinte minutos
Saga siguió ayudando a Mu por veinte minutos más dejando que Shun descanse y casi al medio día ambos caballeros salieron del Santuario rumbo al pueblito de Rodorio, Saga había explicado que la escalada a la montaña debería empezar al amanecer por lo que ellos iban a pasearse por el pueblo, iban a comer y se iban a hospedar en el hotel de la plaza, al día siguiente madrugarían y a escalar se ha dicho
- Todo eso suena genial Saga pero tengo un problema épico – dijo el muchacho de ojos verdes y lucía algo avergonzado
- ¿Cuál problema épico? – a Saga le parecían graciosas las crisis existenciales de los jóvenes aprendices del Santuario
- Yo creo que a mí me va a tocar dormir abrazado a la vereda porque… no tengo dinero Saga, ni siquiera se me había ocurrido la verdad
- Ahhhh… no te preocupes por eso, yo te cubro – Saga movió la mano indicándole al muchacho que no se preocupara
- Muchas gracias Saga, que vergüenza contigo la verdad
- Ya luego me compras un chocolate – Saga sonrió sinceramente, la compañía de Shun si le resultaba reconfortante, era un muchacho de alma pura y nobles sentimientos, además si era muy divertido, lo pudo conocer un poquito más al ser tan amigo de Seiya, ahora la ausencia del castaño si se hacía sentir pero al menos una buena amistad si había quedado entre ellos
Esa noche luego de registrarse en el hotel, fueron a caminar por el pueblo, visitaron la iglesia, el parque, la dulcería, el pequeño mercado y recorrieron las empedradas calles, charlaron de todo un poco, de sus amigos, de los últimos chismes del santuario, del último romance de Ikky, y todo estuvo muy fresco y divertido hasta que Saga tuvo el muy mal tino de preguntarle a Shun por su novio
- Lo siento Shun, no sabía que habías terminado con Hyoga – el peliazul no sabía en dónde meterse, la buena vibra que habían disfrutado hasta ese momento se fue al diablo, el rostro de Shun se ensombreció y su sonrisa desapareció
- No te apures, nadie lo sabe aún
- Si es tan reciente pueda que el patito helado se arrepienta de lo que sea que haya hecho y te pida disculpas, así que no te deprimas – el mayor puso la mano en el hombro del más joven y lo apretó suavemente
- No es tan simple como eso, esta vez terminamos en serio, y él no me botó, yo lo terminé todo así que no, ya no vamos a volver
- Ohhhh denso…
- No lo es tanto, las cosas ya estaban mal entre nosotros desde hace mucho, solo le puse fin a una relación que ya no era ni divertida, ni romántica, ni saludable, ni nada, él se enojó pero, es lo mejor, no nos convenía seguir juntos
- De ser así, haces bien en alejarte un poco y escalar conmigo, de paso no me dejas ir solo a la montaña, cuando me da por actividades al aire libre extraño a Kanon, con él solía ir a todas estas cosas, Mu no es un mal substituto pero a veces está ocupado y no puede
- Como ahora
- Exacto, como ahora, Shion lo presiona mucho a veces y Mu no le discute nada, yo ya no se lo peleo porque es su naturaleza, si somos amigos tenemos que aceptarnos como somos, ¿no?
- Amigos… ¿Mu y tú son solo amigos? – preguntó Shun curioso, uno que otro rumor le había llegado y esta era la oportunidad de aclarar sus dudas
- Sí, todos esos chismes no son ciertos, Mu es uno de mis mejores amigos entonces no, negado cualquier tipo de otra relación con él, además me mandaría a volar a la menor provocación, ahí donde lo ves, Mu tiene un carácter de los mil diablos – Saga sonrió al decir esto
- Kiki nos lo ha contado pero no lo he creído, es que se ve tan pacífico – dijo Shun meneando la cabeza
- Tiene a Kiki a la raya, es igual de estricto que Aioros, aunque es igual de paternal que él, no todo es malo en la vida, ¿no lo crees? – Saga caminaba con las manos en los bolsillos disfrutando del aire frío de la noche, Shun caminaba a su lado abrazándose a sí mismo y acomodando su bufanda de rato en rato, el ambiente estaba muy frío para su gusto
- Pues no, Shaka no es paternalista pero si es bastante preocupado por mí, aunque sí confía en mis habilidades y me deja probar cosas nuevas
- Es lógico, eres uno de los más fuertes Shun, no lo aparentas pero si lo eres
- No lo soy, Seiya era el más fuerte
- No lo sé, tu tormenta nebular crece hasta el infinito y tienes un balance extraordinario con tus cadenas, todos nosotros tenemos tácticas ofensivas, pero tú nos matas a todos con tus tácticas defensivas, no te consideres menos de lo que eres Shun, la modestia es buena pero en tu caso sobra, le pateaste el culo a Afrodita y eso no lo hace cualquiera, destruiste uno de los pilares del templo marino tú solo
- Dos – dijo el jovencito con una sonrisa
- Dos, por eso te lo digo, lo de Seiya es solo fama, él es más lanzado al peligro pero eso no siempre es bueno, un caballero no debería dejarse llevar por las emociones, eso nubla el juicio y no es útil en las batallas, se necesita cabeza fría para encontrar las mejores soluciones a los problemas, para analizar al enemigo y destruirlo
- Ok., eso es muy frío para mi gusto
- Soy estratega Shun, debe ser frío en estos temas, y hablando de frío, ¿quieres volver al hotel?, te estás poniendo azul – Saga se detuvo y acomodó de mejor manera la bufanda de Shun y su gorrito, el menor levantó la mirada y sintió como una corriente eléctrica lo recorría entero, esto solo le había pasado antes con Hyoga, nunca con Saga o con nadie más, no pudo evitarlo y bajó la cabeza al sentir como la sangre le subía al rostro
- Si… es mejor irnos
- ¿Estás bien?, espera… - Shun empezó a caminar por la vereda sin levantar la mirada, Saga lo siguió hasta tomarlo del brazo para mirarlo a los ojos nuevamente, los ojos de Shun eran muy bellos y expresivos, Saga se vio reflejado en ellos y sin saber la razón acarició la mejilla del muchacho con su pulgar sin perder el contacto visual, Shun sintió como su respiración se volvió ligera y rápida, quitó la mano de Saga de su rostro y bajó la cabeza al decir quedito:
- No Saga…
- ¿Lo sentiste también verdad?
- No¡¡¡
- ¿No?
- No, eso no está bien, no no no
- ¿Tan poco atractivo te parezco?
- Ay no es eso – Shun se dio la vuelta y siguió caminando de vuelta al hotel
- No no no, no te vayas – Saga alcanzó a Shun y lo tomó del brazo para detenerlo, el muchacho lucía incómodo con la situación, el sonrojo no le pasaba y se sentía pésimo por ello
- Esto no puede ser
- ¿Por qué no?
- Porque no, porque tú eras el novio de Seiya
- Seiya se casó con Hades hace meses, tú terminaste la relación con tu novio porque desde hace tiempo no funcionaba, tú eres libre y yo también, ¿cuál es el problema?
- ¿Es en serio lo que me estás diciendo?, sabes que estás hablando conmigo, ¿verdad?, yo soy Shun, y la verdad no soy descartable ni mucho menos, y me niego a ser el de rebote en tu vida y… - Shun iba a seguir hablando pero Saga le puso un dedo sobre los labios para callarlo y decir:
- Sé perfectamente quien eres tú, sé a lo que me meto si persigo algo contigo, pero no te adelantes a las cosas, aún no empezamos nada y tú ya le vez todos los peros, no estoy diciendo que esté mal es solo que… mira… vamos por pasos pequeños, un día a la vez, bésame primero antes de hacer nada, ¿Qué te parece?
- ¿Quieres que te bese?
- Bueno, yo creo que el primer beso es bastante indicativo cuando una pareja tiene química, entonces… ¿me das un beso?
- ¿Y si no hay química?
- No hay problema y nos vamos a escalar mañana
- ¿Y si hay química?
- Tampoco hay problema, igual nos vamos a escalar mañana y cuando compartamos la tableta de chocolate te doy el pedazo más grande, pasos pequeños Shun, así es como las relaciones sólidas se construyen, vamos paso a paso y vemos a dónde llegamos, ¿suena bien?
- Si… suena bien… - Shun asintió y esta vez dejó que Saga le acariciara la mejilla con el pulgar sin retirar su mano, se miraron a los ojos y esa tensión entre ellos era demasiado, Saga se acercó lentamente y unió sus labios con los de Shun, el beso fue suave y tierno, ellos estaban parados en el frío de la noche en las desiertas calles de Rodorio y parecía que tenían todo el tiempo del mundo, el mayor sostenía al joven entre posesiva y románticamente, esto era nuevo para ellos pero no se sentían incómodos, se sentían bien ambos, Shun subió las manos por el pecho de Saga hasta rodear su cuello y sintió como el mayor lo abrazaba por la cintura pegándolo más a su cuerpo, sus lenguas se encontraron y eso le dio un toque pasional al beso que se rompió unos segundos después, cuando abrieron los ojos se miraron y finalmente sonrieron…